miércoles, 28 de abril de 2021

RICARDO VALENZUELA: SOMOS POLLITOS. NO PODEMOS VOLAR

Tengo ya meses recibiendo mensajes donde me recriminan porque, en apreciación de mis amigos, en mis escritos me estacioné en lo que yo considero la gran amenaza de la humanidad; el Estado Profundo. Más ahora cuando claramente en sociedad con los modernos nazis herederos del tercer Reich de Hitler que escaparon al finalizar la guerra para continuar su cruzada. Y, es que una sociedad entre ellos ya existía desde antes de la guerra y solo se requería darle su nueva dimensión. Fueron las elites corporativas las que llevaron a Hitler al poder y para ellos resultaba ser un negocio muy redituable que, como advirtiera Eisenhower, como consecuencia se formaría esa gran amenaza para EU que hoy representa el Complexo Militar-Industrial, siempre apoyado por todas las agencias de inteligencia ya intervenidas. 
 
Y, porque eso es lo que yo considero la más grande amenaza al futuro de la humanidad, insisto y lo seguiré haciendo con el propósito de crear conciencia de lo que nos espera si permanecemos dormidos. La experiencia que me proporcionó la frustrada administración de Trump fue realmente un despertar para atestiguar el amenazante poder de estas fuerzas que no se detienen ante nada, mientras la gente a través del mundo pierde tiempo en pequeñeces políticas, telenovelas, el futbol, y estos nuevos tiranos de la tecnología, sin resistencia, continúan avanzando sus planes para la esclavización del mundo.
 
Hace algunos años, uno de los pensadores políticos-económicos más brillantes del mundo, James Dale Davidson, hizo una serie de predicciones con la llegada del nuevo milenio y opinaba sería el inicio del despertar de la humanidad y una nueva era. Expiraba un siglo de guerras, destrucción y violencia masiva y anunciaba un nuevo capítulo en la historia de la humanidad; el del “individuo soberano”, y eso sería la cuarta etapa de la historia. Una revolución tecnológica provocando el nacimiento del hombre liberado de sus ancestrales cadenas. Pero, también, anunciaba la llegada de una ola de criminalidad debido a la pérdida total de la moralidad y una creciente corrupción de los líderes políticos, que anunciaba el ancestral poder de la nación-estado se estaba agotando y el cinismo y la corrupción masiva sería la nueva etiqueta de sus herederos. 
 
Anunciaba cómo la revolución tecnológica y la nueva cybereconomia, para el año 2020, estaría creando los super ricos con fortunas hasta de $10 billones de dólares. Los ciber pobres serían aquellos con ingresos de $200,000 dólares anuales. Un ciber espacio en el que no habría ciber bienestar social, tampoco ciber impuestos, ni ciber gobierno. Y, algo de gran impacto, anunciaba que no sería China sino la ciber economía el fenómeno económico que catapultara al mundo durante los siguientes 40 años. Y, como la mejor noticia, afirmaba que los políticos ya no tendrían el poder para dominar, oprimir y regular la nueva ciber economía. Y la liberación de gran parte de la economía obligaría a los gobiernos que subsistieran a operar en términos similares al mercado.
 
Entonces, a casi 30 años de estas predicciones ¿Qué es lo que realmente ha sucedido, está sucediendo o está por suceder? Es un hecho que los gobiernos de la famosa nación-estado están perdiendo su poder y la tecnología, no el mercado, lo ha estado asignando a otras manos diferentes. La ciber economía es una realidad, pero, lejos de liberar al individuo, ha creado una nueva tiranía que, como nos dice la historia, pretende recoger y acrecentar ese poder para controlar el mundo y, en estos momentos, ya controlan la información, nuestras decisiones, lo que consumimos, por quien votamos y, si se trata de robar elecciones, ellos son los expertos. Sí, se han creado fortunas, pero, no de $10 billones de dólares, sino de 100 o 150 billones cuyos favorecidos, ya con la partitura del EP, entonan la misma melodía abrazando el socialismo, pero, no para ellos, sino para la peonada que ya también controlan pues los amansaron bien.
 
En el caso de los gobiernos, hace mucho que perdieron sus infinitos poderes y, en estos momentos, son todos siervos de esa diabólica sociedad del EP y los modernos nazis construyendo su nueva estructura económica mundial, Naziconomics, en una versión moderna de las monarquías con su realeza como propietarios, los señores feudales como operarios, y el resto de la gente viviendo sus calvarios. Es decir, las predicciones no se cumplieron totalmente y sin duda nació la tecnología, sus nuevos billonarios que no dejan nada para la peonada, las riendas de los gobiernos ya están en manos de los discípulos favoritos del Illuminati, porque los modernos Atilas reclutaron la tecnología para ellos.
 
Las monarquías del pasado no portaban algo que distingue a los modernos conquistadores, sus armas silenciosas que con el apoyo de sus empleados del Silicon Valley, las han activado con resultados que ni ellos mismos podrían haber imaginado. Algo que organizaciones como el Tavistock Institute for Human Relations, especialista en establecer control total de la mente de las personas y responsable de haber mentalmente destruido a Nixon, se morirían de envidia al ver los resultados en las manadas de zombis que, sin el uso de la razón, caminan dócilmente por la ruta de la sumisión ciegos ante el futuro que les espera y algunos se alegran y lo agradecen.
 
Una historia parecida a la de aquel hombre que encontrara en el monte un huevo de águila. Lo llevó a su casa y lo puso en el corral donde una de sus gallinas estaba cubriendo los suyos esperando sus pollitos. Al nacer el aguilucho, como era natural, llevaba a cabo las mismas tareas que los pollitos. En una ocasión el aguilucho vio en las alturas una magistral águila volando y le dice a uno de los pollitos; “como quisiera volar como esa águila”. El pollito le responde; “ya no pienses pendejadas, nosotros somos pollos y no podemos volar”. El aguilucho aceptó la afirmación y con eso forjó su destino cuando, pudiendo volar y sin aprovechar su poder, pasaría su vida picando el suelo en busca de su alimento. 
 
Porque, cuando a las sociedades les capan sus potenciales y les asesinan eso que en aquel ejemplo diera el filósofo chino a su Emperador cuando rechazaba la oferta de ser parte de su gabinete y le dice: “Gracias su majestad, pero yo no quiero ser como esos búfalos que los alimentan con las mejores pasturas y, cuando ya engordaron lo suficiente, caminan al matadero y todavía van dando las gracias. Su invitación es para mí un gran honor. Pero yo, en lugar de ser su ministro con todos esos poderes, prefiero caminar por el fango porque fue algo que yo decidí puesto que soy libre”. Y es cuando, programados y engañados, decidimos que nuestro futuro sea dictado por alguien más y sucumbimos ante una oferta miserable.               
 
 
Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
chero@refugioliberal.net
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
México-Estados Unidos 

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