viernes, 1 de noviembre de 2019

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, SÁBADO 02/11/2019

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: TRIÁNGULOS Y PODER

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 6 minutos
No cabe el pomposo lenguaje político cuando la situación de los ciudadanos está color de hormiga amazónica en celo y, menos, cuando lo que se siente en la calle es un disgusto y desasosiego superlativos, un hartazgo dispuesto a todo. No cabe el discurso rococó en boca y textos de analistas y doctos cuando se les nota a leguas que están perdidos en el laberinto, que no atinan a descubrir cómo va a decantar todo el despelote y, menos, en qué va a derivar este desmadre que llamamos crisis venezolana. Muchísimo menos cabe la propuesta grisosa, grasosa, indefinida y sin cotas que nos po... más »

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: SIN CIUDADANÍA…

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 14 minutos
Cualquier intención o necesidad de asegurar la búsqueda o el rescate de la gobernabilidad, entendida como el ámbito de gestión pública bajo el cual se hace posible afianzar un ejercicio eficiente, eficaz, integrado y ordenado de gobierno, es inminente desde todo punto de vista. Por tanto, el alcance de la gobernabilidad a niveles de reconocida mediación y excelsa injerencia, depende no solamente de las instituciones y actores sociales, políticos y económicos copartícipes del tan anhelado objetivo. También de otras razones y atenciones, igualmente fundamentales. Indiscutiblemente,... más »

ROMÁN IBARRA: INTELIGENCIA Y CORAJE

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 27 minutos
Varias veces he escrito sobre el Presidente de la Asamblea Nacional, porque como a la mayoría de los venezolanos, me parece una persona inteligente; sensible; con talento para la política, y con un poco de suerte, además. Desde que llegó a la presidencia de la AN –dije en otro artículo- emocionó a la mayoría, y renovó la esperanza. Pero también digo ahora, que la propuesta del cese de la usurpación; gobierno de transición y elecciones libres, se ha venido convirtiendo en un ¨mantra¨ de imposible ejecución, y eso debe corregirse; hay que buscar alternativas. Su planteamiento sería i... más »

EDILIO PEÑA: EL GUION LA ILUSIÓN DE UN SUEÑO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 37 minutos
Andrei Tarkovsky estableció su propio método de escritura que iba más allá de las fórmulas. Como Bergman, Buñuel o Kurosawa. Cuando la estructura del guion de una película sobreviene en estructura paradigmática obligante limita las posibilidades de exploración entrañable de la historia que habrá de convertirse en película. Es decir, todas las películas que se elaboren a partir del paradigma estructural impuesto o de moda, habrán de ser la misma película, porque todas partirán de la misma estructura en la que se estableció su naciente y desarrollo embrionario. El guionista ha vacia... más »

ARIEL PEÑA: LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Y EL REZAGO IDEOLÓGICO EN AMÉRICA LATINA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El próximo 9 de noviembre se cumplen 30 años de la caída del muro de Berlín, lo que precipitó la debacle del comunismo en Europa Oriental y la desaparición de la URSS, por eso con mucha tristeza vale la pena preguntar: ¿En América Latina ya se asimiló ese acontecimiento histórico de hace 3 décadas? Y la respuesta es un rotundo, No, porque como diría el poeta, Julio Flórez : “Todo nos llega tarde…. ¡hasta la muerte!” ya que no es posible que la estafa comunista del marxismo leninismo este a la ofensiva en la región con el remoquete del socialismo del siglo XXl, del cual dijer... más »

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: NUEVO CNE ¡FIN DE LA OPOSICIÓN!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El que la oposición formalmente reconocida, la de Guaidó, haya aceptado en la Asamblea Nacional el punto impuesto por el régimen a la oposición ficticia de Timoteo y compañía, es un muy duro golpe a las esperanzas libertarias de la nación. Da cuenta de una pérdida absoluta de objetivos, de convicción, sobre todo, de sintonía con las verdaderas exigencias/necesidades de los venezolanos… es algo que lamentamos muchísimo, que nos hace transitar en pantanos de desesperanza. En el supuesto onírico que los 5 rectores electos sean imparciales, la respuesta a la interrogante ¿Qué hacemo... más »

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: TRIÁNGULOS Y PODER

No cabe el pomposo lenguaje político cuando la situación de los ciudadanos está color de hormiga amazónica en celo y, menos, cuando lo que se siente en la calle es un disgusto y desasosiego superlativos, un hartazgo dispuesto a todo. No cabe el discurso rococó en boca y textos de analistas y doctos cuando se les nota a leguas que están perdidos en el laberinto, que no atinan a descubrir cómo va a decantar todo el despelote y, menos, en qué va a derivar este desmadre que llamamos crisis venezolana. Muchísimo menos cabe la propuesta grisosa, grasosa, indefinida y sin cotas que nos pone en el mero medio de una mediocridad, como es la promesa básica de la muy almohadada "mesita".

