sábado, 9 de febrero de 2019

ACTUALIZACIÓN, DE "EL REPUBLICANO LIBERAL II”, DEL DOMINGO 10-02-2019,

MARIANELLA SALAZAR, PAPEL HISTÓRICO DE TRUMP,

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 12 minutos
Tal como van las cosas, la revolución bolivariana y su deplorable legado serán recordados en las series de televisión para mostrar que la culpa de su fracaso recae no solo en la traición comunista, en su ideología incompatible con la modernización y las mafias del narcotráfico; será muy fácil constatar que la gran utopía del comunismo encerró una horrible pesadilla que desembocó en una catástrofe que afecta y desestabiliza a toda la región con la diáspora venezolana, integrada mayoritariamente por pobres de solemnidad esparcidos por todos los países del mundo que huyen despavoridos... más »

FERNANDO MIRES, VENEZUELA Y LA SEGUNDA GUERRA FRÍA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 22 minutos
Dos temas han dominado la prensa mundial durante los últimos días. Uno: el reconocimiento de EEUU a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela seguido por el ultimátum de las naciones europeas a Nicolás Maduro para que mostrara disposición a convocar nuevas elecciones. Dos: la ruptura del acuerdo nuclear entre EE UU y Rusia. Los dos temas tienen un solo destinatario: Vladimir Putin. Razón más que suficiente para que la mayoría de los comentaristas políticos norteamericanos y europeos hubieran comenzado a hablar de “La Nueva Guerra Fría”. “Nueva Guerra Fría”: Como titular de ... más »

NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ, DESAFÍOS INTERNACIONALES INMINENTES

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 32 minutos
Juan Guaidó, nuevo presidente de Venezuela, por mandato constitucional, reconocido por el Parlamento Europeo "como legítimo presidente interino de Venezuela". Institución que se une a la OEA y al concierto de naciones, que han manifestado su reconocimiento. Se espera que en pocos días el reconocimiento alcance tales niveles, que el usurpador quede solo. Con una ínfima minoría ligadas a él por intereses políticos, económicos e ideológicos. En la medida que se reconoce a Guaidó, el régimen de Maduro pierde toda capacidad de representación internacional oficial. Un terreno importantí... más »

JOSÉ LUÍS MÉNDEZ LA FUENTE, VENEZUELA EN UN LIMBO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Escuchando las noticias sobre Venezuela que recorren el mundo, una comentarista de la BBC apuntaba que dicho país se encontraba en un limbo, refiriendose así a la pugna existente entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó por ser reconocidos, desde las diferentes posturas que mantienen, como el único Presidente legítimo. Una lucha que está ganando el tambien Presidente de la Asamblea Nacional, pero que aún no alcanza la victoria definitiva, con lo cual cada dia que transcurre alarga la espera, haciedo mas complicado el asunto, asi como la posibilidad de su mejor desenlace. Para el d... más »

RUBÉN DARÍO BUSTILLOS RÁVAGO, NICOLAS Y CILIA DESEAN ABANDONAR A SUS COMPLICES

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Aprovechando las garantías de impunidad que le ofrece el legítimo presidente encargado, Juan Guaidó, aseguran que la narco-pareja, conformada por Nicolás Maduro y Cilia Flores, desean escapar y abandonar a su suerte a sus cómplices. Sin embargo, los generales del Alto Mando, encabezados por Vladimir Padrino López, se vieron obligados a intervenir para advertirles que cualquier intento de traición podría acarrearles graves consecuencias. Mientras se acerca la hora del desenlace, el narco-dictador, Nicolas Maduro, llora lágrimas de cobardía y pide al papa Francisco interceda por él. ... más »

CRISTINA MARCANO, VENEZUELA Y LA PESTE MILITAR

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El Ejército es la clave para la superviviencia del régimen de Nicolás Maduro. Por ahora se ha mantenido a su lado, pero en los cuarteles reina un ambiente de desconfianza y nadie se fía de nadie ¿Cuándo se volteará el Ejército? Esa es la gran pregunta que gravita como un meteorito sobre Venezuela, el enigma que desvela a todo el país, el desenlace de esta película de suspense que tantos esperan. Paradójicamente, los militares son al mismo tiempo parte del problema y de la solución. La enfermedad y el remedio. Para nadie es un secreto que el poder del sucesor de Hugo Chávez descan... más »

MARIANELLA SALAZAR, PAPEL HISTÓRICO DE TRUMP,


Tal como van las cosas, la revolución bolivariana y su deplorable legado serán recordados en las series de televisión para mostrar que la culpa de su fracaso recae no solo en la traición comunista, en su ideología incompatible con la modernización y las mafias del narcotráfico; será muy fácil constatar que la gran utopía del comunismo encerró una horrible pesadilla que desembocó en una catástrofe que afecta y desestabiliza a toda la región con la diáspora venezolana, integrada mayoritariamente por pobres de solemnidad esparcidos por todos los países del mundo que huyen despavoridos por la miseria y las enfermedades.



