jueves, 18 de febrero de 2016

TRINO MÁRQUEZ, LA ALIANZA DE MADURO CON EL TSJ

Nicolás Maduro, luego de tres años ejerciendo la Presidencia de la República, se quedó sin pueblo, si es que alguna vez lo tuvo. La inmensa mayoría de los venezolanos, algo más de 80%, lo rechazan. Ningún mandatario nacional había caído tan bajo en la aceptación popular. Si hoy se realizaran  las elecciones presidenciales, perdería hasta con el portero de Miraflores. Ya la imagen de Hugo Chávez, utilizada por él como talismán, no lo protege. 

El divorcio de los venezolanos fue por ruptura traumática, no por convenimiento.

Esa separación lo dejó aislado, protegido solo por sus escoltas, el Tribunal Supremo de Justicia y la cúpula militar a la que ha favorecido de forma generosa. El último regalo que le entregó fue la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas (Camimpeg), adscrita al Ministerio de la Defensa, negocio concebido para que la casta  militar se quede con los despojos de PDVSA y el Gobierno preserve algunos activos, en el caso de que la quiebra de la estatal petrolera conduzca a la confiscación de sus bienes en el exterior.
         En la red de complicidades, la Sala Constitucional (SC) del TSJ juega un papel crucial. Los regímenes autoritarios posteriores a la Guerra Fría necesitan maquillar  sus arbitrariedades con dictámenes generalmente elaborados en el marco de una legalidad dudosa. Los escribas del máximo Tribunal fueron colocados allí por la dupla Maduro-Cabello para que resguardaran los intereses de la autocracia y bloquearan cualquier salida constitucional a la crisis. Desde que la oposición decidió activar uno o varios de los mecanismos contemplados en la Carta del 99 para relevar a Maduro, el gobernante entró en una espiral frenética, que lo ha llevado a  colocar la responsabilidad jurídica de su permanencia en la jefatura del Estado en los miembros de la SC. Estos señores actúan como un colectivo judicial, situados al margen y en contra de la Constitución, que en su artículo 136 ordena  que “cada una de las ramas del Poder Público (…) colaborarán entre sí en la realización de los fines del Estado”.
         En vez de propiciar la cooperación entre el Ejecutivo y el Legislativo, el TSJ interviene para darle una cobertura legal a la pelea abierta que el Gobierno mantiene con el Parlamento.  Es el catalizador de un choque preconcebido para impedir que en el país haya acuerdos entre el Gobierno y la oposición en los diferentes campos donde se manifiesta la crisis nacional. La reafirmación de ese adefesio que es el Decreto de Emergencia Económica confirma la tesis. La estrategia de Maduro, Cabello y el PSUV se basa en la confrontación. Diosdado lo dijo claramente en el primer debate del Proyecto de Ley de Amnistía: no habrá ningún tipo de compromisos  con la oposición.
La Ley de Amnistía con toda seguridad será declarada inconstitucional por el TSJ. Lo mismo ocurrirá con cualquiera de los procedimientos que apruebe la Asamblea Nacional para reducir el período de Maduro y sustituirlo por un nuevo Presidente electo. El objetivo, entonces, tiene que ser superar el escollo que significa ese cuerpo de magistrados obsecuentes al servicio incondicional del régimen. Las salidas pacíficas, constitucionales, electorales y democráticas lucen incompatibles con un tribunal cuyo fin supremo es mantener a la camarilla gobernante en el poder y preservarse a sí mismo como órgano legal de la autocracia filocomunista.
Henry Ramos Allup asomó una fórmula que debe explorarse: aprobar una enmienda en la AN que reduzca simultáneamente el período del Presidente, los diputados y los miembros del TSJ. Representa esta una vía democrática para resolver el conflicto entre poderes que actúan en un ambiente de perpetua rivalidad. Si la soberanía reside en el pueblo, pues que sea el mismo pueblo el que dirima el impasse. A los plumíferos de la SC  no les resultará sencillo descalificar la proposición. En ella están implicados todos los miembros de los poderes en pugna y se apelaría al pueblo para que apruebe o rechace la enmienda, tal cual lo exige la Constitución.
La crisis institucional hay que resolverla ya. Venezuela no es Italia donde los conflictos políticos casi no afectan la vida económica. Aquí, sin estabilidad institucional no hay bienestar económico.
Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Miranda - Venezuela  

CLAUDIO FERMÍN, LA PROVOCACIÓN ES MALA CONSEJERA

Los jefes del Gobierno están contrariados con la acelerada baja en los precios del barril de petróleo, por el descalabro de la economía rusa, de la que han puesto a depender importantes asuntos del país, y por las sanciones que a violadores de derechos humanos han impuesto el Congreso y el Presidente de los Estados Unidos de América.

A estos hechos se agrega la aproximación política y diplomática entre Cuba y los Estados Unidos de América, celebrada en todos los rincones del planeta pero al parecer nota luctuosa en los pasillos de Miraflores y de la Asamblea Nacional.

En el marco de esas circunstancias externas que atenazan nuestro presente, el día a día sigue como desde hace mucho tiempo: desabastecimiento, alto costo de la vida, terrible inseguridad y conflictividad política.

En vez de acercarse a los actores de la economía y de la política para escuchar sus pareceres y para mostrar los planes que tienen para enderezar los entuertos, el Gobierno ha optado por decisiones que desaniman la actividad productiva y enrarecen el debate público.

Maduro decretó un conjunto de leyes que en vez de atacar la corrupción, razón de la solicitud de la Habilitante, penalizaba a los pocos empresarios sobrevivientes de los últimos años. Más impuestos, más sanciones, más advertencias y amonestaciones. Ni un solo incentivo. Solo intimidaciones y amenazas.

El ministro del ramo militar, por su parte, condecoró y ascendió a efectivos de la Guardia Nacional que participaron en operativos que fueron denunciados por numerosos sectores del país como actos de torturas y de violaciones a los derechos humanos.

Los diputados del Gobierno, disciplinadamente instruidos, violentaron el artículo 279 de la Constitución, según el cual mediante el voto favorable de las dos terceras partes de la Asamblea Nacional se designarán el Fiscal General, el Contralor General y el Defensor del Pueblo.

Por si fuese poco lo anterior, el Procurador General de la República, defensor de los intereses del Gobierno, es el escogido como Contralor General de la República.

No es con estos actos de provocación que se pueda tejer el clima político y económico necesario para enfrentar tan exigente hora histórica. Además de talento, como que también falta un poco de humildad.

Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin
@claudiocontigo
Caracas, Venezuela

CARLOS CANACHE MATA, EL CERCO A LA ASAMBLEA NACIONAL

De la lectura de las 53 páginas de la sentencia de la Sala Constitucional del TSJ, del 11-2-16, que declaró que el Decreto de Emergencia Económica de Maduro “entró en vigencia desde que fue dictado y su legitimidad, validez, vigencia y eficacia jurídica-constitucional se mantiene irrevocablemente incólume”, se tiene la impresión que salieron de las mismas manos que escribieron el recurso de interpretación, presentado por movimientos comunales, de interpretación de los artículos 339 y 136 de la Constitución, además de los artículos 27 y 33 de la Ley Orgánica sobre Estados de Excepción. Como reza el dicho popular, pareciera que los magistrados se despacharon y se dieron el vuelto.

