La
seguridad ciudadana es uno de los temas recurrentes en el discurso de los
candidatos y gobernantes; sin embargo, no ha sido un tema de debate. La
inexistencia de discusión política responde principalmente a la ausencia de
propuestas y estrategias para prevenir y disminuir la diversidad de violencias
que el concepto de seguridad ciudadana pretende abordar.
Para
los aspirantes a la presidencia, la seguridad ciudadana se agota en los
problemas de la seguridad pública y delincuencia, lo cual, de partida, es una
reducción conceptual. Más allá de la pobreza teórica de las visiones de
seguridad ciudadana que manejan los gobernantes y candidatos en sus propuestas
de campaña, es preocupante que la mayoría de ellos no haya expresado una
posición clara frente a cuestiones fundamentales del sector seguridad pública y
ciudadana. Hoy en Venezuela fundamental.
Los
discursos presidencial, en lugar de proponer políticas para enfrentar los
problemas institucionales en alianza con las demás estructuras del Estado (sea
reestructuración, desmilitarización, democratización y trabajo conjunto),
afirma que se entregarán más recursos para mejorar la capacidad de la policía.
Esto en pocas palabras significa que gane quien gane se terminará aumentando la
fuerza represiva del aparato de seguridad del gobierno; lo cual aparentemente
no sólo es innecesario sino que es perjudicial para el mejoramiento de la
seguridad ciudadana.
Los
enunciados políticos de los candidatos y gobernantes denotan que poco saben del
asunto, las formas tradicionales logran volver a ser utilizadas y en materia de
rehabilitación social son nulos o desinformados. Ninguno ha propuesto una
política pública de cambios, basados en enfoques novedosos al extremo que la
reinserción social y laboral de la gente encarcelada, cada día se convierten en
jugadas magistrales de mafias, como de nacimientos de nuevos pranes bien
organizados en el país.
Los
resultados se ven a simple vista, el discurso privilegia la construcción de más
cárceleso grande clubes de paranes; sin considerar que la prisión no es una
solución al problema de la delincuencia; por el contrario, agrava y general
generan más violencia.
Ninguna
institución de la actual administración, menos los gobernadores y sus
secretario de seguridad, como menos los alcaldes y sus Cámaras desean que el
tema los chispee. Hay una profunda necesidad de redefinir la política criminal
del país. Por ejemplo, lo que se ha logrado de hecho un “Estado de Excepción
Permanente•, pero el tema no fue ni es
discutido en los debates del actual estamento político venezolano sea el
GPP o La MUD.
El
discurso represivo en materia de seguridad ciudadana; incluso, en algunos casos
la oportunidad de escuchar a expertos se ha obviado y se ha teñido de signos de
populismo perverso donde nuestras juventud, sus familias y las comunidades
pagan la consecuencia de tales estragos de la ignorancia de este sector. Sumemos un esfuerzo creador y una
reconciliación practica.
Jose
Ernesto Pons Briñez
joseponschene@hotmail.com
@joseponsb
Mas
Zulia
Zulia – Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario