martes, 21 de febrero de 2017

VICENTE BRITO, "LA CRISIS SOCIAL DESMEJORA CALIDAD DE VIDA EN LAS FAMILIAS VENEZOLANAS."

RED POR LA DEFENSA
 AL TRABAJO, LA PROPIEDAD Y LA CONSTITUCIÓN

A pesar de los anuncios oficiales de que se observan mejoras para los venezolanos, las cifras analizadas nos indican lo contrario, lo hacemos al evaluar las condiciones socio-económicas en la que vivimos, para lo cual hemos tomado como base el estimado de que somos unas 7 millones de familias que conforman la población de Venezuela, para un total de unos 35 millones de habitantes.

La crisis social se hace evidente en el aumento de los niveles de pobreza los cuales se han más que duplicado en los últimos dos años, sobretodo la denominada pobreza crítica que son aquellas familias con ingresos familiares menores a dos salarios mínimos al mes. Causado principalmente por el aumento del costo de los productos que consumimos y ver un desmejoramiento continuo en nuestro poder adquisitivo, lo cual nos ha obligado a reducir nuestra capacidad de consumo en alimentos, medicinas, etc.

En los alimentos estamos considerando una media estimada de las necesidades mínimas de consumo al mes de unos 20 kilos por persona, esta cifra constituye el promedio de los países de la región, lo cual nos indica que deberíamos disponer de unas 700.000 mil toneladas de alimentos mensuales a ser consumidas por los venezolanos. Cantidades que evidentemente no se logran al considerar los volúmenes importados y observar como estos han venido disminuyendo, igual ha sucedido con la producción nacional y lo indican las cifras publicadas por los gremios empresariales privados los cuales son los que producen el 80% de lo que no se importa.

Analistas consideran que el consumo por habitante está por debajo de los 15 kilos al mes, siendo evidente la mayor reducción del consumo en alimentos esenciales como: carne, leche, pollo y pescado. Siendo sustituidos parte de los mismos por otros que no proveen las mismas capacidades nutricionales.

Los niveles de pobreza siguen en aumento, causado por la creciente inflación que ha reducido a un tercio el valor real del ingreso familiar en los últimos dos años.

Voceros oficiales insisten en que ha comenzado la recuperación económica y las mejoras sociales son evidentes, ubicándonos dentro de los países del continente con mejores niveles de calidad de vida, la triste realidad es que vivimos una de las mayores crisis sociales de nuestra historia, con una gran desmejora en nuestra calidad de vida, no solo causada por la pérdida de la capacidad adquisitiva que limita nuestro consumo, sino por los preocupantes niveles de desabastecimiento: en alimentos, medicinas, repuestos, materiales de construcción, etc. que nos dificultan más aun obtener las más elementales necesidades de consumo familiares.

Hoy somos un país que a pesar de poseer grandes riquezas naturales y obtener importantes ingresos por su explotación, vivimos en graves limitaciones que afectan la forma de vida de un 90% de los venezolanos, que no poseen los ingresos para cubrir el costo de la canasta alimentaria.

Se observa que un 50% aproximadamente de las familias Venezolanas consumen apenas la mitad o menos de las cantidades de alimentos necesarios, establecidos por la Organización Mundial de la Salud, como convenientes para sostener las actividades cotidianas y mantenerse sano.

Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
redporladefensaaltrabajo@gmail.com 
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución

NOEL ÁLVAREZ, COMIENDO SOPA DE BASURA

CONCENTRACIÓN DE DESECHOS

La “Sopa de basura” existe. Se vende como pan caliente en los mejores mercados culinarios del universo. Es motivo de preocupación de ecologistas, científicos y la consumen todas las clases sociales. Diversos mandatarios han ofrecido salvar el planeta implementando la recolección de los desechos y quienes  recogen comida en los basureros se han alegrado porque esto les permitiría tener trabajo estable por algún tiempo. La Sopa de Basura o Isla de Basura, es una concentración de desechos que se extiende en un área entre Hawái y California, en Estados Unidos. Contiene altas cantidades de plástico, lodo químico, metales y todo tipo de basura sólida que queda atrapada por las corrientes. Los investigadores creen que hay otras cuatro islas con iguales características, una de las cuales está situada en el Atlántico Norte occidental, entre Cuba y el norte de EE.UU en el mar de los Sargazos.

Se calcula que “Isla de Basura” ocupa de 1,7 millones a 3,4 millones de km cuadrados, más o menos el equivalente de entre tres y siete territorios españoles, y pesa unos 3,5 millones de toneladas. Toda la basura que contiene proviene en un 80% de los vertidos desde tierra, principalmente desde las costas de Norteamérica y de Asia, y en un 20% de barcos y actividad marítima humana. Chelsea Rochman de la Universidad de San Diego dice que “dada la enorme contaminación de los mares, es recomendable limitar nuestro consumo de peces grandes y consumir peces más pequeños como las sardinas. Estamos completamente seguros que el plástico funge como un vector que transfiere químicos nocivos a los peces y a nuestra cadena alimenticia”.

La isla  de Basura está compuesta por todo lo que usted pueda imaginar: boyas, redes de pesca, cepillos de dientes, bombillas, tapas de botellas, objetos procedentes de alcantarillas, heces fecales y todo lo que botamos los humanos. El responsable de la campaña de aguas de Greenpeace, Julio Barea, es escéptico respecto a la solución del problema: "Como el daño se efectúa en aguas internacionales, nadie asume la autoría de los vertidos y no existe gobierno que se haga responsable. Hay que invertir esfuerzos en desarrollar medidas preventivas para evitar la creación de continentes ficticios y asumir que nadie limpiará esa isla".

Al final, la solución al problema está en que los humanos dejemos de contaminar. Para quienes muestran interés en intentar salvar el planeta, esta es una magnífica oportunidad para comenzar. Pensando en eso, aquí les dejo la ubicación de la isla: Coordenadas 135º a 155ºO y 35º a 42ºN, cubriendo cerca de 500 millas desde la Costa de California, rodea Hawái y se extiende casi hasta Japón.

Noel Alvarez
noelalvarez14@gmail.com
“Gente” Generación Independiente
*Coordinador Nacional de IPP - Gente
@alvareznv
@beanavas
Caracas - Venezuela

EGILDO LUJÁN NAVA, LA MONTAÑA RUSA

FORMATO DEL FUTURO...

" Yo sigo la carrera de las armas sólo para obtener el honor que ellas dan: por libertar a mi patria, y por merecer la bendición de mi pueblo." Simón Bolívar.

No han transcurrido los dos primeros dos meses del 2017. Y apenas 50 días han sido suficientes para cambiarles la agenda a los venezolanos. Eso, evidentemente, es el anticipo de un año que presagia tempestades. Pero ¿para quién?. ¿Para quiénes?

De hecho, febrero, el histórico siempre agitado segundo mes de cada año en Venezuela, en esta oportunidad le ha servido de marco referencial para que los actores del devenir político, económico y social, entiendan que su desempeño será exigente y comprometedor.

