viernes, 11 de diciembre de 2015

CLAUDIO FERMÍN, ¡YA BASTA!

El chavismo perdió aplastantemente. De nada valió la regaladera y la ofrecedera. Los ciudadanos sabían que todo ese aguaje era una treta electorera.

Maduro perdió por la grosera corrupción, por la inseguridad que desangra al país, por el abuso de poder  de los jerarcas del chavismo. Perdió porque los votantes, sin que nadie los estuviese jalando ni obligando, castigaron la ineptitud de unos mandones que han hundido la economía.

Colas para leche, azúcar, aceites y granos. Carne a precios inalcanzables. Medicinas no hay. Repuestos, baterías y cauchos para automóviles tampoco. No hay ni real en los cajeros. El gobierno de la escasez y del no hay.

Denuncias sobre tráfico de drogas en las que se involucra a personas ligadas a Miraflores, a militares de alta graduación y a gobernadores en ejercicio. Nadie aclara. Nadie da la cara. Nadie desmiente. Todo dejado a la estrategia del silencio para que la gente se olvide del asunto.

Agresiones a quienes critican y protestan contra el desmoronamiento de las instituciones, el encumbramiento de pranes y la proliferación de bandas que actúan con absoluta impunidad. Los denunciantes de esa podredumbre son tildados de pertenecer a la derecha. Los que acusan a jueces y fiscales de haber corrompido la justicia son señalados como pelucones.

El lenguaje oficial es la ofensa. El ultraje su método preferido. Contra esa cayapa de malandros que usa el poder para arrinconar a la Venezuela decente con sus insultos y siembra de odios fue la sanción del 6 de diciembre.

La cita era para elegir como diputados a la Asamblea Nacional a los representantes de los estados y municipios reunidos en circuitos. Pero los venezolanos, sensibles al drama de un país en ruina y urgidos de cambiar el rumbo, aprovecharon no para debatir sobre liderazgos y propuestas identificadas con cada región sino para gritar con firmeza ¡ya basta!

No fue un ritual electoral ni un momento que pueda analizarse sólo con cifras y correlaciones políticas. El clamor colectivo fue ponerle un parao a la piratería administrativa que ha hundido la economía y paralizado los servicios públicos.

Y el entusiasmo y determinación que mujeres, profesionales, jóvenes y trabajadores pusieron en cada centro electoral, no va a conformarse con paños calientes. Es la hora del cambio.

Claudio Fermin
claudioefm@gmail.com
@claudioefermin
@claudiocontigo

Caracas, Venezuela

TRINO MÁRQUEZ, 6-D: EL DESEMBARCO DE NORMANDÍA

Se acabó la hegemonía chavista después de casi diecisiete años de dominar el tablero a su antojo. La arrogancia roja quedó sepultada por los millones de votantes que salieron a decir que están hartos de la incompetencia, los abusos y la corrupción.

Para el chavismo, ya no se trata de compartir el Poder Ejecutivo regional y local con algunos pocos gobernadores y alcaldes a los que se les niegan los recursos financieros e imponen figuras como el “protector” de Miranda, el jefe del “gobierno” metropolitano o el presidente de una corporación regional. A partir de ahora el oficialismo tendrá que cohabitar con un órgano del Poder central en manos de la alternativa democrática.
Este ascenso no fue el resultado de una asonada militar, sino de la decisión soberana de la gente, que venció las amenazas, los chantajes y el ventajismo obsceno del Gobierno. Ya los chavistas no podrán decir con jaquetonería que cometen arbitrariedades porque representan la mayoría de los venezolanos. Ahora son una minoría que conserva partes del Poder porque la Constitución así lo determina. Pero, esa misma Constitución ordena que exista separación, equilibrio y colaboración entre los Poderes públicos. En ella no se dice que esos Poderes tengan que estar conducidos por el mismo partido o la misma persona. Si Nicolás Maduro, jefe del Ejecutivo, en nombre de una fuerza de la cual carece, decide torpedear las iniciativas de la nueva Asamblea Nacional, peor para él. Seguirá pagando las consecuencias de su terquedad.
Al régimen una batalla sin cuartel con la Asamblea lo perjudicaría más que a la oposición, pues los ciudadanos dijeron con su voto que rechazan las políticas del Gobierno, que están cansados de la pugnacidad permanente fomentada por Maduro y que desean soluciones inmediatas a los déficits que padecen. La superación de esas carencias implica el diálogo y la concertación entre el Gobierno y la oposición. El Ejecutivo es el Poder que cuenta con la capacidad financiera y logística para resolver las dificultades. El Legislativo solo puede actuar para proponer leyes que favorezcan el crecimiento con equidad y controlar la acción del Ejecutivo. Si cada iniciativa de la mayoría de la AN es torpedeada o ignorada por el Gobierno, la pendiente que este tomó el domingo 6-D se hará aún más inclinada.
De privar la sensatez, los líderes del oficialismo deberían entender que los perdedores fueron, en términos globales, el socialismo del siglo XXI, proyecto básico del régimen, causante de la crisis económica y social nacional, y la violencia estimulada por los jefes chavistas durante la fase previa a la consulta, y que pretendieron desatar cuando tuvieron evidencias de la debacle electoral que se les venía encima. En términos más específicos, los perdedores fueron el Psuv, líder del Gran Polo Patriótico; Nicolás Maduro, quien convirtió -sin que nadie se lo pidiese- la elección en un plebiscito; Diosdado Cabello, aspirante a seguir al frente de la Asamblea; y Jorge Rodríguez, alcalde de Caracas y jefe del Comando de Campaña. El sentido común indica que los responsables de ese fracaso tan estruendoso, no deben continuar adoptando las mismas conductas que provocaron el descalabro.
Del otro lado se encuentran los triunfadores. La dirigencia de MUD, con pulso e inteligencia, fue acorralando al Gobierno para que realizara unas elecciones que no quería efectuar porque todos los sondeos previos le daban cifras negativas. Logró eludir los obstáculos hasta encerrar a Maduro y a Cabello en un cuadrilátero electoral del cual no pudieron escaparse. La MUD impuso la estrategia constitucional, pacífica, democrática y electoral
Otros vencedores fueron los factores internacionales –Luis Almagro, secretario general de la OEA, ex presidentes y ex jefes de Estado, parlamentarios de la Unión Europea, Mauricio Macri, intelectuales de renombre planetario y los medios de comunicación- quienes presionaron al Gobierno a través de denuncias y exigencias en las que pedían elecciones justas, equilibrio y, especialmente, respeto a los resultados, que –todo indicaba- serían favorables a la opción democrática. Estos factores y la MUD formaron una tenaza que logró que los comicios se llevaran a cabo en la fecha prevista y que el régimen acatase, a regañadientes, aceptara los resultados.
El mismo alicate, más la FAN, podría volver a funcionar si Maduro pretende una trastada con la nueva y democrática Asamblea Nacional.
Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc

Miranda - Venezuela

BEATRIZ DE MAJO, COLOMBIA: EL “ RESUELVE” DE LOS VENEZOLANOS…Y VICEVERSA.

