sábado, 14 de diciembre de 2019

MERCEDES MALAVÉ: LA AUTONOMÍA DE ACCIÓN


En 1963 Copei contaba con el recio liderazgo de Rafael Caldera. Era, en comparación con los demás partidos que competían con Acción Democrática, el partido más robusto apertrechado de una doctrina política atractiva y de alcance internacional: la democracia cristiana. Raúl Leoni ganó las elecciones del 63 pero su partido mostraba un descenso en su votación producto de dos divisiones y el desgaste de un período de gobierno en medio de muchas convulsiones. Todo esto facilitó el ascenso de Copei y la consolidación del bipartidismo venezolano.


Por las razones citadas, la presidencia de Leoni se tuvo que sostener mediante una coalición de gobierno. El pacto de Puntofijo no estaba vigente, aunque su espíritu permanecía intacto en cuanto a la firme defensa del sistema democrático. No obstante, el descenso numérico de AD le colocaba muy lejos de tener mayoría parlamentaria, por lo que se hacía necesario conformar un gobierno de coalición. La ancha base fue el nombre que se le dio a la concertación de AD, URD, el Frente Nacional Democrático (FND) y el movimiento electoral de Úslar Pietri que para entonces ya era partido político.

El final del gobierno de Betancourt fue la ruptura de la coalición AD-Copei . Los socialcristianos decidieron adoptar respecto al gobierno de Leoni una posición política que llamaron «autonomía de acción». Copei rechazó una posible coalición bipartidista porque decidió pasar a ser oposición. Así como el gobierno de Betancourt inauguró el sistema democrático, con el gobierno de Leoni se inicia el ejercicio de oposición formal y democrática al gobierno de turno. Es una oposición que sigue trabajando por la consolidación del sistema democrático y por el fiel cumplimiento de sus reglas e instituciones. 

Autonomía de acción hoy

Luego de un largo proceso judicial, y en medio de la peor crisis política y socioeconómica de nuestra era republicana, el partido Copei decidió emprender un nuevo proceso de refundación a partir de los ideales de sus fundadores. Frente a las distintas alianzas partidistas que se han venido conformando como alternativas a la hegemonía de gobierno, como lo son la alianza de partidos conocida como el G4, y los partidos de la Concertación, hemos decidido adoptar nuevamente el principio de autonomía de acción.

La autonomía de acción nos obliga, en primer lugar, al fortalecimiento de Copei . Rafael Caldera pudo asumir esa posición porque tenía un partido unido, fuerte y consolidado. En segundo lugar, la autonomía de acción se inscribe en la adopción de una postura de clara y formal oposición al gobierno, en el marco de las reglas de juego del sistema democrático. Este principio fortalece a Copei como partido para la democracia y por el rescate de la democracia. Con el rápido ascenso de posturas insurreccionales, radicales y extremistas, llamados a quiebres militares o invasiones extranjeras, estamos llamados a dar testimonio de signo contrario, con una posición claramente democrática, defensora del orden civil, del estado de derecho y de la unidad de Venezuela.

Tenemos la enorme tarea de convocar a todo el espectro político venezolano, independientemente de sus posiciones ideológicas, a construir una oposición leal al sistema democrático.  

Mercedes Malavé
mmmalave@gmail.com
@mercedesmalave

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