sábado, 4 de mayo de 2019

ACTUALIZACIÓN, "EL REPUBLICANO LIBERAL II”, DOMINGO 05-05-2019,

RAFAEL DEL NARANCO: OTRA FIESTA DEL CHIVO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 8 minutos
Leer sigue siendo la actividad más placentera para el que no desea ser crepúsculo encajonado ante los sucesos cotidianos que nos rodean, y nos referimos a la situación de Venezuela, tierra de gracia amada, sentida y sufrida en la que hemos vivido más de la mitad de nuestra vida, y de la que tuvimos que regresar a un exilio que habíamos ya olvidado cuando llegamos de una España paupérrima, cicatera y oscurantista. La libertad individual y por ende colectiva, no es una concesión magnánima del gobierno de turno, sino un derecho humano inalienable, y como tal se halla fuera de cualqui... más »

MARIO MÚNERA MUÑOZ: LA INTUICIÓN

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 15 minutos
El ser humano contiene todo lo que está arriba en los cielos y abajo sobre la tierra, tanto las criaturas terrestres como las celestes. Por esa razón E.G.A.D.U. (Dios) eligió al ser humano como su divina manifestación. Ningún mundo podía existir antes que Adán (humano primigenio - conciencia abierta) cobrara vida, pues la figura humana contiene todas las cosas, y todo lo que es existe en virtud de él. Según la Cábala, E.G.A.D.U. creó primero a un ser perfecto llamado "Adam Cadmon", es un reflejo de la unidad que se vuelve manifiesto al extenderse la existencia desde la divinidad h... más »

ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA LA SUERTE ESTÁ ECHADA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 25 minutos
La homérica indigestión venezolana no logra superar las náuseas y pasar al vómito del régimen más indigesto y letal de la historia democrática de la República. Este martes 30 de abril vivimos el mayor sacudón social, político y militar vivido por la sociedad venezolana desde el 11 de abril de 2002. sin resultados inmediatos aparentemente mayores que permitir la fuga del líder opositor Leopoldo López de su prisión domiciliaria y su trueque de casa por embajada, primero de Chile y luego de España, pero con proyecciones a futuro inmensamente superiores a las experimentadas tras del re... más »

FERNANDO MIRES: ESPAÑA, ERRORES "CIUDADANOS" (C'S)

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 40 minutos
En términos generales lo puntos más importantes de las elecciones españolas ya han sido analizados. Sabemos que el PSOE recuperó más de dos millones de votos y también que junto con Antonio Costa de Portugal, Pedro Sánchez de España ha logrado remontar la marea baja del socialismo europeo. Sabemos que las habilidades personales de Sánchez -un tipo nada ideológico, cien por ciento práctico y con un sentido de la oportunidad que envidiarían los mejores centrodelanteros del mundo- jugaron un papel importante. Sabemos que además de sus innegables habilidades, Sánchez debe su éxito al a... más »

LEONARDO MORALES P.: SIN ESTADO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 49 minutos
El Estado venezolano visto desde la perspectiva actual no se presenta a los ojos de un observador como una institución que pueda satisfacer exigencias de diversa índole. El curso que le fue impuesto desde hace 20 años lo conduce en las actuales circunstancias por derroteros respecto del cual es posible advertir su absoluta inviabilidad. Cualquier institución de rango y características como las que debe observar un estado moderno, debe poder satisfacer diversas exigencias: las relativas y destinadas a procurar la satisfacción del bienestar social que se inscriben en servicios públic... más »

THAYS PEÑALVER: GUAIDÓ, COMBATIENDO A TODO EL RÉGIMEN

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 57 minutos
Para mí, la frase aquella atribuida a Simón Bolívar de que “Colombia era una universidad, Quito un convento y Venezuela un cuartel”, me pareció siempre una exageración. Porque ser un cuartel, lo que se dice cuartel, eso nunca ha sido mi país en toda su historia. Un cuartel es sinónimo de orden, respeto, disciplina, planificación, logística, en fin, muchas otras cosas que en la pequeña Venecia brillan por su ausencia. De hecho, a mi parecer, Venezuela es y ha sido siempre todo lo contrario a un cuartel. Por eso es tan difícil responder a los españoles a la pregunta “¿Por qué Guaidó ... más »

RAFAEL DEL NARANCO: OTRA FIESTA DEL CHIVO

Leer sigue siendo la actividad más placentera para el que no desea ser crepúsculo encajonado ante los sucesos cotidianos que nos rodean, y nos referimos a la situación de Venezuela, tierra de gracia amada, sentida y sufrida en la que hemos vivido más de la mitad de nuestra vida, y de la que tuvimos que regresar a un exilio que habíamos ya olvidado cuando llegamos de una España paupérrima, cicatera y oscurantista. 

La libertad individual y por ende colectiva, no es una concesión magnánima del gobierno de turno, sino un derecho humano inalienable, y como tal se halla fuera de cualquier control que no sean las leyes constitucionales. Decir hoy que el régimen imperante en Venezuela respeta esa opción, es una simple alucinación. Aquí, ahora mismo, el freno está latente y parte del tragadero inquisitivo del propio Estado, el cual no cumple el principio de la Constitución que dice taxativamente: 

“La República es irrevocablemente libre e independiente y fundamenta su patrimonio moral y su valores de libertad, igualdad, justicia y paz en la doctrina de Simón Bolívar, el Libertador”. 

Quizás no se ha llegado aún al doble rumiar tan mencionado por George Orwell, pero sí se ha alcanzado una alta precisión para moldear la realidad, y eso se comprueba en los medios de comunicación controlados directamente por el gobierno, tras clausurar periódicos y emisoras privadas. 

