lunes, 30 de diciembre de 2019

ACTUALIZACIÓN, EL REPUBLICANO LIBERAL II, MARTES 31/12/2019


THAYS PEÑALVER: FUTURO DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 3 minutos
Si la oposición no actúa pronto, perderá a mediados del año el último resquicio de democracia que queda En enero de este año fijé y dejé por escrito mi posición sobre la polémica frase “todas las opciones están sobre la mesa” y la línea guerrerista. Advertí en aquel momento que ambos caminos eran un bluf muy peligroso para el nuevo y frágil proceso que se iniciaba. Recomendé que había que abandonar algunos dogmas muy dañinos, dejar de ofrecer y apostar por salidas ilusorias. Les sugerí que debían diseñar políticas de medio plazo y concentrarse en tomar decisiones reales, pasado c... más »

CARLOS RAUL HERNANDEZ: LOS ENDEMONIADOS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 5 minutos
(Para M. que chocó con los molinos de lo humano) Sin importar de cuál hablemos, cuando un pistolero (real o emocional), temerario, astuto y sin escrúpulos, se planta frente a la sociedad, el liderazgo se derrite y con él sus bases de sustentación. Puede ser Castro, Hitler, Mussolini, Lenin, Mao, Perón, Saddam, Jomeini y muchos otros que hincaron de rodillas al mundo. Y para eso fueron imprescindibles los pensadores negacionistas del orden y defensores de utopías. Ejemplo contrario de éstos, Goethe post romántico. En su monumental Poesía y verdad marca pautas inmortales para la soci... más »

NOEL ÁLVAREZ: LA CORRUPCIÓN HACE METÁSTASIS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 7 minutos
A lo largo de mi carrera gremial empresarial, en reiteradas oportunidades, me formularon las siguientes preguntas ¿Cuándo y dónde apareció el fenómeno de la corrupción? ¿Será posible combatir con éxito este flagelo? ¿Está exento el sector privado de contraer este virus? Debo reconocer con humildad que, nunca me he sentido preparado para responder satisfactoriamente estas inquietudes, menos ahora, cuando las virtudes individuales se encuentran tan escasas en nuestro país, en donde pareciera que muy pronto deberíamos emular al filósofo griego, Diógenes, quien caminaba durante el día ... más »

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY: UN AÑO NUEVO DE CÁBALAS DETERMINANTES. SAINETE EN CÁPSULAS

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 9 minutos
Cada vez que termina un año, se efectúa un análisis sobre sus pormenores y las circunstancias que lo envolvieron. Si fue tan malo como el anterior o si tiene valor crucial para el conteo de anécdotas y recuerdos meritorios. Si tiene la virtud de ser escrito con letras doradas en nuestra memoria. Se hace entonces un balance de si valieron la pena esos 12 meses alegóricos. Si fue complejo subsistir en una tierra atiborrada de malas noticias o fue el advenimiento de oportunidades por doquier. Sí, nuestro planeta está lleno de extremos y somos la tripulación más complicada. Somos audac... más »

OMAR A. ÁVILA H.: 2020: EL AÑO DE LA POLÍTICA REAL

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 11 minutos
Esta semana leía una entrevista que le hicieran al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en las que expresaba textualmente que las opciones que tiene Nicolás Maduro son: “obtener exilio político, nombrar un candidato presidencial o ser detenido; situación que evidencia su desconexión con la realidad, al insistir en una política equivocada. Del lado de los ciudadanos se debe entender que el Mesías sólo viene a ayudarnos, que nuestra participación personal para lograr el cambio es indispensable. Que cuando participamos en política lo hacemos por nosotros y los nuestros, no... más »

RICARDO GIL OTAIZA: INGENTE TAREA

Unknown en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 13 minutos
Termina un año calamitoso para los venezolanos, un año en el que se puso a prueba nuestra templanza; por cierto, palabra casi extinguida en estos lados del mundo, por haberse perdido hace ya mucho tiempo las coordenadas y la lógica social. Un año que marcó a la familia con el desarraigo, lo que trajo, en medio de tanto estupor, un mayor sufrimiento social. El país se transformó en un espectro habitado por zombis, cuyo trasiego parece más al de una mediocre novela gótica, que al de un contexto de pleno siglo XXI. En cuanto al liderazgo político, tanto del oficialismo como de la opos... más »

THAYS PEÑALVER: FUTURO DE LA OPOSICIÓN VENEZOLANA


Si la oposición no actúa pronto, perderá a mediados del año el último resquicio de democracia que queda


En enero de este año fijé y dejé por escrito mi posición sobre la polémica frase “todas las opciones están sobre la mesa” y la línea guerrerista. Advertí en aquel momento que ambos caminos eran un bluf muy peligroso para el nuevo y frágil proceso que se iniciaba.

Recomendé que había que abandonar algunos dogmas muy dañinos, dejar de ofrecer y apostar por salidas ilusorias. Les sugerí que debían diseñar políticas de medio plazo y concentrarse en tomar decisiones reales, pasado casi un año algunos amigos españoles me preguntaron: ¿Por qué el liderazgo opositor nunca me ha leído o hecho caso?

La respuesta es sencilla. Hacer críticas aunque todas sean constructivas me convierten en una figura incómoda, pero si planteo, como en efecto lo hice, que no hay salidas rápidas, eso me vuelve de inmediato en alguien impopular no sólo para la clase política, sino para la Venezuela que no conoce bien cuál es su situación real.

Ahora bien, si me leen o no me hacen caso nada tiene que ver conmigo, porque la verdad es que no me harían caso ni a mi, ni a ninguna otra persona de mi generación o de las anteriores a la mía, ya que buena parte del relevo político generacional nos responsabiliza injustamente del pasado y en no pocas ocasiones nos han hecho sentir con sus actitudes, como nuestras observaciones o recomendaciones han sido menospreciadas. Ahora bien, justificado o no, resulta imperativo comprender ese pasado, para entender cómo hemos llegado hasta aquí.

La oposición venezolana llega hecha jirones al final del año 2019. Ha quedado diezmada, en parte de sus propios errores, por tropezones de la comunidad internacional y más aún por la feroz embestida del régimen

Veamos. La oposición venezolana llega hecha jirones al final del año 2019. Ha quedado diezmada, en parte por sus propios errores, por algunos tropezones fatales de la comunidad internacional y más aún por la feroz embestida del régimen que obligó a que casi todo el liderazgo visible de los partidos huyera del país, esté asilado en embajadas o en la clandestinidad.

Mientras escribo estas líneas quedan en Venezuela y bajo amenaza, una minoría prácticamente desconocida y sin poder que debe llegar al 5 de enero de 2020 a como dé lugar, sorteando las fuerzas implacables del régimen y a su peor verdugo: la oposición de la oposición.  

Si eso ocurre en el liderazgo, puertas adentro y algo que pocos saben, es que tras los errores estratégicos de la oposición durante años, los partidos políticos terminaron convertidos apenas en marcas, cascarones vaciados por el éxodo y la falta de cargos políticos en los niveles de bases que diezmaron a sus cuadros hasta estar prácticamente desaparecidos. En otras palabras, ocurre lo mismo que en las grandes empresas venezolanas: se ha marchado todo el que puede y el proselitismo político se lleva por unos pocos, en las redes sociale

Leer las encuestas -todas- hiela la sangre. Es cierto que el régimen tiene más del 80% de rechazo, pero es que el principal liderazgo opositor -en un país completamente desmantelado y declarado como un Estado fallido- el descontento está rondando ya el 70%. La decepción con la clase política es sideral y está motivada principalmente por las altas expectativas sembradas y por muchas promesas incumplidas.

Muy atrás fueron quedando las ofertas de cambios urgentes y las “opciones sobre la mesa” que comenzaron con el repudio de Europa y Latinoamérica a una sola voz, terminaron simplificadas en dinero contante y sonante para los migrantes venezolanos en los países de una región, que acabó encendida en llamas por la chifladura de crear un “eje del mal” en Latinoamérica.

Por otra parte, el bluf de las “opciones sobre la mesa” terminó siendo paradójicamente una bomba en los cimientos de la oposición, dividida hoy entre la izquierda tradicional que odiaría una acción semejante de Estados Unidos, la oposición más centrista que ya sabe que no vendrán los Marines y la que aún vende el espejismo de una invasión de donde sea, oferta que no le genera costo político alguno, aún cuando esa falsa propuesta congele la protesta de un sector de la población. Todo esto magníficamente usado por los ejércitos en las redes sociales que dirigen desde hace mucho la línea discursiva opositora.

Entonces, ¿por qué esta generación no escucha a los analistas y críticos? En principio, y como dije antes, porque los políticos de mi generación cometieron errores espantosos y la mayoría están desprestigiados. Se suponía que debían ser la generación emergente tras la debacle de los partidos que trajeron al chavismo, pero el primer error fue permitir que el pasado no terminara de morir y los que éramos jóvenes al principio del régimen, fuimos obligados a aceptarlos, bajo el chantaje de una unidad monstruosa que le dio oxígeno a los moribundos partidos y luego estos asfixiaron a los jóvenes emergentes.

Cuando salieron a la luz pública los primeros casos de corrupción en el chavismo y los señalados como culpables fueron expulsados, los recibieron como parte del liderazgo al grito de «¡valiente, valiente!»

La tesis de la unión hace la fuerza sirve para todos menos para los políticos y las manzanas, cuando hay elementos podridos. Y ese fue el segundo gran suicidio de los partidos emergentes, cuando salieron a la luz pública los primeros casos de corrupción en el chavismo y los señalados como culpables fueron expulsados, los recibieron como parte del liderazgo al grito de “¡valientes, valientes!”. La locura fue tal, que por el solo hecho de haberse pasado a la oposición, se convertían en líderes y referentes de una generación que no había tenido tiempo de leer ni entender la complejidad del proceso político que se aproximaba.

