miércoles, 27 de enero de 2016

HENRY RAMOS ALLUP, ENTREVISTA EN VENEVISION

Henry Ramos Allup @hramosallup

RAFAEL POLEO, ESTO NO PUEDE SER, CORTO Y PROFUNDO, MADURO Y CUBA

Rafael Poleo@PoleoRafaeEditor del Nuevo País y la Revista Zeta, 



CARLOTA SALAZAR CALDERÓN, TIEMPOS DE SOCIEDAD VIGILANTE

La sabiduría popular dice que en tiempos de abundancia se debe ahorrar, para los de escasez.  Esta máxima no la han oído los gobiernos en Venezuela, menos la mal llamada revolución. En efecto, Chávez basó su proyecto político en el petróleo y planificó en función de que tenemos una de las mayores reservas del mundo, por ello los planes de la nación se elaboraron en función de ello. ¡Craso error!  Así, comienza su mandato expropiando los sectores productivos para hacerlos improductivos, cero inversión para la producción y un discurso para mantener a las mayorías haciéndoles ver que ellos, consejos comunales y comunas,  iban a manejar la economía del país, cuando la intención era que todo el mundo dependa del Estado, la economía como instrumento de control social. 

El petróleo para los venezolanos ha sido una bendición y una maldición. Cuando comenzó su explotación a principios del 1900 con Cipriano Castro comenzó progresivamente el abandono de los campos, que concentró a la población en las grandes ciudades, acción que se deja ver en los cerros poblados de ranchos. Esta explotación produjo la invasión de extranjeros que explotaron a los nacionales sin consideración de ningún tipo, hecho criticado por los literatos como José Rafael Pocaterra y Rufino Blanco Fombona. Adquiere su esplendor en tiempos 1960 con la creación de la OPEP en Bagdad, bajo el rol protagónico de Juan Pablo Pérez Alfonso. En  1973, los Estados del Golfo Pérsico miembros de la OPEP decidieron aumentar sus precios un 70% y colocar un embargo sobre los países amigos de Israel (los Estados Unidos y Holanda) como consecuencia de la  Guerra de Yom Kimpur. Con este aumento Venezuela experimentó un incremento significativo en las utilidades por concepto de producción de petróleo, cuadriplicándolos.  Cuando Carlos Andrés Pérez promete usar los beneficios del petróleo para aumentar el empleo, combatir la pobreza, aumentar los ingresos y diversificar la economía. Por desgracia, los miembros de la OPEP habían estado violando las cuotas de producción y los precios del petróleo cayeron drásticamente de nuevo en la década de 1980, empujando la recesión. Desde siempre nuestras crisis económicas han estado asociadas al precio del petróleo. Esto es así porque no  ha existido una política petrolera dirigida a la inversión y diversificación de la economía en tiempos de abundancia, lo cual resumió Uslar, en una frase “Sembremos el petróleo”. Ahora, estamos no en crisis: a nivel de explosión social. Cuando el costo de producción es casi igual al valor del barril, sin hacer mantenimiento a lo  existente, ni dotación de lo necesario, por el contrario hurtan y depredan lo que hay. Los obreros van a sabiendas que pueden morir en un accidente por falta de medidas de seguridad. Lo mismo ocurre en el sector eléctrico e hidráulico por eso los apagones, días sin luz, sin agua, las aguas negras en las calles… 
 Ahora nos toca a los venezolanos recibir un país en la ruina económica, política y moral. Y digo a los venezolanos porque como sociedad debemos entender que esto ha pasado por nuestro silencio cómplice y nuestra incapacidad para, exigir, demandar y reclamar. Este déficit hay que suplirlo, ahora, y convertirnos en una sociedad vigilante de sus recursos y su calidad de vida.
Carlota Salazar Calderón
carlotasc@gmail.com
@carlotasalazar

Anzoategui - Venezuela

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, EL PODER Y LA PERVERSIÓN

Vivimos en un país caotizado por las perversiones de un poder codicioso, desnaturalizado, inhumano y atolondrado por el amor al dinero verde y al como sea. Lo que planteo Hugo Dvoskin hace un tiempo me sirve de base para esta opinión.  Los términos “poder” y “perversión” convocan al juego de palabras del que no nos privaremos: “la perversión del poder” nos llevaría por los terrenos de la sociología y de la política. Mal que nos contagia a los gobernantes y políticos hoy en Venezuela. El referente “poder” no es un concepto definible hoy en Venezuela como algo cerca del bien común y en especial para la gente recta y de buenas intenciones. Utilizando nuestra vivencia y la realidad del día a día tenemos una cosmovisión de hechos desastrosos y herrados en la forma de gobernar y legislar, pero aun peor en la forma como se administra justicia (en especial con los hechos de corrupción y actuar inmoral de los altos personeros públicos “Gobernantes y Diputados”).

Sin embargo, podría formularse “el poder de la perversión” y allí dos cuestiones nos implican: la perversión en tanto diagnóstico de estructura y los efectos del poder en el sujeto. Aquí podría hablarse de sugestión y premeditación, aun cuando nuestro intento sea desplazarnos hacia la cuestión de la “sumisión”. Por esa vertiente llegamos a una cuestión clínica: la transferencia y la dirección de la cura cuyo texto rector lleva las marcas de la cuestión “la dirección de la cura y los principios de su poder”.

Si “el poder de la perversión” nos es atinente es fundamentalmente por los efectos que la suposición de un Otro sin castrar, –digámoslo por su nombre, la suposición de la existencia de Dios–, tiene globalmente en las neurosis a muchos y más específicamente en la obsesión del dinero mal habido en los jerarcas que ostentan el poder.

 “Bienaventurados sean los pobres de espíritu porque de ellos será el reino de los cielos”. “Desde un lugar Otro exterior, ocupado por Dios, le es dado al sujeto un lugar, un lugar insignificante. Partiendo de una adhesión incondicional dada por la fe a dicho orden”. ¿Por qué el reino de los cielos se abriría justamente para aquellos que son pobres de espíritu? ¿Acaso no debería abrirse para los ricos de espíritu? Podría bien tratarse de alguna paradoja o, tal vez, de una verdad sobre el Otro. Pobre de espíritu cabe leerlo aquí como falto de deseo, dispuesto a aceptar aquello que le es propuesto, que es dispuesto, que le es impuesto. Aceptarlo sin oposición, con resignación, eventualmente con fe en cualquier decisión del Otro, siempre sabia. Un Otro que sabe, cuyo poder se hace su-misión en el sujeto a quien desde ese lugar le corresponde “los cielos”.