Cada día esas pantallas y diarios gubernamentales presentan un país idílico, existente solamente en la sala situacional, esa sede central llamada nueva Oceanía en cuyo vértice se alza con poderes omnímodos el Gran Hermano, quien vigila a cada uno de los ciudadanos a través de una red que todo lo envuelve. 

Primero, ha sido vestir a los miembros ideológicos afines de un solo matiz: moto y tonalidad escarlata, preámbulo hacia la creación de un idioma sintético que regulará la forma de ser y cavilar lo cual ha dado comienzo con una frase contenida en el espíritu de esa neo-lengua: “Patria, Socialismo o Muerte” desde la llegada del Gran Comandante. 

¿Estamos reinventando la novela, entre política y ficción, “1984” de Orwell? Sin duda, ya que la realidad actual supera lo impensable. 

Ante esa causa, lo atinado es rodearse de libros, soporte que no resguarda el cuerpo, pero sí recubre el espíritu de arrebatadoras sensaciones. Éxtasis, dirían los creyentes en lo sobrenatural. 

El fin de semana nos dedicamos en esta orilla mediterránea de Valencia, en que hacemos hospedería en nuestro exilio voluntario, a repasar la novela de Mario Vargas Llosa, “La fiesta del Chivo”. 

Es la historia narrada por otros senderos creativos, sin que por ello se dejen de matizar concreciones de un drama político de opresión y egocentrismo tan común en el hemisferio latinoamericano a lo largo del tiempo político de sus naciones. 

“El Chivo” es el sobrenombre que los conjurados para exterminarlo le dieron al sanguinario generalísimo dominicano Rafael Leónidas Trujillo. En esa tétrica lista se incluye el haitiano Francois Duvalier, el tosco personaje que hizo de la magia negra la base de un terror físico/psicológico, y nuestro Juan Vicente Gómez, cuyo gobierno oscurantista impidió la entrada de Venezuela al siglo XX hasta el año 1935, fecha de su muerte. 

El mérito del libro reside en hacer ver cómo los tentáculos de la dictadura todo lo corrompen, suben por las paredes, se introducen en las alcobas, se implantan en las conciencias y allí, convertidos en mandrágora, absorben cada valor púdico. 

Hay en la novela un diálogo sorprendente entre el presidente títere, Joaquín Balaguer y el propio Generalísimo. 

El pequeño timorato, pero inteligente adulador, quiere impedir que un asesino, el teniente Peña Rivera, sea ascendido a capitán. Ante esa negación, Trujillo le expone argumentos contundentes: 

“Usted, Presidente Balaguer, tiene la suerte de ocuparse sólo de aquello que la política tiene de mejor: leyes, reformas, negociaciones diplomáticas, transformaciones sociales. Le tocó el aspecto grato, amable, de gobernar. ¡Le envidio!”. 

Y sigue diciendo: “Me hubiera gustado ser sólo un estadista, un reformador. Pero gobernar tiene una cara sucia, sin la cual lo que usted hace sería imposible. ¿Y el orden? ¿Y la estabilidad? ¿Y la seguridad? He procurado que usted no se preocupe de esas cosas ingratas. Pero no me diga que no sabe cómo se consigue la paz. Con cuánto sacrificio y con cuánta sangre. Agradezca que le permitiera mirar a otro lado, mientras yo, el teniente Peña Rivera y otros teníamos tranquilo al país, para que usted escribiera sus poemas y sus discursos.” 

En cada uno de esos párrafos Vargas Llosa desarropa la realidad de esas tierras nuestras donde los autócratas, cada cierto tiempo, se aposentan y gobiernan envueltos en brumas escarneciendo con ello los valores de la libertad. 

Rafael del Naranco
naranco@hotmail.com
@Rnaranco

MARIO MÚNERA MUÑOZ: LA INTUICIÓN

El ser humano contiene todo lo que está arriba en los cielos  y abajo sobre la tierra, tanto las criaturas terrestres como las celestes. Por esa razón E.G.A.D.U. (Dios) eligió al ser humano como su divina manifestación.

Ningún mundo podía existir antes que Adán (humano primigenio - conciencia abierta) cobrara vida, pues la figura humana contiene todas las cosas, y todo lo que es existe en virtud de él. Según la Cábala, E.G.A.D.U. creó primero a un ser perfecto llamado "Adam Cadmon", es un reflejo de la unidad que se vuelve manifiesto al extenderse la existencia desde la divinidad hasta la materialidad, antes de volver a fundirse de nuevo en el fin de los tiempos.

Concebido con forma humana, contiene todo aquello que es necesario para completar la tarea de la semejanza divina: es a la vez espejo y observador, y dentro de su ser posee "voluntad, intelecto, emoción y capacidad de acción". Pero ante todo es consciente de lo "divino", aunque en el momento de su inspiración solo tiene un conocimiento "inocente" de ello, lo mismo que un pez es inconsciente del mar en el que existe. Solo en el transcurso de su existencia logra por experiencia conocer los aspectos de la divinidad.

