jueves, 18 de febrero de 2021

ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ VIERNES 19/02/2021

 




BEATRIZ DE MAJO, COVID: ¿ARMA BIOLÓGICA?, CHINA HOY

Fue dentro de un ambiente de incredulidad en el seno de los observadores de los fenómenos globales que la Misión de la OMS acudió a Wuhan con el fin de hacer luces sobre los orígenes de la pandemia que nos azota desde hace ya más de un año.

La narrativa sobre la manera en que Covid habría surgido para contaminar a la humanidad entera ha sembrado diferentes y controvertidas teorías encaminadas a demostrar que la aparición del virus fue el producto de una manipulación humana interesada. Las redes de información digital del colectivo fueron pasto fácil para estas teorías. Medios de comunicación, altos líderes de los gobiernos de unas cuantas naciones, “influencers” de las redes sociales, personeros de los medios convencionales se dieron a la tarea de desinformar y se han hecho parte de un juego peligroso en el cual estamos atrapados hoy.

Lo que a los inicios de esta debacle planetaria comenzó siendo un ejercicio de culpabilización irresponsable terminó convirtiéndose en una política de comunicación de China, primer agente señalado por muchos de activar un arma biológica de alcance impredecible. No podía ser de otro modo. Una publicación de The Associated Press, replicada por buena cantidad de medios en el planeta, asegura que “el día después de que la Organización Mundial de la Salud designara el brote de COVID-19 como una pandemia, Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, publicó una serie de tuits que lanzaron lo que podría ser el primer experimento digital verdaderamente global del partido con desinformación abierta…“Podría ser el ejército estadounidense quien llevó la epidemia a Wuhan. ¡Sean transparentes! ¡Hagan públicos sus datos! ¡Estados Unidos nos debe una explicación!””. El tuit replicado ad infinitum se convirtió en tendencia en Facebook, VK, Weibo, WeChat, YouTube, Telegram y muchas otras plataformas.

Pero el pecado de la desinformación no fue solo de los asiáticos. ¿Cuantas veces Donald Trump se refirió a la infección causante de la pandemia universal como el “virus chino”?.

El mundo no tardó en reaccionar. Lo que siguió al tuit de Zhao fue una avalancha de “fake news” de parte de una sumatoria de actores empeñados en apoyar cualquiera de las dos tesis- culpabilidad americana Vs culpabilidad china- por razones meramente políticas. Así fue como la difusión de una conspiración de ambos lados adquirió un tamaño tal que las encuestas de Pew Research lo reflejaron contundentemente: 34 % de los americanos dan crédito a la teoría conspiracional china mientras que uno de cada cinco considera que podría haber sido un arma biológica creada en un laboratorio.

La carrera de obstáculos que tenemos enfrente para hacer llegar la inmunización a todos los recodos del planeta no ha conseguido desmontar la fábrica de noticias encaminadas a la culpabilización de los actores del inicio este episodio.

Hoy, cuando ya tenemos en las manos los resultados de la investigación de la OMS en la que la tesis central sostenida es la de que el virus no fue producto de una fabricación de laboratorio sino provino de un animal, en China ya se ha iniciado una nueva campaña mediática orientada a influir el ánimo de su población. Dos nuevas teorías circulan en las redes orquestadamente por los órganos oficiales de información: una es que los ancestros animales del virus provienen de algún lugar fuera de China y, la otra, que el virus se transmitió al mundo a través del comercio y transporte de animales salvajes congelados. Liberadas Wuhan y Pekín, pues, de toda responsabilidad.

Es que la nueva batalla es la de validar la vacuna ante todos y a cualquier precio.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
España- Venezuela

RICARDO VALENZUELA, MENSAJE DE UN HOMBRE SABIO PARA EUA

El presidente legítimo por segunda vez ha sido liberado de las payasadas de los usurpadores tratando de cazarlo. Pero lo único que han conseguido, es que la gente lo considere como víctima de esos piratas que siempre actúan sin respetar la ley y su popularidad escale a niveles récord. Con este segundo intento, nos han mostrado cómo han tomado control de las instituciones judiciales del país que, en estos momentos, se han corrompido llegando a convertirse en lo que deberían de combatir. La ética, la moral y, sobre todo, el mandato de la gente, han muerto para darle vida a una nueva familia de mafiosos que cada día asoman al país al precipicio del infierno. 

