domingo, 27 de junio de 2021

ESPECIAL DEL DOMINGO: BIENESTAR EN LIBERTAD - BIENESTAR SUSTENTABLE: CAPACIDADES Y LIBERTADES

Bienestar Sustentable: capacidades y libertades


Los modelos de desarrollo y bienestar actualmente están evolucionando hacia perspectivas multidimensionales, destacando elementos éticos que respeten valores y principios consustanciales a la condición humana -desarrollo en libertad- y de sostenibilidad, tanto ambiental como temporal, fomentando una consciencia sobre la responsabilidad de las generaciones presentes.
 
El desarrollo en libertad nos invita a incorporar el valor que tienen las capacidades de las personas para forjar su propio desarrollo. Esa capacidad que tienen los propios individuos se potencia con otras capacidades, oportunidades sociales y libertades para lograr el florecimiento humano y el bienestar de las personas, basado en lo que el individuo valora en ser y hacer. En ese sentido, en la medida que el individuo logre más capacidades, podrá ir ampliando sus libertades y a su vez generando mayor bienestar.
 
Uno de los principales desafíos para el desarrollo en libertad es incorporar las condiciones futuras del bienestar manteniendo las libertades presentes y futuras. Lograr resultados positivos, considerando el costo que ello puede tener para las futuras generaciones e inclusive la suya en un momento futuro. Ello es: una persona puede estar disfrutando de cierto nivel de bienestar hoy, sin percatarse de estar reduciendo o suprimiendo sus libertades y capacidades de su propio bienestar en el futuro. En muchos casos, incluso, sin poder tomar decisiones como agente de su propio bienestar. Asimismo, sus decisiones presentes tendrán impacto en las capacidades y libertades de las siguientes generaciones.

Un modelo de desarrollo puede ser considerado como generador de bienestar si el mismo es sustentable en el tiempo. Precisamente la cuestión no es qué modelo genera más bienestar, sino cuál genera más bienestar de forma sustentable en el tiempo, ¿cuál otorga las mejores garantías para que ese bienestar que ostentan los países llamados desarrollados, o quiénes quieran alcanzarlo, perdure? Así, es evidente la necesidad de cambiar la perspectiva de lo que es un bienestar presente aceptable.
 
En ese sentido, el bienestar debe ser más que una forma de vida del presente y plantear una alternativa basada en el Bienestar Sustentable, que permita crear más condiciones para la sustentabilidad y mayor responsabilidad. En este orden de ideas, las personas tomarán decisiones para su bienestar actual, considerando el riesgo y los costos que eso implica para su propio bienestar futuro y el de otros. El bienestar actual condicionado por el futuro favorece la creación de consciencia y el fortalecimiento de una ciudadanía libre y responsable. Ello a su vez induce a considerar las múltiples aristas del desarrollo concibiéndose bajo un enfoque multidimensional y de capacidades que habilitan y potencian al individuo en sociedad.
 
Para poder afirmar que algo es sustentable, es necesario incorporar todas las dimensiones asociadas al bienestar: debe ser sustentable económicamente, porque de lo contrario generaría una deuda social inaceptable; debe ser sustentable políticamente, porque de lo contrario limitaría la gobernabilidad; debe ser sustentable culturalmente, porque de lo contrario generaría tensiones que atentaría con la paz; debe ser sustentable ambientalmente, porque de lo contrario se alterarían las posibilidades ecológicas; y naturalmente, debe ser sustentable éticamente, porque estos fundamentos no son negociables. Las dimensiones deben estar equiparadas a fin de garantizar la armonía entre ellas, con la finalidad de integrar una visión temporal de la sustentabilidad entre presente y futuro.
 
Es también importante reemplazar la visión de medición de resultados – más asociadas al ahora y a los enfoques actuales de desarrollo – incorporando la de capacidades que permite obtener las condiciones asociadas para la sustentabilidad del bienestar. Amartya Sen plantea que la sustentabilidad es el impulso de las capacidades del presente, sin comprometer las capacidades de las generaciones futuras; ya que desconocemos en el presente lo que ellos valorarán en ser y hacer, y suponerlo es una supresión de sus libertades. Entonces ¿Qué condiciones generan capacidades? Y la respuesta es que éstas son múltiples y diversas: desde la institucionalidad, la democracia, la educación, la familia, el derecho de propiedad, o en general el estado de derecho, las libertades, entre otras. Son condiciones que en sí mismas generan capacidades y sustentabilidad.
 
Lo anterior sienta las bases de una concepción más amplia de bienestar. Al incorporar sus condiciones futuras, se abre un camino para alcanzar la sustentabilidad. Es decir, un Bienestar Sustentable.
 
Al integrar el enfoque de capacidades y el enfoque multidimensional del bienestar nos lleva a considerar las capacidades centrales propuestas por Martha Nussbaum. Las 12 dimensiones del Bienestar Sustentable serían entonces: Vida; Salud Física; Integridad Física; Sentidos, Imaginación y Pensamientos; Emociones; Razón Práctica; Afiliación: Amistas, Afiliación: Respeto; Relaciones con otras especies, Control sobre el Juego y la distracción, Control sobre el entorno Político; y Control sobre el entorno Material. Agregándolas en cuatro grandes macro-capacidades, tendríamos: (1) Cuerpo: como elemento que nos conecta físicamente con el mundo, el cual, se debe mantener con salud e integridad hasta su muerte natural de ser posible; (2) Mente: para ser capaces de pensar, sentir las emociones y concretar el razonamiento de la buena vida y las virtudes en la que debemos ser y hacer; (3) Relaciones: y (4) Manejo del Entorno que permite contactarnos con la sociedad y con la naturaleza, para poner en práctica las virtudes y nuestras libertades. Véase la Figura 1.
 
