miércoles, 10 de febrero de 2016

JESUS BOLIVAR, UN REGUETONERO EN GUANTA

Recientemente un avión tipo Jet, tocó tierras anzoatiguenses, su pasajero el cantante colombiano de Reggaetón Maluma. El motivo de su visita era ofrecer su espectáculo en los Carnavales de Guanta 2016. Evento que es organizado por el Alcalde de Guanta Jhonnathan Marín. El costo de su show se calcula en 250.000 dólares, transacción que solo se permite realizar en divisas, es decir en moneda extranjera. 

Resulta curioso como en medio de la crisis económica que azota a Venezuela, caracterizada por la falta de medicamentos, alimentos, alta inflación, PIB en descenso, colapso de los hospitales. etc. La algarabía y la fiesta sigan siendo la constante, como si nos encontráramos aún en la ya solo recordada bonanza petrolera. Y es que se ha hecho costumbre en Guanta que ahí se realicen fiestas de alto calibre, donde los invitados son figuras internacionales de renombre, artistas nacionales súper reconocidos y una muestra de tarimas, luces, pirotecnia que es solo enviada por los mas grades hacedores de espectáculos que cotizan grandes cantidades de dinero y generan gigantescas ganancias.

Pero qué hay detrás del interés de este supuesto alcalde comunal de Guanta para realizar celebraciones pomposas, es necesario que la Contraloría y la Fiscalía haciendo uso de sus funciones investiguen todo lo que rodea a las fiestas, nos referimos directamente a empresas de contrataciones de artistas, corporaciones que manejan tarimas, luces, sonido, etc. Y lo más importante dar con quienes acreditan el manejo de cuantiosas sumas de dinero (dólares) para contratar artistas. Se calcula que los Carnavales de Guanta 2016 tuvieron un costo que alcanzó el millón de dólares, a esto le debemos sumar la exorbitante publicidad en medios de comunicación, ya sean periódicos, televisoras y radios que promocionan el evento. Sería curioso, triste e imperdonable dar pruebas de que las festividades son un mero negocio para los gobernantes.

Todo el derroche pasaba inadvertido hasta que ocurrió la desgracia, cuando el Lunes 18 de Febrero el ya mencionado Maluma iba a ofrecer su show a los guanteños, y anzoatiguenses que migraron a la pequeña ciudad producto de que en sus poblaciones las celebraciones fueron canceladas. Todo marchaba bien, pero exactamente a las 11:20 de la noche inició el preludio de lo que seria una noche aterradora. La cantidad de personas era impresionante y las medidas de seguridad brillaban por su ausencia. El estadio Jesús Rizales estaba abarrotado de personas, y sus alrededores permanecían rodeados por un inmenso mar humano. La Policía Municipal de Guanta, Polianzoátegui y la GNB prestaban la seguridad al evento pero de una manera precaria, ya que no daban abasto para controlar tantas personas. El desorden, los gritos y los empujones se apoderaron del lugar, todos deseaban entrar y ver a su cantante, las botellas iniciaron su vuelo rasante por la multitud, hecho que fue respondido por los cuerpos policiales con medidas anti-disturbios, que según versiones de los asistentes al lugar fueron excesivas. Bombas lacrimógenas, perdigones y disparos al aire provocaron la estampida de almas, donde niños, hombres y mujeres corrían desesperados a fin de evitar ser golpeados o agredidos. El resultado 60 heridos y alrededor de 300 detenidos.

Es impresionante como hace falta que ocurra algo así, para que empecemos a darnos cuenta del estado de las cosas, del país, de las deficiencias, de como un Alcalde que se hace llamar Socialista y Comunal aboga por celebraciones elitistas en medio de la peor crisis. Como tenemos que esperar esto para hacernos miles de preguntas y para exigir miles de respuestas. Jhonnathan Marín debe responderle a su pueblo y rendir cuentas ante los ciudadanos no solo de Guanta, sino de Anzoátegui.

Confieso algo, siempre creí que Jhonnathan Marín se convertiría muy pronto en Gobernador de Anzoátegui, su juventud, trabajo y fuerza le dieron un giro a Guanta, hay que reconocerlo, pero siempre el poder transforma a las personas y creo que fue lo que paso con él. Mucha opulencia, dinero, control, lo convirtió en un hombre normal, en un político más. Y al decir "político más" queda la reflexión de como estamos como sociedad, donde un político más, significa una persona con poder pero no para generar oportunidades y bienestar, sino mas bien una persona para alimentar grupos, élites y pactar. Así en ello tenga que pasar por unos cuantos, en el caso de Guanta el alcalde se hace acompañar y rodear por una camarilla que solo buscan su beneficio, amasar fortuna y tener mucho poder.

Muchos lideres del PSUV Anzoategui deben estar haciendo fiesta y lo digo por una simple razón, ese líder prominente está cayendo, aquel que un día era ejemplo de gestión hoy nos preguntamos si logrará su reelección y si la Dirección del Psuv buscará su sustitución. He llegado a la conclusión de que en Guanta, "fiesta significa negocio", donde no importa la seguridad del pueblo, el disfrute en familia. Para los dirigentes gobernantes de ese municipio eso no importa, el negocio está por encima de todo. Y es que este ha sido el inicio de la caída de un líder que no le importo la falta de hospital en Guanta, la carencias en la distribución de agua, la precaria situación de muchas viviendas en condiciones de riesgo. A Jhonnathan Marín lo absorbió la indolencia, su pueblo ha sido traicionado.

Jesus Bolivar
jesuseduardobolivar@live.com
Escribe para Aporrea
Anzoategui - Venezuela

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