sábado, 4 de febrero de 2017

TRINO MÁRQUEZ, MADURO Y ASAMBLEA: MATRIMONIO OBLIGADO

LA LEGITIMIDAD ESTA DE ESTE LADO

Nicolás Maduro, bien se sabe, posee el control de todas las instituciones del Estado, en la práctica, instituciones del gobierno rojo, excepto de la Asamblea Nacional. Pareciera que bastara una resolución de los amanuenses del Tribunal Supremos de Justicia para que al Parlamento le sean colocados unos candados; o, si se quiere mantener algunas fórmulas representativas, para que los diputados opositores sean inhabilitados y proscritos, y la AN sea ocupada únicamente por la bancada oficialista, tal como ocurrió el año pasado en la Nicaragua sometida a la voluntad de Daniel Ortega. No sería necesario rodear con tanques la sede del Poder Legislativo, expediente  utilizado por Alberto Fujimori en Perú en 1992. El Parlamento caería bajo las garras de Maduro sin posibilidades de que haya resistencia institucional interna.

  ¿Por qué si todo luce tan sencillo, y a pesar de las continuas amenazas de Maduro, Cabello y otros personajes del régimen, y de los temores de dirigentes opositores, no se ha producido un ortegazo o, más remoto, un fujimorazo? Esta compleja pregunta  no tiene una respuesta sencilla ni incuestionable. Sólo puede responderse con hipótesis.

  Las tensiones de Maduro con la AN se producen en una fase de caída perpendicular de los ingresos petroleros, dentro de la crisis económica más pavorosa vivida por la nación y en medio de la caída más colosal que se recuerde de la popularidad de mandatario alguno; menos de 10% de los venezolanos aprueban la gestión del Presidente. En este cuadro, la intervención del Parlamento solamente llevaría a profundizar el colapso económico, aumentar la impopularidad del jefe de Estado, ya muy aislado,  y reducir la esfera del gobierno a la práctica de la represión pura y simple. Ortega y Fujimori llevaron a cabo sus respectivos golpes contra el Congreso cuando eran favorecidos por las encuestas debido a que las economías de Nicaragua y Perú crecían a tasas importantes, esos países habían estabilizado sus variables macroeconómicas, especialmente la inflación, los negocios florecían y, en Perú, la violencia demencial desatada por Sendero Luminoso y el grupo ultraizquierdista Túpac Amaru había sido derrotada. En ese ambiente tan favorable, ambos gobernantes autoritarios consideraron que había llegado el momento de entronizarse en el poder asestándole un mazazo al Poder Legislativo.  Por la popularidad de esos gobernantes, en el plano interno no se produjeron protestas masivas significativas. Los autócratas lograron imponer sus deseos sin mucha resistencia, e incluso con cierto beneplácito popular. En la esfera internacional, las respuestas fueron tibias. Carlos Andrés Pérez, demócrata por vocación y convicción,  fue de los pocos mandatarios que rompió relaciones diplomáticas con Fujimori.

Maduro se encuentra a años luz de ese ambiente idílico. Su gestión es un infierno por donde se le mire.  Una arremetida contra la AN terminaría de hundirlo en el desprestigio nacional e internacional, y contribuiría a que la oposición se galvanice de nuevo.

En otro plano, la crisis fiscal por la que atraviesa el gobierno de Maduro lo obliga a contraer empréstitos internacionales. Los precios del petróleo se mantendrán alrededor de los $50 durante un período prolongado. Esta cifra sería suficiente para una administración cautelosa y racional, pero para los rojos, habituados a saquear el erario público, resulta insuficiente. 

La globalización ha introducido un cambio notable en las modalidades del endeudamiento. Los organismos internacionales saben que los gobiernos cambian, mientras los países perduran. Los países tienen que comprometerse a través de los órganos que representan la soberanía popular. En una república, el depositario de esa soberanía es el Parlamento. Los gobiernos no pueden contraer deudas importantes si no son avaladas por el Poder Legislativo. Si Maduro no obtiene el apoyo de la AN, ningún organismo internacional  o gobierno se atreverá a prestarle las cuantiosas sumas de recursos que necesita para financiar su elefantiásico e inoperante Estado. Este hecho obliga a un matrimonio morganático entre Maduro y la AN. Colocar unos fantoches en el Parlamento, como hizo Ortega,  y convertirlos por obra y gracia del TSJ en los genuinos representantes del pueblo, no le servirá de nada. Tampoco, enjaular el Parlamento. El mundo sabe que la oposición ganó las elecciones parlamentarias con algo más de ocho millones de votos. La legitimidad se encuentra de este lado.

La cohabitación inevitable de Maduro con la AN opositora debería ser aprovechada por la MUD para extraerle  acuerdos al régimen que favorezcan la salida pacífica a la crisis y la recuperación sostenida de la democracia.


Trino Marquez Cegarra
trino.marquez@gmail.com
@trinomarquezc
Miranda - Venezuela  

ÁNGELA DESIRÉE PALACIOS, ¿SÓLO ESO NOS QUEDA?

-A HERNÁN CRESPO (IN MEMORIAM)-

Esa mezcla de rabia, dolor e impotencia; pareciera se han vuelto sentimientos comunes en los venezolanos. Leemos los diarios y son tan pocas las noticias buenas que se encuentran, que ya ni nos provoca (a muchos), mantenernos informados.

Y aquí está lo mismo de siempre. La comida, las medicinas, la  inflación que nos lleva a la falta de dinero, atracos, crímenes y pare usted de contar.