Plantear el Bienestar Sustentable desde el enfoque de capacidades, tiene como hipótesis que en la medida que existen mayores capacidades, oportunidades y libertades, habrá mayores posibilidades de que dichas condiciones generen sustentabilidad. Así, en el tiempo, las personas tendrán garantías para poder ser y hacer lo que valoran, incrementando sus libertades y su bienestar. Entonces para un Bienestar Sustentable se debe considerar los riesgos hacia el futuro por medio de las condiciones existentes para que el bienestar sea sustentable en el tiempo, y esas condiciones estén basadas en las capacidades del presente.
 
Partiendo de estos elementos teóricos, se realizó una prueba estadística con los países de Latinoamérica. Para ello, se consultaron diversas bases de datos: Latinobarómetro, LAPOP, Foro Económico Mundial, Banco Mundial, diversas instancias de las Naciones Unidas, CATO, HERITAGE y FRASER, así como empresas internacionales como GALLUP y Google, entre otras. Se seleccionaron un total de 116 indicadores distribuidos entre las 12 dimensiones y se aplicó un análisis de correspondencias múltiples (ACM).
 
Los países de la región con los mejores resultados y por lo tanto con condiciones del Bienestar Sustentable son Uruguay, Chile y Costa Rica   Son países donde las personas tienen las mejores garantías para que en el futuro puedan tener mayores oportunidades para ser y hacer lo que valoren. En el caso de Uruguay se puede notar la armonía favorable en las diversas dimensiones, lo que representa un modelo a estudiar y posiblemente a replicar.            
En conclusión: el modelo de Bienestar Sustentable ofrece un enfoque de desarrollo integral, que rescata tanto valores éticos como de sustentabilidad (temporal y ambiental) favoreciendo así la concientización de una ciudadanía libre y responsable. Este trabajo permite mostrar que no solo son fundamentales los valores en su concepción y dimensionamiento, sino que es factible su medición para guiar la toma de decisiones tanto públicas como privadas.

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Autores:
Jhoner Perdomo, UCV. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales.
Mauricio Phélan, UCV. Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales.
Sary Levy-Carciente, Academia Nacional de Ciencias Económicas. Venezuela. Coord. Observatorio Gasto Público, Cedice.
Nota al pie: El artículo recoge información contenida en Bienestar Sustentable. Una forma de hacer vida, una forma de hacer política (Ed. Universo de Letras, Madrid).
Referencia
Perdomo, Jhoner; Phélan, Mauricio and Levy-Carciente, Sary (2021). El Bienestar Sustentable. Una forma de hacer vida, una forma de hacer política. ISBN: 9788418570636. 344pp. Madrid: Editorial Universo de Letras. Disponible en: https://n9.cl/jhoner
El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico es una asociación civil sin fines de lucro, privada e independiente, comprometida con la defensa de la libertad individual, la iniciativa privada, los derechos de propiedad, gobierno limitado y búsqueda de paz
 
Bienestar Sustentable: capacidades y libertades
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ACTUALIZACIÓN DE EL REPUBLICANO LIBERAL II: DIARIO DE OPINIÓN, http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com DOMINGO 27/06/2021

 



TITULARES DE HOY 27/06/2021. PULSA SOBRE EL TÍTULO PARA LEER

  

TITULARES DE HOY
27/06/2021

MIBELIS ACEVEDO DONÍS: TRASCENDENCIA

Lo fugaz, el vértigo, la frase que asalta impactante pero que vive sólo segundos, la sensación que se devora a sí misma en el lapso del parpadeo. Drama sin sustancia, perecedero. En ese mundo líquido que Bauman retrató con tanta lucidez, la noción de trascendencia (del latín trans-cendĕre, ir más allá) parece esquivarnos. No hablamos, claro, de aquello que pensadores como San Agustín de Hipona oponían a la inmanencia, lo propio de esa realidad que permanece cerrada en sí misma, la acción no transitoria y cuyo confín en el mismo ser. Nos referimos más bien a una trascendencia reñida con su vulgar envés: lo intrascendente, la devoción por esa provisionalidad que sacrifica lo perdurable por la novedad. Nos habituamos al tiempo veloz, decía Bauman, “seguros de que las cosas no van a durar mucho, de que van a aparecer nuevas oportunidades que devaluarán las existentes”.
 
En ese mar de solideces que se van licuando, ¿cómo invocar resistencias si, por el contrario, todo parece estar llamando a desistir? Al tanto del dinamismo que ya signa la lucha por el poder, ¿cómo hacer de la política un espacio al cual asirse, desde el cual sembrar y aguardar por resultas que caminen “más allá”; desde donde entender que la hostilidad de hoy puede ser superada, trascendida en aras de ese pacto que reivindica el interés común? Asimismo, y mientras el entorno muta de forma tan acelerada que incluso agusana los principios más inexorables: ¿qué hacer con las viejas tirrias? ¿Reeditarlas compulsivamente para encubrir la renuencia al cambio, o armarse de valor para, desde cada trinchera que ocupamos, sumarnos con audacia a esa praxis transformadora que surge de lo colectivo?
 