A partir de allí los partidos emergentes fueron asociados al pasado. No fue fácil vender una unión que incluía y otorgaba vocería a quienes habían traído al chavismo y que además se mezclaban con los chavistas corruptos, la suma de estos dos elementos terminaron por demoler la imagen de los jóvenes emergentes y su credibilidad de cara al futuro. De esta unión era imposible que calara algún mensaje positivo en las masas, porque Venezuela es un país que aborrece su pasado y paradójicamente la única ruta hacia el futuro la estaba promocionando el régimen.

De allí la realidad actual, este nuevo movimiento emergente de 2007 basado en el liderazgo estudiantil. Se trata de una generación que desde su nacimiento, a mediados de los 80, nunca ha conocido un año sin inflación de dos dígitos, sin devaluación y sin violencia, es decir, una generación donde lo normal, es sobrevivir, pero sobre todo que no ha conocido otra política o sistema de gobierno que no sea la revolución.

Es una nueva generación que quiere romper con ese pasado, pero que lógicamente arrastra problemas estructurales serios, ya que conviven en los cascarones vacíos de los que hablamos en el principio, en un país en el que no hay referencias políticas más que el chavismo y que además son víctimas de su propia formación autodidacta.

He aquí el motivo de la desconfianza que no les permite escuchar ni dejarse orientar. Están aprendiendo de sus propios errores y están escribiendo su propia historia, esa que los juzgará irremediablemente de la misma forma como ellos han juzgado a los responsables de su presente.

Ante los grandes retos que están por venir considero necesario explicar de manera simple lo que les ocurre. Un ingeniero recién graduado, por ejemplo, no está en capacidad de construir un edificio, es decir tiene la teoría, pero para llevar a cabo una tarea semejante necesita muchos años de experiencia, necesita además de la práctica, la de los demás en las decenas de áreas respectivas. En fin, para construir un edificio se necesitan décadas de perfeccionamiento y trabajo en equipo. Lo mismo sirve para un ingeniero recién graduado en procesos que llegaría como novato a la empresa, años como coordinador, luego sería gerente y una media de 30 años para presidir una corporación.

A esta generación le tocó la peor parte. Porque recién graduados, sin referencias, experiencia y sin estructuras formales les tocó construir edificios y para más colmo presidir corporaciones. Lógicamente y en consecuencia de sus máximas de experiencia, lo único que han sabido y podido desarrollar es el modelo de confrontación y calle en el que se formaron, basado en la resistencia activa y la desobediencia civil, privilegiándola permanentemente sobre la construcción de una alternativa de gobernabilidad democrática y donde no caben lógicamente, otros asesores.

A esta crítica constructiva hay que añadir los espejismos vendidos por determinados sectores, de aspectos como que los estudiantes de Otpor en Yugoslavia arrasaron con la dictadura comunista de Slobodan Milosevic, como si no hubieran ocurrido los otros factores más determinantes, incluido el resto de la oposición, que Milosevic se quedó sin fondos para pagar al ejército o los bombardeos de 1995 donde devastaron a las fuerzas de élite militares serbias en Bosnia, los 60.000 cascos azules y el remate de la OTAN en 1999 en el que aniquilaron el restante aparato que sostenía al dictador.

Cuando los serbios vieron que los rusos y los americanos estaban con sus ejércitos en Bosnia, se acabó la gracia de esa dictadura, el resto fue un cálculo muy simple de quienes sostenían al régimen y es la razón por la que nadie vota por Otpor actualmente y son gobernados por el pasado.

Por eso que todo lo que se vio en 2019 en Venezuela desde el famoso mantra cortoplacista, pasando por la gesta de la ayuda humanitaria y los llamados a la calle o incluso el varapalo del 30 de abril, no son otra cosa que el resultado de esa mentalidad otporista basada en máximas que solo han beneficiado al régimen.

La oposición enfrentará el último zarpazo con unas elecciones adelantadas que terminarán de socavar las bases de apoyo, pues lo que pretenden es que sea como la cubana, una simple disidencia ausente de cargos políticos

De allí que ofrecerles una narrativa que contrarreste los supuestos beneficios del socialismo que sigue vendiendo el régimen, aunque el país este destruido por completo, ante la bondades libertarias de la democracia sea tan cuesta arriba o la construcción de alternativas de gobernabilidad, sea tan difícil de hacerlas entender para quienes hemos propuesto esas alternativas. Aunado a ello la población ya ha sido permeada con soluciones que no existen y lamentablemente no asumirlo así es lo que tiene a la oposición política al borde de su desaparición.

La oposición debe comprender que el régimen ha tenido en el otporismo y la tesis de la bala de plata de las opciones sobre la mesa, a la oposición perfecta, para sostenerse en el poder cohesionados. Y enfrentará el último zarpazo con unas elecciones adelantadas, que terminarán de socavar las bases de apoyo, pues lo que pretenden es muy simple, que la oposición sea como la cubana, una simple disidencia civil ausente de los cargos políticos.

La oposición comenzará el 2020 entrampada, porque tiene que hablar de elecciones si no quiere desaparecer y en las próximas se juega nada menos que la vida. Además les toca hablar frente a una población que pide cuentas y que fue formada bajo el cortoplacismo.

