sábado, 21 de marzo de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DOMINGO 22/03/2020

BEATRIZ DE MAJO: EN MALA HORA, EL VIRUS.COLOMBIA EN CAPSULAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 32 minutos
“Éramos pocos y parió la abuela” dice el refrán que pretende significar, en su sentido más amplio, que cuando hay exceso de algo malo, ello se hará peor en perjuicio de todos. Ese es justamente el caso de Colombia con la infeliz llegada del Virus Corona. Una vez más una crisis somete a prueba a un gobierno debilitado por problemas sociales, por turbulencias económicas, por debilidad en el poder que se ejerce desde la Casa de Nariño, por la imposibilidad de construir consensos políticos para avanzar, por la fractura parlamentaria, por la presencia de un colosal contingente de refu... más »

ARIEL PEÑA: CORONAVIRUS, GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y VENEZUELA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 36 minutos
El dictador venezolano Nicolás Maduro, en su perversidad comunista, desconociendo que las enfermedades no tienen color político, pretendió utilizar la pandemia del Coronavirus o Covid- 19, para buscar el reconocimiento de su régimen por parte del gobierno colombiano; tratando de dialogar con algunos ministros de nuestro país; pero el presidente Duque mostró su liderazgo y cerró la frontera por los casos de Covid-19 presentados en esa nación, porque es muy poco lo que puede aportar Venezuela para combatir el virus, ya que no hay agua, ni medicinas, ni alimentos, ni electricidad... más »

OSCAR ELÍAS BISCET: EL GOLPE BAJO DE CHINA SOCIALISTA NO PUDO CON MAGA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 40 minutos
Las medidas concretas y rápidas del presidente Donald Trump impidieron una extensión intensa del proceso infeccioso, pero conllevó a la afectación grave del mercado financiero. El caballo de Troya llega América y ahora lo hace desde el lejano Oriente. No en la simulación de un trofeo de guerra dejado a sus enemigos en reconocimiento de su resistencia y valentía durante los cruentos combates de la prolongada guerra. Tampoco llevaba oculto en sus entrañas a aquellos valientes y legendarios guerreros que se oponían a que la paz les arrebatara su victoria; sino que eran alegres viaje... más »

ENRIQUE G. AVOGADRO: ¡QUÉ PREGUNTAS, CHE,¡

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 51 minutos
"Nunca son tan peligrosos los hombres como cuando se vengan de los crímenes que ellos mismos han cometido" Sandor Marai El sábado próximo, en coincidencia con la llegada del otoño, el romántico y simbiótico dúo Fernández² culminará los cien días de luna de miel iniciática. También terminarán, por inconducentes, todas las discusiones acerca de quién manda, efectivamente, en nuestro país; me parece, entonces, que amerita preguntarnos qué sucedería si Cristina o Alberto desaparecieran, bruscamente, de la escena política, ya que son los directos responsables de todos los conflictos q... más »

ALFREDO M. CEPERO: TERROR EN LAS HUESTES DE ATILA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 58 minutos
…. así como Atila y sus huestes iniciaron la caída del Imperio Romano, Bernie Sanders y sus bárbaros amenazan con hacer una guerra de tierra calcinada. Después del raquítico desempeño de Joe Biden en las primerias de Iowa y de New Hampshire, las huestes fanáticas que siguen a Bernie Sanders dieron como segura la postulación de su candidato en la convención demócrata del próximo 13 de julio en Milwaukee. Mike Bloomberg, por otro lado, aumentó sus anuncios de campaña con la esperanza de convertirse en el sustituto de Biden como alternativa al radioactivo Bernie Sanders. Pero cuando B... más »

GABRIEL BORAGINA: CÓMO FUNCIONA EL INTERVENCIONISMO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
En el intervencionismo: "La autoridad busca influir en el mercado por la intervención de su poder coactivo, pero no quiere eliminar completamente el mercado. Desea que la producción y el consumo sigan líneas distintas de las prescritas por el mercado no intervenido y quiere alcanzar su objetivo inyectando en el funcionamiento del mercado órdenes, y prohibiciones para las que tiene dispuesta la aplicación del poder de la policía y su aparato de coacción y compulsión."[1] Es decir, lo que el gobierno declara es que no busca el control de todo el mercado, y que tampoco lo hace o hará ... más »

BEATRIZ DE MAJO: EN MALA HORA, EL VIRUS.COLOMBIA EN CAPSULAS

“Éramos pocos y parió la abuela” dice el refrán que pretende significar, en su sentido más amplio, que cuando hay exceso de algo malo, ello se hará peor en perjuicio de  todos. Ese es justamente el caso de Colombia con la infeliz llegada del Virus Corona. 