Si no fuera así, nadie entendería a qué se debe que, con la agenda agitada, muchos insistan en afirmar que vivir en Venezuela es como estar montado en uno de esos sistemas mecánicos de distracción llamados  montañas rusas. ¿Porque suben y bajan y no se sabe si se detendrán alguna vez?. ¿Porque allí sólo suben los que se autodenominan valientes, mientras los que no confiesan su condición ante semejante reto prefieren guardar silencio y vivir el momento de temor?. Todo es posible. Aunque, al final, valientes o no valientes, lo que desean en el fondo de su curiosa forma de distraerse, es que esa pesadilla termine.

La diferencia para quienes se saben formar parte de esa curiosa forma de distracción, es obvia. En la montaña rusa, hay un comienzo y un final determinado por una estructura mecánica que fue ideada en atención a un objetivo de envidiable ingeniería. En Venezuela, el comienzo del día se supedita a la presunción de que concluirá. Sin embargo, nadie se atreve a definir de qué manera. Porque el primer paso debe darse con la encomienda a Dios de que permita salir y regresar, y si es sano y a salvo, mucho mejor.

El segundo paso es la dependencia de un influyente entorno sobrecargado de rumores, como de pronósticos de todo tipo. Asimismo, de múltiples acontecimientos  de todo tipo. Y que pueden ser de la indisponibilidad de servicio eléctrico o de agua, o de agua sobrecargada de evidencias de alta contaminación. ¿Y cómo saberlo?. Los especialistas consideran que basta con asociar agua indebidamente potabilizada, con la ya rutinaria detección de más y más epidemias. Es decir, de serias causas de más o de reencauchadas enfermedades que la ciudadanía sabe que existen, porque las viven y sufren, mientras que las autoridades las niegan, rechazan y a su recurrente cita le atribuyen un desempeño desestabilizador.
 
Lo cierto es que Venezuela, entre apreciaciones, impresiones y certezas, avanza en el 2017 inmersa en un ambiente no precisamente natural ni normal; sí de exigente cambio en el enfoque de su desenvolvimiento, como en la multiplicidad de situaciones que plantean la urgente evaluación de qué hacer, cómo hacerlo, porque, de lo contrario, habría que admitir lo que describen reseñas periodísticas fuera del territorio. Ellas destacan que los venezolanos parecieran ser los únicos habitantes del continente que actúan condicionados sumisamente y en obediencia,  en un ambiente de incertidumbre y de angustia permanente.

Lo demuestra, entre otros hechos, la casi  disposición dócil de “compartir” vida con la diaria aparición de unos y de otros escándalos, vistos como hechos rutinarios, cuando su sola composición obliga, al menos, a analizarlos, debatirlos y hasta confrontarlos, si ese fuera el caso. Es así como gobernantes y gobernados  lucen hermanados, o asociados en una especie de comandita en la que la complicidad impone su señorío.

De no ser así, otra sería la actitud -aunque fuera sólo por impulso moral y ético- ante casos como el mega-escándalo internacional liderado por la brasilera corporación privada 0derbrecht. En ese componente que desteje la madeja de un violento escándalo empresarial de corrupción de altos quilates mundiales, y en el que Venezuela sobresale como figura por su  renombre asociado a sobornos y corruptelas de alta y baja monta, la voz reparadora o de sometimiento al acto de reparación, nadie  la escucha.

Inclusive, la mayoría de los países de la región que aparecen citados como miembros de la lista que los coloca en posición abierta para conocimiento del mundo, ya dieron pasos concretos alrededor de la importancia de liberarse de la acusación de cómplices o de encubridores. Entre muchos posibles responsables, se citan expresidentes y personalidades denunciadas en procesos de averiguación. Algunos son ampliamente conocidos. 0tros lo están siendo a partir de su sola mención, más allá de lo que acaba de suceder en Brasil con la reunión de fiscales de los países citados, mencionados o seriamente comprometidos.

En Venezuela, sin embargo, la unidad mecánica de la montaña rusa criolla  va cuesta abajo, y el evidente escándalo es minimizado por otro no menos importante –y grave-como es aquel que se ha dado a conocer en los Estados Unidos, y el cual se posa sobre la propia imagen de la República, después que un alto Despacho norteamericano, es decir, de la nación más poderosa del orbe, de "El Imperio", como lo llama interesadamente el Gobierno venezolano, acusa al  novel Vicepresidente Ejecutivo de la República Bolivariana de Venezuela  de estar supuestamente  relacionado con serios hechos delictivos. Y los enumeran así: narcotráfico, blanqueo de capitales, conexión con grupos terroristas internacionales, concesión ilícita de pasaportes venezolanos a extranjeros, propietario de varias compañías nacionales e internacionales de dudosos manejos, etc, etc.

Desde luego, los venezolanos desearían que todo eso respondiera a una malsana manera de propagar falsas acusaciones. No obstante, la sociedad reacciona con desconcierto, de la misma manera que sucedería si el mal servicio eléctrico dejara a la montaña rusa sin posibilidad de desplazamiento, cuando la solidaridad gubernamental se manifiesta distinto a lo que se esperaría.

La solidaridad tendría que plantearse demostrando inocencia, nunca descalificando al acusador y satanizándolo, a la vez que se decide involucrar a medios internacionales  de comunicación, por el hecho de difundir lo que, desde luego, no deja  de ser una noticia de alcance global.  Esta última acción, en un país en donde la libertad de expresión y el derecho a la información, aun siendo derechos humanos universales, vienen siendo golpeados de manera inclemente desde hace más de una década, sólo incrementa la duda y fortalece las suspicacias.

0 en su defecto, si la solidaridad priva internamente como necesario recurso de afianzamiento gubernamental, entonces,  el Jefe de Estado debió haber   separado del cargo temporalmente al alto funcionario, para permitirle que se defienda y  aclare lo concerniente  a los hechos en los que se fundamenta la acusación. Y, de paso,  ofrecerle todo el apoyo que necesite, hasta demostrar su inocencia. 

Lo que hoy es tema obligado entre los análisis institucionales del país, como entre la propia ciudadanía que se queja de verse sacudida a diario con escándalos tras escándalos, es que, en  ningún caso, el Presidente de la República, como  máxima autoridad del país e imagen de todos los venezolanos, debería haber comprometido  su majestad, y  en forma irrestricta, para emitir un aval público incondicional.

Ante esta seria y comprometedora acusación, la sociedad venezolana  no se sintió involucrada ni comprometida, mientras no se había formulado la citada expresión de solidaridad incondicional de parte del Jefe de Estado. Porque, después de todo, las autoridades norteamericanas no estaban  emitiendo acusaciones en contra de la sociedad venezolana. Es una acusación de carácter personal que, al no ser aclarada, sí salpica a todos los habitantes, por igual.