Un hombre que yo admiré, a su retiro como ministro de la suprema corte de justicia mexicana, enviaba un poderoso mensaje que, entre otras cosas, describía la situación del México post revolucionario que, en estos momentos, pienso también servirá para describir la situación de anarquía constitucional que ahora arropa al país de la otora santidad de la ley, los EUA. Un país que ha caído bajo el control de los seres más abominables del mundo. Y, con el odio que los impulsa, al correr la cortina de ese teatro de la maldad nos han mostrado lo que se oculta tras bambalinas. Una pandilla de criminales cuyas motivaciones son el odio, el miedo, la venganza, su adicción a un poder sin límites cuyo lubricante es el dinero mal habido que les llega en avalanchas al vender sus favores legislativos. 

La ética, la moral, la integridad han muerto para darle vida a un grupo de bandoleros emanando de la cueva de Ali Babá y sus cuarenta mil ladrones. Un grupo aún más letal y destructivo que el priismo mexicano, el peronismo argentino, el chavismo de Venezuela y Cuba. Porque esta pandilla ha logrado lo que nunca en EUA, la propiedad del sistema judicial y, sin controles, darse a cometer todos sus crímenes sin temer a las acciones de algún Elliot Ness y sus Intocables que trate de purificar sus conductas pestilentes y las de su nuevo gobierno y, así, le dan vida a la famosa frase de Reagan: “Lo más horripilante que a la gente le pueda suceder, es que en su negocio aparezca un serio personaje que los salude diciéndoles, soy del gobierno y estoy aquí para ayudarte”. 

Así hablaba Gilberto Valenzuela en su despedida. 

“Tengo para mí que el cumplimiento del deber, dentro de los principios del honor, de la moral y de la ley, es y debe ser siempre una religión de las almas puras. Devoto fiel de ese postulado de filosofía y ética sana, no he vacilado en actuar, en todas las situaciones de mi vida, exclusivamente de acuerdo con mi criterio, mis convicciones y mi conciencia, sin preocuparme de si, al proceder de esa manera, voy hacia el triunfo o la derrota. El hombre no está obligado a triunfar siempre, pero si debe estar obligado a ser leal, ante todo y, sobre todo, con sus convicciones, su moral y su conciencia”. 

“Yo he hecho de mi vida una lucha tenaz y sostenida; por la dignidad y el decoro del hombre, por la creación de un medio jurídico, de un Estado de Derecho en donde las autoridades actúen siempre de acuerdo a las facultades que les confieran las leyes, y cumplan honestamente las atribuciones que esas leyes les imponen; en donde se armonice el mantenimiento del orden con el ejercicio de la libertad individual en todas sus manifestaciones; donde los particulares ejerciten sus derechos y cumplan sus obligaciones según las reglas de la equidad y la buena fe; un medio jurídico regido estrictamente por la justicia, pero justicia integral en lo económico, jurídica, social y la política. Siempre con la santidad de los derechos individuales y el postulado constitucional que establece el poder público emana de la gente. 

“Está en la conciencia nacional que las causas de la revolución fueron el estado de injusticia y vasallaje, de un desamparo y de miseria que vivían las clases populares, los atentados, los atropellos, la explotación y la negativa sistemática de justicia que han sufrido los segmentos menos favorecidos del país durante tanto tiempo. Esto le daría vida al juicio de amparo, como garantía eficaz y practica del respeto de los derechos individuales del hombre, del imperio estricto de la ley y, encomendara, por último, al Poder Judicial Federal el control de la Constitucionalidad de las leyes y, sobre todo, de los actos de las autoridades y los suyos propios”. 