El régimen apuesta como siempre al silencio y a la última hora opositora, una estrategia que de repetirse llevaría a la oposición a perderlo todo, aun si se dieran las más óptimas condiciones electorales. Si la oposición no actúa pronto, explica y cohesiona a los votantes, perderá a mediados del año el último resquicio de democracia que queda y los partidos se convertirán en disidencia sin poder, ni legitimidad alguna.

Por eso nunca es tarde para cambiar, desatar los nudos y las camisas de fuerza autoimpuestas, ampliar el espectro y ser inclusivos, retomar la senda de la gobernabilidad democrática y asumirla como única bandera para conquistar la libertad.

El problema como siempre es la respuesta a la pregunta. ¿Podrá hacerlo? De ello depende todo.
Thays Peñalver
thays.penalver@me.com
@thayspenalver
Thays Peñalver es abogada, escritora y periodista. Ha escrito La conspiración de los 12 golpes.
https://www.elindependiente.com/opinion/2019/12/25/el-futuro-de-la-oposicion-venezolana/

CARLOS RAUL HERNANDEZ: LOS ENDEMONIADOS

(Para M. que chocó con los molinos de lo humano)

Sin importar de cuál hablemos, cuando un pistolero (real o emocional), temerario, astuto y sin escrúpulos, se planta frente a la sociedad, el liderazgo se derrite y con él sus bases de sustentación. Puede ser Castro, Hitler, Mussolini, Lenin, Mao, Perón, Saddam, Jomeini y muchos otros que hincaron de rodillas al mundo. Y para eso fueron imprescindibles los pensadores negacionistas del orden y defensores de utopías. Ejemplo contrario de éstos, Goethe post romántico.

En su monumental Poesía y verdad marca pautas inmortales para la sociología política del totalitarismo y el caudillo totalitario: “…lo demoníaco se presenta más terriblemente cuando aparece y predomina en un hombre… y desde su interior fluye una fuerza enorme sobre las criaturas y los elementos… ¿Quién puede decir hasta donde llegará su irradiación… ni las fuerzas morales… ni los más lúcidos pueden contra ella… la masa se deslumbrada ante su presencia”. 

Esos endemoniados usaron sus condiciones personales para dar un mensaje de dos caras: la sociedad abierta es despreciable por miserias reales o irreales y por eso prometen superarla en un mundo nuevo con las clases, naciones o razas oprimidas. Esta pelota maya la pusieron en movimiento Hegel y Marx, los dos grandes totalistas de la derecha y la izquierda.

Aunque ambos captaron los extraordinarios avances de la civilización, decidieron que llegaba la hora del fin de la historia, del triunfo de la razón y del shortcut a la felicidad. Pasaron 172 años desde el Manifiesto comunista y de 30 la caída del Muro de Berlín. Además del desembarco en Normandía por los norteamericanos, el horror totalitario y el progreso de las sociedades democráticas. 

Intelligentzia bruta

Eso haría suponer que el virus se había debilitado en occidente. Pero el balance en 2019 da para el escepticismo. Los pensadores posmarxistas y post totalitarios, de izquierda y de derecha, son furiosamente anti liberales (aplican el término estúpido de neoliberalismo) y escriben como si eso no hubiera ocurrido. Serge Latouche, Naomi Klein, Judith Butler (inventoras de que el sexo es una invención) y la primera un caso de paranoia clínica su teoría conspirativa del mundo.

Igual Paul Gottfried, teórico de Trump de alt-rigth, Thomas Piketty, (la desigualdad devora a Europa), Evgueny Morozov y Yung-Chung-Hal (internet es una desgracia, el big-brother digital) Slavoj Zizek (el capital financiero asfixia a la humanidad). Especial mención merece Joseph Stiglitz apocalíptico profesional del “capitalismo” en su cadena de patéticos desahucios,y particularmente en la crisis de 2008. Los mencionados demuestran dos cosas a saber por quienes los leen o se disponen a leerlos. 

Que las pamplinas ideológicas, los prejuicios, las manías, la doxa, con patológica frecuencia engendran pensamientos invulnerables a la realidad, dimensiones paralelas, mundos de monstruos imaginarios. Marx en El 18 brumario de Luis Bonaparte se adelanta a su propia sombra al decir: “la tradición de las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”. 

¿Cómo alguien con la erudición histórica, económica y estadística de Piketty, “el Marx contemporáneo”, puede creer que la diferencia de ingresos entre los extremos minúsculos de la campana de Gauss, condena sociedades en las que 80% disfruta del nivel de vida más alto en la historia de la humanidad y que mejora a diario? ¿Cómo puede usarse aún capitalismo, término marxista peyorativo, contra la sociedad abierta y libre, y pretender forjar “otra sociedad” como si se tratara de un muñeco de plastilina?