Sigo sin entender qué diantres hacen Luis Augusto Romero y Españita, ambos jóvenes capaces e inteligentes políticos del siglo XXI, en ese grupete de políticos de papadas acuosas e ideas anquilosadas y tan poco creativas que solo nos recuerdan que llevan repitiendo lo mismo desde los años ochenta, brincando de un partido a otro, de fracaso en fracaso. Luis y Españita pierden mucho en esa fotico; supongo que no pasará demasiado tiempo antes que entiendan que ser cachorros de perros viejos no es respeto a la veteranía, es caminar hacia el pasado.

En fin, la situación del país luce de nado en un pantano. La palabra "cambio", tan atractiva por esperanzadora, parece hoy carente de contenido y eso no es bueno. Seguramente la solución no está en todo lo que se ha intentado hasta ahora sino en probar caminos novedosos inexplorados. No se trata de cambiar de actores, liderazgos y voceros. Porque no es cuestión del quién sino del cómo y, en buena medida, también el qué. No es asunto de decir lo mismo de modo distinto, porque eso sería suponer que el maquillaje y el traje hacen al actor.

Claro, no es fácil hacer nuevos planteamientos (y conseguir comunicarlos) cuando en la escena está un régimen que ya no tiene remilgos en mostrarse como lo que es: una tiranía feroz y falaz que se ha apropiado de la mayor cantidad de medios y redes. Y tampoco es fácil navegar en el pantano donde unos oportunistas, prevalidos de poder ungido por el régimen y que se creen en el derecho negociar por un grueso porcentaje de la ciudadanía, sin que esos ciudadanos los hayan elegido para ello.

Para marcar claramente la diferencia entre el mecanismo Oslo-Barbados y "la mesita" hay que hablar del origen. Los emisarios de la oposición en Oslo y Barbados fueron designados por Guaidó, quién fue elegido presidente de la AN, organismo que fue elegido directamente por el pueblo. Es decir, legitimidad de origen. Incluso si no se reconociera a Guaidó como presidente (E), por su carácter de presidente del Parlamento está facultado para designar emisarios, a menos que la mayoría calificada de la AN le hubiera ordenado que no designara a esos emisarios en particular y le hubiera exigido plantear otros o directamente mandado designar a unos específicos con nombre y apellido. No así esa "mesita", que es un ente autodesignado, sin aval alguno de legitimidad de origen en urnas electorales. Seis diputados y unos cuantos liderazgos sin cargos de elección popular no pueden pretender imponerse a juro. Porque en realidad no están pasando por encima de la mayoría de los diputados; están pretendiendo estar por encima del pueblo. Y eso es un mayúsculo disparate, un absurdo descomunal.

Muy diferente cosa hubiera sido si estos señores se hubieran acercado a los noruegos y ofrecido como ayudantes en la facilitación. Pero el objetivo político de "la mesita" no es conseguir un "acuerdo nacional"; es sustituir a la oposición formal estructurada y con legitimidad de origen, bajo el argumento de que esa oposición, como no ha obtenido el objetivo deseado, ha perdido legitimidad de desempeño y, ergo, debe ser sustituida por ellos.

Esto se trata de los triángulos. Del tipo de triángulo y del poder en los vértices. Chávez llegó a vivir un ejercicio en un triángulo escaleno. Arriba, él, al final del lado cortó la oposición y al final del lado largo el pueblo. Las dimensiones cambiaron con la muerte de Chávez y el advenimiento de Maduro. Ahora es un triángulo equilátero; en un vértice, el régimen, en otro la oposición y en el tercero el pueblo. La oposición quiere sustituir al régimen. Ciertamente no lo ha logrado. Y al régimen no le sirve este equilátero. Va en contra de su estilo autoritario y, además, está en perpetuo riesgo dada la precaria situación socioeconómica e institucional. Ahí es donde cobra importancia "la mesita"; si ésta sustituye a la oposición estructurada actual, el triángulo se convierte en isósceles. Conveniente para el régimen. No tiene ni siquiera que financiarla o convertirla en colaboracionista. Le basta con dejarla hacer.

Así las cosas, ahí está "la mesita", con un sorprendente poderío comunicacional (Globovisión es ahora LaMesitaTv), esparciendo medias verdades y reinterpretando (mal) los conceptos. Escribiendo un conveniente glosario. Un ejemplo claro de ello es su insistencia en que el mecanismo Oslo-Barbados se basa en el "todo o nada". Eso es simple y llanamente mentira. El principio establecido es "nada está acordado hasta que todo esté acordado". Eso es muy diferente y tiene enormes virtudes, entre ellas que no plantea falsos dilemas. Porque el "nada está acordado hasta que todo esté acordado" es en realidad subir la escalera por peldaños. Peldaño, acuerdo, peldaño, acuerdo. Hasta llegar al final superior de la escalera. El sistema de acuerdos parciales (marca "la mesita") es inoperante, torpe y tonto cuando estamos frente a un régimen que no titubeará al solo impulsar acuerdos de poco valor o, peor aún, incumplir un acuerdo o cumplirlo a medias. Pocos presos políticos han sido excarcelados (no liberados), la fracción del Polo Patriótico se incorporó a la AN pero a ésta no se le ha suspendido el desacato, por solo destacar dos ejemplos de la falsa eficacia de "la mesita".