“Pero, todavía existen en el país funcionarios públicos que sustentan la tesis de aquel coronel que decía: “De que me sirve ser coronel si no he de cometer abusos”; funcionarios públicos que consideran lícito aprovechar su investidura para enriquecerse, enriquecer a sus amigos y aduladores; funcionarios públicos que consideran lícito impedir que la gente libremente manifieste su voluntad soberana para nombrar sus mandatarios y burlar, en cada caso, esta voluntad con engaños, mixtificaciones y con fraudes; autoridades que se nieguen a cumplir su misión trascendental de mantener el orden social en armonía con la libertad individual, castigando, legalmente, los delitos que se cometan, ya sea por estudiantes, agitadores, millonarios o mendigos. Porque al no cumplir, se convierten en cómplices de los delincuentes, estimula a estos para seguir delinquiendo y, a quienes no han infringido las leyes, ingresen al gremio criminal. Los derechos deben ser ejecutados, y las obligaciones cumplidas. La ley no protege el uso abusivo de un derecho”. 

“Y, las afirmaciones de los agitadores profesionales que exponen que su derecho de autodeterminación es absoluto, de hacer lo que les dé la gana, cuando les dé la gana, y contra a quien les dé la gana, son totalmente erróneas e injustificadas. Porque no hay derechos absolutos, todos deben estar limitados a la equidad ante la ley y la buena fe en su ejercicio; por el respeto de los derechos de otros a quienes también protege la ley sin distinciones. Y ese derecho que ellos afirman tener y lo exigen con libertad para oprimir, no autoriza a nadie, incluyendo los gobiernos, para atacar o desconocer los derechos legítimos de otros convirtiéndose en agentes provocadores de fuerzas desconocidas para amenazar la tranquilidad, independencia y la paz de otros ciudadanos”. 

Precisa recordar a esos agitadores que “entre las naciones, como entre los individuos, el respeto al derecho ajeno es la Paz” 

Así se despedía don Gilberto, autor del Plan de Agua Prieta, secretario de gobernación en tres ocasiones (De la Huerta, Obregón, Calles), gobernador de Sonora, ministro de la suprema corte internacional en Holanda, de la suprema corte de justicia mexicana, candidato a la presidencia del movimiento Escobarista en 1929. Ese hombre que, al no estar de acuerdo ante el robo de una elección, le presentara su renuncia al presidente Elias Calles, siendo secretario de gobernación y, al responderle Calles, “no se la acepto porque no le he perdido la confianza”, él le reviraba, “pero yo si se la he perdido a usted, Sr Presidente”.   

Ricardo Valenzuela
elchero@outlook.com
chero@refugioliberal.net
@elchero
http://refugiolibertariol.blogspot.com
México-Estados Unidos      

El mercado libre no ofrece garantías, privilegios especiales, favores, monopolios, oligopolios, subvenciones, ventajas, protecciones, subsidios, apoyos, tratamientos especiales, distinciones, dádivas, cancelación de deudas, en pocas palabras, como lo afirmara Milton Freedman, no hay free lunch. Por eso es tan impopular y por muchos odiado.

ALFREDO M. CEPERO, EL SILENCIO DE DONALD TRUMP

Este oro del silencio es más importante en este momento para el Presidente Trump que todo el oro que pueda tener en las bóvedas de los bancos. 

El presidente más locuaz, transparente y accesible que han tenido los Estados Unidos−probablemente en toda su historia−ha sido Donald Trump. Quizás por eso su silencio desde que salió de la Casa Blanca el pasado veinte de enero ha sido objeto de múltiples interpretaciones y hasta de numerosas conjeturas. Los escépticos lo consideran "liquidado" como político, sus enemigos están aterrados de que resucite a la vida pública y sus partidarios estamos convencidos de que hay Donald Trump para un largo rato. No albergo la menor duda de que este hombre regresará al cuadrilátero más fuerte que nunca antes porque sus enemigos se han excedido en un castigo que ha superado los parámetros de la venganza. Una conducta que rebaja a quienes la ponen en práctica y aleja a quienes son testigos de su bajeza. 

Mientras tanto, Donald Trump permanece indiferente a la maledicencia de sus enemigos porque tuvo cuatro años de entrenamiento contra la maldad del pantano pestilente de Washington. Tal como hacíamos los jóvenes de mi generación cuando nos formulaban  una pregunta que no queríamos contestar, Trump les dice a sus interlocutores:"interpreten mi silencio". Y ese silencio tiene la fuerza de un terremoto ensordecedor, sobre todo en un hombre que hizo de la palabra el principal instrumento de su éxito como empresario, como comunicador y como político. 