Para Freud el hombre debía enfrentar tres problemáticas centrales. Por un lado, la hiperpotencia de la naturaleza y la fragilidad de nuestro cuerpo. Para ambos, dice Freud, confiemos en la ciencia y la medicina. Por el otro, la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el Estado y la sociedad. ¿Confiaríamos aquí en las leyes hechas por el hombre corrompido y en “el amor al prójimo cuando tiene valor”? Probablemente no, pues “la cultura política imperante encuentra en la inclinación agresiva en tanto disposición pulsional autónoma y originaria (del ser humano) y (y desnaturalizada con alevosía en el Socialismo del Siglo XXI), el obstáculo más poderoso”. ¿Puede esto cambiar con simples diálogos entre los actuantes en política, economía y los que ostentan el poder? Eso es una esperanza y un camino que hay que intentar para no desatar los demonios de la guerra civil.

Pero el más complejo subjetivamente es el cuarto término, que refiere al quehacer que es atinente a nuestra praxis: como cada quien resuelve la cuestión de la insatisfacción, del goce que no hay. Si bien existirían distintas alternativas como sustitución, la religión sería especialmente apta para intentar ese logro –siempre fallido– perjudicando “el juego de elección-adaptación”, imponiendo a todos por igual su camino para conseguir dicha y protegerse del sufrimiento. Su técnica consiste en deprimir el valor de la vida. A este precio, mediante la violenta fijación a un infantilismo psíquico, la religión consigue ahorrar a muchos seres humanos la neurosis individual... difícilmente obtenga algo más... cuando el creyente se ve precisado a hablar de los “inescrutables designios” de Dios, no hace sino confesar que no le ha quedado otra posibilidad de consuelo ni fuente de placer en el padecimiento que la sumisión incondicional”. Del goce que no hay a la sumisión al poder del Otro, la llave es la religión, la religión como discurso y no como praxis. Podríamos postularlo inversamente y llamar discurso religioso a ese texto del sujeto que acepta la sumisión incondicional al poder/saber del Otro. Se trata de la posición del creyente, del aquel que tiene “certeza en la creencia” de que en el Otro hay (un) saber al que hay que someterse. Hay quienes intentamos ir por la política de hacer hechos sociales y promover iniciativas sociológicas de bien común. Actuar con cabeza, corazón y coraje. 

 En transferencia, hay quienes aseveran que la transferencia es un efecto del sujeto supuesto al saber. Podría formularse que la sumisión es un efecto posible de suponer un saber a alguien, particularmente cuando esta creencia toma la forma de una “certeza en la creencia” o una creencia verdadera. No me refiero a la práctica religiosa organizada bajo la forma del mostrador, y tampoco al Populismo venezolano “te doy, me das”, “te pido, te prometo”, “te hago una ofrenda, recibo” “te doy tanto y tú me devuelves tanto” “te consigo un permiso o un cupo y tú me pagas tanto”. Se trata de la práctica robolucionaria que refiere a que “sea como sea y lo que sea lo que pase, es voluntad del Señor Estado”. Forma de atribución de saber que es así se generará en amor de Chavismo. Para el psicoanálisis este amor se leerá como resistencia a las carencias y pobreza; era para Freud un llamado a la interpretación por la dimensión de engaño que supone el amor pues el Otro nada sabe del deseo de cada quien. La religión, demagogia, la hipnosis y la sugestión leerán como verdad esta obsecuencia al bien que el Otro ofrece. La sumisión y el amor transferencial en análisis impiden la revelación de la verdad en tanto dificulta al sujeto escuchar, justo ahí donde para la sugestión se trata de una revelación que el sujeto no debe desoír. En el día a día la caridad es un paliativo y el trabajo es el futuro.

 Este es el momento de pensar que Venezuela necesita un moral cristiana, constitucional y humana sana, virtuosa y compartida por todo el gran conglomerado social que hizo posible liberar a cinco paises Bolivarianos, basta del Bolívar falso y caracterizado para que sirva de sostén a un oprobioso poder y que no sirva para cambiar a un fracaso por unos megalómanos con pasado de prevaricadores.

Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
inpresjubiladosypensionados@gmail.com
@rvjuandedios
Solidaridad Independiente

Caracas - Venezuela  

LUIS EDUARDO MARTÍNEZ HIDALGO, 23 Y 24 DE ENERO, EN LA HISTORIA DE VENEZUELA

El pasado sábado 23 conmemoramos 58 años de la caída de la dictadura militarista de Marcos Pérez Jiménez.
El domingo 24 recordamos el centenario del natalicio de Rafael Caldera, dos veces Presidente de Venezuela.
Convertido en Jefe del Estado luego de las fraudulentas elecciones de 1952, el General Pérez Jiménez tiranizó al país, en solitario, hasta que el pueblo en la calle lo obligo a huir en madrugada. Había sido coprotagonista del golpe que derrocó al Maestro Rómulo Gallegos  e integró la Junta Militar de Gobierno que lideró Carlos Delgado Chalboud; tras su asesinato fue la figura fuerte en el provisorio mandato de German Suarez Flamerich.
Intelectual excepcional, fundador del socialcristiano partido COPEI, Caldera arribó a la Presidencia en dos ocasiones con idéntico patrón: derrotando al candidato oficialista –Gonzalo Barrios en 1968 y Claudio Fermín en 1993- por poquísimo margen para gobernar entonces en minoría.
Pérez Jiménez fue un dictador en toda regla. Caldera un mandatario civilista.
El 23 de Enero, culminó con éxito la rebelión popular que en propiedad se gestó en las catacumbas de la clandestinidad, en las prisiones y campos de concentración del régimen –que los hubo como Guasina y Sacupana-.
El 24 nació en San Felipe, de una mujer que dos años más tarde moriría, un niño que criado por su tía Eva, se convertiría en uno de los líderes fundamentales de la democracia venezolana.
El 23 de Enero fue posible por la unidad de las fuerzas opositoras del país, unidad de la cual Rafael Caldera fue uno de los más importantes constructores.
Caldera, a quien conocí personalmente y el cual me privilegió bautizando a mi hija Isabel, fue un convencido a todo evento de las bondades de la democracia y del respeto que se merecían venezolanos y venezolanas. Cuando era adolescente, le oí una frase –pronunciada tras perder una de las varias elecciones en las cuales participó- “el pueblo nunca se equivoca” que atesoro en mi subconsciente y que deberían entender los actuales gobernantes, a propósito del resultado de los comicios parlamentarios del 6 de Diciembre.
El 23 de Enero de 1958, resurgió la democracia pero esta no fue adulta hasta que Rafael Caldera asumió el poder, oportunidad en que por vez primera, en nuestra historia como nación independiente, un opositor recibió de quienes entonces gobernaban el mandato presidencial, de manera pacífica y sin ningún trauma.
Cadera gobernó con un Parlamento –Congreso bicameral entonces- de mayoría de Senadores y Diputados de la oposición, entendiéndose con ellos, para bien común. No impugnó la proclamación de parlamentarios que le adversaban ante un Poder Judicial cuestionado en su origen, no los insultó, no menoscabó sus atribuciones sino que cohabitó con ellos para garantizar la gobernabilidad en medio de una época de precios bajísimos del petróleo que promedió unos 3 dólares por barril en  su primer mandato y no llegó a 10 al final de su segundo.
Fueron muchos los que murieron en la lucha contra la dictadura militarista, Leonardo Ruiz Pineda, Valmore Rodríguez, Alberto Carnevalli, Antonio Pinto Salinas, entre tantos –todos líderes de Acción Democrática-, miles los torturados, los presos políticos, los exiliados. Fueron bastantes los que Caldera indultó en sus dos mandatos, los guerrilleros izquierdistas en el primero, los alzados militares del 4F y el 27N, en el segundo.
El 23 de Enero el protagonista fue el pueblo unido; Caldera procuró siempre gobernar para el pueblo.
La jornada del 23 de Enero abrió el camino de la paz democrática en Venezuela, Caldera fue un demócrata que privilegió la paz y se esforzó por garantizarla.
Que el espíritu unitario del 23 de Enero y el talante democrático de Rafael Caldera sean constantes en la Venezuela que ahora nos empeñamos en construir, es nuestro ruego a Dios hoy. 
Luis Eduardo Martínez Hidalgo
vicerrector.ugma.unitec@gmail.com
@rectorunitecve