He allí un dilema para muchos venezolanos, trabados en la tentación de la discontinua catarsis que ofrecen las redes, por ejemplo. La de la desesperación de tanto en tanto drenada, pero casi nunca exhaustivamente elaborada. Un síndrome que se agudiza cuando las voces que instigan estos desahogos pasan por sabias, por enteradas, avisos de corifeos y “notables” capaces de medir, en teoría, la repercusión de cada una de sus opiniones. Menudo riesgo. Sabemos del peso de tales voces en otros momentos de nuestra historia; y que cuando la situación exigió asumir verdades incómodas y avalar posturas que no competían por el aplauso fácil, reinó aquel extravío que dejó sin defensores a la democracia. La tolerancia y sus paradojas: caldo de cultivo donde también los populistas prosperan.
 
Bueno es recordar lo que, en relación a España, (“La guerra civil ¿cómo pudo ocurrir?”, 1980) concluía Julián Marías: “la guerra civil fue consecuencia de una ingente frivolidad”. Políticos, intelectuales, periodistas; quienes podían influir en el debate público, dice Marías, “se dedicaron a jugar con las materias más graves, sin el menor sentido de responsabilidad, sin imaginar las consecuencias de lo que hacían, decían u omitían”. Aun cuando la realidad ha dejado sin cueros a los tambores de guerra y obligado a muchos a recortar su fantasioso cálculo, en Venezuela no cuesta distinguir las señas de esa misma ligereza. Insistir en reabrir el tajo que la revolución asestó en el alma de la sociedad venezolana -uno que urge reparar a fondo- parece solaz del que no todos están dispuestos a privarse.
 
En entrevista reciente, la profesora Nelly Arenas afirmaba que “América Latina no ha vivido la política sino como religión”, pues “entiende que el mundo está dividido entre buenos y malos, entre Dios y el diablo… el pueblo no tiene perfil constitucional sino moral; es virtuoso o no”. Esa misma cosmovisión que da base al populismo, también colmada de pathos y sus simplificaciones, parece haber cautivado a sectores y figuras con auctoritas intelectual. Allí los vemos, entrampados por la convicción de que el nuestro ya no es conflicto de orden político -esto es, sujeto a decisiones de actores racionales- sino moral. El artificioso espesor de este enfoque encandila, seduce, solivianta hígados, pero poco remedia. Dejar en manos de una justicia supraterrenal la resolución de los asuntos humanos, no hace menos visible el coqueteo con la intrascendencia.
 
En tiempos en los que la inercia política se ha visto desmontada por estremecimientos más y menos evidentes, el rol de quienes forman opinión pública es decisivo. Atravesados por la dialéctica que sigue planteando el clivaje democracia-autoritarismo, conviene repensar nuestros espacios de encuentro con el otro, mitigar el daño antropológico acumulado, abonar el terreno para que la sociedad se auto-perciba como hacedora de su propia sanación. Y no desde el fútil, binario, melodramático abordaje que el genio de Aquiles Nazoa satirizaba en su “Tráiler de una película mexicana”; sino desde la eficacia para construir capacidad simbólica, la hegemonía cultural que describe Gramsci. Ese discurso cuya preeminencia se consolida no a través “de la coerción y la fuerza, sino de la creación de un consenso que manifiesta su identidad en la opinión de la mayoría”.
 
Mibelis Acevedo D.
mibelis@hotmail.com
@Mibelis
@ElUniversal
Venezuela  

CARLOS BLANCO: “TENGO MIEDO DEL ENCUENTRO/CON EL PASADO QUE VUELVE…”

1.-     Eso dice Carlos Gardel en «Volver» y también: “Y aunque no quise el regreso/siempre se vuelve al primer amor…” Se refiere a los amores, pero tal vez podría ampliarse a esos fantasmas del pasado, esos regresos imposibles, esas venidas que son idas, ¡ah, el pasado!

2.-     Es recurrente la conseja según la cual todo es posible o debería serlo, menos una sola cosa: volver al pasado. El razonamiento es simple: ese pasado nos trajo a este presente espantoso, por tanto nada de volver, nada de Gardel; siempre hacia adelante como el elefante.

3.-     Chávez estigmatizó el pasado porque era –según su notable ilustración– el tiempo de la corrupción de AD y Copei, de los cogollos y de las mafias, del sindicalismo tramposo y de los empresarios ruinosos, y, sobre todo, de la pobreza que hacía que los más desamparados comieran perrarina. De la época del buen salvaje, liderado por Guaicaipuro, a la redención encabezada por Bolívar, luego traicionada por Páez, se llegaba por fortuna a la Segunda Redención, la Segunda Independencia o, si se quiere, la Segunda Marquetalia capitaneada por Chávez en persona.

4.-    La época democrática habría sido traición tras traición, corrupción tras corrupción, nada para recordar, todo para sancionar y luego olvidar. Tal fue el soporte del relato chavista que como toda fundación requería comenzar desde las bases más profundas para poder tener algo diferente. Si las cosas no resultaban tan bonancibles como habían sido ofrecidas, la explicación era que el pasado no había muerto completamente, todavía se le agitaba el bracito fuera de la tumba, o no se le había enterrado a la profundidad necesaria para que no expeliera sus olores asquerosos sobre el prado sembrado por Hugo, lleno de flores y bienaventuranzas, acompañado por la pandilla de los desalmados haciendo pipí al descampado.