Como empresario, Donald Trump multiplicó varias veces el capital que le facilitara su padre para iniciar sus empresas. Como comunicador y conductor de su programa televisado "The Celebrity Apprentice"−transmitido por la cadena NBC durante 14 años−atrajo a millones de televidentes y logró altos niveles de sintonía. Y como político obtuvo una victoria que nadie creía posible cuando se convirtió en la única esperanza de una ciudadanía cansada de la corrupción y de la mentira de la clase política tradicional. 

Pero, según nos dice el Eclesiastés, "hay un tiempo para callar y un tiempo para hablar". Este es el tiempo de Donald Trump para callar, para organizar, para planificar y para preparar su regreso triunfante a la Casa Blanca en las generales de 2024. Siguiendo con la Biblia, vemos que la misma nos da muchos consejos, tanto para hablar como para callar. En Proverbios 17, 28 se dice: "Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido". ... Aprende primero a callar, para poder luego hablar con acierto. Según el refrán: "Si la palabras es plata, el silencio es oro." Este oro del silencio es más importante en este momento para el Presidente Trump que todo el oro que pueda tener en las bóvedas de los bancos. 

En tal sentido, quienes hemos seguido la carrera política de Donald Trump no podemos dejar de asombrarnos de su velocidad galáctica. La mayoría de los 46 presidentes de los Estados Unidos ha llegado a la Casa Blanca escalando posiciones inferiores como la Cámara de Representantes, el Senado y la gobernación de algún estado de la Unión Americana. Donald Trump, por su parte, es miembro de un pequeño club de 5 presidentes americanos que fueron electos a tal posición sin previa experiencia política o cargo electivo anterior. Sus nombres: Zachary Taylor, Ulysses S. Grant, Herbert Hoover, Dwight D. Eisenhower y Donald Trump. 

Esto podría explicar, en gran medida, su impaciencia con la burocracia, su vocabulario tajante, sus confrontaciones con la prensa y, en general, su conducta como presidente. Es un hombre acostumbrado a dar órdenes y ser obedecidos. Ese no es el mundo edulcorado y ficticio de la política. Quiso cambiar ese mundo y terminó en el ostracismo y abandonado por los miembros de su partido y por sus propios subalternos. Martin Luther King se refirió a la soledad de los líderes con una frase lapidaria: "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los malos, como del estremecedor silencio de los buenos." 

Irónicamente, las cualidades que le ganaron a Donald Trump el apoyo casi fanático de las multitudes le resultaron un obstáculo en la conducción del gobierno. En mi caso, Donald Trump fue la tercera opción en las presidenciales de 2016. Hoy lo admiro y lo apoyo con todas mis energías porque no lo juzgo por sus resabios−que todos los tenemos−sino por sus aciertos, el servicio a su pueblo y su amor a los Estados Unidos. 

Un bardo ya fallecido cuya ideología rechazo pero cuya poesía admiro se refirió al encanto del silencio en estos términos: "Me gustas cuando callas porque estás como ausente/ Distante y dolorosa como si hubieras muerto/Una palabra entonces, una sonrisa bastan/ Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto." El bardo se llamó Pablo Neruda y ese encanto del silencio podría ser en este momento la mejor arma de Donald Trump para iniciar su viaje de regreso a la Casa Blanca en las presidenciales de 2024. Por ahora que se tome un descanso y se inspire en estos versos para disfrutar la compañía de su deslumbrante Melania, cuyos silencios tienen el encanto de la realeza innata. Dentro de unos meses, cuando se caliente la campaña política, podrá hablar hasta por los codos.

Alfredo Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Estados Unidos

EDUARDO CASANOVA, CHINA

Viví en China en la década de 1990. Justo cuando empezaban a dar un giro sensacional: a dejar de lado el comunismo ortodoxo en la economía para adoptar el libre mercado, típico del capitalismo. Había estado en Cantón y en Beijing desde principios de noviembre hasta principios de diciembre de 1972, como integrante de la primera misión venezolana que fue a la China comunista.

Era una misión del Instituto de Comercio Exterior, pues los chinos querían que Venezuela les vendiera la urea a pesar de las presiones de USA, Holanda, Italia y otros países, presiones basadas en que los chinos pagaban mal y querían bajar el precio como fuera. El Canciller Calvani decidió incorporarme al grupo para que negociara con Beijing el establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países.