Nos enteramos de un robo del automóvil de alguien mientras estaba en el cine o cuando lo dejó estacionado en algún sitio mientras trabajaba o hacía alguna diligencia. Que atracaron a una señora saliendo del supermercado o del banco. Y en el peor de los casos que asesinaron a un joven, a un padre de familia,  a una abuela, para intentar robarle, o porque no pudieron robarle o porque le robaron. Leemos estas cosas, las escuchamos y pensamos ¡qué vaina!.  Nos proponemos andar con cuidado en la calle, ver bien para uno y otro lado al llegar a casa. Decidimos no salir a una cafetería, si vamos a un centro nocturno es hasta muy temprano y aferrados a cuanta oración nos sabemos, volvemos a nuestra morada; las reuniones entre amigos  son ahora vespertinas y si acaso se hacen en la noche pues preferimos pernoctar en el domicilio del anfitrión y salir de ahí al amanecer.  Total, pensamos que es más seguro, pero igual vamos por el camino pidiéndole al Altísimo nos proteja. 

Leemos, escuchamos; pero cuando nos toca de cerca ¡es tan triste! Que no logramos comprender nada de nada, solamente sentimos como el alma se desgarra.

Hoy estuve en el funeral de un amigo de la infancia, de esos que  se convierten en “hermanos de vida”. Un hombre bastante joven, empresario, emprendedor, padre de familia, esposo, hijo, hermano; quien recién llegó de pasar navidades con su familia fuera del país y estaba a la espera del retorno de su gente a casa. Era muy temprano y él llegaba de hacer algunas compras y unos delincuentes (aún con todo el sistema de seguridad que rodea su vivienda), quisieron robarle su camioneta y no conforme con pretender despojarlo de sus pertenencias, le dispararon a quema ropa y al verlo en el piso desangrándose huyeron con las manos vacías; pero eso sí, con el gusto de haber mal herido a un inocente.  

Me he preguntado ¿Por qué hacen esto? ¿¡Por qué arrebatarle la vida a un hombre honesto y trabajador!? ¿Quiénes lo hicieron?  Sólo se sabe que eran jóvenes  los criminales. Sí, son jóvenes la gran mayoría de ladrones y rateros que pululan por este país asaltando y matando personas a diestra y siniestra. 

Son muchachos que han crecido en esta nefasta revolución, son los llamados hijos de la patria. Son esos que desde niños han escuchado aquellas célebres palabras “el que tenga hambre, que robe” dichas hace algunos años por el fatídico presidente Chávez y repetidas más de una vez después de ese día.  

Son esos, que  les han inculcado que quien tenga un carro (modelo y año que sea), quien ande  bien vestido, quien  pueda darse el gustico de un viaje, quien viva mas o menos bien (creo que ya nadie en este país vive bien, bien), es malo y piensan que tiene dinero de sobra y por ello hay que quitarle lo que se ha ganado con el fruto de su trabajo. Y sea un auto, una moto, una bicicleta, un apartamento o una casa, o, que simplemente cargue en sus manos dos o tres bolsas con comida ya es motivo suficiente para atracarle y muchas veces sin poner resistencia el atracado, matarle de manera vil y despiadada, como le pasó a mi hermano de vida.

¿Hasta cuándo estaremos presos de esta situación? Presos del miedo, presos en nuestros hogares entre rejas, candados y costosísimas puertas de seguridad, presos de la rabia que ocasionan estos actos, presos del deseo de salir de unos funestos gobernantes que se enriquecen cada vez más, mientras el pueblo cada vez más se empobrece, cada vez más sufre y cada vez más pierde seres queridos. 

Presos del llanto por el dolor, presos de la agenesia de ver un país destruido, presos de una guerra del pueblo contra el pueblo.  Presas las madres de sus oraciones por sus hijos, pidiendo a Dios cada minuto del día protección para sus vástagos.

Hoy una familia más, de las millones de familias en Venezuela, está destrozada. Una madre de 93 años con signos de alzheimer que en sus ratos de claridad mental pregunta por su hijo. Unos hijos que lloran a su padre. Una esposa que se siente a la deriva. Unos hermanos  que no entienden  por qué les pasa esto, pero que tienen que ser fuertes y seguir adelante. Y estamos sus amigos de siempre, desconsolados.


Hoy, estuve en el funeral de mi “hermano de vida”.  Escribo estas líneas y mis ojos se llenan de lágrimas; lágrimas de aflicción,  de coraje. Y en mi mente a pesar de tantos sentimientos encontrados, busco y quiero aferrarme a los recuerdos plenos de anécdotas gratas vividas a lo largo del tiempo (porque sólo eso nos queda).

Angela Desiree Palacios B.
angeladesiree18@hotmail.com
@A_Desiree18
Lara - Venezuela

JUAN DE DIOS RIVAS VELÁSQUEZ, EL PODER Y LA PERVERSIÓN

LÓGICAS Y UTOPÍAS

Vivimos en un país caotizado por las perversiones de un poder codicioso, desnaturalizado, inhumano y atolondrado por el amor al dinero verde y al como sea. Lo que planteo Hugo Dvoskin hace un tiempo me sirve de base para esta opinión.  Los términos “poder” y “perversión” convocan al juego de palabras del que no nos privaremos: “la perversión del poder” nos llevaría por los terrenos de la sociología y de la política. Mal que nos contagia a los gobernantes y políticos hoy en Venezuela. 

El referente “poder” no es un concepto definible hoy en Venezuela como algo cerca del bien común y en especial para la gente recta y de buenas intenciones. Utilizando nuestra vivencia y la realidad del día a día tenemos una cosmovisión de hechos desastrosos y herrados en la forma de gobernar y legislar, pero aun peor en la forma como se administra justicia (en especial con los hechos de corrupción y actuar inmoral de los altos personeros públicos “Gobernantes y Diputados”).

Sin embargo, podría formularse “el poder de la perversión” y allí dos cuestiones nos implican: la perversión en tanto diagnóstico de estructura y los efectos del poder en el sujeto. Aquí podría hablarse de sugestión y premeditación, aun cuando nuestro intento sea desplazarnos hacia la cuestión de la “sumisión”. Por esa vertiente llegamos a una cuestión clínica: la transferencia y la dirección de la cura cuyo texto rector lleva las marcas de la cuestión “la dirección de la cura y los principios de su poder”.

