sábado, 29 de febrero de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, DOMINGO 01/03/2020

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: NI TODO, NI TAN BIEN

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 17 minutos
Participar en el plebiscito de 1988 “atendió a un profundo sentimiento de realismo”, recuerda Mariana Aylwin, ex parlamentaria y ex ministra de Estado; hija, para más señas, de Patricio Aylwin, primer presidente de la transición chilena. Aceptar que “eso era lo que quedaba por hacer” a la oposición luego de “intentarlo todo”, de haber cometido errores y evadir el programa común, fue preludio de una pujante movilización unitaria contra el escepticismo; con partidos inhabilitados, sin libertad de expresión y apenas 28 días de franja electoral. Una “tremenda organización” que llevó a ... más »

MERCEDES MALAVÉ: EL DIRIGENTE FANÁTICO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 24 minutos
Frente a una realidad tan compleja y desbordante, parece imposible conducirse con racionalidad política. Son innumerables las variables que van cambiando y resultan impredecibles las cosas que pueden ocurrir: desde una tercera guerra mundial hasta una implosión del chavismo como vaticinan algunos que se mojan el dedo con saliva para ver hacia dónde corren los vientos. Lo cierto es que hoy luce imposible hacer el más mínimo esfuerzo de entender las relaciones causa y efecto, darle algún sentido a las acciones políticas, entender los detonantes y sus implicaciones. Los peligros se ba... más »

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: UN DOLOR QUE NO PUEDO RESISTIR

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 35 minutos
Craso error cometen quienes a voz en cuello exigen que en unas elecciones presidenciales Maduro no pueda ser candidato. No solo porque vencer electoralmente a Maduro sería un logro enorme, sino porque no es lo mismo enfrentar a Maduro que a figuras jóvenes y frescas como Héctor Rodríguez o Rafael Lacava. Esos no serían huesos blandos de roer. Quizás hoy algunos argumenten que "esos ni siquiera están en el radar, ni pintan en las encuestas". Y, sí, eso es cierto. Pero tampoco están en el radar del rechazo y la impopularidad. Un equipo de fútbol que va ganando por varios goles puede ... más »

LUIS FUENMAYOR TORO: ¿QUÉ ES LO MEJOR PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIA?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 39 minutos
Sin lugar a dudas, que la reunión reciente entre diputados opositores de la Asamblea Nacional presidida por Guaidó y diputados del partido de gobierno, para continuar el proceso de designación del Comité de Postulaciones, ha sido recibida en el escenario político nacional con una mezcla de asombro, dudas y esperanzas. Ha levantado grandes expectativas. Claro, no me refiero a los partidos, grupos y personas, que mantienen la tesis inmodificable de no ir a elecciones hasta que no cese la llamada usurpación y sean ellos quienes controlen el poder en la llamada transición. Son quienes q... más »

ROMÁN IBARRA: AVANCES

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 43 minutos
Luego de años en la prédica de la racionalidad, intentando orientar para no cometer errores de esos que cuestan períodos muy largos de malos gobiernos, aparentemente comienzan a darse pasos en la dirección política correcta. Esta semana hemos visto sentados en la misma mesa de negociación a los voceros de las directivas del parlamento nacional, intentando armar el comité de postulaciones, y la escogencia de los representantes de la sociedad civil que ordena la ley, para luego designar un nuevo CNE. En medio de un país enloquecido y polarizado por culpa de las imposiciones del régim... más »

RUBÉN CONTRERAS: El SAQUEADOR DE LA CASA GUIPUZCOANA Y DEL PATRIMONIIO VARGUENSE

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
El funcionario que funge como gobernador del estado Vargas, en la actualidad y en mala hora para quienes vivimos aquí, como es un idolatra del militarismo, le rinde culto y venera a José María España, obviando a Manuel Gual quien fue el artífice y cerebro de la Conspiración conocida como La Conspiración de Gual y España. Después de hacerle un seguimiento a este siniestro, tautológico, escatológico y funesto personaje en los diferentes cargos ejercidos como militar activo, desde la academia militar, cuando por sus malas decisiones murió un cadete realizando el orden cerrado, así com... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: NI TODO, NI TAN BIEN