Con la intrusión de "la tentación" en su mundo idílico se dio la ruptura deliberada de la única regla que se le había impuesto. Con ello llegó el conocimiento del mundo de la creación y la posibilidad de comer del árbol de la vida y así fue arrojado al mundo inferior de la materialidad y recibió "la túnica de piel o sea su cuerpo carnal". Se somete al mayor número de leyes para resguardar al Universo de las consecuencias de su "libre albedrío" y de esta manera el ser humano experimenta todos los niveles de la existencia: tanto hacia arriba como hacia abajo en su intento de recuperar su estado primigenio: *el ser humano intuicional*, pues no tenía desarrollado el órgano de la razón, que es propio de este plano. Solo intuía, y este estado lo hacía estar en contacto directo con E.G.A.D.U. Decíamos que el "ser humano primigenio" está dotado de voluntad, intelecto, emoción y capacidad de acción. La razón es una facultad intrincadamente humana, es justamente el modo humano de la inteligencia, la inteligencia discursiva, el ámbito de la mente. El intelecto puro que conlleva la llamada "intuición intelectual o inspiración", es en cambio un órgano, por así llamarlo, de un nivel suprahumano, puesto que es una participación directa de la inteligencia  universal. Este órgano suprahumano posibilita el conocimiento directo o visión inmediata de la realidad absoluta, con él se llega al conocimiento "puro o trascendente".

Simbólicamente, las facultades "razón e intelecto" se les ha asimilado al cerebro y al corazón respectivamente. El cerebro es un transmisor, un órgano de la reflexión o de transformación, y por eso el pensamiento es "racional", es un pensamiento reflejado o indirecto, como visto a través de un espejo. De allí que la razón se identifique con el pensamiento especulativo.

Un ejemplo práctico sobre la razón es la luna: su luz es un reflejo de la luz del sol. En cambio el sol es la representación de "la inteligencia intuitiva", es directa e inmediata. La luna ilumina, pero no podrá hacerlo sin la luz del sol, de la misma manera que la razón no puede funcionar en el orden de la realidad, sino bajo la garantía de los principios que la iluminen, que no es otra cosa que "el intelecto superior".

Debido a la ceguera, el pensamiento racional ha caído en lo infrahumano y ha producido esta vasta organización material que corporiza al mundo. La intuición intelectual es una percepción directa de la verdad. La intuición es supraracional, la cual el mundo moderno ha perdido hasta la simple noción, es el verdadero conocimiento del corazón.

El conocimiento suprarracional, tal conocimiento en sí, es incomunicable y es preciso haberlo realizado para saber que es verdaderamente. No se puede encarar filosóficamente, o sea desde afuera, porque "la filosofía es un conocimiento humano y racional", como todo saber profano.

Todo conocimiento "infrahumano" es una participación lejana del conocimiento puro, así como la luz de la luna, no es más que un pálido reflejo de la luz del sol. El "conocimiento intuitivo o del corazón" es la percepción directa de la luz inteligible, esa luz del verbo, de la que nos habla el apóstol san Juan en su Evangelio al comienzo: "Al principio era el verbo, y el verbo estaba en Dios, y el verbo era Dios". (Jn. 1:1). Este plano físico nos dificulta con su dualidad que lo hace denso, y para poder comprender la luz, hay que trascenderla, para poder llegar a un conocimiento realmente "metafísico".

La "intuición" trasciende lo humano y supone una comunicación con los planos superiores. Se trata del conocimiento puro y es en sí mismo incomunicable por el hecho de ser "inexpresable", las cosas del espíritu, del espíritu son. Para llegar a estos planos superiores es necesario realizarlo efectivamente, lo cual supone una "iniciación" que consiste en una iluminación interior y despertar las facultades "intelectuales intuitivas" con el apoyo de los símbolos visuales y sonoros. No se usa el lenguaje, ya que este es analítico y no sintético como el símbolo.

El lenguaje es discursivo y racional, y no es más que una preparación para el verdadero conocimiento, tal preparación constituye el camino de la filosofía en sus orígenes; es un punto de apoyo para ascender al intelecto, pero en la actualidad es incapaz de iniciar al ser humano en el camino de la realidad absoluta, para acceder a esta realidad hay que superar el plano mental, plano en el que discurre la filosofía moderna. La expresión mental no es más que un conocimiento por reflejo, como las sombras que ven los prisioneros en la caverna simbólica de Platón, un conocimiento indirecto, por lo tanto exterior. Ir de las apariencias a la realidad supone elevarse de las sombras a la luz, de la ilusión a la verdad. Esto implica la renuncia a lo mental, es decir, a toda facultad discursiva, que es impotente para llegar al conocimiento puro. La razón no puede superar los límites impuestos por la misma naturaleza, pero la "intuición" puede trasponer ese límite por tratarse de una facultad "suprarracional", metafísica.

Cuando se ha pasado de la razón al intelecto, toda especulación mental, toda dialéctica, toda discusión, pierden absolutamente finalidad y son desechadas por inútiles. Al que ha llegado a ver la luz directa de la verdad les son inútiles los instrumentos de la razón que lo aprisionan a la forma y multiplicidad.

Con este escrito trato de hacer comprender que el mundo camina inmerso en un mundo de tinieblas, mineral, material, y significa para el ser humano, el alejamiento de ese "estado primordial" de verdadera sabiduría.

El ser humano está ilusionado por lo "fenoménico" y lo "sensible”: ceguera espiritual. Si nosotros queremos en verdad liberarnos, si anhelamos la auténtica felicidad, necesitamos en forma urgente e inaplazable introducirnos en la revolución de la conciencia.

Es nuestro deber "despertar la conciencia" para ver el sendero hacia la verdad absoluta. Un día vendrá en que el buscador del "real sendero" despierte conciencia, entonces podrá ver al G.A.D.U. y recibir sus órdenes directas y obedecerlas conscientemente, como por ejemplo Moisés recibió las Tablas de la Ley en el Monte Sinaí, directo del G.A.D.U.

