viernes, 31 de enero de 2020

JESÚS GONZÁLEZ BRICEÑO: DESVERGONZADO, APÁTRIDA Y GAMBERRO ¿QUIEN ES EL PERSONAJE?.

Adivina, adivinador, es difícil de encontrar un personaje tal que reúna estas condiciones, en nuestro país lo ha habido, pero en la actualidad los hay a montón, los lacayos han existido y los habrá a futuro porque en la viña del señor, se encuentran de toda calaña, es así el género humano, hechos de imperfecciones y virtudes. La desvergüenza, el deshonor y la deslealtad son los atributos de las personas e instituciones que corrompen la esencia del ser humano y de la nación. 

DESVERGONZADO, maledicente consuetudinario, impúdico en sus alegatos, y sinvergüenza, no quedará impune, por sus faltas cometidas 

Y el APÁTRIDA, es muy fácil encontrarlo diariamente a nuestro paso, la historia está llena de este tipo de personas, traicionan a su linaje, su comunidad y su nación por un puñado de monedas de oro, plata y níquel.  La traición no tiene precio y la ocasión la pintan calva para sacar provecho personal y de su tribu.  

Hay millones que no quieren ni respetan su gentilicio o el lugar en que habitan, no sienten compasión, misericordia ni respeto por sus habitantes y visitantes, no obstante haber   cientos de millones de inmigrantes, la gran mayoría de ellos, la han amado y servido, y lo seguirán haciendo hasta el fin de sus vidas, correspondiendo a la hospitalidad y bonhomía de sus anfitriones.  

Muchos países han sido construidos por etnias de otras latitudes, los anales históricos   están llenos de numerosos ejemplos de gente foránea, forjadora de progreso, bienestar y soberanía. El nuestro es un caso palpable, pleno ha estado y preñado está de nombres y apellidos de diferentes razas, color, religión, credo y costumbres enriqueciendo su patrimonio histórico. Empero, el Apátrida que lo reniega, entrega sus riquezas y su responsabilidad ciudadana, es vergonzoso, aberrante, repudiable e inepto, al máximo  

Del GAMBERRO O GAMBERRA, por ser pareja y corresponsables, tienen esta definición en nuestra lengua castellana, al renunciar a sus obligaciones cívicas, como persona o magistrado, entregarlas, sin razón de ser, vilmente, a extranjeros, para que, en vez de él, cumplan sus obligaciones, violando los derechos humanos, las normas de conducta, deberes y usurpando los bienes de las arcas nacionales, en contradicción con las normas fundacionales y constitutivas de su nación. 

La calificación de Desvergüenza, Traición a la Patria y Servilismo de un autoproclamado gobernante, es la peor condición atribuible al personaje en cuestión, convirtiéndolo en un adefesio despreciable, cínico, Insolente…  tan solo comparable con la peor traición de la humanidad y al desprecio de sus semejantes. Su inconmensurable castigo aún no escrito en las leyes penales.  

Este personaje se une a otros históricos como la Malinche, traidora del   pueblo azteca; a Marco Bruto, asesino de Julio César; a Efialtes de Tesalia en el mundo griego; a Judas Iscariote con la traición a Jesús de Nazareno; la de Edward Snowden a la inteligencia estadunidense; la sempiterna traición al pueblo martiniano y muchos otros farsantes que vendieron su honor e investidura por un puñado de monedas. Vender su patria- que no la es, al mejor postor, para aferrarse al poder usurpado, es un hecho oprobioso y abominable 

Jesús González Briceño
jesusrafael768@gmail.com
@jesusgonzalezbr  

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