Una vez más una crisis somete a prueba a un gobierno debilitado por problemas sociales, por turbulencias económicas, por debilidad en el poder que se ejerce desde la Casa de Nariño, por la imposibilidad de construir consensos políticos para avanzar, por la fractura parlamentaria, por la presencia de un colosal contingente de refugiados venezolanos, por el fortalecimiento de la violencia y mayor penetración del narco-negocio. Ni hablar del devastador efecto de la descolgada de los precios petroleros, un efecto colateral de la crisis económica que está tomando forma a raíz de la paralización de China y la que está ocurriendo en cada uno de los países desarrollados sometidos a los efectos del virus. 

Al razonable desorden que priva en cualquier lugar para tratar, en una primera instancia, de atender una pandemia de consecuencias inimaginables, han seguido medidas concretas para abordar cada uno de los aspectos que componen el inesperado pero monumental  impacto ocasionado por una crisis de este calado 

El martes de esta semana que concluye el Gobierno Nacional dictó la emergencia económica y social en uso de una facultad Constitucional que le permite al Presidente tomar al toro por las astas. Para ese momento ya las autoridades regionales habían iniciado la aplicación de medidas de prevención para atajar el crecimiento de una epidemia que se veía llegar con fuerza y que amenazaría devastar hospitales y centros de salud por su incapacidad de repuesta rápida.  Con mayor o menor grado de simpatía todos se plegaron al desiderátum presidencial y el compromiso se hizo general.   

 Los errores que el gobierno de Iván Duque pueda cometer en la interpretación de la voracidad de este mal que aqueja al planeta entero afectarán al Ejecutivo frontalmente. Ya para este momento, antes de empezar la batalla, han sido y serán siendo la oportunidad esperada por los opositores para hacer trizas una gestión que, en su esencia, es arriesgada.   

Esta ocasión no podía ser desperdiciada por los políticos para pescar en rio revuelto. Ya Gustavo Petro, Ex Alcalde Bogotá y Ex candidato a la presidencia colombiana, tomó la antorcha del radicalismo izquierdista y grabó en Facebook un video que solicitó a sus seguidores colocar en las redes. En esta pieza comunicacional Petro asume un rol de experto en la materia y se alza como descalificador de las acciones diseñadas dentro del equipo de Iván Duque, antes de que incluso hayan arrancado.  

Su argumentación está imaginada para confundir usando la experiencia negativa de otros países en el tratamiento de esta pandemia: España e Italia son su mejor ejemplo. No solo considera que la estrategia gubernamental colombiana privilegia en sus decisiones al Capital en detrimento de la vida de los colombianos, sino que califica la postura de Ivan Duque de un “genocidio por omisión”. Y les recuerda a los compatriotas que eligieron a este gobierno con sus votos, la responsabilidad que les atañe en el resultado de este episodio. Política de la más barata, hay que decir, en un momento crítico para su país.  

Es preciso remarcar que  Colombia no es diferente de otros  en aquello de que la justeza en las decisiones de quien los dirige y el éxito que consiga  en su administración, es calibrada con dureza por los administrados. Golpes de timón y cambios  en la estrategia de abordaje de la crisis sanitaria y más adelante del descalabro social y económico estarán en el orden del día inevitablemente en esta particular batalla. 

En este caso, al igual que en todos los otros países que han precedido a Colombia en el abordaje del caos pandémico,  lo que debe privar es la solidaridad total de la colectividad, partidos políticos y actores sociales, empresariales y académicos de todo origen y filosofía, para que el resultado termine siendo un esfuerzo de todos. El sacrificio y la pro-actividad tendrán que ser la regla para cada uno de los colombianos.  

Cualquier otra posición es alienante, destructiva y perversa. Es lo último que le hace falta a la Colombia de hoy.  

Beatriz de Majo
beatriz@demajo.net.ve
@beatrizdemajo1
Desde España

ARIEL PEÑA: CORONAVIRUS, GLOBALIZACIÓN ECONÓMICA Y VENEZUELA

El dictador venezolano Nicolás Maduro, en su perversidad comunista, desconociendo que las enfermedades no tienen color político, pretendió  utilizar la pandemia del Coronavirus o Covid- 19, para buscar el reconocimiento de su régimen por parte del gobierno colombiano; tratando de dialogar  con  algunos ministros de nuestro país; pero el presidente Duque mostró su liderazgo y cerró la frontera  por los casos de Covid-19 presentados en esa nación, porque es muy poco lo que puede aportar Venezuela para combatir el virus, ya que  no hay agua, ni medicinas, ni alimentos, ni electricidad, por ello la comunidad internacional debería tener en cuenta esa situación y tomar cartas en el asunto,  siguiendo los protocolos de  la Organización Mundial de  la Salud(OMS), pues si llega a estar la enfermedad en  un alto grado  en  la patria de Bolívar, sería algo apocalíptico para la región.  

