domingo, 16 de febrero de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, LUNES 17/02/2020

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿DEMOCRACIA “LÍQUIDA”?

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 6 minutos
La conmemoración de otro 4F exhuma el viejo choque entre quienes leyeron en tal “gesta” una movida del todo justificada, y quienes divisamos, sin titubeos, la nítida embestida contra la democracia. He allí un hito que se clavó como púa letal en nuestro Volksgeist (eso que el romanticismo alemán identificó con el “espíritu de la nación”); y lo trizó, lo hizo irreconocible. Tanto estrago, claro, aún quema. “El 4 de febrero representa el chispazo que fortaleció al pueblo y lo enrumbó en la lucha por el rescate de la dignidad”, anuncia un conocido portal de propaganda del gobierno, en ... más »

CARLOS BLANCO: TRAS UN DILEMA VIENE OTRO Y OTRO MÁS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 16 minutos
1.- Las elecciones parlamentarias las presenta el régimen como otro dilema que debe resolver la oposición. De acuerdo con el estado de opinión prevaleciente no existe inclinación mayoritaria a caer en esta nueva ratonera; pero no deja de haber un sector que considera que es una oportunidad para asestarle (“esta vez sí”) un golpe al régimen. 2.- El régimen tiene maestría en crear dilemas a la oposición. Tiene una conducta felina frente a lo que estima son los ratones opositores. Cada cierto tiempo crea una encrucijada frente a la cual su enemigo tiene que optar y, como es natural, s... más »

GABRIEL BORAGINA: LA "PROPIEDAD" EN EL PERONISMO, CASO ARGENTINA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 23 minutos
Para saber cuál es el pensamiento del peronismo y de los que bajo una denominación u otra adhieren a esta ideología no hay nada mejor que acudir a las fuentes inspiradas por el líder máximo y fundador del movimiento J. D. Perón. Perón infundió e impulsó la reforma de la Constitución de la Nación Argentina, lo que finalmente logró durante su primera presidencia en el año 1949. A sus instancias y oficios se derogó la histórica Constitución Nacional de 1853/60 y se impuso otra que tomaba algunas partes aisladas y descontextualizadas de aquella, pero intercalándolas con otras disposi... más »

ALFREDO MICHELENA: DE LA GLOBALIZACIÓN A LA CUBANIZACIÓN DEL CONFLICTO

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 38 minutos
No es una coincidencia la visita del canciller ruso Serguéi Lavrov a Venezuela, al tiempo que el presidente (i) de Venezuela Juan Guaidó era objeto de especial atención por parte de Donald Trump y de la presidenta de la Cámara de Diputados, Nancy Pelosi, en EE.UU., y se vio aplaudido de pie por todos en el Congreso estadounidense. Al contrario, es un claro mensaje de que lo que sucede en Venezuela es parte de una contienda entre los países más poderosos de la tierra; esos que llamamos imperios. *¿El fin de las ideologías?* Hemos repetido por años en esta revista “Zeta” lo que es... más »

LEANDRO RODRIGUEZ: ¡EL RÉGIMEN Y LA MESITA… LA CAOTIZACIÓN DEL PAÍS!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 46 minutos
Los inverosímiles “análisis” de Oscar Schemel en sus micros y programa “Análisis Situacional” solamente dan cuenta de una realidad, él es “constituyente” de un órgano asentado precariamente al margen de la ley, de la legitimidad, con representación exclusiva del régimen. Los señalamientos que allí se esbozan se desprenden directamente de las matrices de opinión que intenta posesionar mediáticamente el castrismo venezolano, intentando desesperadamente desplazar a quién ha sido el rival opositor más duro de roer, Juan Guaidó. Hágase esta pregunta ¿A quien representa la oposición de T... más »

JUAN GUERRERO: MANIFIESTOS, AUNQUE MAL PAGUEN. LECTURAS DE PAPEL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 56 minutos
He leído por las redes sociales que en Venezuela fue el pueblo quien llevó al poder a Chávez y al chavizmo. Esta es una verdad a medias. Ciertamente los votos sentenciaron una victoria aplastante. Sin embargo, hay que retroceder algunos años para entender este fenómeno socio-político venezolano. Fue en 1989 cuando apareció un Manifiesto de bienvenida al comandante Fidel Castro firmado por 911 intelectuales y artistas venezolanos, (ver http://www.venezuelavetada.com/2011/04/manifiesto-de-bienvenida-fidel castro.html?m=1 ). Dicho documento histórico está ordenado alfabéticamente y c... más »


MIBELIS ACEVEDO DONÍS: ¿DEMOCRACIA “LÍQUIDA”?

