La voz más dura que encontró Biden en la campaña demócrata por la candidatura presidencial fue la de la también aspirante a la nominación, la senadora Kamala Harris. Cuando el Presidente Electo de USA anunció por tuiter que su candidata a VP era ella, percibí en la designación vientos de cambios al populismo, que se estaba enquistado en el GOP y el cual se inició con él con el Tea Party, una ambiciosa coalición de la derecha extremista conservadora, populista y religiosa, con los libertarians contra Obama y precisamente en Chicago, financiada por dos millonarios de esa tendencia.
La VP Harris es hija de inmigrantes y ese es un marcador muy importante e identitario, su padre un economista jamaiquino que fue a realizar un Master en California y su madre una médica hindú, especialista en cáncer de mamas, ambos comprometidos con las luchas sociales en el, país de acogida. Creció en un hogar y en una comunidad de clase media que se preocupaba por la pobreza y que con disposición enfrentó desde temprana edad los prejuicios propios de una sociedad escindida. Desde sus inicios como profesional fue reconocida por su vocación de dar voz a los que no la tienen, comprometida a decir siempre la verdad más incómoda, no ocultando en ninguna circunstancia su pasión por hacer lo justo y correcto, con un sesgo y enfoque compasivo de los temas escabrosos, siempre fundamentada en las normas, datos y conocimiento.
Es la marca de fábrica de su carrera, desde sus inicios como fiscal en Alameda, así mismo cuando fue elegida dos veces como Fiscal General de California y hasta ahora como senadora, y seguro que hará y dejara historia como primero mujer VP de los EE. UU.
Sus convicciones son producto de su ambiente y las circunstancias del entorno donde creció y se formó. Su narrativa transmite el conocimiento de los complejos problemas que afectan a Estados Unidos y al mundo en general, con una visión, propósito y valores de los demócratas liberales.
Tiene la senadora Harris un énfasis personalísimo en los temas relativos a la atención médica, la economía global, la inmigración, la seguridad nacional, el narcotráfico y la problemática aceleración de la desigualdad social. En el Senado ha demostrado su experiencia en la resolución de conflictos, gestión de crisis y un sólido liderazgo, como ejemplo están sus interpelaciones de los dos últimos candidatos de Trump a la Corte Suprema.
En su lectura inaugural cuando fue electa Fiscal de California Kamala expresó duro y claro: “Entonces, creo que deberíamos estar especialmente orgullosos como estadounidenses de que la oficina del Fiscal fue una de las primeras innovaciones legales que surgieron en los Estados Unidos. Sin duda, es una de las innovaciones más profundas en toda la historia del estado de derecho. Y se basó en una noción bastante revolucionaria: que un crimen contra cualquiera de nosotros es un crimen contra todos nosotros.” Una excelente introducción a su carrera política destacando por su realismo criminológico el magistral último párrafo.
Guaido quién ya reconoció oportunamente al Presidente Biden debe tratar de hablar por cualquier medio con la VP Harris, tomando en cuenta que desde el Senado, ha presentado y copatrocinado propuestas de legislación para aumentar los salarios de los trabajadores, reformar el sistema de justicia penal, que la atención médica sea un derecho de todos excepto los que escojan a motu propio seguros privados, abordar el narcotráfico como problema global y la seguridad de los EU,
Esas iniciativas suponen que la VP debe estar interesada en la penetración en LATAM a través de Venezuela de Rusia, Irán, China y Turquía constituyentes de un gravísimo problema de seguridad nacional para USA. Debe estar preocupada por el papel que juega el chavismo en el Narcotráfico Internacional. Kamala Harris debe estar muy concernida en conocer los vínculos del chavismo con el Crimen Organizado Transnacional y los Tráficos Ilícitos, de boca del Presidente Guaido.
Al final no podemos olvidar el papel que jugó el VP Biden en la Política Exterior y especialmente Centroamericana de Obama. Tal experiencia que le abrió a Trump las puertas de las sanciones a Maduro, crea expectativas adicionales sobre la Política Exterior de USA que no puede seguir siendo aislacionista y que seguro Biden cuál Obama en su momento delegará en la VP Harris la Política Latinoamericana.
La Senadora Harris ha mantenido su apoyo a Guaido y reiterado sus denuncias contra Maduro el dictador de Venezuela. En Política Exterior la administración demócrata tiene grandes retos, sus relaciones con los organismos plurilaterales de la ONU, con la Unión Europea y la WTO están en un muy bajo nivel. La VP se ha declarado una Demócrata No Proteccionista. El juego está en nuestras manos. La relaciones con Biden-Trump requieren un refrescamiento que no esté ligado ni sutil ni estrechamente a Trump y Cía.
Vale señalar que Kamala es la primera mujer que ocupa la VP de los EU. Antes habían fracasado en el intento Geraldine Ferraro compañera de fórmula de Walter Mondale en 1984 y posteriormente Sarah Palin en 2008 con Jhon McCain, mucho de nuestro futuro depende del éxito de ese dueto. Por demás está decirlo también el futuro de LATAM. No son solo Cuba, Venezuela y Nicaragua, es también la ambigüedad andropausica de AMLO, el fracaso del bocón Fernández y el regreso de MAS en Bolivia.
Permitan los tiempos políticos en USA que se rescaten los valores de los primeros mandatarios americanos que comprendieron que no éramos el patio trasero sino vecinos con intereses democráticos comunes. La VP Harris, ha señalado que Estados Unidos debe mostrar un "liderazgo moral" en el hemisferio y es un buen comienzo que podría tener como objetivo el dictum de JFK: "Que cada nación sepa, si nos desea bien o mal, que pagaremos cualquier precio, soportaremos cualquier carga, enfrentaremos cualquier dificultad, apoyaremos a cualquier amigo, nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad.'
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