La revolución bolivariana provocó una gran crisis humanitaria con el despiadado desabastecimiento alimentario y medicinal que ha significado un verdadero genocidio. Por primera vez la Unicef incluyó a Venezuela en la lista de emergencias para la infancia. La inminente llegada de la necesaria ayuda humanitaria anunciada por el presidente interino, Juan Guaidó, y liderada por una coalición mundial de países, entre ellos Estados Unidos, amenaza con desatar una ola de trasnochadas protestas antimperialistas.

Los gobiernos de Chávez y Maduro han sido especialistas en azuzar ese dopado consanguíneo barato que les ha proporcionado un consuelo doméstico instantáneo con esa plaga de turistas revolucionarios, como los de la era soviética, que invariablemente están listos para asistir a cualquier aquelarre siempre y cuando tengan los viáticos y gastos pagados; son los nostálgicos del totalitarismo, enemigos de las libertades, que en cada foro posible se enmascaran, la arman en nombre de los pueblos del mundo, para cuya representación no los ha elegido nadie, y arremeten contra el imperialismo norteamericano. Bajo el lema “Somos Venezuela por la democracia y la paz” se montó este lunes en la Cancillería un tinglado para que Maduro, una vez más, denunciara una persecución ideológica: “O nos subordinamos al imperialismo o seremos perseguidos hasta la desaparición”.

El antiamericanismo visceral es un prejuicio soporífero que, como todo dogma, impide el entendimiento de la realidad, resulta ridículo el mensaje desesperado que a través de un video hizo Maduro pidiendo el apoyo del pueblo de Estados Unidos, rememorando el fantasma de la guerra de Vietnam, que podría replicarse en Venezuela si es desalojado del poder, aunque sea un clamor de casi 90% de la población.

Los estadounidenses no son tontos ni carentes de capacidad crítica, saben que este impresentable es un dictador que ha sumido en la miseria a los venezolanos, que su régimen, además de tener casi 1.000 presos políticos, a los que aplican torturas, está acusado de cargos por narcotráfico y por auspiciar el terrorismo internacional; que se merece las sanciones dictadas por la administración de Donald Trump y cualquier acción para deponerlo y mandarlo directo a la cárcel de Guantánamo, como prometió el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Bolton, es poco para que pague todo el sufrimiento de un pueblo que en veinte años ha visto a sus hijos morir de hambre o a manos de la violencia, incluido al escuadrón de la muerte del FAES –Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Bolivariana–, que no solo asesina delincuentes, sino a quienes protesten contra el gobierno en zonas populares donde el chavismo-madurismo perdió el apoyo popular.

Cada cual cumple su papel histórico, y así, en la actual crisis que sufre Venezuela, si Estados Unidos, con su determinación, logra que los venezolanos recuperemos de una vez por todas la democracia, a través de unas elecciones verdaderamente limpias, no podremos sino agradecerle la visión de futuro y el valor que tuvo.

Mariamella Salazar
@aliasmalula

FERNANDO MIRES, VENEZUELA Y LA SEGUNDA GUERRA FRÍA

Dos temas han dominado la prensa mundial durante los últimos días. Uno: el reconocimiento de EEUU a Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela seguido por el ultimátum de las naciones europeas a Nicolás Maduro para que mostrara disposición a convocar nuevas elecciones. Dos: la ruptura del acuerdo nuclear entre EE UU y Rusia. Los dos temas tienen un solo destinatario: Vladimir Putin. Razón más que suficiente para que la mayoría de los comentaristas políticos norteamericanos y europeos hubieran comenzado a hablar de “La Nueva Guerra Fría”.

“Nueva Guerra Fría”: Como titular de periódico es bueno. Como expresión de una nueva realidad política internacional, tal vez. La llamada Guerra Fría -término inventado por el escritor George Orwell en 1946- fue una confrontación indirecta entre dos grandes potencias mundiales. Pero Rusia es hoy solo una potencia regional (Obama dixit) aunque con pretensiones de erigirse en sucesora de esa potencia mundial formada por la URSS y sus aliados. Es lo que justamente quiere evitar -en continuidad con la política Obama- la administración Trump. Parece ser también la filosofía que inspiró a Trump a romper el día 02.02-2019 con el así llamado Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés).

El término “alcance intermedio” juega un rol fundamental. EE UU dispone de zonas europeas para realizar operaciones de alcance intermedio y hará lo imposible para que Putin no intente crearlas en las cercanías de los EE UU, es decir, en América Latina. A partir de esa situación se explica el interés de Putin por cultivar amistad con las “tres dictaduras”: Cuba, Nicaragua y Venezuela y, a su vez, el interés de Trump para que Putin saque lo más pronto posible sus manos de América Latina.

