sábado, 15 de febrero de 2020

ROMÁN IBARRA: PARA LUEGO ES TARDE

Confieso que no me gustó la forma en que regresó Guaidó a Venezuela. Regresar por Maiquetía, sin previsiones lógicas para su protección, lo hicieron ver vulnerable, y ello habla mal de la capacidad organizativa de la oposición.

Adicionalmente, para quebrarle la moral, le hacen preso al tío con un montaje burdo y ridículo, desmentido por el gobierno portugués, pero llevado a cabo por quienes, sin escrúpulos, tampoco tienen frenos.

Hubiera sido mejor regresar de la misma forma subrepticia en que salió, dejando en ridículo al ¨régimen todopoderoso¨ incapaz de cuidar las fronteras. Ahora, solo el lamento.

Ahora, lo que sí es muy importante es conocer qué trae de novedad como agenda política para evitar la frustración en que fue sumida la oposición en 2019.
Quedó muy claro de su gira internacional, que todos los respaldos obtenidos reiteran la necesidad de negociar una salida política para conjurar la crisis, y ello pasa por la celebración de elecciones. 

La AN que pudo haber designado el CNE en 2019, no lo hizo. Ahora dividida la oposición, el régimen y sus nuevos aliados harán todo lo posible para que sea el TSJ, fiel a sus designios, el que haga la designación por ¨omisión¨ legislativa mal interpretada!

No obstante, seguimos preguntando cuál es la novedad luego de la gira? Trae un mensaje claro a favor de las elecciones, o vamos a seguir jugando a la construcción de capacidades? La oposición que dirige Guaidó va a luchar por la reunificación de la oposición, tendiendo la mano sin discriminaciones hacia todos los sectores? En caso de que no se consigan las mejores condiciones electorales por el ventajismo del régimen, van a llamar a votar, o a la abstención? Regalamos como en 2005 la AN? Dejamos que el Zulia y Occidente sigan sin luz, y desaprovechamos el proyecto de la CAF?

Esas son parte de las angustias que animan al ciudadano de a pie, y especialmente a los más necesitados, es decir, la mayoría.

En opinión del encuestador Félix Seijas, más del 80% de la población quiere elecciones como mecanismo pacífico para la resolución del conflicto, y dentro de ese mismo espectro, el 65 % pertenece a los sectores D, y E, de la población, esto es, los que más sufren el deterioro socioeconómico y político. Son víctimas de las humillaciones del CLAP, y también de la inseguridad en sus barrios. Eso requiere atención prioritaria.

Luego de 20 años de deterioro, y secuestro de las instituciones por parte del oficialismo, la respuesta no puede seguir siendo la comisión de errores por parte de la oposición.

Desde los acontecimientos de 2002 con la plaza Altamira; el Carmonazo; la huelga petrolera; la abstención parlamentaria de 2005; las guarimbas, y trancazos; la indefinición frente a las elecciones de Alcaldes, Concejales, y  gobernaciones, se le han regalado 18 años al oficialismo para perpetuarse en el poder con su corrupción desenfrenada, y entrega a factores externos que colonizan a Venezuela.

Lo hemos sugerido muchas veces, Guaidó tiene en sus manos el liderazgo indiscutible de la oposición, pero mantenerlo y llevarlo a feliz puerto supone hacer lo correcto. Tiene la obligación, ya lo hemos dicho, de reunificar a la oposición toda, lo cual, incluye al chavismo disidente, pues la oposición dividida, no asusta a nadie. 

Debe ofrecer un mensaje muy claro a favor de las elecciones y luchar por las mejores condiciones posibles; con la fuerza unitaria, presionar interna e internacionalmente para lograr elecciones presidenciales también este año, pero en caso de no lograrse, salir a votar masivamente de igual forma y defender el voto.

Para luego es tarde, Guaidó!  

Román Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra 

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