La conmemoración de otro 4F exhuma el viejo choque entre quienes leyeron en tal “gesta” una movida del todo justificada, y quienes divisamos, sin titubeos, la nítida embestida contra la democracia. He allí un hito que se clavó como púa letal en nuestro Volksgeist (eso que el romanticismo alemán identificó con el “espíritu de la nación”); y lo trizó, lo hizo irreconocible. Tanto estrago, claro, aún quema. “El 4 de febrero representa el chispazo que fortaleció al pueblo y lo enrumbó en la lucha por el rescate de la dignidad”, anuncia un conocido portal de propaganda del gobierno, en intento por establecer que el de Chávez fue “un alzamiento de la voz del pueblo” contra un “sistema político destructor”. Irónico, si se repasa el ulterior naufragio, el del país sumido en el más brutal retroceso. Un tránsito que obliga a valorar lo que tuvimos, esa democracia -imperfecta, sí, pero funcional- confiscada por el populismo y la voraz antipolítica.

Para unos, entonces, el caudillo alzado fue un “demócrata” en tanto asumía la voz de la sufriente mayoría, la encarnaba, le daba así activo protagonismo. Pero sabemos de los marrulleros giros de populistas y revolucionarios, de su talento para disfrazar de “demos” los propios apetitos (no hay ley que esté por encima del pueblo… y “el pueblo, soy yo”). Sobre la esencia normo-fóbica de estos liderazgos y los atajos retóricos que hacen de la democracia su parapeto, Edward Shils ya advertía en 1956 que el populismo “proclama que la voluntad del pueblo en sí misma tiene una supremacía sobre cualquier otra regla, provengan éstas de las instituciones tradicionales o de la voluntad de otros estratos sociales”. 

Los neo-populismos del siglo XXI, tan separados por sus idiosincrasias como afines en cuanto a métodos, símbolos y narrativas, están imbuidos de ese ánimo atrabiliario que lo mismo los lleva a censurar la obsolescencia de la democracia liberal, el vaciado de la voluntad popular, del sentido y utilidad del voto, como a autoerigirse en apoderados de la “verdadera democracia”; una que sólo surge, se afirma, de la relación “directa” entre líderes y ciudadanos. A santo de la resbalosa premisa, la institucionalidad acaba siendo estorbo en potencia, cada regla o fórmula nacida del pacto social pueden, repentinamente, ser crucificadas en nombre de la urgencia “de todos”. Sí, el populista es un apóstol del milagro express. Son liderazgos que evocan los rasgos de la modernidad líquida: adaptables, imprevistos, mudables, alérgicos a la solidez de las estructuras fijas. 

Los tiempos que corren (signados, decía Bauman, por la incertidumbre, la pérdida de credibilidad, la pasión por lo efímero; el miedo al compromiso, a los acomodos y renuncias que este implica) parecen ideales para estos buhoneros de la política. Todo indica que azuzar los móviles de sociedades asustadas y deseantes, botines del anárquico registro emocional, resulta muy útil a la hora de cultivar adhesiones. Gracias a las redes sociales, además, ese vértigo, ese espejismo de la comunicación expedita y sin intermediarios se acentúa. En la otra acera, entretanto, la democracia y su hambre de asociaciones estables, su supervivencia atada a contratos de largo aliento y procedimientos inequívocos, empieza a lucir desteñida. La realidad líquida conspira contra ella.

Con todo lo que abarca en términos de idealización, la democracia plantea, por otro lado, serios desafíos cuando toca ajustar expectativas al ejercicio posible. Allí quizás estriba buena parte de la crisis que enfrenta incluso en países donde el ascenso de liderazgos autoritarios era impensable. Lejos de ayudar a entenderla como proyecto siempre en construcción, susceptible de mejora, ese acento utopizante la descalifica a priori, le endosa complicaciones que los pícaros estrujan. 

Así como un Chávez convencido de que actuaba en nombre del demos optó por la “medicina” del putschismo en lugar de apegarse a la Constitución, a la convención política que autorregula el sistema, otros líderes, miembros de nuevas generaciones de “demócratas” más interesados en renovar formas que contenidos, no lo hacen mejor. De allí que un irreverente Bukele, por ejemplo -quien atrincherado en twitter se autoproclama como el “presidente más cool del mundo”- pase de ser una promesa a una incógnita temible. La penosa imagen de militarización del Parlamento salvadoreño, tan cercana a la propia realidad venezolana, lleva a pensar que la noción de democracia fluye hoy con criterio disparejo; y que el auge del populismo ha desfigurado principios al punto de volverlos tan elásticos como para excusar los respingos todopoderosos de viejos-nuevos gobernantes.