La falta de alimentos para atender la demanda de los hogares venezolanos es uno de los principales retos que debe asumir el gobierno de Nicolás Maduro.  El desabastecimiento en estos terrenos lo resiente la población de a pie de manera instantánea y flagrante. Por ello encontrar una via para resolver esta deficiencia debe estar en un lugar preferente en la lista de las tareas a desarrollar dentro del muy corto plazo por el equipo de Maduro. El peso político que tiene este tema es de una naturaleza tal que su desatención  trabaja en contra del sostenimiento del apego popular al gobierno. Y ya conocemos el resultado que ello ha provocado en las elecciones parlamentarias.

Desarrollar una política que redunde en beneficio del sector agropecuario venezolano y de sus consumidores, es una verdadera quimera, si el resultado hay que conseguirlo para el corto plazo. No por ello las decisiones para alcanzar el autoabastecimiento se deben postergarse.
¿Dónde está entonces la solución a este difícil conflicto que , además, empuja las cifras de inflación a niveles altamente lesivos para la población de pocos recursos?  La respuesta no puede ser ni más sencilla ni más  evidente: en Colombia.
Pero el cierre de la frontera binacional no permite contar con ese talismán que en el corto plazo pudiera  enderezar el rumbo del desabastecimiento y llenar nuestros anaqueles con productos de precios razonables para el consumidor.
Colombia clama a gritos por un mercado de consumo dentro del cual sus precios sean competitivos. La cercanía con Venezuela elimina los sobrecostos de exportación a otros países lejanos además de que los precios de los productos finales al consumidor no son impactados por cuantiosos aranceles gracias a los acuerdo comerciales que se encuentran aún  en vigor.
 De esta manera, aquellos productos agroalimentarios en los que los neogranadinos son competitivos podrían venir en salvamento de nuestra maltrecha economía- y de  nuestro gobierno-dentro de períodos de tiempo relativamente cortos.
La complementariedad en este terreno es beneficiosa para los dos lados de la ecuación. No solo los venezolanos penamos por el desabastecimiento. Los colombianos solo están a la espera de una demanda estable, sostenida y cercana para desarrollar sus oportunidades de exportación para productos como aceites, azúcares, concentrados, confitería, derivados del café y el cacao, frutas y hortalizas procesadas, panadería, snacks, insuflados, y gran variedad de condimentos, salsas y alimentos procesados. ¿Queremos mas? Ni hablar de lo que los vecinos pueden alcanzar en materia de producción para exportación de carnes bovina y pollo de excelente calidad, procesados bajo estrictas normas de higiene, seguridad y calidad.  Y otro tanto puede conseguirse en materia acuícola y pesquera.
El país colombiano cuenta con inmejorables posibilidades para la exportación de camarón de cultivo, crudo y pre-cocido, colas de camarón, y brochetas con los mejores estándares de calidad, fruto de un desarrollo tecnológico que enfatiza el mejoramiento genético acompañado de programas sanitarios de nutrición y manejo de fincas.
Asi pues,  la complementariedad es sólida en estos momentos, si ponemos a un lado los resquemores políticos del lado venezolano y nos atenemos a la realidad práctica del comercio  entre países limítrofes donde los costos son menores, los aranceles no existen y el manejo del comercio se conoce.
Si, Colombia  podría venir a sacarnos las castañas del fuego al tiempo que Venezuela le ofrece un mercado contiguo y sencillo de manejar.        
La coyuntura es buena para los dos lados de la frontera: se han juntado el hambre con las ganas de comer. Y sería tonto dejar pasar el tren de la complementariedad que se está manifestando con fuerza entre los dos países hermanos. 
Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@beatrizdemajo

Miranda - Venezuela            

PEDRO CORZO, UNA VICTORIA ROTUNDA

Los venezolanos comprometidos con desplazar la autocracia que impera en su país, han logrado una victoria rotunda, tan ejemplar, que es de esperar que esa voluntad se exprese con mayor vehemencia en sucesivos procesos electorales que demuelan por completo un gobierno corrupto y violador de los derechos ciudadanos.

Los electores aprovecharon muy bien su última oportunidad. Nicolás Maduro había asegurado que si triunfaba en los comicios el proceso se radicalizaría, lo que significa que los derechos ampliamente vulnerados, iban a ser abolidos por completo.

Los lideres de la oposición tuvieron la habilidad de constituir la Mesa de la Unidad Democrática, un ejemplo de cómo personalidades contrapuestas, que en algún momento de sus respectiva historias políticas fueron enemigos, mucho más que adversarios, lograron acuerdos con el único objetivo de derrotar un régimen corrupto y arbitrario.
Los resultados de estos comicios, aunque aún falta mucho para que al país retorne a la democracia plena, simbolizan el triunfo de la libertad sobre la autocracia que Hugo Chávez impuso, después de haber arribado al gobierno a través del voto popular.

La propuesta de Chávez era internacional. Su denominado Socialismo del Siglo XXI, una leyenda para encubrir con mensajes de justicia el caciquismo, trascendió las fronteras de Venezuela,  y germinó en varios países, en consecuencia, está derrota es también para los gobernantes que copiaron el modelo de despotismo electoral que el oficial golpista propició y promovió.

Este descalabro internacional de los extremistas, quizás ayude a la formación de una conciencia ciudadana a favor de la democracia en todo el hemisferio. Una  ciudadanía informada y alerta es la mejor salvaguarda de la libertad.

Electores que sepan defender sus derechos y cumplir con sus deberes. Capaces de no asumir como validas soluciones mágicas que solo se sostienen sobre propuestas demagógicas que socializan la miseria y cercenan libertades, son los mejores garantes de los derechos ciudadanos.

Se aprecia que los pueblos y los líderes menos aislacionistas son aquellos que han estado involucrados en conflictos internacionales  o que han padecido dictaduras. Demuestran una sensibilidad mayor ante los problemas de otras naciones y una mayor disposición a prestar su cooperación.  

El  triunfo de la democracia en Venezuela, sumado al de Mauricio Macri en Argentina,  tal vez impulse la formación de líderes de fuertes convicciones democráticas que no contemplen el poder como una vía fácil y expedita de  enriquecimiento personal y un medio para abusar de las prerrogativas que le confiere gobernar. 

Un liderazgo convencido de que la defensa de la libertad y de los derechos ciudadanos es un compromiso transnacional. Dispuestos  a elaborar una estrategia capaz de asociar factores distintos, pero inspirados en el objetivo de alcanzar y preservar el estado de derecho. La historia ha demostrado que cuando un país es controlado por la autocracia, la libertad del resto de las naciones está en peligro.
América demanda dirigentes nacionales obligados a la defensa de la democracia, abanderados de las libertades políticas y económicas de su país, sin que sean ajeno a los problemas y dificultades de sus vecinos. La solidaridad democrática debe ser un principio fundamental en las relaciones hemisféricas.

