NEPOTISMO
En burla al pueblo, en
violación a la ley, la lógica y la prudencia, Nicolás, el barbarazo que empujó
por la pendiente al país que va cuesta abajo, acaba de designar por Gaceta
Oficial a su hijo, Nicolás Maduro Guerra, como supervisor e investigador de las
obras inconclusas y fraudulentas de Odebrecht en Venezuela. Nicolás es un
desvergonzado. Nicolito -como llaman al hijo- no llena los requisitos para el
ejercicio de esas funciones, pero además es un despropósito que encomiende a su
hijo controlar el régimen del cual él funge como presidente, eso es pagarse y
darse el vuelto, es señal del grado de podredumbre en el que hemos caído.
Por Gaceta Oficial N°
41.802, Nicolás Ernesto Maduro Guerra es designado Director General de
Delegaciones de Instrucciones Presidenciales, con misión de investigar las
obras no concluidas de Odebrecht en el país. El joven Nicolito, de 26 años de
edad, flautista y también Licenciado en Economía de la UNEFA, deberá supervisar
los proyectos de Odebrecht. ¿Experiencia en construcción?, ninguna.
¿Experiencia en administración pública?, ninguna. ¿Experiencia laboral?,
ninguna. ¿Entonces?, ¿qué se espera de Nicolito?, que haga lo que papá disponga
y en atención a los intereses de papá.
Odebrecht es la principal
empresa implicada en el súper escándalo de corrupción de Petrobras, que se
llevó en los cachos a Lula y a Rousseff. Están probados y admitidos por
Odebrecht, sobornos para adquirir contratación de obras públicas en Angola,
Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México,
Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela, país este último donde más de $ 50 mil
millones fueron contratados con empresas brasileñas acusadas de corrupción, en
algo más de 100 proyectos de obras en los últimos años.
Es bueno que Nicolito
sepa que Odebrecht ya admitió que sobornó con 98 millones de dólares a
funcionarios venezolanos entre 2006 y 2015. Nicolito, ¿quiénes recibieron esa
millonada?, ¿qué vas a hacer para recuperarlo para el Tesoro Nacional, empobrecido
y saqueado?
A finales de diciembre
pasado, el día 21, el Departamento de Justicia de EE.UU. confirmó que el
conglomerado brasileño de construcción Odebrecht admitió el delito de soborno
por el que compensaría, como en efecto compensó, pagando US$ 2.600. Por su parte la petroquímica
Braskem, propiedad de Odebrecht, acordó pagar la multa de US $ 632 millones y
devolver 325 millones por lucros indebidos. Nicolito, ¿cuánto vas a recuperar
para Venezuela?
Nicolito, tienes una
tarea adicional, confirmar oficialmente que Odebrecht financió la última
campaña electoral de Chávez. El asunto está probado, y quien pagó está confeso,
lo que te sale es confirmarlo oficialmente para Venezuela. En efecto, Hilberto
Silva, ejecutivo de Odebrecht, demostró cómo el dinero llegó a la campaña
electoral a través de la empresa del publicista Joao Santana, quien por cierto
efectuó las exitosas campañas presidenciales de Lula en 2006 y de Rousseff en
2010 y 2014.
Joao Santana y su empresa
publicitaria hicieron la campaña “Chávez corazón de mi patria”, con la que este triunfó en 2012, según los
resultados del CNE. Santana fue condenado a ocho años de prisión por el Juez
Federal Sergio Moros, por la adjudicación de contratos amañados. Mónica Maura,
esposa de Joao Santana, también condenada junto a él por el mismo delito,
confesó que Odebrecht financió la última campaña de Chávez con 35 millones de
dólares, incluso precisó que fue Fernando Miggliacco, CEO de Odebrecht, quien
depositó el dinero a favor de la empresa publicitaria. Nicolito, ¿tendrás la
valentía de dar el paso para que se inicie el procesamiento judicial de los
culpables de estos crímenes en Venezuela? No lo creo. Sorpréndeme. Tu padre te
puso allí para echarle tierrita en los ojos a la justicia. Ahora Nicolito, como
si fuera poco Nicolás.
Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano
Miranda - Venezuela
El problema del Picolas hijo es que dado que los delitos de corrupción no prescriben articulado que se aprueba por iniciativa de Chávez y también la omisión en estos actos es punible, su no-actuación para determinar quiénes se lucraron en el país con esos 35 millones lo incriminarán tarde o temprano. Además debe aprovechar que el principal imputable falleció y no podría defender a sus acólitos.
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