martes, 21 de marzo de 2017

NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ, MANUAL PARA DESTRUIR EL PAÍS

EL GUION EXTRANJERO

Lo escribió Fidel para el chavismo, era preciso contar con un traidor para asumirlo, pero eso no fue un problema. Luego le diría: al principio mantén ocultas las verdaderas intenciones, habla de la Patria sin parar, sobre todo para justificar cualquier locura que necesitemos implementar.

Siembra odios, culpa a los ciudadanos que producen, estudian, escriben, crean, trabajan… de ser los responsables de los males que aquejan a la sociedad. Es necesario destruirlos, normalmente las personas con cierta preparación e independientes económicamente son difíciles de someter.

Insúltalos, ponle apodos, calúmnialos, enfréntalos al desprecio público, mejor si alguna revolucionaria los agrede públicamente. Haz el payaso, se chabacano, inculto, diferénciate de un universitario educado para después poder ir contra ellos. nivela a la sociedad por lo bajo, para evitar que quieran progresar, no vaya a ser que se superen y se conviertan en escuálidos… nada de eso fue tampoco un problema para el insepulto.

Luego miente, destruye, persigue, viola las leyes impunemente, desmoraliza, empobrece al pueblo lentamente y así acabaras con la voluntad de rebelarse… elimina el aparato productivo. La pérdida de empleos, el racionamiento de comida y medicinas, las colas, la escasez, los convertirá en dependientes, no se atreverán a reaccionar; después culpa de la falta de alimentos, de insumos médicos, agua y electricidad… a la guerra económica, al Imperio y a los dirigentes de la oposición.

Mete preso a personalidades seleccionadas, a los otros los paralizará el miedo, no te excedas, así la reacción internacional será escasa. Financia aliados en el continente, paga deudas externas, regala petróleo, corrompe a las fuerzas armadas, como resultado nadie se meterá contigo.

Paralelamente controla las instituciones, contamínalas, que el pueblo pierda la fe en ellas, mientras más mediocres sean los que pongas a dirigirlas, más serviles serán.

Chávez siguió a pies juntillas el manual, solo que no conocía el final, estaba previsto que, llegado el momento, lo sustituirían por una ficha formada en la Habana: Nicolás Maduro.

No solo fue Chávez quien enfermo, la sociedad también se contaminó, el chavismo se convirtió en epidemia, gracias a ellos, hoy en día el 80% de los venezolanos vive en pobreza y cerca del 74% han perdido hasta 8 kilos de peso durante el último año.

La desnutrición, el hambre, la falta de higiene, las epidemias, la muerte por falta de medicamentos dejaron de ser una posibilidad circunstancial y se convirtieron en la dura realidad. Los recursos de la república dejaron de estar al servicio de los venezolanos, se convirtieron en la fuente de financiamiento del programa de Raúl Castro.

Por ello, después de disminuir su condición a los ciudadanos y a las instituciones, les tocó el turno a los espacios democráticos de libertad, la arremetida contra toda fuerza opositora, comenzando por los partidos políticos. En la nueva etapa, cero prensa libre, cero universidades autónomas, cero elecciones y destrucción de la Asamblea Nacional, ya que ahora no contaban con el parapeto de Diodado para controlarla.

Por eso vemos el mundo al revés, un Poder Electoral dedicado a impedir elecciones y el referéndum, pasando por encima de la norma constitucional, al Poder Judicial, integrado de manera ilegal por personas que no cumplen los requisitos para ser parte del organismo y presidido por un delincuente con prontuario judicial, dedicado exclusivamente a legitimar las acciones ilegales del régimen y vemos a un Poder Ciudadano conformado por militantes partidistas, que dan la espalda al pueblo que están obligados a defender.

El Manual previó irrespetarlo todo, una clásica forma de desmoralizar las personas honestas y exacerbar los malos instintos. Desde las cámaras de televisión se autorizó a robar; se destruyó PDVSA, despidiendo a 22 mil empleados calificados; se denigró a sacerdotes y obispos, se insultó a presidentes de países amigos, se atacó a Israel desde lo más profundo de sus entrañas, se condenó a prisión sin juicio; se les rindió homenaje a terroristas, guerrilleros y a colectivos asesinos.

Pero sobre todo se deshonoró el legado de Bolívar, colocando su apellido a lado del desastre nacional.

Se armó a los amigos de Iris Varela, los de Lina Ron, de Robert Serra, de Mata Figueroa, con ellos realizaron el trabajo sucio.

El cinismo se convirtió en política de estado, así nadie podía entender esta realidad, hablaron de amor y asesinaron estudiantes, los colectivos, brazo armado de la revolución, se presentaron como asociaciones culturales.

Si perdían una alcaldía o gobernación le quitaban el presupuesto y las atribuciones, al perder la Asamblea Nacional recurrieron a los amanuenses del TSJ. Robaron las riquezas producida por otros y lo llamaron expropiación.

Fomentaron el submundo del delito, traficantes, corruptos, comisiones, las empresas de maletín, testaferros, contratos a dedo. Todo fue valido y con tres objetivos, enriquecerse aceleradamente, corromper para silenciar y comprar conciencias, y por ultimo conseguir apoyo irrestricto civil y armado, en el ámbito nacional e internacional.

Siempre se han sentido cómodos del otro lado de la legalidad, no en balde siempre han sido comunistas, milicianos castristas, asalta bancos, asesinos o encapuchados.

Todo parecía funcionarles, algunos todavía se sienten poderosos, otros por el contrario están raspando la olla y con ganas de perderse fuera del país. Las infantas ya están instaladas en el extranjero con sus testaferros.

Intuyen que el pueblo considera a Maduro un fraude y están conscientes que el modelo castro-marxista fracasó. Por eso le tienen miedo a cualquier proceso electoral… ya no tienen pueblo, vienen más “Villa Rosa”, los veremos con terror a circular… 2017 será el fin del chavismo y seremos testigos de un nuevo cambio.

El trabajo de reconstruir el país será arduo, habrá que atender lo urgente y lo importante paralelamente, para poder atender todos los frentes: político, económico, social y moral.

Tendremos que reinventar la Fuerzas Armadas, limpiarlas de la corrupción, de los que permitieron oficiales cubanos en los cuarteles y no defendieron la soberanía nacional. Se convertirá una prioridad recuperar PDVSA y el mercado petrolero, las empresas básicas el Guayana y el Arco Minero del Orinoco, sin olvidar insertarnos en las nuevas metas internacionales de protección de la naturaleza.

Será necesario recuperar la noción de servicio público y limpiar ministerios e instituciones de agentes partidistas, sin caer en la persecución del ciudadano trabajador. Devolverle la dignidad al Claustro Universitario, implementar un proceso de devolución, financiamiento y ayuda a la empresa privada, fomentando la inversión para crear empleos.

Reconstruir hospitales y promover las industrias y las empresas de producción de alimentos y de la salud. Igualmente, la industria del turismo y las editoriales.

El sistema carcelario y las policías, forman parte de las urgencias a resolver, sin olvidar la repatriación de los capitales mal habidos y el castigo ejemplarizante de los culpables de este desastre.

Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
@VFutura
Venezuela-Futura,  
Francia

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