viernes, 15 de julio de 2022

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ: LA MALDICIÓN DE CUOTAS Y RECURSOS DE CAMPAÑA. DESDE VENEZUELA

Insistimos, los partidos políticos del siglo XXI nada tienen que ver con los del siglo pasado, incluso, los partidos de países subdesarrollados, como los de Venezuela, tampoco se emparentan en lo más mínimo con los existentes en las naciones del primer mundo. El chavismo ha sido exitoso en retroceder la política de nuestro país al menos 60 o 70 años, a fin de inhabilitar estas organizaciones, desfasarlas del contexto histórico, hacerse inmune a ellas.

Los partidos políticos en Venezuela, con sus honrosas excepciones, son tumultos de personas que giran alrededor de una persona o, cuando mucho, alrededor de presuntas ideologías que hace décadas han quedado en desuso por las sociedades avanzadas por ser obtusas, radiografías de un pasado indecoroso.

Desde hace mucho, los países nórdicos dejaron atrás las ideologías, la nomenclatura “derecha o izquierda” es solo nominal, durante la campaña electoral y, sobre todo, en las gestiones públicas, los políticos se avocan a los problemas reales de la gente, al pragmatismo, tanto que es difícil diferenciar los discursos de “ambos bandos”, tanto que la abstención es siempre alta porque estas sociedades se sienten tan conformes con sus políticos que prácticamente les da igual quien gane.

En el siglo XXI, los partidos políticos son unas organizaciones más en el contexto de las sociedades donde se desenvuelven, partidos históricos como el PRI en México, con casi 100 años en el poder, fue desplazado por un nuevo movimiento. Lo mismo ocurrió en El Salvador y otras naciones, todas con diversos resultados, buenos y malos, pero el meollo del asunto es que ya no hay partido político “indispensable”.

¿El secreto? Una sociedad civil organizada, comprometida con su destino. La sociedad civil ha sido la protagonista en el siglo XXI donde los cambios políticos han tenido lugar. Tristemente, en Venezuela la visión de los enemigos de la democracia ha sido destruirla, paradójicamente, partidizarla.

La “democracia protagónica” y “el poder popular” han sido recursos verborreicos en un plan mucho más amplio y perverso, el de limitar, castrar y mantener en condición de secuestro a toda organización, movimiento o estructura social, un paternalismo de Estado que luego se transformó en una relación de esclavitud, a través de una pobreza planificada de la que hablaremos en otro momento.

Todo esto nos ha hecho llegar a un vergonzoso 2022, donde la política retrocede mucho más, empujada por una débil burbuja económica y una coyuntura internacional que hace los recursos energéticos de Venezuela opaquen la tragedia de los habitantes de este país. El chavismo, más rechazado que nunca, a través de la violencia institucionalizada, recobra fuerza al saber extraer ventaja de su entorno. La oposición venezolana se asfixia en un circulo vicioso de diálogos furtivos y procesos electorales cada vez en condiciones más absurdas.

El régimen juega sus cartas, con sus opositores de siempre y una nueva generación que ha manufacturado a su imagen y semejanza, empujan la política venezolana al sendero que le da la gana, controlando y manipulado a sus colaboradores por medio de cuotas de poder y tras la apetitosa oferta de recursos para las pretendidas campañas electorales, por eso observamos infaustos personeros hablando solo de elecciones y no de lo realmente importante, la libertad.

No todo está perdido, la sociedad civil se organiza, ella (como ha ocurrido en otras latitudes) puede organizarse e incluso transformarse en organización con fines políticos, pudiendo ser una alternativa a la podredumbre politiquera dizque opositora. Solo se rescatan de esa podredura quienes involucran en sus discursos y acciones a la sociedad civil, quienes la llaman a ser protagonista.

Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Desde Venezuela

ANTONIO JOSÉ MONAGAS: ¿DÓNDE SE ATASCÓ LA DEMOCRACIA?. DESDE VENEZUELA

El más ligero examen de la situación política de la democracia, como sistema político, da cuenta del estado de desconcierto y fracaso que la ha ahogado en el tremedal de las crisis. Pareciera innecesario repetir los distintos problemas que han atascado la democracia. Problema este que puede advertirse en un buen número de países ubicados alrededor de la totalidad espacial del planeta.

