domingo, 5 de marzo de 2017

CARLOS BLANCO, "MUD: REHABILITACIÓN DIFÍCIL"

¿FIN DE UN CICLO?

La MUD ha anunciado su reestructuración como resultado de la crisis que la atrapó desde el año pasado. Uno de los elementos fundamentales es la salida de su secretario ejecutivo, Chúo Torrealba, sin que formalmente se sepa por qué sale de ese cargo: ¿qué no hizo bien? ¿Qué ha debido hacer y no hizo? ¿Fue por el “diálogo”? ¿Y los que lo acompañaron? ¿Por qué es mejor una secretaría colectiva que una individual?

Ahora hay tres nuevos secretarios y el coordinador general. Iban a ser figuras más o menos administrativas y los voceros serían, en forma rotativa, los jefes de los partidos. Lo cierto es que no se ha cumplido ni una cosa ni otra. Los nuevos secretarios aparecen con frecuencia en los medios porque son figuras públicas; y los voceros partidistas hablan en nombre de sus partidos, pero no de la MUD reloaded.

Además se ha consagrado un reglamento absurdo por antidemocrático: unos partidos son más iguales que otros, con mayor número de votos que otros, a los que se estima minoría. En vez de hacer buena la idea de “un ciudadano, un voto” y “un partido, un voto”, la cosa pasa a ser lo mismo de antes: tres o cuatro partidos deciden y los demás son… minoría, con el sustento de algunas encuestas. Por cierto, sin tomar en cuenta que la democracia es el sistema en el que se impide la tiranía de la mayoría mediante el respeto hasta de la más ínfima de las minorías.

En fin, la MUD parece haber finalizado su ciclo, con éxitos y derrotas, como le ocurrió a la Coordinadora Democrática.

El problema de fondo es el de los objetivos. Hay un sector que considera útil cohabitar con Maduro y su régimen, que utiliza la mampara del “diálogo” y afirma: O dialogamos o nos matamos. Saben que el régimen solucionó esa disyuntiva hace rato, pues el gobierno “dialoga” y mata al mismo tiempo. Existen otros que están en una posición opuesta y son los que querrían que el régimen terminara ya; a su vez subdivididos en dos: los que no lo ven posible o aprecian que el esfuerzo para lograrlo es muy empinado, se decantan por unas elecciones de gobernadores, con la esperanza –sin fundamento conocido– de que van a tener lugar pronto. Y los otros, que piensan que hay que unir todas las fuerzas para la salida inmediata del régimen, en el entendido de que si no se procura este objetivo, las elecciones regionales en las que ganaría la oposición y hasta el cambio de régimen en 2019 se irían por la alcantarilla.


Estas contradicciones, lejos de ser una tragedia, más bien crean el ambiente para que surja una verdadera unidad para ponerle fin al régimen.

Carlos Blanco G.
@carlosblancog 
www.tiempodepalabra.com
El Nacional
Caracas - Venezuela

MARÍA TERESA ROMERO, OPTIMISMO EN AMÉRICA LATINA: SE DESMORONA EL ENGAÑO DEL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI

Afortunadamente América Latina
esta despertando del letargo socialista 
(Taringa).

Pisando el tercer mes de este 2017,  una buena parte de los países de América Latina empiezan a mostrar resultados económicos que, si bien no llegan aun a óptimos niveles para lograr un crecimiento real de sus respectivas economías, sí denotan que los gobiernos han comenzado a deslastrarse de la rémora que en años pasados significó la influencia del llamado socialismo del siglo XXI y sus nefastas consecuencias. Me refiero al populismo y al autoritarismo, así como de las medidas económicas que en nada contribuyeron al crecimiento de la región.

Son varias las naciones que en los inicios del presente siglo se dejaron seducir, ¿o comprar?, con las ideas que el teniente coronel Hugo Chávez implementó en la otrora pujante y democrática  Venezuela.

Unos países que pasaron a tener gobiernos populistas  y demagogos, que con consignas y discursos de pretendidas defensas al pueblo desarrollaron políticas y medidas económicas que, lejos de permitir el avance y desarrollo de sus sociedades, empobrecieron a las mayorías, mientras que las cúpulas gobernantes y sus colaboradores cercanos se enriquecieron como producto de la corrupción.

Allí están los ejemplos de Brasil, Argentina, Perú, Nicaragua, Ecuador y  Bolivia, por mencionar algunos de cuyos pueblos se dejaron cautivar con aquellos cantos de sirenas, abrazando las ideas del fracasado militar caribeño, a su vez seducido y manipulado por el cubano Fidel Castro, a cuyos pies colocó los ingentes recursos venezolanos, para el empobrecimiento de sus connacionales, quienes hoy sobreviven entre la basura, la escasez y  la falta de atención médica. 

Tal vez el primer país que se comenzó a alejar de gobiernos populistas fue Perú, que en 2016 se decantó por el liberal Pedro Pablo Kuczisnky (PPK), quien presentó un plan de gobierno que claramente se alejaba de medidas efectistas propias del gobierno izquierdizante que lo precedió.

El eje de este gobierno se centra en fortalecer la economía, atraer la inversión privada y mantener a raya los niveles de inflación para sostener el ingreso de los peruanos. En materia de política exterior PPK se declaró alejado de las teorías del socialismo impuestas en Venezuela y se pronunció claramente a favor de los grupos que adversan al gobierno de Nicolás Maduro y en apoyo a los presos políticos venezolanos.