Nuestros símbolos nos sirven como soporte para conocer el "verdadero secreto masónico" y solo tú lo puedes lograr con el método, conocimiento y la "intuición". Piensa como los grandes filósofos, piensa como los sabios, pero exprésate con sencillez para que te entiendan y comprendan.

Mario Múnera Muñoz
@mariomuneramuoz

ANTONIO SÁNCHEZ GARCÍA LA SUERTE ESTÁ ECHADA

La homérica indigestión venezolana no logra superar las náuseas y pasar al vómito del régimen más indigesto y letal de la historia democrática de la República. Este martes 30 de abril vivimos el mayor sacudón social, político y militar vivido por la sociedad venezolana desde el 11 de abril de 2002. sin resultados inmediatos aparentemente mayores que permitir la fuga del líder opositor Leopoldo López de su prisión domiciliaria y su trueque de casa por embajada, primero de Chile y luego de España, pero con proyecciones a futuro inmensamente superiores a las experimentadas tras del regreso de Hugo Chávez, devuelto al cargo del que fuera apartado por los mismos militares que lo obligaran a renunciar. Si un liderazgo eclesiástico, militar y político opositor hubiera tenido entonces la voluntad y la decisión necesarias, que hoy parecen acompañar al liderazgo opositor, para el profundo cambio que exigía el más de un millón de participantes que precipitaron las decisiones militares de la circunstancia, Venezuela se hubiera ahorrado la tragedia más devastadora de su historia, con la sola excepción de la Independencia y la llamada Guerra Federal o Guerra Larga, que sacudieran hasta sus cimientos a la frágil república que se lanzara al más vasto movimiento independentista de la historia latinoamericana de la mano del joven Simón Bolívar, entonces de 27 años, y el mariscal Sucre, de 15. Los analistas no cesan de comparar ambos procesos. Venezuela ha vuelto a verse sacudida hasta sus cimientos bajo un nuevo y joven liderazgo. Sin más resultados, por ahora, que la devastación de sus bases económicas y socioculturales. Y lo que un historiador del pasado, Luis Level de Goda, definiera en 1893 presagiando el futuro como una maldición constante de los procesos emancipadores venezolanos: “Las revoluciones no han producido en Venezuela sino el caudillaje más vulgar, gobiernos personales y de caciques, grandes desórdenes y desafueros, corrupción, y una larga y horrenda tiranía, la ruina moral del país y la degradación de un gran número de venezolanos.” Como diría El Eclesiastés: nihil novum sub sole. En Venezuela, dos siglos después, nada nuevo bajo el sol. ¿Romperemos con Juan Guaidó el signo maldito de nuestro destino?

El paso dado este 30 de abril por el gobierno interino de Juan Guaidó, la Asamblea Nacional y buena parte del generalato de las Fuerzas Armadas está dotado de una característica de la que careció el dado el 11 de abril de 2002: es irreversible. La ruptura del hilo histórico, político y constitucional no es reversible. Juan Guaidó ha terminado por asumir la decisión que han reclamado los sectores más radicales, conscientes y consecuentes de la oposición venezolana, en gran medida liderada por la primera e indiscutible aliada sincera y sin cartas marcadas del presidente Interino, la líder del partido VENTE VENEZUELA y coordinadora nacional de la plataforma aliancista SOY VENEZUELA, María Corina Machado: de aquí, si no a la revolución permanente, marchamos todos unidos hacia la insurrección permanente. El objetivo estratégico del presidente Juan Guaidó, perfectamente coordinado con el gobierno de los Estados Unidos y los gobiernos del Grupo de Lima es derrocar al régimen. Su táctica, paros escalonados que confluyan en un paro general e indefinido, sin otra salida que la salida de Nicolás Maduro y su socio principal, Diosdado Cabello, del poder. Y la subsecuente expulsión de las tropas invasoras cubanas, rusas y chinas y un plantón definitivo a las injerencias de Irán, Rusia y China. El futuro inmediato de Guaidó no es la Plaza Francia en Altamira, como tras los sucesos de abril del 2002: es Miraflores. Y estemos claros: eso, hoy por hoy, es más claro que nunca. Esta vez podemos decirlo sin temor a equivocarnos: el régimen tiene los días contados.

Salvo extremos en contrario de esa ruta pacífica, legalista y democrática, como una reacción violenta del régimen y un baño de sangre propiciado por Diosdado Cabello, Freddy Bernal y los colectivos, lo lógico sería un abandono pacífico de los cargos y la salida al exilio de Nicolás Maduro, su familia y los altos cargos de su gobierno. Tal como lo señalara el Departamento de Estado y la vice presidencia norteamericana, la principal tranca a esa salida pacífica, que ya ha instalado a la familia presidencial en Fuerte Tiuna, antesala de la huida, y desde donde se negocia la transición, la constituye el duro e implacable del régimen tiránico, Diosdado Cabello. Habiéndose comprobado por los rusos y los norteamericanos que fue él quien impidió el martes que Maduro saliera a La Habana, hoy vuelve a comprobarse la misma situación. Las idas y venidas de Maduro, la repetición de sus cadenas presidenciales y los tira y encoje de las fuerzas armadas anticipan el verdadero esta de la situación. Como diría Julio César a las orillas del Rubicón, aunque en su caso de regreso a Roma para encabezar la rebelión: alea iacta est, el juego está dado. Comenzaron las exequias del régimen. Es cuestión de horas o días para que procedamos a sus honras funerarias. 

“Primero hay que obrar, lanzarse a una empresa. Cuando se reflexiona, la suerte ya está echada, uno está comprometido.”
J.P. SARTRE, La náusea.