Es no solo posible sino probable que se reinstaure el mecanismo Oslo, más aún considerando lo que la comunidad internacional está viendo en América Latina y las imprevistas explosiones en el ánimo. Los radicales del régimen y de la oposición tendrán que reevaluar sus posiciones. Seguramente las propuestas de oposición y régimen tendrán cambios. Hay que entender que el escenario no es el mismo que cuando las reuniones en Oslo y en Barbados. Pero una cosa tiene claro el grueso de la oposición estructurada: con la AN en desacato no es que el juego se tranca, es que es un juego imposible y extremadamente destructivo, para todos, y también para el régimen.

Soledad Morillo Belloso
soledadmorillobelloso@gmail.com
@solmorillob

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: SIN CIUDADANÍA…

Cualquier intención o necesidad de asegurar la búsqueda o el rescate de la gobernabilidad, entendida como el ámbito de gestión pública bajo el cual se hace posible afianzar un ejercicio eficiente, eficaz, integrado y ordenado de gobierno, es inminente desde todo punto de vista. Por tanto, el alcance de la gobernabilidad a niveles de reconocida mediación y excelsa injerencia, depende no solamente de las instituciones y actores sociales, políticos y económicos copartícipes del tan anhelado objetivo. También de otras razones y atenciones, igualmente fundamentales.  

Indiscutiblemente, hay que sumar otras condiciones, recursos y consideraciones cuyo valor agregado aporte la organización y conciencia necesaria a los fines de sustentar y garantizar la participación activa y comprometida de quienes pueden constituir la representatividad del conglomerado humano que integra el contexto sociopolítico y socioeconómico correspondiente.

Pero tan ansiado propósito, capaz de abonar cuotas de bienestar, calidad de vida y desarrollo, no puede alcanzarse sino con la incidencia directa de todo lo que envuelve el concepto de “Ciudadanía”. De manera que el logro definitivo de la gobernabilidad de la cual ha de encargarse el estamento de dirección política y administrativa de la entidad gubernamental, en aras de sus funciones, competencias y atribuciones de ley, descansan en la construcción y ejercicio consciente y reflexivo del concepto de ciudadanía. No hay otra vía de llegar a un estadio relativamente confiable de gobernabilidad, más que la descrita.

Sin embargo, la tarea de asentir ciudadanía, comprendida como proceso político que involucra responsabilidades de carácter social, cultural, ético, moral y cívico, y que al mismo tiempo compromete actitudes dirigidas a sustentar relaciones interpersonales al margen de credos ideológicos de cualquier naturaleza, para lo cual es fundamental reconocer la importancia de la convivencia basada en el respeto, la tolerancia y la cooperación, no es nada fácil. Su logro también se encuentra determinado por la intervención de la educación familiar, tanto como de la educación formal. Particularmente, aquella servida desde la escuela primaria.

Así que nada de lo arriba referido, resulta de inmediata respuesta. Más, cuando se trata de promover la sinergia, inducir cultura política y social, consolidar la familia, reforzar la educación en sus niveles básicos, adecentar la economía, acabar con conductas que alojan la viveza y la tramposería como forma de vida. Asimismo, requiere de acciones dirigidas a darle sentido práctico a valores morales que exhorten la igualdad, entre otros no menos trascendentales. Pero entendiéndose ésta, en su compromiso de acentuar una relación horizontal entre actores sociales, económicos y políticos.  

Pero en el ámbito de esta Venezuela, cundida de un “socialismo” subordinado y tramado, donde predomina un enfermizo protagonismo individual por encima de necesidades dictadas por las carencias que sumieron al país en la desgracia que ahora padece por causa de la grosera violación a derechos tan fundamentales como el derecho a la salud, a la vida, a la seguridad social, al trabajo, o sea, derechos económicos, culturales, civiles y políticos, la ciudadanía expiró.

Si la Venezuela del siglo XXI sigue estando al margen de lo que electoralmente ha configurado cualquier discurso que haya exaltado la democracia como sistema político de fundamental necesidad para superar los escollos de circunstancias políticas y económicas profundamente inhibidoras de libertades y castradoras de derechos humanos, entonces cómo no concluir esta disertación afirmando que se vive un país cuyas realidades están oscurecidas. O mejor dicho, desamparadas de justicia, solidaridad, igualdad, equilibrio y responsabilidad, por mencionar algunas de las condiciones que hacen vigorosa una democracia.