El artículo 339 de la Constitución establece que el Decreto que declare el estado de excepción, como lo es el estado de emergencia económica decretado por Maduro en Consejo de Ministros el 14-1-16, “será presentado, dentro de los ocho días siguientes de haberse dictado, a la Asamblea Nacional o a la Comisión Delegada, para su consideración y aprobación, y a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, para que se pronuncie sobre su constitucionalidad”. Y en la Exposición de Motivos de la Constitución se dice que la AN “puede revocarlo si estima que las circunstancias invocadas no justifican la declaración de un estado de excepción o si considera que las medidas previstas para hacerle frente son excesivas”.  Es obvio,  tanto para el análisis jurídico como  para el sentido común, que se requiere la coexistencia de esos dos requisitos (aprobación de la AN y verificación de su constitucionalidad por parte de TSJ) para que se mantenga la vigencia del Decreto, la cual ciertamente había comenzado desde la fecha en que fue dictado. Al negar su aprobación  la AN el 22-1-16, el  Decreto perdió su vigencia.

    En lo que respecta al artículo 136 de La Constitución, que trata de la independencia y de las “funciones propias” de cada una de las ramas del Poder Público, la interpretación del mismo debería causar vergüenza en el TSJ  porque, con su alianza con el gobierno, está tendiendo un cerco a la AN, como araña que progresivamente va tejiendo la red para cazar su presa.

      El fallo de la Sala Constitucional dice que la AN, al ejercer el control político,  no cumplió con la realización de una primera sesión “dentro de las 48 horas de haberse hecho público el decreto”, según lo prevé el artículo 27 de la Ley Orgánica sobre Estados de Excepción, como si esto vulnerara la legalidad procesal,  y ordena en el punto 4 de su DECISIÓN que “se desaplica” el artículo 33 de esa Ley,  que es, precisamente, el que dispone que “la Sala Constitucional del TSJ omitirá todo pronunciamiento si la AN o la Comisión Delegada desaprobare el decreto de estado de excepción o denegare su prórroga, declarando extinguida la instancia”.

   En su editorial del 13-2-16, El Nacional pronostica que “pasará lo mismo con las medidas que tome en adelante el Parlamento, si el Ejecutivo así lo instruye a sus ovejas disfrazadas de negro con ribetes rojos”.

Carlos Canache Mata
canachemata@gmail.com
@CarlosCanacheMa
El Nuevo Pais
Caracas- Venezuela 

LUIS MANUEL AGUANA, ENTRE DOS POPULISMOS Y UNA CONSTITUYENTE

Interesante análisis realiza la periodista Thais Peñalver en su nota titulada “Escenarios sobre la salida de Maduro” que apuntan no solo a la salida del Ilegitimo sino al sistema mismo que lo sostiene, y que alude algo sobre lo cual he venido haciendo referencia desde hace muchísimo tiempo y que ella llama “el modelo populista anterior”.

El verdadero centro de nuestra discusión constituyente se basa en que no es de ninguna manera suficiente la salida de Maduro, para dejarle la puerta abierta a quienes han sido los verdaderos responsables de la tragedia castro-chavista-madurista, porque como ya hemos mencionado en una nota anterior (ver Renuncia y Constituyente en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/01/renuncia-y-constituyente.html), una vez fuera el Ilegítimo de Miraflores, los mismos factores que ahora gobiernan regresarán al poder mas adelante con el argumento que ellos tenían razón porque “la democracia” no arregló el desastre que ellos mismos provocaron.

Así regresó Daniel Ortega al poder en Nicaragua después de un gobierno corrupto de “la democracia” en su país. Y así sucederá en Venezuela como sucedió en Nicaragua, repitiendo el caso en una grotesca copia, en virtud que las estructuras del Estado permanecerán intactas para la corrupción y la mala administración de los recursos de los venezolanos, que estarán en manos del “modelo populista anterior”, luego de la salida del Ilegitimo.

El problema no es cambiar al gobierno sino a toda una estructura de Estado completamente carcomida e inviable de la Venezuela actual y que ningún gobierno futuro de la MUD que se le ponga al frente podrá hacer funcionar. Esa estructura ya fallaba en 1998 y ahora es prácticamente imposible que nadie la haga funcionar si no se realizan los ajustes necesarios al sistema, que lleven al país a otra forma de Estado, con un modo de hacer democracia diferente.

Lo grave de todo este asunto es que la periodista Peñalver nos pone en la disyuntiva de dos escenarios con la salida de Maduro. Primero, aquel que mataría al virus comunista del cuerpo social de Venezuela pero también al paciente en el proceso, al dejar correr este pésimo gobierno hasta el último momento (de acuerdo al FMI más de 700% de inflación para el 2016) donde los venezolanos “caeríamos en cuenta” que el populismo comunista es inviable.

El segundo escenario es menos aterrador por cuanto nos da la opción de salir del régimen mas rápido pero quedaríamos en las manos del “modelo populista anterior” que fue el que sufrimos hasta 1998 con todas las consecuencias que conocemos, y del cual los partidos que luchan por regresar son sus principales exponentes. Esta opción trae aparejada la posibilidad cierta de repetir la experiencia comunista más adelante. Ese es el caso de Nicaragua y Daniel Ortega.

Véase que aquí no hay muchas opciones. O nos coge el “chingo” o nos coge el “sin nariz”. Es claro que la salida del Ilegitimo en ambas es condición necesaria pero la primera es mucho más drástica ya que de acuerdo a la periodista, en teoría, no cabría la posibilidad que regrese el comunismo a nuestro país porque “el pueblo y su enojo, sería el encargado de patear definitivamente de la faz de Venezuela el maquiavélico modelo marxista populista”.

Pero esa teoría es poco sustentable.  Los comunistas acabaron con la economía de España en 1936 cuando el gobierno “socialista” de la II Republica, presidido por Francisco Largo Caballero y su Ministro de Hacienda Juan Negrín López trasladaron  510 toneladas de oro, correspondientes al 72,6% de las reservas internacionales de oro del Banco de España a las bóvedas del Depósito de Metales Preciosos de la Unión Soviética, quebrando así al país y haciendo sumamente difícil el retorno a una normalidad después de la Guerra Civil; y como ustedes ven todavía los españoles consideran a los “socialistas” una opción de poder ¡qué barbaridad! (ver el cuento completo que referí en 2011 con El Oro del Comandante enhttp://ticsddhh.blogspot.com/2011/08/el-oro-del-comandante.html).

Sin embargo, existe una tercera opción que lamentablemente nadie analiza (¿por qué será?) y que pasa por la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para reconstruir las bases estructurales del país e impedir el regreso de los delincuentes de uno y otro bando populista, generando las garantías institucionales necesarias para no caer de nuevo en ambos tipos de populismos, uno menos comunista que el otro pero ambos igualmente con vetas rojas (en algún momento abordaremos este tema con profundidad).