Antonio Sánchez García
@sangarccs 

FERNANDO MIRES: ESPAÑA, ERRORES "CIUDADANOS" (C'S)

En términos generales lo puntos más importantes de las elecciones españolas ya han sido analizados. Sabemos que el PSOE recuperó más de dos millones de votos y también que junto con Antonio Costa de Portugal, Pedro Sánchez de España ha logrado remontar la marea baja del socialismo europeo.

Sabemos que las habilidades personales de Sánchez -un tipo nada ideológico, cien por ciento práctico y con un sentido de la oportunidad que envidiarían los mejores centrodelanteros del mundo- jugaron un papel importante. Sabemos que además de sus innegables habilidades, Sánchez debe su éxito al aparecimiento de una agresiva extrema derecha post-franquista, pero también que VOX no era un lobo sino solo un perro algo rabioso. Lo suficiente en todo caso como para empujar votos hacia el PSOE y no hacia PODEMOS, agrupación que seguirá siendo -por ahora- un partido parásito de la izquierda del PSOE. Sabemos también del crecimiento de las autonomías, de los federalismos y de los independentismos, representantes de un micro-nacionalismo pre-franquista muy superior al post-franquista de VOX. Y no por último, sabemos de la bancarrota del PP, mordisqueado desde la ultraderecha por VOX y desde la centroderecha por Ciudadanos (C's).

Pareciera entonces que en las elecciones del 28-A han pasado muchas cosas. Pero puede que no sea tanto así. Por supuesto, si nos concentramos en los crecimientos y decrecimientos partidarios podríamos pensar que hubo un verdadero terremoto político. Si realizamos en cambio una observación segmentaria, podríamos convenir en que España mantiene una más bien constante morfología: dos polos extremos y un centro (centro-derecha, centro izquierda, centro centro) Una plataforma suficientemente amplia para conformar acuerdos y concertar alianzas. La mantención de esa morfología depende de todos los partidos pero, como ocurre en la teoría de conjuntos, de unos menos y de otros más. Ahora, desde ese segundo punto de vista, la variable fundamental está representada por el C's de Arrimada y Rivera. ¿Por qué?

Simplemente porque C's es el partido que tiene mayores márgenes de acción. En contraste, PP será siempre lerdo pues los intereses económicos que clientiza son muy pesados. VOX nació para ser el epígono de la Reagrupación Nacional francesa: nacionalista, autoritario, facho. Y a las autonomías, aparte de las bellezas, costumbres, banderas y dialectos de sus nacioncitas, todo lo demás les importa un carajo. No así C's.

C's, surgido de lo más profundo de la cantera catalana, logró constituirse como un partido dotado de capacidad de desplazamiento nacional: el partido del liberalismo democrático. De ahí justamente provino la atracción que despertó tanto hacia la izquierda social como en la derecha civilizada. Con algunas excepciones en los extremos, C's está efectivamente en condiciones de conectar o por lo menos coincidir en diversos puntos con la mayoría de los partidos de la escena española. En síntesis: un partido con raíces regionales y follaje cosmopolita, impronta propia a los partidos post-modernos europeos, no atados a “intereses de clase” ni mucho menos estamentales. C's era una promesa política. ¿Era y ya no lo es?

Era mucho más de lo que es ahora. Eso no dice que C's no puede llegar a ser lo que podía ser: un partido hegemónico (directriz) de la contienda política hispana. Repito: hegemónico, no mayoritario.

La diferencia entre hegemónico y mayoritario dista de ser secundaria. Para hacer un paralelo con la ciencia física, se trata de una diferencia parecida a la que se da entre la física cuantitativa y la física cuántica. De acuerdo a la primera, lo que es determinante en toda acción es la cantidad de masa. De acuerdo a la segunda, el desplazamiento de las partículas elementales dentro y fuera de la masa. En términos políticos, un partido puede ejercer hegemonía sin constituir mayoría. Y bien, esas son condiciones que C's perdió durante el fragor pre-electoral.

El primer error, en cierto modo, la madre de todos los errores que después sobrevinieron, fue el peor que se puede cometer en política. El de confundir a un adversario político, el PSOE, con un enemigo principal. Un error funcional, decían algunos publicistas, pues Albert Rivera intenta erigir a C's como el partido hegemónico de la derecha. Exacto: ese fue el segundo error. Al situar a C's en una posición objetivamente aliancista, aún manteniendo una retórica centrista, nadie pudo borrar la imagen de “las tres derechas unidas”. Y este hecho puso a merced del PSOE grandes espacios de centro que por supuesto Sánchez, ni corto ni perezoso, supo ocupar. Más aún: la cercanía geométrica establecida por C's con VOX, representante de un anti-autonomismo extremo, llevó a los autonomistas moderados (sí: los hay) de Cataluña y el País Vasco hacia el lado del “sanchismo” cuya alternativa “federalista” no entiende nadie, pero suena mejor que la represión policial ofrecida por los partidos de la derecha extrema.

No obstante, aún sobre la base de errores de posicionamiento, nada obligaba a C's a desarrollar el estilo de lucha frontal, injurioso y excluyente en contra de Sánchez y el PSOE, hasta el punto de no dejar ninguna puerta, ni siquiera una ventana abierta para después de las elecciones. Y aquí el problema es más grave. Las elecciones que tienen lugar en diferentes países europeos, en España también, pueden ser consideradas antesalas de la gran batalla electoral que tendrá lugar en la elecciones europeas del 26- M.