Monagas - Venezuela

PEDRO CORZO EN EL PARAÍSO NO HAY ASESINATOS

Las traumáticas experiencias de quienes han vivido bajo un régimen policíaco son imborrables, pero  lo  doloroso de esas vivencias se acentúa cuando la represión se escuda en fundamentalismos religiosos o en propuestas ideológicas que implican que el mal de unos pocos es el beneficio de todos, incluidas las propias víctimas de la represión.

Cada sociedad reprimida sufre su propia escala de terror. Los instrumentos y métodos represivos dependen de las características del régimen, de la personalidad del caudillo que tomas las decisiones, del sistema de ideas y propuestas tras el cual se cobija, de la identidad  del país  y hasta de la educación, formación e instrucción del represor.

Los resultados de las represiones que más impactan son los asesinatos judiciales o extrajudiciales, las encarcelaciones y el destierro. Son sucesos que atemorizan a todas las personas, pero en particular, a quienes reniegan del gobierno.

Sin embargo, la represión más dañina, la que tiene fatales consecuencias a largo plazo, inclusive para las generaciones por venir, no implica muerte ni  prisión, porque se cimienta en difundir en la sociedad la sensación de estar vigilados y la certeza de que el Gran Hermano, el estado, es una entidad omnisciente y omnipresente que en principio considera que cualquier transgresión a las normas impuestas, es un crimen que debe ser severamente castigado.

Paradójicamente ese tipo de poder se esfuerza por presentar una sociedad perfecta en la que no hay asesinatos pasionales ni accidentes de tránsito. Una sociedad en la que la delincuencia no existe y los crímenes aberrantes han desaparecido.

Por ejemplo, en Cuba, se esfumaron de los medios las llamadas paginas rojas y hasta programas radiales o secciones de prensa en los que se exponían graves conflictos familiares. El país gracias al castrismo era un paraíso, donde todos se amaban, nadie mataba ni robaba.

El afán de mostrar una sociedad nueva condujo en Cuba a la persecución y encarcelación de los homosexuales, prostitutas y proxenetas, y a qué durante la llamada ofensiva revolucionaria de 1968, los bares fueran cerrados, porque según Fidel Castro, quienes asistían a esos lugares eran “antisociales y no le interesaban al pueblo trabajador”.

La constante demostración de poder, y la represión de baja o mediana intensidad en la que participan todos los organismos del estado, incluidas las asociaciones colaterales que haya constituido el régimen como parte esencial de sus mecanismos de control, conduce al individuo a la sumisión y a su posterior masificación.

El objetivo fundamental es que la persona haga consciencia que lo que no está expresamente autorizado está prohibido, un concepto que se apropia de los propios funcionarios del régimen, incluidos los que integran los cuerpos de seguridad, que son los que mejor conocen  los extremos a los que son capaces las autoridades para continuar en el poder.

Esta situación hace que la sociedad en su conjunto se sienta reprimida, al punto de que cuando está suficientemente domesticada, es capaz de aceptar responsabilidad de faltas que no ha cometido.

El individuo y la sociedad transformada en masa se quedan sin opciones, el poder determina la conducta de uno y de todos. Se traiciona por inseguridad, por temor a lo que pueda ocurrir.

El miedo se difunde, la incertidumbre hace presa de todos,  y el sujeto atemorizado criminaliza sus pensamientos y el de los otros, si considera que pueden afectar su seguridad. El miedo, que es proporcional a la riqueza de  imaginación de cada sujeto, conduce a la inacción, la delación y al servilismo, y a concluir que lo importante es sobrevivir, sin que importen las concesiones y complicidades.

Esa represión en términos absolutos logra la degradación del individuo y el envilecimiento de la sociedad, lo que hace que los valores y principios  que caracterizaron el país en cuestión, sean muy difíciles de restablecer cuando las condiciones sean propicias.

Por otra parte las experiencias han demostrado que el enriquecimiento económico de una persona y el desarrollo de un país demandan grandes esfuerzos, talento y voluntad, sin embargo se ha podido apreciar que para empobrecer a las personas o países solo se requiere el atrevimiento de hacerlo.

Es improbable cuantificar los daños morales y espirituales que padecen los que han vivido bajo un régimen dictatorial sustentado en una ideología o religión, tampoco los sacrificios que el individuo y la sociedad deberán realizar para recuperarse de vivencias dolorosas que dejan huellas imborrables.

Pero aún más quimérico es buscar y responsabilizar a los que deben pagar por los sueños y las vidas rotas de quienes han sufrido el poder de los iluminados, de hombres miserables que se creyeron dioses en capacidad de cambiar la condición humana.

Pedro Corzo
pedroc1943@msn.com
@PedroCorzo43

Estados Unidos

DARÍO ACEVEDO CARMONA, POR PAZ CON JUSTICIA VOTEMOS “NO” EN EL PLEBISCITO, CASO COLOMBIA,

La democracia colombiana no es de pipiripao como la califican los intelectuales de izquierda y progres, en cambio lo que sí es de pipiripao es su concepción de democracia. Todos tan rigurosos y tan estrictos cuando se esgrimen los principios de la Modernidad política ante dictaduras de extrema derecha, y tan elásticos, tan sinuosos, tan gelatinosos y tan melifluos con los principios republicanos en cuanto se trata de justificar con teorías traídas de los cabellos el esperpento de degradar la democracia, supuestamente, para defenderla, que es lo que ha ocurrido con la aprobación del plebiscito por las bancadas incondicionales del presidente Santos.