La posición de Trump frente al tema venezolano tiene por lo tanto muy poco que ver con la tragedia que vive Venezuela bajo la férula de Maduro . Lo que más interesa a Trump es advertir a su colega Putin que los propósitos orientados a expandir su radio de acción geopolítica tienen límites. Dicha posición cuadra perfectamente con la premisa sentada en el pasado reciente por Henry Kissinger: “Ninguna Cuba más en América Latina”. Si Kissinger alentó la instalación de crueles dictaduras militares en el cono sur a fin de detener al “comunismo”, hoy Trump levanta su mano en contra de Putin y también mueve negativamente el dedo: “Aquí no, tú. Todavía mantenemos nuestras zonas de influencias. Con ellas no te metas Vladimir”.

Trump ha tenido hasta ahora un comportamiento repetuoso hacia Putin. Mucho más que hacia Angela Merkel, para poner un ejemplo. Retiró incluso sus tropas de Siria cediéndosela amablemente a Putin, aceptando que ese espacio le corresponde al autócrata ruso por derecho propio al haber “pacificado” sangrientamente al país y convertido al tirano Bashar al- Asad en su empleado personal. El problema es que durante la implementación de esas decisiones bilaterales, Trump no se dignó a hacer la menor consulta a sus ex aliados de Europa. Fiel a su creencia de que solo él debe velar por los destinos de América, pasó por alto el hecho de que Rusia es el principal adversario de la UE, el que alienta ultraderechas y ultraizquierdas para desestabilizar a sus gobiernos, el que espera el primer resquicio para recuperar posiciones perdidas por la ex URSS en Ucrania y probablemente en los países bálticos. En ese marco hay que ubicar la ruptura de los convenios relativos al armamento nuclear.

Trump intenta, evidentemente, volver a utilizar el potencial atómico de los EE UU como medio de disuasión sustituyendo, si es necesario, las armas de la política por la política de las armas. Cree – y no le faltan razones – que personajes como Kim Jong Un y Nicolás Maduro - no entienden otro lenguaje.

Por eso Trump ha incluido amenazas militares a Maduro si es que no abandona el poder en un plazo breve. Hecho que a su vez explica por qué los países europeos dirigidos por el eje Alemania-Francia dan preferencia a una salida política al dilema venezolano. Con ello intentan dificultosamente señalizar a la oposición venezolana que en el espacio occidental no solo la voz de los EE UU es la que cuenta. Pero tampoco podemos obviar que lo hacen velando por sus propios intereses. En efecto, a ningún gobierno europeo escapa que si Trump llegara a proceder militarmente en contra de Maduro, Rusia se encontraría con pleno derecho para hacer lo mismo en Ucrania poniendo así en peligro la paz europea. Quienes más deben temer una agresión militar a Venezuela son seguramente los ucranianos. Es seguramente ese eventual contragolpe putinista lo que interesa evitar a los gobernantes europeos cuando intentan cerrar la grieta venezolana utilizando medios políticos.

Venezuela, para todos los poderes involucrados, no es un fin en sí. Y para Europa es antes que nada un medio para evitar el comienzo de una escalación que bien podría escapar al control de todos. Hay por lo tanto una competencia velada entre dos estrategias: la unilateral -en el mejor de los casos, bi-lateral- de Trump y la multilateral de la EU. ¿Cuál de las dos logrará imponerse? Trump lleva por el momento ventajas. Sus decisiones no pasan por largas discusiones con otros gobiernos, cuenta con los medios para imponerse y está muy interesado en recuperar la hegemonía militar de los EE UU en el hemisferio occidental. ¿Y cuál será el precio? Todavía no lo sabemos. Pero si Trump sube la intensidad de sus presiones, no será muy bajo. Para los venezolanos en todo caso, no.

En síntesis : si todavía es apresurado hablar de una nueva Guerra Fría, han aparecido por lo menos dos “elementos” constitutivos de la primera: Competencia feroz en el plano nuclear y exportación de los conflictos hacia otras zonas, evitándose así una confrontación directa. La diferencia entre las dos guerras frías (si es que de verdad hay una segunda) es que los conflictos esta vez no serán bi-polares sino multipolares, vale decir, entre diversos poderes mundiales. Putin, visto así, se encuentra más cerca de las otras potencias nucleares (China, Corea del Norte, Irán) que Trump. Una amplia coalición nuclear anti-norteamericana solo podría ser contrarrestada con una reedición del antiguo “pacto atlántico”, el mismo que Trump acaba de echar por la borda al desligar el destino de su nación con el de los países europeos. Pero estas, por el momento, son hipótesis.

