lunes, 6 de abril de 2020

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, MARTES 07/04/2020

 

JEANETTE ORTEGA CARVAJAL: NIÑOS Y ADOLESCENTES EN CUARENTENA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
Vamos a sincerarnos. No es verdad que en estos tiempos de pandemia mundial los padres estén de luna de miel con sus hijos. Hay excepciones, pero pocas. Lo de jugar, conversar y pasar buenos ratos sí ocurre, pero el encierro se prolonga y se producen roces poco agradables durante un confinamiento que no tiene salida a corto plazo. Lo bueno, y esto debe quedar claro, es que estas diferencias familiares no suceden porque los padres lo estén haciendo mal. Ocurren porque somos seres sociales a quienes la tragedia de una enfermedad, inesperada y viral, de un día para otro, trastocó nuest... más »

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ: EL VALOR DE LA LIBERTAD, DESDE EL PUENTE

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
La libertad es el valor fundamental de cualquier nación que se respete a sí misma. También se trata de una condición fundamental para la existencia de cualquier ser humano. Por supuesto, en ambos casos nos referimos a una libertad responsable, ejercida dentro de un orden constitucional y legal que existencia del respeto entre los ciudadanos, las instituciones y las relaciones entre unos y otros. Mucho se ha escrito y dicho con relación a la libertad. En la Venezuela de hoy resulta indispensable discutir sobre el tema. Progresivamente la libertad ha sido reducida a su más mínima e... más »

JOSÉ LUIS MÉNDEZ LA FUENTE: LA “CHAVETIZACIÓN” DE ESPAÑA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
Cuando a finales del año 2013 escribimos un artículo titulado La cubanización de Venezuela, nunca se nos pasó por la cabeza la posibilidad de que algo similar pudiese suceder en algún otro país, no al menos de manera intencionada y, si se quiere, planificada. En aquella oportunidad nos referíamos a lo que, después de catorce largos años de gobierno de Hugo Chávez, se veía venir como si fuese el final de una película ya sin misterio alguno: la conversión de Venezuela en una segunda Cuba. Durante toda esa larga década Chávez supo transmitir a sus seguidores, mediante un discurso a... más »

LEANDRO RODRIGUEZ: RÉGIMEN O POSTRÉGIMEN ¡NO HAY MÁS!

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
El castrismo tiene como principal característica la neutralización de su disidencia, su hegemonía no puede ser cuestionada, sus líderes deben ser exaltados, idolatrados, obedecidos… depende del temor que pueda infundir, de la opresión, por tal motivo, no acepta medias tintas. En Venezuela los intentos de fusionar esfuerzos, de diálogos, de gobiernos de transición o de emergencia han sido y serán inútiles, el castrismo venezolano nunca cederá un milímetro a su absolutismo, a su verticalidad. El denominado “chavismo disidente” al apartarse de la corriente madurista tienen dos opcio... más »

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY: El CARTEL DE “SE BUSCA" POR UN CARTEL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
El anuncio me recordó al viejo oeste. Esos letreros encantados, con el boceto de un facineroso barbudo y de mal talante, pegados a una pared. Debajo, un enorme remoquete de “Se busca” y un monto cuantioso de recompensa. Cuando escuché los cargos y las cifras enormes por las capturas, sentí un estremecimiento de alegría y unas ganas enormes por una fiesta jubilosa de cantina. Un objetivo exacto. Un manojo de presos andantes. Una esperanza de dar por zanjado el asunto en un tiempo perentorio. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos se lo tomó en serio esta vez. Los naipes e... más »

OMAR ÁVILA: CONCIENCIA POLÍTICA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 horas
Vivimos momentos de suma dificultad, ansiedad e intranquilidad, que requiere una necesaria inclusión y cohesión de todos los sectores de la sociedad venezolana, ya que no es la pandemia en sí misma la causa, sino que además tenemos un sistema político fracturado y polarizado, lo cual dificulta el éxito de cualquier plan o medida propuesta para lograr un mínimo de avance o respiro en medio de las dificultades. Necesitamos que los gobernantes se incluyan y reconozcan a sí mismos como parte del problema y que la ciudadanía se acerque de manera más activa y decidida a participar en las... más »