Para quienes contemplamos hoy a la democracia como un bien perdido que exige ser rehabilitado a fondo, no nos es dado omitir la anomalía. A propósito del futuro, nada tan peligroso como encandilarse por lo que parece y no es: una “democracia líquida” que trepida en la retórica, pero cuyos actos viven muy lejos de la evolución que necesitamos.

Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal

CARLOS BLANCO: TRAS UN DILEMA VIENE OTRO Y OTRO MÁS

1.- Las elecciones parlamentarias las presenta el régimen como otro dilema que debe resolver la oposición. De acuerdo con el estado de opinión prevaleciente no existe inclinación mayoritaria a caer en esta nueva ratonera; pero no deja de haber un sector que considera que es una oportunidad para asestarle (“esta vez sí”) un golpe al régimen.

2.- El régimen tiene maestría en crear dilemas a la oposición. Tiene una conducta felina frente a lo que estima son los ratones opositores. Cada cierto tiempo crea una encrucijada frente a la cual su enemigo tiene que optar y, como es natural, siempre hay quienes escogen un camino y quienes escogen otro, lo cual merma en cada caso la fuerza opositora. Salvo la abstención de 2005, el referéndum constitucional de 2007, las elecciones presidenciales de 2013 y las elecciones parlamentarias de 2015, la oposición ha estado sometida a los retozos del gato.

3.- No es solo una carnada para que caigan con inocencia unos, frente a otros más resistentes. Es que los dilemas que presenta el régimen atacan los fundamentos de la visión opositora y representan una narrativa “redonda” de la cual suelen carecer los contrarios. La esencia de esa narrativa es simple: si podemos entendernos, por qué matarnos.

4.- Esa idea del acuerdo es seductora porque ¿quién quiere matarse si tiene la opción de resolver los temas en un palique, con labia y argumentos? Allí está la esencia de los dilemas que siempre, una y otra vez, presenta el régimen. Así ha ocurrido con todos los diálogos, incluidos los recientes de Noruega-Barbados. ¿Usted va a renunciar a conseguir en la mesa de negociaciones lo que le será casi imposible de obtener en el campo de batalla?

5.- El supuesto opositor es el que lleva propuestas de racionalidad imbatible, superiores en poder de convicción a las del régimen, pero se verá obligado a ceder. Este proceder ignora que el “entendimiento” es el terciopelo que envuelve la garra de un régimen que, ahora desesperado, no tiene más racionalidad que la de defender su poder milímetro a milímetro, con las armas de las cuales pueda proveerse, incluso las más arteras: las del diálogo.

6.- El nuevo dilema es el de las elecciones parlamentarias. Ha vuelto a dividir doblemente a la oposición de unos partidos contra otros y adentro de cada uno de ellos. En casi todos los partidos hay posiciones encontradas que no hallan cómo procesar el tema.

7.- En el marco de estos dilemas la fuerza opositora merma, no en magnitud (la oposición crece y crece), sino en eficacia (unos por aquí y otros por allá).

8.- Esta situación puede variar de un instante a otro. El regreso de Guaidó puede resolver este dilema si plantea con claridad lo que ha sostenido en el exterior: no puede haber elecciones mientras esté el régimen de Maduro en el poder. Así se desmadejarían los dialogantes y no quedaría burro con reumatismo.

Carlos Blanco
carlos.blanco@comcast.net
@carlosblancog
@ElNacionalWeb

GABRIEL BORAGINA: LA "PROPIEDAD" EN EL PERONISMO, CASO ARGENTINA

Para saber cuál es el pensamiento del peronismo y de los que bajo una denominación u otra adhieren a esta ideología no hay nada mejor que acudir a las fuentes inspiradas por el líder máximo y fundador del movimiento J. D. Perón.

Perón infundió e impulsó la reforma de la Constitución de la Nación Argentina, lo que finalmente logró durante su primera presidencia en el año 1949.

A sus instancias y oficios se derogó la histórica Constitución Nacional de 1853/60 y se impuso otra que tomaba algunas partes aisladas y descontextualizadas de aquella, pero intercalándolas con otras disposiciones que contradecían abiertamente no sólo su letra sino también su espíritu.

En esta oportunidad, nos proponemos analizar que piensa el peronismo acerca de la propiedad privada mediante el estudio de las cláusulas que la constitución peronista establecía.