En este escenario también sería necesaria la salida del régimen del Ilegitimo pero con una diferencia: sin detrimento a como sea su término constitucional, se convocaría luego inmediatamente al Soberano a una Asamblea Nacional Constituyente con la participación de todos los sectores del país y de todas las tendencias políticas.

No, no es utópico ni el cuento de un iluso comeflor. Si realmente los sectores políticos reunidos en la Asamblea Nacional atienden al mandato plebiscitario que les dio el pueblo de Venezuela el 6D para resolver el problema, y convocan con su mayoría calificada de 2/3 de sus integrantes al Depositario de la Soberanía para discutir un nuevo país basado en un Proyecto de País diferente, entonces el trauma que viviremos los venezolanos será mucho menor duración, porque sentaríamos las bases de un país reconciliado y en paz, cuando se reúnan a deliberar el país los genuinos representantes del pueblo.

Una sola voz alzada entre una multitud es difícilmente oída, y mucho menos cuando ya los factores políticos importantes gritan ensordecedoramente una decisión, y nadie oye otra cosa. Pero eso no significa que esa voz no tenga la razón. Sin embargo nunca es tarde para corregir el rumbo, solo que el costo siempre suele ser muchísimo mayor.

Que la decisión sea dejar a Venezuela entre dos populismos ya es suficientemente grave, no solo por los costos que pagaremos en el futuro, sino porque significa que no aprendimos nada de 17 años de destrucción ininterrumpida de nuestro país. Y eso no solo sería grave sino verdaderamente aterrador…

Luis Manuel Aguana
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
http://ticsddhh.blogspot.com/2016/02/entre-dos-populismos-y-una-constituyente.html

ANÍBAL ROMERO . CARLOS RANGEL Y EL SOCIALISMO ARCAICO,

Como casi siempre, Winston Churchill dio en el blanco al afirmar que “sólo existen dos lugares en los que el socialismo funciona, el cielo donde no es necesario y el infierno donde ya le conocen”. Sin embargo, la quimera de una sociedad ideal pareciera estar profundamente arraigada, y no hay manera de erradicarla de las mentes y sueños de muchos.

 No importa cuántos reveses históricos se produzcan en nombre de la fantasía, cuántas muertes, desencantos y frustraciones se acumulen a lo largo del rumbo de abyección y ruina que deja a su paso el socialismo; después la utopía renace y reencarna en nuevos tiempos y lugares, generando los mismos desastres y desilusiones.

 Ahora bien, conviene distinguir dos versiones de la utopía socialista: de un lado el socialismo que acá llamaré arcaico, y del otro la utopía futurista que, por ejemplo, formularon a grandes trazos Carlos Marx y Federico Engels. El socialismo arcaico, en síntesis, vislumbra el retorno a un paraíso perdido, a una sociedad sencilla, igualitaria y dichosa que alguna vez existió en el pasado pero fue destruida o desviada de su feliz curso por fuerzas malignas.
El mito del socialismo arcaico fue analizado con particular lucidez por Carlos Rangel en su notable libro Del buen salvaje al buen revolucionario, cuya primera edición apareció en librerías hace exactamente cuarenta años. La vigencia de esa obra es quizá mayor ahora que nunca, en especial dentro de la propia Patria venezolana de Rangel, en vista de la renovada fase de socialismo arcaico representada por el régimen que inauguró Hugo Chávez.

Antes de abordar el tema del socialismo arcaico en su ropaje chavista conviene distinguirle de la versión futurista del socialismo, aclarando de paso que acá empleo el término “futurista” de modo puramente descriptivo y sin connotación positiva alguna. Dada la confusión que rodea el tema del socialismo, se pierden con demasiada frecuencia de vista dos puntos esenciales de la concepción que al respecto 2 sostuvieron Marx y Engels. Para estos autores el socialismo sería, en primer lugar, resultado de una transformación revolucionaria del capitalismo más avanzado. Sería también, en segundo lugar, un rumbo histórico caracterizado por la abundancia y no por la pobreza, por el avance en todos los órdenes de la vida humana y no por el retroceso hasta períodos anteriores del desarrollo colectivo. De manera pues que lo que aquí denomino socialismo arcaico no es marxista, aunque es también una quimera engañosa y nefasta.

Lo que me interesa explorar es la manifestación actual en Venezuela del socialismo arcaico. En tal sentido, tengo claro que la Revolución Bolivariana jamás fue un proyecto ideológico-político caracterizado por su nitidez conceptual. Me queda igualmente claro que el bautizado como “socialismo del siglo XXI” es una amalgama informe de lugares comunes y de basura intelectual, mal ensamblada y peor estructurada. Por ello mismo no cabe sorprenderse de que su dinámica le haya conducido por las vías del retroceso a una presunta Edad de Oro, al enaltecimiento de la pobreza, al sentimentalismo indigenista, al repudio del legado colonial español, a la victimización anti-imperialista y al empeño por construir la utopía rousseauniana del buen salvaje, en nuestro caso tropical una utopía abanderada por el buen revolucionario latinoamericano.

Ambas figuras mitológicas se complementan. Por una parte el buen salvaje proporciona la imagen a la que se pretende reivindicar; la imagen de un ser humano noble y bueno, carente de egoísmos y entregado abnegadamente al cultivo de la tierra y al pastoreo de sus pequeños rebaños, en solidaridad con comunidades simples y autoabastecidas alejadas de la contaminación y corrupción del mundo moderno. Por otra parte el buen revolucionario aporta la imagen del caudillo heroico, que libera y guía a los pueblos a través del camino de la bondad y la sencilla adopción de un modo de existencia primitivo pero dichoso. Si bien resulta obvio que el socialismo del siglo XXI ha acabado en un fiasco gigantesco y que nunca fue otra cosa que una pesadilla disfrazada de ideal, el descenso hasta las propuestas de la “agricultura urbana”, a la pretensión de levantar un “Estado comunal” y sustituir las instituciones del Estado moderno 3 por el asambleísmo tumultuario y anárquico de las comunas, toda esa caída libre –repito— evidencia la abrumadora mediocridad e indigencia intelectual de un proceso que avergüenza a Venezuela y los venezolanos. Esos calificativos son los que, a mi parecer, mejor revelan la sustancia política e ideológica del sendero por el que Hugo Chávez y sus seguidores empujaron a Venezuela: mediocridad e indigencia intelectual.

El hecho de que Chávez y sus secuaces hayan intentado otra vez llevar a cabo un cambio hacia el socialismo no es sorprendente, pues los fracasos del pasado no pesan ni un gramo sobre la vocación y voluntad utópicas de los autodenominados revolucionarios. Lo que tiene interés en el plano de la indagación sociológica y psicológica es que hayan tomado el rumbo del socialismo arcaico, lo cual es muy latinoamericano, en lugar de visualizar alguna senda futurista a la manera marxista tradicional.

En esto repitieron la fórmula cubana, también ahogada en un pantano de fracaso. En su accidentado deambular, dando traspiés y sembrando destrucción, la quimera chavista concluye hoy en hambre, enfermedad, escasez masiva, corrupción, decepción y miseria que asolan y saquean la tierra venezolana como jinetes del Apocalipsis, alentados por una mediocridad e indigencia intelectual que han sido incapaces de crear una sola idea original o de relevancia, a lo largo de estos estériles 17 años.