Deben ser los tribunales nacionales e internacionales los llamados a hacer posible que se administre justicia transparentemente. Y eso incluye, desde luego, la posibilidad de demostrar inocencia, como de adjudicar responsabilidades a quienes corresponda.

A los venezolanos ajenos al posible hecho que motiva la acusación, hoy sólo les queda la posibilidad de ejercer su derecho a exigir que se sepa cuál es la verdad. El que no la debe no la teme, reza una expresión popular. Y es al acusado, a quien le corresponde  defenderse con valentía, hasta demostrar, si ese fuera el caso,  que está siendo objeto de un injusto tratamiento público mundial.

Desde luego, si eso no sucediera en esos términos, nadie, dentro y fuera del país, podrá evitar que se mantenga activa una situación que enloda    el  ya maltratado gentilicio de los ciudadanos venezolanos.
Al igual que en el desplazamiento en una montaña rusa, acusado y ciudadanía injustamente maltratada no pueden ignorar que esta situación no puede supeditarse a la posibilidad de que aparezca otro escándalo que lo minimice. Hay que agarrarse fuerte de las alternativas institucionales que permiten precisar en dónde está la verdad y quién miente. De igual manera,  apretar los dientes cuando sea necesario,  y cuidar el uso inteligente de las expresiones públicas, sin desatender lo otro no menos importante: prepararse para seguir el viaje de la vida, más allá de sentirse lanzados en otra bajada a toda velocidad y con los ojos cerrados.

Después de todo, lo que la mayoría de los venezolanos añora, día y noche, es que  la unidad de desplazamiento con todos ellos adentro no se descarrile, y que alguna vez termine lo que, por momentos, pareciera no ser una pesadilla, es decir, los escándalos. Porque mientras nada se aclare, la verdad, con medios o sin medios de comunicación, siempre se impondrá.

Egildo Lujan Navas
egildolujan@gmail.com
@egildolujan
Coordinador Nacional 
de Independientes por el Progreso (IPP) 
Gente 
Miranda - Venezuela

Eviado a nuestros correos por
Edecio Brito Escobar
ebritoe@gmail.com
CNP-314

BERNARD HORANDE, OK, ES UNA DICTADURA.... ¿Y AHORA QUÉ?

EL REY CADA VEZ ESTÁ MÁS DESNUDO

Desde hace un tiempo, algunas personas, incluyendo dirigentes políticos, han venido sosteniendo que el régimen venezolano que se instaló hace 18 años, es una dictadura.

Sin embargo, por constatación, la mayoría de los venezolanos no terminaba de sentirlo así. No existía un convencimiento al respecto y, menos, unanimidad.

Es cierto que se percibía como un régimen autoritario, pero con un permanente barniz de democracia. Al tiempo que se insistía que 'esto' era una dictadura, en contraste se convocaban elecciones continuamente (sí, manipuladas y amañadas), signo evidente, aunque no el único por supuesto, no precisamente de las dictaduras sino más bien de las democracias.

En ese tránsito, el término 'dictadura' se fue banalizando.

Para el régimen venezolano, haber perdido las elecciones del 6D del 2015 fue como que "mucho con demasiao". Pensaron arrogantemente que ganarían esas elecciones como siempre lo habían hecho, con trampas y fraudes continuados. Pero esta vez, la mayoría se impuso.

Desde ese momento, decidieron que en Venezuela no se daría una elección más si no veían garantías de ganarlas.

Al Referéndum Revocatorio del año pasado lo llenaron de insólitos obstáculos. Cuando vieron que la oposición venezolana los iba superando uno a uno, en el mes de Octubre optaron por darle el mazazo final. Suspendieron el derecho de millones de personas a manifestar su opinión y revocar al pobre infeliz que ocupa la Presidencia de la República.

A partir de allí, todos entendimos que entrábamos en una dictadura. O mejor dicho, en una dictadura de nuevo signo, de nuevas características. Una neo-dictadura. Finalmente el lobo había aparecido.

Nada más y nada menos que el Poder Legislativo del país, la Asamblea Nacional, procedió a declarar que se había roto el hilo constitucional.

Ahora bien, en las circunstancias actuales, uno debe preguntarse algunas cosas.

Por ejemplo, ¿de qué nos sirve que el régimen chavista-madurista hoy sea reconocido como una dictadura y no como una democracia? ¿Acaso es un simple cambio de nombre, de denominación, una adjetivación protocolar, un cambio cosmético, para que todo lo demás siga igual?

Estimo que reconocer que lo que tenemos enfrente ahora es una dictadura y no una "democracia" o una "democracia con signos de autoritarismo" debe servir para indicarnos claramente que se deben hacer cambios sustanciales en algunas cosas.

Afirmo que no podemos seguir de ahora en adelante esta confrontación ni con la misma actitud ni con las mismas políticas, estrategias, tácticas y herramientas utilizadas hasta ahora.

Cuando hablo de actitud, me refiero a la mentalidad ("mindset") y al estado de ánimo de cada uno de nosotros frente al régimen, frente a la dictadura. Seguir creyendo que somos una simple oposición a un gobierno es naif, ingenuo, es de inocentes.

¿Debe continuar siendo nuestra actitud la misma de siempre, o sería necesario evaluar si no va siendo hora de asumir una actitud distinta, por ejemplo, de resistencia? Oponerse no es lo mismo que resistir. Los métodos y las formas son distintos.

Nuestra Constitución establece claramente en su artículo 350 que "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".

Desconocer, como lo indica la Constitución, se entiende como resistir. Desconocer es desobedecer. Menos que esto es entregarse. Arrodillarse. Rendirse. Abdicar.

La pregunta siguiente es ¿cómo se come eso? Porque una actitud de resistencia debe referirnos permanentemente a nuestros principios democráticos, a nuestras ansias de paz y civilidad, a nuestro deseo de retomar el cauce que nos ordena nuestra Constitución.

¿Acaso estamos dispuestos a obedecer todos los dictámenes de un régimen que, con sólo 10% de apoyo de la población, viene gobernando tiránicamente a través de argucias legales utilizando un Tribunal Supremo de Justicia inmensamente cuestionado y un organismo electoral totalmente sesgado?

Hace muy pocos días, los estudiantes de la Universidad Central de Venezuela dieron una muestra muy clara de rebeldía, de desobediencia. La dictadura venezolana, que le tiene terror a medirse en cualquier elección, decidió suspender las elecciones previstas en la UCV, utilizando una sentencia acomodaticia del TSJ.

Sin embargo, los estudiantes se rebelaron. Se declararon en resistencia. Desobedecieron esta ilegal orden. Y el viernes pasado realizaron sus elecciones.

¿Presenciaremos en un futuro cercano episodios similares con creciente frecuencia? No sabemos, pero es probable. Si ello sucediera, demos por descontado que la dictadura venezolana mostrará aún más su carácter represivo.

Pero al mismo tiempo, se revelará que el rey cada vez está más desnudo.