"(2) La reforma constitucional de 1949 sustituyó el art. 17 de la Constitución anterior por los arts. 38, 39 y 40 redactados en la siguiente forma:

"Art. 38. La propiedad privada tiene una función social y. en consecuencia, estará sometida a las obligaciones que establezca la ley con fines de bien común. Incumbe al Estado fiscalizar la distribución y la utilización del campo e Intervenir con el objeto de desarrollar e Incrementar su rendimiento en Interés de la comunidad, y procurar a cada labriego o familia labriega la posibilidad de convertirse en propietario de la tierra que cultiva. La expropiación por causa de utilidad pública o interés general debe ser calificada por ley y previamente Indemnizada. Sólo el Congreso Impone las contribuciones que se expresan en el art. 4». Todo autor o inventor es propietario exclusivo de su obra, invención o descubrimiento por el tiempo que le acuerda la ley. La confiscación de bienes queda abolida para siempre de la legislación argentina. Ningún cuerpo armado puede hacer requisiciones ni exigir auxilios de ninguna especie en tiempo de paz".[1]

Como se ve, se derogó la inviolabilidad de la propiedad que consagraba el histórico art. 17 de la Constitución alberdiana, y somete a la propiedad a "obligaciones” …"con fines de bien común". El "bien común" es una expresión equivalente a la del "interés público" o "general", y fue introducida por Karl Marx y Friedrich Engels en su obra conjunta titulada El Manifiesto Comunista. El primer punto de este Manifiesto establece literalmente:

"Suprimir la propiedad agraria, cuyas rentas se destinarán a fines de interés público."

Que es lo que se conoce como la célebre reforma agraria. Nótese el paralelismo de la terminología de este principio comunista con el art. 38 citado que, si bien no habla de suprimir, condiciona tanto la propiedad que prácticamente no deja nada de ella en pie, salvo en lo que el régimen de Perón deseara.

Será de interés, antes de continuar, transcribir los 10 puntos del Manifiesto Comunista de Marx y de Engels, dado que la constitución peronista recoge prácticamente casi todos los puntos de dicho Manifiesto cuyos diez mandatos rezan así:

1.       Suprimir la propiedad agraria, cuyas rentas se destinarán a fines de interés público.
2.       Imponer un duro y progresivo impuesto general sobre la renta de las personas físicas.
3.       Abolir toda institución hereditaria.
4.       Confiscar los bienes de oponentes internos y exiliados políticos.
5.       Nacionalizar el crédito, mediante la implantación de una banca enteramente dirigida por el Estado.
6.       Estatificar asimismo los medios de transporte y comunicación.
7.       Ampliar la esfera de actuación de las industrias estatales.
8.       Imponer a todos la obligación de trabajar.
9.       Asimilar campo y ciudad, mediante el oportuno control de los movimientos migratorios.
10.   Implantar la instrucción pública obligatoria, a través de escuelas y establecimientos exclusivamente regidos por el Estado.[2]

También se advierte que dicho artículo 38° apuntaba a dar cumplimiento con el punto 9 del Manifiesto Comunista.

Que la propiedad privada tiene una función social es cierto, pero no hacía falta que ninguna constitución lo estableciera, porque es algo que se deriva de su propio concepto. La función social de la propiedad consiste en resolver el problema económico de la escasez a fin de que los bienes no se consuman y vuelen por efecto de la "Tragedia de los comunes" formulada por Garret Hardin. Si todo fuera de todos, nadie sería dueño de nada. En consecuencia, entre todos consumirían todo y nadie produciría absolutamente nada, con lo cual toda propiedad desaparecería en cuestión de tiempo, y con ella se esfumarían todos los bienes existentes. Para evitar esta verdadera tragedia la humanidad creó la propiedad privada que es la que permite al propietario producir lo que no haría si la propiedad fuera comunal o estatal.

Por lo demás, si se lee atentamente el artículo en examen, puede advertirse que donde dice "función social" se quiere decir en realidad "función estatal" ya que el resto del articulado y su redacción comienzan a tratar inmediatamente el tema de la reforma agraria. Esa "función social" se concentra pues en "la distribución y la utilización del campo". Dado que la característica esencial de la propiedad privada es la distribución y utilización de la misma queda claro que -en los hechos- si esa función pasa al "estado" por vía de fiscalización e intervención (como el mismo artículo 38 se ha encargado de establecerlo) ello implica la sistemática disipación de la propiedad privada y -aunque la constitución no lo diga- la instauración de la más pura propiedad estatal, cosa que los artículos posteriores de la constitución peronista se encargarán de aclarar.

