El viejo, pero
expresivo refrán es aplicable perfectamente a los chavistas funcionarios de
este gobierno, que sin lugar a dudas, ha sido el peor de la era democrática. No
existe una sola institución pública que funcione bien. Sólo para mencionar un
problema de actualidad provocado por la indolencia, la incapacidad y sobre
todo, el desconocimiento de estos inútiles funcionarios gubernamentales,
resalta el desastre hidroeléctrico del Guri
que nos retrocede como 20 años en el tiempo.
Planificada en la
década de los 1950, la mayor obra de envergadura de Venezuela, inició su
edificación en 1963 con 10 turbinas, las cuales empezaron a funcionar
comercialmente en 1978. En esa etapa de llenado se llevó a cabo la operación de
rescate de la fauna. En 1985 se agrandó la represa a su segunda gigantesca e
impresionante etapa con 10 turbinas adicionales para un total de 10 000 MW, lo
que hizo del Guri la segunda central hidroeléctrica del mundo al tiempo nos
ahorraba unos 300.000 barriles diarios de petróleo.
Para mayor asombro,
embeleso y belleza, el inmenso lago que se formó con más de 20 islas y que se
puede observar desde el espacio exterior, es el más grande de Venezuela después
del Lago de Maracaibo. Además sus salas de máquinas decoradas por el artista
cinético Carlos Cruz Diez cuyo fondo cambia de colores y las esculturas de
Alejandro Otero conforman un maravilloso museo.
Todo eso se planificó
señores chavistas, durante la gloriosa era democrática, y se hizo con una
visión de futuro para satisfacer la creciente demanda a largo plazo de una
Venezuela en pleno desarrollo que no la paraba nadie hasta que llegaron ustedes
y lo primero que hicieron fue la mezquindad de quitarle el nombre de Raúl Leoni
en 2006.
De no haber sido
destruida por la desidia innata del chavismo, esta maravilla de construcción,
que impresionó al mundo entero y nos llenó de orgullo a los que vivimos la
época, aún bastaría para satisfacer las necesidades del país y seguir
exportando electricidad a Brasil y Colombia como se hacía.
Para colmo, las
plantas termoeléctricas que ustedes compraron para que El Guri nunca sufriera
no funcionaron. Los reales se los robaron, amén que detuvieron la
siderúrgica. Que alejados de toda fama y
toda gloria. Que oiga quien tiene oídos…
Ernesto
Garcia Macgregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia
- Venezuela
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