Bernard Horande
bhorande@gmail.com
@bhorande
@APlumazoLimpio
Miranda – Venezuela

CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, ¿SE DETENDRÁ EL CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN MUNDIAL?

CATÁSTROFE MALTHUSIANA

Recientemente nos encontramos en Internet con una maravillosa página que nos brinda toda clase de datos y gráficos de interés mundial, el sitio se denomina Our World in Data (OWID), una publicación en línea que muestra cómo las condiciones de vida están cambiando. Su objetivo es dar una visión global y mostrar proyecciones sobre cambios a largo plazo, visualizar datos del pasado, dónde estamos hoy y que sucederá al final del siglo XXI.

Su página oficial explica entre otras cosas que: “OWID comunica este conocimiento empírico de dos maneras: Mediante visualizaciones de datos - gráficos y mapas  La publicación es producida en la Universidad de Oxford,  Nuestro mundo en  Datos abarca una amplia gama de temas en muchas disciplinas académicas, entre ellas podemos mencionar, El crecimiento de la población mundial, las tendencias en la salud, la provisión de alimentos, el crecimiento y la distribución de los ingresos, la violencia, los derechos, las guerras, la cultura, el uso de la energía, la educación y los cambios ambientales son empíricamente analizados y visualizados en el ámbito mundial y por país”.

En esta oportunidad escogimos un tema que tiene aterrorizados a muchas personas que piensan que no habrá suficiente alimento para todos, pero como verán las cosas no son tan negativas como algunos piensan, nos referimos al crecimiento de la población pues todos los datos indican que en algún momento el aumento de la población mundial se detendrá y no crecerá más. 

La misma fuente  nos informa que: “Las ONU calcula que hay más de 7 mil millones de seres vivos en la Tierra, sin embargo hace 200 años contamos con menos de mil millones. Estimaciones recientes sugieren que el 6,5 por ciento de todas las personas nacidas viven en este momento. Este es el hecho más destacado sobre el crecimiento de la población mundial: durante miles de años, la población creció lentamente, pero en los últimos siglos ha aumentado drásticamente. Entre 1900 y 2000, el aumento de la población mundial fue tres veces mayor que toda la historia anterior de la humanidad, un aumento de 1,5 a 6,1 billones en sólo 100 años”.

Hasta aquí las noticias que encendieron las alarmas de todas esas personas pesimistas y catastrofistas que visualizan solo una parte del escenario, en el mismo estudio que estamos comentando dice que “La tasa anual de crecimiento de la población ha estado disminuyendo recientemente. Por tanto, ha llegado a su fin un largo período histórico de acelerado crecimiento; La tasa anual de crecimiento de la población mundial alcanzó su punto máximo en 1962, en torno al 2,1%, y ha descendido a casi la mitad desde entonces. Sobre la base de estas observaciones, la historia mundial puede dividirse en tres períodos marcados por distintas tendencias en el crecimiento de la población. El primer período (pre-modernidad) fue una era muy larga de crecimiento demográfico muy lento. El segundo período, que comenzó con el inicio de la modernidad (con niveles de vida cada vez mayores y mejora de la salud) y que duró hasta 1962, tuvo un crecimiento creciente. Ahora que el período ha terminado, y la tercera parte de la historia ha comenzado; La tasa de crecimiento de la población está cayendo y probablemente seguirá cayendo, lo que conducirá a un final de crecimiento hacia finales de este siglo”.

Añade el mismo sitio “Antes de 1800, la tasa de crecimiento de la población mundial estaba siempre muy por debajo del 1%, mientras que en el curso de los primeros cincuenta años del siglo XX el crecimiento anual aumentó hasta el 2,1%, la tasa de crecimiento anual más alta registrada en 1962. Punto, se ha estado bajando sistemáticamente con proyecciones que estiman una tasa de crecimiento anual del 0,1% para 2100. Lo que significa que mientras la población mundial se cuadruplicó en el siglo XX, no se duplicará en el siglo XXI”. Y en otro apartado explica algo que no nos extraña “Mientras que la variante media de la proyección de la ONU ve a la población mundial creciendo continuamente a lo largo del siglo XXI, el escenario de la IIASA (lo más probable) ve a la población mundial aumentar a 9.400 millones en 2070 y luego empezar a disminuir lentamente por debajo de 9.000 millones al final del siglo”. https://ourworldindata.org/

Y cuando decimos que no nos extraña, nos referimos a que los datos de la ONU siempre son catastrofistas, exagerados y politizados, ya lo hemos visto con informes ambientales alterados, pero la verdad es que es lógico pensar que entre más educación exista, menos aumento de la población habrá, esto lo vimos en las últimas décadas del siglo pasado en Europa que ya estaba experimentando freno al crecimiento de su población. En Costa Rica hace unas décadas cada familia tenía entre cinco y ocho hijos, hoy los datos indican que no alcanzan a 1,7 hijos por familia. 

Al revisar el gráfico que proyecta la población que tendrían países como Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Sur África y Costa Rica,  para el año 2100, el país que más crecería es EEUU (¿los latinos?), el Reino Unido y Sur África muy poco, mientras que Alemania vería disminuida su población, Costa Rica por su parte no alcanzaría ni 6 millones de habitantes para el 2060 según estas proyecciones y para el 2100 reduciría la población a cerca de 5 millones de habitantes.


Comentado lo anterior, lo que vemos es que estas proyecciones estarían indicando una posibilidad de que el crecimiento de la población en el mundo podría detenerse a finales del siglo XXI

Carlos Vilchez Navamuel
carlosvilcheznavamuel@gmail.com
@carlosvilchezn  
Costa Rica

RICARDO VALENZUELA, DE MERCANTILISMO A LIBERTAD

REFLEXIONES LIBERTARIAS
“Donde no cruzan mercancías, cruzan los ejércitos”. Federico Bastiat

Durante los últimos meses el concepto de comercio internacional, gracias a Donald Trump, ha emergido a la superficie de la conciencia de millones de gentes alrededor del mundo, al verse ubicados en el centro de un fuego cruzado entre proteccionistas, promotores del medio libre comercio, y quienes pensamos es una actividad, que las naciones del mundo deberían establecer de forma unilateral.

Esta situación saltó al centro del ring cuando Trump, abruptamente cancelara la participación de EEUU en el TPP. Sin embargo, el TPP es un buen ejemplo del por qué, el libre comercio se ha hecho de mala reputación. En lugar de un simple acuerdo para reducir o eliminar tarifas en beneficio de los participantes, se ha convertido en un manoseado régimen regulatorio internacional de más de 5,000 páginas. En este potaje de la bruja se han incluido infinidad de provisiones que nada tienen que ver con libre comercio, orientadas a satisfacer intereses que tampoco nada tienen que ver con comercio y menos con libertad. Si se quiere armonizar otras aéreas como el medio ambiente o mercados laborales, se deben de atender en acuerdos separados no como parte de los tratados.