Esto concuerda con los encendidos discursos de Perón de la época, en que trataba a los propietarios de "oligarcas" y llamaba a las masas a despojarlos, sin más, colgándolos con alambres de fardo de las tranqueras.

Notamos también la inserción del clientelismo político dentro de la constitución, en donde el peronismo buscaba afanosamente el voto labriego mediante la promesa de convertirlos en dueños de los campos en los que trabajaran, lo que -en los hechos- implicaba la consagración de la más pura y encubierta confiscación. Caso contrario, ¿de qué manera podría el labriego convertirse en propietario de la tierra que cultivaba si el verdadero propietario para quien trabajaba no aceptaba vendérsela o cedérsela?: confiscándole esa parcela para entregársela al labriego o "expropiándosela" lo que esto último -en los hechos- devenía en una verdadera confiscación.

[1] Dr. Carlos Sánchez Viamonte "DECLARACIONES, DERECHOS Y GARANTÍAS" EN LA CONSTITUCIÓN ARGENTINA. Valoración y análisis. Su práctica. Enciclopedia Jurídica OMEBA-Tomo 5 Letra D Grupo 5

[2] (Vid. Manifiesto Comunista (1848), Marx y Engels, págs. 74 y 75 (Progress Publishers), Moscú, 1975, edición en lengua inglesa.)

Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina
Acción Humana
Buenos Aires- Argentina

ALFREDO MICHELENA: DE LA GLOBALIZACIÓN A LA CUBANIZACIÓN DEL CONFLICTO

No es una coincidencia la visita del canciller ruso Serguéi Lavrov a Venezuela, al tiempo que el presidente (i) de Venezuela Juan Guaidó era objeto de especial atención por parte de Donald Trump y de la presidenta de la Cámara de Diputados, Nancy Pelosi, en EE.UU., y se vio aplaudido de pie por todos en el Congreso estadounidense. Al contrario, es un claro mensaje de que  lo que sucede en Venezuela es parte de una contienda entre los países más poderosos de  la tierra; esos que llamamos imperios.

¿El fin de las ideologías?

Hemos repetido por años en esta revista  “Zeta” lo que es cada vez más prístino:  estamos en una reedición de la Guerra Fría. Esa que creímos terminada a partir de la caída del Muro de Berlín.  “El fin de la historia”, de Fukuyama fue una efímera ilusión que se cumplió, en parte, en cuanto al fin de las ideologías. Si entendemos que, aunque la ideología comunista/marxista no ha desaparecido, ya no es parte de la ecuación en la geopolítica global, al menos como lo fue en la confrontación Unión Soviética vs. EE.UU. y Europa occidental.

Desde que Chávez llegó a Miraflores, quizás aconsejado por los Castro, intentó establecer firmes relaciones con China y Rusia. Al comienzo, ni China ni Rusia estaban en la tónica de enfrentar a EE.UU. en su zona de influencia. China le restaba importancia a las ofertas petroleras de Venezuela y Chávez no era bien recibido en Rusia con su retórica antinorteamericana, precisamente cuando los cosacos trataban de acercarse a Washington después del  ataque de “11 de septiembre”.

El vacío regional

Como sabemos esto cambió. EE.UU. se concentró en tomar represalias por los atentados de las Torres Gemelas, y se involucró en una guerra en el Medio Oriente. Esto dejó un vacío en Latinoamérica, que fue llenado por China y Rusia. China con la plata por delante y Rusia con sus armas y sus veleidades geoestratégicas. Otros también se colaron de la mano del castrochavismo, como lo hicieron  los iraníes y sus “proxies”, por ejemplo el Hezbolá.

Al final, otra vez, son dos imperios que se enfrentan como en el pasado, aunque en otros términos y con otras armas, Se trata ahora, nuevamente, de volver a desafiar a los EE.UU. y a Europa.  Una Europa que al principio se emocionó con el colapso de la URSS y creció llegando a  incluir muchos países excomunistas en la Unión Europea; pero que profundizó en su parte occidental la búsqueda de una posición que no se viera alineada con EE.UU.; un prejuicio que, según el politólogo francés Jean-François Revel, se sustenta en el antiamericanismo europeo.

En el ojo del huracán

Pero aterricemos. Hoy por hoy, Venezuela está en el vórtice de una lucha geoestratégica  que incluye  fundamentalmente los mismos actores de la vieja Guerra Fría. La lucha ya no es para imponer un sistema económico (capitalismo vs. comunismo), pues ambos lados practican el capitalismo. Ahora se trata de conquistar poder e influencia, para  controlar mercados y expandir dominios geopolíticos –en realidad no es nada nuevo, la diferencia es que antes se recubría de ideología.