Lo que sí sabemos es que la suerte de Venezuela no solo depende de Venezuela. Sabemos también que en la cuenta criminal del régimen militar de Maduro hay que agregar el haber convertido a su país en una carta a ser jugada por las potencias militares del planeta. Y por último, sabemos también que en caso de una escalación del conflicto internacional, la peor parte la pagará Venezuela . Ojalá no sea así. El pueblo de Simón Bolivar y Andrés Bello ya ha sufrido demasiado.

Fernando Mires
@FernandoMiresOl

NELSON CASTELLANO-HERNÁNDEZ, DESAFÍOS INTERNACIONALES INMINENTES

Juan Guaidó, nuevo presidente de Venezuela, por mandato constitucional, reconocido por el Parlamento Europeo "como legítimo presidente interino de Venezuela". Institución que se une a la OEA y al concierto de naciones, que han manifestado su reconocimiento.

Se espera que en pocos días el reconocimiento alcance tales niveles, que el usurpador quede solo. Con una ínfima minoría ligadas a él por intereses políticos, económicos e ideológicos.

En la medida que se reconoce a Guaidó, el régimen de Maduro pierde toda capacidad de representación internacional oficial. Un terreno importantísimo, dentro de los escenarios previstos para la solución de la crisis venezolana.

La implementación de acciones conjuntas en la escena internacional, la difusión del mensaje presidencial, la coordinación de la ayuda humanitaria y la salvaguarda de los activos de la Nación. Se vislumbran como prioridades de las primeras horas del rescate democrático.

No olvidemos que 20 años de subvenciones propagandísticas, permitieron crear una plataforma que se resiste a perder regalías… que percibían a costa de la miseria de nuestro pueblo. Activistas; círculos bolivarianos; Ong anarquistas, marxistas e ideológicamente comprometidas; partidos políticos como Podemos, dirigentes de extrema izquierda como Melanchon; ediciones periodísticas y comunicadores asalariados; directores de cine; músicos; docentes utópicos de la vieja izquierda.

Toda una fauna dispuesta a seguir desinformando, con el fin de justificar que un dictador siga masacrando a nuestro pueblo. Siguen planteando que, en nuestro país existe un enfrentamiento entre izquierda y derecha o contra el imperialismo norteamericano.

Una manera de ocultar que el régimen de Maduro es una banda criminal, con un pueblo secuestrado y un país como plataforma. Activada para apropiarse de la riqueza patria, instalando un narco estado y repartiendo beneficios entre la cúpula y el régimen castrista.

Leí en una publicación belga, que en Venezuela se enfrentaban los ricos y la clase media contra los pobres; que temían que los primeros se apoderaran de nuevo, de la riqueza petrolera. Revise las declaraciones de un economista de la Fundación Jacquemotte, supuestamente especializado en el tema Venezuela, quien afirmaba que la huelga petrolera tuvo como origen; evitar que la renta petrolera financiara las realizaciones sociales, que Chávez buscaba implementar.

Fuimos testigos también, de la visita de una “comparsa” de Chalecos amarillos, que se presentó ante la Embajada de Venezuela en Paris, para brindarle apoyo el régimen chavista. Nos llamó la atención que, a excepción de uno solo, los chalecos amarillos rindieran sus declaraciones encapuchados.

En mi opinión los lobbys internacionales del extremismo, se reúnen con activistas de grupos islámicos. Para implementar campañas de opinión, destinadas a sostener al aliado, que en el pasado les aportó apoyo financiero… con mentiras, argumentos desquiciados y juegos de palabras, utilizadas para crear confusión en la opinión pública.

No olvidemos que, durante años, traficantes, contrabandistas, guerrilleros y terroristas; han tenido carta blanca para usar nuestro territorio. Facilidades otorgadas por el chavismo a cambio de la influencia de los lobbies del crimen, para gestionar apoyo internacional y votos en las Naciones Unidas.

En esos casos señalados, no vi ni escuché una palabra, para explicar las causas de la ruina financiera, ni la compra de conciencias internacionales con la renta nacional. Ni los montos en millones de dólares robados por los chavistas, ni las causas de hiperinflación… ni una sola consideración a las cifras de muertos, a la crisis alimentaria y de salud; ni mucho menos a la injerencia de Cuba en los destinos de la Patria.

De allí la importancia de contar con voceros en todos esos países, que manifiestan su apoyo a los demócratas venezolanos. Voceros que conozcan el terreno, dominen el idioma y cuenten con contactos.

Súmele a esto, la atención a la diáspora de millones de compatriotas, desatendidos y chantajeados por un régimen, que los sabe hostil a su proyecto. Sin perder de vista el acceso, a información vital para la seguridad nacional.