Si “el poder de la perversión” nos es atinente es fundamentalmente por los efectos que la suposición de un Otro sin castrar, –digámoslo por su nombre, la suposición de la existencia de Dios–, tiene globalmente en las neurosis a muchos y más específicamente en la obsesión del dinero mal habido en los jerarcas que ostentan el poder.

 “Bienaventurados sean los pobres de espíritu porque de ellos será el reino de los cielos”. “Desde un lugar Otro exterior, ocupado por Dios, le es dado al sujeto un lugar, un lugar insignificante. Partiendo de una adhesión incondicional dada por la fe a dicho orden”. ¿Por qué el reino de los cielos se abriría justamente para aquellos que son pobres de espíritu? ¿Acaso no debería abrirse para los ricos de espíritu? Podría bien tratarse de alguna paradoja o, tal vez, de una verdad sobre el Otro. Pobre de espíritu cabe leerlo aquí como falto de deseo, dispuesto a aceptar aquello que le es propuesto, que es dispuesto, que le es impuesto. Aceptarlo sin oposición, con resignación, eventualmente con fe en cualquier decisión del Otro, siempre sabia. 

Un Otro que sabe, cuyo poder se hace su-misión en el sujeto a quien desde ese lugar le corresponde “los cielos”.

Para Freud el hombre debía enfrentar tres problemáticas centrales. Por un lado, la hiperpotencia de la naturaleza y la fragilidad de nuestro cuerpo. Para ambos, dice Freud, confiemos en la ciencia y la medicina. Por el otro, la insuficiencia de las normas que regulan los vínculos recíprocos entre los hombres en la familia, el Estado y la sociedad. ¿Confiaríamos aquí en las leyes hechas por el hombre corrompido y en “el amor al prójimo cuando tiene valor”? Probablemente no, pues “la cultura política imperante encuentra en la inclinación agresiva en tanto disposición pulsional autónoma y originaria (del ser humano) y (y desnaturalizada con alevosía en el Socialismo del Siglo XXI), el obstáculo más poderoso”. ¿Puede esto cambiar con simples diálogos entre los actuantes en política, economía y los que ostentan el poder? Eso es una esperanza y un camino que hay que intentar para no desatar los demonios de la guerra civil.

Pero el más complejo subjetivamente es el cuarto término, que refiere al quehacer que es atinente a nuestra praxis: como cada quien resuelve la cuestión de la insatisfacción, del goce que no hay. 

Si bien existirían distintas alternativas como sustitución, la religión sería especialmente apta para intentar ese logro –siempre fallido– perjudicando “el juego de elección-adaptación”, imponiendo a todos por igual su camino para conseguir dicha y protegerse del sufrimiento. Su técnica consiste en deprimir el valor de la vida. A este precio, mediante la violenta fijación a un infantilismo psíquico, la religión consigue ahorrar a muchos seres humanos la neurosis individual... difícilmente obtenga algo más... cuando el creyente se ve precisado a hablar de los “inescrutables designios” de Dios, no hace sino confesar que no le ha quedado otra posibilidad de consuelo ni fuente de placer en el padecimiento que la sumisión incondicional”. Del goce que no hay a la sumisión al poder del Otro, la llave es la religión, la religión como discurso y no como praxis. Podríamos postularlo inversamente y llamar discurso religioso a ese texto del sujeto que acepta la sumisión incondicional al poder/saber del Otro. 

Se trata de la posición del creyente, del aquel que tiene “certeza en la creencia” de que en el Otro hay (un) saber al que hay que someterse. Hay quienes intentamos ir por la política de hacer hechos sociales y promover iniciativas sociológicas de bien común. Actuar con cabeza, corazón y coraje. 

En transferencia, hay quienes aseveran que la transferencia es un efecto del sujeto supuesto al saber. Podría formularse que la sumisión es un efecto posible de suponer un saber a alguien, particularmente cuando esta creencia toma la forma de una “certeza en la creencia” o una creencia verdadera. No me refiero a la práctica religiosa organizada bajo la forma del mostrador, y tampoco al Populismo venezolano “te doy, me das”, “te pido, te prometo”, “te hago una ofrenda, recibo” “te doy tanto y tú me devuelves tanto” “te consigo un permiso o un cupo y tú me pagas tanto”. 

Se trata de la práctica robolucionaria que refiere a que “sea como sea y lo que sea lo que pase, es voluntad del Señor Estado”. Forma de atribución de saber que es así se generará en amor de Chavismo. Para el psicoanálisis este amor se leerá como resistencia a las carencias y pobreza; era para Freud un llamado a la interpretación por la dimensión de engaño que supone el amor pues el Otro nada sabe del deseo de cada quien. La religión, demagogia, la hipnosis y la sugestión leerán como verdad esta obsecuencia al bien que el Otro ofrece. La sumisión y el amor transferencial en análisis impiden la revelación de la verdad en tanto dificulta al sujeto escuchar, justo ahí donde para la sugestión se trata de una revelación que el sujeto no debe desoír. En el día a día la caridad es un paliativo y el trabajo es el futuro.

 Este es el momento de pensar que Venezuela necesita un moral cristiana, constitucional y humana sana, virtuosa y compartida por todo el gran conglomerado social que hizo posible liberar a cinco paises Bolivarianos, basta del Bolívar falso y caracterizado para que sirva de sostén a un oprobioso poder y que no sirva para cambiar a un fracaso por unos megalómanos con pasado de prevaricadores.

Juan de Dios Rivas Velásquez
rvjuandedios@gmail.com
inpresjubiladosypensionados@gmail.com
@rvjuandedios
Lógicas y Utopías 
Solidaridad Independiente
Caracas - Venezuela 

ROSA M. ESTABA, UNA CRUZADA DESDE LA PATRIA DE LA PROVINCIA

UNA ASPIRACIÓN REALIZABLE: LA DESCENTRALIZACIÓN

Rescatemos la patria de la provincia, hoy castigada por el oprobioso y anti-histórico centralismo impuesto por la patria mala de Chávez. Desde su aparición, la revolución comenzó a potenciar el presidencialismo y a revertir la descentralización, la bandera que izamos en los años noventa, con el fin de salvar la democracia y dejar atrás la tendencia histórica de 150 años de reducción y vaciamiento de las competencias de los Estados.