Karl Popper argumentaba que el sueño socialista renace pues se vincula a pulsiones muy antiguas, pertenecientes a nuestras épocas tribales, cuando las limitaciones de todo tipo llevaban a los seres humanos a congregarse en pequeñas aldeas para sobrevivir. Pero desde hace siglos los individuos hemos aprendido que esas comunidades de cazadores y recolectores, sembrando pequeñas parcelas, imposibilitan la producción a gran escala de bienes y servicios y el sostén material de grupos más amplios, cerrando el paso a cualquier progreso hacia la libertad de las personas así como al equilibrio del poder en sociedades complejas.

A todo esto se añade, como también lo destacó Carlos Rangel en diversos ensayos, el miedo a la libertad que aún pesa sobre nuestros hombros, pues la libertad exige responsabilidad, demanda encararnos con nuestros actos y sus consecuencias y tomar decisiones por nosotros mismos. Para muchos esta tarea 4 es difícil y prefieren refugiarse en el sometimiento a una autoridad externa, que decida y actúe por ellos. De un modo u otro estos fenómenos sociológicos y psicológicos, que están en la base del socialismo arcaico y también de las utopías del socialismo futurista, han estado y probablemente siguen presentes en el curso histórico labrado por una parte significativa del pueblo venezolano en los tiempos del chavismo.

Y es legítimo preguntarse cómo reaccionará finalmente ese pueblo ante el trauma que se le avecina, ante el inocultable hundimiento de la quimera petrolera, y ante el imperativo de hacer frente a la cruda realidad de un doloroso fin de fiesta.

Anibal Romero
aromeroarticulos@yahoo.com
Filososfo Liberal
El Nacional
Caracas - Venezuela

IVÁN OLAIZOLA D’ALESSANDRO, ¿JUEGO TRANCADO?, PARANINFO DE LA SEMANA

El gobierno sigue sin asimilar el duro golpe recibido el 6D. Un gobierno con poca cultura democrática, si alguna, le cuesta trabajo poder entender que cuando se va a elecciones se puede ganar pero también se puede perder. En oportunidades anteriores al perder alguna elección, optaron por la vía del órgano paralelo para desconocer los resultados. En esta oportunidad trataron de hacer algo igual con una asamblea popular, pero no les dio resultado porque ya no tienen pueblo que los siga, así que han recurrido a usar un poder que tienen bajo control total, el TSJ. Vimos con perplejidad cómo la sala electoral se pasó por el trasero la opinión del pueblo de Amazonas y pocos días después se pasó por igual sitio la opinión de más de 7 millones de venezolanos desconociendo una de las primeras decisiones de la AN. Y amenazan con seguir haciéndolo. El TSJ convertido en tribunal sumario.

Así no es posible gobernar un país. Así no es posible dialogar. Así no es posible lograr la paz. Así no es posible el ejercicio de la democracia. Con un gobierno que se aferra a que la única verdad es la suya, que sus errores son de otros, que los males que vive el país son causados por agentes exógenos, que sobrepone el dogma a la realidad, es imposible que se llegue a algún acuerdo, a alguna solución. Por esa vía seguiremos hundiéndonos en la crisis más profunda jamás vivida.

Para muestra un botón. La noche del pasado miércoles, después de semanas de espera del anuncio de soluciones, oímos con perplejidad al presiente de la República, durante más de 5 horas de cadena, un discurso que ha sido repetido una y mil veces, divorciado de la realidad nacional, lleno de ofensas y acusaciones a la oposición democrática, de ataques desconsiderados en contra del único poder que no controla, burlas y amenazas en contra de quien ejerce la presidencia de ese poder, la AN, e igual actitud en contra de organizaciones empresariales y de trabajadores “no revolucionarias” y de sus legítimos dirigentes y en contra de cuanta persona, grupo, organización o país que no rinda loas y pleitesía al llamado comandante eterno, dios redivivo para ellos, pero el causante de todos los males de la república según la inmensa mayoría del pueblo venezolano.

Las medias anunciadas, ya al final de la perorata, todas a medias y edulcoradas, fueron peor de lo mismo. De la gasolina más barata del mundo, 0.015 $ el litro pasamos a Bs. 0.60 $/lts. De un salario  mínimo de $ 1.535 se pasó a $1.157. Ambas cifras calculadas a las irreales tazas de cambio de 6.3 y ahora a 10 Bs/$., respectivamente. Como decían antes nos subieron la camisa pero nos bajaron los pantalones. Pero lo más importante y esperado: Y del abastecimiento de alimentos y medicinas, qué? Y de repuestos, cauchos, y baterías, qué? Cuándo llegan? No más importaciones y entonces? Y la confianza hacia los empresarios? Y cómo se van a repatriar esos capitales? Por favor ciudadano presidente yo lo que creo es que sus propios asesore quieren que se termine de hundir, pienso que desean salir de usted más rápido de lo que pide Henry Ramos. Es la única explicación que le consigo a tantas estupideces juntas y repetidas. Usted trancó el juego. Y el que lo destranque buen destrancador será.      

Iván Olaizola D’Alessandro
Iolaizola@hotmail.com
@iolaizola1
Miranda - Venezuela

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ, CUBA EN LA MIRA MUNDIAL-EXPRESO, LIMA

Algo muy serio está sucediendo con relación a Cuba. Todavía no me atrevo a dar una opinión definitiva sobre el futuro de la Isla y las consecuencias de cuanto sucede a su alrededor. Resulta que las conversaciones con Estados Unidos avanzan en la dirección adecuada. Sin prisas, pero sin pausas. Las relaciones están mucho mejor que cuando empezaron. Las consecuencias están a la vista. La esperanza del pueblo cubano para alcanzar un futuro mejor se ha multiplicado. Eso es suficiente, por ahora. Habrá mucho más.

Cuba  es la sede de las conversaciones de paz entre la narcoguerrrilla colombiana de las FARC y el gobierno de Juan Manuel Santos. Venezuela y Noruega han servido de soporte para facilitar este proceso. Confieso que no me gusta el camino general empleado ni algunos de los acuerdos que no tocan fondo. El proceso es raro y espinoso. Ya veremos. Estamos a la espera de una verdadera pacificación, pero con justicia por encima de todo. Siento que la justicia pueda estar siendo la gran ausente de La Habana. Ojalá me equivoque.
Para el momento de escribir etas líneas están reunidos en la capital cubana el Santo Padre de la Iglesia Católica y el Patriarca de los Ortodoxos Rusos. Casi un siglo de espera para el encuentro entre dos de las más importantes figuras de la humanidad. Apoyo, sin reservas, el acercamiento entre todas las iglesias cristianas y los contactos entre las religiones monoteístas, sin desconocer el abismo existente ellas, especialmente con las últimas. Cuba es el escenario.
Podría continuar emborronando cuartillas con estos temas, pero siento que es innecesario. El mundo cambia y con él los factores que han condicionado su existencia por demasiado tiempo. Ojalá sea para bien y pronto, los mismos protagonistas u otros, se aboquen a los espinosos temas del narcotráfico, la guerrilla y las distintas manifestaciones de terrorismo existentes con ánimo de extinción definitiva o, al menos, para reducirlos a su más mínima expresión.
Gandhi, en alguna de sus famosas frases se refería a la “gente de inteligencia perezosa y memoria sin cultivar. Tenemos que poner a ambas en movimiento, sin lamentar lo que pueda ser inevitable. Hay gente que se opone a las tiranías y a las guerras, a todo lo que considera nocivo pero no mueven ni un dedo para evitarlas. Un principios general de existencia tiene que ser mantener estrecha relación entre los objetivos como seres humanos y nuestros actos.
Oswaldo Alvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
El Expreso - Lima
@osalpaz
Caracas - Venezuela