Sobre todo, cuando se vive entre agoreros, carroñeros y eunucos políticos. Todo ello, por el grave y oprobioso problema que ha representado sobrevivir en Venezuela. Pero sin la menor condición de decencia, consideración y tolerancia. Es decir, sin ciudadanía…

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas 

ROMÁN IBARRA: INTELIGENCIA Y CORAJE

Varias veces he escrito sobre el Presidente de la Asamblea Nacional, porque como a la mayoría de los venezolanos, me parece una persona inteligente; sensible; con talento para la política, y con un poco de suerte, además.

Desde que llegó a la presidencia de la AN –dije en otro artículo- emocionó a la mayoría, y renovó la esperanza. Pero también digo ahora, que la propuesta del cese de la usurpación; gobierno de transición y elecciones libres, se ha venido convirtiendo en un ¨mantra¨ de imposible ejecución, y eso debe corregirse; hay que buscar alternativas.

Su planteamiento sería ideal, si frente a nosotros tuviéramos como contrincante a un demócrata sensato, y no a un comunista insensible e inescrupuloso como Maduro, que además actúa según los designios de sus verdaderos amos y colonizadores como son los jerarcas de la dictadura cubana.

Frente a la tríada de su propuesta, se opone la intención tiránica de un régimen mediocre; corrupto hasta los huesos, pero sobre todo la decisión de quienes pretenden seguir exprimiendo los recursos de nuestro país, hasta dejarlo yermo, al estilo de los más pobres del mundo; como Somalia, y Gambia en África, o Haití en nuestro Hemisferio.

Siento que con el paso de los meses, y ya casi al final del año, no hemos avanzado de manera significativa de conformidad con el tamaño de la crisis, y ello ha comenzado a producir, por una parte la necesidad del régimen de incidir de alguna manera para dividir a los factores de oposición; y por la otra, la generación de laboratorios de ¨autodenominados de oposición¨ tratando de minar las posibilidades de Guaidó, y abrirle camino a otra opción según sus intereses. 

Y en medio de todo, sigue creciendo la angustia y la desesperación de la gente que ve frente a sus ojos la destrucción de lo más elemental de su existencia, como el empleo; la salud; la alimentación; los hijos, y la vida.

Las encuestas revelan que un alto porcentaje de venezolanos –empobrecidos, o no- desea marcharse del país. Nos hemos convertido en una franja social que genera problemas graves en los países de acogida, y eso hay que frenarlo.

Ya es hora de asumir la política con valentía, y entender que el camino escogido no nos está conduciendo a nada. No siga usted haciendo caso a extremistas inflexibles; decídase ya por ampliar su base de sustentación e invite a todos los factores de oposición sin excepción; avance en negociaciones con el régimen para alcanzar unas elecciones libres y supervisadas; libérese de las ataduras que suponen cuatro partidos por importantes que sean, incluyendo al suyo.

El hambre y la desesperanza de los venezolanos no aguantan más castigo; hay que abrirle paso a la solución de la crisis, aunque el costo sea alto. Más caro será no lograr nada y permitir que el comunismo se quede para siempre.

El descontento sigue creciendo porque no se ve solución inmediata o mediata, y mientras tanto el régimen amalgama a los suyos. 

Aprovechemos el acompañamiento de la comunidad internacional para presionar interna e internacionalmente por una solución en breve; que nadie de la oposición se quede por fuera, llámelos a todos. El régimen está acorralado por su propia mediocridad e incompetencia.

Hay que negociar unas elecciones supervisadas, y ojalá que puedan hacerse parlamentarias y presidenciales simultáneamente, pero si no, enfrentemos las parlamentarias y convirtamos ese escenario en una lucha de todos los venezolanos contra el comunismo, aun en condiciones adversas como las que ofrecen siempre los tramposos.

Con la conquista de la democracia, ya habrá tiempo para que todo el que quiera aspire y compita en igualdad de condiciones. Apúrese!   

Roman Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra

EDILIO PEÑA: EL GUION LA ILUSIÓN DE UN SUEÑO

Andrei Tarkovsky estableció su propio método de  escritura que iba más allá de las fórmulas. Como Bergman, Buñuel o Kurosawa.

Cuando la estructura del guion de una película sobreviene en estructura paradigmática obligante limita las posibilidades de exploración entrañable de la historia que habrá de convertirse en película. Es decir, todas las películas que se elaboren a partir del paradigma estructural impuesto o de moda, habrán de ser la misma película, porque todas partirán de la misma estructura en la que se estableció su naciente y desarrollo embrionario. El guionista ha vaciado en el mismo molde estructural, la historia que el director pretende convertir en película única y singular. A partir de entonces, su inventiva quedará maniatada por una inducción consciente o inconsciente. Eso habrá de tener un impacto en el espectador porque quedará sujeto a un solo marco de exposición narrativo que irá reprimiendo la libertad natural de su propia percepción. La diversidad estructural no existirá, porque desde los inicios de creación de una película, esta habrá de estar sujeta al paradigma establecido por el matrimonio del mercado y el cine, pero también por la ideología que constriñe, bien entre las sombras o la oscuridad, intereses del   capital productor o el Estado.