En este contexto, hemos visto y aplaudido lo que vienen haciendo los gobiernos amigos de la democracia venezolana, al presionar al régimen o “pranato” madurista, para que permita elecciones libres y justas. Sin embargo, falta un elemento clave en la exitosa estrategia internacional.

Nuestros socios en esta colación prodemocracia en Venezuela, deben entender que hay que actuar también en el contexto geoestratégico.

Más allá de la palabra

Como recientemente señaló  Michael Grant, vicecanciller adjunto de Canadá: “Creemos en el fondo que Nicolás Maduro es ilegítimo y que Juan Guaidó es legítimo, [pero] simplemente repetir eso no lo hará posible ”.

EE.UU., Canadá y la Unión Europea han avanzado sancionando individuos con sus familias, vinculados al régimen. Y esto es importante, pues pone presión sobre ellos y sobre su entorno. Sin embargo, los países que más han sufrido los efectos de la crisis venezolana no han avanzado mucho en este camino. Más bien tratan de defenderse atacando el efecto, que es la masiva migración de venezolanos. Todos han facilitado la integración de nuestros compatriotas, aunque recientemente algunos comiencen a resentir esa avalancha humana,  porque ha sido  de dimensiones colosales.

Hay que decirlo, y esto es grave, que los gobiernos latinoamericanos han sido pacatos en cuanto a las sanciones. Apenas Panamá configuró una lista de funcionarios “sancionados”. Esto no quiere decir que algunos, como Colombia, no estén colaborando al aplicar sanciones a estos funcionarios, pero la mayoría no han ido más allá.

Peor han actuado algunos países europeos al permitir que conocidos corruptos lleven sus miles de millones de dólares para el Viejo Continente y busquen residenciar allí a sus familias, a fin de disfrutar de la expoliación de un pueblo que está pasando hambre y muriendo de mengua. España ha sido una gran celestina en este respecto.

Más allá de las sanciones

Sin embargo, el hecho de que se haya ubicado este asunto en una confrontación geoestratégica global –que es precisamente el caso- tiene ahora  mayores implicaciones.

No basta con sancionar para presionar a funcionarios del régimen o del pranato madurista, ni tampoco al régimen per se, porque hay que entender que hay jugadores más duros y fuertes en esta ecuación. Nos referimos, por supuesto, a China, a Rusia, y claro está, a Cuba.  Sobre ellos hay que  ejercer presión. Sí, hay que negociar con ellos, con Cuba, con Rusia y con China.

No se trata de convencerles de que están acabando con Venezuela y diezmando a los venezolanos. Ellos lo saben. Y seguro tienen su discurso justificativo: que si el imperialismo yanqui, que si la soberanía, que si la no intervención, que si Maduro es legítimo, que si autojuramentado, y pare usted de contar. Por todo eso, es que no se trata de “convencerlos” de la necesidad de que Venezuela recupere la democracia y la libertad. Se trata de hacerles entender que habrá consecuencias por el apoyo a un pranato que está acabando a Venezuela.

El cáncer cubano

En realidad, el origen de este cáncer que nos carcome a los venezolanos y que se esparce por la región se encuentra en la Cuba castrista y su empeño en exportar su revolución. Es de recordar que quien lo entendió  perfectamente fue Rómulo Betancourt. En cambio todos los demás presidentes venezolanos pecaron de veleidades izquierdosas. Veleidades que comparten con una gran parte de la comunidad política latinoamericana. Una comunidad que viene aceptando y condonando la opresión del pueblo cubano por los Castro, con base a un antiamericanismo demodé. Ojo, no se puede negar que existe un imperio norteamericano y que los imperios son malucos, pero lidiar con eso no puede justificar que se acepte la opresión y humillación de un pueblo.

Ya es hora de que la comunidad de países democráticos comience a ponerse seria y le digan a los Castro -o a sus herederos-  que apoyar la dictadura venezolana y tratar de desestabilizar al continente, tiene consecuencias. Y es hora de reclamarles y sancionarlos por la violación de los derechos humanos en la isla y su desastrosa influencia en la región. Esto sí sería una gran ayuda para la restauración de la democracia, en Venezuela y en el continente.

Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena
@enpaiszeta

LEANDRO RODRIGUEZ: ¡EL RÉGIMEN Y LA MESITA… LA CAOTIZACIÓN DEL PAÍS!