Es necesario que entidades como la Organización de Estados Americanos cumplan con sus obligaciones. La OEA cuenta con instrumentos legales para que los déspotas no puedan mantenerse en el poder. Han sido mecanismos aprobados y reconocidos por todos los gobiernos, que desgraciadamente no han sido aplicados, porque han primado los intereses sobre los valores que los dirigentes dicen defender.

Es preciso es necesario constituir organizaciones no gubernamentales, comprometidas  en la defensa de los derechos ciudadanos. El dejar pasar y hacer a los enemigos de la democracia, aísla a sus genuinos defensores, situación que aprovechan los partidarios de la globalización del despotismo.
Los demócratas de América Latina están obligados a reinventarse. La colusión del populismo, corrupción y el narcotráfico origina gobiernos que sustentan su gestión en el odio y la confrontación fratricida. Es fundamental una propuesta hemisférica que tenga la libertad y el respeto a los derechos individuales como premisa fundamental.

Aunque amargue, hay que reconocerlo. Del enemigo se ha de aprender. Trabajar en proyectos que unan, trazar líneas de acciones comunes y desarrollar constantemente una política de solidaridad activa que hagan más dinámica las propuestas democráticas.

Lamentablemente la América democrática no cuenta con una entidad no gubernamental que esté capacitada, o al menos dispuesta, a discutir, debatir y confrontar en la defensa de los intereses democráticos no contaminados por el despotismo del Socialismo del Siglo XXI.

Venezuela y Argentina fueron faros de libertad en el Siglo XIX, han repetido la gesta. No desperdiciemos la oportunidad. Es un reto que todos debemos asumir.

Pedro Corzo
pedroc1943@msn.com
@PedroCorzo43

Estados Unidos

ALBERTO MEDINA MÉNDEZ, LOS IMPRESCINDIBLES PILARES DEL CAMBIO, DESDE ARGENTINA

El resultado electoral en Argentina ha ilusionado a muchos. Se abre una enorme ocasión no solo para el país, sino también para toda la región. Cierta visión simplista ha instalado la insensata idea de que una nueva gestión de gobierno lo puede resolver todo. Son los mismos que suponen que con un grupo de funcionarios honestos y profesionalmente preparados, resulta suficiente para poner en marcha a una nación.

Eso es deseable que ocurra, pero la honradez y la idoneidad son solo una condición, que no garantiza casi nada. Es evidente que tantos años de anormalidad ocasionaron cierto acostumbramiento. Es por ello que algunos ciudadanos se conforman solo con tener gente honorable al frente del país.

Claro que eso es saludable, pero de ningún modo una comunidad logra progresar exclusivamente bajo esas circunstancias. Al desastre económico e institucional que se percibe con absoluta crudeza, hay que sumarle ese daño casi invisible, que tiene que ver con demasiados malos hábitos, con tantas incorrectas posturas y con la destrucción de la cultura del trabajo.

Diera la sensación de que esta sociedad espera que otro, un tercero, se ocupe de su prosperidad y bienestar. Es como si la eterna búsqueda pasara solo por encontrar a ese líder mesiánico, que se pueda encargar de todo.

Esa fantasía no se corresponde con la realidad. En todo caso, los buenos dirigentes contribuyen de un modo decisivo generando las condiciones esenciales para que ese progreso se produzca pero siempre de la mano de los indelegables esfuerzos personales y las acciones ciudadanas que son las verdaderas herramientas para esa evolución positiva.

Los liderazgos negativos han hecho mucho mal. Su capacidad de destrucción se ha demostrado empíricamente. No solo han sido pésimos administradores dilapidando inmejorables oportunidades, sino que además han fomentado el odio, el resentimiento y la envidia, instalando una perversa dinámica que desalentó a los mejores y aplaudió a los mediocres.

La gente ha tenido la chance de elegir entre continuar de un modo parecido al que señalaba la inercia de ese tiempo, con sutiles matices e improntas personales, o apostar a lo nuevo, a lo que parecía más sensato, razonable y equilibrado. Ha tomado esa decisión con diferentes niveles de entusiasmo.

Los unos y los otros han optado entre las alternativas disponibles y no necesariamente en sintonía fina con sus profundas convicciones. Después de todo eso es lo que ofrece el sistema democrático, un menú de variantes que no siempre se parece a lo óptimo sino solamente a lo posible. Los ciudadanos eligen entonces por preferencia, afinidad o hasta intuición.

Lo que viene será importante y la gestión que se inicia tiene un gran desafío por delante. No solo deberá resolver complejos asuntos, sino que, al mismo tiempo, tendrá que sincerar variables mientras intenta dimensionar el tamaño y la dificultad de los problemas que deberá abordar en el futuro.

No será fácil esa etapa. Muy por el contrario, será un tiempo de idas y vueltas, de tropiezos y avances, pero siempre que el rumbo elegido sea el razonablemente adecuado, el tiempo se ocupará de ir buscando equilibrios en cada una de las cuestiones. Habrá que tener paciencia.

Pero no se agota ahí la cuestión. Lo más difícil tendrá que ver con la capacidad de la sociedad para protagonizar ese cambio. No todo depende de lo que el gobierno de turno pueda hacer, sino de cuan dispuesta esté la ciudadanía para operar los cambios sobre sí misma.

Si cada habitante, sigue haciendo lo mismo de siempre, de idéntico modo, y no se compromete con una mejor versión de sí mismo, es poco lo que se puede esperar de esta etapa que tantas expectativas ha generado.

El prestigioso escritor y filosofo Henry Thoreau decía que "las cosas no cambian, cambiamos nosotros". Por eso aparecen las grandes dudas sobre el período que se inicia. Si la sociedad no ha cambiado y no está dispuesta a hacerlo ahora mismo, difícilmente todo se acomode como se espera.

No es necesario encarar una transformación gigante, sino solo algo mucho más modesto, tangible y cotidiano. Cuando los ciudadanos sean más respetuosos con las determinaciones de los demás, puedan consensuar en vez de imponer, decir "por favor" y "gracias", darle valor a la palabra empeñada, es probable entonces que ese cambio sea posible.

Mientras impere el desprecio por el otro, la desconfianza serial, la confiscatoria rutina de quedarse con el fruto del esfuerzo ajeno, la violenta reacción frente a cada pequeño incidente irrelevante, la revancha sea moneda corriente y la ira le gane a la concordia, nada bueno surgirá de allí.

El próximo gobierno tiene mucho por hacer, pero más importante será la tarea de los ciudadanos para lograr su propia reconversión y desplegar esa capacidad de desaprender para empezar de nuevo, intentando ser mejores, para que la sociedad en la que vive pueda ser distinta a la actual.