Brasil, el llamado gigante suramericano, que en las dos últimas décadas estuvo gobernada por tres gobiernos populistas surgidos del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) fue un fiel sostenedor de las políticas implementadas por Hugo Chávez y su sucesor.

Luego de sorprendentes revelaciones de corrupción en la empresa estatal petrolera que salpicó a dirigentes tanto del gobierno como del poder legislativo y el sector privado, el país inició un proceso que culminó en un juicio político a la Presidenta Dilma Rousseff que terminó en su destitución.

Si bien el principal escollo por el que pasa Brasil es su inestable gobernabilidad, toda vez que el presidente  Michel Temer, quien sucedió a la presidenta destituida, no goza de toda la confianza de parte de los brasileños, eso no ha sido obstáculo para que el país haya comenzado un período de recuperación económica que lo encamina a superar la recesión en que había caído los tres últimos años.

De  hecho, los más conservadores pronósticos de organismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial dan buenas notas para el desempeño económico iniciado en Brasil, una vez que se alejó de gobiernos populistas y socialistas como los encarnados por Lula da Silva o Dilma Rousseff.

Pero el mejor ejemplo hasta el momento lo representa Argentina, que desde que dejó a un lado los 12 años de la dinastía Kirchner que sumió al país en una vorágine de inflación, contracción económica y déficit fiscal, producto de políticas populistas semejantes muchas a las implementadas en la Venezuela chavista.

Luego de la elección de Mauricio Macri en 2015, quien está corrigiendo el rumbo de la economía, el país enfrenta mejores cifras tanto en el producto interior bruto como mejoras en inflación y en particular en inversión privada internacional, luego de años del nacionalismo exacerbado del gobierno anterior. La reciente y exitosa gira emprendida por el presidente Argentino en España, que era el principal inversor antes de Cristina Kirchner, es un buen ejemplo de esta corrección en la senda económica.


No cabe duda de que la ruta emprendida por varios países latinoamericanos, finalizada la era del socialismo del siglo XXI que intentó imponer Hugo Chávez tanto en Venezuela como en la región,  promete una etapa de crecimiento para la economía suramericana, una vez superadas las políticas populistas y atrasadas emprendidas por aquellos gobiernos influenciados por el fracasado militar venezolano. Es de esperar que pronto  sea la propia Venezuela y los países que aún se agarran del fracasado modelo bolivariano, la que logre salir de esta funesta situación.

Maria Teresa Romero
matero1955@gmail.com
@mt_romero
Caracas- Venezuela
Estados Unidos

ANTONIO JOSÉ MONAGAS, “¡ESO ES POLITIQUERÍA, CAMARADA!“

PIDO LA PALABRA

Hoy, por “política” apenas se tiene un poco menos que su recuerdo. O sea, postulados sin fuerza para elevar las razones por encima de las emociones.

Aunque la política se haya entendido como el ejercicio del poder tras la búsqueda de un fin trascendente, su concepción sigue sin complacer a todos. Desde Aristóteles, el estudio de la política constituye uno de los pivotes desde donde es posible apalancar el mundo. Ya Nicolás Maquiavelo pudo demostrarlo cuando escribió “El Príncipe”. Max Weber también procuró lo suyo desde la sociología toda vez que estudió la política desde la perspectiva del Estado. Karl Marx, también se planteó la misma necesidad cognitiva e intelectual. Sólo que éste abordó el problema de conceptuar la política, desde la crítica que hace de la sociedad burguesa y del Estado burgués. Sin embargo, no fue sino hasta que Hannah Arendt propuso un concepto de política que de alguna manera llegó a allanar una parte del laberinto que vino ampliándose a medida que la vida del hombre, en medio del trajín social en el que se permitió manifestar sus angustias políticas, alcanzó a complicarse sin control mayor que el que propiciara la propia dinámica política.

Arendt hizo ver por política “la vigencia, renovación y proyección de la polis como el espacio público provisto de libertad, igualdad, pluralidad, universalidad, no violencia; acción, comunicación e interacción de los seres humanos que son capaces de hablar y actuar continua y conjuntamente”. Sin embargo tan pertinente formulación, pudiera ser objeto de alguna reconsideración obligada por las vivencias políticas que, desde la década de los cuarenta del siglo XX, se han tenido. Y que por lo tanto, sin duda alguna, durante ese tiempo que ocupa hasta el presente, han estallado no sólo viejas categorías de comprensión. También, obcecadas formas de adecuar variables de coyuntura a determinaciones actuales.

En consecuencia, luciría propio pensar en su concepción de cara a las realidades vigentes. Habida cuenta que la política, lejos de conciliar posturas encontradas y reforzar mecanismos de integración que consoliden esfuerzos adelantados por actores mancomunados frente a propuestas de desarrollo local, regional y nacional, enrareció ámbitos sociales y económicos. Ofuscó escenarios que luego de riesgosas maromas y escarceos, terminaron por dejarse arrastrar hacia agudas crisis políticas que, además de profundas, envuelven el comportamiento de todo un Estado-nación.