Por eso el  cierre de la frontera con Venezuela debe de ser riguroso, no solo en los pasos fronterizos, sino con las trochas ilegales, por donde pasa la droga para el Cartel de los Soles, amén del contrabando de alimentos que es de lo que comen en varias guarniciones militares venezolanas(caso que hay que mirar por cuestiones humanitarias), sin embargo si el gobierno colombiano necesita de ayuda internacional para controlar toda la frontera con Venezuela, hay que pedirla; ya que la camarilla comunista es inescrupulosa y al igual que en   la novela “La Peste” del gran escritor francés Albert Camus, a los contrabandistas mencionados en la obra literaria en la ciudad de Orán, no les importaba  la gravedad de la  enfermedad sino los negocios, de la misma manera al régimen venezolano no le preocupan las calamidades de sus ciudadanos, sino conservar el poder, así  le toque gobernar en los cementerios,  aunque demagógicamente toma medidas en contra del Covid-19, exhibiendo sensiblería.  

Por otra parte no deja de causar asombro que en China, la nación que más contamina al planeta, fue donde se originó el Covid-19, que tiene al mundo en consternación, pues el país asiático es el que más se ha beneficiado de la globalización económica, perjudicando a los trabajadores de la tierra,  demostrándose lo catastrófico del comunismo en su aplicación práctica. Subrayando que el presidente  estadounidense  Donald Trump, en su  discurso ante la 74  Asamblea  de la ONU, el año pasado, resaltó el nacionalismo frente a la globalización, recomendando volver a una cultura patriótica con la frase: “el futuro no pertenece a los globalistas, sino a los patriotas”; por lo que ante lo nefasto de la pandemia  con  la que actualmente vive el planeta, se avecina una recesión, por lo  que países como Colombia deben hacerle  frente de acuerdo a sus peculiaridades.  

En el  caso  de un nuevo orden económico mundial, por la actual crisis sanitaria que enfrentan los seres humanos, naciones como Colombia, tienen que echar mano de una genuina autodeterminación y autogestión, fortaleciendo su aparato productivo en la industria y en  el campo, creciendo  hacia adentro y  participando en un plan  multilateral de comercio, pero en condiciones de igualdad con los demás países,  porque  la humanidad se tendrá que resignar a vivir con la nueva enfermedad, que fue  gestada en la China, cuyo partido comunista, debería estar pensando en indemnizar a las naciones que han sido víctimas del flagelo, demostrándose nuevamente que el marxismo es un enemigo de la humanidad.  

Si hay un cambio en la economía  mundial, la globalización será la gran derrotada, y en el caso colombiano se tendrá que impulsar un sistema de economía múltiple, mediante un modelo autogestionario, en donde se recojan las iniciativas privadas y colectivas, en busca del bienestar de toda la ciudadanía, para fortalecer la democracia económica que no permite el abuso de  los monopolios, pero además rechazando al marxismo que le ha causado inmensas tragedias a la tierra, como la que estamos viviendo con el Covid-19, pues el comunismo aparte de ser  totalitario, estatista e idiotizador, impulsa la miseria de los pueblos como condición necesaria, para cumplir con sus torvos fines.  

El sistema de economía múltiple reúne las experiencias positivas del capitalismo industrial y comercial, la social democracia y la autogestión libre y creativa, buscando la independencia económica de las personas;  reiterando que necesariamente hay que reprobar al comunismo y a la acumulación desmedida de capital que en varias ocasiones ha conducido a recesiones económicas mundiales, en donde el dinero se maneja como en un casino, pues esas grandes masas se vuelven especulativas por no tener destino productivo.  

Indiscutiblemente  el Covid-19, tendrá profunda incidencia en la economía mundial,  relegando  a la globalización y fortaleciendo  la iniciativa  de las naciones, para lo que hay que estar preparados, en donde  Colombia debe buscar  alternativas económicas que le permitan una mejor calidad de vida para toda la población; resaltando  nuevamente la actitud del presidente Duque frente  a la pandilla venezolana de Nicolás Maduro, quien por todos los medios ha buscado el reconocimiento del gobierno nacional en los últimos meses, primero con una jugarreta utilizando a la excongresista Aida Merlano y ahora con el Coronavirus, pero como se dice coloquialmente al dictador venezolano le salió el tiro por la culata, y el presidente Iván Duque mostró dignidad al no dejarse  manosear. 

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Desde Colombia

OSCAR ELÍAS BISCET: EL GOLPE BAJO DE CHINA SOCIALISTA NO PUDO CON MAGA

Las medidas concretas y rápidas del presidente Donald Trump impidieron una extensión intensa del proceso infeccioso, pero conllevó a la afectación grave del mercado financiero.

El caballo de Troya llega América y ahora lo hace desde el lejano Oriente. No en la simulación de un trofeo de guerra dejado a sus enemigos en reconocimiento de su resistencia y valentía durante los cruentos combates de la prolongada guerra. 

Tampoco llevaba oculto en sus entrañas a aquellos valientes y legendarios guerreros que se oponían a que la paz les arrebatara su victoria; sino que eran alegres viajeros de regreso a casa o en su mayoría excursionistas foráneos, quienes en su interior portaban al caballo troyano, el nuevo símbolo de virulencia y mortandad de la peste en pleno siglo XXI, el coronavirus.