El reto es convertirse en agente de cambio, liderando ese proceso, intentando que otros imiten las buenas conductas sin justificarse aduciendo que los demás no reaccionan. Si cada ciudadano se anima a dar ese trascendente paso, a empezar la jornada con esos pequeños gestos en su comunidad, entonces si existe una verdadera oportunidad de cambio.

La nueva gestión podrá ser mejor o peor, pero importa mucho más que los ciudadanos hagan la necesaria contribución en el sendero adecuado. Si se pretende vivir en un lugar mejor, no se debe esperar que solo el gobierno acierte con sus decisiones, también la gente tiene en sus manos el porvenir. Es necesario comprender cuales son los imprescindibles pilares del cambio.

Alberto Medina Méndez
amedinamendez@arnet.com.ar
@amedinamendez

Argentina

ALBERTO MANSUETI, ECONOMÍA + SOCIEDAD - SOCIALISMO = CAPITALISMO

“Capitalismo” era el sistema económico de mercado, que surgía naturalmente cuando los Gobiernos eran “limitados”, porque se limitaban a sus funciones propias en seguridad, justicia y obras públicas, y también en poderes y recursos. En el antiguo contexto de propiedad privada, libertades económicas e impuestos razonables, la gente por sí misma se coordinaba en toda suerte de actividades productivas, ordenadas a satisfacer la ancha y variada gama de necesidades humanas. La economía en la sociedad se organizaba de modo espontáneo, según las leyes de la oferta y la demanda.

Así la sociedad funcionó, y la humanidad progresó, por cientos y cientos de años, hasta que en 1848, Marx y Engels publicaron el “Manifiesto Comunista”, con una serie de falsedades sobre el desarrollo histórico, y una lista de Diez Propuestas o medidas de política “socialistas”, también llamadas “comunistas”, términos sinónimos según los autores del folleto. Desde entonces las aplicaron y aplican los Gobiernos de todos los países del mundo. Son la fuente de todas las calamidades económicas que hemos tenido que soportar y aún soportamos los humanos. Vea Ud. cuáles son, cómo fueron decretadas y aplicadas y con cuáles efectos:
(1) Expropiación de la propiedad inmueble; esto se hizo con el nombre de “Reforma Agraria”, contra la propiedad rural extensa, llamada “latifundio”. La agricultura y ganadería fueron heridas de muerte.
(2) Impuesto “progresivo”: con tasas mayores para los ingresos superiores; para “redistribuir la riqueza” de los ricos a los pobres. Desincentivo para empresas, negocios, inversiones, y actividades no económicas.
(3) Abolición del derecho de herencia; la cual fue sometida a fuertes impuestos y otras limitaciones y restricciones, para tener “igualdad de oportunidades”. La estructura familiar se vio muy perjudicada.
(4) Confiscación de las “grandes fortunas”; lo que se llevó a cabo bajo la forma de “nacionalización” de grandes empresas extranjeras, y confiscación de propiedades privadas, por aquello del “bien común”.
(5) Centralización del crédito en el banco “central” del Estado, con monopolio para emitir billetes de puro papel, sin respaldo metálico alguno, y por ende sin límite. ¡En este punto apareció la inflación de dinero!
(6) “Nacionalización” de los medios de transportes, es decir de ferrocarriles y vehículos, y ya no sólo de las meras “vías” de transporte como era antes: caminos, carreteras y otras arterias de comunicación.
(7) Fábricas, fincas y empresas comerciales de propiedad del Estado, bajo la planificación central. Con este punto 7, y los previos 4 y 6, aparecen las “empresas públicas”, muy ineficientes y harto costosas.
(8) Creación de ejércitos industriales; para lo cual se dictan Leyes del Trabajo, urbano y rural, fijando por ley los sueldos y condiciones laborales colectivas. Aquí se acabó la libertad de contratos.
(9) Organización de las explotaciones productivas bajo el poder del Estado; bajo diversos nombres fueron decretadas, por ej. “retenciones”, “cánones” o “regalías” para las arcas fiscales, de una porción cada vez mayor de las ganancias de empresas privadas en minería, petróleo, gas, haciendas agropecuarias, etc.
(10) Educación pública y universal, “gratuita” y obligatoria, dictada por los Gobiernos para todos los niños y jóvenes, a fin de “socializarles”: enseñarles que las anteriores medidas son legítimas y normales.
Hasta aquí Marx y Engels. Todas sus propuestas socialistas y comunistas se aplican, en diverso grado, en todo el mundo, desde hace más de cien años; y ahora se ven “comunes y corrientes”.
¿Pero cuáles serían las medidas que habría que tomar para la vuelta al capitalismo? Simple: deberían revertirse todas las anteriores políticas socialistas y comunistas, una por una. Y volver a las viejas reglas:
(1) Respeto a la propiedad privada del suelo y del subsuelo. (2) Impuesto único, plano o uniforme, en monto muy moderado, sobre el ingreso o sobre las ventas, pero sólo para seguridad, justicia y obras de infraestructura física. No más funciones para el Estado, ni poderes ni recursos. (3) No más impuesto a la herencia, ni aranceles. (4) Respeto a la iniciativa y a la actividad privada, a los ingresos y ganancias. (5) Banca privada y en competencia abierta, con poder de emisión pero respaldo metálico.
Además: (6) Gobiernos limitados; y sin empresas estatales. Empresas privadas, tanto en transporte como en agricultura y minería, industria, comercio, etc. (7) Sin monopolios: ni estatales ni privados; y sabiendo que “monopolio” es todo privilegio concedido por el Estado a cualquier empresa, no importa su tamaño ni su propiedad, ni si hay o no otras en su género. De pasada: tampoco valen privilegios ni favores especiales para partidos, sindicatos, iglesias, entidades educativas, deportivas, de las artes y cultura, filantrópicas u otras. (8) Autonomía plena de la voluntad, y libre contratación entre las partes, para todas las labores y empleos, negocios, sociedades y actividades privadas.
Para completar: (9) Respeto a la empresa privada en minería, petróleo y gas, actividades agropecuarias, etc.; sin “retenciones” ni gravámenes; y sin subsidios, siendo la ganancia único y suficiente incentivo para los agentes de la producción. (10) Educación plenamente libre: privada y en competencia, sin planes de estudio o programas oficiales impuestos por el Estado. Cero “pensamiento único”.
Como se ve, no es tan complicado arreglar la economía maltrecha y la sociedad arruinada. No es tan difícil rehabilitar el capitalismo: basta con salir del socialismo o “comunismo”. Es suficiente con deshacer la obra de los discípulos y seguidores de Marx y Engels. ¡Es todo!
Alberto Mansueti
alberman02@hotmail.com
@alberman02

Bolivia

ANGÉLICA MORA, CUENTOS DESDE LA CRIPTA: LA MANO, APUNTES DE UNA PERIODISTA, NUEVA YORK

El tiempo estaba abochornado afuera  y los integrantes de la Cúpula Gobernante se movían nerviosos en sus asientos esperando la reunión con el Jefe, varias veces postergada por motivos de salud.

