RED POR LA DEFENSA
AL TRABAJO, LA PROPIEDAD Y LA CONSTITUCIÓN
Cuando analizamos la drástica reducción de las
reservas del Banco Central y la casi inexistencia de recursos en dólares en los
distintos fondos de ahorro público, así como
las dificultades para que el petróleo alcance niveles de 70 u 80 dólares
el barril en los próximos meses, lo cual es necesario para mejorar los ingresos
en divisas, pero se dificulta debido a la complejidad de tener un mayor volumen
de petróleo generado por los países productores que supera actualmente la
demanda de los consumidores, cuya recuperación de precio se dificulta por la
deceleración económica observada en algunos de los de mayor consumo.
Lo cual nos indica un evidente estancamiento de los
ingresos en dólares por venta de petróleo que recibiremos este año.
Lo preocupante son los pagos que tenemos que realizar
para cubrir las amortizaciones de intereses y capital que vencen en el 2017 por
concepto de la deuda externa.
Siendo estas amortizaciones de carácter obligatorio,
estas absorberán buena parte de los ingresos petroleros, así como de las
reservas del Banco Central; lo cual nos indican que los recursos disponibles en
dólares para importaciones, según estimaciones de analistas serán
aproximadamente la mitad de los utilizados en el 2016.
Esto nos muestra que aumentara nuestra crisis social,
con mayor inflación y que se proyecta muy alta para el 2017. Sostenida por la
política monetaria expansiva del Banco Central, siendo estos bolívares
utilizados para cubrir déficit de PDVSA y la Tesorería Nacional. También como
la sostenida y continua caída en el consumo de productos originada por los
crecientes precios, nuestra mayor demanda y la imperiosa necesidad de adquirir
lo esencial.
Todo esto unido a los bajos niveles de producción
nacional que nos hace ser más dependientes de las importaciones, que necesitan
ser realizadas en dólares.
Nos encontramos con preocupantes índices sociales
negativos por la caída en la capacidad de consumo del venezolano; que para este
año son las más bajas desde que se llevan estadísticas por parte de organismos
públicos y privados.
Así lo demuestran las estimaciones de los primeros
meses del año, sobretodo en alimentos esenciales como carne, pollo, pescado y
leche.
Se estima que el consumo de carne se redujo por
habitante anualmente de 30 kilos hace 20 años a 8 kilos actualmente; la leche
igualmente demuestra en el mismo tiempo una caída preocupante de 100 litros por
año a unos 30 litros. Sus efectos son visibles por la afectación física que
observamos en gran parte de la población.
Los otros alimentos de mayor demanda como: Maíz,
Arroz, Huevos, Azúcar, Margarinas, Caraotas, Aceite vegetal, Café, etc. También
presentan drásticas caídas en el consumo de las familias Venezolanas.
¿QUE HACER? Urge aumentar producción nacional. Siendo
indispensable incorporar a los empresarios privados en un programa de
emergencia nacional que facilite el uso de la capacidad productiva de nuestras
tierras y empresas paralizadas. Desmontar los controles que asfixian a las
empresas y propiciar la confianza. Así como restablecer la seguridad jurídica
para estimular inversiones masivas de capitales nacionales y extranjeros.
Lo contrario sería crear mayores limitaciones y seguir
con la disminución del consumo en las familias, lo que para la gran mayoría de
ellas ya está en graves limitaciones para obtener lo necesario y sostener las
necesidades mínimas.
Verse obligados a reducir aún más sus necesidades de
alimentos y medicinas se les hace imposible. Lo que puede causar consecuencias
devastadoras en nuestra fortaleza física y salud de la mayoría de los
venezolanos.
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
redporladefensaaltrabajo@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
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