JUAN RAMÓN RALLO, MENOS IVA PARA MÍ Y QUE PAGUEN LOS DEMÁS, LIBERTAD DIGITAL, DESDE ESPAÑA

La Gala de los Goya se terminó convirtiendo, como en tantas ediciones anteriores, en una crítica al Gobierno de turno para exigirle un mayor apoyo a la industria cinematográfica española. Si tradicionalmente la principal reivindicación del sector había sido el proteccionismo subsidiado –a saber, restringir la emisión de películas extranjeras y subvencionar las nacionales—, hoy existe otra piñata a la que golpear acaso con mayor contundencia: el "IVA cultural" del 21%, que, según nos dicen, habría arrasado completamente con el cine patrio.
Dejando de lado que no existe tal cosa como el "IVA cultural", lo cierto es que los datos de espectadores e ingresos del cine español no parecen acreditar a primera vista que desde 2012 se haya producido un colapso sectorial: es verdad que 2013 fue un mal año, pero 2014 fue el mejor de toda la serie histórica, tanto en ingresos como en número de espectadores.
Sin embargo, hay que reconocer que los datos agregados resultan tramposos, en tanto en cuanto el éxito de unas pocas películas a pesar del elevado IVA podría estar enmascarando el fracaso de muchísimas otras películas debido al elevado IVA.
Más en concreto, un incremento del IVA no es especialmente dañino para los oferentes de aquellos productos –incluidas las películas– cuya demanda sea poco sensible a los aumentos de precio (es lo que técnicamente llamamos demanda inelástica): por ejemplo, si todo el mundo tiene muchas ganas de ver una determinada película, que el precio de la entrada suba de 8 a 10 euros como consecuencia del IVA no reducirá demasiado el número total de espectadores. En cambio, unos mayores impuestos sobre el consumo sí pueden ser devastadores para los oferentes de productos con una demanda muy sensible a los aumentos de precio (demanda elástica): por ejemplo, si se estrena una película de calidad media, que el precio de la entrada suba de 8 a 10 euros puede hacer desaparecer a una enorme cantidad –incluso a la práctica totalidad– de sus espectadores.
Por consiguiente, si en 2014 se estrenaron varias películas españolas que el público general percibía como de alta calidad (películas con demanda muy inelástica), eso puedo camuflar la elevada mortandad de películas que el gran público percibía como de calidad media o baja (películas con demanda bastante elástica). O dicho de otra forma, con un IVA más reducido, probablemente podrían haberse estrenado más películas españolas en 2014.
Acaso algún lector opine que si el gran drama del IVA cultural es que dejan de estrenarse películas mediocres, entonces tampoco hay demasiado motivo para tanta protesta: incluso podría interpretarse que la subida del IVA proporciona un filtro a priori de calidad. Mas este argumento es equivocado. Primero, porque una película puede ser percibida como de calidad mediocre por la mayoría de la población pero excepcional por un nicho reducido de espectadores: y no por ello deberíamos impedir o dificultar que se estrene. Y, segundo, porque aunque una película fuera de calidad mediocre para todo el mundo, tampoco hay razón para que se obstaculice su estreno con impuestos: si el valor que otorga una persona a 8 euros es inferior al que otorga a pasar la tarde en el cine viendo una película mediocre pero, en cambio, valora 10 euros más que ir al cine, ¿qué sentido tiene forzar tributariamente un aumento del precio de 8 euros a 10? Con ello no conseguiremos recaudar más –pues el espectador dejará de ver la película y no pagará nada de IVA–, pero sí lograremos reducir el bienestar de la sociedad –pues espectador y cineasta podrían haber salido mutuamente beneficiados con la entrada a 8 euros, pero ahora ambos perderán: uno se quedará sin ver la película y el otro sin los 8 euros–.
Es decir, los impuestos producen siempre una pérdida irrecuperable de bienestar que es tanto mayor cuanto más sensible sea la demanda (o la oferta) a los cambios de precios. Dado que la inmensa mayoría de las películas españolas –salvo contadas excepciones– exhiben una demanda muy elástica (a poco que suba el precio, dejo de verlas), es normal que los cineastas o los actores protesten contra el IVA del 21%. Se trata, además, de una reivindicación razonable que, a diferencia de las subvenciones o las regulaciones proteccionistas, puede ser perfectamente defendida desde posiciones liberales.
Ahora bien, que la crítica al elevado tipo general del IVA sea razonable, comprensible e incluso liberal no debería llevarnos a olvidar la profunda hipocresía ideológica de muchos de esos cineastas y actores, que, a renglón seguido, promueven subidas de prácticamente todos los restantes impuestos para sufragar un Estado mucho mayor al actual. Si ellos mismos están sufriendo en sus carnes cómo la subida del IVA desmantela sus industrias y genera pérdidas irrecuperables de bienestar, ¿qué creen que sucederá con el resto de la economía si nos lanzamos a incrementar masivamente los impuestos? ¿Qué pasará con la oferta y la demanda de trabajo si aumentamos los impuestos al trabajo? ¿Qué pasará con la inversión empresarial si incrementamos los impuestos a los beneficios empresariales? ¿Qué pasará con la oferta y demanda de cualquier bien de consumo si nos limitamos a reducir el IVA cultural pero mantenemos todos los demás? Pues sucederá, en mayor o menor grado (según las respectivas elasticidades de su oferta y su demanda), lo mismo que, según los cineastas, está sucediendo con el cine español.
¿A qué entonces tal ejercicio de sadismo desde la tribuna de los Goya? Si uno sabe –porque lo ha sufrido personalmente– que las subidas de impuestos destrozan la economía en forma de caídas de ventas, quiebras empresariales, despidos de personal o recortes salariales, ¿a qué viene exigir más impuestos (o apoyar a opciones políticas que exigen muchos más impuestos)? Probablemente se replique que lo anterior no es más que el precio que debemos pagar por disfrutar de un Estado de Bienestar. De acuerdo, pero entonces ¿por qué los cineastas no quieren pagar ese precio al tiempo que sí reclaman que lo paguen los demás? ¿Por qué reivindican para sí un privilegio que no desean extender como derecho general para el conjunto de la población?
La respuesta es muy sencilla, aunque bastante incómoda para quienes tienden a idolatrar el mundo de la cultura como una realidad social inmaculada y moralmente superior a, por ejemplo, el mundo empresarial. Los cineastas y actores congregados en la Gala de los Goya no son más que un lobby que presiona al Gobierno para defender sus intereses crematísticos. Toda sociedad altamente politizada está plagada de grupos de presión que intentan utilizar la coacción estatal en su propio beneficio y en perjuicio del de los demás: y, repito, la industria cinematográfica es otro de esos lobbies. Que muchos no lo perciban así –y que, en su lugar, sea vista por amplios sectores de la sociedad como un conjunto de abnegados intelectuales que luchan contra las injusticias sociales– tan sólo forma parte de la estrategia de ese lobby: convencernos a todos de que sus intereses personales (hoy bajar sólo el IVA del cine, ayer aumentar las subvenciones al cine español) son intereses generales para así empatizar con la población y ser capaces de instrumentarla políticamente para presionar con más eficacia al gobierno de turno en beneficio propio.
Por mi parte, y frente a reivindicaciones facciosas, me limitaré a defender intereses verdaderamente generales: bajen todos los impuestos a todos los ciudadanos, incluido el IVA del cine… aunque no sólo el IVA del cine.
Juan Ramon Rallo
info@juandemariana.org
@juanrallo
Liberal
España