-Espero que se haya mejorado bien, aventuró el más Valiente.
-Es que el trauma de la derrota de nuestros panas chavistas fue demasiado para sus frágiles nervios, explicó el que Viajaba constantemente a Venezuela y que Ahora iba a tener que dar Explicaciones del Por qué las Máquinas de Votación no habían dado los Resultados Esperados por la Elite Gobernante de Miraflores.
- No voy a culpar a nadie en particular, dijo El Jefe entrando a la reunión, los culpables son todos ustedes..... y por supuesto los inútiles de Venezuela.
-Quiero una reunión secreta con Pelo para rectificar rumbos, agregó mirándolos uno a uno como siempre solía hacer para intimidarlos.
-Yo creo que lo está haciendo bien, señaló tímidamente el jefe de Relaciones Públicas, quien estaba en constante contacto con Caracas. -Les está tratando de meter tremendo miedo al pueblo, que da gusto, agregó.
-No es bastante, le interrumpió el Jefe.
-Deberían sacar a los Colectivos a la calle. Eso a nosotros siempre nos da buenos resultados aquí, con las Brigadas de Accion Rápida, expresó el que estaba a Cargo  de Aplastar las Manifestaciones en la Isla.
- ¿Y qué hacemos con Tribilín Inmaduro?, preguntó el más Sagaz.
-Yo ya lo "felicité" replicó el Jefe -Ahora saquen del sarcógago la mano de mi hermano y que firme otra felicitación a su nombre. Eso siempre atrae la admiración de la gente, al creer que todavía está vivo.
-Pero algún día vamos a tener que decir la verdad, musitó muy despacio el más Cobarde.
-Eso, le dijo el Jefe --que pese al susurro lo habia oido todo-- lo dejamos como último recurso: Cuando estemos bien embromados, armamos el Entierro del Siglo. Vendrán delegaciones de todo el mundo a rendirle homenaje al Máximo Líder, olvidándose en la fanfarria del momento, sus múltiples pecadillos y ayudándonos, de paso, a salir de un nuevo caos.
Angelica Mora
angelicamorabeals@yahoo.com
@copihueblanco

Nueva York - Estado Unidos

MILOS ALCALAY, EL MENSAJE DE MACRI: EL ARTE DEL ACUERDO

A pesar del desplante de Cristina Fernández de Kirschner al negarse a cumplir sus obligaciones protocolares como Presidenta saliente, su majadería final  no logró minimizar una jornada histórica para Argentina  en la que los Mandatarios invitados a la Juramentación y la opinión pública mundial, pudieron escuchar el camino propuesto por el nuevo inquilino de la Casa Rosada que le ofreció a sus compatriotas  un cambio  en Democracia profundizando la Justicia Social y la lucha contra la pobreza, pero al mismo tiempo su compromiso en consolidar el desarrollo económico y tecnológico de una tierra rica dotada de todas las posibilidades para triunfar.

Las propuestas del  Estadista del gran país Austral recogidas en su mensaje ante el Congreso fueron muy bien recibidas, al comprometerse en promover el dialogo con todos los sectores, de incluir las sugerencias de todos los candidatos; de apoyar a los Gobernadores e Intendentes sean del gobierno o de oposición. Ello marca un giro a las experiencias excluyentes y autoritarias al asegurar que el  “ Arte del Acuerdo” se convertirá en su metodología para conducir a su país hacia un desarrollo integral que vuelva a colocar a la Argentina en un sitial de vanguardia para darle a sus ciudadanos una mejor calidad de vida.
El “Arte del Acuerdo” inicia un ciclo que tendrá una repercusión  en otras partes de América Latina y con ello,  la esperanza de que el péndulo iniciado en Buenos Aires ponga fin a los regímenes autoritarios populistas que se han implantado en el Siglo XXI con Gobernantes iluminados que se creen llamados a permanecer indefinidamente en el Poder. El voto argentino  pone fin a la era Kirschnerista pero es visto como la alternativa que podría marcar el  fin a experiencias  fracasadas regidas por la incompetencia, la corrupción, la tolerancia con el narcotráfico y especialmente acabar con la represión contra sectores disidentes. Los electores de la región  desean ver en la máxima conducción de sus países a Gobernantes honestos, abiertos al dialogo, a la democracia al progreso, cuyas actuaciones estén regida por la verdad, tal como se comprometió el líder del cambio en Argentina.
Los Presidentes de la región estuvieron presentes para escuchar al nuevo Gobernante, cuyo mensaje  fue escuchado hasta por antagonistas como Rafael Correa o Evo Morales, que esperemos entiendan que deben dar paso al pluralismo de ideologías dentro y fuera de las fronteras. El gran ausente -por supuesto- fue Nicolás Maduro, quien si bien multiplica sin pudor viajes muchas veces improvisados e intrascendentes que lo trasladan sin parar al Medio Oriente, a países lejanos del Asia o a Cuba, no entiende que la integración latinoamericana debe ser la prioridad para Venezuela. 
La nueva Asamblea Nacional con una mayoría calificada de 112 diputados, tiene el reto de promover una diplomacia parlamentaria a través de los mecanismos que le asigna la Constitución Bolivariana, que le imponga al régimen Bolivariano la necesidad de entender que la propuesta de Macri es válida en nuestro país, y que se debe gobernar con “el Arte del Acuerdo” para responder al clamor que la inmensa mayoría venezolana ha proclamado el 6 de Diciembre.
Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@milosalcalay

Caracas-Venezuela

HECTOR DE LIMA, LA BOFETADA


A altas horas de la noche, después de verificar la grave bofetada infligida por la oposición al presidente Maduro, el general Vladimir Padrino López, Ministro del Poder Popular para la Defensa, habló por televisión y prohibió el porte de armas y las aglomeraciones de personas alrededor de los centros de votación hasta las dieciocho horas del día siguiente. Lo que general quiso decir era que no permitiría la presencia de círculos bolivarianos motorizados, pero tampoco grupos celebrando el triunfo de la oposición.

