«y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús» (Filipenses 4:7)
Soñé con un grupo de estudiantes de bachillerato
que salían de sus casas, y todos llevaban en sus manos: pistolas, armas, palos,
tubos y entre otros objetos punzantes que en mi sueño no recuerdo. Contemplé
que todos iban enfurecidos gritando al unísono: ¡ya no aguantamos más!
Todos se reunieron en una avenida y procedieron a
caminar dándose apoyo entre sí. De pronto observé que se les acercó un Camión
Militar, los estudiantes se asustaron mucho y sintieron miedo. No obstante los uniformados que iban montados
en el vehículo a verlos le dijeron que se quedaran tranquilos. Un gendarme de
apariencia mayor como de unos cincuenta y picos años de edad, pronunció en voz
de mando: ¡ sigan adelante que luego iremos nosotros!
Un joven entendió el mensaje y exhorto a los demás
que había que continuar con el objetivo.
Entonces prosiguieron la marcha con entusiasmo, vi
que cambiaban sus rostros de enojo a tranquilidad, aunque algunos llevaban
caras opacas y inseguras. Pero irradiaban energía entre todos y siguieron
caminado…
De pronto el sueño se enredó porque contemplé a un
grupo de gente que estaba comiendo, pero sus platos estaban casi vacíos, lo que
tenían no les alcanzaban y quedan con hambre.
Vi rostros amargados, apesadumbrados y
melancólicos. Entre ellos apareció la figura de un hombre regordete de unos
cincuenta años de edad que se reía a ver la masa hambrienta. Observé una nube
que fue dando paso de nuevo a los estudiantes que estaban llegando a un Palacio
agitaron sus brazos con fuerza, y detrás de ellos los ayudaban los
milicianos -¡esta vez ya no están
solos!- les decían con voz animada. Abrí los ojos y sudé copiosamente. Había
soñado.
Cuando me pasó lo que he relatado, me tomé un café
y me pregunté para mí mismo: ¿podrá ocurrir algo así? ¿ o hay algo de cierto
dentro de esas líneas?
Sea cual sea las respuestas que pueda descifrar el
lector, el país está a un paso que pueda pasar algo al sueño contado. Aunque
confieso que esa situación no me gusta, pues describe un paisaje lóbrego y
radical. No sé si diera buenos resultados. Sé que hay jóvenes valientes y
fuertes a realizar tal acción, pero ¿ayudaran las fuerzas armadas a los
estudiantes? Realmente no lo creo, pues ha estado tan corrompida que es una
mera quimera.
Si me preguntara que desearía yo para solucionar la
situación del país. Comentaría todas mis ideas y proyectos para restablecer la
«República Extraña de Venezuela». Entre ellas las siguientes:
Hay que buscar la paz. Esto es mediante la
conservación de lo que se ha ganado. LA ASAMBLEA NACIONAL. Ya esto es un paso.
Lo que hay que hacer es no seguir el lenguaje agresivo que ha cometido el
gobierno, pues rebajarse a tal punto es perjudicial.
Es lamentable que durante estos quince años del
gobierno la situación social haya cambiado, los valores se han ido perdiendo,
por lo cual es oportuno mantener la cordura, hablarle con respeto al
presidente, aunque no guste, peor hay que demostrar que se es diferente. Hay
que dejar a un lado el egoísmo y de una vez por todas UNIRNOS, para consolidar
la Republica, si es que verdaderamente se desea y quiere que cambie. Hay que recordar
a Octavio PAZ: «las masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha
sido inyectado el veneno del miedo, del miedo al cambio».
Cuanta razón tenía el bardo, realmente es así las
masas que tienen miedo es lo más peligroso, con miedo a un cambio no se podrá
cambiar al gobierno. Unas de las peores cosas para una nación es la mentalidad
conformista, esto es laméntale, la masa conformista es una masa latente de ser
manipulada, y en eso muchos gobiernos populistas son grandes en la estrategia de la manipulación, de ahí se debe
sus años de poder. ¿Pero se podrá cambiar a ese poder por perder el poder?
Queda la mentalidad cultural e intelectual de
excelentes líderes políticos inteligentes.
Que sean los que den el paso al frente para lograr el cambio. Para ello
deben dejar de ser ingenuos y trazar un
objetivo común, llegarle a la masa que adoraba al ex presidente de la Republica
y que aún sigue colgándolo, hay que buscar un discurso que les llegue a ellos y
les toque el corazón para llevarlos a la conducción deseada.
A la parte que ha sido objeto de desprecio, ira, y
que sin duda alguna es trabajadora y es la más dolida por las infamias del
gobierno, debe estimularse, quererla y cuidarla, para que sus acciones sean
ejemplos.
Sé muy bien que los políticos no son súper héroes,
son administradores y ciudadanos que tienen puestos públicos, entonces deben
ser buenos administradores y cuidar todos los bienes públicos y preservar al
estado.
Hay tantas cosas por hacer que son innumerables ya
que la Republica hay que transformarla desde el principio. Pero hay un camino y
ese camino es cambiar de tipo de gobierno, de otro gobierno distinto al que se
tiene en el país. Para empezar hacerlo es con paz, proyección mental, soñarlo,
desearlo y concretarlo.
Moises Roberto
Cardenas Chacon
viajesideral2@hotmail.com
@viajesideral
Argentina
No hay comentarios:
Publicar un comentario