Todos contra todos

Stiglitz y Zizek desentierran el demonio del capital financiero, -llamado así por Hilferding y Lenin hace cien años- cuando su arboladura global nos dio la posmodernidad, la magia de los pagos digitales, el crédito generalizado para viviendas o vehículos, que permite producir y consumir bienes y servicios con beneficio para 90% de la población mundial. La banca permite a los pobres comprar sin dinero y son la incapacidad y la corrupción de los gobiernos para cumplir su papel, lo que genera crisis como en 2008. 

Gottfried, un supremacista blanco que apoyó a Trump, razona como los diferencialistas negros, musulmanes o feministas: hay que enfrentar religiones, etnias y sexos, y la igualdad democrática es un mito liberal. Goethe dice que las fuerzas morales no pueden contra la energía de los endemoniados, ácido que corroe las resistencias a la amenaza resentida y antidemocrática. El opio de los intelectuales.

Como lo vimos en Venezuela fueron ellos, curas, comunicadores y gerentes de comunicación, estamentos de poder, quienes corroyeron los cimientos éticos que sostenían el orden e hicieron creer que la democracia era un pozo séptico de crueldad y necesitaba un hombre fuerte. Envenenaron las aguas culturales y tarde se arrepintieron.

Los intelectuales desacreditan la sociedad abierta, fabrican la maqueta de un mundo armónico, y relamen el discurso eversivo de los ogros utópicos. El grado de una sociedad libre no se mide por las elucubraciones de académicos y adulantes, sino por a cuantos años luz de distancia está del Gulag, Auschwitz o Isla de Pinos. Y no importa cuán lejos parezca estar. Siempre los intelectuales, los ogros y los confundidos pueden conseguir un bucle de tiempo.

Carlos Raúl Hernández
carlosraulhernandez@hotmail.com
@CarlosRaulHer

NOEL ÁLVAREZ: LA CORRUPCIÓN HACE METÁSTASIS

A lo largo de mi carrera gremial empresarial, en reiteradas oportunidades, me formularon las siguientes preguntas ¿Cuándo y dónde apareció el fenómeno de la corrupción? ¿Será posible combatir con éxito este flagelo? ¿Está exento el sector privado de contraer este virus? Debo reconocer con humildad que, nunca me he sentido preparado para responder satisfactoriamente estas inquietudes, menos ahora, cuando las virtudes individuales se encuentran tan escasas en nuestro país, en donde pareciera que muy pronto deberíamos emular al filósofo griego, Diógenes, quien caminaba durante el día por las calles de Atenas, aferrado a una lámpara encendida, clamando: “busco un hombre honesto”.

Como sucede con todos los temas que me apasionan, decido investigar un poco al respecto. En mi travesía encuentro que algunos historiadores argumentan que el primer caso de corrupción conocido se ejecutó durante el mandato del faraón Ramsés IX, en Egipto, unos mil años antes de Cristo: Un hombre conocido como Peser, antiguo funcionario del faraón, denunció en un documento los negocios sucios de otro funcionario que se había asociado con una banda de profanadores de tumbas para vender cadáveres.

Luis XIV, de Francia, conocido también como el "Rey Sol", en sus memorias reconocía: “no hay gobernador que no cometa alguna injusticia; soldado que no viva de modo disoluto; señor de tierras que no actúe como tirano. Incluso el más honrado de los oficiales se deja corromper, incapaz de ir a contracorriente”. Napoleón Bonaparte solía decir a sus ministros que les estaba concedido robar un poco, siempre que administraran con eficiencia. Algún ingenuo pensaría ¿A quién puede estorbarle una Toyota Fortuner 2020?

Otros estudiosos señalan que la corrupción comenzó en la baja Mesopotamia. Cuenta la historia que un estudiante sumerio al regresar a casa les dijo a sus padres que el maestro le había propinado unos latigazos por su impuntualidad y mala escritura. Los progenitores procedieron a agasajar al educador con un almuerzo, lo sentaron en un sitio de honor, le ofrecieron vino y como guinda del pastel, lo vistieron con un traje nuevo y le colocaron un anillo de oro. El maestro muy solemnemente se dirigió al alumno, diciendo: “Puesto que no has desdeñado mis palabras, te deseo mucho éxito. Has cumplido bien con tus obligaciones escolares y te has transformado en un hombre de bien”.

San Teótimo nos recuerda que, el primer acto de corrupción se produjo cuando Eva, tentada por la serpiente, corrompió a Adán convenciéndolo de que comiera el fruto del árbol de la ciencia del bien y el mal. Este acto de cohecho trajo como consecuencia la aparición de Abel, Caín, Set y toda la especie humana.

El escritor italiano, Carlo Alberto Brioschi, en su libro Breve historia de la corrupción señala: en la antigüedad, “engrasar las ruedas era una costumbre tan difundida como hoy. En Mesopotamia, “establecer un trato económico con un

poderoso no era distinto de otras transacciones sociales y comerciales y era una vía reconocida para establecer relaciones pacíficas”.