Los chavistas han expresado hasta el cansancio que ellos son demócratas porque aceptaron el resultado de inmediato, pero que no aceptarán que la nueva Asamblea dicte una ley de amnistía, ni cambie la directiva del CNE, ni nombre a los magistrados de la Corte, ni lleve a cabo una nueva ley en los sistemas de radiodifusión, ni interpele a ningún ministro corrupto sobre la utilización de los fondos, ni siquiera que nombre a un locutor o locutora para la televisión estatal ANTV y mucho menos, que la Asamblea investigue las actividades de los familiares de la primera combatiente- ahora en son de guerra- cuyos hijos negociaban en plácidos yates y aviones, los truculentos auspicios de la droga.
¡Chito Asamblea que eso esta tapado y solo ocurrió en la contra-revolucionaria imaginación de la derecha!
La aceptación de que ganaron esos asientos en la asamblea, -los asientos nada más- solo le garantiza a la oposición, “POR AHORA”, que están allí, pero eso si “pórtense bien” muchachos, ni siquiera se les ocurra pedir la palabra, porque sino seremos, “candanga con burundanga” y defenderemos a esta revolución “como sea” con escases, con colas, con hambre, con delincuentes, con atraso, porque esta revolución  no es de tercera, ni de cuarta, sino de quinta categoría republicana.
Al dia siguiente Maduro declaró que las elecciones parlamentarias fueron una bofetada del pueblo a su gestión como presidente y aceptó que en Venezuela se abre una nueva etapa de la revolución bolivariana..
Es bueno aclararle a los chavistas que si quieren realmente “autocriticarse” palabrita que hemos escuchado hasta la saciedad en estos días, deberían empezar a entender que lo que el pueblo realmente expresó en las urnas, es su rechazo total y definitivo al modelo económico socialista del siglo XXI que trajo la inflación más alta del globo, la escases de leche para alimentar a sus hijos, y hasta la carencia de las más elementales cosas como el jabón y la pasta de dientes, en un país que dispuso la más grande acumulación de dinero de su historia.
Es decir, ellos aceptan que los nuevos curules sean ocupados por los representantes electos, pero que se amordacen los labios y que durante cinco años no digan ni pio porque nada será aceptado, so pena de lanzarse a la calle a defender el recuerdo del comandante eterno, que vigila sus huestes desde el fortín de la montaña. Para ellos la votación fue solo un ejercicio de números y curules. Es decir el pueblo votó por los curules, pero no por algo que altere la “formidable” producción de pimentones, que se cultivan en las comunas marxistas de la barriada del 23 de Enero, ni los gallineros verticales del comandante.
Los chavistas no han asimilado bien la hecatombe que se les vino encima, por ahora dicen que perdieron una batalla y no la guerra y siguen apostando a un sistema económico perverso, que en sus estertores finales, ha dejado el país en ruinas.
La cámaras de la televisión oficial barrían las cuarenta matas de pimentones que el encargado de la comuna mostraba con orgullo, mientras exclamaba como un energúmeno, que sus pimentones los defendería con la vida misma, que si la derecha le quitaba sus pimentones, entonces correría la sangre, porque en “Venezuela no se bailaba tango, en Venezuela se baila joropo”.
Hector de Lima
Hectordelima@gmail.com
@venecolombo

Miami Florida

ALFREDO MICHELENA, ¿HABRÁ PAZ EN 2016?


La comunidad internacional fue un factor clave en la derrota del chavismo el 6D, al dejar muy claro que no aceptarían las burdas manipulaciones de última hora y la violencia, como medio de ganar unas elecciones que a todas luces ganaba la MUD.

Hay que agradecerles que fueron vigilantes y diligentes, pero sus preocupaciones no han terminado. Desde Rusia a EE.UU. pasando por Brasil y los sureños nos han recordado la crucial necesidad de comenzar un diálogo entre las partes.

El 6D fue la primera victoria contundente de la oposición en casi tres lustros. La única elección que perdió “el finado” fue en 2007 con el referéndum constitucional. Quería convertir a Venezuela al socialismocomunista. Pero el escuálido 1% que lo evitó no logró parar su porfía. Utilizó el Congreso para implementar algunas de esas reformas por trascorrales. Ahora la situación es diferente. Los resultados muestran una diferencia de 23% entre la MUD y el PSUV. Y la nueva Asamblea Nacional (AN) tiene todo el poder que le asigna la Constitución al alcanzar la mayoría calificada de 2/3.

Pero la Constitución vigente es presidencialista y le da un limitado poder a la AN, en especial cuando los otros poderes los controlan cuadros chavistas. La nueva AN no podrá por sí misma poner comida en los mercados ni solucionar la inseguridad que nos azota. Cualquier intento será bloqueado por Maduro. Ya anunció que bloqueará la ley de amnistía a los presos políticos.

Maduro no leyó el mensaje del 6D. Como típico revolucionario marxista solo puede entender lo que pasó argumentando que el pueblo fue incapaz de entender sus propios intereses. Intereses que solo las mentes lúcidas de la vanguardia revolucionaria en Venezuela, es decir él y el PSUV, y en Cuba pueden dilucidar. Al final esos intereses se reducen a mantener la revolución “a como dé lugar”. “A cada medida que tome la Asamblea le tendremos una reacción, constitucional, revolucionaria y, sobre todo, socialista” dijo.

“El finado” sabía de tácticas y estrategias, y supo cómo manejar sus derrotas con recules tácticos. Maduro no tiene esa capacidad y sus mentores cubanos nunca lo han aplicado en la isla, donde la ley del garrote – o paredón- se impuso desde el principio.

Estará en manos de la oposición dar cordura a esta situación potencialmente explosiva y seguir avanzando a paso firme en la reconquista de la democracia y las libertades fundamentales. En esto de nuevo la comunidad internacional será de mucha utilidad para sentar las partes a dialogar y negociar una salida a la crisis que vivimos.

Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena

Caracas - Venezuela

JOSÉ LUIS MÉNDEZ LA FUENTE, ¿CAMBIO DE RUMBO O DE GOBIERNO?