La enfermedad del coronavirus o Covid-19 (acrónimo de la enfermedad y el año de presentación) se desencadenó de forma explosiva y rápidamente se diseminó entre la muchedumbre en la China socialista. Los primeros casos fueron en la ciudad de Wuhan, diciembre de 2019 y en febrero de este año ya la ciudad, provincia de Hubei, de alrededor de 12 millones de habitantes, estaba en cuarentena.
La enfermedad se caracteriza por un proceso de incubación de 14 días, donde pueden aparecer los síntomas y signos como un catarro común, pero su decaimiento es más intenso, instalación de una neumonía y expectoración sanguinolenta, diarreas y fallo multiórganos que puede llevar a la muerte y se transmite por vía respiratoria, al contacto con las gotas que se expulsan al toser, estornudar o respirar, en humanos, o la ingestión de animales contaminados. El agente patógeno es el virus SARS-CoV2, de alta movilidad y una mortalidad de un 18%.

La falta de transparencia y el mal trabajo administrativo de las autoridades gubernamentales chinas desencadenaron una crisis de salud pública tan intensa que se le fue de control y perjudicó a 116 países, algunos de ellos están más afectados: Corea del Sur, Japón, Irán, Francia e Italia. En este último las autoridades tuvieron que poner a 60 millones de personas en cuarentena, o sea, a todo el país.

Del mismo modo se contaminó con el Covid-19 EEUU. Las medidas concretas y rápidas del presidente Donald Trump impidieron una extensión intensa del proceso infeccioso, pero conllevó a la afectación grave del mercado financiero. Los estadounidenses habían despedido el año 2019 rebosados de esperanzas económicas, por el posible acuerdo de primera fase con China y el mercado bursátil tenía una récord nunca antes visto.

El 26 de diciembre de 2019 la bolsa de valores de Nueva York (NY) cerró sus tres principales índices en récord, el Nasdaq supera los 9 000 puntos por las sólidas ventas de las acciones de Amazon.com, el más alto desde 1997; el índice de referencia S&P 500 con una ganancia de un 29%, el mayor desde 2013 y el Promedio Industrial Dow Jones subió de 105,94 a 28 621,39. Aunque continúa el temor de los accionistas, la realidad es que el lunes 8 de marzo del corriente año, la bolsa de NY cayó estrepitosamente, los índices de Wall Street y los precios del petróleo, recordándonos la crisis financiera del 2008. Las nuevas acciones políticas de iniciativas económicas de Trump y el buen estado de la economía evitarán ese desastre para la nación americana.

En verdad, los EEUU al interrelacionar su mercado económico con el de China continental, que posee un gobierno tiránico e impuso a su población una sociedad de miedo, están consumiendo los tragos amargos de una relación interdependiente y desbalanceada entre una sociedad libre y la otra de miedo. La sociedad democrática sostiene a un inmoral régimen de neoesclavitud.

Aunque en esta epidemia de Covid-19 ha existido la mala intención de desinformación y las teorías conspirativas del proceso infeccioso en el mundo. Debemos conocer que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EEUU (CDC) realizó estudios de cultivos celulares del virus y no ha rechazado desde el punto de vista genético que su origen esté en la vida silvestre y no fue creado por humanos. También la comunidad de científicos de muchos países concuerda con estos trabajos investigativos de la CDC.

Por supuesto, el Covid-19 es un virus del alta virulencia y transmisibilidad y de tasas elevadas de morbilidad en la población general y una alta mortalidad entre las personas mayores, con baja letalidad entre niños y jóvenes, además al distribuirse a través del aire, constituye un posible agente importante de bioterrorismo, que las autoridades gubernamentales y sanitarias de un país no pueden minimizar para proteger debidamente la salud de la población.

China socialista es una sociedad de miedo, donde las libertades fundamentales son mutiladas y en especial la libertad de expresión. Por eso el gobierno de China mantuvo en oculto a la opinión pública nacional e internacional el surgimiento y desarrollo del proceso infeccioso en su país. Y, asimismo, en ese trabajo de censura actúa la Cuba castrosocialista.

La pandemia del coronavirus ya está en Cuba. El régimen de Castro-Díaz-Canel anuncia los primeros casos, aunque la población conoce de casos autónomos cubanos. La era de internet ha acelerado la descomposición del totalitarismo sobre los medios de información y comunicación y, contra viento y marea, el ciudadano cubano es una pizca más libre.