Lo transcurrido del siglo XXI, se ha caracterizado por situaciones de profundos conflictos, dada razones que solamente se explican en la magnitud del desorden alcanzado. Es decir, de realidades donde la política dejó de estar en el sitial que, la historia de las ideas y del desarrollo humano, le concedió. Sólo que en estos tiempos, las ideas parecieran haberse agotado. Y el desarrollo humano, haberse detenido. Es lo que ha sucedido en Venezuela, aún cuando suena paradójico. Y es que las realidades hablan por sí solas cuando dan cuenta de estarse abonando, nuevamente, los terrenos de la antipolítica tal como ocurrió durante el último decenio del siglo XX.

La precaria cultura política de estos gobernantes, azuzada por el pragmatismo y el vulgar inmediatismo, convirtieron la gestión pública en un teatro bufo. En un espectáculo de patética exhibición, que ni siquiera aplausos animó a pesar de las chocantes  payasadas que tuvieron lugar como parte del acto central. Es decir, lo que podía entenderse como “política”, derivó en desnudas declaraciones de principios que sólo advirtieron problemas de coyuntura como si de problemas estructurales se tratara. El interés gubernamental, volcó su atención hacia los problemas intermedios del sistema político abandonando en consecuencia los problemas terminales del sistema social. Dicho esto de modo llano, el régimen se dedicó a paliar o a atenuar cuanta anomalía, dificultad, inconveniente o aprieto le descarriara el populismo trazado como proyecto de gobierno.


Toda la gestión pública se redujo a un escueto malabarismo que terminó agravando los problemas que padecía el país al ocaso del siglo XX. La elaboración de políticas públicas, no contó con el aval conceptual ni metodológico propio, ni tampoco con los estudios pertinentes que la formulación de estos mecanismos de dirección política, económica y social asientan ante las exigencias de desarrollo nacional. 

De manera que a la vuelta de 17 años de equivocados ejercicios de gobierno, el régimen se vio sin la capacidad para afrontar los cambios que la incertidumbre está permanentemente acuciando. A casi dos décadas de 1999, del momento en que arriba al poder un proyecto político con más agujeros y atascos que rellenos y rellanos, el país luce fundido, desperdigadas sus fortalezas y amenazado por todos los ángulos posibles. 

La política, como condición de poder, la forjaron hasta llevarla a su mínima expresión. Violentaron sus capacidades. Hoy, por “política” apenas se tiene un poco menos que su recuerdo, sin fuerza para elevar las razones por encima de las emociones. Puede decirse que lo que estos tiempos tienen por “política”, es un remedo de lo que en un principio fue. No hay espacio a dudar de que ahora esto es otra cosa. Sin duda que ¡eso es politiquería, camarada!

Antonio José Monagas
antoniomonagas@gmail.com
@ajmonagas
Merida - Venezuela

SUSANA MORFFE, "VENEZUELA Y SU GUERRA DE HAMBRE"

ENTRE CIELO Y TIERRA

Por ahora no se vislumbra una salida del grotesco y apátrida régimen, convertido hoy en un amasijo de hierro, debido a que su existencia se controla con una inversión de armas que se quedaran oxidadas en el tiempo corto por no tener una causa real para ser utilizadas.

Cuando Hitler invadió a Polonia su ejército fue fácilmente derrotado, según narra la historia, porque el líder estuvo bien apertrechado para dar inicio a  la Segunda Guerra Mundial. Murieron 20% de la población polaca judía. Es un dato que llama la atención.

En Venezuela, pese al almacenamiento de armas, muchas de ellas con origen de chatarras y solo sirven para exhibir poder, pero no uso efectivo, aunque efectiva fue la negociación en dólares pagada por Venezuela a Rusia, lo cierto es que el “armamentismo criollo”  se estima que no pasaría de Guiria si se llega a producir un estallido.

¿Cuántas guerras o ataques fueron anunciadas por el difunto comandante? Ahora Venezuela está en peligro, pero no por un ataque foráneo, sino por un ataque interno, así como aquel del 27 y 28 de febrero de la década pasada. Aquí en nuestro patio se ha desatado una guerra por tantos anuncios lanzados al aire por los mismos seguidores del comandante y los bichitos que hicieron crecer a la luz de grupos urbanos, nombre decente para no herir susceptibilidades por lo que escribo.

La guerra nos ataca por todos los puntos geográficos del país. Estamos acorralados, la población muere, quizás con más porcentaje que en Polonia. Susto, pánico, terror se apodera de la población porque la guerra es silenciosa, las chatarras no suenan como misiles o balas automáticas. Señores y señoras, la guerra ataca al estómago de cada venezolano, nos están matando por hambre y apunta a tu mesa.

Años atrás se hablaba de “balas frías” y esas mismas son las que ocasionan el genocidio de estos aciagos tiempos frenéticos por demás. Debido al oxido que emana de las chatarras acuarteladas en un almacén protegido por soldados de plomo, se han sacado a las calles de nuestro país, bombas que aniquilan a cualquier ser humano que atraviese la raya amarilla en un ensordecedor ruido a su paso: Clap! Clap! Clap!

Ni Trump con sus geniales ideas pudo haber advertido que en Venezuela, hace rato, comenzó la tercera guerra mundial, con solo dejar que la pasta, la arepa  y derivados alimenticios, dejaran de correr por las calles, en una suerte de guerra que no daña el ecosistema, sino los estómagos de sus ciudadanos.

Golpes  certeros, sin meter los pies debajo de una mesa.