Los inverosímiles “análisis” de Oscar Schemel en sus micros y programa “Análisis Situacional” solamente dan cuenta de una realidad, él es “constituyente” de un órgano asentado precariamente al margen de la ley, de la legitimidad, con representación exclusiva del régimen. Los señalamientos que allí se esbozan se desprenden directamente de las matrices de opinión que intenta posesionar mediáticamente el castrismo venezolano, intentando desesperadamente desplazar a quién ha sido el rival opositor más duro de roer, Juan Guaidó.

Hágase esta pregunta ¿A quien representa la oposición de Timote Zambrano, la supuesta “oposición de la denominada “Mesita de Diálogo? Sí consideramos los partidos políticos que la componen, incluso, su peso en el parlamento y otras instancias de poder, nos damos cuenta que su representación en ínfima, mínima, es decir, carece del principal elemento que debe envestir a las fuerzas políticas, legitimidad.

Los integrantes de la denominada “Oposición de Timoteo”, como Claudio Fermín, Henri Falcón, Bertucci, Felipe Mujica, entre otras figuras complacientes, han sido un “comodín” para el régimen ante la negativa de la oposición real de prestarse para farsas electorales, la oposición real, la orgánica, la que Guaidó encabeza, es quien reúne a las principales fuerzas políticas del país, la que reconoce la comunidad internacional y constituye la verdadera coalición política de contra peso al castrismo venezolano y su proyecto cubanoide.

Otra interrogante ¿Qué busca el presunto diálogo régimen-mesita? Bajo la falsa tesis “ahora corresponden elecciones parlamentarias” y la estrategia de escoger un “nuevo” CNE como anzuelo, el régimen no dio descanso a su garrote. Al cobrar fuerza la estrategia del refrescamiento del CNE, el castrismo procedió tomar el parlamento a través de la “oposición” de Timoteo como Caballo de Troya, al permitirse el reingreso a la bancada del Psuv a la Asamblea Nacional, se apoderaron premeditadamente de su directiva de la manera más puramente chavista; violenta e ilegalmente. Una vez allí, ambos, régimen y oposición timoteana, se sentaron a escoger ese CNE… está a la vista el resultado, bien sea vía falsa AN o (muy seguramente) TSJ, lo próximos rectores serán prorégimen ¡sin lugar a dudas!

Inferimos falsa tesis a la idea sembrada que son las parlamentarias las elecciones que corresponden, es ¡Falso! pues los procesos electorales perpetrados en 2017 y 2018 han sido fraudulentos, celebrados al margen de la constitución, de todos los preceptos democráticos. Todos los procesos electorales, desde las municipales hasta las presidenciales, están en mora, continuará siendo así mientras las elecciones sigan celebrándose a imagen y semejanza del castrismo venezolano.

¿Qué deparará el falso diálogo régimen-mesita? De consumarse su misión, mantendrá la desinstitucionalización que ha hecho de Venezuela una paila infernal, dará al régimen otro CNE y una AN psuvizadas, lo que asegurará la vigencia del proyecto castrista de dominación popular a través de sus necesidades y opresión atroz... una élite viviendo a lo grande a expensas de todo un pueblo… como diría Winston Churchill “Nunca antes tanto se le había hecho a tantos por tan pocos”.

Así como a los trabajadores no les puede ocurrir algo peor que sindicatos patronales, al país no le puede pasar nada peor que una oposición gobiernera, como la de Timoteo. A pesar de todo, la oposición venezolana reconocida mundialmente, la de Guaidó, ha dado evidencias concretas de corrección estrategias… ¡Confiemos! 

Leandro Rodríguez Linárez 
leandrotango@gmail.com
@leandrotango

JUAN GUERRERO: MANIFIESTOS, AUNQUE MAL PAGUEN. LECTURAS DE PAPEL

He leído por las redes sociales que en Venezuela fue el pueblo quien llevó al poder a Chávez y al chavizmo. Esta es una verdad a medias. Ciertamente los votos sentenciaron una victoria aplastante. Sin embargo, hay que retroceder algunos años para entender este fenómeno socio-político venezolano.

Fue en 1989 cuando apareció un Manifiesto de bienvenida al comandante Fidel Castro firmado por 911 intelectuales y artistas venezolanos, (ver http://www.venezuelavetada.com/2011/04/manifiesto-de-bienvenida-fidel castro.html?m=1 ). Dicho documento histórico está ordenado alfabéticamente y cada persona tiene un número.