Los estrictos demócratas de pipiripao sostienen que los acuerdos de La Habana no requieren ser refrendados, afirmación que desconoce el valor de la palabra empeñada del presidente y de su ocurrente filósofo Jaramillo que en conferencias, discursos y documentos varios se comprometieron a consultar con el pueblo los acuerdos que se firmaran. Consideran que lo que se pretende entregar en La Habana es cosa de poca monta, o sea que asuntos como la Justicia, la integridad nacional, la democracia, la verdad, la reparación, el castigo etc. son cosas elementales que se pueden sacrificar para alcanzar el bien “supremo” de la paz.
Pero, como ya estamos advertidos de que todo lo que sale de las manos del presidente Santos huele a trampa, a engaño y contiene veneno, estamos obligados a pensar muy bien y con mucha calma cuál ha de ser la política a seguir por parte de quienes formulamos serios reparos a los términos en que se negocia con las FARC. Intentemos dilucidar a qué juega Santos con el plebiscito puesto que tal como fue aprobado: vinculante, ínfimo umbral y sin financiación estatal, es muy probable que sea declarado inexequible por la Corte Constitucional. En ese caso, al Gobierno le quedarían dos salidas, decir que hizo el intento de consultar a la ciudadanía y asumir toda la responsabilidad para implementar los acuerdos, o, entrar en el juego que pretende las FARC de convocar una asamblea constituyente de corte fascista-falangista. Estos desenlaces dan tiempo prudencial para definir qué hacer.
El otro escenario, sobre el que por urgencia y premura estamos obligados a tomar decisiones ya mismo, es que la Corte Constitucional le dé vía libre al plebiscito, con posibilidad de modelar el contenido, por ejemplo, estableciendo algunas garantías para la Oposición. A sabiendas de que no podemos creer en la palabra de Santos de respetar el resultado, y que es muy probable que las FARC, opuestas a este procedimiento, conserven sus armas durante la campaña lo cual quiere decir que está latente la amenaza de volver a usar las armas en el caso de que triunfe el NO, el deber de la Oposición es el de jugarnos a fondo para votar “NO”, a pesar de todas las trampas y las adversidades que se interpongan.
A favor de apostarle al NO, no solo están las razones morales que hemos esgrimido ampliamente en estos tres años largos, sino el hecho protuberante y constante de una opinión pública que en todas las encuestas, aunque se muestra favorable a las negociaciones, deja constancia de su rechazo, entre un 70 y un 83 por ciento, a que los responsables de crímenes atroces no paguen prisión, a que se les otorgue curules en las corporaciones públicas, a que puedan ser elegibles, a que no entreguen sus armas, a que se reforme la doctrina militar y se reduzca el tamaño de las FF AA, a que se parcele la soberanía nacional, entre otros tópicos.
La abstención le deja el camino libre al Gobierno y no dejará de ser lo que siempre ha sido, un saludo a la bandera, una consigna inmovilizadora que fomenta la apatía y la indiferencia frente a la política y la democracia y ante el peligro que se cierne sobre el país.
Los demócratas venezolanos congregados en la MUD nos dieron un ejemplo demostrando que la trampa y el fraude pueden ser derrotados. El reto no es fácil, pues para salir victoriosos tenemos que aspirar a conquistar el voto por el NO de esa opinión que ha sido firme en el rechazo a la paz impune a la paz sin justicia.
Resuelto el dilema de qué hacer en el plebiscito, el siguiente paso es iniciar ya cuanto antes la campaña configurando una Directiva Central de personalidades de la vida nacional bajo el liderazgo del expresidente y senador Alvaro Uribe Vélez y lanzarnos a constituir una amplia alianza en torno al NO. Los comunicadores serán los encargados de los contenidos de las consignas y de la publicidad incorporando usando un lenguaje adecuado para que votar “NO”  quiera decir estar por “La Paz con Justicia”.
Ruben Dario Acevedo Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc

Colombia

ANDRÉS HOYOS, ÁFRICA, DESDE COLOMBIA

Una de mis fantasías juveniles era hacer un viaje de un año por África.

Quería ir a muchos países y enviar crónicas que luego recopilaría en un libro. Al mismo tiempo, pensaba hacerme acompañar de un cineasta para rodar conjuntamente con él un documental. Intuía que una parte desconocida de mi mundo suramericano hallaría explicaciones en el inmenso continente africano, al que visité un par de veces hace cerca de 30 años. La vida posterior me fue envolviendo en ropas cada vez más estrechas hasta que mi fantasía hizo ¡plop!, como una pompa de jabón. Después, al rememorar, me dije que a lo mejor me había salvado de algún tiroteo. ¿Un prejuicio? Al fin y al cabo vivía en Colombia, no en Suiza.

África y América del Sur son parientes cercanas. En todo el altiplano colombiano, por ejemplo, el pasto que predomina por encima de los 2.000 metros de altura es el kikuyo, traído de la región homónima del África Oriental. Nosotros les exportamos el caucho y el cacao, dos de los mayores cultivos del continente, mientras que ellos nos exportaron la palma de aceite, tan abundante a este lado del océano. Nos unió y nos separó la esclavitud, que pasó a hacer parte de nuestro submundo colectivo, a la manera de una herida nunca restañada del todo.

Y no hablemos de la música, pues los diversos tambores y demás instrumentos rítmicos de ambos continentes se hablan entre sí mejor que las personas. Un grupo como ChocQuibTown ha de parecer local en cualquiera de los países selváticos y tropicales del oeste de África.

Tenemos más agua que ellos, cortesía de la inmensa cordillera de los Andes, que nos permite ordeñar las nubes. Por lo tanto, nuestros desiertos son diminutos comparados con el Sahara o el Kalahari. En contraste, las llanuras y selvas africanas contienen la fauna más espléndida del planeta: elefantes, rinocerontes, leones, leopardos, hipopótamos, jirafas, gorilas y los inmensos cocodrilos. Los grandes mamíferos son escasos a este lado del mar, pese a que contamos con la selva más extensa del mundo.

El Homo Sapiens se originó en África y allí vive nuestro pariente más cercano, el chimpancé, pero hoy, cruel paradoja, es en ese continente donde nuestra especie la pasa peor. Solo unos pocos países han dado el salto a la democracia y, ya en ello, casi todas son democracias disfuncionales. Persisten en África las dictaduras que aquí padecimos hasta hace tres o cuatro décadas, salpicadas como una viruela colectiva.