Aún así, vale recordar algunos de los problemas que han venido carcomiendo la democracia. Entre otros, se tienen:

La decadencia de las instituciones democráticas.

La generalización de la pobreza crítica.

La intempestiva inflación monetaria.

Las deudas nacionales acumuladas.

El ocaso de las ideologías políticas.

El decaimiento de los partidos populares.

La desconfianza en los liderazgos democráticos.

La corrupción galopante.

Las crisis de los servicios públicos.

El aumento de grupos de población abatidos.

Un análisis más a fondo: 

Quizás, estos problemas pueden explicar la razón del deterioro que ha venido observando la democracia. No obstante, habrá que sumar otros motivos que se disfrazan según la ocasión o la coyuntura que atraviesa la situación. Pero que en el fondo, proceden con cruda incidencia ante la democracia. Actúan con solapada sutileza. Sin embargo, sus efectos son tan insidiosos que sus consecuencias son notadas de primera mano dado su nivel de asedio.

De manera que hay más problemas. Y de secuelas catastróficas. Ellos son:

1. La opacidad bajo la cual actúa el pluralismo. Sobre todo, cuando es inducido por criterios políticos trabajados desde la oscuridad y el silencio cómplice configurado en medio de las relaciones turbias que se dan entre factores del poder y de la política dominante.

2. La incidencia de la política entendida como cauce del hostigamiento producido por quienes son desplazados de sus estrados por operadores políticos (esquiroles y usurpadores) que buscan imponer su poder a costa de lo que sea. Cabe destacar que el mismo arrastra conflictos que desequilibran el andamiaje de las instituciones sobre las cuales descansa el poder político.

3. La antipolítica entendida como la decepción de la ciudadanía al ver desterradas sus esperanzas. E incumplidas las promesas propias de la oferta político-electoral. En este sentido, la antipolítica viene considerándose como un modo de “negación a la política” toda vez que actúa como “antítesis” de la política misma. Y aunque pudiera lucir como lo opuesto, su manera de corresponderse con el funcionamiento de la democracia la hace contradictoria.

4. Otro problema nace del populismo el cual opera como modalidad ideológica engendrada por concepciones políticas persuadidas de que el Estado debe dominar por encima de todo. En el fondo, el populismo ha sido ejercicio político de un mesianismo popular y de caudillismo tradicional cuyos resultados han generado serias crisis económicas y sociales.

5. La mentalidad de un “determinismo político” del Estado hacia los ciudadanos y en contrario. Este problema ha causado la ausencia de legitimidad en la vida política y en la economía. Por consiguiente, la sociedad no ha podido desarrollarse en sí misma. Tampoco, por sí misma.

6. Este inventario de gruesas dificultades que han terminando desconcertando el ejercicio político de la democracia, no puede agotarse sin incluir el problema cuyo impacto ha aturdido la democracia como sistema político. Tiene que ver con la “narcopolítica”. Es la influencia del narcotráfico en el ejercicio de la política gubernamental. Que los cárteles de la droga infiltren y coopten al poder político, ha hecho que las actividades ilícitas se vean amparadas de la impunidad necesaria para realizar sus negocios. Ello busca la obtención de beneficios mutuos tanto para activistas de los cárteles, como para miembros del gobierno.

En conclusión

Podría finalizar esta disertación, sumando problemas relacionados con la polarización en la política, la exagerada concentración del poder existente, el acceso restringido de ciudadanos a canales de influencia política.

Igualmente, con la centralización de la Administración Pública, el exceso de controles, la reducción de las capacidades del sistema democrático, la partidización de la función pública, la militarización desenfrenada de la política, la represión como forma de coacción desesperada, la anomia o el “Estado blando” (un Estado sin estructura cierta y fácil a las presiones emocionales).