Cierto es que en los debates ningún candidato se pronunció sobre el enfrentamiento que se avecina, como si España viviera en el orto del mundo. Explicable en el caso de Podemos y Vox. Ambos son partidos anti-europeos, aliados objetivos de Putin y de su campaña desestabilizadora. Pero PSOE, por su tradición histórica, PP, por los intereses que representa y C's, por su vocación liberal-democrática, son partidos europeos y europeístas, defensores a ultranza de la UE. De una u otra manera, frente a la ofensiva ultranacionalista, los tres están obligados a encontrar una coordinación que sobrepase a la simpleza del eje izquierda-derecha, estructura bi-frentista rehabilitada por el propio C's.

No haber tomado la bandera de la defensa de Europa para no lastimar mezquinos pactos nacionales puede costar caro a C's. El anuncio de Rivera relativo a liderar a las derechas en contra del PSOE, no puede ni debe superponer la razón de un partido por sobre la razón de la democracia euro-occidental. Aún es tiempo para que C's rectifique. Aún es tiempo para que Rivera salte por sobre sus propias sombras.

Fernando Mires
@FernandoMiresOl 
https://polisfmires.blogspot.com

LEONARDO MORALES P.: SIN ESTADO

El Estado venezolano visto desde la perspectiva actual no se presenta a los ojos de un observador como una institución que pueda satisfacer exigencias de diversa índole. El curso que le fue impuesto desde hace 20 años lo conduce en las actuales circunstancias por derroteros respecto del cual es posible advertir su absoluta inviabilidad.

Cualquier institución de rango y características como las que debe observar un estado moderno, debe poder satisfacer diversas exigencias: las relativas y destinadas a procurar la satisfacción del bienestar social que se inscriben en servicios públicos de salud, educación, de servicios básicos para cumplir con las responsabilidades individuales y colectivas, tales como servicio eléctrico, agua potable, servicios de comunicación terrestre y de otra naturaleza. Todas ellas entran dentro de las obligaciones mínimas de cualquier estado responsable.

A la par de las anteriores, un Estado moderno, que no puede concebirse sino como democrático, debe poder crear las condiciones para que la ciudadanía tenga plena confianza en las instituciones que deben satisfacer la posibilidad de dirimir sus decisiones políticas, de manera civilizada y apegada a la normativa que para tales efectos los ciudadanos se han establecido con anterioridad.

Todos los señalamientos anteriores no se corresponden a meros caprichos, sino que derivan de normas constitucionales, pero también, de manera clara y nítida, fueron establecidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 por la Organización de las Naciones Unidas, y ratificadas en 1969 en el Pacto de San José, también conocida como Convención Americana sobre Derechos Humanos.

En Venezuela la conducción del Estado va a contrapelo de todos los acuerdos del cual ha sido signatario en los distintos foros internacionales, pero incluso de la misma Constitución. Los constantes y continuados varapalos de los que son objetos derechos humanos y las propias normas constitucionales, colocan a los detentadores del poder fuera del cauce democrático y, a quienes pactaron las normas que establecen el deber ser de la nación, en las circunstancias de insubordinarse frente a los trasgresores.

Frente a esa realidad, el Estado venezolano se convierte en un ente atrofiado en la que impera una profunda disfuncionalidad, al no poder garantizar y satisfacer los derechos básicos del ciudadano, pero, más aún, ni siquiera es capaz de lograr el funcionamiento mismo de las instituciones del gobierno. Hablar, comentar y argumentar sobre el Estado venezolano es ya una quimera.

Ya no avanzamos zigzagueantemente hacia la ingobernabilidad, simplemente, así como la hiperinflación es un fenómeno que reside en la vida de todos, hoy la gobernabilidad no es un producto del debate académico, sino que va de la mano con aquel.

Días atrás el colega Luis Salamanca advertía sobre otro fenómeno presente: la estatalidad, definiéndola como “…una crisis de dirección del Estado: ¿quién gobierna? ¿Quién controla el territorio? ¿Quién ejerce la soberanía, cuyo titular es el pueblo?” Ya sabemos: dos presidentes, uno reconocido por muchos países y otro desconocido, una AN legítimamente electa y una ANC de dudosa elección, dos Tribunales de Justicia, dos Procuradores, en fin, dos, dos, dos…

¿De cuál Estado hablamos? Cada día la extinción estatal es especialmente desesperante. Pueblo, por lo pronto hay uno, algunos buscan nuevos horizontes con sobradas razones. Otros nos anclamos es nuestras querencias esperando una buena mesa para, en un ejercicio de civilidad, dirimir nuestras diferencias.

Leonardo Morales P., 
@LeoMoralesP

THAYS PEÑALVER: GUAIDÓ, COMBATIENDO A TODO EL RÉGIMEN

Para mí, la frase aquella atribuida a Simón Bolívar de que “Colombia era una universidad, Quito un convento y Venezuela un cuartel”, me pareció siempre una exageración. Porque ser un cuartel, lo que se dice cuartel, eso nunca ha sido mi país en toda su historia. Un cuartel es sinónimo de orden, respeto, disciplina, planificación, logística, en fin, muchas otras cosas que en la pequeña Venecia brillan por su ausencia.

De hecho, a mi parecer, Venezuela es y ha sido siempre todo lo contrario a un cuartel. Por eso es tan difícil responder a los españoles a la pregunta “¿Por qué Guaidó no ha logrado su cometido?“. Que no es otra cosa que un eufemismo para ocultar una pregunta más directa: “¿Están realmente los militares venezolanos con el régimen?”. Por eso siempre será muy difícil responder “¿qué ocurrió, ocurre y qué ocurrirá en Venezuela?”.