Ante tanta mortandad de seres humanos, los hospitales, ambulatorios y las clínicas, no se dan abasto porque no hay medicinas para curar a tanta gente, debido a esta guerra alimenticia que aún no sabemos cuándo acabará. Estamos frente a un exterminio de la raza afrodecendiente, cultivada por el régimen y desnaturalizada desde las vísceras revolucionarias.

No hay elección posible en Venezuela, escoger entre una bala de cañón o una “bala fría”,  así se debate la vida y muerte de su gente.


Susana Morffe
susana.morffe@gmail.com
@susanamorffe
Nueva Esparta - Venezuela

CARLOS ALBERTO MONTANER, ¿ESTAMOS EN PRESENCIA DE UN GOBIERNO POPULISTA?

RASGOS DEFINITORIOS

Hay que admitir que el populismo suele estar a la derecha y a la izquierda. The Economist la gran revista británica, describe magistralmente la confusión. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, que ha liquidado a cientos de vendedores de drogas, es populista. Pero también lo es, y en grado sumo, el boliviano Evo (Ego) Morales, cocalero inveterado que ha multiplicado por cuatro las tierras dedicadas a ese cultivo.

El populismo son creencias y conductas que hermanan a figuras erróneamente situadas en bandos opuestos. Fidel Castro, comunista hasta el último minuto de su vida, y Juan Domingo Perón, cuasi fascista formado en la Italia de Mussolini, en donde fue attaché militar del gobierno argentino, eran primos hermanos ideológicos y se profesaban una mutua admiración.

El profesor de Princeton Jan-Werner Müller, en su breve libro What is populism, publicado en el 2016 por la University of Pennsylvania Press de Filadelfia, se acerca al tema acertadamente. De sus páginas extraigo once categorías que distinguen a cualquier sociedad populista, pero hago la aclaración de que no todos estos rasgos deben estar presentes para calificar de esa manera a un gobierno.

Incluso, se puede ser un demócrata, como fueron el argentino Raúl Alfonsín o el primer Alan García (o el primer Carlos Andrés Pérez), y presentar características populistas. En todo caso, esos datos aislados no son suficientes para calificar a un gobierno de populista. Es necesario que coincidan seis o siete síntomas de los más graves para determinar que se trata de un régimen de esa naturaleza.

Estos son los once rasgos definitorios:

1.     Antielitismo: se culpa a la élite política, económica, o simplemente urbana, de colocarse de espaldas a las necesidades del pueblo. En Camboya llegaron a ejecutar maestros por saber leer y escribir. En China, durante la Revolución Cultural de Mao, apresaron a personas por llevar lentes. En Cuba hubo épocas, especialmente en los años sesenta, en que el uso de corbatas equivalía a identificarse con la burguesía explotadora.

2.     El exclusivismo: sólo “nosotros” (quienes detentan el poder) somos los auténticos representante del pueblo. Los “otros” son los enemigos del pueblo. Los “otros”, por lo tanto, son unos seres marginales a los que se puede y se debe castigar.

3.     El caudillismo: se cultiva el aprecio por un líder que es el gran intérprete de la voluntad popular. Alguien que trasciende y supera a las instituciones, y cuya palabra se convierte en el dogma sagrado de la patria (Hitler, Mussolini, Perón, Fidel Castro, Juan Velasco Alvarado, Hugo Chávez).

4.     El adanismo: (por Adán) la historia comienza con ellos. El pasado es una sucesión de fracasos, desencuentros y puras traiciones. La historia de la patria se inicia con el movimiento populista que ha llegado al poder para reivindicar a los pobres y desposeídos tras siglos de gobiernos entreguistas, unas veces vendidos a la burguesía local y otras a los imperialistas extranjeros.

5.     El nacionalismo: una nefasta creencia en la propia superioridad que conduce al proteccionismo o a dos reacciones aparentemente contrarias. El aislacionismo para no mezclarnos y contaminarnos con los diferentes, o el intervencionismo para esparcir nuestro “magnífico” modo de organizarnos, lo que da lugar a sangrientas aventuras.

6.     El estatismo: o la acción planificada del Estado, y nunca el crecimiento espontáneo y libre de la sociedad y sus emprendedores, lo que supuestamente colmará las necesidades del pueblo amado, necesariamente pasivo.

7.     El clientelismo: concebido para generar millones de estómagos agradecidos que le deben todo al gobernante que les da de comer y acaban por constituir su base de apoyo.

8.     La centralización de todos los poderes. El caudillo o la cúpula dominante controla el sistema judicial y el legislativo. La separación de poderes y el llamado check and balances son ignorados.

9.     El control y manipulación de los agentes económicos, comenzando por el banco nacional o de emisión, que se vuelve una máquina de imprimir billetes al enloquecido dictado del Ejecutivo.

10.  El doble lenguaje. La semántica se transforma en un campo de batalla y las palabras adquieren una significación diferente. “Libertad” se convierte en obediencia, “lealtad” en sumisión. Patria, nación y caudillo se confunden en el mismo vocablo y se denomina “traición” cualquier discrepancia.

11.  La desaparición de cualquier vestigio de cordialidad cívica asociado a la tolerancia y la diversidad. Se utiliza un lenguaje de odio que preludia la agresión. El enemigo es siempre un gusano, un vende-patria, una persona entregada a los peores intereses.


Ahora le toca a usted, lector, discernir si el gobierno de su país es a) perdidamente populista, b) moderadamente populista, c) nada o casi nada populista. Vale le pena hacer ese ejercicio.