Todos estos problemas, han tenido un efecto negativo en el auge de la sociedad. Asimismo, en la mentalidad de la ciudadanía. Y en la consolidación de estructuras económicas y sociales. Por tanto, en el afianzamiento y fortalecimiento de la democracia. No habría duda pues de que al interior de uno de estos problemas, o en su sumatoria, podría estar situada la razón que daría con la explicación de ¿dónde se atascó la democracia?

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Venezuela

AQUÍ TITULARES DE HOY VIERNES 15/07/2022, DESDE VENEZUELA PARA EL MUNDO, PARA LEER PULSAR SOBRE EL TITULAR ESPECÍFICO

  HOY - OPINIONES TEMAS INTERNACIONALES Y NACIONALES -  

BEATRIZ DE MAJO: CHINA HOY. PASO A PASO, UN YUAN CONVERTIBLE . DESDE ESPAÑA




BEATRIZ DE MAJO: CHINA HOY. PASO A PASO, UN YUAN CONVERTIBLE . DESDE ESPAÑA

Es posible que Deng Xiaoping haya sido el más destacado futurólogo de su país. Uno se pregunta hoy si este visionario, cuando anunció la internacionalización de China en 1979 habría sido capaz de atisbar que ella pasaría de aportar menos de 1% a los intercambios internacionales a contribuir con más del 13% de los mismos para esta hora, dejando atrás la cuota-parte del gigante estadounidense en menos de 11% desde el año 2017. Los que lo sucedieron en el poder pusieron en ejecución un plan de penetración comercial de gran vigor que se ha estado cumpliendo sin pausa.

Pero donde Pekín no ha podido ser eficiente, sin embargo, es en convertir su moneda en un instrumento determinante de los intercambios globales. Lo financiero no ha podido seguir el ritmo de lo comercial. Ya para esta hora en que China es reconocida como la segunda potencia mundial, los responsables de los asuntos macroeconómicos en la capital han tomado conciencia de la importancia del salto cualitativo que les falta por alcanzar: transformar al yuan en una moneda convertible.

Nadie sabe a ciencia cierta, en este momento, porque no se ha acelerado este proyecto que configuraría un instrumento de poderío mundial con el cual colocarse en un plan de mejor competencia con su adversario norteamericano. La razón más plausible es la prudencia, el pecado capital chino y a la vez su mejor virtud. Y es que la economía y las finanzas chinas son como un cuero seco: al pisar por un lado, se levanta por el otro. En el año 2015 una liberación parcial de su signo monetario desplomó sus reservas en un tercio de las mismas cuando fue necesario usarlas para estabilizar al yuan ante la significativa salida de capitales.

Para disponer de una moneda convertible haría falta una real apertura financiera, pero ella tendrá que ser progresiva. Hoy por hoy, si bien las inversiones extranjeras son bien recibidas en China, la repatriación de activos está estrechamente regulada. La moneda se transa a través de un sistema dentro del cual cada día el Banco Central fija una tasa de referencia que se autoriza a fluctuar un 2% contra una cesta de divisas. Este mercado es intervenido a la guisa de la autoridad monetaria usando las cuantiosas las reservas de dólares que generan los excedentes comerciales del país. Es decir, el control de cambios es total y los Estados Unidos lo califican, no sin razón, de “dumping” monetario.

Así pues, en Pekín no hay prisa por forzar las cosas en este terreno aunque el Plan Quinquenal mencione la internacionalización de la moneda como una meta a alcanzar. Aun en el 2021 el yuan solo representaba 1,7% de las transacciones comerciales mundiales, mientras que el dólar se usaba para el 38,5% de ellas y el Euro para 39%.

La invasión rusa de Ucrania y el fortalecimiento de los intercambios chinos con Rusia pudieran estar creando un ambiente dentro del cual se comienzan a generar las condiciones para debilitar la hegemonía del dólar y el fortalecimiento de la moneda china. Pero ello no será para mañana.

Beatriz de Majo
beatriz@demajo.net.ve
@beatrizdemajo1
Venezuela - España