5.-     Fue un relato poderoso que no es un simple cuento, sino un cuento vendido a latigazo limpio cuando ha sido necesario o cuando la incredulidad y la malicia han visitado las almas inocentes de los camaradas. Chavismo con sangre, entra. Así se instauró un hecho de un poder inmenso que fue el de la renuncia al pasado por podrido e indeseable. Si usted vacilaba ante esa necesidad de abominar de la historia reciente, era porque era corrupto o algo parecido. La dirección política tradicional se hizo la loca, salvo algunos dirigentes que no aceptaron el chantaje.

6.-     Los nuevos dirigentes, en su gran mayoría, compraron ese boleto hacia ninguna parte. Algunos tontones llegaron a decir cosas como que, ciertamente, Chávez era muy malo pero “por lo menos” había tenido una política de favorecimiento de los pobres. Esa tesis no caló solo en iletrados e interesados sino hasta en sectores notables de la academia europea y norteamericana. Chávez, “por lo menos”, se ocupaba de los desamparados.

7.-     En esa condescendencia el golpista venezolano se recubrió de la pátina de los héroes del pueblo y sus alrededores. Más de un empresario miraba arrobado cómo el zambo que despreciaban tenía algún mérito por su angustia plebeya: valía la pena firmar el cheque o llenar el maletín de dólares para que la obra de salvación nacional (entonces también había contrabando de esta especie) pudiera ser cumplida sin interrupciones.

8.-     Por esta vía, la oposición renunció al pasado y se despojó del abrevadero más importante de principios, esfuerzos, enseñanzas y memoria de héroes civiles que podría haber tenido a su alcance. Lo hizo por dos razones: una, perfectamente miserable, que consistía en sacudirse una herencia tenida como asquerosa y que la hacía blanco de los ataques oficiales; otra razón, producto de la indigencia intelectual, que no podía asumir que sólo se puede construir una libertad sólida si está basada en una historia de luchas, de las que ese período democrático es fuente de enseñanzas insustituibles.

9.-     Aún más, quienes vivieron las ciudades y el campo venezolanos, quienes supieron de logros materiales, de la educación y la cultura de esos tiempos, quienes experimentaron la lucha de sus padres, de ellos y de sus hijos por hacerse un destino, quienes pudieron llegar desde la pobreza a la clase media, tienen la clave del porvenir. No para calcar lo que fue sino para inspirarse en cómo fue: no es hacer otro Guri sino repetir el esfuerzo que lo hizo posible.

10.-     Estas son algunas de las razones por las cuales hay que volver la mirada que siempre estará llena de nostalgia para quienes vivieron el bulevar de Sabana Grande, el viaje fantástico hacia Mérida, el lugar al cual volver nunca cansa que es Margarita con sus playas y su 4 de Mayo, ese camino alucinante al Roraima; y saber las pisadas que por allí hubo, los mayores que por allí transitaron, y los que vieron nítidos los valores que cimentaban todo ese maravilloso espectáculo que fue Venezuela. Volver a la Venezuela donde todo era posible y también a la Venezuela donde mucho se hizo imposible.

11.-     No hay que pensar con Jorge Manrique que “cualquier tiempo pasado fue mejor” en términos absolutos, porque siempre hay de todo, sino que en ese tiempo que ya no está se pudo luchar por ser mejor y la lucha dio resultados. 

Carlos Blanco
carlos.blanco@comcast.net
@carlosblancog
Venezuela – Estados Unidos

VICENTE BRITO: CONTINÚA CAÍDA DE ÍNDICES SOCIALES EN PRIMER SEMESTRE DEL 2021

Cierra el primer semestre del 2021 con una preocupante caída de los índices sociales, con sus consecuencias en la calidad de vida de los venezolanos. Podemos considerar a tres de ellos como los de mayores efectos en la gente, estos son:
 
Caída del consumo familiar, inflación y sus efectos en la pérdida de poder adquisitivo, aumento del desempleo e informalidad. 
 
1. Caída del consumo familiar. 
 
Surge como una constante que ha venido afectando a la tradicional forma de los Venezolanos a cubrir sus necesidades más urgentes durante los últimos años, Observándose una reducción este semestre al comparar con el año 2020 de un 25% en el consumo familiar  Los distintos análisis publicados por las organizaciones especializadas en estudiar los hábitos de consumo y las cantidades utilizadas para alimentarnos, nos indican una reducción del consumo entre 60% y 75% de alimentos esenciales como carne, leche, pescado y pollos en estos últimos 4 años. Lo cual es corroborado por los gremios que agrupan a las empresas productoras de estos alimentos esenciales, lo mismo se observa en el consumo de ropa y zapatos, así como en electrodomésticos. Igualmente no se disponen de recursos para reparaciones de los artefactos dañados o mejoras en las viviendas. Más del 80% de las familias se encuentran con ingresos por debajo del valor de la canasta alimentaria.
 
