domingo, 24 de enero de 2016

ALEJANDRO MENDIBLE, EL CHAVISMO Y EL RETRATO DE DORIAN GREY

El reciente revuelo creado con relación al retiro de los retratos de Bolívar y Chávez del recinto del Congreso Nacional, nos lleva a establecer sin intención irrespetuosa semejanzas con el argumento de la famosa novela “El retrato de Dorian Grey” del escritor inglés Oscar Wilde, publicada en 1890.  En el citado texto, se plantea como argumento el pacto de Dorian (el sujeto) para permanecer siempre joven, a cambio de lo cual solo su retrato (el objeto) envejecería,  la destrucción de éste determina su extinción al final.
Es un error de conocimiento la inversión del objeto por el sujeto y considerar que la vida de éste se la debe al primero. Volviendo a nuestro caso, es evidente el nexo establecido entre el chavismo y los retratos mencionados, en primer lugar con el de su promotor el presidente Chávez, cuyo retrato una vez fallecido queda en el Congreso como símbolo de la mayoría parlamentaria chavista. Sin embargo, cuando se produce la alternancia del hemiciclo queda en minoría su bancada y esta pide como un derecho adquirido  la permanencia de su protector. La explicación para sacarlo no puede ser más lógica: el parlamento es la representación nacional de la república  y no de individualidades, de ser así, se tendría que permitir tantos retratos como parcialidades logren imponerse, convirtiendo el recinto en una iglesia donde cada santo tiene su nicho, o abre uno nuevo,  para ser adorado por sus seguidores.
No menos importante y trascendente es el retrato del Libertador Simón Bolívar,  por cuanto en este incidente podemos calibrar la sinceridad del chavismo. El nuevo rostro del padre de la patria elaborado por la Administración Chávez más que una imagen fiel del rostro del prócer  tiene, por el contrario,  la intención de ser una recreación ideológica de un modelo político que se busca imponer. Evidentemente, en el momento que se proyecta el chavismo se encontraba en su zenit, disfrutando de las mieles del petróleo y abusaba expresando que era el pueblo venezolano.
Hoy, cuando la representación pictórica chavista sale, quedando en el recinto la representación histórica del destacado pintor peruano, “el mulato Gil de Castro”, de 1825,  reconocida por el propio Libertador como, es “un retrato mío hecho en Lima con la más grande exactitud y semejanza”,  apreciamos que el momento ideológico del chavismo disminuye, dejado de representar el sentir nacional. La aparición de una nueva realidad nacional mucho más compleja que la considerada  por los teóricos chavistas tiempos atrás les impone reconocer el nuevo cuadro político y lidiar con él, confrontando ideas y aceptado que lo revolucionario es el bienestar del pueblo y lo reaccionario la imposición del hambre.
En tal sentido,  si no entran en la nueva situación aceptando su actual nivel y seguir aferrados al hipotético Bolívar se irán achicando como una piel de zapa, o, eventualmente,  desaparecen como  sucede en el cuadro de Dorian Grey.                            
Alejandro Mendible
alejandromendibleucv1@gmail.com

Caracas - Venezuela

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