Traemos esto a colación porque por estos días se ha reavivado por las redes sociales la discusión sobre quienes firmaron y su responsabilidad moral frente a la sociedad por haber servido como plataforma, para impulsar el socialismo y la intromisión cubana en la vida venezolana. 

No señalaré nombres de quienes firmaron este manifiesto. Me interesa, sí, dejar claro que ha sido la clase dirigente venezolana y concretamente, su élite intelectual y académica, quienes orientaron hacia un cambio drástico en este país.

La población común (-menos los estratos D-E) no participó en la toma de decisiones ni tampoco en la solución de sus problemas fundamentales. Fue la clase pensante de entonces la que avivó, con su influencia en los medios de comunicación, la idea de una despolitización de la sociedad para allanar el camino de un nuevo liderazgo. 

Por ello Chávez y el chavizmo son el resultado de un agotamiento de la política tradicional y el deseo oculto de unos cuantos empresarios, industriales y militares quienes ansiaban desde hacía años, acceder al poder y desplazar a la clase social, política, económica y militar imperantes. 

El chavizmo de hoy es un verdadero “saco de gatos” donde todos los extremos políticos están cohabitando alrededor del “hecho económico” que los mantiene unidos. Unos por relaciones económico-financieras, otros sencillamente porque han sido sobornados y no pueden separarse, y otros porque han entrelazado sus afectos familiares y la consanguinidad los une. Todos porque han encontrado en el llamado chavizmo-socialismo la gran pantalla y referencia justificada ante la historia, para inventar una revolución que ellos mismos desprecian.

Leer en ese manifiesto algunos nombres, como también en otro más reciente, aparecido el pasado año, es doloroso, triste y hasta pavoso. Creo que ha sido una estrategia muy bien ejecutada esa de usar a la Intelligentsia de una sociedad para apadrinar a ciertos personajes. Esa es una influencia sobre una población medianamente formada y con nula experiencia en el debate teórico de la política. 

Es difícil retrotraernos 30-40 años para entender ahora las consecuencias que trajo a la sociedad un “inocente” respaldo al líder cubano. Algunos firmantes me han indicado que lo hicieron por razones netamente emotivas. Otros por rechazo a los gobiernos de entonces, y muchos otros, porque sus amigos simplemente les “invitaron” a firmar. 

La inocencia en política, ciertamente, se paga muy caro. Hoy, a más de 30 años de aquella experiencia la inmensa mayoría se han alejado de esas juveniles y fanfarronas posturas. Reconocen el atrevimiento y han asumido su cuota parte de responsabilidad.

Hoy hemos aprendido que la Cuba castrista sabe muy bien cómo infiltrar sus agentes en otras sociedades y usar a sus intelectuales y académicos para “implosionarlas” y sacarles provecho. Eso ocurrió y sigue sucediendo en Venezuela. 

Es tan común esta práctica que se ha impuesto como política en el posterior posicionamiento y dominio, tanto del Estado cubano-castrista como de las fuerzas terroristas y del crimen organizado. 

Ejemplo de ello es la práctica que usa la guerrilla del ELN y el Hezbolá en las poblaciones al sur del estado Bolívar. Progresivamente fueron identificando los liderazgos locales. Los infiltraron, luego entablaron lazos de afinidad. Tiempo después negociaron sobre el poder de las armas y número de militantes. Los opositores, líderes sindicales fueron apartados y terminaron, muchos de ellos, colgados en árboles y postes. Ahora ellos dominan las poblaciones, tanto, que hasta están tomando decisiones en disputas vecinales y domésticas. Si hay, por ejemplo, una joven que sale embarazada y el hombre no quiere reconocer al niño la familia se acerca a “la base” y denuncia el caso. Si un joven no quiere ir más al liceo, sus padres acuden a la base para pedir ayuda. Es cosa común la existencia de estos poderes paralelos en caseríos, aldeas y pueblos como en Tumeremo y El Dorado.

Afirmar que los firmantes de este u otros manifiestos de apoyo a Fidel o a la misma gestión de Maduro, sean responsables de las atrocidades que se viven a diario en la Venezuela chavizta-socialista, sería injusto. Pero ciertamente un intelectual, como ciudadano aventajado en su formación y vínculos, tiene una alta responsabilidad como agente de cambios culturales y sociales por su poder de influencia. 

La buena fe e inocencia de muchos intelectuales y artistas al firmar documentos en apoyo a determinado líder, se puede traducir en respaldo para intervenciones, violaciones de derechos humanos y justificar el ajusticiamiento de inocentes. 

Juan Guerrero
camilodeasis@hotmail.com 
@CamiloDeAsis