Antes de las elecciones del domingo pasado los comentarios de la gente en las colas, y en la Venezuela actual se hace cola para todo, eran unánimes en la necesidad  de un cambio. Un cambio que  debe ser entendido como de rumbo, de dirección, o lo que es lo mismo, de gobierno. Aunque quizás no todo el mundo comparta esta apreciación, si se parte del criterio de que una modificación del rumbo no tiene por qué implicar,  necesariamente, un cambio de gobierno, pues muy bien pudiera ese mismo gobierno cambiar de dirección en un momento dado y rectificar su curso, corrigiendo sus políticas económicas, sociales, etc. Esta última interpretación que es plausible en teoría, conllevaría así mismo a suponer que el voto del 6D fue un voto protesta o de castigo.
El propio Henrique Capriles comparte esa interpretación de los hechos, al reconocer en rueda prensa  que el triunfo arrollador de la oposición se debió  al voto castigo contra el gobierno, pues “los electores le dieron la espalda al gobierno por la crisis económica del país, que ha generado escasez de productos básicos y una alta inflación que mengua a diario el dinero de los venezolanos”. Además añadió: “O el gobierno cambia o vendrá un cambio de gobierno”.
Pero en el panorama político actual, un cambio “del gobierno” es más difícil de imaginar que un cambio “de gobierno”. En efecto, un gobierno que hasta ahora solo ha querido acelerar su revolución a costa de todo, incluso de la gente, es imposible que pueda corregir su rumbo. Además, pareciera que el gobierno no comparte la tesis del voto castigo si nos guiamos por las propias palabras de Maduro quien le echó la culpa de la debacle electoral a la guerra económica.  Ni siquiera les interesa ser pragmáticos, sacando conclusiones optimistas que puedan llevar a pensar que si hubo un voto castigo y que, por ende, ese voto pudiera ser recuperable, en buena parte, si las cosas se hacen bien de ahora en adelante. Y es que la revolución no puede dar marcha atrás. Por lo tanto, como dijo Capriles, como  el gobierno no desea rectificar,  habrá un cambio de gobierno.
Para comprender esto, hay que tener claro que  la nueva Asamblea Nacional no es el cambio, sino el principio de un cambio. Así entendido el asunto, nadie debe esperar, no obstante algunos mensajes que ya  están apareciendo en las redes sociales, a que la nueva Asamblea, que ni siquiera se ha instalado,  acabe con las colas, la escasez de alimentos y la inseguridad en las calles, pues la Asamblea no gobierna.  Si hasta ahora, el gobierno ha venido culpando a  la oposición de todas las calamidades que sufre el venezolano, es lógico pensar que dicha argumento  no va alterarse, menos  aún, habiendo ganado aquella la Asamblea Nacional.
 El camino para que se produzca ese cambio de gobierno no es de difícil recorrido, si nos atenemos al marco constitucional. El paso más cercano constitucionalmente, es el “referéndum revocatorio”  en el 2016. Eso sí, ese referéndum debe hacerse en el añ0 2016, esto es, entre el tercero y el cuarto año de gobierno, pues si los tramites se alargan hasta después de  abril del  2017, pudiéramos caer, aunque ello es más que discutible, en el supuesto del ultimo aparte del Art. 233 de la Constitución, según el cual si la falta absoluta del Presidente se produce durante los dos últimos años de su periodo, será el Vicepresidente  Ejecutivo quien lo culmine; lo que impediría el llamado a elecciones para elegir un nuevo presidente que  complete el periodo restante.  Situación está, que si bien es  discutible, pues habría sobrados argumentos para refutarla, debe evitarse.
La Constitución vigente, de 1999, que fue hecha, como ya dijimos en artículos anteriores, a la imagen y semejanza de Chávez, y en cuyo texto no se dio una puntada sin hilo, introdujo la figura del vicepresidente. Uno, sin embargo, que no es elegido por el voto popular, sino por el Presidente de la República, quien lo  puede nombrar y remover a su antojo, de acuerdo a las circunstancias del momento.
 Recordemos, por ejemplo, que cuando se produjeron los eventos alrededor del 11 de abril del 2002, el vicepresidente en funciones, que recibe a Chávez y le entrega la banda presidencial,  es Diosdado Cabello y que  la vicepresidencia de Nicolás Maduro, entre el 2012 y el 2013, coincide con  larga enfermedad de Chávez y el momento de su muerte. Muerte que trae como consecuencia  aquel  extraño e inconstitucional acto de magia, por el cual Maduro se continúa en la vicepresidencia de lo que debió haber sido un gobierno nuevo, no obstante no haber un Presidente en funciones que lo designase como tal, para luego ser nombrado, una vez declarada  oficialmente la muerte de Chávez, Presidente encargado. 
El otro camino señalado por algunos, es el de una constituyente, que aunque es una posibilidad también constitucional, no creemos que las condiciones políticas estén dadas para convocarla.  Con una Asamblea Nacional  en manos de la oposición, recién elegida,  no resulta lógico pensar en constituyentes, menos aun con una posibilidad más cierta y expedita como la del  referéndum revocatorio a la vuelta de la esquina. Por lo demás, como ya lo hemos afirmado en otros escritos, no creemos que las constituyentes, ni las constituciones, por más nuevas que sean, resulten la panacea para resolver los problemas de una sociedad o de un país por más graves que sean.
En resumen, el cambio por el  cual votó la ciudadanía el pasado 6 de diciembre, fue un cambio para mejorar la actual situación de precariedad social e insensatez política que nos rodea, convirtiéndose la nueva Asamblea Nacional  en un instrumento al servicio del pueblo mediante el cual se puede iniciar ese cambio. La posibilidad, de una rectificación en la hoja de ruta del gobierno luce como  un imposible y lo más probable es que en lugar de tenderse un puente para el dialogo, haya un fuerte enfrentamiento con el nuevo Poder Legislativo, que tal vez tenga que lidiar con  las consecuencias de una nueva Ley Habilitante dada por la actual Asamblea Nacional a Maduro, inmediatamente después del 31 de diciembre, fecha en que se vence la Ley Habilitante vigente. Escenario al que hicimos referencia en un artículo anterior titulado “Los Superpoderes de la Nueva Asamblea Nacional”.
O lo que es aún peor, que calcando formas oscuras de un pasado no muy lejano, en el que se surgieron todo tipo de entes paralelos a los del Estado, aparezca una extraña Asamblea también paralela, que trate de hacerle sombra a la ya electa.
Ciertamente corren tiempos de cambio y asimilarlos es una tarea para la que el gobierno no está preparado, por más que esos cambios obedezcan a un mandato popular. Esperemos que se imponga la cordura y no la soberbia, como ha venido ocurriendo hasta ahora.

Jose Luis Mendez
Xlmlf1@gmail.com
@Xlmlf1

España

PANCHO AGUILARTE, EL MENSAJE DE UNA DERROTA

En variadas oportunidades, en este espacio semanal y por este mismo medio señalamos que la oposición se impondría en las elecciones parlamentarias del 06 de diciembre. 

Hemos sido reiterativos en las causas que llevaron al comportamiento electoral de los venezolanos. Salvo que estuviéramos locos los resultados serían diferentes. 

En verdad que no se necesitaba ser encuestologo o profeta para asegurar que la Unidad de los adversarios resultaría victoriosa. Hubo otra forma de comprobarlo a apenas unos días del acto comicial.nos dedicamos a visitar los mercados municipales y los abastos de los sectores mas necesitados, aunque también lo hacíamos buscando los alimentos básicos que desde hace mas de un año escasean y aumentan desproporcionadamente sus precios ante la mirada triste, rabiosa e impotente de los que menos ganan para poder sobrevivir. Así pudimos escuchar de los vecinos de Chacao, Baruta, El cafetal, Quinta Crespo y Los Chaguaramos su disposición a castigar con su voto al régimen. Igual pensaban los vendedores de pollos, hortalizas, quesos y carnes de los mercados de Puerto la Cruz y de Barcelona. 

El día anterior estuvimos por los sectores de la avenida Caracas, muy cercanos a la Gobernación del estado .No existía dudas; La oposición arrasaría en las parlamentarias. Sin embargo pensábamos que la diferencia no sería tan abrumadora, y creíamos que las misiones y las pensiones del IVSS, seleccionadas en la sede del PSUV y entregadas a los candidatos para su distribución podría mitigar un poco el efecto devastador que señalaban todas las encuestas, incluso aquellas cuyos propietarios reciben asignaciones por parte del gobierno. 