Pocos cineastas han escapado o escapan a esta dictadura de hacer cine sin sacrificar la elección personal. Su subjetividad zozobra de no alcanzar a hacer la gran obra. Postergarla es suicidarse. Andrei Tarkovsky, Ingmar Bergman, Luis Buñuel, Akiro Kurosawa y la irrupción de ese cine venido de lejos, del medio y lejano Oriente, del corazón del África. Los nombrados cineastas, jamás hubieran podido pasar un examen de admisión en una escuela de cine de Norteamérica. Nadie se hubiera atrevido a producir esos raros y tediosos guiones. Allí los admiran, sí, pero desde lejos. Los estudiantes de las academias de cine o de algunas universidades de Norteamérica no deben entusiasmarse demasiado con esa concepción arbitraria de estructuración de un guion y la realización de una película que viene de otra cultura, sensibilidad y concepción cinematográfica. Los lentos narrativos, los planos largos para celebrar el silencio, el viento o la nada habrán de ser insoportables para un director de cine con formación e influencia norteamericana. El mero estorbo de una secuencia donde ‘no pasa nada’ no puede ser tolerado porque no sirve al producto a vender. El producto que está por encima de la obra artística.

Quizá la demanda de este tipo de estructuras cinematográficas, está sujeta a la conducta enferma a nivel cognitivo, de ese ser social y existencial, que al convertirse en espectador de una película, espera de que acontezca algo en la ficción que no acontece en la realidad que vive y que ansia sea modificada. No por una razón conocible sino por una pulsión desconocida. Ya que lo sojuzga el miedo y la incertidumbre. Una necesidad de tragedia apocalíptica, de drama exagerado y de risa falsa, respira y persiste en la sociedad que habita. La fantasía de la transgresión priva y ha comenzado a desbordarse, ya no necesita un detonante. El personaje como lo concibe la sociología o la psicología ya no existe, porque su más cara metáfora, el ser humano, agoniza o ha muerto. Las técnicas de actuación de los actores está sujeta al cuerpo emocional del personaje, no a la existencia inaprensible, aquella que no se expresa ni con el cerebro o el corazón. La falla está en que el punto de encuentro entre la estructura dramática paradigmática del guion y la técnica de interpretación del personaje es la consecuencia de la primera. Entonces, ambas se alienan. El método de actuación del ruso Constantin Stanislavski fue adaptado por los maestros de la actuación norteamericana, introduciéndoles las pautas psicoanalíticas de Sigmund Freud. A través del logos nacería todo el nuevo teatro norteamericano, pero también el cine de una imagen asesina.

Pero ¿quiénes construyeron la estructura totalitaria del cine en un paradigma? Por supuesto, los productores con base en los dividendos que su producto ganaba en el mercado. ¿Y a quiénes les fue forzado elaborar los métodos de escritura del guion al considerar, desde las ganancias del mercado, lo que era una buena película? La mano esclava de aquellos guionistas que escribían sin conocimiento de la reflexión y el ensimismamiento de lo que era verdaderamente una trama y un carácter. La mayoría no leía. No pensaba. Desconocía los procesos sociales, psíquicos, los lactantes del alma. Los guionistas eran asalariados, que estaban escribiendo un guion tras otro, o empleados en elaborar informes que debían cumplir con las exigencias de un formato a llenar por exigencia de las grandes productoras de cine de Hollywood. No tenían tiempo, porque en el cine tradicional hay algo que es más poderoso que el tiempo, la urgencia. Esa premisa que somete a colapso el estado final del enfermo. El novelista William Faulkner se lanzó a la aventura de escribir guiones de cine, no tanto por convertirse en guionista sino para darle de comer al escritor de novelas que lo habitaba, con estructuras complejas y crípticas, despreciadas por Hollywood. Pero terminó renunciando a ganar mucho dinero, escribiendo historias ajenas e insulsas, a pesar de tener un gran amigo, quien creía en su talento como narrador innovador, aquel multimillonario misterioso, productor y director de cine: Howard Hughes.