JEANETTE ORTEGA CARVAJAL: NIÑOS Y ADOLESCENTES EN CUARENTENA

Vamos a sincerarnos. No es verdad que en estos tiempos de pandemia mundial los padres estén de luna de miel con sus hijos. Hay excepciones, pero pocas. Lo de jugar, conversar y pasar buenos ratos sí ocurre, pero el encierro se prolonga y se producen roces poco agradables durante un confinamiento que no tiene salida a corto plazo.

Lo bueno, y esto debe quedar claro, es que estas diferencias familiares no suceden porque los padres lo estén haciendo mal. Ocurren porque somos seres sociales a quienes la tragedia de una enfermedad, inesperada y viral, de un día para otro, trastocó nuestra forma de vivir.

Hay un cambio de rutina en la vida de padres e hijos. En la mañana los llevaban al colegio. Allí, niños y adolescentes corrían, recibían sol, jugaban, compartían con sus amigos, repasaban antes de un examen o terminaban a la carrerita un trabajo que debían entregar. Los padres los buscaban a la hora de salida y comenzaba la segunda parte: natación, fútbol, kárate, ballet, tareas dirigidas y cualquier actividad extracurricular que puedan imaginar. Luego, cansados, a casa, a terminar las tareas, cenar y dormir. Así todos los días.

¿Qué ocurre hoy? Los muchachos no tienen dónde quemar esa energía inagotable. Es bueno y saludable que hagan ejercicio en casa, jugar con ellos, ver cómo preparan recetas que vieron por Internet y que para orgullo de sus progenitores les quedan deliciosas. Que dibujen, que hagan sus tareas, que se diviertan y pasen memes…  pero el transcurrir de los días hace que manifiesten lo que es normal: inconformidad, rebeldía, desesperación, mal humor e impotencia.

Los niños, en el peor de los casos, pueden perder el interés en los estudios y los padres fácilmente la paciencia porque no cuentan con la preparación de maestros y profesores, a quienes ahora más que nunca han aprendido a respetar y admirar.

Los padres deben ingeniárselas para mantener la atención de sus niños y aplicar la psicología como herramienta. Deben armarse de paciencia, aprender a ser flexibles, a tratar a sus hijos de acuerdo con su edad. Asesorarse por teléfono con un especialista o con maestros y profesores es otra buena alternativa. Por ahora, el colegio está en la casa… no hay opción. En esta situación de emergencia, los padres son los maestros de sus hijos.

Los niños y adolescentes saben que recuperarán su vida, pero no hoy ni ahora. Allí comienzan los problemas que pueden fracturar relaciones familiares si no se manejan bien.

¿Qué ocurre con los adolescentes en cuarentena? Ellos no son niños ni adultos, son lo que les conviene ser de acuerdo con las circunstancias y además son muy listos. Es la edad de reafirmar la personalidad y se hace difícil porque lo están haciendo en confinamiento. No poder salir los desespera; sin embargo, se encierran durante horas en sus cuartos y los padres deben tocar la puerta en señal de respeto a esa privacidad. ¿Por qué?, porque están creciendo y buscan tener un espacio que hoy está limitado a cuatro paredes.

Si en condiciones normales ser un adolescente o convivir con uno de ellos es complicado, en reclusión por pandemia se hace más difícil. Se acuestan más tarde que de costumbre. ¡Todos lo hacen! Ven Netflix como si de eso dependiera su vida. Se transforman en seres nocturnos porque de día duermen sin aceptar el daño que les traerá el descontrol del sueño. Su mundo es la laptop, el celular, los videojuegos y sus amigos en las redes. Todo a puerta cerrada. A veces les escucharemos decir cosas bonitas y divertidas, pero generalmente están enfadados con el mundo y al no tener cómo drenar, los padres pagan los platos rotos.