Carlos Alberto Montaner
montaner.ca@gmail.com
@CarlosAMontaner
Vicepresidente de la Internacional Liberal
Estados Unidos

ALBERTO MANSUETI, FUSIONISMO

CONSERVADORES Y LIBERALES

Hay dos corrientes de la derecha, que a menudo se enfrentan, lamentablemente: liberalismo económico por un lado, y por otro conservatismo moral y político.

Por lo común la derecha pierde cuando se escinde en dos campos separados y opuestos, conservador y liberal; ahí es cuando gana la izquierda. La “fusión” de las dos vertientes casi siempre da el triunfo a las derechas; así se explican los éxitos de Thatcher y Reagan en los ‘80. Ronald Reagan siguió la enseñanza de Barry Goldwater, e hizo “fusionismo” en todas sus campañas electorales victoriosas, cuatro veces en total: primero para la Gobernación de California, en 1966 y reelecto en 1970, y luego para la Presidencia de EE.UU., en 1980 y reelecto en 1984.

La gente conservadora adhiere a los valores tradicionales de orden social, familia y trabajo duro, por lo general en un marco religioso. Pero casi siempre se abraza al intervencionismo estatista, en economía sobre todo, que equivocadamente cree algo bueno y esencial para la preservación de los principios que desea conservar, o restaurar. Es el caso de Donald J. Trump.

Esta política errónea lleva a la clase media conservadora a apoyar a las cerradas oligarquías, que conspiran contra el libre mercado, y por tanto contra sus propios y mejores intereses de prosperidad y bienestar; y a los políticos “de centro”, con frecuencia aliados de la izquierda. Es una posición inconsistente, porque Adam Smith tenía razón: el estatismo en economía la arruina, obstaculiza la creación de riqueza y empleo, y debilita la base material de sustentación de las familias, y por tanto de las iglesias, que dependen de la generosidad y solvencia de las familias cristianas.

Por otro lado, parte de las clases intelectuales y profesionales quiere “libre mercado” en economía; pero en materia de principios y valores tradicionales, su posición es de indiferencia o de hostilidad. Y apoya el aborto y el “suicidio asistido”, que es eutanasia disfrazada, el “matrimonio gay” y la “ideología de género”. Es el caso de la mayor parte de los auto-llamados “libertarios”.

Esa actitud les une con la izquierda “progresista”, que es intervencionistas en la economía; y les separa de la clase media conservadora. Es inconsistente también, porque Marx y Engels tenían razón, y el capitalismo está indisolublemente unido al Gobierno limitado, al matrimonio y la familia, y a los valores morales y religiosos.

“Fusionismo” es la reunión de las dos alas de la derecha: liberal y conservadora. Esto es: libre mercado con principios y valores. Pero hay muchos malentendidos que la impiden, por lo general relacionados con la religión. Veamos tres de ellos.

(1) “Al César lo que es del César”. Probablemente esta sea la más malinterpretada de las frases de Jesús, y de la Biblia entera. Y son muchas los textos bíblicos que se interpretan mal, en favor del socialismo y del estatismo, en sentido precisamente contrario a lo que las palabras dicen en los textos, tomando en consideración los contextos.

Esa declaración, en Marcos 12:17 y Lucas 20:25, sobre “dar al César” sus impuestos, es una de las bases bíblicas del sano y factible principio de la separación de “iglesia y estado”. Pero en la lectura más popular, fuera de contexto, se ve como separación de “política y religión”, algo imposible, porque para mal y/o para bien, ambas andan siempre unidas. Para mal, cuando la religión cristiana favorece la creciente expansión del Estado, si la frase sobre el César se interpreta de modo permisivo; para bien, cuando pone freno a esa expansión, si la misma se lee de manera restrictiva.

Mal entendido, el dicho sobre “lo que es del César”, sirve para justificar todo impuesto que se le ocurra decretar al Estado, y toda ley o decreto que se le ocurra dictar, no importa si justo o no; y la frase se hace una de las bases de toda forma de despotismo.

Creyentes y no creyentes deben admitir un hecho histórico: la religión bíblica, bien entendida, ha demostrado ser una valla muy eficaz ante el abuso del poder. Por eso, toda falsa religión quiere quitarle al poder los estrechos límites que Dios le ha dictado en Su Palabra.

(2) El Reino de Dios es “para” este mundo. Siempre se cita “Mi reino no es de este mundo” (Juan 18:36), como si el cristianismo fuese algo esotérico, parecido al ocultismo, y que “este mundo” es del César y para el César.

Sin embargo, el diálogo de Jesús con Pilato nos muestra que el “reino” es el Reino de Dios, por eso viene de Dios, y no procede “de” este mundo; pero no obstante sí es “para” este mundo. Solo así se puede entender la oración “Venga a nosotros tu Reino” (Mateo 6:10) enseguida “Hágase tu voluntad”, ¡no la del César!

Del César no es todo lo que reclame como suyo: toneladas de impuestos, monopolio en la emisión de dinero, y poder absoluto sobre los negocios, haciendas y familias, educación de niños y jóvenes, salud de los enfermos y cuidado de los desvalidos. Eso es “cesarismo”, o sea: estatismo.