En África fue donde más tarde se acabó el colonialismo. Por ende, los países son jóvenes y, por definición, susceptibles de tener regímenes políticos inestables. El mundo tribal todavía tiene entre ellos mucha fuerza, lo que mina la noción del Estado nación. Nuestra población negra, llamada eufemísticamente afroamericana, es en realidad una mezcla de las diversas tribus esclavizadas, a la que se sumaron otras vetas genéticas, borrando no solo el rastro del origen, sino embrollando el resto de las raíces étnicas de nuestro al final muy mestizo subcontinente.

La pobreza del mundo todavía tiene su principal foco en África. Por lo mismo, allí aún no se ha desmontado la explosión demográfica, aunque hay signos de morigeración. Un misterio, pues, es la población tope que tendrá África en este siglo. Algunos pesimistas hablan de 4.000 millones de personas para 2100, es decir cuatro veces más que hoy.

África, dicho de otro modo, es la principal asignatura pendiente que queda en nuestro planeta.

Andrés Hoyos
andreshoyos@elmalpensante.com,
@andrewholes
Colombia 

LUIS MANUEL CUEVAS QUINTERO, EL DECRETO DE EMERGENCIA, ¿MATERIA DE INTERÉS NACIONAL? TERCERA VIA

El camino analítico muestra -para entender la complejidad de nuestra historia presente-, las fuerzas en conflicto y las opciones abiertas en la Venezuela actual.

Luego del necesario ejercicio de distinción, se puede ver y comprender el contexto con sentido estratégico. Las expectativas abiertas y lo que nos estamos jugando los ciudadanos y la sociedad en un régimen de historicidad que se debate entre un presentismo/pasatista y un futuro incierto que afecta el imaginario nacional y el mundo de la vida de la gente común, se convierten en elementos clave para reconocer que nos encontramos no en un estancamiento, sino en una dinámica dialéctica cuyos resultados si bien no son previsibles del todo, marcan una disonancia gobernada por una creciente demanda contra la corrupción que corroe el aparato del Estado. 

1- Estamos pues, en una crisis real, no sólo económica, sino de valores culturales. Esta totalidad de contradicciones construidas por decisiones erradas, es, en el sentido de los negocios públicos, responsabilidad de un gobierno que pasó de las buenas intenciones, a importar una ideología altamente destructiva de la dignidad humana y depredadora de los recursos. Nos remitimos así, a la genealogía de este socialismo del siglo XXI que se remonta, a la doctrina e ideología castrista, que debemos calificar, sin eufemismos y concesiones como una forma de despotismo tropical o de totalitarismo derivado de las condiciones salvacionistas que el sistema socialista contiene en sus fundamentos. Y por otro lado, a la construcción imaginaria de un Bolívar deformado por el simulacro de la ideología nacionalista. Ambas fuentes, forman parte de un trauma antiimperialista que no deja ver los procesos de juegos de poder actuales.
En semejante campo, Fidel Castro se convierte paradójicamente en un referente del siglo XXI cosificado en los sesenta, convertido en ícono por el imaginario edípico de sus seguidores y fanáticos. Y Bolívar devenido en socialista amulatado como bien señaló Ramo Allup, se transfigura en chavista dejando de ser lo que en realidad era, un hijo del romanticismo y de la ilustración.

En la estructura profunda, el salvador político convertido en censor y controlador de la vida pública y del Estado, ha intentado destruir al individuo, los principios libertarios y la propiedad. No en balde, la consistencia mítica que se contiene en los discursos y las iconografías políticas intenta controlar al individuo, subalternizando sus expectativas a las que dicta el Estado y la Patria inventada. Al decir de Pierre Legendre, “El montaje de los amores patrióticos implica la sangre”. Del decreto de emergencia al Estado de excepción y a la dictadura sobre las necesidades, hay solo una línea muy borrosa.

2- Si se acepta el Estado de crisis, ¿la solución para el Decreto de emergencia debe orientarse en qué sentido?
El que dicta el poder que irresponsablemente metió a la sociedad sin distingo de clases y al país y sus regiones en este cul de sac pseudo socialista, exigiéndole ahora sacrificios en un modo análogo a su enemigo el neoliberalismo, o el de someter a deliberación y discusión en la Asamblea Nacional dicho Decreto que por su naturaleza inconsistente debe ser rechazado como en efecto lo fue. Una cuestión perfectamente normal en toda democracia y en toda sociedad que esté consciente tanto de los equilibrios de poderes, de sus roles y funciones, como del desastre en el que la ideología importada del Caribe nos metió con la complacencia de una buena parte de los venezolanos modelada por el descontento político de los años noventa y dosmil, y la acción comunicativa de un marketing político bolivariano socialista de mucha eficacia en el pasado reciente.

3- Es obvio que pese al llamado al diálogo (que es deseable), este no puede existir si no se llama a reflexión a las partes enfrentadas. Por otro lado, no se va a diálogo sin dejar de lado la pasión de imponer una ideología, cuando lo que necesitamos y esperamos, son soluciones claras y concretas para los venezolanos expectantes que terminan por sufrir los juegos del poder.

4- Naturalmente, la mayor responsabilidad recae en un Ejecutivo que ejerce su libido dominandi sobre todos los demás poderes exceptuando el Legislativo. Esto nos pone en un dilema, se acepta la imposición del designio totalitario de avanzar hacia un Estado de Excepción, o se afirman los principios democráticos de rechazar un proyecto de emergencia gobernado por una desorientación de futuro y por un apego a un pasado anacrónico de luchas sospechosamente antiimperialistas y libertarias que solo vive de discursos en el aire.

El panorama geopolítico no luce prometedor para estos cachorros de Fidel, sobre todo, cuando el referente que es Cuba, está pactando con los EEUU. Qué responda el ejecutivo y sus militantes desenfrenados del PSUV esta inocente interrogante: ¿qué sienten cuando Obama y Raúl se dan la mano?

Y la oposición,  ¿qué debe proponer de modo franco y directo? Como arranque, debe pensar en el eslabón relativamente más débil que es la ciudadanía, quién se debate entre dos formas de aplastamiento: el pseudo socialista que disuelve los sueños y expectativas de los individuos abriéndoles solo el camino de la sumisión o de la inmigración como en Cuba; y el de un temido neoliberalismo que puede conducir al país a una situación Griega que sólo le haría el favor al pseudo socialismo, dándole un balón de aire que podría permitirle recuperar en el sendero populista y del imaginario salvacionista a su electores.

No desperdiciemos el capital humano y simbólico de esa victoria libertaria del 6D (elecciones parlamentarias de 2015. La advertencia es clara y el consenso hacia una tercera vía luce razonable.