Es preciso estrechar vínculos con las instituciones de los países que nos apoyan, con los medios de opinión pública y con las fuerzas vivas de sus sociedades. Además de los señalados al principio, dos sectores deben ser prioritarios: los organismos financieros internacionales y los mercados petroleros.

 Una vez atendidas las urgencias, expertos en materia internacional deberán constituirse en comisión permanente, destinada a presentar un plan de reconstrucción, separado en dos temas, el primero destinado a la estructura del Ministerio de Relaciones Exteriores y el segundo referido a la política de asuntos exteriores propiamente dicha.

La re-organización de la Cancillería es necesaria, para llevar con seguridad la nueva política de Relaciones Exteriores. Manejada con criterio político y como asunto de seguridad nacional.

Es primordial para el nuevo gobierno, reorganizar la Institución que es el vehículo de trasmisión de la nueva Política de Estado. Es importante para la obtención de información inmediata, sobre las relaciones con terceros países y organizaciones internacionales y la posibilidad de obtener documentación y pruebas, sobre los acuerdos perjudiciales a la soberanía y a los intereses nacionales.

Conocemos la destrucción del Servicio Exterior Profesional, que llevaron a cabo los ministros chavistas. Los miembros del actual Servicio Exterior son militantes y se encuentran al servicio de un proyecto político-partidista… aquellos que reconozcan al nuevo presidente, garantizaran un trato profesional; no en balde un funcionario francés confesaba no reunirse con los miembros actuales de la Embajada en Paris, no son diplomáticos me decía… son agentes.

Esta comisión de emergencia deberá presentar alternativas para atender el problema, con acciones y objetivos para los primeros 100 días y para el primer Año. Con proyecciones a largo plazo, para los primeros tres y para diez años después.

Evidentemente será necesario un diagnóstico, que incluya un análisis de resultados de las políticas ejecutadas por el régimen saliente y con las alternativas de políticas destinadas a resolver la situación.

Es importante reconocer que destruir, es mucho más fácil que construir. La imagen de Venezuela como país se ha resentido. Los gansters que dirigieron los destinos de la nación, corrompieron grandes sectores que incluye a militares y a parte del sector privado, que prefirió mirar hacia otro lado, si eso le reportaba beneficios.

Es hora de limpiar, de recuperar valores y principios. De reconocer aquellos profesionales que prefirieron perder todo, antes que ser cómplices. Petroleros, médicos, enfermeras, profesores, economistas, políticos, militares o diplomáticos.

Recuperar nuestra imagen internacional pasa principalmente por la honestidad de los que nos gobiernan, por la dimensión de estadista del presidente. Por la voluntad y la sinceridad que ponga en el ejercicio de sus funciones.

Por qué permita que se haga justicia. Pasa también por la responsabilidad y eficiencia de los funcionarios que designe y por la idoneidad de aquellos que nos representen ante el mundo.

Tocará negociar y renegociar condiciones, tranquilizando acreedores, pero exigiendo responsabilidades que se conocían de antemano. Tendremos que señalar culpables de violaciones de derechos humanos y atender los procesos internacionales que sean necesarios.

Lo que incluye denunciar cómplices, pagos indebidos y las redes internacionales que se tejieron alrededor del usurpador venezolano.

Integradas por las mismas voces que escuchamos durante años, elogiando los méritos de los Castro y callando sus crímenes. Cómplices del secuestro de la libertad en Cuba, Bolivia, Nicaragua y Venezuela.

Nelson Castellano-Hernández
Ex Cónsul de Venezuela en París                
nelsoncastellano@hotmail.com
@VFutura 

JOSÉ LUÍS MÉNDEZ LA FUENTE, VENEZUELA EN UN LIMBO


Escuchando las noticias sobre Venezuela que recorren el mundo, una comentarista de la BBC apuntaba que dicho país se encontraba en un limbo,  refiriendose así a la pugna existente entre  Nicolás Maduro y Juan Guaidó por ser reconocidos, desde las diferentes posturas que mantienen, como el único Presidente legítimo. Una lucha que está ganando el tambien Presidente de la Asamblea Nacional, pero que aún no  alcanza la victoria  definitiva, con lo cual cada dia que transcurre alarga la espera, haciedo mas complicado el asunto, asi como la posibilidad de  su mejor desenlace.



Para el diccionario de Cambridge, y es que en el de la Real Academia Española no encontramos una  definición  con esta misma connotación,  un limbo es una situación  incierta que no se puede controlar y en la cual no hay progreso o mejoramiento. Por lo tanto, queda clarísimo que la figura del limbo es totalmente a plicable a la situación actual de Venezuela, pues ni Maduro ni Guaidó la controlan totalmente, se encuentra estancada y ha creado una  incertidumbre que tiene nerviosa  a la población venezolana  y a buena parte del  mundo.