(3) ¿Y qué es “lo del César”? “Del César” es lo que Dios dice a lo largo de toda la Biblia que cabe al Gobierno Civil: solamente la defensa y seguridad, justicia pública, infraestructura física, y el derecho a ejercer el poder público y a cobrar impuestos limitados, sólo para estos fines, y nada más.

Educación, cultura, arte, economía, banca, deporte, hospitales, y asistencia a los pobres son tareas voluntarias, actividades privadas que caben a las familias, a las empresas, a las entidades privadas, a las iglesias; no al Estado. Así enseñaba la tradición cristiana hasta el s. XIX.

La expresión “lo que es del César” es restrictiva en su sentido real; por eso, lejos de hacer campo al estatismo, por siglos ha sido uno de los fundamentos del Gobierno limitado, en la línea de John Locke, “el Padre del Liberalismo Clásico”, y otros tratadistas cristianos anteriores y posteriores, tales como Henry Bracton y Tomás de Aquino, “el Primer Whig” en el siglo XIII, los poetas Dante Alighieri en el XIII también, John Milton en el XVII, el jurista William Blackstone en el XVIII, entre tantos otros.


Ahora se me acabó el espacio pero en nuestra Web amarilla del Foro Liberal de América Latina hay más sobre estos temas. Puedes consultar. ¡Felicidades y hasta la próxima si Dios quiere!

Alberto Mansueti
albertomansueti@aol.com
@MansuetiAlberto
@alberman02
Bolivia

MILOS ALCALAY, “UN TUCANO EN EL ITAMARATY”

BRÚJULA DIPLOMÁTICA

Una de las interrogantes más importantes que se debaten en el ámbito de la diplomacia brasileña en estos momentos, es determinar quién será el sucesor del Canciller José Serra, quien fuera candidato a la Presidencia del Brasil, y que inicio con gran acierto la conducción de la Diplomacia Brasileña como aliado y hombre de confianza del Presidente Michel Temer.

Sin embargo, repentinamente,  alegando problemas de salud, decidió retornar a su curul como Senador en un momento muy significativo de la reafirmación de la lucha por la democratización de nuestro vecino al sur del Orinoco, en el que el tema internacional cobra una importancia determinante por los ataques injustificados de los viudos nacionales e internacionales del Socialismo del Siglo XXI ya que no admiten que el binomio Lula-Dilma fuera desenmascarado por violar las obligaciones Constitucionales y por tratar de imponer un modelo autoritario al estilo “eterno” del Foro de Sao Paulo.

Es evidente que ésta inesperada renuncia puso en el tapete el tema de la sucesión del Canciller Serra. Pero todas las indicaciones apuntan a que su sucesor será uno de los lideres Tucanos, seguidores del gran Estadista Fernando Henrique Cardoso, que elevo la dimensión del Brasil como actor fundamental en el escenario internacional.

Quienes son los Tucanos? Son los seguidores del Partido Social Demócrata Brasileño (PSDB)  en cuyo nacimiento participó el gran dirigente Franco Montoro (social cristiano) adoptando desde su creación en el año 1988 el símbolo de un Tucán, ave que habita en diferentes regiones del Brasil y que se identifica con la especificidad del ser brasileño 

El primer candidato que surgió para asumir la tradición de la Escuela de Rio Branco fue el Senador Aecio Neves, quien fue candidato Presidencial en las últimas elecciones y Presidente del PSDB. Pero debido a sus compromisos políticos declinó esta importante función para recomendar que la asumiera otro Senador del PSDB Aloysio Nunes quien es líder del Senado. Por cierto, estos dos Senadores (Neves y Nunes) integraron la Delegación Parlamentaria que intento visitar a Venezuela pero que las hordas oficialistas y el bloqueo de las autoridades del Gobierno, impidieron que pudieran subir a Caracas, lo que produjo una indignación por el atropello que recibieron, y obligó a la propia Presidenta Rousseff a manifestar su protesta ante tal primitivismo.


Y hoy, por las vueltas que da la historia, son los que conducen los destinos de nuestro principal vecino. Todavía Nunes no ha aceptado su designación, a pesar de que se da por descontado su designación. Pero de no ser el, se señalan a otros Tucanos como el Senador Antonio Anastasia (MG) o el Diplomático Sergio Amaral, con lo que se asegura que un Tucano dirigirá el Itamaraty.

Milos Alcalay
milosalcalay@yahoo.com
@MilosAlcalaym
Internacionalista
Miranda - Venezuela

ALFREDO MICHELENA, “DE OBAMA A TRUMP, UN CAMBIO DECISIVO PARA VENEZUELA”

BITÁCORA INTERNACIONAL

Obama se alineo con el Foro de San Pablo al darle un segundo aire a los Castro y apoyar la incorporación de las FARC a la política, para ello impuso la tesis de no desestabilizar al régimen venezolano. Con Trump esto ha cambiado radicalmente.

Para muchos venezolanos y latinoamericanos el triunfo de Trump es no solo incomprensible sino deleznable. Hubieran preferido que la exsecretaria de Estado de Obama, Hillary Clinton, estuviera en la Casa Blanca. Es que la prepotencia del personaje que además estigmatiza y responsabiliza a los migrantes, en particular a los mexicanos, de los males de ese país  lo hace antipático e incluso odiado.