Acusada de ser un proceso peligroso y desintegrador, la descentralización es desmantelada para dar paso a un régimen sin contrapeso alguno y que descansa en la más perjudicial concentración de poder. El Gobernador de cada Estado, en extremo subordinado a Caracas, terminó quedando como jarrón chino divorciado de los ciudadanos bajo su administración. El ejercicio de la democracia participativa se pulveriza en razón del improvisado montaje del Estado Comunal del Socialismo del Siglo XXI, a partir de formas organizativas en inevitable descomposición: consejos comunales, comunas, unidades productivas socialistas, empresas expropiadas, etc.

Ante el caos resultante, la patria de la provincia clama por Gobernadores demócratas, que enfrenten el autoritarismo, la hegemonía de las decisiones y la reproducción de los males propios de la dedocracia. Los ciudadanos ya han comprendido lo que significa apostar por individuos culpables de la reproducción de flagelos propios de un modelo que, al empobrecer los niveles de democracia, nos retrotraen a la Venezuela del siglo XIX: corrupción, ineficiencia, compadrazgo, formación de tribus, miseria.

En respuesta a ese clamor, deberíamos emprender una cruzada desde la patria de la provincia. Deberíamos empujar un movimiento de presión que, teniendo como eje a los partidos políticos y como fortaleza a la sociedad civil, se plantee articular plataformas sociales dinámicas, plurales e incluyentes que busquen conquistar el corazón de la gente y canalizar las expectativas de cambio, despertando la esperanza en la construcción de un sistema democrático genuinamente sustentado en el poder de los gobernadores.

Los resultados electorales del 6D 2015 pusieron en evidencia la existencia de reservas democráticas que se pueden multiplicar, si la cruzada es encausada conforme a una agenda dirigida a evocar las bondades de contar con un Gobernador comprometido con sus responsabilidades y dispuesto a luchar para que se retome el detenido y revertido proceso de transferencias de competencias desde Ejecutivo Nacional hacia los Estados.

La agenda ha de exaltar las justas reivindicaciones a obtener si, por ejemplo, les devolviéramos a los Estados la administración de las carreteras, autopistas, puertos y aeropuertos, funciones que, además de importantes fuentes de ingreso, son de la "competencia exclusiva" de los Estados, según reza en el artículo 164 de la Carta Magna.

También ha de hacer valer el artículo 157 de la misma Constitución: “La Asamblea Nacional, por mayoría de sus integrantes, podrá atribuir a los Municipios o a los Estados determinadas materias de la competencia nacional, a fin de promover la descentralización”.

Es decir, podríamos poner a la gente a soñar con la eficiente prestación de un sinnúmero de servicios perversamente concentrados por el Poder Nacional, si logramos pasarlos a manos de los Estados: obras públicas, administración de riesgos y urgencias, políticas de sanidad, vivienda, ambiente, turismo y ordenación del territorio, políticas y servicios de salud y educación o régimen de servicios públicos domiciliarios, en especial, electricidad, agua potable, y gas.

Con una cruzada que desde la patria de la provincia abogue por la descentralización, ganaríamos el músculo necesario para exigir ante el CNE el cumplimiento de las ya vencidas elecciones regionales.


Si comenzamos con la celebración de primarias para la escogencia de candidatos y no olvidamos que no es posible cerrarle el paso a un pueblo que quiere elegir, la cruzada cristalizaría en un invencible enjambre, conscientemente organizado y diseminado cual polvo transportado por brisas libertarias a lo largo y ancho de la geografía de cada Estado.

Rosa M. Estaba
rosaestaba@gmail.com 
@rosaestaba
Caracas-Venezuela

JESÚS ALBERTO BARRIOS R., AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

ASÍ  LO  CREO…

Desde hace años se viene planteando la necesidad de que el gobierno asigne los recursos suficientes a las universidades nacionales. 

Todos los años terminan bajo presiones aprobando unos créditos insuficientes que no resuelven el problema de fondo. 

Se trata del cerco presupuestario impuesto que empobrece la calidad educativa y de investigación, y envilece la calidad de vida de profesores, empleados, obreros y estudiantes. 

Hace uso y abuso del poder del Estado al imponer una empresa de seguros vinculada  al sector militarista, como consecuencia de intereses distintos a la autonomía universitaria. 

Las universidades se quedan sin docentes y estudiantes debido a la crisis del país, expresó la profesora Cecilia García Arocha, rectora de la UCV; señaló que hasta el 15% de los estudiantes se han retirado y 35% de los profesores activos. 

Se hace indispensable y urgente abordar con toda seriedad la realidad de las universidades. Esta situación se agravó con posiciones radicales que adelantaron políticas de debilitar a las instituciones de educación superior y provocar un colapso universitario. 

El bloqueo jurídico a través del acoso del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y luego el arbitrario sistema de ingreso universitario, acorraló más a las universidades autónomas. 

Se trata de imponer la hegemonía política-cultural del guión cubano a las universidades porque estas instituciones son instrumentos esenciales para vencer la penumbra y ganar un puesto de dignidad e independencia. 

No tendremos  buenas universidades, mientras no tengamos profesores bien pagados, buena estructura e investigación de primera. 

Hay de verdad, un elemento económico implícito en la crisis universitaria, sin embargo los sectores universitarios tienen muy claro que el juego del régimen es la desaparición del concepto de autonomía y pluralidad, porque existe la autodeterminación en la orientación académica y en su dotación humana y científica, en lo administrativo y económico, frente a cualquier institución pública. 

La autonomía no está sujeta a circunstancias ni a gobiernos, ni a proyectos ideológicos. Porque la universidad existe mientras exista autonomía. No cuando decida  el presidente o el régimen, porque la Universidad es autónoma.