El TPP tomó la ruta de la regulación armónica en un claro esfuerzo para incluir barreras ajenas a las tarifas del comercio, y de esa forma convertirlo en rehén de los clásicos intereses especiales. Es decir, es un acuerdo manoseado que ha diluido la validez de su origen.

El TLC entre Mexico y EEUU, miembro de otra generación de tratados, ahora empieza a mostrar problemas similares pero sin llegar a la “armonización de regulaciones”. Lo que realmente ha sucedido a través de los años, es que las empresas en EEUU han sido literalmente expulsadas y casi obligadas a instalarse en México, debido a las ridículas regulaciones en nuestro vecino—como lo muestra la gráfica que claramente indica el desbalance se agravó a partir del 2003, cuando los costos de esas regulaciones iniciaron una escalada que las convirtieron en algo imposible de soportar.

https://fee.org/media/20530/trumpmoves.png?width=596&height=396

Vamos pues a repasar un poco de historia que nos pueda ubicar al centro del debate, pero con las armas adecuadas.

DE MERCANTILISMO A LIBERTAD.

William Cobden, considerado el padre del libre comercio, nació en Inglaterra a principios del siglo 19 cuando el Imperio Británico batallaba en su lento paso de una sociedad rural, feudal, monárquica y mercantilista, hacia una liberación política y de mercados que provocara la revolución industrial. Fue en esa época que, ante la presión de grupos especiales, el parlamento aprobara la famosa ley conocida como; “The Corn Laws”, a través de las cuales Inglaterra, tratando de mantener los precios de productos domésticos a cierto nivel favoreciendo a agricultores, imponía restricciones y tarifas a la importación de granos.

Esas leyes, que dibujaban el rancio mercantilismo que practicaba toda Europa,  eran apoyadas por terratenientes conservadores, por los clásicos señores feudales, comerciantes monopólicos, y la monarquía, pero de inmediato emergía un descontento nacional de parte de los consumidores, industriales y trabajadores.

Cobden iniciaría una cruzada para derogar esas leyes, lo cual le dio gran popularidad y armas para convencer a gente por toda Inglaterra con su famosa frase: “Por cada Schilling de tarifa impuesta por el gobierno a las importaciones, se multiplica la miseria y el hambre de la gente”. Fue entonces cuando lograba que el libre comercio capturara la imaginación de la gente identificándolo como un acto de moralidad. Muy pronto el pueblo en masa, incluyendo los productores de grano, sentiría la protección, que supuestamente se les daba, producía altos precios de esos productos “protegidos” que los afectaban hasta en sus familias cuando se sentaban a la mesa. Lentamente Cobden demostraba cómo las leyes protectoras creaban gran miseria, e inclusive, en Irlanda provocaban la famosa hambruna de la Papa que le costara más de un millón de muertos.

Después de una interminable cruzada opositora, finalmente, en Mayo de 1849 dichas leyes eran derogadas. Ello le daba gran autoridad a Cobden, que utilizaba para lograr Inglaterra iniciara una era de liberación unilateral de su comercio internacional. Después de 200 años, se abolía el Acto de Navegación abriendo todos los puertos ingleses a buques extranjeros y al comercio. Durante 1851 y 1880, Inglaterra liberaría de sus tarifas de importación a 1200 productos, reteniendo gravados solamente 46 considerados productos de lujo. De esta forma, Inglaterra se convertía en el líder mundial en transporte marítimo, comercio, seguros y finanzas. De 1848 hasta el inicio de la primera guerra mundial, su producción industrial creció 290%. Las importaciones 705%, las exportaciones 695%. Los salarios para los trabajadores agrícolas se incrementaron 65%, y para los trabajadores de otras industrias 74%.

El resultado de las políticas promovidas por Cobdent, provocó que Inglaterra, unilateralmente cancelara las tarifas a productos franceses. Francia correspondía convirtiendo sus prohibiciones en tarifas de importación que luego eliminaría. Francia procedió luego a liberalizar su comercio con Alemania, Italia, Bélgica, Suiza, Holanda, España, Portugal, Suecia, Noruega, el Vaticano y, como consecuencia, todos esos países liberaban su comercio entre ellos en lo que fue ese gran mercado libre europeo. Las tarifas fueron eliminadas de las rutas marítimas como el canal Báltico-Mar del Norte (1857) los ríos como el Danubio (1857) el Rhine (1861) el Scheldt (1863) el Elba (1870). Aun Rusia procedía a bajar y eliminar tarifas en 1857 y 1868. Nunca en la historia de Europa, la gente fue tan libre para comerciar y perseguir sus sueños.

Cobden, como táctica, siempre mostraba indiferencia si otras naciones mostraban desgano ante el libre comercio. Su claro objetivo era eliminar el proteccionismo por el bien de Inglaterra, y dejar a otros países tomar el camino que mejor les pareciera. Aun cuando Cobden era el más visible abanderado del libre comercio unilateral, y siempre hablaba de no forzar a otros países para abrir sus mercados, en la relación comercial con Francia, siendo miembro del parlamento, llegó a promover legislación de ajuste y desquite, para forzar la apertura total del comercio francés. Fue cuando surgiera cierta rivalidad entre los promotores “puros” del libre comercio, y los no tan puros que guardaban esa arma del “desquite comercial”, como la fórmula para tirar todas las barreras.

Todas las naciones que abrazaban el libre comercio, experimentaron crecimientos importantes y sus niveles de vida mejoraron considerablemente. Las industrias domesticas no colapsaron ante la competencia, se reinventaron para hacerse más eficientes. Las que moraban en un capullo protegidas por tarifas, fueron forzadas a modificarse o morir. Fue la época de oro de Europa que fuera destruida por la carnicería de la primera guerra mundial.

Presidente Trump, todavía está a tiempo para recular.

Ricardo Valenzuela Torres
chero@refugioliberal.net
chero@reflexioneslibertarias.com
@elchero  
México-Estados Unidos


"Si pudiésemos correr el velo oscuro de la antigüedad [en lo referente al origen de los reyes, del Estado y los impuestos] y pudiéramos rastrearlos hasta sus orígenes, encontraríamos que el primero de ellos no fue más que el rufián principal de alguna banda desenfrenada; su salvaje modo de ser o su preeminencia en el engaño, le hicieron merecer el título de jefe entre canallas. Incrementando su poder y depredación, obligó a los pacíficos e indefensos a comprar su seguridad con frecuentes contribuciones." Thomas Paine.

ENRIQUE G. AVOGADRO, DE ZAPATOS A CHANCLETAS,

LA JUSTICIA TUERTA

“No me importaba aparecer como inteligente o limitado sino aprender la lección para dirigir mejor la acción de gobierno”. Roberto Augusto Ulloa

Mauricio Macri comenzó su período con un par de zapatos tan bien lustrados que permitían reflejar,  bajo las faldas de Cristina, las negras intimidades del kirchnerismo. Fue una pena que ese panorama estuviera restringida sólo al Presidente y su círculo más íntimo, y que nadie (seguramente por consejo de Jaime Durán Barba) se tomara el trabajo de mostrárselo a la ciudadanía, que así se vio impedida de percibir la catastrófica magnitud de la herencia que la noble viuda había dejado.