En Venezuela ese limbo ya tiene nombre y apellido, se le conoce como la transición y los expertos aseguran que puede durar hasta más de un año. Principalmente, debido a que organizar unas elecciones en las actuales circunstancias es imposible, pues se requiere un organismo electoral neutral, además de otras  garantias que ahora mismo son irreales.

Con el propósito de enrumbar esa transición, lo cual implica un proceso de cambio para el que, no obstante las experiencias habidas, no hay reglas fijas, la Asamblea Nacional,  encarnación legítima del Poder Legislativo venezolano,  aprobó en dias recientes un estatuto con la finalidad de regular ese tránsito a la democracia, así como  el restablecimiento del estado de derecho.  La normativa en cuestión, que sigue de alguna manera los parámetros establecidos en el Acuerdo de la Asamblea Nacional, del 15 de Enero pasado, sobre la Declaratoria de Usurpación de la Presidencia de la República por parte de Nicolás Maduro Moros y el Restablecimiento de la Vigencia de la Constitución, toma como punto de partida la innegable realidad de que Maduro debe entregar el poder o irse, es decir, que cese la usurpación; hecho que ratifica y establece como uno de los fundamentos de si misma, para que las fases siguientes de esa transición se pongan en marcha, con el fin de  conformar un gobierno provisional y convocar a elecciones. La reversión de la emergencia social y humanitaria es otro de los objetivos allí señalados.

Como era de esperar, pues todas la leyes aprobadas hasta ahora por el parlamento venezolano han sido bloquedas por el  ejecutivo y anuladas por el Tribunal Supremo de Justicia en manos del régimen, dicha normativa acaba de ser igualmente anulada, lo cual no va a influir mayormente en la situacion política actual, pues como ya lo hemos  venido repetiendo el de Venezuela es un problema político, no jurídico; salvo que  detengan a Guaidó por usurpación de la presidencia, tal como lo manifiesta, en la decisión señalada, el propio Tribunal Supremo de Justicia. Esta última una medida, si se atreven a materializarla, que  solo se podría calificar  como una auténtica torpeza y nada más. Si algo queda claro después de dicha sentencia con fecha 8 de este mes de febrero del 2019, es que ahora, Maduro y Guaidó se emparejaron en títulos, pues cada uno considera al otro usurpador frente a la opinion pública internacional, que ya anda bastante confundida con la dualidad de presidentes  e instituciones en Venezuela.
 
Pero si hay algo evidente en todo esto dentro del cuadro general de incertidumbre reinante, es que la denominada primera fase de la transición se puede prolongar por un tiempo indefinido; sobre todo, si se mantiene la actitud persitente de Maduro en el poder y los efectos de las presiones poliíticas, económicas y comerciales tomadas contra su gobierno hasta ahora, se ven retrasadas en sus efectos, convirtiendo la angustia y desasosiego de la gente en pesimismo. Ello, aunado al riesgo potencial de que algunas favorables circunstancias y coyunturas políticas del presente se deterioren o modifiquen durante este 2019, año que ya ha entregado su primera hoja del calendario. Por eso, dicha situación no debe alargarse demasiado, pues hay muchos baches y obstáculos en su recorrido, que pudieran incluso revertirla.

Aunque Venezuela está metida en un limbo desde hace un par de semanas, politicamente hablando, lo  cierto  del caso es que los venezolanos se encuentran viviendo en un verdadero infierno desde hace unos años. Infierno que a muchos les parece eterno, pues no le ven salida, y el camino hasta el  cielo parece haberse borrado del mapa.

José Luís Méndez La Fuente
@xlmlf

RUBÉN DARÍO BUSTILLOS RÁVAGO, NICOLAS Y CILIA DESEAN ABANDONAR A SUS COMPLICES


Aprovechando las garantías de impunidad que le ofrece el legítimo presidente encargado, Juan Guaidó, aseguran que la narco-pareja, conformada por Nicolás Maduro y Cilia Flores, desean escapar y abandonar a su suerte a sus cómplices. Sin embargo, los generales del Alto Mando, encabezados por Vladimir Padrino López, se vieron obligados a intervenir para advertirles que cualquier intento de traición podría acarrearles graves consecuencias.

Mientras se acerca la hora del desenlace, el narco-dictador, Nicolas Maduro, llora lágrimas de cobardía y pide al papa Francisco interceda por él.

La ayuda humanitaria ya está en las fronteras de Colombia y Brasil para ser introducida en el país, acompañada por tropas combinadas de los países de la coalición, con el objeto de asegurar que no sea robada por el usurpador, quien sigue insistiendo de que no es necesaria. Esa actitud de Nicolás Maduro, constituye un peligro para la vida de los miembros de la Cruz Roja Internacional que voluntariamente participan en el operativo. (https://www.facebook.com/CucutaEsNoticia1/videos/2379497145418442/) 

Para evitar la entrada al país de los alimentos y medicinas, el régimen ha iniciado un operativo en la frontera con Colombia, colocando grandes obstáculos en el puente internacional de “Las tienditas” en Ureña, que impiden el libre tránsito vehicular y peatonal contraviniendo el Estatuto de Roma que establece que todo mandatario que prive de alimentos y medicinas a su pueblo comete delito de lesa humanidad.