Oscar Elías Biscet: 
lanuevanacion@bellsouth.net
@oscarbiscet
Presidente de la Fundación Lawton de Derechos Humanos
Presidente del Proyecto Emilia
Medalla Presidencial de la Libertad
https://www.diariolasamericas.com/opinion/el-golpe-china-socialista-no-pudo-maga-n4194858 

ENRIQUE G. AVOGADRO: ¡QUÉ PREGUNTAS, CHE,¡

"Nunca son tan peligrosos los hombres como cuando se  vengan de los crímenes que ellos mismos han cometido"  Sandor Marai

El sábado próximo, en coincidencia con la llegada del otoño, el romántico y simbiótico dúo Fernández² culminará los cien días de luna de miel iniciática. También terminarán, por inconducentes, todas las discusiones acerca de quién manda, efectivamente, en nuestro país; me parece, entonces, que amerita preguntarnos qué sucedería si Cristina o Alberto desaparecieran, bruscamente, de la escena política, ya que son los directos responsables de todos los conflictos que nos atraviesan. 

Alberto, que cambió de ropaje y de principios (es un reputado groucho-marxista) infinidad de veces en su vida, confirmó sin ambages que "somos lo mismo"; por un breve lapso, intentó vendernos un albertismo bien comportado, pero esa campaña abortó rápidamente al ser cruzada por la tropa del Instituto Patria y su propio gabinete de ministros. 

En las últimas semanas, de acuerdo con su consorte, obligado a hacer populismo sin dinero y golpeado por huracanes de dimensiones globales (baja del precio del petróleo y los mercados, pandemia de coronavirus y crisis de la deuda), ha generado insolubles e inoportunas rupturas con el campo, con las empresas de la economía del conocimiento, con las estructuras del Estado en las cuales ha nombrado a connotados delincuentes, con las fuerzas armadas y de seguridad, con la Ciudad de Buenos Aires, con la prensa libre y el periodismo de investigación, con la Justicia y el Ministerio Público y con los católicos y los evangelistas (¿de qué se disfrazará ahora SS Francisco, que tanto hizo por el triunfo de esta pareja?). 

Ha ninguneado al 40,8% que no los votó, que se resiste a la renovada impunidad de la corrupción y que cada día se enoja más con la entrega total de los organismos de control -en especial, aquéllos con injerencia en las causas judiciales- a los principales saqueadores y con la forma en que pretende educar a nuestros hijos y destruir nuestro idioma. 

Pero es Cristina quien está dispuesta inmolar al país en su siniestro altar de venganza. Es ella quien odia al campo sin matices, desde que perdió en 2008 la votación por la Resolución 125 y prefiere llevarnos al suicidio colectivo sin alimentos y sin dólares. Es ella quien ha ordenado poner en marcha esos conflictos simultáneos que, sin duda, llevarán a un enfrentamiento social de inimaginables consecuencias, algunas de las cuales -por ejemplo, si el payaso de Juan Gabrois realmente intentara hacer "desaparecer" a los  productores agropecuarios- serán violentísimas. 

Es Cristina quien importó el lawfare, desarma a las fuerzas de seguridad e impone las políticas garantistas para los criminales. Es ella quien ordena a Axel Kiciloff ignorar a los intendentes. Es ella quien selecciona a los funcionarios de mayor nivel, incluyendo a los embajadores en países claves para nuestra inserción global. Es ella quien echa leña al fuego de la relación con el FMI mientras Martín Guzmán hace peligroso equilibrio con los bonistas. 

Es Cristina quien persigue a los gobernadores de Cambiemos y ejecuta cualquier zafarrancho para liberar a Milagro Salas. Es ella quien otorga asilo a Evo Morales e invita a Rafael Correa, Miguel Díaz-Canel e importantes representantes de Nicolás Maduro a los fastos oficiales. Es ella quien, escudada en la falaz enfermedad de su hija, coordina en Cuba con las cúpulas castro-chavistas la nueva revolución marxista en América Latina. Es ella quien ordena dinamitar todos los puentes con Uruguay, Brasil, Bolivia, Chile y, por supuesto, Estados Unidos. 

Pero todo eso es consensuado y ejecutado por Alberto, un pusilánime fusible acomodaticio, un mero muñeco a través del cual habla la ventrílocua, que no vacila en contradecirse permanentemente (¡qué novedad!), se trate de la declamada alianza estratégica con el campo, de las retenciones a las exportaciones, de las tarifas de servicios públicos y del transporte, de los aumentos de las jubilaciones, de su "gobierno de científicos" del respaldo a los oficiales de las fuerzas armadas, de las paritarias "sin techo", de la emisión monetaria o de la inflación, y de las heladeras llenas. 

Si Cristina no estuviera en el puente de mando, ¿continuaría Alberto solo estas batallas?, ¿le perdonarían una defección a la "doctrina" los fieles escuderos de la viuda? Hay una peor alternativa: ¿y si fuera Alberto quien abandonara el comando formal?, ¿a qué desatados extremos nos conduciría esta psicótica mujer?, ¿intentaría, por ejemplo, crear milicias armadas al estilo chavista?, ¿pretendería implementar una suicida reforma agraria?, ¿qué nuevos acuerdos secretos firmaría con Venezuela, Irán, Rusia y China? 

Como queda claro y salga pato o gallareta, los argentinos veremos -y permitiremos- como nuestro país continúa despeñándose hacia ese infierno en que están las civilizaciones y las naciones que han dejado de existir. 