Mi trabajo no fue difícil. Las negociaciones relativas a la compraventa de urea, en cambio, resultaron complicadísimas. La avaricia de los chinos era proverbial. Querían que Venezuela no le vendiera urea sino a China, y ofrecían montar diez plantas de producción en territorio venezolano, financiadas por ellos, pero también controladas por ellos, y en condiciones leoninas. Leopoldo Díaz Bruzual, el “Búfalo”, que presidía el Instituto de Comercio Exterior y la delegación, se dejó seducir por los chinos, y era partidario de aceptar todas las condiciones que imponían. El resto de la delegación, incluido yo, tenía muchas dudas. Los chinos eran avasallantes y lo querían todo para ellos. A la larga sería una relación demasiado desigual, de un gigante avaro con un pigmeo de gelatina. La fuerza bruta del gobierno chino era abrumadora, no conocía la piedad, y nos dábamos cuenta de que era muy difícil negociar con gente así.

A pesar de las opiniones de todos los integrantes de la delegación, el Búfalo firmó un documento en el que Venezuela quedaba en absoluta inferioridad y entregaba a China todo lo que podía entregar. Naturalmente, el compromiso no pudo cumplirse, porque Venezuela no lo ratificó y, peor aún, porque la urea no se produjo nunca en las cantidades que querían los chinos. Diecinueve años después regresé a Beijing como embajador de Venezuela. Era mucho lo que había cambiado. Ya no había “Revolución Cultural” y aunque la dictadura comunista seguía rígida y sin grietas en lo político, en lo económico empezaba a imponerse un pragmatismo tan grande como el país y ya se hablaba de economía de mercado y de productividad, así como de dejar de lado los controles oficiales y la planificación central y todas esas monsergas de los comunistas.

Luego de hablar con varios diplomáticos, varios hombres de negocios y hasta algunos disidentes chinos (a pesar de la prohibición que existía), verifiqué que lo que se vive en China es un sistema capitalista al más puro estilo manchesteriano, pero mezclado con un esclavismo al estilo del europeo del siglo XVIII, lo que les permite reducir los costos de todo lo que hacen hasta niveles absurdos. Y todo combinado con una dictadura implacable: los chinos jamás han conocido nada ni remotamente parecido a una democracia, y cada vez que ha habido un régimen menos fuerte que una dictadura total el país ha tendido a desmembrarse. China en realidad es un archipiélago de nacionalidades que hablan varios idiomas y tienen diferentes costumbres, y que durante milenios han sido dominados por una de las nacionalidades, o, mejor dicho, aplastados por una de esas nacionalidades.

En las transiciones entre dinastías China ha corrido el riesgo de disolverse, y por eso necesitan dictaduras implacables, tenebrosas, inescrupulosas, como la actual, la comunista. La actual, que los diplomáticos de la década de 1990 bautizamos “Dinastía Panda” pero que en realidad es la Dinastía Comunista, ha sido de las más crueles y dañinas que ha padecido ese gran país. Millones de seres humanos murieron a causa de los errores y las locuras del primero de sus emperadores, Mao Zedong, y sus sucesores no se han quedado atrás, aunque sus muertos no se han publicitado tanto como los del primero.

Desde mi llegada, en los primeros días de enero de 1991, decidí que mi tarea fundamental era proteger a Venezuela de la apetencia china, y con la inapreciable colaboración de Antonieta Madrid, que era Consejero y luego fue ascendida a Ministro Consejero, logramos colocar una sólida barrera para evitar la invasión de chinos que querían imponernos las autoridades locales por aquello de las remesas en dólares. Mal que bien, pusimos a salvo nuestros intereses de pigmeo desamparado frente a la avidez del gigante avaro. Pero la pequeñez de un par de potentes de la época, uno alto funcionario del gobierno y la otra su segunda, que querían vengarse de mí por razones personales, combinada con la pequeñez de los que se habían apoderado de Acción Democrática y Copei, los mismos que no mucho tiempo después causaron la destrucción de sus partidos y le dejaron el campo libre al militar golpista, narcisista, populista, inepto y resentido que literalmente acabó con la democracia y con Venezuela, hizo que tuviera que dejar violentamente mi posición sin haber cumplido nueve meses de gestión.