5- Si el centro de toda democracia es el trinomio:
Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza. 
Debemos concluir que el proyecto del Ejecutivo de solicitar un Estado de emergencia: NO ES CONFIABLE.

No se fundamenta en el bienestar ciudadano y en el sentido de Nación, sino que es correlato del proyecto de dominación importado del Caribe. Se trata de arremeter con las pocas estructuras de desarrollo y las iniciativas privadas que sobreviven, y más allá, imponer la dictadura sobre las necesidades.

6- No se puede dar un cheque en blanco a un sistema de gobierno que tiene entre sus logros más perfectos, HABER DILAPIDADO LOS RECURSOS DELA NACIÓN EN COMBINACIÓN CON CIVILES Y PROFESIONALES SIN ÉTICA, Y LOGIAS MILITARES CORRUPTAS. Si tenemos un mínimo de sentido estratégico, debemos CONSULTAR A LA POBLACIÓN que sufre el peso de las decisiones erróneas que se producen en los espacios “atmosféricos” del poder. La asfixia se siente, pero también, se siente en ésta Comala nacional, una corriente subterránea de indignación profunda por la actuación y exhibición de una élite gobernante que desde la opulencia habla de sacrificios a la población.

7- Si hemos de prestarle un mínimo de credibilidad, no al decir del gobierno, sino a la teoría que sostiene su cacareado postulado de la democracia protagónica y participativa. La apuesta decidida de la ASAMBLEA NACIONAL para frenar el doble discurso y la moralina cursi de un proyecto nacional errático, sin sentido real de país, que esgrime como matriz el Ejecutivo y su ímpetu dominador y despótico, es si duda alguna, apelar a: LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA.

Es decir, si el Ejecutivo apoyado en una supuesta decisión de la Sala Constitucional del TSJ quiere imponer por la vía del conflicto de poderes un Decreto de emergencia de fuertes tintes salvacionistas a una ciudadanía que no quiere esa salvación pseudosocialista, sino que desconfía de ella tras unos lustros de desastre; debemos plantearnos la última pregunta que motiva a ésta breve reflexión y que es la piedra angular de todo este caos: ¿Lo que se está discutiendo ES MATERIA DE INTERÉS NACIONAL? 

Si es así, y la mentalidad de la dirigencia entiende que junto al imperativo categórico o moral; está la legitimidad constitucional que permite la consulta popular. Recordemos que la Constitución vigente, en el Capítulo IV de los derechos políticos y del referendo popular en su sección primera, de los Derechos Políticos, consagra ampliamente el derecho a participar en los asuntos públicos. Con ello se pasa de la función del elector a la función del ciudadano activo en la “…formación, ejecución y control de la gestión pública….” Un claro principio de la Sociedad civil nacida en un ambiente democrático que no totalitario que en su supuesto de gobernabilidad, garantiza “la sintonía entre el Estado y la sociedad” (pp. 27-29).

Es más, este derecho a participar que es un freno a la manipulación política y su univocidad, y que pone, en situación de horizontalidad, la relación gobernados y gobernantes abriendo un espacio para el ejercicio pleno de las libertades y a la vigilancia ciudadana, queda instituido en el  Capítulo IV De los derechos políticos y del referendo popular, Sección primera: de los derechos políticos Artículo 62 que reza:

“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos, directamente o por medio de sus representantes elegidos o elegidas. La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo que garantice su completo desarrollo, tanto individual como colectivo. Es obligación del Estado y deber de la sociedad facilitar la generación de las condiciones más favorables para su práctica” (p.182)

La implementación, es decir, su puesta en práctica en un contexto que exige en medio de una crisis, queda refrendada en la Sección segunda: del referendo popular Artículo 71.“Las materias de especial trascendencia nacional podrán ser sometidas a referendo consultivo por iniciativa del Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros; por acuerdo de la Asamblea Nacional, aprobado por el voto de la mayoría de sus integrantes; o a solicitud de un número no menor del diez por ciento de los electores y electoras inscritos en el Registro Civil y Electoral” (p.186)

Si estamos de acuerdo en esa doble argumentación del imperativo moral y los valores de los derechos civiles contenidos en la Constitución, ES ACONSEJABLE CONSULTAR A LOS CIUDADANOS O PUEBLO, SOBRE LA TAREA DE CONSTRUIR UN PAÍS DEVASTADO POR LAS MALAS POLÍTICAS y LAS DECISIONES ERRADAS.

El oficialismo no ha consultado salvo en una ocasión al pueblo. La Reforma de 2007 sometida a consulta, tuvo un resultado adverso para la pretensión del Castro chavismo, y debe recordarse como la primera gran derrota que sufrió el proyecto totalitario ante la acción estudiantil y ciudadana. Tal vez allí radique su temor a consultar al pueblo, y quiera en consecuencia fijar dos estrategias: diluir mediante una atomización en Asambleas o parlamentos populares de dudosa legitimidad y fácilmente controlables en una acción de persuasión populista el creciente descontento y el oscurecimiento del significante Bolívar-Chávez creado en los laboratorios de marketing político en la Habana. O recurrir a la Sala Constitucional del TSJ, un laboratorio de absurdas invenciones jurídicas.

8- En otras palabras: La toma de decisiones en un contexto tan crítico como el actual, no puede quedar en manos del Ejecutivo, máxime cuando se habla de una democracia participativa y protagónica que ellos solo concibieron en términos artificiales y a la cual le tienen un temor latente y evidente, pues implica volver dialógica la condición de gobierno, algo inaceptable en toda mentalidad despótica.

Si se quiere derrotar al pseudo socialismo ya erosionado en su autoridad y en supoder de convocatoria, y sobre todo de CONFIANZA,a partir del acontecimiento del pasado 6D de 2015, se debe consultar a la ciudadanía tal y como lo establece la Constitución.

Abrirle espacio a las voces plurales, ayudaría a un PACTO REAL de Ciudadanos que no se reduzca a un pacto de élites mal formadas, pues el Proyecto de emergencia es, MATERIA DE INTERÉS NACIONAL, y en esto: Las universidades, los intelectuales, los gremios de profesionales, los sectores de trabajadores, los empresarios y la gente común, cada uno según sus capacidades, pero expresando sus preocupaciones y soluciones, deben actuar decididamente. 

Negar espacio para manifestar lo que percibe, vive y piensa el ciudadano que hace colas “sabrosas” para sobrevivir en un Estado de Necesidad, y que teme la represión con armas letales en las manifestaciones públicas, es sumergir a la mal leída geometría del poder en una geometría de la dominación, tal y como el pseudo socialismo ha hecho. Ahora desesperadamente intenta,por un lado, contraponer la figura inventada del Parlamento comunal a la Asamblea Nacional, una razón claramente instrumental; y por otro, apoyarse en las concesiones de la Sala Constitucional mediante artificios en apariencia legales.