Jesús Alberto Barrios R.,
jesusalbertob@hotmail.com
@jesus_albertob
Instagram/twitter: @jesusalbertob
Carabobo - Venezuela

CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, CON LAS NUEVAS POLÍTICAS DE TRUMP, LATINOAMÉRICA SE VICTIMIZA, DESDE COSTA RICA

MIRAR LA PAJA EN EL OJO AJENO

A propósito de la entrada del nuevo presidente de los EEUU a la Casa Blanca y de sus decisiones en asuntos internacionales sobre todo lo concerniente a México, su vecino del sur, hemos visto en los medios de comunicación y en las redes sociales una lluvia de titulares con noticias pesimistas, catastrofistas y comentarios xenofóbicos contra el país del norte procedentes de toda Latinoamérica en respuesta a declaraciones similares de parte del nuevo mandatario de los EEUU, sin reconocer, eso sí, que la mayoría de los problemas que tiene hoy día  Latinoamérica, han sido producto de sus propios desaciertos como veremos más adelante.

Entiendo que a los latinoamericanistas o regionalistas no les guste este comentario, espero que me disculpen, pero es que quien esto escribe se siente ciudadano del mundo, es libertario, humanista, está de acuerdo con la globalización de iguales y no siente el nacionalismo como otros, por lo que observa las cosas con una óptica diferente y siente la necesidad de escribir al respecto.

Todos los habitantes de este continente han tenido las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse, Latinoamérica tuvo una enorme ventaja sobre los EEUU y no la aprovechó, esta ventaja fue la educación, recuérdese que en Latinoamérica se instauraron las primeras universidades 100 años antes que el país del norte razón por la cual deberíamos estar al frente del desarrollo, no se logró y en lugar de ellos se victimizó. 

En psicología la VICTIMIZACIÓN se refiere a una posición tóxica que adopta una persona que se considera víctima de situaciones que exagera y no necesariamente lo victimizan, poniéndose en el centro de ataques que no siempre lo son. La victimización es una forma negativa de llamar la atención sobre sí mismo, una actitud de autocompasión y lástima marcada por la percepción de que el mundo está en su contra. http://quesignificado.com/victimizacion-2/

Esos latinoamericanos que se victimizan arrastran todavía complejos y resentimientos sobre cosas que sucedieron hace más de 500 años, se sienten víctimas y victimizan a sus países por lo que ocurrió en la colonia, como todas las personas que se sienten víctimas buscan siempre a un culpable de todos sus desaciertos, los latinoamericanos no supieron escoger el modelo político y económico correcto que impulsa el progreso y desarrollo, todavía al día de hoy se niegan hacerlo, por ejemplo en el campo de la educación nos quedamos atrás, el emprendimiento, los inventores y las patentes escasean y en el campo político y económico hemos sido sujetos de POLÍTICOS ESTATISTAS MERCANTILISTAS que nunca les importó el pueblo, si lo hubiesen querido, habrían optado por redactar constituciones basadas en principios como la que tiene los EEUU con más de 200 años de vigencia y las cosas serían muy diferentes.

Jean-François Revel nos explica en el prólogo de la obra de Carlos Rangel, Del Buen Salvaje al Buen Revolucionario (1976)  entre otras cosas que “Cuando en 1776 se declara la Independencia, los estadounidenses no plantean un rompimiento total con los británicos. Mantienen relaciones, tratos y hasta tradiciones. “No por rechazar la tutela política de Inglaterra, los norteamericanos dejaron de reconocerse como beneficiarios y continuadores de la civilización inglesa. En cambio, en Latinoamérica ocurrió lo contrario, se “quiso eliminar por completo una herencia española que constituía, sin embargo, su única cultura. En nuestra región, la guerra de la independencia fue “una llamarada de odio antiespañol, una cólera violenta de hijos demasiado largo tiempo sometidos, un sacrificio ritual del padre”. http://es.panampost.com/orlando-avendano/2016/07/20/por-que-latinoamerica-no-ha-sido-tan-prospera-como-estados-unidos/

Ricardo Valenzuela recientemente escribió: “Debemos entender y aceptar que México es un proyecto defectuoso y se tiene que reinventar. Si no fue destruido por la revolución, Echeverría, el Jolopo, Azcárraga, los empresarios estatistas, los sindicatos de Pemex y maestros. Tal vez en lugar de la invisible mano del mercado, llegue la visible mano de Trump para quemar lo que es defectuoso e inútil, y de esa forma México reviva sobre bases sólidas, pero de la mano de los mexicanos de buena fe, no del gobierno”.
https://opinionsonora.com/2017/01/26/reflexiones-libertarias/

¿Cuánta culpa tienen todos esos políticos que gobernaron los últimos 100 años? En México, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) mantuvo el poder de manera hegemónica entre los años 1929 y 1989, 60 años, suficientes para transformar una nación, sin embargo no lo hizo, por lo que ese partido político tiene la mayor responsabilidad de que el país no se convirtiera en una nación próspera como Singapur o Corea del Sur. En Cuba, el comunismo impuesto por los Castro ha permanecido por 50 años y el país se congeló en el tiempo, la miseria está por todos lados. En Venezuela el modelo chavista tiene quebrada a esa nación, y la lista continúa, en otros países en épocas pasadas los dictadores eran los que gobernaban, en Costa Rica tenemos 60 años de estatismo. ¿Cómo prosperar rápidamente en esas condiciones?

En estos momentos en que el nuevo presidente de los EEUU pretende ajustar  -o eliminar-  el acuerdo comercial que tiene más de 20 años de vigencia, que confirmó su deseo de continuar con el levantamiento de un muro que lleva ya  22 años de estar construyéndolo para evitar la entrada de ilegales por su frontera, los mexicanos se victimizan y los latinoamericanos los secundan sin reconocer una vez más, que la mayoría de los problemas de estos países no tiene nada que ver con “el imperio”. Al momento empiezan a escucharse las voces antimperialistas típicas de victimización, Nicolás Maduro ya despotricó al mejor estilo chavista contra las acciones tomadas por el presidente número 45 de los EEUU contra México, estamos seguros que pronto empezarán a salir declaraciones similares de todos los países del Alba y de toda la izquierda Latinoamericana.

