miércoles, 6 de abril de 2016

JESÚS ALBERTO BARRIOS R., COLAPSO DE LA SALUD

El dato más preocupante que existe en el país es el sentimiento de frustración de muchos venezolanos que votaron por el cambio y pusieron su esperanza en un mejor porvenir. 

Maduro trata de desmantelar el tejido democrático que restableció el pueblo el 6 de diciembre de 2015. No asimila su derrota e ignora la jerarquía constitucional del parlamento nacional, como órgano independiente y soberano. No obedece el mandato de la mayoría. 

Maduro no entiende que el comunismo quedó sepultado en el derrumbe del Muro de Berlín y en las cenizas de la antigua Unión Soviética. Que Cuba se arrodilla ente el imperio norteamericano. Que el modelo socialista comunista se desplomó porque fue incapaz de darle al pueblo suficiente comida, agua, luz, hospitales en buenas condiciones, libertad y medicamentos. 

El rechazo del gobierno a la ayuda humanitaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es un acto inhumano, propio de los comunistas. Mientras Barack Obama, presidente de los EEUU, cuna del imperio, pone fin al distanciamiento de 54 años de embargo económico a Cuba; restablece relaciones diplomáticas; firma acuerdos económicos, comerciales, de telecomunicaciones, de transporte aéreo y de salud, para surtir de medicamentos a la isla comunista. 

En tanto, Maduro sigue arrimado a Cuba y regalándole millones de dólares. Además, sembrando desesperanza, la misma que implantaron en Cuba hace más de 50 años para amansar a la gente, doblegarla y volverla fácil de obedecer. Cuando bloquean a la Asamblea Nacional, lo hacen con el mismo propósito. Todo para desviar la atención de la grave “crisis humanitaria” que requiere urgentemente ayuda internacional ante las difíciles condiciones sociales que atraviesa el país. 

Los venezolanos hemos sido sometidos a la peor escasez de comida y medicamentos inimaginable. La situación se agrava día a día. Los pacientes con enfermedades crónicas no consiguen sus tratamientos; han muerto niños, hombres y mujeres de distintas edades, por la carencia de insumos y equipos especializados para la realización de radioterapias y quimioterapias; los tomógrafos dañados o no pueden hacer los exámenes por falta de los contrastes requeridos; la mayoría de los hospitales tienen los quirófanos contaminados y/o inutilizables, la gran mayoría de los tales CDI no son más que los antiguos ambulatorios a los que les cambiaron el nombre pero no les hicieron ni una mejora. 

La situación es indignante y no hay responsables. Es el colapso general de la salud.

Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob

Carabobo - Venezuela

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