Participar en el plebiscito de 1988 “atendió a un profundo sentimiento de realismo”, recuerda Mariana Aylwin, ex parlamentaria y ex ministra de Estado; hija, para más señas, de Patricio Aylwin, primer presidente de la transición chilena. Aceptar que “eso era lo que quedaba por hacer” a la oposición luego de “intentarlo todo”, de haber cometido errores y evadir el programa común, fue preludio de una pujante movilización unitaria contra el escepticismo; con partidos inhabilitados, sin libertad de expresión y apenas 28 días de franja electoral. Una “tremenda organización” que llevó a “7 millones de chilenos a inscribirse en los registros electorales” y garantizar testigos en cada mesa. Hubo miedo, claro. La mayoría votó tocada por la sombra de los desaparecidos, los torturados, los muertos, temiendo sumarse al aciago inventario. Chile votó, no obstante, y eso apartó lo que parecía una cuchilla inexorable pendiendo sobre su destino.

Sin ánimos de igualar la experiencia de otros países con la de Venezuela, conviene superar el rupestre convencimiento de que nuestro caso es “único” -o sea, “irresoluble” por vías políticas- si se desea obtener pistas en torno a la conveniencia de participar o no en “elecciones viciadas”. Escenario nada original en la historia de las democratizaciones, por cierto, y que Andreas Schedler vincula con el menú que conocemos: fraude, opresión e inequidad, pero también manipulación de actores, clivajes políticos y reglas de competencia.

Si bien Schedler no niega que gracias al manoseo institucional buena parte del fracaso de los partidos de oposición es “prefabricado” por los autoritarismos gracias a una política de exclusión y fragmentación, también señala -y cita a McFaul- que la capacidad de esos gobiernos para ganar elecciones no suele deberse a su propia “inteligencia sino a la ineptitud de sus opositores”. El abandono de zonas de oportunidad en aras de objetivos poco realistas parece ser una constante en ese sentido. Una oposición susceptible a maniobras diseñadas para inducir su desgaste (desde inhabilitaciones, sobornos, reglas sesgadas, malapportionment, ventajismo mediático hasta violaciones a su integridad física) acaba descuidando algo crítico: que cuando los autoritarismos convocan a elecciones, “abren una ventana de incertidumbre, por pequeña y frágil que sea”.

Aceptar o no las reglas de ese anómalo juego dominado por el tenedor del poder fáctico, es uno de los dilemas usuales que enfrentan entonces los demócratas. En Chile, donde en efecto ya se había recurrido a “todo” (protesta masiva, paros, aislamiento internacional del régimen; incluso operaciones de grupos que avalaban “todos los medios de lucha”) el giro virtuoso estuvo en considerar que si bien no había en la elección una solución de equilibrio, era posible lidiar con esas reglas asumiendo un compromiso temporal que serviría para debilitar bastiones de poder. Evidentemente, se logró mucho más que eso.

En cuanto a Venezuela, llama la atención que sectores proclives a la abstención afirmen también que “hemos hecho de todo… para nada”; y viaja allí la estocada a los entecos frutos de la ruta electoral. Al respecto, es justo hacer algunas consideraciones. No sólo en estos 20 años la del 2015 fue la única elección asumida con criterio de eficacia (esto es, con una oposición que trabajó integrada y con consciencia de la desventaja competitiva, de la necesidad de sacar máxima utilidad al recurso limitado) sino que era la primera vez que las fuerzas democráticas convocaban mayoría decisiva a su favor. 

Pero tras la chacumbélica gestión del triunfo –uno que al no ser visto como hito de una cíclica prueba de fuerza y legitimidad tendiente a ir desarmando el control autoritario, se disolvió a punta de expectativas irrealizables desde un aislado coto institucional- la oposición no sólo no repitió la suma de aciertos: perdió cohesión y rumbo, optando por salidas express que abortaron el avance e impidieron copar otros espacios cuando la hegemonización autoritaria aún no se completaba. Lejos de evitar errores que dejasen cancha libre al gobierno, de insistir con paciencia estratégica en eso que produjo éxito rotundo pero a todas luces parcial, retornamos al atajo, la yerma fórmula del todo-o-nada. Fórmula, de paso, contraria al plan de conquistas acumulativas que supone el voto cuando se plantean elecciones no-fundacionales. 