CARLOS RODRÍGUEZ BRAUN, HITLER Y LA CORRECCIÓN POLÍTICA

Hace un tiempo se escandalizó la prensa porque Hitler había aparecido en los años 1930 en la portada de ABC. Más revuelo hubo cuando se publicó la foto de la actual reina de Inglaterra, de niña, haciendo el saludo fascista. ¡La malvada derecha no criticaba a los nazis!

Se trataba de una gran mentira: los que admiraban al nazismo entonces eran muchos, en la izquierda también. La revista Time nombró en 2015 person of the year a la canciller Angela Merkel. ¿A qué otro ciudadano alemán cree usted que otorgó tan importante galardón en 1938? Pues sí, efectivamente, a Adolf Hitler.
Grandes basuras de la humanidad han sido saludadas por la opinión pública, los políticos, los intelectuales y los medios de comunicación. Hoy nos parece incuestionable que Stalin, por decirlo suavemente, no fue un socialista ejemplar. Pero eso no era lo que pensaban Pablo Neruda o Rafael Alberti, que le dedicaron emocionados poemas cuando los comunistas de Stalin asesinaban a millones de trabajadores. Lo mismo sucedió en otros países, donde Stalin fue admirado hasta la década de 1950. Sin ir más lejos, ¿a quién cree usted que nombró la revista Time “hombre del año” nada menos que en dos oportunidades, en 1939 y 1942? Pues sí, efectivamente, a Joseph Stalin, uno de los más grandes criminales que ha dado el comunismo.
Volvamos a los nazis y a los años anteriores al final de la Segunda Guerra Mundial. Cuando Hayek publicó Camino de servidumbre en 1944, con su famosa dedicatoria “a los socialistas de todos los partidos”, denunció algo que hoy nos parece increíble. Constató que las políticas económicas de Hitler, contra el cual los aliados estaban aún combatiendo, habían sido elogiadas en todo el mundo, incluido el Reino Unido. El intervencionismo de Franklin Roosevelt fue aplaudido por Mussolini, que también era una figura muy apreciada antes de la guerra, por su antiliberalismo, y que calificó a Roosevelt como “un verdadero fascista”. Y lo más destacado del comunismo y el nazismo no son sus diferencias sino sus coincidencias, como lo prueba Luciano Pellicani en su libro Los dos rostros del totalitarismo (http://goo.gl/Ugff21; cf. también “Fascismo y progresismo” en Panfletos Liberales III).
Cuando vemos hoy a fascistas encantados con el populismo de Podemos, estamos asistiendo a un nuevo acto de esa tragedia antiliberal, que se repite por la comprensible resistencia de la corrección política a reconocer que Hitler es, mire usted por dónde, uno de los suyos. El siniestro líder nazi ponía todo el énfasis en lo colectivo, lo público, lo social (“volk”), abominaba del capitalismo, despreciaba el liberalismo y el mercado, y aplicó medidas para limitar el beneficio de las empresas. Por cierto, cuando los políticos de Podemos hoy se rebajan el sueldo por el bien del pueblo, conviene recordar que Hitler renunció a él (Richard Grunberger, A social history of the Third Reich, Londres: Weidenfeld and Nicolson, 1971, págs. 84-85).
Carlos Rodriguez Braun
carlosrbraun@gmail.com
@rodriguezbraun
España y Argentina


http://www.larazon.es/opinion/columnistas/hitler-y-la-correccion-politica-II11912857#Ttt1Y0PiP397npBQ

NESTOR SOLANO, ¡VAMOS CON TODO VENEZUELA!

El gobierno de Venezuela con medias verdades y muchas mentiras sigue haciéndole un grave daño a la población, crearon una cantidad de misiones, planes y programas que han fracasado, solo han servido para ellos lucrarse y hacer más pobres a la mayoría de Venezolanos y mientras la gente continúa malbaratando su tiempo en interminables colas, tratando de conseguir arroz, leche, desodorantes, champú, papel higiénico, aceite, medicinas, baterías, cauchos, todo tipo de repuestos para vehículos y cuidándose de no ser una cifra más en la interminable lista de víctimas del hampa, en ellos no se observa ningún interés por resolver esta crisis que permita reconstruir el aparato productivo de la nación.

Estamos viviendo escenas de violación a la constitución y a las leyes, desconocimiento de las competencias del poder legislativo, Maduro y sus cómplices de la Sala Constitucional, manipulan todo en función de su proyecto diabólico, es urgente que en Venezuela termine esta gestión de gobierno cargada de desigualdad, abusos, violación de los derechos humanos, injusticias, intolerancia, terrorismo judicial y atropellos políticos, con el aval de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia. Tenemos que unirnos para cambiar el rumbo, abrir la frontera, brindarle facilidades al inversionista, seguridad para todos los ciudadanos, un gran impulso a la producción, desmontar el control de cambio y devolver las tierras, industrias y empresas expropiadas a sus propios dueños.

Por la conducta del presidente y su partido, podemos observar que no tienen el mínimo interés en cambiar, ni en modificar la orientación de su gestión de gobierno, pretenden mantener los privilegios adquiridos durante 17 años de acciones ilícitas, solo muestran interés por mantener sus capitales, el control de todas las instituciones del Estado y multiplicar sus negocios, en su empeño no respetan el poder originario representado en la Asamblea Nacional recién electa por voluntad mayoritaria del pueblo, y mantienen acciones carentes de códigos morales con el lamentable apoyo de las Fuerzas Militares, que les garantizan el control de la nación a través de las armas.

El gobierno de Venezuela no goza del respeto ni del respaldo de las mayorías, se mantiene por el apoyo que le brindan las Fuerzas Armadas, por el chantaje y por las miserias que reparten, aspiran impulsar el turismo pero los hoteles y posadas no tienen los servicios para la higiene personal, las carreteras están destrozadas,  los delincuentes tomaron las calles y las oficinas públicas así como algunos cuerpos de seguridad del Estado, ofrecen multiplicar la producción de alimentos pero se gastaron las divisas para poder importar los insumos, su política petrolera a sido un verdadero fraude a la Nación, el comercio y la industria están siendo desatendidos y para colmo de males son víctimas de un racionamiento diario de agua y energía eléctrica, y no conformes con tan inapropiadas medidas, arremeten contra la más importante empresa privada de la nación como lo es: Empresas Polar.