Todo se desenvuelve como enun vaudeville parlamentario popular sin legitimidad, pues nace del arbitrio de un Ejecutivo que desnacionalizó el país creando artificialmente un Bolívarianismo socialista implantado para cautivar el lado emocional de las masas mientras la geopolítica de Cuba subdesarrollaba a Venezuela.

Aquí está el pasaje –que debemos desmontar-, del socialismo en teoríaal totalitarismo en la práctica y en el control simbólico, o lo que es igual; de una pretendida libertad a una dominación de facto sobre el cuerpo político.

Se trata, y este es un aviso a los políticos, parlamentarios, intelectuales y ciudadanos, de actuar frente a un proyecto que busca convertir la condición libertaria que es plural, y no puede estar subordinada a la voz del amo ni a la cadena y bozal del partido, en un monólogo con un ¡CHITO CARAJO! Frente a ello, ¿DEJAREMOS QUE NOS CALLEN?

Si el gobierno no quiere aceptar su equivocación y persiste en seguir destruyendo la nación con un difuso proyecto conducido por pilotos inexpertos en un mar turbulento, y una burocracia mal formada intentando encender unos supuestos motores de desarrollo que ya llevan varias anilladas. Exijamos entonces que al menos se nos consulte, pues la economía y la libertad son no solo materia, sino espíritu de realización del trinomio: Ciudadanía/pueblo-Instituciones/actores-confianza.

 Con este trinomio, se construye la democracia siempre perfectible y preferible  a toda forma de gobierno despótica que cuando llega al poder y se institucionaliza, teme a la consulta popular y al poder comunicativo de las masas descontentas.


Mérida, Venezuela 23 y 24 de enero de 2016

Luis Manuel Cuevas Quintero
luimanc@yahoo.com
ULA-UNAM
Merida - Venezuela

Mexico

AMERICO DARIO GOLLO CHÁVEZ, POR QUE SE DESPLOMA EL CHAVISMO. (II.FIN)

En el texto I, editado acá, se establecieron argumentos básicos para buscar las razones del desplome del chavismo.  

Buscamos ir más allá de las causas mas visibles, mas inmediatas, mas vividas también, entre las cuales se disputan el primer  lugar la inseguridad e impunidad, la escasez, la pauperización  extrema del casi todos, las casi absoluta ausencia de agua, medicinas, y, en fin, en una palabra, la socialización de la miseria, con la excepción de la boliburguesia, los “enchufados”. 

Esta socialización del hambre, la corrupción, del abuso del poder, es, en buena parte, responsable de la pérdida de significado, de sentido del modelo  binario del discurso buenos/malos, pobres/ricos, y su articulación de fondo, que es la orquestación  de ese discurso que hace culpables de su  la irresponsabilidad, del fracaso del régimen a otro (s), el imperio, los pelucones, la burguesía, la guerra económica…  y esa cadena de imbecilidades que son directamente proporcionales a la jerarquía  en las funciones de gobierno, establecida por Chávez, ejecutada con mas perversidad por Maduro, Diosdado,  se corona  con la destrucción de la lengua que está sometida a la arbitrariedad de su poder.  Del mismo modo en que se viola la constitución se viola, se ultraja  la gramática.

Estos mecanismos  de la manipulación que tienen en la mentira su argumento, que hace, por tanto de la promesa el alimento de la esperanza, que hace del odio un mecanismo  de unión para la agresión y de defensa contra un enemigo inventado por el régimen,  ha quedado al descubierto. Cuando el gobierno expropia, la propiedad no se traslada al desposeído, sino que enriquece y fortalece al régimen, valida la “tesis” de que ser pobre es una virtud  que garantiza los valores de la revolución, porque ser rico es malo.   Pongámosle   nombres para ilustrar, la gente toda sabe y sabemos que las expropiaciones de Agro Isleña, ahora   agro patria, de las haciendas de caña de azúcar, ganadería,… arruinaron la producción agrícola del país, como sabemos todos que las estatización de las empresas del hierro, cemento, etc...ha significado la ruina de esas  empresas y la tragedia de sus trabajadores. Todos saben y sabemos que si se estatiza La Polar se acaba lo poco que queda para comer y sabemos, hasta los ignaros de capirote como yo, que PDVSA y las Corporaciones son un turbio negocio como obscuro es el manejo del Banco Central.
Y todos sabemos, sin excepción,  que el mito Chávez se derrumbó y que su segunda muerte carece de resurrección. Hay quienes creemos que la primera muerte de Chávez estuvo en la muy deficiente cualidad científica de la medicina cubana y probablemente de otros intereses de la Realpolitik del “neoliberalismo” de Raúl Castro, cada vez mas distante de socialismo patria o muerte, y todo el mundo sabe que la segunda muerte de Chávez, está en manos de Maduro, Diosdado y la oligarquía del PSUV, por su necrofilia, macabra ignorancia y su muy mala fe. Por cierto, ya no es fe en Chávez,  Chávez  es retórica hueca, sino  fe en los dólares del imperio y en ejerció terrorista del poder. Un buen chavista de la cúpula no lo es sin un rolex, un auto de alta gama, una mansión con servidumbre revolucionaria, cuentas bancarias gordas, etc. y claro, guardaespaldas.
Pero, siempre quedan preguntas. La plutocracia de los jeques del chavismo, de sus jerarcas, de los boliburgueses, la única burguesía parasitaria conocida,  de los amantes y amos del poder, no tiene preguntas, ellos son la respuestas al porqué son chavistas. Lo son porque no lo son! Son los “dueños” de la dolce vita. Ellos viven del mito Chávez pero sobre todo, de la inmensa corrupción, perversión que los justifica en nombre del eterno, quien los ungió para hacer la revolución. Mas esos otros millones de personas que se proclaman, se y definen como chavista los unen  otros intereses y otra visión del mundo y de si mismos.
Los une la cultura mesiánica, los une la inexistencia de un cuerpo teórico que les permite una identificación, llamemos eufemísticamente, ideológica. Su “falsa consciencia”, por razones de historia, de cultura, de psiquis; los une  la redención, con la misma intensidad que une la resurrección de la carne a los mortales cristianos, empero, estos tienen salida, el miedo a la muerte lo sustituye el paso a la viva eterna.  
En aquellos, la esperanza de superar su miseria se hace terrenal. El mesías, propiamente, el redentor deja su puesto al chamán liberador.  Chávez se hace parte de las deidades  del culto a María Lionza, como también lo es José Gregorio, solo que  contra su voluntad y Chávez por su voluntad; de la santería  caribeña, de la irracionalidad del instinto religioso, de los discursos de sectas cristianas, tantas y tan bien alimentadas con dólares y otros beneficios por el régimen, que lo hizo, no por ellos, sino por el enfrentamiento con el cristianismo católico, que en el caso venezolano, ha sido muy crítico tanto en resguardo de su credo como del conjunto de derechos humanos y el bienestar moral, económico y social del país. 
Si desea la sustentación  amplia de esta síntesis,  escríbame. El justo espacio impone justas restricciones.
Americo Dario Gollo Chávez
americod@gmail.com
@americogollo

Zulia - Venezuela

PANCHO AGUILARTE, LA CRISIS SE AGRAVA

Tal como pensamos y lo manifestamos en publico y en privado el triunfo opositor desnudaría en toda su verdad al régimen de Nicolas Maduro,que dicho sea de paso es el mismo que sembró Hugo Chavez,solo que este ultimo contó con los suficientes recursos y apoyo regional y mundial para disimular u ocultar la verdadera orientación de su revolución.