La derrota estaba marcada para el régimen, causas objetivas; Inflación ,Escasez, desabastecimiento, Inseguridad, corrupción, abuso de poder, maldad, cinismo etc. Pero hay otras del campo de la responsabilidad individual que tienen nombre y apellido y que contribuyeron con los resultados. 
En primer lugar, el gran responsable Nicolás Maduro, seguido muy de cerca por Diosdado cabello, los otros con igual responsabilidad Jackelin Farías (Las colas sabrosas, tamaña burla para los ciudadanos) Jorge Rodríguez, padre del cinismo, Ernesto Villegas,  cínico como el Alcalde de Libertador, Iris Varela, con su defensa a ultranza de los delincuentes, Francisco Ameliach, Saúl Ortega, Blanca  Echkout, Tania Díaz, Williams Ojeda Y Ricardo Sánchez, Rafael Ramírez, Jorge Arreaza y la familia Chávez. 

Esto porque es imposible separar la política y el poder de la condición humana, de los mejores atributos por supuesto Me explico, si usted utiliza el poder para humillar, patear, abusar (verbigracia el 1X10) la respuesta no puede ser otra que la venganza electoral (Tal como ocurrió) por el contrario si usted se distingue por respetuoso, sensible, humilde, solidario etc., lo más probable es que logre sumar adeptos a su causa. Otras razones tienen que ver con el uso de la justicia para perseguir, castigar y excluir a los adversarios. La actuación del Ministerio Publico y de los tribunales para  acallar, encarcelar y maltratar a los ciudadanos, con mas saña si son de la oposición hizo un daño terrible a las posibilidades electorales del PSUV. Esta derrota, a la que seguramente seguirán unas cuantas el próximo año cuando correspondan las municipales y regionales, deja mal herido pero no liquidado al partido de gobierno. Pero para seguir en el juego deben ser separados del protagonismo todos los causantes de este desastre histórico, deben liberar a los presos políticos e incorporar a la oposición en la solución de la crisis económica, inseguridad, salud, pero también deben realizar un gran debate deslastrado de anacronismos ideológicos y conceptos alejados del mundo real.
Juan R. Aguilarte T.
panchoaguilarte@hotmail.com
@P_aguilarte

Anzoategui - Venezuela

EMILIA MARCANO QUIJADA, CARTA ABIERTA A HENRY RAMOS ALLUP

Diputado:

A pocos días de un 6 de diciembre que mantuvo en vilo a la totalidad del pueblo venezolano; disfrutando aun de la alegría desbordante por la victoria opositora que hace retornar la sonrisa a nuestro golpeado país, me atrevo a dirigirle esta carta.  
Doctor Ramos, esta gran victoria nos llena de felicidad, nos consuela y nos anima en medio de tanta carestía y pérdida de nuestra calidad de vida. Cierto es que la duda y los rumores sin fin hicieron muy difícil nuestra espera,  pues aun sabiendo que somos mayoría, nos sobrecogía el temor a que la voluntad del pueblo no se respetara. 
Con gran satisfacción, pude ver a una mesa de la unidad que se mantuvo firme; a sus testigos, alertas y vigilantes, a su dirigencia luchando por saltar el muro del ventajismo oficial que no permitía acceso a los medios de comunicación, y que hacía casi imposible mantener informada a la ciudadanía sobre la marcha del proceso electoral.  Sin embargo, de nada valieron los sesgos y la grosera ventaja del gobierno bolivariano. La buena nueva  vino de la mano de un país que depositó en la unidad toda su fe y confianza. La victoria se logró por amplio margen. El mérito de todos los que participamos en esta gran oleada de votos a favor del cambio en Venezuela, nos pertenece a todos.
Diputado, jamás he sido adeca, y le confieso que nunca fui seguidora de su performance política, pero respeto su capacidad y preparación; es por esta razón que le escribo sin esperar respuesta, pero con la ilusión de que tal vez pueda oírme.
Usted es el sobreviviente de una hecatombe. A usted le correspondió ser testigo de excepción de la destrucción del partido Acción Democrática; en todos estos años se ha mantenido recogiendo los jirones de lo que una vez fuera el partido del pueblo venezolano. Es, a mi entender, un náufrago que se quedó a capear el tsunami que se llevó por delante todo. Lo hizo sin hacer mucho caso de burlas, desprecios y campañas de desprestigio, aguantando el paso de la revolución populista más formidable y destructora que haya conocido el país, y a fuerza de garra e ingenio, recoger los pedazos que pudieron salvarse del paso por el mundo del señor Hugo Chávez.
Hoy forma usted parte de un movimiento que convoca y contiene a los partidos más importantes que han surgido en Venezuela como respuesta y alternativa distintas a la revolución, como exponentes de la disidencia que cada día es más grande, a medida que crece la ineficiencia, vicios y corruptelas de la desgastada revolución bolivariana. El esfuerzo por sostener el proyecto de la UNIDAD ha dado, después de muchos años, el fruto esperado: La victoria.
Por ello, Doctor Ramos, al felicitarlo por su constancia al sortear tantas dificultades en favor del rescate de la democracia  venezolana, le pido también que, con ese aval que le da su reconocida experiencia, con el coraje que ha demostrado tener ante los abusos de quienes han detentado el poder durante 17 años en nuestro país, ponga lo mejor de todo su esfuerzo al iniciar una batalla que sabemos será difícil, pero con usted al frente de nuestros 112 diputados por el cambio, en una asamblea hostil y armada hasta los dientes, tenemos la carta de triunfo que nos da brío y fuerza.
Tiene usted una oportunidad HISTÓRICA, Doctor Ramos. Tiene la gran oportunidad de devolver el brillo a la cuasi extinguida socialdemocracia venezolana, tiene usted la oportunidad única de restaurar lo que quedó del tsunami bestial que devastó a Venezuela, tiene usted la oportunidad de crear un antes y un después en la forma de hacer política en el país, de volver a edificar sobre tantos escombros; tiene usted la misma gran oportunidad que tuvo Hugo Chávez de ser el constructor de la Venezuela grande, y que volvió sal y agua para dejar un país en ruinas y una boina roja a la que unos fanáticos lanzan conjuros  y  prenden velitas. 
No deje pasar este gran momento, Doctor Ramos. La oportunidad está allí, y junto a ella, estaremos esperando todos, llenos de fe en que usted no defraudará nuestras esperanzas y entregará lo mejor de sí al enfrentarse al monstruo populista del oficialismo, e iniciar el proceso de cambio que toda Venezuela quiere y necesita. 

Emilia Marcano Quijada
marcanoemilia@gmail.com
@MarcanoEmilia

Nueva Esparta - Venezuela