Pero en materia internacional las cosas para Venezuela parecen haber cambiado. Luego de la política de G. W. Bush de ignorar políticamente la región -y digo políticamente pues en lo económico desarrolló varios Tratados de Libre Comercio-, Obama optó por una política que acercamiento. De ella resaltan dos  pilares: la metamorfosis de la lucha contra el narcotráfico -el “Plan Colombia”- hacia la legalización de las FARC y  el cambio de la tradicional política hacia Cuba de aislamiento hacia una de “engagement”.

Lo trágico de estas dos políticas es que se alinean con las del Foro de San Pablo. La primera por aquello de llegar al poder por vías democráticas y, la segunda, la vuelta de Cuba a la región transformada para darle un segundo aire a la revolución a través de la apertura de Raúl. Pero, esas “razonables” políticas afectaron la transición de Venezuela hacia la democracia. Para impulsarlas Obama decidió evitar desestabilizar al régimen de Caracas hasta que esos objetivos se consiguieran o hubieran avanzado lo suficiente. Se desarrolló un “entente”. Obama desarrollaba una política de apaciguamiento hacia el régimen, ambos apoyaban la paz en Colombia y la economía en Cuba. Claro con sus encontronazos periódicos. Por eso solo apoyaron nuestras luchas tímidamente.

Recordemos lo que costó para que Obama sancionara a los violadores de derechos humanos (DD.HH.) de 2014. O más claro cuando en octubre pasado el régimen mató el Revocatorio (RR) y se planteó el diálogo como salida a la crisis. La mayoría de la oposición presionaba para salir a las calles a exigir el RR, pero entonces apareció Tomas Shannon, del Departamento de Estado, quien arrastró al Vaticano a apaciguar los ánimos e incluso como dijo el exembajador de EE.UU. ante la OEA, Roger Noriega, ejerciendo “bulling” a los renuentes.

Esto ha cambiado. Trump no está interesado en facilitar la “apertura” de Cuba sino devuelve los DD.HH. y las libertades fundamentales a su pueblo. Y lo de las FARC se resolvió para Colombia, pero hizo metástasis en Venezuela en términos de narcotráfico, lo que le preocupa a EE.UU. Ya Trump ha marcado una línea dura para Venezuela, pero aquí a muchos no les gusta y no se atreven a retratarse con él.

Algunos piensan que la administración Trump no podrá liderar un movimiento en el continente en apoyo de Venezuela por el trato que le está dando a México, pues se revive en la región el “antiyanquismo”. Pero ya sabemos que en Suramérica  los gobiernos con los que ya ha hablado Trump sí lo apoyarían.


A los demás hay que decirles que no apoyar decididamente la vuelta a la democracia en Venezuela por las relaciones EE.UU.-México sería condenarnos por el pecado de otros. Y que ya pagamos muy duro por la paz de Colombia y la “apertura” castrista.

Alfredo Michelena
alfredomichelena@gmail.com
@Amichelena
Internacionalista
Canada
Caracas - Venezuela

ERNESTO GARCÍA MAC GREGOR, "EL HACEDOR DE MISERIA"

VERDADES DOLOROSAS

Maduro continúa con el festín populista de los aumentos salariales y lo hace con entusiasmo y presunción, como si la medida fuera algo deseable. No acaba de entender que el incremento de sueldo sin un aumento de la producción correspondiente, se traslada de inmediato al producto final y lo que provoca es mayor inflación, mayor pasivo laboral y por consiguiente menos empleo y más pobreza.

La solución no es poner los salarios a correr tras los precios, porque nunca los alcanzarán. La solución es producir más, reactivar la industria para inundar el mercado de productos y hacer que por la ley de oferta y demanda los precios bajen. Pero qué va. Por el contrario, la semana pasada el dictador decretó otra subida de la cesta tique para colocar el salario integral mensual en Bs F 148.000, lo cual equivale a 34 dólares que corresponde a $ 1.1 por día y la ONU define la “miseria extrema” cuando la jornada es  menor a $2 por día.

  Pero no se trata de simples estadísticas camufladas por la guerra económica o el Imperio, la investigación que se elabora desde 2014 con las alianzas de las universidades Católica Andrés Bello, Simón Bolívar y Central de Venezuela reportó la semana pasada cifras denigrantes que se pueden resumir en: 80% de los venezolanos se encuentran en la pobreza, 42% de ellos en pobreza crítica  los cuales se alimentan sólo una vez al día. Un 10% por ciento de la población, es decir tres millones de venezolanos se alimentan textualmente de la basura.

  Cómo solución a esta gravísima situación, el autócrata inventa el carnet de la miseria, otro nuevo requisito de chantaje y extorsión para optar a una beca estudiantil  y hasta para comer mediante los CLAP. Samark López, acusado por el Departamento del Tesoro de ser el testaferro del Vicepresidente El Aissami, es el gran importador de las cajas de los CLAP. Se paga ocho dólares por cada combo de comida hecha en México y trasladada a Panamá, pero se factura en 35 dólares, tal y como denunció el diputado Carlos Paparoni.


  Otro decretico de fin de semana “los bancos del Estado deben dedicar el 30 % de sus carteras de crédito al programa Soy joven, para ayudar a miles de muchachos” y los 695 millones aprobados para los carnavales felices. Que oiga quien tenga oídos… 

Ernesto Garcia Mac Gregor
garciamacgregor@gmail.com
@garciamacgregor
Zulia - Venezuela


JOSÉ GREGORIO DELGADO HERRERA, "¿TENDREMOS UN PRESIDENTE CON DISCAPACIDAD?"

