martes, 15 de enero de 2019

ORLANDO VIERA-BLANCO, NUEVO PRESIDENTE DE VENEZUELA


El nuevo reto de la Asamblea Nacional, es nada más y nada menos que restituir el orden constitucional y republicano. Todo se reduce al Artículo 5to. de la CRBV que sentencia “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio…” La Constitución confiere mando al Presidente de la República por un período de 6 años y agotado el término puede reelegirse mediante sufragio. No habiendo elecciones justas y transparentes, el período de Maduro expiró y el único Poder Público llamado a sucederlo es la Asamblea Nacional. Siendo Juan Guaidó Márquez su Presidente, en consecuencia el nuevo Presidente de la República y de la transición política es él…

El rey está desnudo

Es conocida la fábula del monarca estafado por unos estrafalarios usurpadores de costura QUE se presenta ante el pueblo supuestamente ataviado con traje de soles, pieles y esmeraldas. “Tal era su brillantez”-según los timadores-que encandilaba las masas e impedía ver la majestuosidad del traje. De pronto la inocencia de un niño ajeno a todo temor, grita entre la multitud: ¡El Rey está desnudo! Esto provocó el hazme reír inevitable de los asistentes y la estampida del monarca.

Maduro está desnudo. Corresponde a la Asamblea Nacional venezolana gritarlo al mundo. Es una situación inédita en Venezuela. Nunca había ocurrido que habiendo expirado un periodo presidencial-por no realizarse elecciones legítimas, justas y transparentes-se imponga un poder de facto. Coyuntura no prevista en la Constitución de Venezuela y cuya solución jurídica pasa por delegar las funciones ejecutivas a la Asamblea Nacional por ser el único poder constituido por votación popular. Juan Guaidó Márquez declaró la usurpación del cargo de Nicolás Maduro. Asumir el gobierno interino es una formalidad implícita. La AN debe renovar el Poder Electoral y designar los nuevos magistrados del TSJ. Es la re-legitimación del piso político. La comunidad internacional debe volcarse a la vigilancia de la integridad y seguridad de los Diputados de la A.N. activando los mecanismos de tutela e injerencia legítima (intervención) en caso que el gobierno de facto intente criminalizarlos. Este sería el preludio de una crisis terminal donde "el monarca” debería ser forzado a salir en estampida.

Lo intentamos o fracasamos...

Para nadie es un secreto que tanto errores políticos de la oposición como la anti política produjeron un quiebre inoportuno de la disidencia que se tradujo en una inconveniente inmovilización ciudadana.

Estamos en presencia de un momento histórico que comporta el compromiso de superar el sentimiento de desmoralización generalizada que rechaza en un 80% al gobierno pero que no sabe cómo canalizar su descontento y frustración.

El sólo factor de ilegitimidad de Maduro en la Presidencia de la Republica abre un camino infinito de alternativas jurídicas, geopolíticas, políticas y tácticas para presionar en múltiples direcciones el cambio de poder. Subsanar la usurpación es un acto legítima defensa constitucional. Llamar a las FAN a un rescate republicano e institucional tiene más vigencia que nunca. Invocar la desobediencia ciudadana previsto en el Artículo 333 y 350 de la CRBV calza a la perfección ante un poder de facto. La comunidad Internacional seguirá una línea de desconocimiento de este poder de facto para validar cualquier acto de restitución republicana previsto tanto en el orden interno como en el orden público internacional. La arremetida en contra los diputados de la Asamblea Nacional luce en proceso. Ya Guaido fue detenido. Creemos por error del gobierno. En esta oportunidad ir y poner tras las rejas a quien es considerado el nuevo Presidente de la República de Venezuela (Juan Guaidó) pone a riesgo al Maduro de una intervención forzosa de la justicia universal o trasnacional. Falta que así lo entienda.

Es ahora o nunca

Sin removilización interna de calle será imposible lograr un desprendimiento de los factores militares y una incorporación activa de la comunidad internacional. Juan Guaidó Márquez tiene razón. No es una responsabilidad de un hombre ni de un día. Es un nuevo desafío republicano que demanda de un consenso de la oposición venezolana. La agenda no es ser Presidente. Es ser libres. Es ahora o nunca. Es momento de mucha nobleza inteligencia y sensatez. Si no nos la jugamos no tenemos nada que ganar.

Constantino Cavafis en su poema Camino a Ítaca nos habla sobre la importancia de disfrutar del camino de regreso a casa. Refiriéndose al héroe Odiseo en su retorno a la isla griega después de mil batallas, escribe: “Cuando te encuentres de camino a Ítaca ten siempre en tu mente que la llegada es tu destino pero no apresures tu viaje en lo absoluto. Los Cíclopes, los Lestrigones y la fiereza del dios Poseidón no aparecerán en tu camino si mantienes un pensamiento elevado. Los peligros sólo surgirán si los llevas dentro, si tu alma los pone frente a ti…"

En esta ocasión el camino no puede ser ni apresurado, ni venturoso, ni endemoniado. Pensemos en la llegada y llegaremos... Es hora de apoyar a Juan Guaidó; criticar menos y hacer más. Una oportunidad de oro que no volverá.

Orlado Viera-Blanco
@ovierablanco

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