La mayoría opositora de la Asamblea Nacional nos ofrece el cambio constitucional del gobierno y nosotros los respaldamos, pero las Fuerzas Armadas y el Tribunal Supremo de Justicia desconocerán estas medidas por su complicidad con el régimen, solo el surgimiento de una poderosa fuerza moral en el estamento militar que haga respetar la constitución y las leyes, permitiría la salida dentro de las vías constitucionales, pero mientras estos aliados del régimen no rectifiquen y se unan al poder originario emanado del voto popular, la crisis seguirá impactando cada día con mayor fuerza al pueblo que reclama una salida, este es el momento de tomar decisiones, no podemos vacilar, ¡Vamos con todo Venezuela!

Nestor Solano
solano.nestorep@gmail.com
@SolanoNestorep
Tachira - Venezuela
http://www.pensamientocolombia.org/vamos-con-todo-venezuela/

JOSÉ LUÍS MÉNDEZ LA FUENTE, UN AS BAJO LA MANGA

En días pasados caminando por la avenida Urdaneta me tropecé literalmente hablando, con un viejo amigo que hacía mucho tiempo  no veía.  Después de los típicos saludos que son propios de estos encuentros, y  ya  sentados dentro de una panadería de esas típicas del centro de nuestra ciudad capital, derivamos nuestra conversación, sin mayor esfuerzo, a la actual crisis que atraviesa el país. Una  crisis permanente, si se quiere, que forma parte de nuestra cotidianidad y con la que convivimos a diario.

¿Qué piensas tú? me preguntó, mientras se llevaba un sorbo de café a los labios, de la terrible confrontación que existe entre la Asamblea Nacional y el Tribunal Supremo, ¿Hasta dónde o cuando crees que pueda llegar?, ¿Qué ocurriría si Nicolás Maduro utiliza la facultad que le otorga la Constitución de enviar los proyectos de ley a la Sala Constitucional para que ésta determine si los mismos son inconstitucionales de manera parcial  o total?, ¿Puede el TSJ declarar todos y cada uno de esos proyectos legislativos que está anunciando la AN, como contrarios al texto constitucional?, ¿Y qué pasaría si en este país no se promulga una nueva ley nunca más, mientras la oposición domine el poder legislativo?, ¿Que tendría que…? 
En este punto interrumpí a mi amigo, pues me di cuenta que la batería de preguntas que lo atormentaba era interminable y conducía además a un mismo punto, al de un país sin leyes, viviendo en la anarquía. Pedí otro marrón, bien cargado, y me apresté a responderle.
Efectivamente le dije, el enfrentamiento es brutal, atípico y de alguna manera desmesurado. Si se mira bien, es antinatural dentro de un sistema democrático y hasta anticonstitucional en el mejor de los sentidos en que una Constitución, como ley fundamental, garante de las instituciones, puede ser entendida. Si miramos el pasado no tan lejano, de alguno de los gobiernos adecos o copeyanos que no tuvieron mayoría absoluta en el antiguo Congreso Nacional, es decir con la oposición en contra, no recordamos nada parecido. Aunque la oposición ejercía sus potestades a  través de las comisiones  de investigación, rara vez los funcionarios del gobierno emplazados a su llamado dejaron de presentarse y contribuir con la investigación o información requerida. Igualmente, la oposición introducía los proyectos de ley que consideraba de interés nacional, que una vez sancionados, resultaban promulgados por el Ejecutivo, con todo y que el presidente tenía, dentro de la Constitución del 61, al igual que ahora, la posibilidad de remitir un proyecto legislativo a la Corte Suprema de Justicia si observaba algún aspecto de inconstitucionalidad. 
Ciertamente no es lo mismo gobernar con un poder legislativo donde se tiene  mayoría  para pasar leyes  y designar a los miembros de otros poderes y organismos públicos, sin mayores obstáculos; que gobernar con una oposición que pueda impedir u obstruir alguna iniciativa legislativa o plan gubernamental desde su dominio del  Congreso  o la Asamblea Nacional. Pero de ahí a que se declare una “guerra”, donde el gobierno utilice con su poder político a los otros poderes públicos para  arremeter  en contra del Poder Legislativo, simplemente porque está en manos de la oposición, hay una gran diferencia, la misma que separa el arte de gobernar y a las democracias de los malos gobiernos y  las tiranías. 
Con respecto a las otras cuestiones, le continúe diciendo a mi amigo, no  es de extrañar que  tal como van las cosas, cualquier proyecto de ley cuya iniciativa venga de la oposición, sea enviado al TSJ para que declare su inconstitucionalidad, sin importar en lo más mínimo si tal proceder puede parecer  extraño, irregular y, por lo mismo, contrario al espíritu y propósito de la Constitución, ya sea la de 1999 o cualquier otra. 
En este orden de ideas, no es difícil adivinar que  si los proyectos de ley opositores van a ir prácticamente al cesto de los papeles, los que intente por su parte el gobierno van a  acorrer una  suerte parecida, pues morirán en el parlamento antes de llegar a  las manos del titular del Poder Ejecutivo para que las promulgue.
Pero entonces, observó  mi contertulio, se va cerrar el juego legislativo y aquí no va a haber ninguna ley nueva. Luego, los presos políticos continuarán en la cárcel, no se repatriará ningún capital indebido, no se estimulará la producción de alimentos vía legislativa, continuarán existiendo las juntas comunales no obstante ser inconstitucionales y, en definitiva, no se producirá reforma legislativa alguna; hasta la enmienda constitucional, impulsada por la AN puede fallar, por lo que el país continuará igualito sin salir del atolladero en que se encuentra. Salvo, continuó hablando mi amigo, que políticamente se encuentre una salida a la crisis dentro los seis meses que fijó el Presidente de la Asamblea Nacional.
Para  cualquier salida política dije,  mientras apuraba el fondo de mi taza, se requieren ciertos acuerdos y apoyos políticos, principalmente dentro del chavismo, y la única referencia indirecta en dicho sentido, efectuada por Ramos Allup, hasta ahora, es que existe un movimiento interno dentro del oficialismo para pedirle  la renuncia a Maduro. Por lo demás, una enmienda, un revocatorio o incluso una constituyente, lucen como instrumentos legales con muchos obstáculos, difíciles de llevar a la práctica exitosamente, más aún en el tiempo establecido. No tengo tan claro pues,  como parece que si lo tiene el Presidente de la AN, que en seis meses o menos se  pueda encontrar una solución a la crisis actual.
No se te ha ocurrido, replicó mi compañero de mesa, que tal vez Ramos Allup sepa más de lo que dice y tenga un as bajo la manga. Me quedé pensativo por unos instantes
Finalmente, y con la vaga promesa  de continuar estas reflexiones en algún otro momento, mi amigo y yo nos despedimos
Jose Luis Mendez
Xlmlf1@gmail.com
@Xlmlf1

Miranda - Venezuela   

DOMINGO ALBERTO RANGEL, ENTRE MALANDROS Y SIFRINOS

El Niño golpea América pero solo en Venezuela cierran centros comerciales, un tema que se debió ventilar en la A. N. el Día de la Juventud

Mucha gente cree lo contrario pero el fenómeno meteorológico conocido como El Niño no es asunto reciente. Se trata de una calamidad que viene ocurriendo desde hace milenios y opinan los expertos que acabó con civilizaciones pre colombinas.