2. Inflación y sus efectos en la pérdida del poder adquisitivo. 
 
No hay duda que la hiperinflación que nos afecta, es la principal causa de la perdida del poder adquisitivo observada. Este semestre se hace evidente por la incontenible hiperinflación, la cual año tras año crece en la medida que el Banco Central se ha convertido en la mayor fuente de financiamiento del gasto público. Más de un trillón de bolívares en circulación lo demuestran, observándose que las medidas adoptadas para reducir el avance inflacionario sus resultados son lesivos a los ciudadanos, al limitar su acceso a los créditos al consumo, financiamiento de viviendas, vehículos, etc. 
 
3. Aumento del desempleo e informalidad. 
 
El crecimiento del desempleo e informalidad es preocupante en la medida que se observa como han venido miles de empresas privadas reduciendo su actividad o simplemente cerrando, lo cual unido a la paralización de buena parte de la actividad económica pública, deja casi nula las posibilidades de generar nuevos puestos de trabajo. Se estima que unos 10 millones de trabajadores están desempleados o ejercen la actividad informal, solo tienen empleo estable unos 6 millones de los cuales 2.8 millones trabajan en los distintos organismos públicos y 3.2 millones en las empresas privadas. Se observa un preocupante éxodo de las zonas rurales y de los pueblos menos habitados hacia los centros urbanos en busca de lograr puestos de trabajo o forman parte de los millones de emigrados a otros países. 
 
Estos índices sociales reflejan la realidad de las limitaciones que afectan a la mayoría de la población Venezolana, con sus efectos en nuestra Calidad de Vida, estando considerada Venezuela por las Naciones Unidas como uno de los países con los más bajos índices en desarrollo humano y niveles de felicidad. Lo cual obliga a los responsables de la conducción pública a buscar urgentes soluciones a la complejidad social en la cual nos encontramos. 
 
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución Vicente Brito
Venezuela

JESÚS MATHEUS LINARES: JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ, EL MÉDICO DE LOS POBRES. A 102 AÑOS DE SU PARTIDA ESPERAMOS SU CANONIZACIÓN

Este año 2021 ha sido un año de bendiciones para nuestro país, luego de la Beatificación del doctor José Gregorio Hernández, nuestro futuro Santo. Como recordamos el hoy beato nació en el seno del matrimonio formado por Benigno Hernández y Manzaneda y Josefa Antonia Cisneros el día 26 de octubre de 1864 en una comarca trujillana, Isnotú.
 
Su padre se dedicaba al comercio y su madre a las labores del hogar. Por línea materna este niño descendía del cardenal Francisco Jiménez de Cisneros quien fue confesor de la reina Isabel, La Católica, fundador de la universidad de Alcalá y un gran propugnador de la cultura en su época. Por el lado paterno José Gregorio se emparentaba con Francisco Luis Febres Cordero Muñoz, eminente educador y escritor, miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua, y correspondiente de la Real Academia de la Lengua Española.
 
Su señora madre, una mujer muy devota falleció cuando él tan sólo tenía ocho años pero dejó impregnada en la personalidad del infante una fuerte religiosidad. Al alcanzar la adolescencia se traslada a la ciudad de Trujillo para estudiar el bachillerato en el Colegio Federal de Varones. Su primer maestro, Pedro Celestino Sánchez quien regentaba una escuela privada en Isnotú, notaría muy pronto las habilidades e inteligencia del pequeño, quien le recomendó a su padre, que lo enviara a la capital de la república.
 
Con trece años cumplidos JGH llega a Caracas y es inscrito en el colegio Villegas, allí obtiene en 1884 el título de bachiller en Filosofía. Cuenta Guillermo Tell Villegas regente del famoso colegio que José Gregorio era poco dado a jugar con sus compañeros y prefería pasar el tiempo libre en compañía de libros. A corta edad ya conocía a los clásicos y se autoimpuso con mucha disciplina la obtención de una vasta cultura enciclopédica.
 
En la UCV
 
A los 17 años ingresa a la Universidad Central de Venezuela para estudiar leyes pero el padre conociendo la natural inclinación de su hijo por ayudar a los demás lo anima a emprender la carrera de Medicina, éste lo hace ingresando por Biología. Al graduarse de médico el 29 de junio de 1888, José Gregorio Hernández era reconocido por sus inconmensurables conocimientos. Hablaba inglés, francés, portugués, alemán e italiano y dominaba el latín; era filósofo, músico y tenía además profundos conocimientos de teología. Para cumplir con el requisito académico de ejercer los primeros años en la provincia se traslada por un año a la región andina radicándose en su pueblo natal, Isnotú. El 30 de julio de 1889 regresa a la capital para dar comienzo a una brillante labor científica. Ese mismo año el Presidente de la República, Dr. Juan Pablo Rojas Paúl decide enviarlo a hacer el postgrado en las universidades de París y Berlín con el objetivo de que estudiara teoría y práctica en las especialidades de microscopia, histología normal y patológica, bacteriología y fisiología experimental; para tal fin le fue otorgada una beca de 600 bolívares mensuales.
 
Cuando estaba en Europa fallece su padre, quien le deja en herencia algunos bienes que él de manera desprendida decide traspasar por completo a los hijos de su hermana Sofía. Regresa en 1891 para dedicarse a enseñar todo lo que había aprendido por lo que funda algunas importantes cátedras en la Universidad Central de Venezuela y trae el primer microscopio. Su prestigio aumenta cada día más.
 