El Presidente Carlos Andrés Pérez, que ya estaba en la cuerda floja, hizo lo posible por defenderme, pero allí pude ver que no tenía en absoluto la fuerza que muchos le atribuían, por lo que pronto los pigmeos irresponsables lo sacaron de la presidencia de la república, que es algo que el país ha tenido que pagar con sangre, sudor y colas. Y poco a poco vi con mucho dolor cómo se cumplían mis peores pronósticos con respecto a China, cuya clase dominante, que defiende el esclavismo y los abusos de poder a diestra y siniestra, se ha engullido a Venezuela.

El imperialismo chino es mucho peor y más dañino que el norteamericano. Los irresponsables que han manejado (y destruido) a Venezuela, como que no se dan cuenta de que el objetivo de las autoridades chinas es apoderarse del mundo, y de un mordisco se comieron a Venezuela. La actual dinastía, la “Panda”, es el resultado de siglos, y hasta milenios, de sumisión de las grandes mayorías a minorías implacables. El Partido Comunista Chino nunca tuvo las mismas características de los comunistas occidentales: siempre fue mucho peor. No tenía que destruir ningún sistema democrático, puesto que en China nunca hubo nada remotamente parecido a democracia.

Al caer el último emperador, se impuso un gobierno que tenía mucha relación con el régimen ruso. Los comunistas chinos se cansaron de ser gobernados por una copia de Moscú e hicieron una guerra victoriosa que llevó al poder al Partido Comunista, más radical y cruel hasta que el ruso, que no vaciló en causar la muerte de millones de chinos para satisfacer los caprichos del “Gran Timonel” y sus cómplices inmediatos.

Uno de sus sucesores, el pragmático Deng Xiaoping, decidió dejar atrás las ideas del comunismo en materia económica, y el resultado ha sido impresionante. Pero pretender que eso s puede hacer en Venezuela es un soberano disparate: Venezuela sí conoce la democracia y, aunque pueda parecer discutible, los venezolanos no van a aceptar pasivamente la esclavitud.

El comunismo ha fracasado rotundamente en nuestro país, al extremo de que hasta los comunistas ortodoxos, los del diminuto Partido Comunista de Venezuela, terminaron rechazando a Maduro y el chavismo y siendo rechazados por Maduro y el chavismo.

La vuelta a la democracia es cuestión de tiempo, pero parece inevitable. Ya volveremos a una economía sensata con un gobierno sensato, que nada tendrá que ver con el actual modelo chino. Y habrá que cuidarse con especial cuidado del imperialismo chino. Y aunque parezca discriminatorio, habrá que regresar, de hecho, a la práctica que existió en tiempos de López Contreras: la prohibición de entrada de inmigrantes chinos. Vienen por instrucciones del régimen de Beijing, y no solamente a enviar dólares a su país, sino a imponerse en el nuestro como lo hicieron con los chavistas, los vendepatrias chavistas. 

Eduardo Casanova
@eduardocasanova
Enviado a nuestros correos por
Freddy Rios Rios
friosrios@gmail.com
@doserre
Venezuela

JOISE MORILLO, LA PROFECÍA DE LA BOTA Y EL ROSTRO.

Desde hace largo tiempo he mantenido la idea de que el comunismo como sistema político desaparece con la figura del líder para convertirse en la ley del más fuerte, la cual no se constituye de fuerza física sino de poder de convicción de quién ejerce el liderazgo -por supuesto- tal condición se formula en la medida del uso de la inteligencia con propósito de adquirir poder, tal poder cristalizar con la comunión entre fuerza física y fuerza de verbo aunada a la astucia y el ingenio del líder para enajenar la mente de las masas. En otras palabras, tiranía (griego), patriarcado (latino). 

En relación a lo expuesto previamente, encontraremos que el mecanismo que ejerce este tipo de régimen es el del déspota, o sea, el poder en una sola mano, el del mandamás, caso en que la libertad del común denominador en el país nacional convertido en patria queda abolido y privado a la elite mandataria, dónde el déspota o patriarca decide entre los postulados de sus acólitos y adláteres que fungen de asesores, que hacer, como, cuando,  porque y que conviene o no al Estado tirano.  Los ejemplos del siglo XX fueron muchos, entre ellos: el fascismo de Benito Mussolini e infinidades dictaduras en todos los continentes. El régimen que adoptaron los países socialista y el nacionalismo de Hitler no son excepciones. En el XXI Cuba, Nicaragua, Venezuela. 