De tal manera que no debería causarnos extrañeza si antes o durante el operativo de entrega de los insumos las fuerzas de la coalición inician una operación quirúrgica para neutralizar las baterías misilísticas anti-aéreas desplegadas a lo largo y ancho del territorio nacional y operada por fanáticos mercenarios del narco-chavismo, a objeto de asegurar las operaciones de auxilio con la utilización de helicópteros.

Por tales motivos, aconsejamos seguir las instrucciones establecidas en el siguiente video: (https://mail.google.com/mail/u/0?ui=2&ik=53b4bc18e0&attid=0.1&permmsgid=msg-f:1624494564829653311&th=168b5d332439693f&view=att&disp=safe), con el cual podrían salvarse muchas vidas humanas.

Soldado… Miliciano… no te dejes engañar. Ponte a las órdenes del legítimo presidente (E) Juan Guaidó y podrás disfrutar en paz, junto a tu familia, los beneficios de una nueva república de Venezuela verdaderamente democrática.

Rubén Darío Bustillos Rávago
rdbustillos@gmail.com,
@rdbustillos.

CRISTINA MARCANO, VENEZUELA Y LA PESTE MILITAR


El Ejército es la clave para la superviviencia del régimen de Nicolás Maduro. Por ahora se ha mantenido a su lado, pero en los cuarteles reina un ambiente de desconfianza y nadie se fía de nadie



¿Cuándo se volteará el Ejército? Esa es la gran pregunta que gravita como un meteorito sobre Venezuela, el enigma que desvela a todo el país, el desenlace de esta película de suspense que tantos esperan. Paradójicamente, los militares son al mismo tiempo parte del problema y de la solución. La enfermedad y el remedio. Para nadie es un secreto que el poder del sucesor de Hugo Chávez descansa en las bayonetas pero la cuestión va más allá: ¿están dispuestas las fuerzas armadas a inmolarse por él?

La Asamblea Nacional, dominada por la oposición desde 2015, ha ofrecido una amnistía a los funcionarios que “colaboren en la restitución del orden constitucional” y desconozcan a Maduro, proclamado presidente tras las elecciones fraudulentas del 20 de mayo de 2018. Pero el Ejército no solo apoya al régimen; es un factor fundamental del régimen. Darle la espalda a Maduro implica perder las inmensas cuotas de poder político y económico que han acumulado en los últimos 20 años.

Al asumir la presidencia en 1999, el comandante Hugo Chávez abrió la caja de Pandora. Decenas de oficiales salieron de los cuarteles para ocupar cargos en la Administración pública. Las botas inundaron ministerios, instituciones y empresas. Los nuevos burócratas comenzaron a manejar presupuestos millonarios, con poca o ninguna transparencia, al frente de áreas clave: la Tesorería Nacional, la recaudación tributaria, la administración de las divisas, las importaciones estatales, la banca pública, la construcción de obras, el transporte, los puertos y aeropuertos, el servicio de energía eléctrica y el sector alimentación.

Generales activos y retirados, designados por Chávez como candidatos, se convirtieron en gobernadores, alcaldes y diputados. El mandatario creó también una estructura con nuevas autoridades militares en todo el país: las Regiones Estratégicas de Defensa Integral (REDI), subdivididas en Zonas de Defensa Integral y estas, a su vez, en Áreas de Defensa Integral, donde muchos jefes se comportan como caciques.

El presidente fue más lejos. Creó una milicia y dispuso el adoctrinamiento ideológico en la academia militar, el Che Guevara junto a Simón Bolívar como héroe de los reclutas. Exigió a los militares casarse con su proyecto político —es decir, pisotear la Constitución de 1999— y les impuso la consigna “Patria, socialismo o muerte” como saludo oficial. La proclamación de las fuerzas armadas como antiimperialistas y chavistas completó el círculo: el caudillo las transformó en un Ejército de partido.

Maduro ha repetido en los cuarteles una consigna de Chávez: “La revolución bolivariana es militar”

Mientras agonizaba en Cuba, Chávez supuestamente envió un último mensaje a las fuerzas armadas en 2012. El vicepresidente Nicolás Maduro leyó la carta. “En el país hay una revolución militar en marcha, que debe ser permanente”. No cívicomilitar, militar. Su sucesor la ha repetido por estos días en los cuarteles: “La revolución bolivariana es una revolución militar”. Los oficiales ampliaron poder con Maduro. Consciente de sus debilidades —casi pierde la elección de 2013— y de las pugnas intestinas del chavismo, se apoyó en los hombres de armas, complaciéndolos en todo. Donde algunos ven habilidad, otros ven sumisión. En realidad, el gobernante no estaba en capacidad de negarle nada a los militares.