Para cualquiera medianamente avisado, era natural y justificado que, a medida que el Gobierno caminara por los encharcados senderos económicos y políticos, el brillo se iría apagando, como sucede con todos los regímenes cuando termina la luna de miel que acompaña sus comienzos. Pero nadie pensaba que Macri se vería obligado a quitarse de apuro los zapatos y calzarse las chancletas para recular.

Tengo certeza de la buena fe y la honestidad del Gobierno y, cada vez que me desesperan algunos de sus actos, pienso qué sería de nuestro país si quienes hoy estuvieran sentados en la Casa Rosada fueran Daniel Scioli y Carlos Zannini, acompañados desde La Plata por nada menos que Anímal Fernández. Aún así, me resulta imposible entender por qué actúa como lo hace.

Mauricio sabe, desde que ganó la elección, que le tocaría gobernar sin mayoría en las cámaras legislativas, y también sabe que la consecuente obligación de negociar permanentemente es una de las piedras basales de la democracia. Tuvo enormes éxitos iniciales en la materia, ya que la oposición le permitió hacerse con las leyes necesarias para salir del cepo cambiario, solucionar el tema de los holdouts, contar con un presupuesto, etc.

Pero, por ejemplo, si –como luego quedó demostrado- no necesitaba pasar por encima del Congreso para que sus irreprochables candidatos a integrar la Corte Suprema de Justicia fueran confirmados, ¿para qué recurrir a un decreto de necesidad y urgencia que estuvo al borde de inhabilitarlos? O, si el feriado del 24 de marzo caerá en fin de semana los próximos tres años, ¿para qué “movilizarlo” si luego se retrocederá?

La solución que encontró el Ministro de Comunicaciones, Oscar Aguad, para poner punto final a la demorada cuestión del Correo Argentino, con su privatización durante el menemismo y la absurda rescisión de su concesión por el kirchnerismo, fue técnicamente correcta. Sin embargo, dado que el concesionario era una empresa perteneciente a la familia Macri, padre, hermanos e hijos del Presidente, la forma en que se llevó a cabo –ad referéndum de la Cámara Comercial- fue un monumental error político. Para enterrarlo, y puesto que estamos en un año electoral, no bastará con volver –algo irreal- a foja cero, como dijo Mauricio al asumir acertadamente la responsabilidad del Gobierno en el cuestionado trámite; la oposición, que siempre y en cualquier época es salvaje, se ocupará de ello.

La modificación de la fórmula de cálculo de los incrementos jubilatorios, un cambio ajustado a la ley vigente, fue otra equivocación mayúscula, en especial por la oportunidad en que fue comunicada, una semana en que se produjeron fuertes aumentos –también justificados- en peajes, medicina prepaga, etc., y anuncios de futuras subas en precios de combustibles. Nuevamente, Macri retrocedió, pero sólo cuando el enorme costo político ya había sido pagado.

La tercera mala señal fue todo el recorrido del acuerdo firmado por el gremio de los bancarios con la patronal, que el Gobierno pretendía no homologar porque supera la pauta máxima de incremento salarial que pretende para todas las paritarias, alineándolas con la inflación prevista; ante la amenaza de una huelga de tres días hábiles, debió también recular y aceptarlo. El próximo puente a cruzar serán las negociaciones con los sindicatos de maestros, que vuelven a disfrazar su recalcitrante kirchnerismo con la defensa de la educación, mientras perjudican dolosamente a los chicos más necesitados, a los que utiliza como rehenes.

Lo peor de esos sucesos es que lograron empañar un excepcional logro del Gobierno, que consiguió que muchos argentinos confiaran tanto en el modo en que conduce la economía como para invertir sus ahorros en bonos en pesos, a diez años y a una tasa del 13%, todo ello en un cuadro mundial sumamente cambiante y riesgoso.

Tengo la impresión de que Macri no quiere asumir, de una vez por todas, el rol que la sociedad le atribuye, y que le confió con sus votos en los mayores distritos electorales del país. Sigue buscando la imposible simpatía del populismo demagógico en todas sus formas, sea el PJ mutante de Diego Bossio y Julián Domínguez, el Frente Renovador (¿reciclador?) del trashumante Sergio Massa, el GEN de la inconsecuente Margarita Stolbizer o en la trasnochada izquierda nacional. Habrá que ver cuál será el costo que pagará por ello Cambiemos en octubre, cuando se expresarán los muchos que eligieron un cambio en 2015 y hoy miran con desilusión este errático rumbo.

No soy quien para dar consejos a la coalición gobernante ni, menos aún al PRO pero, desde mis setenta años muy vividos y con muchos adoquines pateados, me permito sugerir a Cambiemos volver a reunirse en un retiro “espiritual” (tal vez aprovechando el feriado carnavalesco), empaparse de calle y replantear su errática gestión, su medrosa actitud frente a la oposición y la forma en que se comunican las acciones de gobierno.

Macri dijo muchas veces que, al llegar al poder, terminaría con el “curro” (sic) de los derechos humanos pero, ya sentado en la Casa Rosada, tiembla ante las previsibles quejas de los delincuenciales organismos que, a caballo de los sueños compartidos y de las inexplicables indemnizaciones, sienten en riesgo su futuro: mamar irrefrenablemente de la teta estatal y continuar la más abyecta venganza contra aquéllos que impidieron que triunfaran en su guerra de terror y nos convirtieran en la Cuba castrista.

La pusilánime actitud del Gobierno ante la inaguantable existencia de presos políticos en la Argentina, cincuenta y uno de los cuales han muerto desde el 10 de diciembre de 2015, obliga a pensar que debiera recurrirse a un referéndum para preguntarle a la ciudadanía si está interesada en enterrar el pasado y extender un manto de piadoso perdón sobre todos aquéllos (incluyendo a César Milani, la más clara prueba de la falsedad kirchnerista, su justicia “tuerta” y su manipulación de los derechos humanos, que debieran amparar a todos los argentinos) que combatieron hace ya cuarenta años. Para nuestra vergüenza, en Uruguay la pregunta se formuló dos veces y, en ambas, la respuesta fue inequívocamente afirmativa.

Enrique Guillermo Avogadro
ega1avogadro@gmail.com
@egavogadro
Argentina

NESTOR SOLANO, ¡SANTOS ESTÁS PILLADO!

UN TANGO: CAMBALACHE

En Colombia para el financiamiento de las campañas electorales, no se pueden recibir dineros provenientes de institutos, ni de empresas, ni de gobiernos extranjeros. Con el anuncio hecho por el fiscal general, Néstor Martínez, señalando que al menos un millón de dólares de los depositados por Odebrecht al Sr. Otto Nicolás Bula, por el contrato de la vía Ocaña-Gamarra, fueron a parar en la gerencia de la campaña para la reelección de Juan Manuel Santos, entonces el presidente tiene que ser sometido a una rigurosa investigación, pero por las presiones desde el Palacio de Nariño y por los pasos que está dando ahora el fiscal, todo hace suponer que se saldrán otra vez con la suya y que en Colombia ser gobernante, político, contratista o empleado público corrupto paga y cuando entreguen el poder, podrán disfrutar de sus fortunas mal habidas.