En Estados Unidos hay muchas academias de cine y televisión y en sus cátedras de construcción de la estructura de un guion, utilizan los métodos tradicionales de composición para enseñar a escribirlos. Métodos elaborados por aquellos guionistas que aseguraron el éxito de los inicios de la industria del cine de Hollywood. Eran guionistas curtidos en la experiencia, pero sin dotes intelectuales profundas. El más profundo, probablemente, fue John Howard Lawson, pero éste concebía el cine como una expresión constreñida a la ideología. Lawson era un marxista leninista consumado. Escribió un libro sobre los fundamentos de la dramaturgia. Cometió el mismo error que cometió Bertolt Brecht en el teatro. Nunca escribió una pieza teatral contra el estalinismo. Su legado terminó por causarle un daño terrible a la dramaturgia del teatro latinoamericano en los años sesenta, con la llamada Creación Colectiva. El otro método que se impuso en Estados Unidos para aprender a escribir un buen guion de cine, fue el de Syd Field: El manual del guionista. Su premisa capital: una página del guion, es un minuto en la pantalla. Eugene Vale, Técnicas del guion para el cine y la televisión, llegó al mismo punto muerto en donde se enterraron sus anteriores colegas. El cine mudo guarda un legado que después fue aniquilado por la memoria de la industrialización del cine: Charles Chaplin y Buster Keaton. En el set de filmación, Chaplin podía repetir veinticinco veces una secuencia. Es decir, veinticinco veces modificaba la escritura de esa secuencia en el guion. El equipo que trabajaba con él se hartaba, pero su obstinada ambición creadora no lo fatigaba. El objetivo final era un hallazgo artístico que aún perdura en esos viejos celuloides en blanco y negro, de los cuales tampoco se quiere aprender.

Hoy, en los Estados Unidos, existe un método que es la biblia para llegar a ser un buen guionista. Es un método que da seguridad y garantía al guionista, al director, pero sobre todo, al productor que habrá de invertir en esa futura película que se desprenderá de ese guion que utiliza la fórmula ‘mágica’. Me refiero al método del guionista Robert Mackee: El Guion. Su libro es una especie de termómetro que como un contador, cuenta las palabras del proceso de escritura del guion, en etapas que se arrogan probar que la estructura yace en términos técnicos predeterminados y per se. La historia es obligada a entrar en esa cantidad de palabras. Considera y trata de probarlo el autor, cuando orilla la presunción de que un guion es excelente al ganarse un Oscar. Y para abultar su ego de gurú del guion cinematográfico norteamericano, establece diez consejos de un rosario de los cuales no podrás salirte, si quieres ser su dilecto discípulo. Jamás su maestro. El señor Robert Mackee podrá ser un buen guionista dentro del paradigma que expongo en cuestión, pero es muy esquemático, superficial en sus conceptos, aseveraciones y máximas. En él no hay un pensador del cine, más bien, un método aprendido de memoria que gusta que los demás recen y cumplan sin escapar de su norma. Seguro le ha producido buenos dividendos en el abordaje de la estructura para el guion de cine a luz de su paradigma, por igual para la serie de televisión.

La explosión de las series en la televisión no sólo ha domesticado la imagen como en el cine, sino que a su vez le niega al espectador, en su espacio de registro personal, la oportunidad de que éste confronte consigo, porque la narrativa de la serie está privada de la posibilidad del ensimismamiento que conlleva a la meditación de lo que debería ser un testigo reflexivo, y no un cómplice arrastrado por una ciega y trepidante intriga de acontecimientos, rigurosamente, calculados. Toda estructura dramatúrgica paradigmática apuesta a la totalidad al negar la singularidad de la misma. Ahí comienza la muerte de la imagen.

En la Grecia antigua, a los teatros no asistían espectadores sino —más exacto— escuchadores, porque la esencia de la obras era discursiva. Un discurso que sometía a catarsis la triada del cuerpo, la psiquis y el espíritu de los presentes sentados en las gradas de piedra. La obra, entonces, no se representaba totalmente en un escenario físico, más bien apostaba representarse en cada una de las mentes de aquel quien fuera un buen escucha. Precipitándolo después, en una remoción catártica y expurgativa. Esas obras que fascinaron al pueblo griego fueron escritas bajo la perceptiva estructural que cada autor encontró en sus historias elegidas para el teatro. Y no —como se ha hecho creer que Sófocles, Euripides, Esquilo, etcétera, leyeron o estudiaron antes de convertirse en dramaturgos— la Poética del filosofo Aristóteles como el método clave para conquistar la fortuna de armar una obra teatral, tal cual como se armaba una nave ateniense. Todo lo contrario, Aristóteles, escribió su Poética mucho después, en un intento por comprender lo que conquistaron a nivel de estructura, cada uno de esos autores celebrados y ahora más vigentes. Porque la dramaturgia teatral griega era asumida desde una percepción ontológicamente política y no ideológicamente política.

Cada historia posee una estructura que hay que hallar, cada dramaturgo o guionista posee su propia técnica que deberá descubrir en cada nueva experiencia escritural. Persuadido de que la estructura nunca permanece inamovible en el lecho de la historia a tratar.