Sin embargo, son nuestros hijos y no hay que subestimar sus problemas. Ellos aman a su familia a pesar de retarla e intentar probar el límite de su poder. Sufren y lo exteriorizan con un comportamiento que puede desesperar, pero que a ellos también les genera angustia.

Por eso hay que aprender a negociar. Escucharlos. No imponerse, pero tampoco dejarles hacer los que les dé la gana ni que nos muestren sus rostros de dictadores. Hay que llegar a convenios. Hacerles sentir que nos importan y que no dejaremos de amarlos. Respetemos su espacio. Intentemos comprenderlos sin perder la paciencia y flexibilizando ciertas normas.

Durante esta reclusión pandémica, la estabilidad de los niños y adolescentes dependerá de saber negociar y colocar límites básicos que no den la impresión de que los padres quieren controlarlos.

Es una edad difícil. Este es un tiempo difícil pero lo superaremos y aunque la vida será diferente porque ya nosotros somos distintos, las familias estarán más unidas que nunca para continuar amándose… para continuar amándonos… así será.

Jeanette Ortega Carvajal 
@Jortegac15
@ElNacionalWeb

OSWALDO ÁLVAREZ PAZ: EL VALOR DE LA LIBERTAD, DESDE EL PUENTE

La libertad es el valor fundamental de cualquier nación que se respete a sí misma. También se trata de una condición fundamental para la existencia de cualquier ser humano. Por supuesto, en ambos casos nos referimos a una libertad responsable, ejercida dentro de un orden constitucional y legal que   existencia del respeto entre los ciudadanos, las instituciones y las relaciones entre unos y otros.

Mucho se ha escrito y dicho con relación a la libertad. En la Venezuela de hoy resulta indispensable discutir sobre el tema. Progresivamente la libertad ha sido reducida a su más mínima expresión. La cantidad de presos, de enjuiciados, de exilados y asilados, de perseguidos, de acosados sistemática u ocasionalmente por el régimen, de violaciones al ordenamiento jurídico y constitucional y, entre otros elementos, la tendencia evidente hacia la mentira y el disimulo que afecta a todos los sectores políticos, sociales y empresariales nos obligan a tomar decisiones fijando posición irreversible a favor de la lucha existente por la liberación de Venezuela. Tendrá como primera consecuencia la reivindicación del valor de la libertad en su sentido más amplio.

Una de las motivaciones que me impulsan a escribir estas elementales reflexiones para cualquier demócrata, es que el domingo se cumplieron tres años de la estancia del Presidente del Partido Socialcristiano COPEI y Vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América –ODCA- en la embajada de Chile en Venezuela. Me refiero al compañero Roberto Enríquez.  Asilado, exilado, huésped de aquel gobierno, queda por la libre la calificación que queramos darle a su insólita situación. Lo hago a conciencia de que no es el único que atraviesa por difíciles circunstancias. Hay otros que han estado o están mucho peor. Muertos, asesinados, injustamente detenidos, presos con juicio o sin él. En fin, el inventario es enorme, el mensaje es para todos ellos y sus familias.

Sin embargo, para estos comentarios nos ocupamos fundamentalmente de Roberto, además de las consideraciones de amistad personal, por la enorme representación que su nombre tiene a los efectos de COPEI y de los Demócrata Cristianos del continente y del mundo entero.  Ha sido ejemplo para todos los que luchan por libertad en Venezuela y el resto del continente. Le enviamos el abrazo fraterno de quienes no descansaremos ni un día en el esfuerzo mayor por la liberación de nuestro país.