Enrique Guillermo Avogadro
ega1@avogadro.com.ar
ega1avogadro@gmail.com
www.avogadro.com.ar
@egavogadro
Desde Argentina

ALFREDO M. CEPERO: TERROR EN LAS HUESTES DE ATILA

…. así como Atila y sus huestes iniciaron la caída del Imperio Romano, Bernie Sanders y sus bárbaros amenazan con hacer una guerra de tierra calcinada.

Después del raquítico desempeño de Joe Biden en las primerias de Iowa y de New Hampshire, las huestes fanáticas que siguen a Bernie Sanders dieron como segura la postulación de su candidato en la convención demócrata del próximo 13 de julio en Milwaukee. Mike Bloomberg, por otro lado, aumentó sus anuncios de campaña con la esperanza de convertirse en el sustituto de Biden como alternativa al radioactivo Bernie Sanders. Pero cuando Biden resucitó gracias al congresista James Clyburn y al electorado negro de Carolina del Sur, Bloomberg se retiró de la campaña y la vieja guardia del partido demócrata cerró filas junto al ex Vicepresidente.

Todo esto indica que, aunque los neo-comunistas hacen más ruido en los medios sociales, los moderados todavía son mayoría en el Partido Demócrata. Esta mayoría sabe además que, aunque Bernie Sanders esconde su verdadera ideología diciendo que es un social demócrata, su retórica y su conducta lo muestran como un neo-comunista congénito.

Por mi parte, me quito por un momento mi sombrero republicano y felicito a los demócratas por haber confrontado un golpe de estado que habría destruido a su partido y cambiado en forma radical a la nación americana. Porque una democracia saludable demanda la participación de más de un partido. Si alguno lo duda pase revista a la indefensión de los ciudadanos bajo los regímenes de partido único de China, Rusia, Cuba y Venezuela.

Pero esta gente de la izquierda vitriólica no va a izar la bandera blanca. Por el contrario, así como Atila y sus huestes iniciaron la caída del Imperio Romano, Bernie Sanders y sus bárbaros amenazan con hacer una guerra de tierra calcinada. Odian las instituciones, las  leyes y la cultura de los Estados Unidos a tal punto que, si no pueden cambiarlas, prefieren hacerlas desaparecer. Según reza la leyenda, por donde pasaba el caballo de Atila no volvía a crecer la hierba. Pero es obvio que el septuagenario de Sanders no es jinete capaz de cabalgar siquiera en una yegua famélica.

Por otra parte, después del triunfo de Biden en las elecciones primarias de Carolina del Sur la campaña electoral demócrata dio un giro de 180 grados. El  establecimiento del partido presionó a los aspirantes a abandonar la campaña y declarar su apoyo al vicepresidente. La senadora Amy Klobuchar, el alcalde de South Bend en Indiana, Pete Buttigieg y el ex congresista Beto O'Rourke participaron en un multitudinario acto político de Biden en el crítico estado de Texas.

Lo mismo hicieron otras figuras de relieve dentro del  partido. El ex presidente del Senado Harry Reid declaró que Biden era "el candidato que podía aglutinar un movimiento representativo de todas las fuerzas políticas con la capacidad de derrotar a Donald Trump". También expresaron su apoyo a Biden funcionarias de alto relieve en el gobierno de Obama como Susan Rice y Samantha Power. Después de mantener un sospechoso y largo silencio dentro de este proceso, el padrino Barack Obama dejaba ver su mano siniestra.

Ante este ominoso panorama, las huestes de Sanders han sido embargadas por el terror y, como la fiera acorralada, han decidido subir la parada girando más a la izquierda. En el curso de un acto en Salt Lake City, Utah, Sanders anunció que había recibido el apoyo del grupo de izquierda "Democracy for America" y de la revista radical "The Nation". Igualmente destacó el apoyo a su campaña de las congresista de la izquierda radical Ilhan Omar, Alexandria Ocasio-Cortez, Rashida Tlaib y Ayanna Pressley.

Para entender mejor los acontecimientos que se avecinan es importante que tengamos una idea de quién es Sanders como ser humano. Desde el punto de vista cultural, este hombre se identifica como judío pero no cree en la religión judía ni en ninguna otra. En 1960 vivió y trabajó seis meses en un kibutz, en el estado de Israel, fue miembro de la Liga de Jóvenes Socialistas en la Universidad de Chicago y reclamó la condición de objeción por motivos de conciencia durante la guerra de Vietnam. Lo más cercano a una religión es su admiración por el Papa Francisco de quién dice que se siente cercano a sus enseñanzas y que es: "Increíblemente inteligente y valiente". El diablo los cría y ellos se juntan.