Poco después de asumir el poder les concedió una Zona Económica Militar, que consiste en una docena de empresas, entre las que destaca una compañía para la explotación petrolera, de gas y minera. Y en 2017 puso en la cima de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la principal y menguada industria del país, a un general de la Guardia Nacional que dirigió la represión contra las protestas de 2014 en Caracas.

El poder económico de los militares incluye, además, actividades ilícitas que van desde el soborno y la extorsión a los productores del campo hasta el contrabando de gasolina —casi gratis en el país— y el narcotráfico, de acuerdo con denuncias de prensa. El colapso que padece Venezuela, su ruina, es también responsabilidad de los oficiales que forman parte del Gobierno.

Refiriéndose a Chávez, el historiador Manuel Caballero escribió: “Pareciera que su aspiración no es comandar un Estado sino reinar sobre el caos”. La frase puede aplicarse ahora a su sucesor, empeñado en mantenerse en el poder a toda costa. La cúpula castrense reina junto a Maduro sobre un Estado fallido donde el salario mínimo mensual equivale a un pollo, la inflación anual supera un millón y medio por ciento y un antibiótico es un lujo. Un Estado con los servicios públicos más precarios de América Latina y la mayor tasa de criminalidad del continente.

El ministro de Defensa Vladimir Padrino asegura que en las fuerzas armadas hay una “unidad monolítica”. ¿Se puede creer esto cuando en los últimos dos años han sido detenidos más de 200 militares bajo cargos de rebelión y traición a la patria; cuando otros oficiales han sido expulsados del Ejército por conspiración y muchos han pedido la baja o desertado?

Uno de los mayores retos del país es la desmilitarización
y la recomposición de las Fuerzas Armadas en el futuro

El Alto Mando hace jurar a los soldados “lealtad absoluta” a Maduro. Pero cuarteles adentro hay un ambiente de cacería de brujas al estilo del G2 cubano y nadie se fía de nadie. Ni siquiera el propio ministro. En 2018, durante una reunión en una guarnición con subalternos para explicar las nuevas y evaporables escalas salariales, estuvo custodiado por un escolta con un maletín con un escudo blindado.

¿Es esa la unidad monolítica? Está claro que los cuarteles no son impermeables al malestar que existe en el país. ¿Puede acaso la oficialidad media y los soldados, que se distinguen de otros latinoamericanos por su delgadez, ser inmune a la peor debacle económica que haya vivido el país?

Maduro ha marchado pesadamente frente al Ejército, rodeado de batallones, pero no pareciera tener el músculo necesario para ejercer su dictadura plenamente. Pese a sus amenazas, se ha cuidado de arrestar a Juan Guaidó. Y no ha ordenado abortar las principales protestas con un diluvio de bombas lacrimógenas, balas y perdigones, como acostumbraba. Aunque no ha dejado de correr la sangre: en dos semanas ha habido 40 muertos en zonas populares —la revolución contra el proletariado— y más de 900 detenidos.

El líder del chavismo no pareciera estar seguro de la obediencia ciega que los oficiales le demostraron durante las protestas en 2014 y en 2017, cuando condecoró a funcionarios acusados de violaciones a los derechos humanos. En Venezuela también esas medallas parecen haberse devaluado.

Cuando una periodista de Caracol Radio preguntó qué hace falta para que se termine de dar una ruptura en las fuerzas armadas, Juan Guaidó respondió: “Al aleteo de una mariposa”. Por lo visto, hace falta más. No ha bastado el repudio interno, la presión internacional, la amnistía y su discurso conciliador. Pero muchos oficiales deben estar evaluando sus apuestas. ¿Se va a inmolar la tropa por un plato de lentejas? El elefante pende de un hilo.

Lo que está en juego es una antigua lucha que va más allá de Maduro. Durante gran parte de su historia —por siglo y medio—, los hombres de armas han dominado Venezuela. Manuel Caballero hablaba de “la peste militar”, una enfermedad como el cáncer, “en la que unas células al principio normales empiezan a crecer sin control alguno, matando o dañando las células sanas del organismo”. El historiador sostenía que el único remedio para este mal es una vacuna civil “porque una militar sería como curar una hemorragia con una sangría”. Con vistas al futuro uno de los mayores retos del país es la desmilitarización y la recomposición de las fuerzas armadas. ¿Volverán los militares a los cuarteles? ¿Cómo reinstitucionalizar ese partido que es hoy el Ejército venezolano?

Cristina Marcano S.
@Cris_Marcano