Hay muchos temas importantes sobre los cuales reflexionar en estos días de obligado recogimiento. Hay que seguirlos de cerca. Siento que están próximos acontecimientos definitivos que harán parte importante de la historia contemporánea. No tengo detalles ni información privilegiada sobre lo que ocurre o pueda ocurrir. Se trata de algo instintivo, pero profundo.

Oswaldo ÁLvarez Paz
oalvarezpaz@gmail.com
@oalvarezpaz

JOSÉ LUIS MÉNDEZ LA FUENTE: LA “CHAVETIZACIÓN” DE ESPAÑA


Cuando a finales del año 2013 escribimos un artículo titulado La cubanización de Venezuela, nunca se nos pasó por la cabeza la posibilidad de que algo similar pudiese suceder en algún otro país, no al menos de manera intencionada y, si se quiere, planificada. En aquella oportunidad nos referíamos a lo que, después de catorce largos años de gobierno de Hugo Chávez, se veía venir como si fuese el final de una película ya sin misterio alguno: la conversión de Venezuela en una segunda Cuba. 


Durante toda esa larga década Chávez supo transmitir a sus seguidores, mediante un discurso  al principio muy disimulado, la confianza y el convencimiento necesarios como para ir dando a conocer su afinidad con el socialismo cubano e ir cocinando a fuego lento, sin necesidad de meter el acelerador a fondo,  decíamos en aquel artículo, a la sociedad venezolana  “en su propia salsa”, con la receta que le dieron en La Habana, sin que la mayoría de sus integrantes se  percatasen de lo que estaba sucediendo o; lo que es peor, “con la misma conciencia del sapito que se estaba bañando en una olla de agua tibia, sin percatarse, hasta que se quema, de que el agua estaba hirviendo”.   

Mientras eso ocurría, Chávez supo, igualmente, ocuparse de la oposición política poniéndola en cuarentena sin necesidad de “coronavirus” alguno. Para ello, solo tuvo que culpar a los cuarenta años anteriores de gobiernos adeco-copeyanos de todo lo malo que sucedía o dejaba de suceder en tiempos de revolución, sin necesidad de reconocer falla alguna de su parte. Adicionalmente y no menos importante, fue su estrategia muy bien estudiada de poner constantemente sobre la mesa una agenda política propia, capaz de suscitar efervescencia entre sus opositores y colocarlos, al mismo tiempo, a remolque de sus iniciativas anunciadas públicamente en algún “Aló presidente” o en cualquier otro espacio, a veces, inesperado. De ese modo, logró que sus adversarios quedasen generalmente descolgados y siempre a la zaga; razón por la cual llegamos alguna vez a escribir que Chávez encarnaba no solo al gobierno sino también a la oposición.

En España, los venezolanos han comenzado a vislumbrar cierto parecido desde que Sánchez llegó al poder, en detalles como el argumento del “bloqueo” de la derecha, a su investidura, primero, y a su gobierno después; las peroratas proselitistas con un estilo indefinido, entre el “Aló presidente” de Chávez y los “fireside chats” de Roosevelt; la censura a la prensa para preguntar libremente; la inculpación al Partido Popular y  a su pasado o, simplemente, a la derecha, de todo lo que sale mal o no puede hacer; pero, sobre todo, el relato prefabricado para convencer a los españoles de la verdad de su gobierno y de las mentiras de la oposición.  El abanico de opciones aquí, es aún más amplio que el venezolano reducido a derechas e izquierdas o a revolucionarios y escuálidos, porque además del capitalismo y burguesía tradicionales, existe un espectro franquista, expansible al fascismo y a la monarquía, temas de vieja data fáciles de explotar a través de conceptos como el de la memoria o conciencia histórica, el de la extrema derecha o la lucha de clases, flama por cierto inextinguible.  