Hermano Marcelo
 
En 1907 con 43 años cumplidos y luego de haber prestado importantes servicios a su patria, el Dr. José Gregorio Hernández conversa con el arzobispo de Caracas, el padre Juan Bautista Castro, y decide por su vocación sacerdotal. Viaja a Italia, al convento de la orden de San Bruno en La Cartuja de Farneta cercana al pueblito de Lucca. Fue aceptado bajo el nombre de Hermano Marcelo y le fue asignada una de las celdas donde debía observar rigurosas normas y someter al cuerpo a constantes mortificaciones.
 
Entre éstas estaba no comer o beber por días enteros, evitar el contacto con otros seres humanos incluyendo a sus hermanos religiosos, además de soportar temperaturas de varios grados bajo cero, no podía procurarse ninguna forma de calor mientras estuviese en la celda como novicio.
 
Todo esto llevó a que el ahora Fray Marcelo, pese a estar espiritualmente motivado a continuar tuviera que desistir pues su salud se vio gravemente comprometida.
 
El padre superior D. René, consideró entonces prudente el que Fray Marcelo volviera a ser el seglar José Gregorio Hernández y que regresara por unos años a Venezuela hasta que recuperara totalmente su salud.
 
Esta fue la razón, y contra su voluntad, que se vio precisado a dejar los hábitos y a abandonar la Cartuja de Farneta nueve meses después de haber ingresado en ella.
 
El Médico de los pobres
 
De vuelta en Caracas fue nombrado Jefe del Laboratorio del Hospital Vargas, al final luego de dos nuevos intentos por dedicarse de lleno a la vida monástica tuvo que desistir por su debilidad corporal; decidió entonces llevar una vida simple y en oración al lado de su hermana Isolina y ayudando como médico a sus pacientes más necesitados, era el comienzo del "médico de los pobres".
 
El domingo 29 de junio de 1919 cuando se cumplían 31 años de su graduación como Médico Cirujano, un lamentable accidente le quitó la vida. De eso hace 102 años.
 
Fatídico día
 
Aquel domingo 29 de junio de 1919 amaneció de rutina en el número 3 de San Andrés a Desbarrancados, vivienda de la familia Hernández. José Gregorio se levantó a las cinco y como era su costumbre rezó el Ángelus. Al terminar encaminó sus pasos a la vecina iglesia de la Divina Pastora con la intención de oír misa y comulgarse.
 
Cercano al Waraira Repano que separa a Caracas del mar, La Pastora era por entonces el lugar preferido de las familias por la tranquilidad y su clima siempre agradable. Por las calles estrechas se oía el armónico paso de las recuas de mulas cargadas de mercancía que los arrieros llevaban al centro de la ciudad y de cuando en cuando pasaba algún tranvía que llevaba pasajeros hasta El Paraíso haciendo escala en la Plaza Bolívar.
 
Al salir de misa y aprovechando que era domingo, José Gregorio Hernández se fue a visitar a algunos de sus pacientes en la zona; luego regresó a casa donde su hermana Isolina lo esperaba con el desayuno, metódico como era organizó su consultorio y se fue a pasar revista a otro grupo de pacientes, labor que acometía cuando no tenía que dar clases en la universidad. Al cumplir con cada una de las visitas volvió para tomar un baño y a las 12 en punto del mediodía rezó nuevamente el Ángelus.
 
Le fue servido un almuerzo compuesto de sopa, legumbres, arroz y carne que acompañó con un refresco de guanábana, al acabarlo se sentó a reposar en la silla mecedora que tenía para atender a sus pacientes; allí seguramente pensó en el cercano viaje a Curazao que tenía proyectado con su familia. Esa misma tarde ultimaría los detalles con sus hermanos y sobrinos.
 
Atender una enferma
 
Cerca de las dos llegó alguien para avisarle que una anciana se encontraba gravemente enferma, El doctor tomó su sombrero y con paso apresurado se fue al encuentro con la dama que vivía entre las esquinas de Amadores y Cardones, luego de auscultar a la señora y viendo que era muy pobre decidió ir a comprarle el medicamento que le había recetado, para ello se acercó hasta la farmacia de los Amadores. Al salir con las medicinas para entregarlas a la anciana, el Dr. José Gregorio vio que había un tranvía estacionado justo al lado de la farmacia y apurado como estaba por el estado de la paciente cruzó la calle sin mirar a los lados.
 
Angelina Páez quien habitaba en el número 29 de Amadores a Guanábano fue testigo de excepción. Estaba asomada a la ventana de su casa al momento de ocurrir el accidente. En su relato contaría que al momento de ser impactado por el vehículo, José Gregorio exclamó: ¡Virgen Santísima! Y de inmediato cayó contra el poste.
 
Como causa de la muerte se señaló fractura en la base del cráneo. El velatorio que en un primer momento la familia decidió realizar en la casa número 57 de Tienda Honda a Puente Trinidad terminó llevándose a afecto en el paraninfo de la Universidad Central de Venezuela donde miles de caraqueños acudieron a rendir sus respetos al querido y admirado médico. Comenzaba un sentimiento nacional por el médico de los pobres.
 