¿LA DISCAPACIDAD UNA LIMITANTE CIUDADANA?

Si la historia se repite la humanidad posiblemente conozca a su segundo Presidente de la República con Discapacidad, hoy cuando tanto sufrimos los efectos negativos del mecanismo de la reelección presidencial, pensando en el caso venezolano, bien se puede pensar que hay excepciones, como se ve en otros países del globo terráqueo.

No podemos olvidar que un Presidente con Discapacidad, se reconoce como un personaje extraordinario, que generó bienestar a su pueblo y lo lleva a la victoria en la Segunda Guerra Mundial, adicionalmente es uno de los creadores de la idea de la Organización de las Naciones Unidas, como instancias para resolver los conflictos bélicos, en este caso, nos referimos a Franklin D. Roosevelt (30/01/1882 – 12/04/1945) cuatro veces Presidente de los Estados Unidos de América.

Este político estadounidense formado en la Universidades  de Harvard y Columbia, es victima del virus de la polio a los 39 años de edad, enfermedad que lo dejo parcialmente paralítico,  pero, muere siendo Presidente de un país en pleno desarrollo, se le reconoce en la historia por su afán de luchar contra la polio y por su terca voluntad para avanzar en medio de las dificultades, no asistía a los actos públicos en su silla de ruedas, para el desarrollo de sus discursos utilizaba en sus piernas un herraje metálico, hoy se conocería como un aparato ortopédico.

El segundo personaje es un empresario prestado a la política, su discapacidad se origina por un tiro en la espalda, en medio de un asalto en 1998 queda  reducido a una silla de rueda, recuperado de su convalecencia es conferencista y escritor de 10 libros sobre su teoría del Humor, licenciado en Administración Pública en la Universidad Central de Ecuador, es motivador profesional después de superar su convalecencia, y Director Nacional de Discapacidades. Nos referimos al ecuatoriano Lenin B. Moreno Garcés, nacido el 19/03/1953, quien resulta elegido Vicepresidente de la República del Ecuador en el 2007, reelecto en el 2009 hasta el 2013. Desde el Gobierno dirige dos programas reconocidos internacionalmente la Misión Solidaria #Manuela Espejo” y el Programa “Joaquín Gallegos Lara” que le valen su reconocimiento como defensor de los derechos de las personas con discapacidad.

Moreno fue propuesto por organizaciones sociales y por parte del gobierno del Ecuador al Premio Nobel de la Paz en el 2012 y fue elegido Presidente del Comité para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra las Discapacidades (CEDDIS) de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU, visitó Ecuador, felicitó la labor hacia las personas con discapacidad. Una vez que Lenin Moreno decidió no postularse a una nueva reelección, el Secretario General lo designó –en diciembre 2013- como su Enviado Especial sobre Discapacidad y Accesibilidad, mandato que se ha renovado ya en dos ocasiones, y cuya sede está en Ginebra. Desde la UNESCO respalda propuestas para la educación inclusiva y desde su cargo en la ONU motivó a Estado y empresarios a dar atención a la accesibilidad de las personas con discapacidad.

El 1 de octubre de 2016, en la Convención Nacional de Alianza PAIS, Moreno fue anunciado como candidato presidencial oficialista para las elecciones presidenciales de Ecuador de 2017  y Jorge Glas, el vicepresidente actual, como compañero de formula electoral, Moreno renunció a su cargo como Enviado Especial de la ONU para aceptar su candidatura presidencial y desarrolla su campaña exitosamente, sin embargo, conforme a los anuncios de los resultados del proceso electoral, no llega a la mayoría requerida, para ganar en la primera vuelta, ya que este binomio solo obtuvo el 39, 33% de los votos y sus contrincantes 28,1% de los votos validos. En estas circunstancias, los ecuatorianos darán su respuesta a la pregunta: ¿TENDREMOS UN PRESIDENTE CON DISCAPACIDAD? Con un criterio propio y en el entendido de que su democracia les permite la alternabilidad en el Gobierno, a la luz de los resultados de gestiones que se evalúan bajo el escrutinio popular.

El gran reto de Lenin Moreno, es deslindarse de la sombra de Rafael Correa, y mostrar sus propuestas y una gestión propia y reconocida internacionalmente, incluso, ganar por mérito propio, sin contar  con su compañero de formula, que ha resultado un pesado “lastre”. En estos dos pesos en contra, seguramente, se deriva un factor de su derrota, al no lograr ganar en la primera vuelta y disminuir su apoyo popular, el pueblo aspira a un cambio de estilo en el gobierno, y lo ha manifestado en un pronunciamiento electoral previo.

Este pronunciamiento se dará como definitivo en el desarrollo de la segunda vuelta electoral,  cuando los electores manifiesten su voluntad para elegir al próximo Presidente de la República el 2 de abril del 2017.


La participación política de las personas con discapacidad va ganando espacios en candidaturas  con voz propia, en el caso venezolano desde la década de los 90 apenas hemos tenido dos diputados nacionales, algunos legisladores regionales y concejales, sin embargo, no hemos llegado a tener representantes en el Poder Ejecutivo.

Jose Gregorio Delgado Herrera
jgdelgado2011@gmail.com
escuevenac@gmail.com
‏@josegdelgadoh1  
Escuela de Vecinos de Venezuela
Caracas – Venezuela