Hasta podemos encontrar una cierta similitud, por forzado que pueda parecer, en esa entrega que el chavismo hizo a Fidel de Venezuela, con la que el gobierno de Sánchez ha venido realizando, poco a poco, de España a algunos gobiernos autonómicos como el catalán o el vasco, no obstante, que la diferencia de miras, no de consecuencias, sea en principio distinta. En el primer caso, esa hermandad que Chávez se esforzó en forjar entre Cuba y Venezuela hasta el punto de llegar a proclamar que eran una misma nación, cuyos gobiernos en el fondo eran uno solo, buscaba según el propio líder de la revolución bolivariana, caminar hacia una "confederación de repúblicas bolivarianas, martianas, caribeñas y suramericanas". Por el contrario, el deslave nacional con el que Pedro Sánchez viene jugando, cediendo terreno al separatismo, conduce a todo lo contrario, es decir, a la ruptura de la gobernabilidad de la nación española y a la desaparición de la España conocida hasta ahora. No se diga nada de la relación del chavismo con grupos extremistas como la guerrilla colombiana o de la del gobierno progresista de Sánchez con los partidos proetarras 

Ni con la actual crisis que el “coronavirus 19” ha creado, colocando a España a la cabeza, junto con Italia, de la mayor mortalidad de Europa y del mundo, el gobierno de Sánchez da muestras de humildad reconociendo haberse equivocado alguna vez, como tampoco lo hizo Chávez, no obstante la incompetencia demostrada coordinando  bajo el “Estado de alarma” las gobiernos regionales, pero sobre  todo, administrando los recursos técnicos y materiales de que toda nación dispone, en mayor o menor medida, a la hora de establecer estrategias y políticas con las cuales atacar la pandemia junto con sus terribles consecuencias sanitarias, económicas y sociales.

Pero lo que más recuerda a Chávez, es el discurso manipulador de un “chavista” como Pablo Iglesias, a quien Sánchez ha dejado parte del trabajo sucio, estableciendo diferencias inconducentes entre la cosa pública y la privada, en momentos en que la sociedad española necesita del aporte de todos sus integrantes. Lo mismo que lo es su “interpretación” de la constitución española con respecto al interés general o función social que debe cumplir la propiedad privada, más allá de las amenazas de expropiación que en el caso de Chávez si se cumplieron, a pesar de tratarse, en realidad, de auténticas confiscaciones o incautaciones al sector privado, al no reconocerse indemnización alguna en la mayoría de los casos. 

¡Ojo! No estamos afirmando, con todo lo expuesto, que Pedro Sánchez es Chávez, o que su gobierno es como el de Chávez y que por ende la España de hoy se encuentra “chavetizada” o en un estadio político idéntico al de la Venezuela de la primera década de este siglo. ¡No! Lo único que estamos diciendo es que, por ahora, tienen estilos y maneras que coinciden y los asemejan mucho. 

José Luís Méndez La Fuente
xlmlf2@gmail.com
@xlmlf 

LEANDRO RODRIGUEZ: RÉGIMEN O POSTRÉGIMEN ¡NO HAY MÁS!

El castrismo tiene como principal característica la neutralización de su disidencia, su hegemonía no puede ser cuestionada, sus líderes deben ser exaltados, idolatrados, obedecidos… depende del temor que pueda infundir, de la opresión, por tal motivo, no acepta medias tintas. En Venezuela los intentos de fusionar esfuerzos, de diálogos, de gobiernos de transición o de emergencia han sido y serán inútiles, el castrismo venezolano nunca cederá un milímetro a su absolutismo, a su verticalidad.  

El denominado “chavismo disidente” al apartarse de la corriente madurista tienen dos opciones, callarse o, en caso contrario, criticar, confesar o denunciar desde el exilio pues, sí permanecen en el país, serán perseguidos, apresados. Claro, la premura depende del peso y protagonismo que hayan asumido, pero en líneas generales, ese es el trato a quienes tratan de salvar su pellejo. Para el venezolano común, sí no es militante del Psuv o no está inscrito en el “Carnet de la Patria” sencillamente no existe.  