Si el artículo 21 de la ley 996 de 2005, dice que en caso de que el ganador de las elecciones presidenciales en Colombia, viole las reglas de financiación de la campaña, el Congreso puede declarar la pérdida del cargo por indignidad política, aplicando el procedimiento que determina la constitución para estos casos, entonces al encontrarse pruebas, la Cámara de Representantes tiene que adelantar la investigación y acusarlo ante el Senado de la República, claro que sus  aliados en el Congreso forman parte de la confabulación, y como un coro de ángeles lo declararán: inocente, ingenuo, honrado, honesto y cándido, porque algunos de ellos son cómplices en este y otros delitos, por los que algún día no muy lejano tendrán que él y los implicados, responder ante la justicia y ser castigados con todo el peso de la ley.

Esta no es la primera denuncia por corrupción contra Santos, ni el primer engaño que el hace a los colombianos. En el año 2010 fue elegido presidente, porque levantó las banderas del Uribismo, que ayer como ahora sigue siendo la primera fuerza política en Colombia y levantando la propuesta de la seguridad democrática llegó al poder, luego aplico una política diametralmente opuesta a la oferta hecha, lo cual constituye un enorme engaño, también el desconocer el resultado del plebiscito del pasado 2 de Octubre es otra burla, y el entregarle ahora porciones del territorio nacional a las Farc, es otra ofensa al golpeado pueblo Colombiano, que observa como la corrupción, la complicidad y el engaño, salpican la administración pública.

El magistrado del Concejo Nacional Electoral de Colombia: Armando Novoa, ha señalado que el proceso de investigación tomaría su tiempo, "pero esta tiene que realizarse en el menor tiempo posible, porque una situación de interinidad y de zozobra institucional no le conviene al País". Compartimos la apreciación del magistrado, pero esperamos que se haga verdadera justicia, porque no se puede permitir que, ante los ojos del mundo, ser pillo y poderoso en Colombia paga, ser contratista o funcionario gubernamental corrupto paga, o ser presidente de la República es una patente de corzo para evadir la justicia, ¡Santos estás pillado!.

Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
Frontera Colombo-Venezolana

LUIS MANUEL AGUANA, POLÍTICA, CIUDADANÍA Y CONSTITUCIÓN

ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE

¿En qué momento se separó la política de los ciudadanos? O tal vez la pregunta debería ser, ¿en qué momento la ciudadanía se distanció tanto de la política al punto que ésta dejo de ser, literalmente hablando, la relación entre la ciudad y el hombre, como indicaba Aristóteles? En la respuesta a esa pregunta posiblemente radique el porqué en Venezuela no existan “ciudadanos” tal y como se les conoce en otras partes, a las personas que ejercen unos derechos concebidos en términos políticos y se subroguen a unos deberes para con la ciudad donde viven y el país en general.

La política en Venezuela es concebida como una actividad conducida por los partidos políticos que electoralmente buscan el Poder. No es percibida como una actividad del ciudadano, quien consciente de su vida en comunidad y de su responsabilidad cívica en las ciudades, debe buscar la mejora permanente de su calidad de vida y la de aquellos que conviven con él. En Venezuela existen personas que viven juntas en las ciudades pero no como ciudadanos, sino como habitantes. Esa es la razón fundamental por la cual la actividad política no se corresponde con una actividad ciudadana, de manera que esta se vuelque en beneficio de la sociedad en su conjunto. ¿Cómo hacer para lograr que los habitantes de las ciudades en Venezuela se conviertan en ciudadanos? O mejor dicho, ¿cómo construimos ciudadanía?

Una vez alcanzada la liberación del territorio que ahora lleva el nombre de Bolivia, El Libertador, consciente que el esfuerzo de la libertad era inútil sin educación, envió a su propio maestro, Don Simón Rodríguez, para organizarla en esa nueva República. Lamentablemente esta labor no pudo ser llevada a cabo, al pasarle a Simón Rodríguez lo mismo que siempre les pasa a todos aquellos que piensan muy adelantados a su tiempo: no fue comprendido.

El Maestro Rodríguez sostenía una tesis, a mi juicio muy avanzada tanto para su época como para la nuestra, según la cual es una contradicción desear Repúblicas sin  republicanos. ¿Y cómo se resolvía eso, de acuerdo a Simón Rodríguez? De la única manera que hay: formándolos en las escuelas para que las Republicas que estaban naciendo y obteniendo su libertad de la espada de sus soldados, se pudieran sostener. De acuerdo al Maestro, la materia más importante de esa formación debía ser “la sociabilidad”. Esa materia en términos modernos se llamaría “ciudadanía”.

Decía el Maestro Rodríguez citado por Arturo Uslar Pietri: “el que nada sabe, cualquiera lo engaña, el que nada tiene, cualquiera lo compra”. En las múltiples enseñanzas que Uslar Pietri nos legó, afirmaba que en esta tesis de Simón Rodríguez, “se trataba de enseñar para que nadie pudiera engañar a otro y de darle una base productiva para que nadie pudiera comprarlo, para que fuera un ciudadano” (ver Arturo Uslar Pietri, Serie en video “Simón Rodríguez” en Youtube, Partes 1, 2, y 3: https://youtu.be/uKEE7qCOox4, https://youtu.be/9AgJbztyRgY, https://youtu.be/2ExSCFfHMe4). De acuerdo a esa enseñanza, una primera aproximación conceptual del ciudadano sería aquel que no puede ser engañado porque tiene una educación, ni tampoco puede ser comprado porque tiene una base productiva que lo impediría, basada en esa misma educación. Paradójicamente, si en el siglo XIX un planteamiento como ese pudo haber sido ambicioso y fracasar, deberíamos preguntarnos porque todavía fracasa en pleno siglo XXI.

Debemos entonces crear el sustrato necesario para que nazcan y se desarrollen aquellos que deben realmente hacer la política: los ciudadanos. Si esto no es así, quienes terminarán haciéndola serán los aventureros y los oportunistas, individuos sin arraigo alguno con la ciudad y el país, quienes buscaran alcanzar el Poder para su propio beneficio. No en vano los resultados catastróficos que hemos tenido de las gestiones de gobierno en todos los niveles: nacional, estadal y municipal, durante los casi 60 años desde 1958.

¿Se puede civilizar la política? Esto es, ¿se puede hacer que quienes hagan la política sean los ciudadanos? Yo creo que si es posible. A más de dos siglos de haber fracasado el Maestro Rodríguez en su intento de crear ciudadanos en Bolivia, aun pretendemos hacer Repúblicas sin republicanos. Salvo honrosas excepciones, quienes han ocupado las principales posiciones en Venezuela han desestimado esa preocupación del Libertador al enviar a su maestro a Bolivia.