No se trata de que Maduro sea bruto o cobarde sino que le correspondió cosechar la miseria que el gigante de Sabaneta se encargo de cultivar.
Si algo hay que criticarle a Maduro es esa obstinada manera de continuar por el camino equivocado a sabiendas que se dirige derechito al abismo.
Muchos creyeron que con el triunfo opositor vendría una forma de entendimiento o la presión necesaria para un cambio de rumbo.Pero no ha podido ser peor,el régimen esta empeñado en desconocer la voluntad popular y piensa llegar hasta el final en su antihistorica pretensión de imponer un sistema que no tiene la menor posibilidad de establecerse ni a mediano ni a corto plazo.
Esperabamos que Nicolas pudiera entender y atender los resultados electorales. Creíamos que podía escuchar el grito de mas de ocho millones de venezolanos exigiendo un cambio en las orientaciones de su gobierno.Pero contrariamente a lo que la sensatez y el sentido de la historia obliga Nicolas ha profundizado sus errores, aumentadola confrontacion y ha puesto a los demas poderes publicos en abierta pelea con la AN el mas legitimo de los poderes publicos en Venezuela.Pretende el espigado presidente violentar toda norma en su ilogica concepcion autocratica de poder.
Aconsejado por un irreconocible Herman Escarra que ha dado unas volteretas inconstitucionales y legales para  justificar un zarpazo a la AN a traves del TSJ no obstante que el TSJ carece de legitimidad popular y su origen se deriva del poder legislativo, desea esta nueva version de Escarra cual semejante NEO recargado (Matrix) liquidar a la AN electa mediante el voto directo, secreto y universal de mas de 8 millones, mediante un uso sesgado,interesado e inverosimil de las normas constitucionales.
Creiamos tambien que el nombramiento de Aristobulo se habia realizado con la intencion de facilitar el dialogo y el entendimiento y hasta suponiamos que habia sido concertado pero el mismo Aristobulo se encargo de desmentirlo con la prohibicion de la asistencia de los ministros a la interpelacion legal y constitucional y legal a la que estan obligados.Lo cierto es que la situacion se agrava cada vez mas, la escasez y la inflacion, la inseguridad y la falta de medicinas comienzan a desesperar a los venezolanos sin que se avizore un final feliz de esta historia que comenzo en 1992 pero que niegan sus principales actores que se escriba el capitulo final.
El regimen debe aceptar que el pais reclama un cambio, que voto por ese cambio y obligados estan a respetar la voluntad popular, juntar esfuerzos con la AN para buscarle salida a la crisis.
En democracia se gana y se pierde y esta vez al regimen le toco perder y asi debe reconocerlo en vez de jugar a un enfrentamiento de poderes que de producirse cobraria un alto precio que debemos evitar como sea por el bien de Venezuela y de los venezolanos.Hasta ahora la comunidad internacional nos observa con mucha atencion.La mirada del mundo civilizado esta puesta en nuestra nacion.El regimen esta obligado a preservar los valores democraticos y alejar toda posibilidad de un golpe de estado que luce cada vez mas probable si tuviera exito el plan de Escarra de debilitar las facultades y funciones del Parlamento.

Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte
Láudate Dominun in omni tempore
Alabado sea el Señor todo el tiempo

Anzoategui – Venezuela

DANIEL CHALBAUD LANGE EL LÍDER NO NACE, ÉL MISMO SE VA FORMANDO: EL PUEBLO ES QUIEN LO BAUTIZA Y… MAS TARDE LO CONFIRMA.

Cuando una persona, en cualquier actividad, circunstancia o momento de la vida se destaca, con seguridad lo comienzan a calificar como Líder, en especial en el mundo político. En Venezuela, durante los últimos 80 años, se han destacado y hemos tenido como ejemplo, entre muchos otros, a: Eleazar López Contreras, Medina Angarita, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Rafael Caldera y Carlos Andrés Pérez. Algunos, lamentablemente, la muerte les cortó la oportunidad, como fueron Alirio Ugarte Pelayo y Reny Ottolina.

No pecamos al decir que hoy el país político está exigiendo un Líder. Afortunadamente, la desagradable experiencia que como Nación hemos tenido para convivir millones de venezolanos durante los últimos 16 años, nos ha dado la gran lección de aprender y aplicar lo que en política democrática no se debe hacer: utilizar el odio como mecanismo de división y el adoptar medidas que nivelan y empobrecen hacia abajo.
El pueblo, - millones a quienes les vendaron los ojos y los que nacieron para ver sin poder comparar -, se quitó la venda y mirando hacia su futuro, el pasado 6D expresó su voluntad de negarse a seguir recibiendo migajas y vivir o morir enjaulado.
Hoy, ese pueblo que ve como poco a poco se le va abriendo la puerta de la trampa jaula, y nuevamente, por enésima vez, viendo al final del túnel la luz de su esperanza para la reconquista y fortalecimiento de la Democracia, está a la espera del nuevo LÍDER, que no un Mesías.
Al respecto, muy oportunas las palabras de Ramón Muchacho, Alcalde del Municipio Chacao: “Sobran venezolanos capacitados y dispuestos a ese rescate”. Aseveración con mucha verdad pero que lleva implícita el problema de la sabia escogencia. No es un robot ni un superhombre o mujer. En la misma sencillez de lo que deseamos está la dificultad: no es sólo un líder para gerenciar o un gerente para liderar. Es mucho más: es el Padre o la Madre de la gran familia venezolana. 
Afortunadamente, por allí están, los muy capacitados y muy dispuestos venezolanos, algunos ya bautizados y que solo esperan el momento de su confirmación por parte de sus hijos -el pueblo-  para aceptar la honrosa responsabilidad de “rescatar a Venezuela de forma democrática y constitucional”.

Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo – Venezuela