Su fama como filántropo y su conocida vocación religiosa quedó para siempre en el sentir del pueblo que le rinde culto y veneración atribuyéndole numerosos milagros ya no sólo en Venezuela sino también en otros países de América Latina.
 
Grado de Beato, Ahora Santo
 
En 1949, hace 72 años, El Vaticano abrió un proceso de canonización y en 1986 le otorgó el grado de Venerable. Sus restos reposan actualmente en la iglesia de la Candelaria
 
donde día a día recibe visitas de numerosos fieles. Luego del milagro a la niña, Yatzuri Solórzano Ortega en el estado Apure, los feligreses venezolanos, estamos esperando el segundo milagro para que se anuncie la canonización de José Gregorio Hernández. Como médico es considerado el impulsor y pionero de la verdadera docencia científica y pedagógica para revolucionar en la Universidad de Andrés Bello y José María Vargas los estudios de médicos que éste realzó con su republicana prestancia y que había traído hasta la Real y Pontificia Universidad de Caracas de Santa Rosa de Lima del Valle de Santiago de León de Caracas (hoy Pontificia Universidad Católica Santa Rosa), el mallorquín Lorenzo Campíns y Ballester.
 
José Gregorio además coloreó y cultivó microbios e hizo conocer la teoría celular de Virchow. Fisiólogo y biólogo, conocía a fondo la física, la química y las matemáticas. Era músico, filósofo y poeta. Puntual en el cumplimiento de sus deberes de docencia.
 
Como seglar comprometido vivió el carisma y la vida de San Francisco de Asís, reconociendo en el pobre a la persona de Cristo sufriente, a quien sirvió a través de sus pacientes, dando lo mejor de él sin importar altas horas de la noche o condiciones climáticas adversas. Los trujillanos estamos en mora con la construcción del gran Santuario Nacional de Isnotú, en el municipio José Gregorio Hernández, digo. Esperamos su pronta canonización para que su santidad sea universal.
 
 
Jesús Enrique Matheus Linares
jmateusli@gmail.com
@UranioMomoy
Venezuela

RUBÉN DARÍO BUSTILLOS RÁVAGO: ACADEMIA DE TERRORISMO

En la antigua sede del Senado chileno aclaman a su invitado especial, el juez español Baltasar Garzón, y enloquecen con la presencia inesperada de unos visitantes de excepción; los jóvenes del frente de lucha: encapuchados, clandestinos, enarbolando sus emblemas, que incluyen banderas mapuches y cruces negras con estrellas blancas, se suman a las consignas y los gritos. Uno de sus líderes despacha un discurso crispado, altisonante, cargado de rabia y de odio contra “el tirano” (Sebastián Piñera), contra los ricos, contra los poderes capitalistas y la burguesía. Luego vuelven a la Plaza Italia, en donde son secundados por un grupo de la sociedad homosexual que clama por sus derechos: las mujeres quieres ser hombres y los hombres quieren ser mujeres; es el epicentro de las protestas. Son los mismos muchachos que no saben que el difunto presidente Salvador Allende tenía una agenda en donde incluía la eliminación física de los homosexuales.
 
 
Garzón, quien se aprovecha de cobrar cada dólar para defenderlos ante los tribunales imperiales, se escabulle cuando escucha la sirena del primer carro antimotines, pero alcanza a sacarse una foto antes de retirarse de la barricada, con los jóvenes combatientes, encapuchados todos menos él, quien está muy ocupado en tratar de lavar los 60 millones de dólares pagados por la defensa del colombiano Alex Nain Saab, quien se encuentra detenido en Cabo Verde en espera de ser enviado a los Estados Unidos de Norteamérica para ser juzgado por lavado de más de 350 millones de dólares originados por la corrupción de Nicolas Maduro de quien es su testaferro. Siempre hay una manera de no pagarle nada al fisco español. 
 
Garzón escapa, rumbo al aeropuerto y los jóvenes vuelven a lo suyo, aquello que vienen haciendo durante los últimos 18 meses: destruir estaciones del metro, quemar edificios públicos, saquear locales comerciales, acabar con todo lo que signifique ley y orden, trabajo, respeto a la propiedad, estudio, ciencia o tecnología que en forma gratuita (creen) les inyectará el próximo gobierno.                               
 
Mucho más hábil que Garzón es Gustavo Petro, aspirante a la Presidencia de Colombia, representando a los narcos guerrilleros de las FARC, quien recientemente publicó un video en el que expresó su desacuerdo con las manifestaciones violentas (“para eso finalizamos una guerra”, dice) pero tampoco pudo evitar la tentación de romantizarlas: describió esa misma violencia que rechaza como el fruto de una “Juventud que se aferra a defender el territorio donde vive, su pobreza, donde está su familia, sus amores, sus sueños extinguidos”. Como si la fabricación en serie de armas artesanales, el entrenamiento y la aplicación de estrategias militares (que en su discurso es como si no existieran) fueran la respuesta espontánea de una juventud amorosa y soñadora. 
 
Definitivamente, nadie razona en cabeza ajena; más de seis millones de venezolano se han visto obligados a huir de su país y en Colombia hay más de millón y medio de refugiados de esa nacionalidad por culpa de un sistema al cual votaron hace 22 años y los colombianos desean estar allí; probar, morirse de hambre o en manos de la narcoguerrilla que les gobernará con un Gustavo Petro, quien les quitará sus bienes a la oligarquía para dárselos a ellos: la juventud soñadora que al despertarse dentro de esa pesadilla se encontrarán que los cupos están llenos; no hay más espacio no tendrán hacia donde huir. 
 