No todo se ha hecho, ni todo se ha hecho bien. Ante el reto electoral en puertas (y hay una AN activada a favor de la tarea de remozar el CNE) habrá que repasar esos prolegómenos con ojo severo. Ejemplos como el de la concertación chilena, forzada a entender que no hay oportunidad nimia cuando el adversario es tan feroz, siguen brindando guía valiosa. Pero asumir además en nuestro caso que la lucha por nuevas reglas está inmersa en el juego de reglas prevalecientes y sub-óptimas, quizás ayude a arrojar nueva luz sobre el camino que creímos agotado; no un apeadero final, más bien otro crucial punto de partida.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis

MERCEDES MALAVÉ: EL DIRIGENTE FANÁTICO


Frente a una realidad tan compleja y desbordante, parece imposible conducirse con racionalidad política. Son innumerables las variables que van cambiando y resultan impredecibles las cosas que pueden ocurrir: desde una tercera guerra mundial hasta una implosión del chavismo como vaticinan algunos que se mojan el dedo con saliva para ver hacia dónde corren los vientos. Lo cierto es que hoy luce imposible hacer el más mínimo esfuerzo de entender las relaciones causa y efecto, darle algún sentido a las acciones políticas, entender los detonantes y sus implicaciones. Los peligros se banalizan, las trampas se encubren o minimizan como si fuésemos inmunes a las consecuencias; las mentiras se justifican porque, aunque bajo el sol no hay nada oculto, lo importante es el inmediato hoy: mañana ya veremos. Todo esto debe conducir, obligatoriamente, a una neurosis colectiva.


Emerge hoy el deseo desesperado de encontrar explicaciones totalizantes, omniabarcantes, revolucionarias y decisivas. Diseñar un acontecimiento que genere un antes y un después. Cualquier esfuerzo por asimilar experiencias, observar qué ha resultado y qué ha fracasado, vislumbrar un camino o iniciar un proceso hoy luce desfasado, frío, poco empático, nada comprometido con la lucha que sostiene el pueblo venezolano.

Este terreno es fértil para que florezca, nuevamente, la cizaña de la demagogia y el populismo. Para que cundan las simplificaciones y las alucinaciones mesiánicas. Basta que un discurso se adapte a los deseos y fantasías de un grupo soliviantado por la rabia, para que aquello cunda por todas partes, ayudado de la informática, fake news y demás laboratorios de ficciones disfrazadas de información veraz y oportuna.

Lo que queda: la rabia

Podríamos volver a ser la presa fácil de simplificaciones devoradoras de cerebro y de hombres. Argumentos pueriles que se acomodan bien a nuestros prejuicios y con frecuencia desatan una dinámica interminable de recriminaciones a individuos, grupos, partidos, gobiernos de otros países, etc., de todo aquello que sucede sólo por responsabilidad propia. La seducción de la rabia está revestida de sencillez; sus impulsos son tan básicos y primitivos que invitan a la caída libre, renunciando a la búsqueda de interpretaciones que se abran a la complejidad, rechazando toda evidencia que pueda reconducirnos al razonamiento y por ende, mitigar la rabia.

La rabia es una epidemia moral: una plaga que va consumiendo la capacidad humana de disipar conflictos, controlar situaciones complicadas, salvar vidas. Es la conducta propia del fanático, del enceguecido por la pasión de la ira que ilustran tantos clásicos de la literatura universal. A propósito del dirigente fanático, Victor Frankl decía que era capaz de ignorar la dignidad y la libertad de decisión de las personas que no piensan como él. Y ponía el ejemplo de Hitler que alguna vez dijo que la política era el juego en el que estaban permitidas todas las trampas: “En mi opinión –decía Frankl– no hay nada tan característico del fanático como el hecho de que para él todo se convierte en una simple trampa, en un simple medio para conseguir un fin. La política fanática no se detiene ni ante los hombres, sino que los incluye en sus objetivos políticos. A través de la política fanática se politiza al hombre, en lugar de humanizar la política”.

Lo que caracteriza a epidemias psíquicas, como la rabia, en contraposición con las somáticas, tales como un shock postraumático, es que aquellas pueden desencadenar catástrofes y guerras. Por eso, el psiquiatra vienés aconsejaba remediar estas neurosis colectivas como la tarea más urgente de la higiene psíquica de una sociedad.

Mercedes Malavé
mmmalave@gmail.com
@mercedesmalave

SOLEDAD MORILLO BELLOSO: UN DOLOR QUE NO PUEDO RESISTIR

Craso error cometen quienes a voz en cuello exigen que en unas elecciones presidenciales Maduro no pueda ser candidato. No solo porque vencer electoralmente a Maduro sería un logro enorme, sino porque no es lo mismo enfrentar a Maduro que a figuras jóvenes y frescas como Héctor Rodríguez o Rafael Lacava. Esos no serían huesos blandos de roer. Quizás hoy algunos argumenten que "esos ni siquiera están en el radar, ni pintan en las encuestas". Y, sí, eso es cierto. Pero tampoco están en el radar del rechazo y la impopularidad. Un equipo de fútbol que va ganando por varios goles puede perder en el tiempo reglamentario o en el de descuento porque el contrincante saque a la cancha un jugador fresco, con los músculos calientes, sin el desgaste de los largos minutos de partido y con feroces ganas de triunfar.

Además, exigir que Maduro no sea candidato es arrinconarlo, forzarlo a negarse a negociar. Si en la negociación (y claro que hay tal proceso aunque no sea en la forma tradicional) hay tozudez y empecinamiento en que solo haya presidenciales y sin Maduro como candidato -o boto tierrita y no juego- pues Maduro se enconcha y ya. Y claro que la temperatura del conflicto aumentará, pero eso no es garantía de nada. Quizás suene a juego de palabras, pero tenemos que hacer un juego que no le haga el juego a Maduro, pero tenemos que montar un juego en el que Maduro juegue.

Que Guaidó exija presidenciales está bien, es lo correcto. Y debe insistir en ello tanto en el escenario internacional como aquí en casa. Porque nunca hay que olvidar la tremebunda ilegalidad e ilegitimidad de esa roncha de elección que montaron en 2018. Y eso es una carta en la negociación y una pieza para la campaña. Pero hay que estar preparados y trabajar para ambas elecciones. No para el desopilante escenario que pinta Henry Falcón, en un acto de la más mediocre impostura y de oportunismo político que francamente da grima. Esa agendita de Falcón hace que el pueblo cante "es un dolor que no puedo resistir". 

Hay que insistir en ambas elecciones, ligaditas. Y no hay que dar por ganadas ni las parlamentarias ni las presidenciales. Para triunfar en ambas hay que fajarse, duro. Es muy bueno ver ya en las calles (y no solo en las redes) a los partidos. Estos días en todo el país se desplegaron los equipos, con sus banderas e insignias, como debe ser. Bien, muy bien.

El nuevo CNE es el "kick off"

Todo indica que va a ser designado por la AN, con la participación del chavismo. Que se apliquen Hirudoid y tomen Ibuprofeno los que intentaron que fuera elegido por otra vía. Será en la AN por muchas y variadas razones, entre ellas una muy importante: los diputados rojitos no están en lo más mínimo dispuestos a dejarse ningunear por el TSJ, porque eso, además de ser para cada uno "un dolor que no puedo resistir", debilita a cada rojito frente a los próximos comicios en los que quiere ser reeelegido. Que el CNE sea designado por el TSJ dejaría a los parlamentarios rojitos pública y abiertamente como peleles.

Está, por supuesto, el asunto nada accesorio de la restricción para el voto en el exterior, que es algo que está en la ley, no en la Constitución. Eso tiene remedio y, no importa cuánto dramaticen algunos, no es para nada complicado. Es fácil hacer una reforma en la ley; un cambio que propondría el nuevo CNE, sería discutido y aprobado por la AN. Y a seguir ese CNE hace también los cambios reglamentarios ad hoc.

Y eso no tiene por qué ser un cambio temporal.

Hay muchísimos países cuyos nacionales que viven en el extranjero eligen parlamentarios.

Es relativamente fácil, porque se puede hacer rezonificando por internet y votando por correo. El Saime y el CNE tienen suficientes instrumentos tecnológicos para ello. Y con una sana auditoría (nacional e internacional) se puede evitar truculencias.

No habría ni tan siquiera necesidad de centros de votación como tales en el extranjero. Esos votos se envían por correo (si Ipostel no puede, pues que contraten un "courrier", como se hace para mil otros trámites). Y esos sobres con los votos de venezolanos en el exterior se empiezan a recibir unos días antes, para que se pueda verificar que ese voto fue emitido por una persona que está efectivamente registrada como elector en el extranjero en x país, x ciudad, x población, y asegurar que ese elector no esté duplicado.

La verdad (puestos aparte los intereses turbios que hoy existan), para Venezuela jamás fue importante lo del voto en el exterior por la sencilla razón que nunca en toda nuestra historia tuvimos tan abismal cantidad de emigrantes. De hecho, el número de votantes (potenciales) en el exterior hasta hace poco era "estadísticamente despreciable". Aducir que la ley no permite el voto de venezolanos en el exterior para elegir parlamentarios y plantearlo como un sino cincelado en piedra es de una simpleza intelectual insoportable, "un dolor que no puedo resistir". Más allá que ahora sí esa enorme cantidad de electores en el exterior es importante para los partidos, lo realmente relevante es entender que cuando se tiene unos tres millones y tanto de ciudadanos en edad de elegir en el exterior, eso no es "estadísticamente despreciable" y nos tiene que hacer entender que el concepto tradicional de Nación no va más, no aplica, pues hay nación fuera de los linderos del territorio. No me digan que no se puede hacer. 5.600.000 italianos que viven fuera de Italia tienen derecho a votar. Y lo hacen por correo. 2.1 millones de españoles lo hacen; 1.3 millones de franceses también.

Nosotros (tirios y troyanos) tenemos que entender que esto que tenemos no es un país, es la coincidencia geográfica de un gentío fuera o dentro de las líneas territoriales. Y eso no le sirve sino a unos dos mil y tantos vagabundos pendencieros a quienes no les interesa tener un país, les interesa tener un negocio. Pero el resto, los millones (tirios y troyanos), vivamos en Venezuela o en el exterior, necesitamos tener país. Y para eso requerimos tener institucionalidad. No se puede ser huérfano de país.

Aquí, en la cortedad de miras, hay muchos que dictan cátedra y pontifican, pero que parece que no ven lo que podría ocurrir si continúa esta situación: la desintegración de la nación, la ruptura en pedazos. Un trozo se une a Colombia, otro a Brasil, otro a Guyana, y un paisito en el medio. ¿Que no? Caray, vean África, vean los Balcanes, vean parte de Asia.

Tiempos de urgencia

Maduro está urgido. Necesita una asamblea que le apruebe las negociaciones de PDVSA, porque de lo contrario las empresas participantes (con fuerte contenido oficial de sus países) no van a cerrar unas negociaciones que eventualmente podrían ser retadas en su validez. Negocios son negocios. Y a los hombres de negocios no les gustan los papeles escritos a lápiz.

Por supuesto que está bien criticar que en la comisión reestructuradora de PDVSA hayan puesto a esos tres que nada saben de petróleo. Pero hay que entender que esas son las caras políticas de una negociación con Rusia, China y otros países cuyos emisarios en la negociación sobre PDVSA también van a ser políticos, aunque tras bastidores haya quien les haga los números, como es de suponerse tengan también los tres venezolanos.

Maduro quiere deshacerse de la ANC, porque no le sirve para nada. Sabe que las aprobaciones del TSJ también son más inútiles que cenicero en moto. El invento ese de los diputados Clap llegando como corsarios a pretender apropiarse de la AN simplemente no cuajó. Y la Mesa de Acuerdo Nacional (o de la Casa Amarilla, o la mesita, como la quieran llamar) es un experimento fallido, un mamotreto rechazado por los ciudadanos y sin ningún tipo de reconocimiento nacional e internacional; no pasa de ser una caimanera con ínfulas de grandes ligas. Así sea porque crea que de este sofocón puede levantarse (tiene derecho a soñar) o porque la presión de sus panas rusos, chinos, cubanos, nicas, etc. para que "arregle el lío" es intensa, Maduro necesita a la AN, ésta de ahora. No puede esperar a tener una nueva que él supone puede ganar (de nuevo, soñar es gratis).

Pero no es menos importante entender que por muchos y poderosos que sean los países que reconocen a Guaidó y por mucho y creciente apoyo popular que tenga su figura, el interinato no puede ser eterno. Y Venezuela no puede estar en esta zozobra permanente de estar bajo la égida de un régimen que no es reconocido por un montón de países y al cual su situación de ilegitimidad e ilegalidad le resulta cada día más farragoso.

Todo entonces exige "volver a la Asamblea", es decir a un Poder Legislativo, sin el cual ni tirios ni troyanos sobreviven.

Y eso nos trae del vuelta al punto crucial del nombramiento de un nuevo CNE, designado por la AN, por todas sus fracciones, por acuerdo ojalá unánime, siguiendo al pie de la letra las indicaciones constitucionales. Si privare la pésima conseja de la repartidera de "tantos pa ti y tantos pa mí", que produjo este desastre, un nuevo CNE en esos términos no solucionaría ninguno de los desmadres en materia electoral y sumaría unos cuantos nuevos.

Los pasos están dándose. La comisión preliminar está haciendo su trabajo. Recibió 73 nominaciones para los diez puestos que se requiere para, junto con los 11 diputados ya nombrados, integrar el Comité de Postulaciones. Que dejen la chilladera desafinada los que quieren un nuevo CNE de hoy pa mañana. Hay lapsos que se deben cumplir, que se tienen que cumplir. Y hay normas constitucionales muy específicas sobre los rectores a ser designados. De hecho, la Constitución (aprobada en 1999 y refrendada en 2007) basa la escogencia de las autoridades electorales en la aprobación de la mayoría calificada. Tiene toda la lógica. Así obligó a las diferentes fracciones a tener que ponerse de acuerdo; no dice en ninguna parte que la selección de los rectores es una fiesta en la que hay que repartirse unos puestos como si fueran tequeños.

El pueblo no quiere a ninguno de los rectores actuales. Ya les pasó cartica de despido y aviso de liquidación. No quiere caras viejas. Los nuevos no pueden ser fotocopias del pasado. Abundan venezolanos de ley, preparados, con altura intelectual y moral, conocedores de la materia electoral, capaces y con el guáramo necesario para ponerle un parao' al más pintao' si se pone con cómicas. Decantarse por el "peoresnada" es algo que el "soberano" rechazaría sin miramientos. Malandros, oportunistas, babiecas y demás especies favor abstenerse. Para el pueblo son ustedes "un dolor que no puedo resistir".

Soledad Morillo Belloso
soledadmorillobelloso@gmail.com
@solmorillob

LUIS FUENMAYOR TORO: ¿QUÉ ES LO MEJOR PARA LA PAZ Y LA CONVIVENCIA?

Sin lugar a dudas, que la reunión reciente entre diputados opositores de la Asamblea Nacional presidida por Guaidó y diputados del partido de gobierno, para continuar el proceso de designación del Comité de Postulaciones, ha sido recibida en el escenario político nacional con una mezcla de asombro, dudas y esperanzas. Ha levantado grandes expectativas. Claro, no me refiero a los partidos, grupos y personas, que mantienen la tesis inmodificable de no ir a elecciones hasta que no cese la llamada usurpación y sean ellos quienes controlen el poder en la llamada transición. Son quienes quieren llegar a Miraflores en los hombros del ejército invasor o en helicópteros provenientes del portaaviones que corresponda. Pero el resto de la población: la gente, la militancia de casi todos los partidos incluido el PSUV, las organizaciones de la llamada sociedad civil, han prestado atención inusitada ante el renacer de una posibilidad que se creía ya enterrada. 

Paradójicamente, la opción supuestamente menos probable en todos los análisis políticos ha devenido en ser la que ocupa posición estelar en la actualidad en la escena política venezolana.  Y este hecho tiene una sencilla explicación. La gente sabe que es la mejor opción para iniciar la salida del país de la profunda crisis en que se encuentra. Si la Asamblea Nacional, esa que se eligió en diciembre de 2014, llega a designar un Consejo Nacional Electoral de acuerdo con el gobierno, los venezolanos habremos rescatado nuestra autodeterminación, por lo que las políticas que han colocado las decisiones en potencias y países extranjeros habrán indefectiblemente fracasado. No sé si el gobierno y la oposición legislativa están al tanto de esto y lo han internalizado en todo su significado o si simplemente quieren agotar esta posibilidad, para que no se diga que no lo intentaron, y seguir con sus planes sectarios que mantendrán viva la confrontación. 

No hay duda que un nuevo CNE, con rectores diferentes de los existentes, sin Tibisay Lucena, a quien se le asigna, no necesariamente con razón, toda la culpa de las inconsecuencias legales y funcionales del organismo, sería bien recibido por los venezolanos. No debe haber dudas de que si ese nuevo CNE está integrado equitativamente por las fuerzas políticas y tienen a un rector imparcial como fiel de la balanza, aumentará la confianza de la gente en las elecciones. Pero, si no es nombrado por el organismo responsable de hacerlo según la Constitución, queda la sombra de ilegalidad e ilegitimidad del mismo, lo que internamente reduciría la confianza de los votantes y externamente no desmontaría la política intervencionista agresiva liderada por el Departamento de Estado. Y esto último es algo que el gobierno tiene que comprender, para entonces hacer los mayores esfuerzos posibles con los partidos democráticos que hoy siguen a Guaidó.  

Los pasos dados hacen posible lo hasta ahora considerado muy improbable. Falta empero un camino espinoso que recorrer. Si el Comité de Postulaciones presenta su informe por consenso, significaría que el acuerdo gobierno- oposición sigue, por lo que la AN debería reunirse y designar el nuevo CNE que sería aceptado por todos. ¿Pero cuál Asamblea? ¿Quién la presidiría? Es claro que sin los diputados del PSUV no se alcanzaría el quorum requerido para efectuar la designación. Hay entonces que mantener el acuerdo gobierno/oposición para que haya una reunión plenaria y se alcance la votación calificada requerida. De no lograrse, habría omisión legislativa y correspondería al TSJ, controlado por el gobierno, la designación, tal y como ha ocurrido en otra ocasiones. Podría aparecer en escena la Constituyente y hacer la designación. Ambos casos, pero sobre todo este último, no son los más convenientes para la paz y la convivencia interna.  

Reaparece la esperanza. Ojalá no se frustre por motivaciones bastardas. 

Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
@LFuenmayorToro

ROMÁN IBARRA: AVANCES

Luego de años en la prédica de la racionalidad, intentando orientar para no cometer errores de esos que cuestan períodos muy largos de malos gobiernos, aparentemente comienzan a darse pasos en la dirección política correcta.

Esta semana hemos visto sentados en la misma mesa de negociación a los voceros de las directivas del parlamento nacional, intentando armar el comité de postulaciones, y la escogencia de los representantes de la sociedad civil que ordena la ley, para luego designar un nuevo CNE.

En medio de un país enloquecido y polarizado por culpa de las imposiciones del régimen, y la violación sistemática de toda regla, hoy estamos obligados a soportar dos directivas de la AN. Una sin quórum, ni votos; forzada por la torpeza del oficialismo, y otra, la que representa a la mayoría del pueblo venezolano, con amplio reconocimiento internacional, atada de manos incluso para disponer de los símbolos del poder que ostenta, habida cuenta del secuestro militar que lleva adelante el régimen en las instalaciones del Palacio Legislativo.

Pero en medio de la diatriba a la que estamos sometidos, es mejor –en nuestra opinión- que se hagan esfuerzos por la búsqueda de entendimientos, y no la tirantez y guerra permanente que solo conviene al oficialismo para perpetuarse en el poder, sin importar la ruina socioeconómica y moral de los ciudadanos.

Los miembros seleccionados de la sociedad civil, no son tan independientes como sería deseable, pero repito, ello es mejor a tener que vivir en guerra interminable y sin posibilidades de ganar. Ahora falta un acuerdo parlamentario para su ratificación en la AN; pero si llegaron hasta aquí, no veo por qué no pueda llegarse a la ratificación, ojalá.

Al menos dos tercios de la población –según las encuestas recientes- quieren utilizar el voto como mecanismo de solución de la crisis, en vez de medidas de fuerza. La sociedad en su mayoría es víctima permanente de la falta de  servicios básicos, lo cual, comporta violación sistemática de los DDHH, por una parte, pero tan grave como lo anterior, es que también es víctima de la violencia institucional, a cargo de la corrupción administrativa en todas las instancias, así como de la violencia de las policías y el hampa.

Hoy es muy difícil acceder a los servicios de identificación para obtener partida de nacimiento; cédula de identidad, o pasaporte, pero también es cuesta arriba acceder a un empleo digno y bien remunerado; ir a un hospital, o acudir a una oficina pública.

En la calle es insoportable la hiperinflación para el bolsillo de la mayoría, y por si fuera poco, soportar los embates de las policías y el hampa. 

La descomposición tiene características monstruosas que no se detienen, pues cada día se desciende más en la crisis. Por ello, es urgente hallar una salida política para darle cauce distinto a esta cotidianidad insufrible.

Hablarle claro al país todo y decidir una postura claramente proclive a la realización de elecciones parlamentarias, tal como están marcadas en la Constitución, y de una vez por todas, reconstruir la unidad de la oposición para presionar también, el adelanto de las presidenciales, si fuera posible y que sea la participación popular, con condiciones, y supervisión internacional, la que decida el destino del país.

Ayudemos en la designación del CNE, nuevo Registro Electoral, y creemos las condiciones para motivar a la población para votar y defender el voto. Y si además conquistamos las presidenciales, garantizar el voto de la diáspora, y la libertad de los presos políticos. No perdamos oportunidad para derrotar cada vez que sea posible a este régimen maltrecho.

Ayudemos para sellar los avances y garantizar el cambio. 

Román Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra 

RUBÉN CONTRERAS: El SAQUEADOR DE LA CASA GUIPUZCOANA Y DEL PATRIMONIIO VARGUENSE

El funcionario que funge como gobernador del estado Vargas, en la actualidad y en mala hora para quienes vivimos aquí, como es un idolatra del militarismo, le rinde culto y venera a José María España, obviando a Manuel Gual quien fue el artífice y cerebro de la Conspiración conocida como La Conspiración de Gual y España.

Después de hacerle un seguimiento a este siniestro, tautológico, escatológico y funesto personaje en los diferentes cargos ejercidos como militar activo, desde la academia militar, cuando por sus malas decisiones murió un cadete realizando el orden cerrado, así como en el ministerio de la defensa y dirigiendo el circo de la negra Hipólita, hemos entendido su pasión obscena por la lisonja y el culto a la personalidad, porque esa ha sido en parte la formación aprendida en los cuarteles, para así los subalternos poder granjearse la amistad con su superior inmediato y ahora dicho militar, tal cual como aquel tribuno romano que mandó a Judá Ben Hur como galeote a las galeras, ostentando el cargo de gobernador del estado Vargas, quiere dejar atrás sus frustraciones castrenses y satisfacer su reprimido orgasmo pretoriano, para poner en funcionamiento la casa reconstruida de José María España, ubicada en la calle San Francisco, en el casco colonial de la Ciudad Histórica de La Guayra. En la cual se violaron todos los protocolos en materia de preservación y restauración de Monumentos Nacionales y Naturales, quitandole su valor patrimonial como Monumento Histórico Nacional.

Ese orgasmo de este primitivo gamonal lo está logrando, entre otras cosas, después de saquear los bienes muebles de La Casa Guipuzcoana, la cual fue declarada Monumento Histórico Nacional por el presidente Raúl Leoni y que debiese ser el Museo Colonial e Histórico de nuestro estado, para amueblar la Casa que va a ser reinaugurada el 28/02/2020, con toda la pompa del niño iluso que va a romper las ataduras de la frustración que estuvieron reprimidas por su falta de iniciativa como persona y también por su incompetencia como ciudadano que no supo intermediar en los diversos planos militares en los cuales le toco actuar, así como en los administrativos, en los cuales no tuvo la inteligencia necesaria para saberse rodear del talento de la civilidad.

Esos bienes muebles, forman parte del patrimonio histórico nacional y están registrados como tales por el Acervo y Ceremonial Histórico de La Nación, pero como todo funcionario despota que integra la actual peste militar que subyuga a Venezuela, no respeta ningún orden ni normativa legal y actúa a su libre albedrio, violando y mancillando el solio gubernativo que le asignó, en mala hora, parte de la ciudadanía obnubilada por la lisonja de las misiones y el cohecho del chantaje de aquellos que por ejemplo, viven en los urbanismos del gobierno, los cuales son arreados como ganado vacuno y los llevan a votar por esos indeseables, cuando hay elecciones.

Este saqueo a La Casa Guipuzcoana, es apenas una pequeña muestra de lo que hacen estos narco delincuentes, cuando lo lógico es que hubiesen mandado a hacer muebles de estilo, dado que en Venezuela aún quedan artesanos y ebanistas de la madera que gustosamente los podrían haber realizado, pero el cogote de ese pran como gobernador, solo piensa en negocios para él y su entorno delincuencial, sin entender que él, como servidor público debe ocuparse de los problemas de la gente, por lo cual para él, era más fácil depredar la Casa Guipuzcoana, para cumplir su idolatría, sin ubicar a los ciudadanos laboriosos que construyesen nuevos muebles.

Tenemos que insistir en la unidad de las fuerzas democráticas, para evitar que este pranato de narco delincuentes sigan destruyendo la memoria histórica de nuestro estado Vargas y del país en sí. En nuestras manos está la solución. Unidad, organización, resistencia y el voto.

Rubén G. Contreras G.
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@RubenContreras