Cuando Latinoamérica comprenda que el país más poderoso del mundo no es su enemigo y piense más bien en formar junto con EEUU y Canadá -ambos países exitosos- un gran bloque llamado “La Comunidad Americana” como lo sugerimos en un comentario anterior, el continente con 1000 millones de habitantes, se podría convertir en una de las regiones más poderosas del planeta.


Carlos Vilchez Navamuel
carlosvilcheznavamuel@gmail.com
@carlosvilchezn  
Costa Rica

PACIANO PADRÓN, ANTE LA DESESPERANZA, “I HAVE A DREAM”

HAY RAZONES PARA LA ESPERANZA

Tengo un porfiado optimismo y una terca esperanza de que Venezuela va a cambiar. La desesperanza es el camino que el régimen nos construye, es la posición en la que la dictadura quiere colocarnos. Un pueblo desesperanzado no tiene vida, no vislumbra salida, en consecuencia, no lucha y se entrega.

Martin Luther King, líder por la igualdad racial y los derechos civiles de la América negra, como todo verdadero líder, es sembrador de esperanza, amante de la vía pacífica, es firme y sin dobleces en el camino. Todos en algún momento, o tal vez varias veces, hemos leído su inspirador discurso “I Have a Dream”, “Yo Tengo un Sueño”, sembrador de esperanza e inyector de entusiasmo para la lucha. Al pie del monumento a Lincoln, en Washington D.C., el 28 de agosto de 1963 y ante una multitud de 250 mil almas se le escuchó decir: “Venimos a recordar la feroz urgencia de la hora”. El líder recuerda que la lucha es hoy, el momento es ahora, lo que bien vale para nosotros en la Venezuela que tenemos: “la feroz urgencia de la hora”.

“Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo”. Qué frase más acertada para nuestra hora, no vale el enfriamiento ni el poco a poco. Digámoslo con palabras de King: “Ahora es el tiempo de elevar nuestra Nación de las arenas movedizas de la injusticia hacia la sólida roca de la hermandad… Sería fatal para la nación el no percatar la urgencia del momento”. Debemos tener claro en esta hora fatal para Venezuela -mala como ninguna otra en nuestro recorrido como pueblo- que no puede haber descanso ni tranquilidad para la alternativa democrática, para quienes queremos cambio, hasta que pasemos la página de esta pesadilla.

El carismático Dr. King invita a la lucha pacífica: “Hay algo que debo decir a mi gente… no saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio, debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad, no debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física”. Lucha pacífica, lucha, no burbujas, lucha firme y sin perder la esperanza.

Dijo el líder espiritual negro, el Pastor King: “No nos deleitemos en el valle de la desesperación, pese a las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño”. Todos debemos tener un sueño y cultivar nuestro sueño.

No pueden un Maduro o un Diosdado, por solo mencionar a dos de los actuales responsables de nuestros males, hundirnos en la desesperanza, habrían ganado ellos, habría perdido Venezuela. “Con fe seremos capaces esculpir de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza”,

Y continúa King: “Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad”.

Preguntamos, ¿hay razones para el desaliento? Por supuesto que sí, pero también las hay para la esperanza. No debemos cultivar el pesimismo, si bien es sobre bases reales que debemos marchar hacia la conquista del cambio.

Yo no quiero que seamos pastores de nubes, quien pastorea nubes nada cosecha. Analicemos el panorama con realismo, sí, y con esperanza también. A nuestro lado está la historia, con nosotros el 95,6 % de los venezolanos desaprueba la hora actual de Venezuela. El 80 % quiere cambiar el régimen. La inteligencia está de nuestro lado y el tiempo también, al proyecto chavista se le acabó la hora, el sol pega sobre sus espaldas y, como si fuera poco, Dios está al lado del bien y de las causas nobles. Está con nosotros.

Seremos libres, somos un país inteligente que se va a encauzar nuevamente por el camino de la democracia y el respeto, por el sendero del desarrollo y la calidad de vida para todos. Levantemos el corazón y las banderas de lucha. No quiero escuchar más “estamos perdidos”, “no se puede”, “no nos van a dejar”, “estoy cansado de marchar”, “yo no vuelo pa’la calle, “a mí que no me vuelvan a llamar”. La desesperanza afianza la tragedia, la esperanza nos monta en el camino del triunfo.

Adelante siempre, “Yo tengo un sueño”, seremos libres pronto. Esto se acaba. No aflojemos ni debajo del agua.

Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano
Miranda - Venezuela

NELSON CASTELLANO-HERNANDEZ LA DUDA METODICA, DESDE FRANCIA

TAL VEZ NOS ENCONTRAMOS DORMIDOS CUANDO 
NOS PARECE ESTAR DESPIERTOS

Reconozco que pensé en el tema, motivado por el escepticismo que me produce la realidad venezolana. Reunido con analistas políticos franceses, cartesianos en su manera de ver la vida, no encontraba palabras para explicar lo injustificable.

Como aclarar el por qué estamos así, como hacerles entender que un país petrolero ha llegado a donde hemos llegado, sin reaccionar de manera contundente.

La realidad nos lleva a dudar de todo, de un gobierno en el que nunca creímos, de una oposición alejada del afecto del pueblo, sin cuestionarse porqué; con una sociedad, que se presenta resignada, apática y sometida. Asqueado de un sector de la sociedad, frívolo, haciendo dinero fácil a través de negocios turbios, con un gobierno en el que no cree, pero que le permite enriquecerse de manera rápida, grotesca e ilegal.

Pero sobretodo indignado ante al entreguismo de las fuerzas armadas venezolanas, coparticipes de la injerencia castrista en el gobierno, acusada de participar en el narco tráfico y el contrabando fronterizo, acumulando privilegios políticos y económicos, mientras el pueblo muere de mengua.