Según Brioschi, En Roma, el potentado caminaba seguido por una nube de clientes. Cuanto más larga era su corte, más se le admiraba como personaje. Esta exhibición tenía un nombre: “adesectatio”. Los clientes, actuaban como escolta armada. A cambio, el gobernante los protegía con ayudas económicas, intervenciones en sedes políticas, entre otras prebendas. Al igual que ahora también existían mesas y mesitas que fraguaban acuerdos para repartirse algunos proventos. Para encontrar un empleo solía recurrirse a la “commendatio” que era la palanca para conseguirlo. Esta práctica es lo que hoy se conoce como el “enchufe”.

Concluye Brioschi señalando: “la corrupción es un fenómeno inextirpable porque respeta de forma rigurosa la ley de la reciprocidad. Según la lógica del intercambio, a cada favor corresponde un regalo interesado. Nadie puede impedir al partido en el poder que se cree una clientela de grandes electores que le ayuden en la gestión de los aparatos estatales y que disfruten de estos privilegios. Es algo natural y fisiológico”. Como Coordinador del Movimiento Político GENTE, rechazo la conclusión de Brioschi, por el contrario, coincido plenamente con lo expresado por Santo Tomas Moro, quien dijo: "El hombre no puede ser separado de Dios, ni la política de la moral".

Con este artículo concluyo mi trabajo de columnista por el 2019. Agradezco a mis consecuentes lectores, su invalorable apoyo e inagotable paciencia, en estos 365 días que concluyen. Auguro, a mis apreciados amigos: un fin de año feliz, en unión, presencial o virtual, de todos sus seres queridos; un 2020 pletórico de satisfacciones, personales y familiares. Por último, elevo una oración al Supremo Demiurgo para pedirle que, en el nuevo año, nos libre del abuso, nos proteja de la malignidad y nos conceda la libertad ¡Amén y feliz año nuevo!

Noel Alvarez
Noelalvarez10@gmail.com
@alvareznv 
Coordinador Nacional del Movimiento Político GENTE

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY: UN AÑO NUEVO DE CÁBALAS DETERMINANTES. SAINETE EN CÁPSULAS

Cada vez que termina un año, se efectúa un análisis sobre sus pormenores y las circunstancias que lo envolvieron. Si fue tan malo como el anterior o si tiene valor crucial para el conteo de anécdotas y recuerdos meritorios. Si tiene la virtud de ser escrito con letras doradas en nuestra memoria.

Se hace entonces un balance de si valieron la pena esos 12 meses alegóricos. Si fue complejo subsistir en una tierra atiborrada de malas noticias o fue el advenimiento de oportunidades por doquier. Sí, nuestro planeta está lleno de extremos y somos la tripulación más complicada. Somos audaces para conseguirle el punto malo a las estrellas fulgurantes. Los expertos de moda en ver las sombras en las ráfagas de luz.

Sé que se esperaba mucho de 2019, desde sus primeros compases en un enero riesgoso. Nació una misión indudable, más que sorpresiva. Se reavivó una esperanza que yacía sepultada, que nos ayudó a limpiarnos de los percances y a entender nuestro panorama de posibilidades. Así lo vivió Venezuela en un sueño atónito que contagió al mundo.

Todos pensamos que se haría realidad la predicción de la libertad. Estaban los personajes dispuestos y las ganas inmensas por retornar a la cordura. Más de 50 países apoyaron a Guaidó y una nación entera se contagió de confianza. La tiranía temió como nunca y corrió, sin pensarlo mucho, a llorarle a sus aliados poderosos.

La agenda se colmó de aciertos y tachaduras. La espera se hizo larga, la paciencia se volvió arbitraria y la emoción fue diluyéndose. El esfuerzo se consideró anticuado. No tenía valor si los norteamericanos no lanzaban su bomba tenebrosa en Miraflores y lo arrasaban todo. Tal vez lo hagan si la usurpación comete el mismo error de Noriega en Panamá. Por ahora vale cada paso en un camino espinoso.

Pero no fue otro año convulso y resaltante solo para nuestro país. Ecuador, Colombia y Chile se contagiaron de contrariedad. Recibieron sus dosis de inestabilidad y desencanto. Se encendieron las alertas y se reconoció el peligro inminente de perder la armonía.

Los pueblos siempre estarán insatisfechos. La justicia posee un andamiaje social difícil de armar en las naciones. Los reclamos son justificados, aunque los métodos no siempre sean los correctos. Los facinerosos se aprovechan de esos quiebres para amotinar. Cada territorio tiene su necesidad perpetua. Los gobiernos lo saben, aunque carezcan de todos los alegatos para responder con conciencia a tantas peticiones.

Colombia está dividida en quienes tienen y aquellos con necesidades intensas. Chile pulula por una mejor repartición de las riquezas, como lo han dicho algunos analistas. Las divisiones sociales son confusas y complicadas. Nos es quebrantando lo que funciona o generando caos, que se lograrán reconocer sus peticiones reales. Pero se debe responder con un plan verdadero y no con evasivas, así se arriesgue un poco los trazados económicos. No se le puede dar pasto a los rufianes y a ese clan de bribones financiado por Venezuela, Cuba y Rusia.