De ese modo explicado anteriormente, se priva de libertad al ciudadano de emitir cualquier opinión en contra de quienes ostentan el poder, cosa que sucede las más de las veces con la anuencia inducida con el terror y el sometimiento a causa de toda de clase de controles que afectan directamente la masa popular y, que a la vez,  pasa a ser sin querer, antes que un apoyo incondicional para la tiranía, un cómplice involuntario. De esto George Orwell decía: 

"Si la libertad significa algo, será, sobre todo decirle a la gente algo que no quiere oír." 

Esta clase de régimen no quiere oír nada que ponga -supuestamente- en peligro su imagen de fortaleza y necesaria dependencia que tiene el pueblo de su mandato, en pro de la seguridad de la nación supuestamente acosada por enemigos "gratuitos e imperialistas" 

Libertad que no existe en tiranía, pues la represión es el arma de quienes tienen el poder el sus manos de forma violenta por esos dos caminos antes explicados fuerza física y el poder del discurso (verbo) o convicción. Y,  esta represión se ejerce mediante la fuerza bruta representada por milicias de diferentes clases, cancerberos castrenses, mercenarios y cicarios. 

De modo que la bota militar asociada al mando se deslinda del concepto platónico que concibe al soldado como garante de los derechos del ciudadano y la protección de la nación como una gran familia (la república)  En cambio, se convierte en protector de un Estado, Parricida y filicida opresor, tirano. 

Este avatar del mundo de herencia civilizada y cultural griega habría desaparecido con el modelo democrático cuyo promotor más eminente es Perícles, sin embargo la megalomanía no desaparece en la genética del liderazgo, cuya voluntad aflora en las mentes de quienes han tenido vínculos con las pléyades del mando esperando siempre entre bastidores la oportunidad de haberse el poder. La principal musa de inspiración es la envidia, la codicia, el rencor, etc. 

El futuro y presente triste para las naciones de todo el mundo, principalmente las subdesarrolladas y marginadas, como las de Latinoamérica ej.: Venezuela lo contempla Orwell con sesgo profético de la siguiente forma: 

"Si quieres hacerte una idea de cómo sera el futuro, imagínate una bota aplastando un rostro incesantemente." 

Joise Morillo
kaojoise@gmail.com 
@kao_joi_lin 
Venezuela - EE U U

ARIEL PEÑA, REGULARIZAR REFUGIADOS, UNA BOFETADA A LA CAMARILLA COMUNISTA VENEZOLANA

El cuento de la llamada izquierda colombiana que sigue los dogmas del engendro marxista leninista usando diferentes emblemas, acerca de que Venezuela debe de resolver sola sus problema, es un  mensaje que lo único  que busca en el fondo, es la consolidación de la camarilla comunista venezolana, porque semejante ardid se cae  de su peso cuando existen  en diferentes naciones cerca de 6 millones de refugiados del país vecino, lo que demuestra que este es un problema de toda la comunidad internacional, por lo tanto el plan  del gobierno colombiano de amparar  por 10 años  a los refugiados  venezolanos para regularizarlos,  constituye un hecho  de alta significación  humanitaria y política. 

El anuncio se dio   tras una reunión que sostuvo el Presidente Duque con el Alto Comisionado de  ACNUR (la  Agencia de la ONU para los refugiados)Filippo Grandi  con el que dialogo Duque para  enfrentar la crisis humanitaria por la migración venezolana en la región durante el 2021. La catástrofe humanitaria venezolana con los refugiados que lleva 5 años y que la banda castrochavista de Maduro desmiente, diciendo que son apenas unos pocos miles los que han salido de ese territorio, demuestra que el comunismo se fundamenta en la mentira y que el hambre y el desamparo de los venezolanos le interesa un bledo a la caterva narcomarxista de  Miraflores. 