Pensé en el método de Descartes como recurso para comprobar donde se encuentra lo real, algo que me sirviera de base para un análisis objetivo y veraz. Con la esperanza de que la duda funcionara para superar el escepticismo y permitir encontrar una proposición que resista las dudas posibles.

Como explicar que un país que se cae a pedazos, sin hospitales que funcionen, donde el pueblo no consigue comida ni medicinas, donde el valeroso alcalde de Chacao se ve obligado a denunciar, que los delincuentes que ellos detienen, son liberados por representantes del régimen, el ministerio público, el sistema judicial controlado por el gobierno o el sistema carcelario nacional… y aquí no suceda nada.

Con un país en manos del hampa, gracias a un 85% de impunidad. Sumido en la pobreza, con un sistema de producción arruinado, consecuencia de una política de Estado basada en la persecución a la empresa privada… como justificar que la gente se ponga a hacer cola de manera resignada, para sacar un carnet con el cual acepta un sistema de racionamiento y control personal a cambio de que le entreguen una limosna y así tranquilo, aceptar ser chantajeado.

Una Venezuela donde el cinismo político es público y descarado, y permite al vicepresidente de la República, Tareck El Aissami mandar el mensaje: Carnet o nada y donde el vicepresidente del partido de gobierno Diosdado Cabello, amenaza con declarar ilegal el partido del emblemático preso político Leopoldo López… y que nadie reaccione.

Como puede vernos un ciudadano formado dentro de un sistema democrático, con sindicatos fuertes, que sabe que en su país el despido injustificado de un pequeño número de empleados puede causar un colapso social. Con cual argumento podría hacerle entender, que un payaso-presidente despida a 22.000 empleados desde un programa de televisión, con un pito y la gritería indecente de la incultura entronizada en el poder.

Solo en el 2016 se perdieron un millón de empleos y en este primer semestre del año, ya se habla de 400.000 empleos menos. Ante el catastrófico panorama me preguntaba ¿Dónde encontrar la respuesta a la crisis?

La propuesta de Descartes me servía para canalizar todas mis dudas, su respuesta es completamente radical, debemos dudar de aquello que vemos que es falso, pero también de lo cual podamos plantear alguna duda y admitir como verdadero sólo lo que se presente ante mi mente con absoluta claridad y distinción, es decir que es evidente.

En un momento de la duda Descartes considera que tal vez nos encontramos dormidos, cuando nos parece estar despiertos. En consecuencia, podíamos dudar de los sentidos y de la razón, podíamos dudar de la existencia de los cuerpos, de las otras personas, de sus mentes, de las verdades de la experiencia ordinaria y del sentido común, inclusive dudar de las ciencias.

Su objetivo era encontrar verdades absolutamente ciertas, de las cuales no podíamos dudar en absoluto, verdades que nos permitieran fundamentar la edificación del conocimiento con absoluta garantía.

Este método le sirvió para el descubrimiento del “cogito”, concepto que expresa la primera verdad, la verdad plena y absolutamente cierta: “pienso, luego existo”, por lo que podemos aceptar que existimos, y que existimos como seres pensantes.

La conclusión general de su método es que existe mi cuerpo, mi alma, como cosas distintas, existen los cuerpos físicos, las otras personas y existe Dios, porque ante la imperfección y dependencia de mi ser existe también la idea de un ser perfecto.

De alguna manera Descartes nos permite la “recuperación del mundo”, que habíamos perdido como consecuencia de dudar de todo, el “cogito ergo sum” además de un criterio de verdad objetivo, nos permite la claridad y la distinción.

La que va a servirnos para la aceptación del otro ser pensante, por imperfecto que sea. Probablemente de ese reconocimiento del otro, es que puede surgir la unión de las personas de buena voluntad, de todos aquellos que han comprendido la necesidad de hacer algo y de hacerlo juntos.

Es necesario un cambio, es necesario mantenerse unidos para enfrentar los factores de desmoralización del régimen, sus campañas sucias para desprestigiar instituciones que no controlan y para destruir la esperanza de los venezolanos.

Pero es necesario dejar de lado los intereses personales y políticos, que percibimos claramente en determinados actores políticos, solo recuperando el respeto y el reconocimiento de todas las personas, es que recuperaremos la fe en los hombres.

Es necesario un solo frente, llámenlo Patriótico, Moral y Democrático, mucho más amplio, donde el mundo político comparta con el intelectual, el universitario y académico. Donde pueblo, políticos, estudiantes, trabajadores, empresarios y la iglesia, nos hablen con un mensaje común, visionario, simple pero experimentado, pero sobre todo, sin ambivalencias, valiente y decidido.

El gobierno sabe lo que está haciendo, su objetivo es atemorizar, violentar, presionar y chantajear. Destruir y obstaculizar la salida democrática, es tiempo de aceptar los errores, de emendar injusticias y de emprender de nuevo el camino de la libertad, la patria espera por cada uno de nosotros.

Todos tenemos la obligación de participar en la transformación del país. En el camino los que quieran marginar serán marginados, los que obedecen a intereses personales… olvidados; los politiqueros, titiriteros, palanqueados y traidores… denunciados e ignorados. El compromiso nacional es de todos, nada ni nadie deberá separarnos de la senda para salvar a Venezuela.

Nelson Castellano-Hernandez
nelsoncastellano@hotmail.com
@VFutura
Venezuela-Futura,  
Francia

LUIS MANUEL AGUANA, EL GRAN CAMBIO

POR EL PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO

De Rafael Gallegos Ortiz, rescato las siguientes líneas: “La copla al alzado Joaquín Crespo de su subalterno Narciso Camero, se baja del rocinante y retrata a cuerpo entero –sin enjalma y hasta sin ropa interior- a tantos políticos venezolanos de ayer y de hoy y quisiera Dios que no de mañana: Hombre que tiene talento / brinca pa’lante y pa’trás, / y como yo no lo tengo, / brinco pa’lante no más…” (1).