Este año que comienza tiene una cifra tan cabalística como entusiasta. Hablar de 20/20 es buscar una numeración clásica y única. No creo en la ficción científica y sí, en que todo posee su razón de ser. En oftalmología es la visión perfecta. Otros le llaman la hora espejo, envuelta en ángeles y otras alegorías.

Soy un convencido en que no serán meses pasados al olvido. Creo firmemente en nuevos designios para todos. Los cambios se darán y la remoción va más allá de la tierra firme. Será el año de los comicios en Estados Unidos. La fecha justa para cumplir promesas y cambiar paradigmas inservibles. Se edificarán gestaciones y se construirán lápidas.

Empieza una nueva década. Eso es bastante para el costal enorme de aspiraciones mundiales. El planeta tendrá un viraje tan profundo que nos costará reconocer el pasado. Venezuela no escapará a eso y, en estos tiempos de limpieza espiritual y terrestre, será difícil entender que fuimos elegidos para una misión valiosa.

Bienvenido 2020. Lo asumo con la mochila repleta de fe. La lucha ofrecerá réditos y nuestra historia reciente no será solo moneda de cambio común. Nos sentará muy bien lo que viene. Se detendrán los asombros por la infamia nacional. Pero depende de cada uno de nosotros el darles una nueva senda a estos próximos diez años. Cambiemos la habitación del pánico por un espacio abierto para las celebraciones. Tengamos un amor versátil y amplio para compartir.

Hasta luego 2019, con tu cargamento espeluznante y con algunos puntos valiosos para recordar. Hoy de buen grado recibo al año naciente, que se arropa de buenos augurios y tiene una cuna tangible para soñar con escenarios dispuestos. Feliz 2020 para todos.

José Luis Zambrano Padauy
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Ex director de la Biblioteca Virtual de Maracaibo “Randa Richani”

OMAR A. ÁVILA H.: 2020: EL AÑO DE LA POLÍTICA REAL

Esta semana leía una entrevista que le hicieran al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en las que expresaba textualmente que las opciones que tiene Nicolás Maduro son: “obtener exilio político, nombrar un candidato presidencial o ser detenido; situación que evidencia su desconexión con la realidad, al insistir en una política equivocada.

Del lado de los ciudadanos se debe entender que el Mesías sólo viene a ayudarnos, que nuestra participación personal para lograr el cambio es indispensable. Que cuando participamos en política lo hacemos por nosotros y los nuestros, no porque apoyamos a un líder sino porque luchamos por ese país ideal por el cual trabajamos cada día.

En una Venezuela en la que este “Socialismo del Siglo XXI”, intervino más de 6 millones de hectáreas, en la que luego de 21 años de “revolución”, solo funcionan el 25% de las empresas manufactureras, en la que van 23 prorrogas del decreto de Emergencia Económica, en la que producto de este modelo arcaico, llevamos más de 2 años en hiperinflación, en esta “Patria” donde los venezolanos comemos 6 veces menos pollo, 3 veces menos carne, menos de un tercio de los huevos que consumíamos per capita anualmente, pero que además quiero dejar claro que la caída de la producción agrícola es mucho antes de las sanciones; en esa Venezuela en la que tenemos dos gobiernos: uno real, autoritario e inútil, y otro igual, pero virtual.

Cuando se inició la llamada Mesa de Diálogo Nacional, decía que la política se mide por resultados, y hoy en día la realidad es que ni la denominada “mesita”, ni los que ofrecieron la salida de Maduro han logrado resultados.

Sin embargo, ambos extremos continúan en sus fantasías. Por un lado el G4 (AD, UNT, PJ y VP) sin cambiar la estrategia, sin hablar del cómo, sin rectificar realmente; dicen una vez más que este año si salen de Nicolás, y Maduro dice por enésima vez, que este año si recuperará la economía. Lamentablemente ninguno hace lo que tienen que hacer para lograr lo que vienen prometiendo durante años.

De nuestro lado, quiero ratificar que lo primero que tiene que cesar son los egos y las mezquindades, porque absolutamente todos por muy distintas que sean nuestras visiones, somos necesarios para poder salir de esta tragedia en la que nos mantiene sumergido este régimen.

No puede ser que cada quien siga defendiendo su minúscula e insignificante parcela, sin importar cuánto daño le hacen al país con ello. La necedad llega a tal nivel que algunos se autocalifican de "mayoritarios". Urge reflexionar o en su defecto dar paso a otros que si queremos avanzar en la solución de los problemas que aquejan a la única mayoría que hay en el país, como lo es nuestro pueblo.

Si Guaidó quiere ratificarse como líder de toda la oposición tiene que desmarcarse de muchas cosas; comenzar a comportarse más como un estadista y no como líder de una parcela. Las recomendaciones están, ahora toca de él hacer las cosas correctas. 

Nosotros, desde Unidad Visión Venezuela, estamos decididos este año a apostar a la organización, para desplazar a los extremistas; basta ya de seguir desperdiciando el tiempo insistiendo en mantras, retóricas inútiles, creando falsas expectativa con fantasías de golpes, invasiones y TIAR, que finalmente es lo mismo: Crecimiento de la desesperanza, profundas frustraciones y aumento de la diáspora.

