jueves, 24 de septiembre de 2020

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ¿CÓMO VA TERMINAR ESTO?

Huya del político que diga “la crisis venezolana terminará electoralmente, por diálogos o negociaciones” pues le está mintiendo descaradamente. Los casi 22 años de chavismo en el poder han servido casi exclusivamente para sembrar división, extrema radicalización… en consecuencia, el final será conforme a lo cosechado. 

17 años votando en las condiciones que el chavismo impuso fue inútil pues utilizó lo público como reservorio electoral del MVR/Psuv, todo lo que perdieron electoralmente lo recuperaron a través de la violencia institucional. Lo propio ocurrió en los momentos de mayor conflictividad, en 2002, 2014, 2017 y más acá, la simulación de diálogos, negociaciones o entendimientos solo sirvieron para que en paralelo el régimen continuara con su agenda como, por ejemplo, la toma de la AN en enero 2020 de la mano cómplice de la oposición ficticia de Timote Zambrano, éste obró para que se permitiera (ilegalmente) el retorno al parlamento de la bancada del Psuv para luego se hiciera de facto de la directiva a través de Parra, Brito y compañía. 

Ahora bien, luego de 2017 surge un fenómeno, el venezolano dejó de votar, la aniquilación de la esperanza de cambio surgida de la mano del nuevo parlamento opositor de 2015 fue la gota que derramó el vaso. El régimen hizo lo que quiso hasta finalmente imponer un inconstitucional desacato a la AN, desde ese entonces, el venezolano tiró la tolla, se dijo “no vuelvo a votar, siempre ocurre lo mismo”. Desde la “ANC” en adelante ha sido la abstención lo que tipifica los eventos electorales, corroborado no solo por los escandalosos centros de votación desolados, sino por la confesión de manipulación de resultados por parte del CNE denunciada por la misma Smartmatic. 

Estos 22 años han sido cortados con la misma tijera, la violencia ha sido el sello de oro, la represión, asesinatos, torturas y desapariciones finalmente corroboradas en los últimos informes de la ONU por su ala veedora de los derechos humanos. Tal es la impopularidad del chavismo que desde 2017 las trágicas (para el país) condiciones mínimas electorales pasaron ser absurdas, es el régimen quien impone candidatos, electores, partidos, resultados… es absurdo, por eso el venezolano dejó de votar, amén que el voto no premia, castiga ni genera cambios. 

¿Cómo va terminar la peor crisis política, económica y social de Venezuela? Cuando de manera definitiva se imponga el régimen o la oposición real, quien gane regirá por mucho tiempo los destinos del país, no hay espacio para terceras vías ni falsas alas disidentes de ningún bando. Será el régimen de la mano de Maduro o la oposición reconocida mundialmente, liderada por Guaidó. Mientras, ocurrirán muchos eventos disuasivos, persuasivos y de toda naturaleza, pero lo electoral no se vislumbra como solución, más bien, como agravante de la crisis, mucho más hoy día. 

Los venezolanos no podemos solos, es una verdad lapidaria, el chavismo desde hace años depende de sus aliados internacionales y lo mismo ocurre con la oposición, a diferencia de los aliados rojos rojitos, los de la oposición muestran mayor determinación a raíz de los efectos que el chavismo genera fuera de nuestras fronteras, como la segunda diáspora más grave del planeta, sin mencionar los presuntos delitos del régimen, además de una peligrosísima alianza con Irán, una de las naciones más temidas del mundo por su naturaleza nuclear, fundamentalista. 

Repetimos, cualquier político dizque opositor que plantee junto al régimen una vía democrática para retomar la constitucionalidad, la democracia, está mintiendo. La oposición que secunde las tretas electorales del régimen es falsa. Todo llamado al diálogo realizado por el chavismo es una treta. Lo que ocurrirá en Venezuela solo se definirá cuando el chavismo o la oposición real se imponga eliminando a su rival… no es nuestro deseo, lamentablemente en la naturaleza cruda de nuestra realidad, no hay otra ¡No hay que mentir!

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango

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