Habiendo apuntado quién es Sanders, me parece oportuno señalar quién no es Sanders. No es miembro del Partido Demócrata por el cual ha aspirado a la presidencia en dos ocasiones. Es demasiado radical y arrogante para pertenecer a partido alguno. Sanders es la versión americana del marxismo, el fidelismo, el chavismo y el sandinismo, no sólo por su filosofía de izquierda sino por su conducta totalitaria.  Los demócratas se crearon el problema ellos mismos cuando permitieron que un "enajenado solitario y totalitario" compitiera por la postulación a la presidencia como miembro de su partido.

La ignorancia de este hombre sobre la psicología humana y sobre las leyes de la economía lo han llevado a llenarse la boca diciendo: "Estoy aspirando a la presidencia de modo que, cuando lleguemos a la Casa Blanca, juntos podamos lograr un ambiente de justicia económica, racial y social". Cabe aquí preguntarse, ¿dónde está la varita mágica para hacer realidad esta promesa? Porque el gobierno puede crear las condiciones para el éxito pero no el éxito particular de cada ciudadano. Eso lo lograra cada individuo por sí mismo según sus ambiciones y sus capacidades que son siempre diferentes en los seres humanos.

A mayor abundamiento, veamos ahora los temas principales en el programa de Sanders. Este alucinado ha prometido proporcionar a todos los ciudadanos en forma gratuita educación universitaria, sistema de salud, vivienda, seguridad social, jardines infantiles; así como purificación del medio ambiente y eliminación de las deudas médicas y estudiantiles. Dicho bien claro: una sociedad de zánganos sin incentivos para trabajar ni energías para exigir sus derechos.

Por otra parte, el supuesto salvador del Partido Demócrata tiene los pies de barro y el cerebro desarticulado. Joe Biden es un hombre corrupto y un anciano con obvias señales de demencia galopante. En su medio siglo como político ha recibido donaciones de compañías de tarjetas de créditos, sistemas de salud y de combustibles fósiles. Las mismas que ahora ataca en su aspiración a la presidencia. Sus hermanos y sus hijos se han enriquecido al amparo de su influencia política. El escándalo más reciente el de su hijo Hunter recibiendo prebendas exuberantes de compañías chinas y ucranianas.

Sus lagunas mentales producen una inmensa lástima. No recuerda el nombre de los lugares en que se encuentra, cambia el nombre de los periodistas que lo entrevistan, se olvida de las palabras del juramento a la bandera, dice aspirar al senado cuando pide el voto para presidente y llega a confundir a su hermana con su esposa. Dios nos ampare que llegue a ser presidente porque, si llegara, sería manipulado por los peores elementos siempre a la caza de privilegios y sinecuras.

Por todos estos obstáculos todavía podrían haber sorpresas que conduzcan a una convención abierta en el próximo mes de julio. Ni Sanders ni Biden y el peligro para los demócratas de un candidato improvisado tratando de mantener un equilibrio incestuoso entre los moderados y los neo comunistas. Lo que implicaría la alta probabilidad  de que se repitieran los desastres de George McGovern en 1972, en que Nixon le ganó 49 de los 50 estados y de Walter Mondale en 1984 en que Reagan le hizo lo mismo a su adversario. De todas maneras, los demócratas deben de apretarse los cinturones para el circo político que tendrá lugar en su convención de Milwaukee. Lo que se juegan es la existencia de un partido que, al igual que el republicano en estos mementos, representó una vez los verdaderos valores de la democracia americana.

Alfredo Cepero
alfredocepero@bellsouth.net
@AlfredoCepero
Director de www.lanuevanacion.com
Desde Estados Unidos

GABRIEL BORAGINA: CÓMO FUNCIONA EL INTERVENCIONISMO

En el intervencionismo: "La autoridad busca influir en el mercado por la intervención de su poder coactivo, pero no quiere eliminar completamente el mercado. Desea que la producción y el consumo sigan líneas distintas de las prescritas por el mercado no intervenido y quiere alcanzar su objetivo inyectando en el funcionamiento del mercado órdenes, y prohibiciones para las que tiene dispuesta la aplicación del poder de la policía y su aparato de coacción y compulsión."[1]

Es decir, lo que el gobierno declara es que no busca el control de todo el mercado, y que tampoco lo hace o hará de manera permanente, sino transitoria para "corregir" lo que habitualmente se dan en llamar las "fallas del mercado" que en rigor no son tales. Dichos propósitos no necesariamente estarían inspirados con fines de perjudicar a la gente o -al menos- a no toda la gente. El intervencionismo, a menudo, está infundido en otra doctrina económica que se denomina distribucionismo que -a su vez- descansa en la desgraciada tesis de la "justicia social" y que -a su turno- halla su fuente en el Dogma Montaigne que se resumía en el falso apotegma por el cual "la riqueza de los ricos es causa de la pobreza de los pobres". En otras palabras, detrás de la decisión última de intervenir en la economía de mercado existe toda una serie de falsas preconcepciones que pretenden justificar los propósitos intervencionistas.