Por todo esto, es consabido desde época de Chávez, los diálogos y demás acercamientos son inoficiosos para el país, siempre terminan favoreciendo al régimen. El recién propuesto “Gobierno de Emergencia Nacional” es una total quimera, un ensayo del que no se obtendrá ningún beneficio. El llamado de Guaidó dirigido al chavismo no inmerso en corrupción ni narcotráfico no es factible, imagínense el futuro inmediato que le aguarda a cualquier personalidad militante o exmilitante del chavismo sí aceptase formar parte de esa propuesta aún con Maduro y su élite en posición de poder, serían inmediatamente apresados con cargos de traición a la patria, por lo menos.  

El castrismo venezolano no da tregua, o se habla en su tiempo o no se habla, para hablar de él en pasado como hoy hacen algunos es demagógico, primero debe ser superado, mientras tanto será quien imponga lo que se hace y lo que no, no en vano lo primero que hizo Chávez fue acceder al control discrecional de los recursos, las armas e institucionalizó la violencia… eliminó la institucionalidad.  

No hay gobierno interino, al menos dentro de Venezuela. En nuestro territorio manda el chavismo, es la única autoridad, el único gobierno, las únicas instituciones que accionan son las de él. Guaidó tiene un importantísimo apoyo internacional, determinante podríamos decir, pero su radio de acción dentro de nuestro territorio nacional es mínimo, ni siquiera controla la Asamblea Nacional.

Así las cosas, todavía el proyecto cubano continúa su rumbo indetenible, más aún, con una sociedad extremadamente debilitada como la de hoy, sin poder adquisitivo, sin servicios públicos, subalimentada, en cuarentena por el virus, la fortaleza del chavismo es la debilidad de la población. El “Plan de la Patria” del que no se habla desde hace algún tiempo, sigue siendo implementado, sin petróleo, pero con más represión, velocidad.  

Para poder comenzar a vislumbrar cambios, una Venezuela distinta, se debe cambiar absolutamente toda la institucionalidad, todo vestigio del nefasto “Plan de la Patria”, para que ello ocurra se debe recobrar la constitucionalidad, la democracia, el chavismo no puede estar en el poder en la forma impositiva en que hoy lo usurpa. Cuando nuestra democracia sea rescatada, el chavismo obtendrá las plazas de poder que pueda obtener en contiendas electorales reales. Por ahora, mientras el chavismo controle las armas, los recursos, las instituciones, en Venezuela se habla chavismo… no hay lugar para más. 

Leandro Rodríguez Linárez 
leandrotango@gmail.com
@leandrotango   

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY: El CARTEL DE “SE BUSCA" POR UN CARTEL

El anuncio me recordó al viejo oeste. Esos letreros encantados, con el boceto de un facineroso barbudo y de mal talante, pegados a una pared. Debajo, un enorme remoquete de “Se busca” y un monto cuantioso de recompensa. Cuando escuché los cargos y las cifras enormes por las capturas, sentí un estremecimiento de alegría y unas ganas enormes por una fiesta jubilosa de cantina.

Un objetivo exacto. Un manojo de presos andantes. Una esperanza de dar por zanjado el asunto en un tiempo perentorio. El Departamento de Justicia de los Estados Unidos se lo tomó en serio esta vez. Los naipes están muy claros sobre la mesa. Maduro y sus doce cabecillas tienen precio.

Se dieron por término las fantasías y los supuestos. No sé qué tan inusitadas puedan ser estas acusaciones. El dictador panameño, Manuel Antonio Noriega, recibió un trato similar y su destino fue ineludible. Esa fue la primera vez que un jefe de Estado en funciones era inculpado por un tribunal norteamericano. Esto no implica una acción militar como la de 1989. Muchos analistas desestiman el hecho y lo ven como parafernalia electoral de Trump.

