sábado, 31 de octubre de 2015

MAURO PARRA, NEVÓ EN LA ZONA TÓRRIDA

Se ha desatado una especie de tsunami con la defección del fiscal.  ¿Quién no deserta de un sistema político dictatorial en plena desbandada? Sobre todo si han agotado el inmenso reservorio de  mentiras simulaciones, engaños y demagogia, porque sin el poder en sus garras no son nada, nadie  que mínimamente pueda ganarse  el pan con solo el sudor de su frente, como manda nuestro Señor Jesucristo. Es preferible según sus puntos de vista, corromperse y corromper para cualquier fin. En certero editorial la revista Dinero de setiembre 2014, asevera, en artículo de dominio público titulado Corruptos y Pendejos, «Corrupto Corrompe».  Con la gravedad de que en todos los casos el corruptor venezolano se  queda con la tajada del león

Deben estar corriendo por todos los pasillos del mal-gobierno con cualquier cantidad de mandatos de captura, incriminaciones por miles, lobby en la OEA, lobby en  la ONU, lobby en algunas instituciones y pasajes  oscuros del  «imperio»y la UE  -inmensas sumas de $$$ para cubrir lobistas- investigaciones secretas, hasta confesiones por errores velados.  El sempiterno y manifiesto trapito rojo ha sido desplegado por los patoteros fantasmas del  régimen encabezados por el  más tramposo electorero. Este personaje, caído quizás de los bosques de la Transilvania de vampiros, «inocentemente»  quiso  endilgarnos  otra mentira más alegando que cualquiera, por cualquier razón, puede irse cuando y como quiera. «Con  inhibirse o renunciar  basta, pero nunca irse en secreto dejando un reguero de dudas».  Si, Luis…
Ningún gobierno totalitario deja solos a sus súbditos para que puedan ejercer sus cargos en consonancia con la Ley y su conciencia. No siempre. Hay, en juicios políticos, quienes reciben instrucciones,  como testificó Aponte-Aponte y   Nieves confirma  ahora que las  acusaciones y sentencia -en el caso de Leopoldo López- vinieron prefabricadas de arriba y si no cumplía le  «cortarían»  la cabeza y directo a la Tumba o la «chirona». Lo sabemos en demasía, en América Latina somos expertos en dictaduras de cualquier tipo, en múltiples matices. Derecha, centro, izquierda, militarista. Todas muy volátiles,  peligrosas, llenas  de odios, charlatanería y desfalcos al bien público. Desobedecerles a quienes las comandan, es tan peligroso como fue saltar el muro de Berlín durante la guerra fría. Hoy  corre el miedo en muchas de las esferas de la sociedad venezolana,  en el conglomerado de los empleados públicos, en ministerios, registros, notarias y hasta en las FAN. Como estamos viendo desde 16 años, el propósito del régimen es mantenerse en el poder debilitando la acción civil del pueblo  haciéndolo sumiso y dependiente en sus necesidades fundamentales.  El terror, al descubierto para mejor impacto, da resultados inmediatos. Pareciera que  el «madurismo», como parte de la estrategia electoral del 6D, que no se permitirá perder, contrató a Stephen King como asesor del terror y pánico. Pero como King, un demócrata sin tacha, no se presta a dictadores, estimo que alguien leyó alguno de sus libros, como Apocalipsis.  Devastador.  El desgobierno insiste en aplicarnos  el mismo  desvencijado cliché de la fallida URSS, Cuba y Corea del Norte. Apuntalada por tecnologías de avance y un estamento científico de primera línea, no puede uno imaginarse cómo  cayó la URSS. Simplemente, el estamento político se desmoronó por  impráctico y reducida disponibilidad financiera. Deberían de aprender. Nadie es eterno. El organismo se desgasta con el uso y en especial el mal uso. Así con las dictaduras cuando solo les quedan  ensoberbecidas amenazas y gruñidos al viento.
Nosotros en comunión con las reglas de nuestra religión Cristiana, deberíamos dar gracias a Dios, que existan desertores, como el señor Nieves, de regímenes criminales y esclavistas, porque todo el mundo tiene el derecho de redimirse y ganar le perdón terrenal  si no el divino. San Agustín fue un converso tardío, mujeriego y jugador de envite y azar, que una vez escribiera su famosa Oración Libertina donde ruega «Oh, Señor, hazme casto y puro, pero no todavía»  Cómo negar que Agustín fue hecho Santo por su profundo y cuantioso aporte a la Cristiandad.  
Pero, cómo digerir los exabruptos de la parte más bullanguera de la colonia venezolana mayamera contra el señor Nieves, cuando ellos escaparon y corrieron por sus vidas como lo hizo el fiscal, algunos, no se, con posible crimen inconfeso. Nosotros, la gran mayoría de los venezolanos, permanecemos aquí en las trincheras dando la batalla para impedir la definitiva instalación del comunismo en nuestro país.  Para lograr esto se requiere el apoyo de todos en esta tierrra y allá. Nieves está engrosando  el expediente de estos bárbaros, ya multimillonarios en dinero, que acosados como fiera herida no encuentran salida al terrible mal que han cometido.
Dios, rogamos, bendice  a Venezuela.
Mauro Parra
jmpzc@yahoo.com
@parratiticastro.

Venezuela

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