"Pero son intervenciones aisladas: sus autores afirman que no planean combinar estas medidas en un sistema completamente integrado que regule todos los precios, salarios y tipos de interés y que por tanto ponga en el control completo de la producción y el consumo en manos de las autoridades."[2]

Creen que, en el tiempo y el espacio tales disposiciones aisladas no afectan el funcionamiento del mecanismo de mercado, y que podrán dejarse de tomar las mismas o suspenderlas sin efectos secundarios o colaterales. En realidad, es cierto que si se suspende o se eliminan por completo aquellas el mercado tratará de restablecer la situación al punto anterior a la intervención gubernamental, pero la experiencia histórica ha demostrado que pocos o ningún gobierno que haya interferido con el mecanismo de mercado ha dejado de hacerlo, pese a que en algún momento ello haya sido su designio. La práctica ha confirmado que cuando las autoridades adoptan una providencia intervencionista a ella le sigue otra, y luego otra, y así sucesivamente.

"Sin embargo, todos los métodos de intervencionismo están condenados al fracaso. Esto significa: las medidas intervencionistas deben necesariamente generar condiciones que desde el punto de vista de sus propios defensores son menos satisfactorias que estado previo de cosas que pretende alterar. Estas políticas son por tanto contrarias a sus propósitos."[3]

A pesar de las mejores intenciones el camino al infierno está plagado de un gran número de ellas (como dice el célebre refrán). No hay ningún modo de evitar ni eludir los efectos de los actos que tratan de violar las leyes del mercado. Estas se cumplen de forma inexorable, y en contra aun de los deseos más nobles que inculquen al gobernante más benemérito del mundo (sí que el tal existió, existe o existirá). El contexto que se genera al entorpecer las leyes de mercado empeora siempre el entorno, poniéndolo en un grado peor al que tenía antes de la intervención, y con la cual se pretendía solucionarlo. El intervencionismo hace de lo malo algo peor.

"Los salarios mínimos, ya sean aplicados por decreto del gobierno o por presión y coacción sindical, son inútiles si fijan los salarios al nivel del mercado. Pero si tratan de aumentar los niveles salariales por encima de los que habría determinado el mercado laboral no intervenido, generan desempleo permanente en una buena parte de la potencial fuerza laboral."[4]

Mal que le pese a la mayoría de las personas el salario no es otra cosa que el precio del factor productivo que se llama trabajo, siempre ha sido así y siempre será así, en tanto los recursos sigan siendo más escasos que las necesidades que hay de ellos. En consecuencia, ese salario solo puede fijarse por intermedio del libre juego de la oferta y de la demanda si lo que se quiere es que todos los factores productivos de ese mercado especifico estén empleados o, en distintos términos, si se quiere que todo aquel que desea trabajar encuentre una ocupación en que hacerlo. Si el salario de mercado se altera por parte de los gobiernos es cuando aparece el desempleo.

"El gasto público no puede crear empleo adicional. Si el gobierno proporciona los fondos necesarios gravando a los ciudadanos o tomando prestado del público, deroga con una mano tantos trabajos como crea con la otra. Si el gasto público se financia tomando prestado de los bancos comerciales, significa expansión del crédito e inflación. Si en el curso de esa inflación el aumento en las materias primas excede al aumento en los salarios nominales, caerá el desempleo. Pero lo que hace que disminuya el desempleo es precisamente el hecho de que estén cayendo los salarios reales."[5]

En el primer caso, no hay ninguna "creación" de empleo sino solo una ilusión del mismo. Lo que -en realidad- sucede es que se transfirieren los empleos del sector privado al sector público (estatal). Los puestos de trabajo que aparecen en el sector burocrático son los mismos que desaparecen del privado. No hay pues ninguna "generación" de empleo. Además de ello, se evita con esta orden que puedan crearse genuinos puestos de trabajo en el sector productivo de la economía que es siempre el privado.

En el segundo caso, los préstamos que el gobierno toma de los bancos deberán ser amortizados a su tiempo, y como el gobierno jamás cuenta con recursos propios se verá obligado a volver a tomar crédito o emitir dinero para cancelar el principal y los intereses. L. v. Mises alude, asimismo, a la denominada producción secundaria de dinero también conocida como dinero bancario, que es aquel creado sin respaldo real.

La expansión monetaria y crediticia ocasiona una ilusión de auge, en el que si los ingresos que obtienen los empleadores superan los salarios nominales se reducirá el desempleo, pero a cambio los nuevos empleados y los antiguos ganarán cada vez menos.

[1] Ludwig von Mises, Caos planificado, fuente: http://mises.org/daily/2454 (Publicado el 3 de febrero de 2007). pág. 8

[2] L. v. Mises ibidem, pág. 8-9

[3] L. v. Mises ibidem, pág. 9

[4] L. v. Mises ibidem, pág. 9

[5] L. v. Mises ibidem, pág. 9

Gabriel S. Boragina 
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina 
Desde Argentina
http://www.accionhumana.com/2020/02/como-funciona-el-intervencionismo.html