(Fragmento de un libro de ensayo, que espero no terminar, porque no quiero que se convierta en un método que me condene)

Edilio Peña
edilio2@yahoo.com
@edilio_p

ARIEL PEÑA: LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN Y EL REZAGO IDEOLÓGICO EN AMÉRICA LATINA

El próximo 9 de noviembre se cumplen 30 años de la caída del muro de  Berlín, lo que precipitó la debacle del comunismo  en Europa Oriental y la  desaparición de  la URSS, por eso con mucha  tristeza vale la pena preguntar: ¿En América Latina ya se asimiló ese acontecimiento histórico  de hace  3 décadas? Y la respuesta es un rotundo, No, porque como diría el poeta, Julio Flórez : “Todo nos llega tarde…. ¡hasta la muerte!” ya que no es posible que la estafa comunista del marxismo leninismo este a la ofensiva en la región con el remoquete del socialismo del siglo XXl, del cual dijera el tirano Fidel Castro en una entrevista en el 2010 al hacerle una pregunta en ese sentido  sobre la mencionada denominación, afirmó: que era el comunismo, el que el propio Marx definió como comunismo, por lo que no cabe la menor duda  acerca del enemigo al que se está enfrentando la democracia en la región.

El  derrumbe  del muro de Berlín,  se constituyó  en un acontecimiento cimero para Europa y el mundo, pues no solo fue la debacle del  comunismo totalitario en el viejo continente, sino que se rompió el mito de la invencibilidad e intocabilidad del marxismo, cuyo accionar criminal en más 150 años lo catapultan como la organización mas torcida e infame que ha conocido la humanidad, sin embargo sus miembros guiados por el fetichismo, la superstición y la leyenda le dan a semejante doctrina abyecta el carácter de todopoderosa, de ahí fue que Hugo Chávez inducido por el dictador Fidel Castro buscó reeditar al comunismo en Latinoamérica llevando a la miseria y al hambre al pueblo venezolano. 

América Latina  por su retardo  ideológico, no ha podido  discernir y por ello ha sido víctima de las patrañas  marxistas desde hace tiempo. Resaltando que Fidel Castro se declaró comunista cuando ya estaba en el poder en Cuba, porque antes tenía como coartada al movimiento “26 de Julio”  y  al Partido del pueblo cubano o Partido Ortodoxo cuya ideología  era nacionalista y democrática, pero ulteriormente declaró como partido único al comunista en 1965, que según  la anterior constitución  lo define como: “la vanguardia organizada de la nación cubana, fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista”. 

Esa aversión  constitucional de la camarilla comunista cubana es en realidad un sustituto de la religión, en donde condena al pueblo por los siglos de los siglos a vivir bajo el dominio de la desgracia marxista. Pero la cosa no se queda de ese tamaño, porque los países de la región según la orientación del comunismo totalitario, deben seguir ese camino usando diferentes máscaras, que ya las hemos denunciado en otras oportunidades, como son: el socialismo del siglo XXI, el indigenismo, el progresismo, el bolivarianismo, el foro de Sao Pablo y los gobiernos alternativos, para copiar al maniático de Hugo Chávez que de manera vulgar transportó los desechos del marxismo, repudiados en el viejo continente con la caída del muro de Berlín para implementarlos en Venezuela y en toda América Latina, convirtiendo a ese país hermano en un albollón comunista. 

Por  carecer de la razón los seguidores del marxismo, van en contra de su conciencia y su actuación se circunscribe dentro de lo más arcaico de la política. Por ello tienen un comportamiento brutal que desecha toda lógica, al querer convertir a las masas en un rebaño, lo cual demuestra que los miembros de esa caterva saben que están equivocados y en ocasiones son vergonzantes, porque muchos de ellos no permiten que los llamen comunistas, pues eso va en contraposición de sus intenciones rastreras; por lo cual se cambian de disfraz para engañar a los pueblos que de manera ingenua se dejan envolver de su doblez. 

Los comunistas también han utilizado varias argucias embaucando a las naciones en Asia. Recordando que el genocida de Kim Il Sung en Norcorea, para esconder su marxismo impulsó la idea “Juche” la cual significaba: “que propietarias únicas de la revolución y su posterior construcción son las masas”, entendiéndose eso como un revuelto entre el comunismo y la cultura tradicional coreana. De igual manera en Vietnam se ocultó el comunismo con la fundación del Partido de los Trabajadores de Vietnam en 1951, pero con la reunificación de ese país en 1976, después del triunfo del Vietcong tomó el nombre de partido comunista de Vietnam, siendo eso demostrativo de la impostura marxista que se acomoda para hacer caer a los pueblos incautos. 

La  ficción  marxista leninista con la cual han engañado naciones, demuestra que lo dicho por Lenin no es tan alejado de la realidad, cuando afirmaba: “nosotros somos una iglesia”. De ahí precisamente se desprende que la superstición y el mito son inherentes al marxismo y por ello aprovechando la religiosidad en Latinoamérica y su cultura, crearon la Teología de la Liberación impulsada en los años 60 del siglo pasado como un producto comunista traído a Latinoamérica por la KGB, agencia secreta de la URSS; evidenciándose que el marxismo se mimetiza hasta en la religión, para lograr satisfacer sus instintos mórbidos que buscan envilecer a los demás. 

