La soberanía de América Latina es inexistente, a
medida que pasan los dias, los grandes conglomerados explotan y se apoderan de
nuestros recursos naturales. Los
capitales provenientes de países como Rusia, China, Estados Unidos,
Inglaterra, Italia, España –entre otros- imponen sus condiciones y toman posesión territorial en nuestros espacios
geográficos bajo la complacencia celestina de los gobiernos llámense
capitalistas o socialistas.
Producto del colonialismo que arrastramos y el
servilismo de nuestros gobiernos, aunque resulte una perogrullada decirlo,
América Latina es un continente, que continua bajo el dominio cada vez más
acentuado del gran capital y por lo tanto carente de toda soberanía, donde
“nuestros” ejércitos se les ha asignado el triste papel de cuidar las
inversiones de ese capital, que esta dejando en nuestros territorios grandes
desiertos que dañan nuestro medio ambiente y contribuyen de una manera irreversible
al ya casi irremediable calentamiento global.
El gran negocio de los conglomerados se encuentra
ahora en explotar sin medida alguna los Recursos Naturales en el mundo y
donde América Latina, se ha trasformado
en foco de utilidad y beneficio para el gran capital, en el marco de su
doctrina liberal que impulsa el paradigma globalizador.
Pero este
escenario se ha convertido en una “atracción fatal” dado que se ha transformado
en conflictos locales, sobre todo con las etnias originarias que cuestionan el
extractivismo voraz del capital trasnacional que daña de una manera
irreversible el medio ambiente que ellos ocupan, convirtiéndolos en
desiertos irreparables que empobrece
nuestros suelos y que contribuyen al deterioro acelerado de la naturaleza.
Conglomerados
mineros y petroleros chinos, canadienses, estadounidenses, italianos,
españoles, rusos, e ingleses, solo para nombrar algunos, han convertido a los
gobiernos de los países de Latinoamérica
en sus principales socios dentro de la Región a través de las llamadas empresas
mixtas. Empresas mixtas impuestas por la doctrina neoliberal de la
globalización en los países que se autodenominan socialistas o capitalistas.
De hecho,
América Latina se ha transformado en la Región más importante del mundo para
atraer inversiones mineras, donde el petróleo, gas, carbón, oro, coltan,
thorium, bosques, y aguas – entre otros recursos- son explotados de manera
irracional y donde ese extractivismo
hace estragos con consecuencias muy graves para nuestro continente y el propio
planeta. De perfil al 2020, se calcula
que las cifras de inversión estimadas superaran con demasías la inversión
actual, que ya es muy marcada.
A pesar de que estas explotaciones sin medida alguna,
representan una fuente potencial de generación de riqueza para los países
aceptantes, esas riquezas no llegan a la inmensa mayoría de la población
latinoamericana, pues las mismas se quedan en manos extranjeras y en una clase
política, tanto de la llamada derecha, como de la llamada izquierda
supremamente corrompida, de allí que se encuentran surgiendo movimientos y grupos opositores,
donde los originarios, asociaciones ambientalistas, ecologistas –entre otras
tendencias- libran y siguen librando duras batallas contra el extractivismo
depredador del paradigma globalizador.
LA POBREZA EN
AUMENTO
A pesar de todos estos recursos que poseemos, la
pobreza de nuestros pueblos no se supera, al contrario, los indicadores
reflejan un acelerado empobrecimiento que se muestra en materia de salud, educación,
alimentación, trabajo, vivienda y donde se clasifica a la población como
multidimensionalmente pobre.
Hoy día los
organismos internacionales como el Banco Interamericano del Desarrollo
(BID) nos indican y señalan que de cada diez viviendas en América Latina y el
Caribe nueve son de muy baja calidad (ranchos) de acuerdo al estudio realizado
y que fuera presentado en Washington durante el foro celebrado el pasado mes de
octubre del 2018.
En el encuentro para valorar y calcular la falta de
vivienda en la región y sus secuelas, Tatiana Gallego, jefa del Departamento de
Vivienda y Desarrollo Urbano del BID, expuso que hay un 6% de falta de vivienda
en áreas urbanas en América Latina y el Caribe en discordancia con un 94% que
no tiene una vivienda digna.
Cómo explicar esta situación con tanto recursos que
tenemos, donde se ha llegado incluso a pedir que se habrán canales para la
ayuda humanitaria, como es el caso de Venezuela, el país más rico de América
latina y porque no decirlo del mundo, por sus recursos naturales que posee,
pero que los mismos se encuentran bajo el dominio y la explotación del imperio
del gran capital, producto de un gobierno que al igual que los anteriores, se
doblegan, se entregan y se arrodillan frente a los intereses de ese capital
foráneo que somete a nuestro pueblo a terribles hambrunas, enfermedades y
muertes.
Como justificar semejante situación, cuando tenemos la
mina de oro más grande que se pueda ubicar en la superficie de la tierra,
igualmente pasa con el thorium, el coltan, el gas, el petróleo, el carbón, el
diamante –entre otros- recursos naturales que es propiedad de todos los venezolanos
y que en la actualidad explotan los grandes conglomerados que en términos
concretos tomaron posesión del 12,5 % del territorio nacional en el llamado
Arco Minero y donde nuestros originarios son desplazados e incluso asesinados
en sus propios espacios geográficos y para completar con daños ecológicos
irreversibles que hieren nuestros espacios naturales de manera mortal. Todo eso
se está ejecutando en nombre de la democracia, del desarrollo y del propio
capitalismo de estado, llamado por el gobierno como socialismo del siglo XXI y
donde para completar éste escenario tan perverso la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, ONUAA o más conocida
como FAO (por sus siglas en inglés), afirma y sostiene que Venezuela tiene la tasa
de hambre más alta de Latinoamérica.
A manera de conclusión ante esta situación, podemos
señalar que si nuestros pueblos no buscan una salida propia, lejos de la
influencia de los partidos políticos, llámense de derecha o izquierda, de ese
eurocentrismo ideológico-político colonizador y explotador, del gran capital
foráneo que se roba nuestros recursos naturales, de los modelos económicos
llámense socialistas o capitalistas, nuestras gentes estarán condenadas a vivir
en la miseria y desolación, donde lo único democrático que tendría seria la
muerte, por aquello que nos llega a todos por igual.
Enrique Contreras Ramirez
comentando.noticia@gmail.com
@enriqcontrerasr
@RUPTURAorg
Caracas-Venezuela
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