miércoles, 11 de septiembre de 2019

ELIDES J. ROJAS L.: SIEMPRE AL BORDE DEL COLAPSO

Es una de las principales cualidades del chavismo: siempre está al borde del colapso, de la caída definitiva, del desborde situacional; pero siempre consigue la manera de sobrevivir y mantenerse a flote; aunque cueste hambre, sangre, sudor y lágrimas a los venezolanos que todavía andan por esta tierra.

No importa que la gente quede en la inopia, que se destruya algún pilar institucional, que se violen leyes o normas. Nada de eso importa. No hay límites para el chavismo a la hora de sobrevivir. No tiene problemas morales o éticos al momento de aplicar medidas sean de carácter económico, social o militar. Y menos si se trata de reprimir o perseguir. La leña vendrá. Y las consecuencias siempre han sido duras y graves para todos, menos para el régimen y su cúpula. Veamos algo.

En diciembre del año 2002 la oposición de la época se jugó una carta muy pesada para intentar salir de Chávez: un paro nacional al comienzo que luego pasó a ser la paralización de la industria petrolera nacional y un hachazo enorme a Pdvsa, asumiendo que había muchos elementos de carácter político de legalidad internacional que atarían de manos al chavismo. Pues nada de eso. En diciembre el mismísimo Chávez anunció el contrataque basado fundamentalmente en tomar por asalto a Pdvsa despidiendo a más de 20 mil trabajadores y a lo mejor del recurso humano de la empresa le sonó el pito mientras le daba la gran patada y, por si fuera poco, le entregó los tanqueros y las operaciones de la compañía a fuerzas extranjeras, expertos de afuera. Hasta iraníes se montaron en los tanqueros. El chavismo para febrero del 2003 ya había derrotado a la oposición que quedó al borde de la quiebra. Y Pdvsa comenzó el tránsito hacia su muerte. 15 años después no hay producción petrolera, no hay ni siquiera plata para que el chavismo siga saqueando como le gusta, pero el régimen está en el poder sobre una tumba de país y un féretro gigante de industrias privadas y oficialistas. Al borde del colapso, pero no les importa. Para eso están los rusos y chinos que ponen plata y protección geopolítica. Y los cubanos que ponen al servicio del régimen toda la sapiencia de los criminales del Caribe para mantenerse mandando y esclavizando. Para los cubanos el aporte, a cambio de petróleo y muchos dólares, es pródigo en seguridad y represión. Nada más.

El sistema eléctrico, por mencionar otro sector vital, está técnicamente muerto. Con la ayuda de los rusos lo tienen dándole mucha fuerza a Caracas, la mimada, y racionamiento general al interior del país. En provincia destaca el Zulia en el ámbito de la sobrevivencia paupérrima. Pero a la cúpula chavista esta miseria no le importa. Que la gente sufra es lo de menos. Lo importante es que los jefes del chavismo sigan montados en el coroto y asegurando su impunidad. Lo demás es tontería.

Con todo pasa lo mismo. Hay control de cambio eterno y supremo, pero permiten que la gente compre con dólares que recibe de remesas de venezolanos que el propio chavismo obligó a irse. Es decir que en Venezuela el que come y vive depende de una economía diferente a la chavista donde hay un venezolano que trabaja y vive, pero en otro país. Mientras, el chavismo sigue tranquilo, a pesar de que la mayoría no cuenta con remesas. Cuenta con hambre y las migajas del otro negoción del chavismo: las cajas Clap. Ahí lo que hay es plata pareja. El casi colapso, con sobrevivencia incluida, pasa por medicinas, colegios, educación oficial, universidades, sistema de transporte, el metro de Caracas, repuestos para industrias y vehículos. Todo está al borde del colapso, pero con el aire suficiente para que el chavismo siga de cadena en cadena respirando y hablando bolserías todos los días como método único de trabajo.

Hasta la muerte de Chávez la superaron. Para peor, pero salieron de tremendo golpe natural, aunque se empeñen en decir que vive y vive. La verdad es que está muy muerto, pero el miedo a perderlo todo hace rato está superado. Con Maduro al frente nada más y nada menos.

Ciertamente, Venezuela, cuando la ves desde afuera, da lástima. Y adentro la sufres. El chavismo puso al país en el último escalón del colapso y así lo mantendrá. Es la fórmula para no caer. Y por lo que se ve, no caerá.

El colapso como forma de gobierno. Ni más ni menos.

Elides J. Rojas L.
elidesr@gmail.com
Twitter: @ejrl

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