El marxismo es un culto al engaño, que en América Latina especialmente se ha puesto varios antifaces, para esclavizar a nuestras naciones, y se le pueden colocar otros motes como el de castro-chavismo, pero el comunismo totalitario sigue siendo el mismo bebedizo que usa diferentes rótulos. Por ello hay que reconocer con vergüenza que a  30 años de la caída del muro de Berlín nuestra región no ha podido dimensionar ese acontecimiento, y por eso han surgido timadores como Hugo Chávez con  el socialismo del siglo XXl, degeneración  diseñada  por el político de la antigua Alemania Oriental, Heinz  Dieterich en 1996; curiosamente este personaje es  oriundo del  país en donde se cayó el muro de Berlín. 

Ariel Peña
arielpena49@yahoo.com
@arielpenaG
Colombia

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: NUEVO CNE ¡FIN DE LA OPOSICIÓN!


El que la oposición formalmente reconocida, la de Guaidó, haya aceptado en la Asamblea Nacional el punto impuesto por el régimen a la oposición ficticia de Timoteo y compañía, es un muy duro golpe a las esperanzas libertarias de la nación. Da cuenta de una pérdida absoluta de objetivos, de convicción, sobre todo, de sintonía con las verdaderas exigencias/necesidades de los venezolanos… es algo que lamentamos muchísimo, que nos hace transitar en pantanos de desesperanza. 


En el supuesto onírico que los 5 rectores electos sean imparciales, la respuesta a la interrogante ¿Qué hacemos con ese nuevo CNE? Es la misma a la ¿Qué haríamos con un presidente opositor aún en usurpación? ¡NADA! porque las instituciones del Estado continuarían secuestradas. Entiéndase, el núcleo del problema no es Maduro, el castrismo en Venezuela prescindió del mismo Chávez, a casi siete años de su fallecimiento el régimen continúa ahondando en su proyecto contra vientos y mareas, el núcleo es toda la usurpación, la desinstitucionalización reinante que obra al margen de la constitución, con violencia sin límites, auto permisada.. 

Menos útil (y más sospechosa) se hace esa elección condicionada cuando son solo 2 rectores a elegir, cuando a la AN se le ha impuesto un inexistente desacato, cuando quienes han sido intermediarios con el castrismo venezolano para esta elección han sido los mismos que cedieron a las pantomimas de las presidenciales 2018, cuando se hace de cara a las elecciones parlamentarias y no ante unas necesarias elecciones de todo los poderes… todos deben pasar por el tamiz de la constitucionalidad, de la legitimidad ¡TODOS! Comenzando por unas presidenciales.

Pero seamos realistas, la política es realidad. Pregúntese ¿Usted cree el régimen va permitirse perder el CNE? Obviamente no, veremos cómo al final de esta perdedera de tiempo será el TSJ rojo rojito quien escogerá los nuevos rectores, también rojos rojitos ¿Por qué el régimen nunca levantará la ficción del desacato a la AN? Porque una AN en plenas facultades tiene entre sus deberes investigar la corrupción, rango donde el chavismo tiene todas las de perder. Además de aprobar e investigar todos los convenios suscritos por el ejecutivo, hecho éste que el castrismo venezolano nunca aceptará por los riesgos que implica al escudriñar en el colosal “elefante rojo” del Fondo Chino, demás convenios chinos, rusos, cubanos y demás yerbas comunistoides.

Un pretendido CNE en las actuales condiciones, con las presiones visibles y no visibles del régimen, con una bancada del Psuv que hace años abandonó su curul y muchos de ellos delinquen al usurpar supuestos cargos “constituyentes”, con una AN arando en el mar con un desacato que jamás desaparecerá, solo servirá para que el régimen fabrique su argumento para justificar la elección de estas autoridades vía TSJ o ANC. 

Más aún ¿Elecciones? Está más que demostrado el venezolano, mientras exista usurpación, ¡NO VOTARÁ! así se demostró ante el mundo desde la “constituyente” aguas abajo, procesos dizque electorales con abstenciones históricas que la misma Smartmatic tuvo que confesar para salvar pellejo ante sus clientes internacionales. El castrismo prepara un escenario que sabe jamás perderá: otro CNE rojo rojito, otras elecciones que, en previsible abstencionismo, les dará todas las plazas públicas, con misma esencia de no reconocimiento internacional que le sabe a “blusf” pues aún controla las riquezas e instituciones del país ¡Fin! 

Con este desatino del CNE, otro final al cual referirnos es al de la oposición del momento, tanto a la ficticia como a la del (con profundo pesar lo escribo) sobrestimado Guaidó. De este modo, las esperanzas de recobrar la constitucionalidad y la democracia en Venezuela sufre un duro revés, atrasa la meta. Seguro estamos, ese liderazgo atinado y con coraje llegará, a la par de un drama social que poco a poco se hace incontenible.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango