miércoles, 27 de febrero de 2019

ACTUALIZACIÓN, DE "EL REPUBLICANO LIBERAL II”, DEL JUEVES 28-02-2019,

ORLANDO VIERA-BLANCO, EL ÚLTIMO VALS DE MADURO…

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 minutos
“Con el Sr. Maduro y sus violentos no queda más. Se han agotado todas las formas, diálogos y protocolos. Todos las oportunidades. Todas las advertencias. Toda la paciencia.” Cero decepción. Nada de frustración. Lo hemos dicho y la gente lo asimila. Lo entiende. La salida de este gobierno-en cuya fase nos encontramos-no se agota en un sólo acto. Recién entramos en el careo. Maduro y sus violentos tomaron la vía de la confrontación. Pues nada. La tendrán, pero en el marco del Derecho Internacional Público y del sistema de Tratados Internacionales del Derecho Humanitario, de los Deli... más »

ALFREDO M. CEPERO, VENEZUELA, ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD DEL IMPERIALISMO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 14 minutos
Y, en un sentido más claro, que mientras el "imperialismo" norteamericano construye naciones, el "imperialismo" comunista las destruye y explota. Por motivos más que justificados, los venezolanos son un pueblo orgulloso de su historia y celoso de su soberanía. Fueron en su mayoría manos venezolanas las que esgrimieron las armas que condujeron a las victorias de Carabobo, Boyacá y Ayacucho. Fueron hijos de Venezuela como Bolívar, Sucre, Urdaneta, Ibarra y Briceño los que lideraron las tropas que dieron la libertad a colombianos, peruanos, ecuatorianos y bolivianos. Y han sido los pe... más »

BERNARD HORANDE, AHORA MÁS QUE NUNCA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 22 minutos
El Grupo de Lima se ha reunido después de los acontecimientos sucedidos el fin de semana con el ingreso a Venezuela de ayuda humanitaria. Frente a los desmanes criminales del régimen de Maduro, las expectativas de los venezolanos se elevaron. La petición general, abierta o a sotto voce, es que es necesaria ya una intervención militar. No sería para menos. Lo que mucha gente intuía, ocurrió: que el aparato delincuencial madurista actuaría brutalmente de una u otra forma, impidiendo o saboteando la entrada de ayuda humanitaria. En la encuesta que acompañó nuestro artículo de la seman... más »

CAROLINA JAIMES BRANGER, ¡DEJEN EL MASOQUISMO!

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 28 minutos
Es que nos acostumbramos a perder al punto de que todo lo convertimos en derrota? ¿Es que estos veinte años no han sido suficientes para darnos cuenta de que la estrategia del G2 de sembrarnos desesperanza le ha funcionado todo el tiempo? ¿Nos vamos a rendir cuando estamos a punto de ganar?… ¡Los venezolanos nos emocionamos y nos decepcionamos en segundos! Me provoca gritar de la desesperación cuando leo mensajes y mensajes que hablan de la derrota que sufrimos el fin de semana. ¿Cuál derrota? ¡Sí, claro que tenemos que lamentar una vez más muertes de inocentes venezolanos y eso es... más »

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ENTENDIENDO EL 23F Y LO QUE VIENE

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 45 minutos
El chavismo se ufana de haber evitado la ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero, alardea su unión “cívico-militar”, ahora bien, bajo una perspectiva muy general podemos señalar que efectivamente se anotó una victoria… ¿Pero a qué precio? Sí Maduro permitía la entrada de esa ayuda se anotaría una derrota política, además de demostrar debilidades en el control fronterizo y militar, sin embargo, a nivel internacional su percepción tiranezca no habría empeorado. Haber permitido esa ayuda, bajo los parámetros que él mismo podría haber impuesto, era su derrota menos traumática. Per... más »

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY, REALMENTE NO HAY VUELTA ATRÁS

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 55 minutos
Fue un día terrible e inolvidable. Se quebraron nuestras expectativas y no podíamos reponernos de los sollozos. Ver los camiones en llamas resultó impactante. Contabilizar más de veinte muertos, casi 300 heridos y alrededor de 100 miembros de las Fuerzas Armadas convencidos de abandonar el bando del terror, no es suficiente para un régimen cuyo único interés es aferrarse al poder a costa de la sangre de tantos inocentes. Pese a este saldo demoledor y toda la decepción por un 23 de febrero amargo y decepcionante, los días de Maduro están contados. Lo sigue recalcando el vicepresiden... más »

ORLANDO VIERA-BLANCO, EL ÚLTIMO VALS DE MADURO…


“Con el Sr. Maduro y sus violentos no queda más. Se han agotado todas las formas, diálogos y protocolos. Todos las oportunidades. Todas las advertencias. Toda la paciencia.”


Cero decepción. Nada de frustración. Lo hemos dicho y la gente lo asimila. Lo entiende. La salida de este gobierno-en cuya fase nos encontramos-no se agota en un sólo acto. Recién entramos en el careo. Maduro y sus violentos tomaron la vía de la confrontación. Pues nada. La tendrán, pero en el marco del Derecho Internacional Público y del sistema de Tratados Internacionales del Derecho Humanitario, de los Delitos Trasnacionales, de Los Estados Frágiles y de los Derechos Humanos.

QUEMANDO LAS NAVES…

No es que Maduro y sus colectivos sólo quemaron un camión con insumos humanitarios. Lo que realmente sucedió con ese acto ruin y salvaje fue que Maduro quemó sus propias naves. Sí, un desliz hostil que prende las alarmas de la coalición internacional humanitaria y la habilita a adentrarse a la doctrina de la Responsabilidad de Proteger. Maduro ha preferido una reacción primitiva, transgresora y agresiva como la sucedida en el puente Las Tienditas frontera Colombo-Venezolana, que lo convierte en un criminal confeso del delito de lesa humanidad de genocidio.

Con el Sr. Maduro y sus violentos no queda más. Se han agotado todas las formas, diálogos y protocolos. Todas las oportunidades. Todas las advertencias.  Toda la paciencia. Rechazar la ayuda humanitaria con plomo y candela activa ipso iure el postulado superior que enmarca la Cláusula Séptima de la Carta de la Naciones Unidas sobre la legítima defensa de los pueblos indefensos, esto es, activar ante la tiranía y el exterminio el deber de la comunidad internacional de intervenir.

Estados Unidos y Canadá han liderado la ayuda humanitaria y han sido los más fervientes denunciantes de los latrocinios y abusos de DDHH del régimen de Caracas. Y no es para menos. Por su patio han viajado desafiante y audazmente fortunas provenientes de narcotráfico y blanqueo de capitales sucios. En sus territorios y Europa han burlado sistemáticamente las regulaciones y controles en materia financiera y de legitimación de capitales. Y en la propia sede del Eurocentrismo, desde Washington, NY y Vancouver a Paris, Bruselas y Andorra se han forjado delitos trasnacionales y hasta campañas de propaganda en contra del “imperialismo” que han burlado todas las fronteras. Ahí pase el dinero que hoy hambrea al pueblo venezolano. Y en las narices del mundo le echan fuego al mandato humanitario de una coalición internacional. Basta de protocolos. No hay Tratado Internacional ni petróleo [conveniencia] que tolere, compre ni compense la barbarie que representa Maduro para el Mundo.

CESE DE LA USURPACIÓN

No hemos terminado esta ruta. Una de las fases necesarias era el ingreso de la ayuda humanitaria. Podían ocurrir dos cosas. Que Maduro tuviese el último vestigio de inteligencia y dejase entrar los cargamentos de medicinas y comida para el pueblo [con lo cual ganaba algo de tiempo] o la bloqueaba. En el primer caso prolongaba y complicaba el cese de su gobierno de facto porque “el muchacho no se portó tan mal”.  Esto obligaba a mantener la dinámica de mensajería y micrófonos mientras se construyen otros escenarios. Pero Maduro decidió no sólo bloquear la ayuda humanitaria sino profanarla. Incurrió en delito de lesa humanidad.  Atacó y destruyó material humanitario y además acabó con la vida de manifestantes que exigían su derecho a sobrevivir.  En este escenario la mesa está servida para injerencia forzosa, la injerencia legítima. La entrada vigilada de la ayuda humanitaria. La legítima defensa del pueblo venezolano sobre la base de la Convención para la Prevención y Represión de Genocidio (1948) de la Convención Europea sobre los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales; Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de DDHH y Fundamentales. En este orden comienzan otros actos preparativos. El de la coalición humanitaria preventiva y asistida de custodia contra la cual otro acto de hostilidad justificará el derecho humanitario internacional en término de defensa armada. Así de fácil, así de claro, así de sencillo…

TODAVÍA SE LA PUEDE PENSAR

El intento de ingresar la ayuda humanitaria no cesará. La coalición internacional volverá por ello.  Maduro podría tener una “segunda oportunidad” pero de proceder con violencia, la coalición podrá reaccionar bajo esquemas de legítima defensa. Además, si opta por seguir generando resistencia, opresión y muerte, el caos es previsible en dos direcciones: 1.- La desobediencia de tropas crecerá a ritmo de efecto cascada o dominó. 2.- La anarquía incontrolada obligará la intervención de las fuerzas del orden público internacional.

Como decía al inicio, aquí nada es improviso ni nadie anda al decir de Homero “con una mirada perdida hacia el mar”.  Vamos bien. Vamos siguiendo una bitácora en la cual está prevista encontrarse con corsarios en alta mar. Y se librará la batalla, con mayor fuerza y determinación como quien lo tiene todo previsto cuando sabe muy bien que “el capitán” del buque pirata tiene pierna de palo, garfio y es tuerto.

Cero desanimo. Cero dejarse amilanar por Maduro bailando salsa o desmoralizando la dignidad del pueblo. Maduro resbaló. Y sin dudas esa decisión de patear la lámpara fue el anuncio de su último vals. ¡Vamos bien!

Orlando Viera-Blanco
@ovierablanco

ALFREDO M. CEPERO, VENEZUELA, ENTRE EL MITO Y LA REALIDAD DEL IMPERIALISMO


Y, en un sentido más claro, que mientras el "imperialismo" norteamericano construye naciones, el "imperialismo" comunista las destruye y explota.

Por motivos más que justificados, los venezolanos son un pueblo orgulloso de su historia y celoso de su soberanía. Fueron en su mayoría manos venezolanas las que esgrimieron las armas que condujeron a las victorias de Carabobo, Boyacá y Ayacucho. Fueron hijos de Venezuela como Bolívar, Sucre, Urdaneta, Ibarra y Briceño los que lideraron las tropas que dieron la libertad a colombianos, peruanos, ecuatorianos y bolivianos. Y han sido los pechos de los hombres y mujeres de Venezuela los que han parado las balas de la narco dictadura manipulada y controlada por la mafia de La Habana. Como en  el siglo XIX, en este siglo XXI la sangre venezolana sigue regando el surco de la libertad en América. Parafraseando a mi admirado Andrés Eloy Blanco: "A Venezuela se le admira por el petróleo que exportamos pero más se le debe admirar por la sangre que exportamos".

Los recientes años de lucha contra el castro-chavismo son testimonio elocuente de lo que he dicho en el párrafo anterior. El pasado 23 de febrero fue una jornada heroica y gloriosa que demuestra hasta dónde está dispuesto a luchar ese pueblo para recuperar su libertad perdida. Pero, lamentablemente, este 23 de febrero no condujo al derrocamiento de la tiranía. Por el contrario, debe de ser motivo para cuestionar la eficacia de la lucha no violenta para arrancarle el poder a un tirano y sus apandillados empecinados en mantenerlo a cualquier precio.

En el momento en que escribo estas líneas Juan Guaidó, el presidente legítimo de Venezuela, está reunido en Bogotá con presidentes y ministros de los países que integran el llamado Grupo de Lima. Cincuenta naciones, lideradas por los Estados Unidos, se han sumado al reconocimiento de Guaidó y al rechazo del cerdo grotesco que baila 'sin ton ni son' para dar la falsa impresión de que en Venezuela no pasa nada. Sin embargo, gracias a la prensa internacional y a los medios sociales, el mundo ha sido testigo de que en Venezuela está pasando una masacre masiva de un pueblo bueno, trabajador y heroico. 

Los cómplices del tirano se han quedado sin justificación y sin  argumentos.
Pero eso no quiere decir que Maduro contemple la posibilidad siquiera remota de abandonar el poder. Está sentado sobre las bayonetas de sus fuerzas armadas e intimidado por la amenaza siniestra de las fuerzas de ocupación extranjeras. Los militares venezolanos no lo abandonarán porque eso equivaldría a renunciar a sus sinecuras. Los sicarios cubanos no le permitirán renunciar porque su derrocamiento sería la sentencia de muerte de la tiranía castrista.

Para hacer el cuento corto, Maduro es hoy un rehén de las tropas interventoras cubanas con altas probabilidades de correr misma la suerte de Salvador Allende o del Che Guevara. Cuando el presidente chileno mostró su inclinación a negociar con los militares, el general cubano Patricio de la Guardia recibió desde La Habana la orden de matarlo. Los Castro no aceptan víctimas ni dan refugio a derrotados, sino crean mártires para mantener su gastada y mentirosa consigna de "Patria o Muerte". Maduro, como Allende en Chile y como el Che en Bolivia, ni será bienvenido en La Habana ni saldrá vivo de Venezuela.

Ante este panorama alucinante, no queda otra opción que la lucha armada para devolverle la libertad a Venezuela. Eso tienen que haberlo comprobado ya los activistas venezolanos y saberlo los reunidos en estos momentos en Bogotá. Ante la incondicionalidad de los militares nativos, la mafia militar venezolana tiene que ser enfrentada y desalojada con las balas de una fuerza militar extranjera.

No  hay otra vuelta y al diablo con los resabios o la tontería de que esa acción pueda conducir a una intervención extranjera, mayormente norteamericana, con el consiguiente menoscabo de la soberanía venezolana. Los venezolanos están hoy intervenidos por la tiranía castrista y su soberanía pisoteada por un imperialismo cruel, asesino y explotador. Ese es el imperialismo real que sufre en estos momentos la patria de Bolívar. Comparado con ese, el imperialismo norteamericano es un mito que dejó de existir hace mucho tiempo.
Y como digo con frecuencia, prueba al canto. La deplorable Diplomacia de las Cañoneras tuvo una efímera existencia a principios del Siglo XX con las invasiones norteamericanas de Haití y de Nicaragua. Las invasiones militares de la República Dominicana , Granada y Panamá, entre 1965 y 1989, liberaron a esas naciones de comunistas como Juan Bosch y Maurice Bishop, así como de delincuentes cómo Manuel Noriega. Gracias al "imperialismo" norteamericano, esas naciones disfrutan hoy de gobiernos democráticos.

Por desgracia, ese no fue el caso de los cubanos que fuimos abandonados a una suerte infame en Bahía de Cochinos por John Kennedy, un hijo del privilegio aterrado de que lo calificaran de "imperialista". ¡Cuánto daría yo porque mi infortunada patria cubana hubiera sido liberada en aquel momento con la ayuda del "imperialismo" norteamericano! Nos habríamos ahorrado sesenta años de ignominia, hambre, miseria y muerte. ¡Ah y los venezolanos se habrían ahorrado la vergüenza de ser víctimas de las tiranías chavista y madurista por no haber escuchado a quienes un día les advertimos del peligro!

Continuando con los Estados Unidos, ninguna nación en la historia del mundo ha sido más generosa con sus enemigos derrotados. La Europa posterior a la Segunda Guerra Mundial era un paramo devastado por el intenso bombardeo aliado. Ingleses y franceses propusieron una política de castigo contra una Alemania que había cometido delitos de 'lesa humanidad' bajo el liderazgo de un demonio como Adolfo Hitler. Los norteamericanos discreparon y pusieron en marcha el Plan Marshall —oficialmente llamado European Recovery Program, ERP-- para una reconstrucción económica que incluyó a la propia Alemania.

Entre 1945 y 1948, los Estados Unidos dieron ayudas económicas por valor de unos 13 000 millones de dólares de la época​ para la reconstrucción de aquellos países de Europa devastados tras la Segunda Guerra Mundial. En marcado contraste, la Unión Soviética se negó a participar en el programa por temor a la pérdida de independencia económica. Y lo peor, con su negativa también bloqueó la posible participación de países de Europa del Este, como Alemania Oriental o Polonia.

Japón es otra muestra de la generosidad y la pragmática visión política de los Estados Unidos. El enemigo que cuatro años antes, con un ataque artero, había dado muerte a 2,400 jóvenes americanos en Pearl Harbor fue tratado con compasión y magnanimidad. Entre 1945 y 1952, las fuerzas norteamericanas de ocupación, bajo el mando del General Douglas MacArthur, pusieron en vigor amplias reformas militares, económicas, políticas y sociales. El costo para los Estados Unidos fue de 2,000 millones de dólares. Para 1955 la economía japonesa había alcanzado niveles superiores a los previos a la guerra y, para 1968, se había convertido en la segunda economía del mundo después de los Estados Unidos.

Pero este gigante de hoy, tuvo momentos en  que necesitó la ayuda de potencias mundiales como Francia en la lucha por su independencia. La victoria en la Batalla de Yorktown, el 19 de octubre de 1781, que marcó el final de la Guerra de Independencia Norteamericana, jamás habría sido posible sin  la ayuda de Francia. La mitad de los soldados al mando de George Washington en Yorktown eran franceses. Además, el amplio despliegue de la armada francesa frente a las costas norteamericanas había impedido la llegada de nuevas tropas inglesas. El general Lord Cornwallis no tuvo otra alternativa que la rendición. 

¿Qué podemos aprender de este breve recorrido por momentos transcendentales de la humanidad? La respuesta es obvia. Que, a la hora de preservar el bien sagrado de la libertad, todos las naciones tenemos que unir esfuerzos y aceptar ayudas sin dejarnos paralizar por erróneos conceptos de soberanía o exagerado orgullo nacional. Que tolerar la esclavitud de nuestros vecinos es poner en peligro nuestra propia libertad. Cuba y Venezuela son un ejemplo vivo. Y, en un sentido más claro, que mientras el "imperialismo" norteamericano construye naciones, el "imperialismo" comunista las destruye y explota.

Alfredo Cepero
@AlfredoCepero

BERNARD HORANDE, AHORA MÁS QUE NUNCA


El Grupo de Lima se ha reunido después de los acontecimientos sucedidos el fin de semana con el ingreso a Venezuela de ayuda humanitaria.

Frente a los desmanes criminales del régimen de Maduro, las expectativas de los venezolanos se elevaron. La petición general, abierta o a sotto voce, es que es necesaria ya una intervención militar.

No sería para menos. Lo que mucha gente intuía, ocurrió: que el aparato delincuencial madurista actuaría brutalmente de una u otra forma, impidiendo o saboteando la entrada de ayuda humanitaria.

En la encuesta que acompañó nuestro artículo de la semana pasada, 4 Escenarios sobre la Ayuda Humanitaria, más del 63% de nuestros lectores votaron por alguna de las opciones que sugería que la ayuda humanitaria no pasaría como Dios manda. Así ocurrió.

Ante esta situación, el Grupo de Lima, con la presencia del Presidente Encargado de la República de Venezuela, Juan Guaidó, y del Vice-presidente de los Estados Unidos, Mike Pence, han elevado la apuesta. Hay que leer entrelíneas las intervenciones.

Para algunos no es suficiente el Comunicado del Grupo de Lima. Es entendible. La desesperación y el sentido de necesidad ante los muertos y heridos del fin de semana hace que todos deseemos una solución inmediata y final.

Además de los dramáticos hechos sucedidos en el Táchira, es insólito lo ocurrido en Santa Elena de Uairén.

El chavismo, que se ha llenado la boca durante años manipulando el tema de la “reivindicación de los indígenas”, arremete de forma asesina contra la etnia pemón, dejando como saldo un importante número de muertos y heridos.

Esa es su verdadera naturaleza. Allí se descubrió su inmensa hipocresía.

No es momento de desesperanzarse. Para nada. El régimen asesino de Maduro y sus secuaces hace aguas. Cada acción que emprende los hunde más. Creen estar ganando batallas cuando de lo que se llenan es de derrotas.

Suena un tanto infantil esperar que unos países declaren públicamente una intervención militar en otro país. Más si esos países son vecinos de Venezuela.

Esas cosas no se hacen así. Además, el Grupo de Lima fue creado para otros fines. Pacíficos específicamente.

Estos asuntos se manejan con discreción. Las conversaciones se dan en reuniones privadas. Los acuerdos se cierran y no se divulgan.

El que crea que los Estados Unidos y particularmente Donald Trump, que de bolsa no tiene nada, se han embarcado en una aventura sin medir todos los riesgos debe estar soñando.

No van a poner en duda su reputación de mayor potencia mundial en lo militar,

Por otra parte, Venezuela no es Grenada. Ni tampoco es Panamá. Venezuela representa un reto mucho mayor.

Y el régimen venezolano también es un caso distinto. Aquí no se trata de un simple dictador que hay que desplazar. Por el contrario, estamos hablando de un complejo entramado de organizaciones criminales mafiosas de diverso tipo.

En Venezuela hacen cómoda vida cubanos castro-comunistas, terroristas, narcotraficantes, guerrillas del ELN y las FARC, pranes, asesinos a sueldo y el comunismo mundial, quienes han penetrado y se han apropiado de todos los estamentos del Estado venezolano y se reparten territorios.

Han utilizado nuestro país para cometer el mayor saqueo que la humanidad ha conocido en toda la historia.

Así que la tarea no es un sencillo “Maduro vete ya”.

En la reunión del Grupo de Lima, la mayoría de los países expresaron claramente que los venezolanos no podemos salir solos de esta tiranía. Que necesitamos ayuda.

Y el Vice-presidente Pence, en nombre de Trump, dio dos mensajes claves, simples y muy poderosos: uno: que los Estados Unidos están 100% respaldando al pueblo venezolano. Dos: que la hora ha llegado.

Las piezas se van acomodando progresivamente. Conllevan un proceso. ¿Tarda más de lo que se quisiera? Sí.

Pero estas operaciones se conocen el día – o la noche – en que se ejecutan. Unilateral o multilateralmente. Es decir, por uno o por varios.

Lo importante es lo afirmado por diferentes voceros nacionales e internacionales, desde María Corina Machado hasta el mismísimo Trump: no hay vuelta atrás.

Ahora más que nunca.

Bernard Horande
@BHorande

CAROLINA JAIMES BRANGER, ¡DEJEN EL MASOQUISMO!


Es que nos acostumbramos a perder al punto de que todo lo convertimos en derrota? ¿Es que estos veinte años no han sido suficientes para darnos cuenta de que la estrategia del G2 de sembrarnos desesperanza le ha funcionado todo el tiempo? ¿Nos vamos a rendir cuando estamos a punto de ganar?… ¡Los venezolanos nos emocionamos y nos decepcionamos en segundos!

Me provoca gritar de la desesperación cuando leo mensajes y mensajes que hablan de la derrota que sufrimos el fin de semana. ¿Cuál derrota? ¡Sí, claro que tenemos que lamentar una vez más muertes de inocentes venezolanos y eso es una tragedia! Pero esto que vivimos es una guerra, y por desgracia, en las guerras hay bajas. Y este régimen de Nicolás Maduro es despiadado, vil, asesino. La libertad la pariremos con dolor…

Lo que pasó el fin de semana expuso ante el mundo lo que los venezolanos tenemos años sufriendo. Todos los ojos estaban puestos sobre nosotros y Maduro decidió seguir la estrategia cubana: todo le salió mal. Y encima, los videos virales mostraron la verdadera cara de su régimen: los policías y guardias nacionales disparando a un pueblo desarmado, Iris Varela a la cabeza de los grupos paramilitares –se especula que también de presos-, malandros encapuchados, fuertemente armados, recorriendo las ciudades amedrentando a los habitantes, otros malandros incendiando camiones llenos de ayuda humanitaria… ¡Eso no fue un éxito de Maduro! ¡Fue un éxito de la Asamblea Nacional, de los valientes diputados que nos representan y que tantos han vituperado y del pueblo que salió a acompañar las caravanas y protestó desde sus ciudades!

Encima, el bailecito de Maduro terminó de exacerbar incluso a la señora Bachelet que había permanecido impertérrita ante la situación venezolana.

Luego vino la reunión de este lunes –Guaidó con el Grupo de Lima y el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence- sobre la que también hubo comentarios airados, desalentadores y que no corresponden a la realidad. Un texto que circuló por Whastapp y cuya autoría desconozco, resume estupendamente dicha reunión:

“Para los que han estado en este grupo en reuniones multilaterales (que son varios) está claro que la reunión de hoy fue un éxito diplomático:

1. Guaidó participa por primera vez en una reunión multilateral como presidente de Venezuela y así es reconocido y tratado por todo el grupo.
2. Se reconoce formalmente el uso de fuerzas paramilitares por parte del usurpador.
3. Se reconoce el incumplimiento del Convenio de Ginebra sobre la ayuda humanitaria por parte de Maduro.
4. Se reconoce a Guaidó como único representante ante los organismos Multilaterales como BID, Banco Mundial, FMI, CAF, FLAR, BIS, Parlamento Andino, etc.
5. Se designa al BID para que empiece a trabajar en el Plan País.
6. Se utiliza un lenguaje sumamente fuerte en contra de Maduro por parte de todos los integrantes del grupo, algo nunca visto en reuniones multilaterales de este tipo.
7. Se reitera el respaldo de todos los gobiernos del grupo al presidente Guaidó”.

El aspecto que más me ha gustado de todo lo que ha hecho Guaidó desde que asumió la presidencia de la Asamblea Nacional, es que no ha dado puntada sin dedal. Todo ha estado perfectamente concebido, por escenarios de acción, plan A, plan B, plan C, plan D. ¿Por qué pensar que se agotaron los planes? ¿Por qué seguir la línea de pensamiento de quienes manipulan y tergiversan todo? Reitero cuánto siento los asesinatos, pero estoy segura de que no quedarán impunes. Si no salimos de Maduro, habrá muchos más bajas.

Mientras escribo este artículo escucho la conversación del periodista de Univisión Jorge Ramos con Patricia Janiot. Otra pifia más para el larguísimo recuento de pifias del régimen. Una entrevista autorizada por el mismo Maduro fue interrumpida abruptamente por él y los hermanos Rodríguez. Ramos y su equipo fueron encerrados en un cuarto del Palacio de Miraflores, con luces apagadas, confiscados sus equipos, incluyendo celulares y pertenencias personales. La prensa internacional vivió en carne propia la represión que la prensa nacional ha sufrido por años. Las denuncias se harán aún mayores…

Maduro y su combo tienen que demostrar que están fuertes, pero su lenguaje corporal los delata. “Estoy duro, de pie”, vociferó Maduro en el mitin que dio el sábado. Lo hicieron antes que él Saddam Hussein, Muamar El Gadafi, Manuel Noriega, Ferdinand Marcos, Osama Bin Laden, Hosni Mubarak y otros tiranos. Sólo basta remitirse a la historia reciente.

Yo sigo optimista. Yo creo en Guaidó. Creo en nuestra Asamblea Nacional. Creo en nuestra fortaleza y nuestro valor. Como leí no recuerdo de quién, no es que vamos bien… ¡es que vamos del carajo!

Carolina Jaimes Branger
@cjaimesb

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ENTENDIENDO EL 23F Y LO QUE VIENE


El chavismo se ufana de haber evitado la ayuda humanitaria el pasado 23 de febrero, alardea su unión “cívico-militar”, ahora bien, bajo una perspectiva muy general podemos señalar que efectivamente se anotó una victoria… ¿Pero a qué precio? 

Sí Maduro permitía la entrada de esa ayuda se anotaría una derrota política, además de demostrar debilidades en el control fronterizo y militar, sin embargo, a nivel internacional su percepción tiranezca no habría empeorado. Haber permitido esa ayuda, bajo los parámetros que él mismo podría haber impuesto, era su derrota menos traumática. 

Pero eso no fue lo que ocurrió, Maduro evitó la ayuda humanitaria en un escenario muy habituado al comportamiento más granado del chavismo, con torbellinos militares, violencia atroz (así como la califica Padrino López), en un escenario donde apareció la controversial Iris Varela rodeada de los que muchos aseguran son pranes adiestrados por el régimen para defender la “revolución”. Sea cual sea la verdad verdadera, lo ocurrido agravó la percepción global sobre el chavismo, toda vez que hubo muertos, heridos, uso excesivo de la fuerza e incluso la quema de medicinas y alimentos tan requeridos en el país. 

Posterior a ello, el lunes 25 de febrero se reunió de forma urgente el denominado “Grupo de Lima” donde lo llamativo fue el apersonamiento de Mike Pence, el vicepresidente de los Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta. En paralelo, naciones europeas y de este lado del mundo anunciaron que, pese a lo ocurrido con la ayuda humanitaria, no apoyarían una acción militar en Venezuela. Otro relevante suceso fue que Estados Unidos convocó al consejo de seguridad de las Naciones Unidas para abordar inmediatamente el tema Venezuela.  

¿Dónde estamos? En el ánimo del venezolano es donde probablemente los efectos se sientan mucho más, el país continúa radicalizado, con mismos dirigentes, mismo proyecto, sumergido en una confrontación cada vez más violenta, con secuelas cada vez peores. En el seno de la oposición el no haber materializado la ayuda humanitaria le significó un revés, aunque solo parcial, la forma como se podía suponer iba actuar el chavismo le agravó a éste su condición. Por el lado del remanente chavista elevaron un poco sus ánimos, pero saben a lo que se enfrentarán, los nervios continúan de puntas, están al tanto que continuarán pagando las facturas de sus procederes. 

La comunidad internacional es lerda e insensible, Europa solo se desboca por temas inherentes a ellos, los países asiáticos en su mayoría solo solo comerciantes. Los países americanos guardan las formas, al final ceden a las presiones estadounidenses y ¡allí está el detalle! al final siempre Estado Unidos termina haciendo lo que cree conveniente, por encima de las opiniones de las distintas organizaciones mundiales, por encima de cualquier país u otro liderazgo.

Venezuela continúa su rumbo de empeoramiento de lo que ya es patéticamente grave, pero nada podrá evitar los cambios que se avecinan, principalmente, porque somos los venezolanos los que anhelamos con todas las fuerzas de nuestra existencia el país cambie, mejore, gire 180 grados…

Leandro Rodríguez Linárez
@leandrotango 

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY, REALMENTE NO HAY VUELTA ATRÁS


Fue un día terrible e inolvidable. Se quebraron nuestras expectativas y no podíamos reponernos de los sollozos. Ver los camiones en llamas resultó impactante. Contabilizar más de veinte muertos, casi 300 heridos y alrededor de 100 miembros de las Fuerzas Armadas convencidos de abandonar el bando del terror, no es suficiente para un régimen cuyo único interés es aferrarse al poder a costa de la sangre de tantos inocentes.

Pese a este saldo demoledor y toda la decepción por un 23 de febrero amargo y decepcionante, los días de Maduro están contados. Lo sigue recalcando el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, quien no pierde sus perspectivas para continuar en el intento de entregar la ayuda humanitaria, siguiendo con los pasos concretos para acabar con la dictadura venezolana.

Al día siguiente, Guaidó fue recibido con los honores presidenciales en Bogotá, tras el fallido intento el sábado pasado de introducir los camiones en tierras venezolanas. Se reúne con los 14 cancilleres del Grupo de Lima, Duque y Pence. Las deliberaciones serán intensas, pues hay algo más que honor en juego.

El mandatario constitucional de Venezuela debe dejar de lado los buenos modos y los excesos de conmiseración hacia los militares. Eso es indiscutible. Suficiente… se acabó la paciencia.

Tal vez, no se pueda exigir remordimiento de conciencia, cuando por el otro lado les están apuntando con un fusil para no doblegar. Quizá se hallen sitiados por los cubanos. No lo sabemos con certeza.

Podrán existir excusas interminables para no haber aceptada está última oportunidad, pero es hora de que Guaidó dé de baja a los dos mil generales venezolanos. Con una convicción ineludible, debe hacer trizas la Ley de Amnistía y ya no contar con ellos para el cambio a generarse en pocas semanas.

Apenas es el comienzo. No hay razones definitivas para perder las esperanzas. Existen dos frases certeras y determinantes que han copado los últimos días. Las mismas se han vuelto casi un eslogan de emociones incontenibles, revestidas de fe y con la convicción de que por fin se harán los deberes en Venezuela para restaurar la democracia.

La primera la ha mantenido Juan Guaidó con una nobleza conciliadora y la exprime con una sabiduría que cala hasta en los huesos. Ese “vamos bien” nos lleva a detener las ansias fugitivas de huir de la realidad.

Lo dice sin suntuosidad y sin otro propósito que darnos la confianza para luchar. Logra en su esencia, levantarnos de los asientos para andar y a no apagar la televisión de los acontecimientos.

La exprime sin intenciones secundarias, pero con una rara sensación de amabilidad, de que guardar un secreto y las armas selectas para alcanzar la libertad. Parece con sus palabras reconocer su irremediable papel en la historia. Lleva ese hálito fugaz de cumplir con su encomienda para salvar la patria, sin las pretensiones opulentas de buscar el poder para él.

El “vamos bien” lo vimos en las camisetas sencillas de los artistas que participaron en el gran concierto en Cúcuta titulado “Venezuela Aid Live”. Fue un desfile incontenible de estrellas y de emociones simples, como preludio a lo que está por venir, aunque se haya fallado en el primer intento por darle un pequeño alivio al pueblo venezolano el pasado sábado.

La otra frase es sin duda estratégica. Es ir con la mochila repleta para la batalla. La emitió el presidente Donald Trump en su peculiar intervención en la Universidad de Miami. La soltó sin asombros y en medio de la turbulencia acostumbrada de su insaciable discurso. El “no hay vuelta atrás” se declara como punto culminante de los estragos nacionales. Más allá de su sintaxis, interviene con el poder infundado por su emisor y de que se camina en esta cruzada renovada, con una avalancha de respaldo.

Siempre hemos estado colmados de incidencias. Los noticieros mundiales nos nombran a diario y experimentan una extraña compasión por nuestros padecimientos. Pero hoy se reconoce también que se emprende el juego decisivo.

La confianza precisa de Guaidó nos mantiene en ascuas. Asume sus decisiones sin mayores tropiezos y no duda por un instante que logrará su cometido. Es tratado mundialmente como un mandatario real y se le respeta por una investidura constitucional sin atisbos de duda, pues la usurpación del otro está más que comprobada.

La batalla del sábado se perdió, pero la guerra por la patria apenas comienza.

José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571