Afortunadamente nuestro país queda “al otro lado” de la cordillera Andina y en Venezuela El Niño ataca con menor ferocidad que digamos en Centro y Sur América, donde la sequía devastó la agricultura y la ganadería.

Los gobiernos andinos, desde Chile a Colombia, han tomado medidas para economizar agua y electricidad, dos hermanas gemelas de la modernidad.

Sin embargo los venezolanos somos el único gobierno que propone cerrar centros comerciales como medida de racionamiento eléctrico. ¿Por qué?

Mientras contesto mi pregunta permítanme los lectores retroceder en el tiempo para recordar que siendo un joven ingeniero, esa es mi profesión, me tocó hacer los cálculos en los drenajes de Planta Centro, una generadora de energía eléctrica que se diseñó a partir de 1975.

No me he enterado hasta ahora de que en Planta Centro hayan sufrido inundaciones, pero ese no es el tema.

Con un auge petrolero de 5 años –el precio del crudo varió de 3 dólares a 14- Carlos Andrés Pérez, santo al que no le pongo velas, tuvo la sensatez de invertir en infraestructura capaz de mejorar la vida de los venezolanos y apuntalar el crecimiento económico, eso fue, entre otras cosas, Planta Centro.

Sobre aquella generadora de energía eléctrica puedo dar fe de que si bien es de suponer que el contratista de la construcción ganó buen dinero… no hay evidencias de que ese ciudadano haya celebrado una boda en Venecia, alquilando un barco griego, para alojar los invitados porque no consiguieron cerrar un hotel para esos fines. Eso lo hicieron los llamados bolichicos que se volvieron millonarios en dólares, de la noche a la mañana, contratando billones sin tener experiencia, con el  estado chavista.

Los nuevos ricos venezolanos de antes del bolivarianismo no cojeaban tanto de rastacuerismo y sifrinería como los de ahora, pero sigamos.

En años recientes debido a que los precios del petróleo son cíclicos, como el fenómeno de El Niño, los gobiernos chavistas gozaron de un auge que elevó el valor del crudo desde más o menos 8 dólares por barril hasta pasar la barrera de los 100.

Este auge o “boom” duró 10 años, todo una marca en nuestro país.

Y no obstante, somos la única Nación afectada por El Niño donde amenazan cerrar centros comerciales para ahorrar energía… ¿por qué se toma esa medida en Venezuela y no sucede lo mismo en la América mestiza desde Chile hasta Guatemala donde se manipulan las tarifas eléctricas para que la gente ahorre energía?

Vaya usted a saber: Pero mientras El Niño hace de las suyas, la oposición parlamentaria está pendiente del discurso de Nacho, pieza oratoria nada excepcional, leído, sin mucha emoción, como corresponde a quien vive en una ciudad tan aséptica como Miami, pero apoyado en declaraciones tipo “marketing” de quienes aún sin escucharlo dirán en sus artículos que fue “una pieza oratoria digna de Jóvito Villalba, o de DAR, mi padre. Por esos lares tan sifrinos nadie se pregunta ¿por qué esa medida contra los centros comerciales y no otra?

A este respecto comento que hay 2 visiones que intentan explicar el bizarro comportamiento del general Motta Domínguez, gran Visir de la Electricidad: Una es que el gobierno aprovecha su propia imprevisión y la corrupción que ronda el sector eléctrico, lleno de bolichicos, opositores, y de boliburgueses oficialistas, todos ladrones, para apoyarse en un fenómeno natural y atacar al enemigo ideológico. El general al cerrar centros comerciales estaría llevando a cabo la cartilla del marxismo clásico.

Según esa visión el general Motta Domínguez en vez de escalonar las tarifas para que pague mucho más quien más consume, prefirió inutilizar los centros comerciales, a sabiendas de que es un golpe noble a la esencia del capitalismo comercial que es lo poco que queda en esa materia en Venezuela.

La otra hipótesis, más rebuscada, se basa en que los militares andan generando condiciones para exacerbar la gente al punto de que se les aplauda cuando decidan derrocar al Presidente: Motta Domínguez estaría echándole leña al fuego para sacar muchachos a la calle, una vez cerrados sus lugares de esparcimiento que son los centros comerciales en las grandes ciudades. También buscaría el general exacerbar la gente mayor que asustada por los noticieros piensa con razón que el centro comercial es al menos un sitio seguro.

Pero, volviendo al cantante Nacho y a la Asamblea: Digamos de antemano que coincido con el fondo de su intervención y hasta dejo pasar sin opinar, la forma, sosa, del discurso leído, sin mucha emoción. Sin embargo me habría gustado que Nacho, desde su posición de estrella del regueton internacional, y colocado en la tribuna donde lo que se habla debe tener contenido político, quizás mucho camisón para este joven de 32 años, a dar un discurso de ideas, hubiese dicho de una vez que “ser rico no es malo cuando el dinero proviene del trabajo honesto” y no la bobería de los zapatos exclusivos que usa el sifrinaje, bobería que alimenta discursos demagogos, ayunos de contenido.

También hubiese preferido que el orador del Día de la Juventud hubiese reflexionado, no con el estilo soso de Leonardo Padrón, sobre el ¿por qué el general Motta Dominguez cierra los centros comerciales?

Quizás sea pedirle peras al olmo exigir lo que uno sueña… y por eso pienso que una elección más atinada habría sido poner a hablar en la A. N. una madre soltera, con 3 o 4 hijos, o un niño de la calle que le hablaran al país de las dificultades que vivimos quienes seguimos en Venezuela, no en Miami, como Nacho. Pero más pudo el becerro de oro que la sensates o como diría el Papa Francisco: La riqueza, la vanidad y el orgullo.

El general Motta Domínguez comanda una trulla que actúa cual malandros cuando cierran los centros comerciales…. Nacho habló como un sifrino… el general sabe hacia dónde va… Nacho ni siquiera entendió que el socialismo es lo que él, ignorante en esa materia, dice que no es, privilegios y lujos para los que gobiernan como los zapatos de 1500 dólares… y el pueblo tan pobre que no tiene ni para mandar a poner una media suela.

¡Vendrán otros días de la juventud!

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR
Liberal
Miranda – Venezuela

DOMINGO ALBERTO RANGEL, GENERAL MOTTA DOMÍNGUEZ, NACHO, EL NIÑO, CENTROS COMERCIALES, CÁMARA VENEZOLANA DE LOS CENTROS COMERCIALES, TARIFAS ELÉCTRICAS, PLANTA CENTRO, DÍA DE LA JUVENTUD,