Mientras, el pasado 21 de junio de 2021, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, habló de México, Colombia, Rusia, China y Etiopía, en su discurso ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al abrir su 47ª sesión tratando de ignorar a Cuba, Venezuela y Nicaragua en donde la violación a los derechos humanos es parte de la rutina diaria. Particularmente en Venezuela en donde un Holocausto, que se está llevando a cabo desde hace 22 años, ha causado más de UN MILLON DE VICTIMAS (+1.000.000). 
 
Pero no crean que hay algo de inocente en la romantización de las acciones vandálicas de esos malandros, pues se trata del reclutamiento y entrenamiento deliberado, por parte del Foro de Sao Paulo y/o Grupo de Puebla, quienes conscientemente invierten muchos recursos en la utilización de los servicios de ese selecto grupo de jóvenes a quienes entrenan, gradúan y financian para viajar a donde se requieran sus servicios. 
 
No podemos continuar subestimando el poder del narcotráfico, mucho menos si cuenta con la estructura del Estado y una “Academia de Terrorismo” venezolano con decanato iraní, en donde los capos se dan el lujo de anunciar con anticipación en que territorio del hemisferio occidental actuarán. Venezuela.
 
Ruben Dario Bustillos Ravago
@rdbustillos
rdbustillos@yahoo.com 
Frente Institucional Militar,FIM, 
frentemil2@gmail.com,  
@frentemil 
Venezuela 

LUIS FUENMAYOR TORO: VENEZUELA REQUIERE UN CAMBIO POLÍTICO (Y IV)

En el éxito del diseño de un nuevo modelo político de consenso para el futuro, que garantice una paz duradera y un desarrollo económico social sostenido, es de vital importancia las características del sistema electoral que se organice, pues del mismo dependerá la selección de nuestros gobernantes en todos los niveles y ámbitos territoriales. Serán vitales sus atribuciones, normativas y reglas; su cabal funcionamiento, la seriedad de las personas que lo integren y, por encima de todo, la fidelidad con que traduzcan la voluntad de los electores, que redundará en su necesaria credibilidad.
 
Ya hemos tocado en artículos anteriores1,2,3 aspectos primordiales de cualquier sistema electoral, como la representación proporcional, la alternabilidad de los gobernantes, la duración de los períodos de gobierno, el financiamiento público de las campañas electorales y la necesidad o no de la posibilidad de revocación de los mandatos de todos los electos. Esas aproximaciones las hemos hecho tomando en cuenta la experiencia en el país desde 1958 hasta hoy, así como las prácticas universales en esta materia. Hoy completaremos estas resumidas propuestas con los temas del quorum electoral y la doble vuelta.
 
Por quorum electoral entendemos la mínima votación necesaria para que se declare con validez una elección particular. No puede ser, como ocurre en Venezuela, que, si sólo vota una persona o diez o un mil o cualquier cifra
 
evidentemente insignificante de electores, el resultado pueda ser considerado válido, ya que esos votantes no tienen ninguna representatividad en relación al total de los mismos. Debe haber, por tanto, una proporción mínima de votantes en relación al total, para que cualquier elección pueda ser considerada válida y sus resultados aceptados por todos.
 
Alguien podría decir que el quorum de votantes debería ser la mitad más uno del total de personas con derecho a voto. Sin embargo, esta proporción podría ser eventualmente muy alta y, si la votación se mantiene sólo como un derecho y no también como una obligación, algo que pudiera discutirse, podría no alcanzarse el quorum en varios procesos consecutivos, colocando al país en una crisis política seria, que se convertiría en peligrosa para el sistema democrático electoral que se está tratando de mantener. Se debería entonces pensar en un quorum de votantes equivalente a la tercera parte de los electores totales en cualquier elección. De no lograrse el quorum, la elección se repetiría con un quorum menor.
 
En las elecciones de cargos ejecutivos: Presidente, gobernador y alcalde, para ser declarado ganador se debería obtener por lo menos el 40 por ciento de los votos válidos, entendiendo por éstos los que expresan con claridad la voluntad del elector. Es decir, se descontarían los votos nulos del total de votos emitidos, pues estos votos fueron anulados al no desprenderse de ellos el deseo del votante. Valdría la pena incorporar el voto en blanco en nuestra legislación, con el cual el elector podría expresar su voluntad de no votar por ninguno de los candidatos o fórmulas presentadas. Es un voto distinto del voto nulo, pues éste es anulado por la mesa electoral, al no expresar la intención del votante.
 
Si ningún candidato obtiene el 40 por ciento de los votos o si la diferencia de votos entre los dos primeros es menor del 5 por ciento del total de votos válidos, se iría a una segunda vuelta electoral entre los dos candidatos que obtuvieron un mayor número de votos, y sería electo quien obtuviera la mayoría de los votos válidos emitidos en este segundo proceso. De esta manera, se lograría una mayor legitimidad de quienes resulten electos, pues su elección involucraría necesariamente a votantes de otras parcialidades político partidistas. El carácter plural del sistema electoral saldría además fortalecido.
 
Luis Fuenmayor Toro
lft3003@gmail.com
Venezuela