Que increíble que desde el tiempo de Joaquín Crespo a esta parte, aún esta copla retrate todavía con descarnada exactitud a la clase política venezolana. Los que tienen talento giran y giran en torno a múltiples maneras de hacer las cosas, van “pa’lante” y “pa’tras” sin decidirse nunca porque estudian todas las opciones; y aquellos que no lo tienen simplemente van “pa’lante” porque no les queda otra alternativa.

No en vano Paulo Freire, quien fuera uno de los educadores y filósofos más influyentes de Brasil y Latinoamérica, indicaba: “El  problema de América latina, es que mientras el sabio duda, la ignorancia actúa”. Entonces la lección aquí, desde Cipriano Castro hasta nuestros días, es que debemos tener cierta dosis de audacia y brincar “pa’lante” y actuar aunque dudemos, así no tengamos todos los elementos en las manos.

Ese accionar del ignorante tiene hondas raíces en nuestra cultura. Explica a Chávez y mucho de lo que nos está pasando, entre otras cosas porque la gente necesita respuestas inmediatas y los problemas son complejos. El Proyecto País Venezuela no es un compendio de todas las respuestas. Pero es el primer paso para discutir entre todos el país que queremos. No es una verdad incontrovertible, ni un dogma; es un sueño, es la maqueta de una nueva casa para vivir que ponemos a la orden del país para discutirla. Una vez discutida entonces vendrá la segunda parte de esta historia que no es otra cosa de fajarnos a construirla entre todos.

Algunos creen que allí se debería hablar de economía o “de que va a vivir el país”, cometiendo el error de pensar que el Proyecto es un programa de gobierno. Primero deben existir los cimientos de la casa, la disposición primaria de las cosas, la estructura política fundamental donde se van a desenvolver los actores sociales. Esa estructura en la actualidad está severamente dañada y es por eso que la casa se nos está cayendo encima, haciéndose necesario hacer otra con urgencia. Para eso es la Asamblea Nacional Constituyente. La economía que se desarrolle en esa casa, luego de construida, dependerá de esas definiciones fundamentales, como por ejemplo la primacía de las libertades políticas (ver La Primacía de las Libertades Políticas, en http://ticsddhh.blogspot.com/2015/07/la-primacia-de-las-libertades-politicas.html).

Pero en un país lleno de necesidades como el nuestro, no de ahora sino de siempre, las decisiones se han tomado sin pensar, porque siempre hay algo urgente que resolver. Antes lo eran las necesidades agobiantes de un pueblo al que nunca le han cumplido, aun teniendo con que hacerlo, y ahora –de nuevo- sufriendo ese mismo problema solo que agravado exponencialmente y sin tener con que hacerlo. Y si no pensamos agravamos más sus necesidades.

Y en ese escenario de urgencias llegan unos locos soñadores a decir que “hay que cambiarlo todo” con una Constituyente. Por eso es que nos gana siempre el que “brinca pa’lante no más”. Y lo duro de la realidad es que hay que cambiarlo todo. No solo un cambio sino un Gran Cambio, un cambio tan grande que incluya cambiarnos a nosotros mismos. ¿Será posible hacerlo en la Venezuela de hoy? Tendremos que hacerlo si queremos salir de esta pesadilla interminable. Demasiada ignorancia de lado y lado. Demasiada mala calidad en la dirigencia. Pero esa ignorancia y mala calidad actúa  como efectivamente lo padecemos, porque nadie que tenga Poder se lo dejará arrebatar y menos por alguien que proponga algo nuevo. Y es por eso que debemos actuar, haciendo un balance entre lo que tenemos, aunque no esté completo, y las consecuencias de no actuar ya.

De una hermosa película que vi hace poco me encantaron unas frases que sentí significativas en el grave contexto de lo que nos pasa en Venezuela: Hay dos lobos que siempre están peleándose, uno es oscuridad y desesperación, el otro es luz y esperanza. ¿Qué lobo gana? Al que le das de comer…Hemos alimentado el lobo de la oscuridad y la desesperación desde que estos delincuentes se apoderaron de Venezuela. Ya es hora de empezar a alimentar al otro lobo, el de la luz y la esperanza. Pero eso no es fácil.

Requiere de hacer un esfuerzo adicional. Requiere de darles una oportunidad a otras personas que salen nuevas al escenario político con propuestas alternativas, más allá de apoyar lo mismo de siempre. Requiere de preguntar, de indagar qué es lo que proponen, de ir a su encuentro y de convencerse. De leer y averiguar en detalle cual es su alternativa y finalmente darles un voto de confianza. No es fácil porque ha habido demasiadas decepciones, pero no hay que rendirse. Hay que seguir teniendo esperanza porque solo de allí nace la luz. No hay nada más fácil que rendirse y nada más difícil que tener ideas nuevas para solucionar un problema.

Es por eso que convocamos a los venezolanos a un Gran Cambio, no solo de las estructuras políticas del país que nos generen un Pacto Social estable para las próximas generaciones, a través de una nueva Constitución basada en un nuevo Proyecto de País, sino de la manera en cómo nos vemos a nosotros mismos y como ejercemos nuestra ciudadanía. De abandonar la oscuridad y la desesperación por la luz y la esperanza. De movilizarnos sin abandonar el análisis. De que los sabios actúen por encima de los ignorantes. De que los hombres de talento cambien y “brinquen pa’lante no más”. Comencemos por cambiar la manera en como ejercemos nuestra Soberanía. Convoquemos al Poder Constituyente Originario como el primer paso para quitarle a la ignorancia la iniciativa de actuar, reivindicando el talento y la sabiduría como los cimientos del gran cambio que se merece Venezuela.


(1) Rafael Gallegos Ortiz, San Juan Vicente Gómez, ISBN 980-07-3233-0, Pág. 5,1996

Luis Manuel Aguana
luismanuel.aguana@gmail.com
@laguana
Caracas - Venezuela