Lo primero que usted debe saber, apreciado lector, no es si los militares están con Maduro, porque le puedo asegurar que no, no lo están, de hecho la mayoría siente por él un desprecio interesante. Ni siquiera lo quieren aquellos que usted ha llegado a creer que se rasgan las vestiduras por él o matarían por él. De hecho, la inmensa mayoría de ellos piensan que no está a la altura de su anterior comandante en jefe, piensan que está llevando al país al colapso total y, además, que habría que reemplazarlo y rápido.

Quienes no me conocen, dirán que puedo estar diciendo esto porque soy una opositora recalcitrante y porque apoyo al presidente encargado Juan Guaidó y a la recientemente institución que representa, razón por la que tiendo a analizar esta coyuntura histórica de Venezuela como si fueran mis deseos los que hablan. De hecho, usted con toda razón me diría: “¡Venga ya! Si Guaidó no ha podido convencerles de nada!”.

El problema, amigos míos, es que yo no digo esto porque Guaidó me caiga bien, lo digo porque me he ocupado, a lo largo de estos 20 años de chavismo en mi país, de estudiar minuciosamente a los militares, de quienes podría asegurar saben perfectamente el rumbo que lleva la nación, son conscientes de la gravedad de la situación y de que, si no ocurre un cambio en las próximas horas, podrían perderlo todo. Y, principalmente, entienden perfectamente que ya Venezuela es un estado fallido. Ahora bien, aquí está la confusión en la que todos caen en este momento delicado para mi país y que nadie o muy pocos entienden, inclusive la dirigencia política interna y externa. Y es que no se trata de un asunto de buscar con pinzas dentro de la FAN (Fuerza Armada Nacional) a quienes estén o no con el régimen: el problema es que todos en su conjunto son el régimen.

No se trata de buscar dentro de las Fuerzas Armadas a quienes estén o no con el régimen: el problema es que todos en su conjunto son el régimen

Nicolás Maduro es incidental. Un mal accidente, un error histórico tras la muerte de Hugo Chávez y es por esto que usted leerá lo mismo, no de mí -una conspicua socialdemócrata-, sino de boca de Juan Carlos Monedero, Heinz Dietrich o Alan Woods, por nombrar a alguno de los asesores reales del modelo venezolano. Porque saben de qué hablo, Maduro no existe, solo “el régimen” y los regímenes alternativos que lo usufructúan como un títere, mientras los hijos del “régimen” ya viven en España y creen que algo como Vox es la solución para Venezuela.

Por eso no deja de ser poético ver cómo hoy Garzón, Iglesias o Monedero saltan en la defensa de un Maduro que no puede salir de Venezuela, ni asilarse porque es un preso más, de los millones que tiene “el régimen”. Uno que comenzó establecido por el caudillo a imagen y semejanza no de la Cuba revolucionaria, aquella que inició su mito en Bahía de Cochinos, invadió Angola y peleó en las selvas de Vietnam, convirtiéndose en una leyenda latinoamericana para los comunistas del tercer mundo, sino precisamente en el régimen sobreviviente posterior, ese surgido tras el derrumbe del campo soviético, destinado a la supervivencia absoluta. En fin, no la Cuba de Fidel que pretendía cubrir de rojo el continente, sino la del pragmático Raúl, un solitario destinado a sostenerse en la precariedad.

No deja de ser poético ver cómo Garzón, Iglesias o Monedero saltan en la defensa de un Maduro que no puede salir de Venezuela

Por eso, Chávez a los militares les delegó no solamente funciones, sino que les encomendó ramas completas de la economía de Venezuela. La industria siderúrgica -empresas básicas-, por ejemplo, era regentada por un mayor general y cada uno de los rubros derivados estaban comandados por generales, es decir, había uno para el hierro, otro para el aluminio y así como para el cobre, el estaño, las briquetas y pare usted de contar.

Si el rubro económico eran las minas y canteras, pues había otro mayor general a cargo y varios a quienes les fue adjudicada la administración del oro, la plata, los diamantes, el coltán, etc. Si se trataba del rubro dedicado al trasporte, pues ese comandante del transporte respondía como si se tratara de una División de Infantería. Había pues un mayor general siempre a cargo de posiciones en la administración pública, como por ejemplo el transporte aéreo, naval, terrestre, las líneas aéreas y las navieras; en fin, que todo era gobernado por los generales de Hugo Chávez.

A la muerte de Chávez, cerca de la mitad de la economía real de Venezuela era manejada por los militares

A la muerte de Chávez, cerca de la mitad de la economía real de Venezuela era manejada por los militares, pero Hugo como buen comunista se reservó para los “otros suyos” -es decir, para sí mismo- el poder real económico. Tenía a la inmensa mayoría de la fuerza armada tratando de producir desde bombillos hasta briquetas, mientras su planificación estaba a cargo de civiles comunistas principalmente europeos, su ministro de planificación era un ministro comunista cuyo padre combatió en la Guerra Civil española y el 90% del flujo de caja respondía directamente a él.

Pero muerto Chávez el panorama cambió, todos esos ministros civiles comunistas fueron expulsados, junto a los asesores extranjeros y no pocos fueron purgados, encarcelados y sustituidos por “el régimen”. Cuando Maduro empezó a darse cuenta del error que había cometido, ya era demasiado tarde y trató de cambiarlo, pero en vez de eliminarlo buscó afectos propios, dando paradójicamente cada vez más poder al “régimen”, a tal punto que hoy, el 96% de la economía o lo que queda de ésta, responde al estamento militar.