 Pero no es una provocación o una cortina atiborrada de humo. No son casuales las conversaciones intensas y continuas de Washington con los gobiernos de Colombia y Brasil en los últimos meses. Por eso sí lo veo como un cuadro de probabilidades. Maduro no es una estatua yacente, protegida de búnkeres inviolables. La tecnología bélica sabe cómo vulnerar los cerrojos más complejos. Por eso sí considero que, más pronto de lo considerado por algunos, las celdas esperan por un grupo de deshonestos, que ha sabido cómo hacer las cosas mal para su propio bien particular.

Narcotráfico y lavado de dinero. Tal vez en estos cargos no estén todas las culpas. Faltan tantas penurias nacionales, tantos sollozos intensos y tantas farsas dolorosas. Pero para este cometido parecen suficientes y necesarios.

Resultaron formidables los modos para exponerlo. Fue ceremonioso, intenso y formal. El cuadro con las fotos y las cantidades grandes por cada uno. Decir 15 millones de dólares por un solo hombre. Mofletudo, con rostro anguloso; con un mostacho insípido y una mirada perdida. Le sentará bien el color naranja y las guasas carcelarias.  

El Cartel de los Soles dejará de alumbrar su camino brutal por el mundo. Tengo la fe enorme de que los fiscales norteamericanos emitieron sus imputaciones con sus neuronas en orden. Fueron enfáticos en que se harán esfuerzos para capturar a estos acusados, para luego adelantar las gestiones con los demás.

El fiscal general de EE. UU., William Barr, emitió una frase para la historia, tan real como contundente: “el régimen ha afectado demasiado al pueblo venezolano y ha corrompido todas las instituciones. Ellos se llenan los bolsillos con dinero del narcotráfico”.

Celebré a todo tambor la imagen expuesta. En el cartel aparecía el dictador, seguido por Padrino López, Maikel Moreno, Clíver Alcalá, Diosdado Cabello, Hugo Carvajal y El Aissami. Por éstos la suma es de 10 millones de dólares. También los no tan ignotos: Reverol, Motta Domínguez, Molina Molina, Joselit Ramírez, Nervis Villalobos, Vassyly Villarroel y Rafael Villasana.

Uno puedo olisquear traiciones al por mayor. Sí, resulta cierto que el entorno directo de Maduro no lo traicionará. Todos sus personeros devengan mucho más que esa cifra minúscula. El tráfico de drogas, el terrorismo y la corrupción les ha sentado bien. Pero 15 millones de dólares le vendría de perlas a un camarógrafo del canal del Estado, por ejemplo, y sin pegar un solo jonrón.

Imagino el rapto de cólera del usurpador ante la noticia. Sobraron las llamadas intensas a Cuba y su galimatías. Lo llamaron narcoterrorista. Ofrecen una recompensa a quien dé información para su captura. Sólo se atrevió a decir que la acción era “extravagantemente extremista”, como si vomitara un trabalenguas. Pareciera no salvarlo, ni las confusiones provocadas por el coronavirus.

Entretanto, Clíver Alcalá no esperó mucho. Se entregó a las autoridades de Colombia. Imaginamos que prepara sus mejores arpegios, para cantar con tonos robustos, los secretos más intensos de la tiranía. La DEA lo escoltó ante su interés de colaborar con las autoridades estadounidenses. Ya está en tierra yanqui para facilitar las cosas. Mientras, Simonovis asegura que existen personas cooperando para la captura de Maduro y facilitando información crucial.

Los más buscados deben tener el corazón en un hilo. Agazapados por sus propios delirios. No son acciones volubles esta vez, por parte de los norteamericanos. Hay un aire de determinación y virtuosismo. Veo todo más medido, irrevocable, minucioso, como parte de un plan. Se siente más implacable, revestido de un tiempo y de hipótesis irrefutables. Quizá vayan por su presa cuando las calles están solitarias por el coronavirus. Se les haría la tarea más sencilla. Pero los tiempos se acortan y se ve más luz en el camino.  