Estamos convencidos además, que debemos defender la Asamblea Nacional 2020 y luchar por el revocatorio 2021, constitucionalmente es lo que toca, esta es la única ruta real, lo demás es seguir vendiendo ilusiones. Pero además a los abstencionistas, es propicia la ocasión para recordarles que el propio Departamento de Estado de los EE.UU, en un video que recientemente difundió, nos ratifica que la única vía para lograr el cambio la tenemos nosotros, y no es otra que a través del voto. Hay que luchar para lograr mejorar las condiciones electorales, ponernos de acuerdo para nombrar un nuevo Poder Electoral y otros entes necesarios para regresar la autonomía y la democracia. 

La fuerza que necesitamos es votar y defender el voto, no hay ninguna otra.  El régimen lo sabe mejor que nosotros, por eso promueven la abstención.

En fin, disentir, dialogar, negociar y parlamentar, eso es política, no el sectarismo, la malcriadez y el odio del PSUV y el G4  opositor. Todos son iguales, los que se creen puros y los que se les denomina impuros, actúan igual al régimen que tanto criticamos.

En resumen, dialogar con tu adversario no es antipolítico, tampoco eso va a cambiar tus convicciones.

Omar A. Ávila H.
@OmarAvilaVzla
vivzla@gmail.com
Diputado a la Asamblea Nacional

RICARDO GIL OTAIZA: INGENTE TAREA

Termina un año calamitoso para los venezolanos, un año en el que se puso a prueba nuestra templanza; por cierto, palabra casi extinguida en estos lados del mundo, por haberse perdido hace ya mucho tiempo las coordenadas y la lógica social. Un año que marcó a la familia con el desarraigo, lo que trajo, en medio de tanto estupor, un mayor sufrimiento social. El país se transformó en un espectro habitado por zombis, cuyo trasiego parece más al de una mediocre novela gótica, que al de un contexto de pleno siglo XXI.

En cuanto al liderazgo político, tanto del oficialismo como de la oposición, se demostró que cuando se pierde el norte, se pierde en todo. Han sido meses en los que hemos echado de menos la presencia de estadistas, que busquen, más que posiciones, curules y figuración personal o tribal (el poder por el poder mismo), amalgamar las variables presentes, para hacer de ellas senderos que permitan sacar a la nación del atolladero en el que se encuentra hundida, y enrumbarla hacia nuevos horizontes de progreso.

Requerimos líderes sin pies de barro, formados intelectualmente y fogueados en la lucha política; líderes honestos, transparentes, con coraje y determinación. Líderes verdaderos (que no mesías), que hagan de las metas caminos a transitar y no simples eslóganes; que no desgasten las palabras en repeticiones inútiles y tontas que devalúan el discurso, sino que las utilicen para transmitir auténticos mensajes que activen procesos políticos y sociales.

Líderes que no antepongan sus propios intereses a los del colectivo. Líderes sin máscaras, sin subterfugios tras los cuales se esconden las bajas pasiones. Líderes que echen mano de su capital político (trabajado sin descanso en el día a día) para acometer los necesarios cambios y los ansiados giros que todos anhelamos. Líderes de carne y hueso y no de opereta, que se erijan en activadores de procesos que vayan a las raíces de las problemáticas existentes. Líderes que suden en caseríos, pueblos y ciudades sus propuestas, y no sólo rostros frescos y maquillados para las redes sociales y los medios. Líderes que digan la verdad y no seres atrapados en marañas de complicidad, prebendas, amiguismo, caciquismo y compadrazgo.

Líderes del siglo XXI, y no fantasmas del ayer. Líderes inteligentes, que sean capaces de convertir sus palabras en realizaciones. Líderes que no estén petrificados en el pasado y que trabajen para transformar el presente y no un hipotético futuro. Líderes proactivos, empáticos, articuladores de oportunidades, que vivan en la realidad y no encerrados en sus herméticas burbujas ni en sus campanas de cristal. Líderes que convenzan con el ejemplo y cuyas vidas sean libros abiertos para todos. Líderes que aprendan a decir que no cuando las circunstancias lo ameriten, y no sean unos bribones que busquen la aquiescencia de todos a través de la mentira, el engaño y la frivolidad. 

Definitivamente, la tarea que tenemos por delante es ciclópea: para poder reconstruirse a la nación y levantarse de las ruinas (ingente trabajo, sin duda) tiene que ocurrir el cambio político (no menos complejo tampoco), que no se dará si no se acomete ya la necesaria reconstrucción de lo profundo (ideas, pensamientos, creencias, miedos, atavismos, etcétera). Toda una recursividad como se puede observar. Para esto, se tienen que conjuntar disímiles circunstancias, que no bajan precisamente del cielo, sino que tienen que ser trabajadas por todos en el ahora.

¡Feliz 2020!

Ricardo Gil Otaiza 
rigilo99@hotmail.com
@GilOtaiza
@ElUniversal