Es allí donde usted entenderá mis palabras iniciales. ¿Quiere el régimen a Maduro? La respuesta es no. Lo detesta. Pero es útil para que Iglesias o Garzón salten a protegerlo en el nombre de quien sabe que, como la gran paradoja que es, un nacionalismo militarista que consume como un parásito las rentas, que ascienden a miles de millones de dólares y que por ahora no cederán hasta verles los huesos. El régimen es la peor de las derechas, una que está más allá de “ultra”, es casi decimonónica, es un modelo diseñado para que se capaz de usar al pobre, para explotar al pobre.

De ahí la difícil y grave crisis política que usted ha visto en Venezuela en estos últimos meses. Que el liderazgo democrático exija el “cese de la usurpación” es una tarea muy compleja de cumplir si entendemos bien a qué clase de enemigo nos estamos enfrentando. Usted se preguntará como algo obvio que el presidente Guaidó le ha ofrecido a Maduro marcharse y de igual forma le ha propuesto a los militares una ley para perdonarlos si estaban dispuestos a abrir los caminos hacia la democracia. ¿Y cómo es posible que se negaran a semejante idea? Pues la respuesta ya la sabe, es simple una vez que se conoce la complejidad: Maduro es una máscara que oculta el rostro del “régimen”. No es un tema de rusos o cubanos (aunque lo es indirectamente), no es se trata de un hombre, nuestro problema es mucho más inquietante.

¿Quiere el régimen a Maduro? La respuesta es no. Lo detesta. Pero es útil para que Iglesias o Garzón salten a protegerlo

Por eso usted ha visto cómo en las últimas horas el presidente Guaidó ha pasado a la ofensiva y ya no pide el cese de la usurpación, ya ha decidido salir en su condición de comandante en jefe de la Fuerza Armada de Venezuela con hombres armados, a conquistar él mismo ese tan necesario “cese de la usurpación”. Pero en la Venezuela moderna o menos bárbara, y luego de 1939, solo existe una referencia real de pronunciamiento militar exitoso, y ese fue en 1958: “Conforme a los deseos de las Fuerzas Armadas”, como dijo el general Marcos Pérez Jiménez, “que trajo 40 años de democracia”.

Pero en el mundo civil y político venezolano, de tanto repetir una mentira muchos han terminado por creerla y por eso existe un mito que todos sin excepción creen, una épica fantástica que sostiene que han sido los civiles los que lograron que el 23 de enero se consiguiera la democracia en Venezuela, cuando la realidad es que el tirano salió, porque desde el 1 de enero las bombas le estaban cayendo en la cabeza y además porque la poderosa División de Infantería de Maracay estaba en su contra. A la semana siguiente el dictador Pérez Jiménez ya sabía que 32 de las 36 guarniciones a nivel nacional estaban alzadas y solo contaba con el apoyo de los nada despreciables y emblemáticos batallones Bolívar y Caracas.

En apenas una semana, el día 18 de enero, los principales periódicos españoles explicaban que le sucedería lo mismo que a Perón y el día 19 de enero ya Marcos Pérez Jiménez había caído técnicamente, solo era cuestión de horas para que los jefes que lo apoyaban en los dos últimos batallones le retiraran su respaldo.

El propio general, quien murió plácidamente en su palacete de La Moraleja de Madrid, en su biografía explicaría que: “Cuando ya los recluidos en los sótanos –incluido Miraflores- sobrepasaban los dos mil quinientos oficiales (..) y la situación lucía irreversible (..) llamé al Batallón Bolívar y, cuando no me contestaron, sabía que estaba todo perdido (..) nadie se me acercó a decirme: tiene usted que irse”.

Quería decir con esto Pérez Jiménez que en Venezuela solo se puede ser exitoso en un pronunciamiento militar si se tiene prácticamente a todos los militares consigo. De hecho, todo presidente de la democracia sabia perfectamente que nunca habría golpe posible si controlaban, como Pérez Jiménez, los dos batallones más grandes de Caracas y además la casa militar, a la que Chávez convirtió en una poderosísima Brigada. Todos los presidentes de la democracia sabían que aunque cualquier golpista contara con todas las demás guarniciones de Venezuela, nadie marcharía a Caracas contra estas unidades. Y esto es lo que ocurrió en los dos intentos de golpes contra de democracia en el año 1992.

¿Puede el pueblo de Venezuela saltar a las calles y vencer el tableteo de las ametralladoras? No. ¿Forzar una negociación? Quizás

¿Qué está hoy pasando en Venezuela y mientras escribo estas líneas? Veamos, aquí lo único que está claro es que el pronunciamiento ha sido hecho a muchas millas de donde está el verdadero poder militar y todo luce que las bayonetas, de manera desproporcionada, siguen del lado del régimen que usurpa el poder y tiene a todo un país secuestrado. Por eso es difícil entender qué es lo que se pretendía ayer martes con esta extraña movida.  ¿Habrá una carta bajo la manga? Esa es para hoy la esperanza de la inmensa mayoría.

¿Puede el pueblo de Venezuela saltar a las calles y vencer el tableteo de las ametralladoras? No. ¿Forzar una negociación? Quizás.

El problema es que primero hay que decidir con quién se pelea y con quién se negociará realmente, con Maduro o con “el régimen”. Y eso deben tenerlo a esta hora muy claro los actores tanto a nivel nacional como internacional.

Venezuela se está jugando su libertad, que Dios ilumine y guíe a los decisores.

Thays Peñalver
@thayspenalver