Se está tacando a tres bandas como se dice en el  billar, en el caso que nos ocupa con el Estatuto del Refugiado que protege a los venezolanos en Colombia, pues en primer lugar ello constituye una bofetada a la camarilla comunista venezolana que ha negado la diáspora de los millones de refugiados que deambulan por diferentes naciones especialmente de Sudamérica, y  que en un gran porcentaje están de pordioseros; en segundo lugar la crisis venezolana sin discusión hará parte de la agenda política electoral con miras a las elecciones de 2022, de suerte que la mamerteria colombiana con sus diferentes componentes no se puede hacer  la de  vista gorda y tendrá que enfrentar el debate. 

El tercer tema es que los aliados históricos del chavismo en Colombia, caso del senador Gustavo Petro, así tengan muy buena prensa en los grandes medios de comunicación, le deben  explicaciones a la sociedad colombiana por sus vínculos ciertos con el proyecto antidemocrático del socialismo del siglo XXl, llámese castrochavismo, alternativo o progresista (que es el mismo perro con distinta guasca), en razón de lo cual los demócratas tienen que desenmascarar a las fuerzas totalitarias, puesto que a los comunistas abiertos o escondidos hay  enfrentarlos por lo que son y no por lo que aparentan. 

Con la crisis monumental en  Venezuela provocada única y exclusivamente por el marxismo-leninismo, que en Venezuela se disfraza de socialismo del siglo XXl, se puede afirmar que en poco tiempo  el 40% de la población estará refugiada en los países vecinos, superando el número de refugiados en cualquier parte del mundo en las últimas décadas, y convirtiéndose Colombia en el mayor receptor, teniendo en la actualidad una cifra cercana  a 2 millones; por lo que la comunidad internacional debe continuar ayudando económicamente, comenzado por  China  y Rusia que son principales aliados de la bestia comunista de Maduro. 

 Colombia no es una nación vividora como dice la pandilla venezolana, sino que la hecatombe producida por la migración puede llevar a un problema internacional de incalculables consecuencias, así que es menester la ayuda para los refugiados venezolanos en  Colombia, y ojala dentro de  los principales países en  socorrerlos, estén  los aliados de la dictadura chavista, quienes deberían también mostrar su comprensión con el pueblo venezolano refugiado. 

Los mamertos colombianos no se quedan  atrás y le hacen el juego a la tiranía venezolana, y han dando voces sobre una supuesta invasión al país vecino por parte de USA y sus aliados, pero ridículamente hacen mención a la soberanía y a  la dignidad en Venezuela, lo que causa hilaridad ¿cuál soberanía y dignidad? Cuando Venezuela es una colonia cubana, cuya invasión fue permitida por  Hugo Chávez para hacerles fieros a los gringos. Entonces si de invasiones se trata ya Venezuela está invadida y Maduro recibe órdenes desde  La Habana, por lo que la soberanía y dignidad en la patria de Bolívar fueron  hoyadas  por los lacayos de Cuba  en Caracas. 

La pandilla  marxista venezolana utiliza también como patraña   el cuento de la   supuesta invasión, buscando adocenar a algunos sectores de la población, y  justificar  el estado de miseria en que se encuentra esa nación en donde la pobreza es del 96%, pero eso sí, culpan al imperio, cuando ese imperio es el que le permite todavía tener algunos ingresos, por eso  estaría en mora  la prohibición  del  envío de remesas a Venezuela, lo que no se descarta  y que lo podría hacer el gobierno de  EE.UU en cualquier momento. 

La rémora chavista desde hace años ha amenazado militarmente a Colombia, comenzando por el propio Hugo Chávez quien decía que sus aviones Shukoi estarían bombardeando a Bogotá en pocos minutos, por lo que el gobierno nacional debe asumir  una posición tranquila pero firme, puesto que los comunistas cuando están  expoliando a  un país son capaces de cualquier locura para permanecer en el poder, por eso no es descartable una agresión venezolana y hay que estar preparados, de ahí que la actitud solidaria del presidente Duque con los refugiados venezolanos es una soberana bofetada a la camarilla comunista venezolana. 

arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia

DEBATE/REUNIÓN RÉGIMEN DE MADURO-FEDECÁMARAS


 

DEBATE/REUNIÓN RÉGIMEN DE MADURO-FEDECÁMARAS