José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Ex director de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”

OMAR ÁVILA: CONCIENCIA POLÍTICA

Vivimos momentos de suma dificultad, ansiedad e intranquilidad, que requiere una necesaria inclusión y cohesión de todos los sectores de la sociedad venezolana, ya que no es la pandemia en sí misma la causa, sino que además tenemos un sistema político fracturado y polarizado, lo cual dificulta el éxito de cualquier plan o medida propuesta para lograr un mínimo de avance o respiro en medio de las dificultades.

Necesitamos que los gobernantes se incluyan y reconozcan a sí mismos como parte del problema y que la ciudadanía se acerque de manera más activa y decidida a participar en las soluciones que se han planteado. No es factible pensar que el gobierno podrá resolver todo, pues es precisamente la falta de coherencia y atino las fuerzas que detentan el poder, lo que nos tiene sumergidos en la desesperanza y la barbarie.  En todo caso, entendemos que la situación es tan crítica, al punto que debemos unirnos para salvaguardar la vida y la salud de todos los venezolanos. Las peticiones de libertad, justicia, calidad de vida, democracia, palidecen al lado del clamor por el derecho a la vida; si estás vivo lo tienes todo, si estás vivo tienes la esperanza de luchar por tus valores y principios.

No es momento de continuar en el “todo o nada”. Recordemos que la inclusión está prevista en la Constitución, en fin, se requiere que haya una serie de derechos, que no pasan más allá de la única condición de ser venezolanos. Ni siquiera te pide la Carta Magna que tengas número de cédula. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela garantiza derechos indistintamente de posiciones políticas y mucho menos partidistas.

Urge trabajar para cohesionar a la sociedad venezolana de manera constructiva; no descartar un posible reencuentro de las fuerzas políticas del país, sin que ello signifique perdonar las injusticias, evitar investigaciones, o condonar la fuga del tesoro nacional; por el contrario, la situación que estamos viviendo hace que sea necesario unir nuestras fuerzas y recursos para trabajar en la búsqueda de soluciones, más allá de las peticiones de ayuda, porque cada país lucha con todo lo que tiene para proteger a su población. Incluso, a nivel internacional hemos visto ejemplos de solidaridad a pesar de las diferencias, tal como el acercamiento entre EEUU y China, lo cual indica que vivimos un momento histórico donde es necesario que los políticos nos revistamos de tolerancia, conciencia y verdadera diplomacia.



La vida de todos está en juego, por lo tanto, debemos unirnos para afrontar este desafío global que nos afectó en mala hora, ya que nos encontramos en recesión económica y con un precario sistema de salud que indudablemente colapsará si la pandemia deja de contenerse.

Urge entender la necesidad del acuerdo en colocar los intereses de la nación por encima de los intereses políticos; pretender seguir en la táctica del juego “todo o nada”, nos arrastra hacia caos total. Hacemos un llamado a prestar verdadera atención a los servicios de electricidad, agua, gas y aseo urbano, que requieren especial atención y mejora, así como también las telecomunicaciones y el transporte público, comenzando por el metro de Caracas.

Nosotros desde Unidad Visión Venezuela hemos puesto en la mesa 10 propuestas, serias, viables, incluyentes y pertinentes para poder enfrentar esta pandemia de la mejor manera, las cuales pueden ver a través de nuestras redes sociales (Twitter: @visionvenezuela Instagram: @unidadvisionvenezuela Facebook: Unidad Visión Venezuela). Pueden visitar nuestro blog: www.visionvzla.blogspot.com o entrar a nuestro canal de Youtube: Unidad Visión Venezuela.

Llegó la hora y el momento de ponernos las manos en el corazón y aportar todos, sin excepción, nuestro granito de arena, en aras de las necesarias soluciones que le urgen al país.     

Omar A. Ávila H.
dip.omaravila@gmail.com
@OmarAvilaVzla