Es imposible someter a un pueblo culto consciente de sus derechos. Por esa razón los países con indicadores altos en materia educativa disponen de gobiernos respetuosos de los derechos humanos con altos grados de desarrollo social y económico.

Si la base de nuestro Pacto Social fundamental, la Constitución, está estructurada de forma tal que sea el Estado quien distribuya (el Estado benefactor), quien decida cuanto y en qué forma darle a los ciudadanos su parte del reparto de la renta del país, conceptualmente estamos partiendo del modo equivocado. Eso nos condiciona en el Pacto a que hay alguien que da y otro que recibe, independientemente de las porciones que se repartan. Ese esquema condiciona y genera de por si la lucha por el poder de quienes buscan repartir en su propio beneficio.

No se plantea en la Constitución que son los ciudadanos los que deben trabajar para el sostenimiento de las Instituciones del Estado. No existe la capacidad ciudadana para manejar los impuestos y la discrecionalidad política, administrativa y financiera necesaria para resolver su diario vivir y su calidad de vida.

Al no ser eso así, queda en las manos de quien reparte proveer el bienestar ciudadano, y de allí comienza la feroz lucha de los factores políticos para alcanzar las posiciones de Poder que les permitan ejercer la administración del Estado, pervirtiendo el objeto fundamental de su propia razón de ser, que no es otro que el de proveer bienestar y calidad de vida a los ciudadanos, generando corrupción y elites corruptas.

El Municipio, unidad básica y fundamental del territorio que reúne bajo su seno a las comunidades agrupadas en ciudades, en la actualidad dependen para sus necesidades más elementales del auxilio financiero del Estado. La organización que nos hemos dado a través de ese Pacto Social, desde hace varias Constituciones aún reparte la renta del país hasta en un 20% a todos los Estados y Municipios, a través de una figura jurídica denominada Situado Constitucional (Artículo 167.4 Constitucional). De ese 20%, los Municipios han recibido históricamente a su vez un 20%, quedándole al Estado regional el 80% restante de ese 20%. Es un Pacto absurdo donde los ciudadanos reciben la menor parte y solo gana quien reparte, que se queda con el 80%.

En otras palabras, el Municipio, el lugar donde viven las personas, donde desarrollan sus actividades, su trabajo, su recreación, se educan y conviven, recibe la parte más ínfima en el reparto, quedando al arbitrio de una entidad superior, “El Estado”, la buena o mala administración de la parte más grande. Los impuestos nacionales como el IVA, no se regresan a ellos en la misma proporción, así como tampoco los impuestos de transacciones inmobiliarias, y aquellos provenientes de los registros y notaría de documentos. De esta manera, en ninguna parte de Venezuela los ciudadanos disfrutan de los impuestos que ellos mismos generan, quedando estos a la discrecionalidad de quien conduzca el Estado, y de su buena o mala administración, y no de los ciudadanos que los producen. Eso no ocurre en ningún lugar del mundo.

¿Puede ser ese un esquema viable? ¿Cómo pueden las personas consustanciarse con sus problemas y sus soluciones en las ciudades cuando no está en ellas el poder resolverlos? ¿Qué interés puede tener? En pocas palabras, ¿cómo puede alguien ejercer su ciudadanía, si de entrada esta cercenada su capacidad de ejercerla? El sistema que tenemos no está diseñado para hacer ciudadanos sino habitantes, o peor aún, borregos sin criterio que deben ser conducidos al matadero de quien tiene el poder.

Tenemos entonces ciudades repletas de personas -habitantes- esperando que “alguien” resuelva que las calles están rotas, que llegue el agua, que funcione el servicio eléctrico, que haya trabajo, y pare usted de contar. Con las complejidades de hoy, los problemas se han multiplicado exponencialmente y es imposible para pocas personas, aun teniendo los recursos, poder administrarlos eficiente y oportunamente para las grandes mayorías. Y cuando los recursos son escasos esa tarea es virtualmente imposible.

Entonces debemos empezar por el principio: volver al ciudadano. Plantearnos que un sistema que se base en que alguien lejos del propio ciudadano pueda resolver los problemas y necesidades mejor que aquellos que habitan en sus propias comunidades, es un sistema que debe ser sustituido por otro que efectivamente esté consustanciado con los problemas de la gente. Pero que ese nuevo sistema le entregue no solo el poder político sino también los recursos y las responsabilidades, a fin de que las comunidades puedan hacer contraloría y seguimiento cercano.

Para cambiar esa relación tóxica que tenemos en la actualidad entre el Estado y la sociedad debemos discutir de nuevo los términos de ese Pacto constitucional. No es el Estado el que debe “darle” a los ciudadanos, son los ciudadanos los que deben ejercer sus derechos al asumir a conciencia su responsabilidad de conducir el Estado en todos sus niveles. Y en ese Pacto establecer su plena autonomía para hacerlos efectivos.

En palabras más sencillas, los ciudadanos no necesitan que la Constitución diga, por ejemplo, que los Estados y Municipios tienen el derecho de recibir un Situado Constitucional de X porcentaje de parte de un Estado benefactor, sino que diga que sus administradores tienen el deber, el derecho y la responsabilidad de cobrar los impuestos en todos los órdenes que correspondan y la obligación de administrarlos y ejecutarlos a favor de los ciudadanos en las comunidades donde se producen. Y que los ciudadanos de esas comunidades tienen el derecho y el deber de realizar la contraloría ciudadana necesaria para controlar que efectivamente eso ocurra. La vieja máxima de no dar un pescado sino enseñar a pescar. Esa es la manera más antigua y elemental de crear responsabilidad ciudadana.

Y dadas esas atribuciones constitucionales, entregarles asimismo la responsabilidad de velar por la salud, seguridad, infraestructura, etc., que hasta ahora detenta el Estado centralizadamente por construcción constitucional. Romper constitucionalmente con la forma de Estado centralizada en los hechos, entregando a los Estados y Municipios la autoridad y el derecho de administrar los recursos del país que hasta este momento detenta un solo administrador: el Poder Ejecutivo a cuya cabeza está el Presidente de la República.

El lugar por excelencia para discutir ese nuevo estado de cosas y debatir un nuevo Pacto Social constitucional, político y ciudadano se denomina Asamblea Nacional Constituyente. Nos encontramos convocando ahora ese nuevo Pacto para las nuevas generaciones, y eso pasa por la redefinición del papel del ciudadano en la política y a su vez por la redefinición del papel del Estado en esta nueva ecuación social. De los ciudadanos depende cambiarlo e imponerlo como una nueva forma de cultura ciudadana de concebir la política en el país, dejando a un lado de una vez y para siempre, la separación y el enfrentamiento de la política con la ciudadanía, entre otras cosas porque al finalizar este sueño, la política será la obra perfecta de los ciudadanos.

Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela