jueves, 28 de febrero de 2019

ACTUALIZACIÓN, DE "EL REPUBLICANO LIBERAL II”, DEL VIERNES 01-03-2019,

GABRIEL S. BORAGINA, EL CAMINO AL SOCIALISMO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 minuto
Será interesante repasar como se gesta el camino al socialismo, tomando como ejemplo la experiencia europea, donde este nació y se plasmó en todas sus formas y variantes posibles. Y de paso recordar, llevados de la mano de un maestro genial, como el socialismo gestó -en última instancia- y permitió la aparición del nazismo y el fascismo, al punto de concluir que, sin el socialismo, tanto el fascismo como el nazismo hubieran sido imposibles. "En los países de Europa central, los partidos socialistas habían familiarizado a las masas con las organizaciones políticas de carácter param... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS, EL DUELO

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 15 minutos
“Solamente vieron un pedacito de lo que estamos dispuestos a hacer por defender los derechos legítimos de Venezuela”, ha declarado, sonrisa mediante, Delcy Rodríguez. En efecto, tras lo visto el 23F es justo que un escalofrío nos traspase: ¿cuánto daño más calcula causar el gobierno de Maduro con tal de seguir en el poder? Otras angustias, no menos acuciantes, arremeten: ¿cuánto más estamos dispuestos a resistir los venezolanos antes de alcanzar, finalmente, una solución decente para el naufragio que nos acogota? ¡Ah! Sin duda, atizar los temores sobre los límites de ese aguante fo... más »

EUGENIO MONTORO, EL PEZ MORDIÓ LA CARNADA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 47 minutos
Una extraordinaria y paciente siembra en casi todos los países occidentales denunciando al régimen venezolano como una tiranía de corte comunista, dio sus frutos convertidos en el compromiso de muchos de ellos en ayudar a eliminar este problema que ha llevado a la población a niveles impensables de miseria. Mucha agua corrió bajo el puente. Con trampas y ventajas el supuesto presidente simuló unas elecciones y se hizo reelegir cosa que fue desconocida por la mayoría de las naciones libres. Finalmente se concretó una acción conjunta para introducir a Venezuela ayuda humanitaria para... más »

TRINO MÁRQUEZ, LOS COLECTIVOS, ENEMIGOS DE LA FUERZA ARMADA

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 58 minutos
A lo largo del ciclo iniciado en 1999, pocas veces se ha hecho tanpatente el grado de descomposición alcanzado por la Fuerza Armada Nacional, como el 23-F, durante el ataque a la ayuda humanitaria que ciudadanos de distinta procedencia intentaron introducir a Venezuela por Colombia y Brasil. La FAN, a través de la GNB, reprimió a los voluntarios que participaron en la jornada, en combinación con grupos paramilitares integrados por delincuentes de distinto pelaje, exintegrantes de las Farc y miembros del ELN. La FAN, al no impedir que los colectivos y las Faes actuaran, aceptó que e... más »

ANDRÉS OPPENHEIMER, ¿SE FORTALECIÓ MADURO AL BLOQUEAR LA AYUDA HUMANITARIA?

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Algunos piensan que el dictador venezolano Nicolás Maduro demostró en los últimos días que tiene un control firme sobre los militares, y que por lo tanto podrá atornillarse en el poder para siempre. Pero esa podría ser una lectura equivocada de lo que está pasando en Venezuela. Los problemas de Maduro empeorarán. Con o sin una intervención militar —vuelvo a este punto enseguida— su régimen ilegítimo está acorralado, aislado y es cada vez más inviable. Maduro bailó en público el 23 de febrero, tratando de mostrar como una victoria su sangrienta represión contra los voluntarios de l... más »

CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, ¿QUIÉN ES JUAN GUAIDÓ, EL PRESIDENTE ENCARGADO DE VENEZUELA?

EL REPUBLICANO LIBERAL en EL REPUBLICANO LIBERAL II - Hace 1 hora
Este breve comentario lo hacemos especialmente para aquellos que no saben y apenas han escuchado el nombre de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y actual “presidente encargado” de Venezuela. Su nombre completo es Juan Gerardo Guaidó Márquez, un joven político que nació el 28 de julio de 1983 en La Guaira, Estado Vargas, Venezuela, este año cumplirá 36 años y es diputado nacional por el estado Vargas por el partido Voluntad Popular. Desde el 5 de enero de 2019 ejerce como presidente de la Asamblea Nacional, siendo la persona más joven en ocupar dicho cargo”... más »

MIBELIS ACEVEDO DONÍS, EL DUELO


“Solamente vieron un pedacito de lo que estamos dispuestos a hacer por defender los derechos legítimos de Venezuela”, ha declarado, sonrisa mediante, Delcy Rodríguez. En efecto, tras lo visto el 23F es justo que un escalofrío nos traspase: ¿cuánto daño más calcula causar el gobierno de Maduro con tal de seguir en el poder? Otras angustias, no menos acuciantes, arremeten: ¿cuánto más estamos dispuestos a resistir los venezolanos antes de alcanzar, finalmente, una solución decente para el naufragio que nos acogota? ¡Ah! Sin duda, atizar los temores sobre los límites de ese aguante forma parte de la jugada desesperanzadora del chavismo.

Invocando la “patriótica” convicción de que la violencia (“partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva”, escribía hermosamente Marx) ayudaría a despachar al enemigo, los restos del “Ancien Régime”, la revolución no ha tenido reparos para hacernos partícipes a juro de su dinámica de guerra permanente: la guerra de cerco, la guerra comprimida, esa que pretende sustituir a la política, que la proscribe. La del chavismo es una praxis siempre a merced del peligro inminente y la emergencia, donde no hay espacio para la mesura, para los “miramientos” de la civilidad.

Así fue desde el inicio, cuando contaban con una mayoría dispuesta a aplaudir la distorsión. Todavía hoy, despojados de apoyos pero ahítos de excusas, pretenden revivir la fullería y convencer al mundo de que, víctima de la agresión imperial, el Estado tiene razón para defenderse. Su apuesta más fuerte, no obstante, sigue anudada a la recomendación de Von Clausewitz: golpear sin pausa, desmoralizar, doblar la voluntad del adversario hasta imponer la propia.

Con todo y sus menguas, esa estrategia de desgaste sigue siendo metralla letal en manos del régimen. No sólo porque este cuenta con obvio poder fáctico -y un brazo armado que, amén del ejército regular, incluye cuerpos paramilitares y elementos de dudosa procedencia-; también porque se mueve cómodo en un solar que conoce y estruja al máximo, el de una suerte de guerra civil “sin balas” pero no menos despiadada: la guerra de opinión.

Así, desde múltiples plataformas comunicacionales que trascienden el coto de lo doméstico -como demuestra la exótica piara de opinadores afectos a la “marea rosa” que han aparecido últimamente- el gobierno sigue allí, fraguando de la nada su “otra” verdad, sus orwellianos “hechos alternativos” (“falsedades”, como en su momento Todd llamó a la fallida “boutade” de Conway). El tratamiento de la noticia sobre el incendio del camión cargado con ayuda humanitaria sirve de trágico ejemplo. Con la habilidad de una garrapata para extraer vida a una única gota de sangre, y omitiendo los episodios de violencia que se registraban al sur del país, el hecho de marras fue aislado, deformado, amplificado al punto de convertirse en pivote de la comunicación oficial que tuvo lugar tras la compleja jornada. Aunque entrampado por el alto costo de cualquiera de sus dos decisiones, dejar pasar la ayuda o no, el régimen no dudó en tomar el atajo, propiciar la confusión, cerrar fronteras y declararse vencedor, resuelto a enlodar la narrativa de una oposición que, a despecho del frenesí cortoplacista, ha logrado mantener la adhesión en torno al plan de avance gradual.

Sí: con el claro propósito de desarmar al oponente, de desangrarlo hasta que se vacíe, la estrategia de desgaste busca infligir roturas, bajas progresivas, de reducir las fuerzas del otro hasta que, blanco de su aturdimiento y su debilidad, sea incapaz de continuar. Pero, atención: porque a eso -aunque su índole, modos y designios sean radicalmente distintos- estaría apostando también la oposición.

Sabemos que no es posible ni sensato forzar el jaque-mate, eso que remite a la intervención leoninamente solicitada por algunos sectores (y ya abiertamente negada por los aliados). Así que se trata de apelar no sólo a la confianza que inspira un liderazgo fresco como el de Guaidó, sino a la paciencia -que no sobra, es cierto- para estirar los efectos de la amenaza creíble, seguir sumando aliados y explorar las alternativas políticas que el gobierno evade; esos caminos en los que se sabe extranjero, que nunca han estado en su menú. Pero que, dado el acelerado colapso y el creciente cerco, podrían aparecer.

Esto es un duelo que a diario se redefine, uno que opone el escabroso “vale todo” a la meta de largo aliento que suscribe el Grupo de Lima, la de lograr una transición a la democracia “conducida por los propios venezolanos, pacíficamente, apoyados por medios políticos y diplomáticos, sin uso de la fuerza”. Aunque seduzca el ampuloso efugio cinematográfico, la idea del final súbito y sin reveses, es mejor tener consciencia plena del momento, de todas esas fuerzas que hoy convergen a nuestro favor y de las que conviene apropiarse, pues del otro lado persiste una tarasca que no desaprovechará ningún parpadeo. Quizás comprender eso hará que pedir paciencia resulte menos irritante, mucho menos doloroso.

Mibelis Acevedo Donís
@Mibelis

GABRIEL S. BORAGINA, EL CAMINO AL SOCIALISMO


Será interesante repasar como se gesta el camino al socialismo, tomando como ejemplo la experiencia europea, donde este nació y se plasmó en todas sus formas y variantes posibles. Y de paso recordar, llevados de la mano de un maestro genial, como el socialismo gestó -en última instancia- y permitió la aparición del nazismo y el fascismo, al punto de concluir que, sin el socialismo, tanto el fascismo como el nazismo hubieran sido imposibles.

"En los países de Europa central, los partidos socialistas habían familiarizado a las masas con las organizaciones políticas de carácter paramilitar encaminadas a absorber lo más posible de la vida privada de sus miembros. Todo lo que se necesitaba para dar a un grupo un poder abrumador era llevar algo más lejos el mismo principio, buscar la fuerza, no en los votos seguros de masas ingentes, en ocasionales elecciones, sino en el apoyo absoluto y sin reservas de un cuerpo menor, pero perfectamente organizado. La probabilidad de imponer un régimen totalitario a un pueblo entero recae en el líder que primero reúna en derredor suyo un grupo dispuesto voluntariamente a someterse a aquella disciplina totalitaria que luego impondrá por la fuerza al resto."[1]

Hayek describe aquí las condiciones previas reinantes a la aparición del fascismo en Europa. Su tesis consiste en afirmar que -en primer lugar- el aspirante a dictador debe reunir en torno suyo un "grupo dispuesto voluntariamente a someterse a aquella disciplina totalitaria que luego impondrá por la fuerza al resto". El totalitarismo es sólo posible en la medida en que exista o pueda conformarse un grupo de fanáticos adictos al aspirante a dictador que lo acepten por propia voluntad y -naturalmente- adhieran a sus convicciones, aspiraciones y planes de dominación. Resulta aparentemente contradictorio afirmar que un grupo menor, por mejor organizado que este, pueda aplicar su disciplina totalitario al resto, ya que este resto implica un mayor número de personas que las del grupo totalitario. La solución a este aparente dilema por el cual una minoría se estaría imponiendo sobre una mayoría la da -a nuestro juicio- el hecho de que quien detenta realmente la fuerza es quien la ejerce. Lo que parece ser lo explicado en el párrafo siguiente:

"Aunque los partidos socialistas tenían poder para lograrlo todo si hubieran querido hacer uso de la fuerza, se resistieron a hacerlo. Se habían impuesto a sí mismos, sin saberlo, una tarea que sólo el cruel, dispuesto a despreciar las barreras de la moral admitida, puede ejecutar."[2]

El uso de la fuerza es exitoso en la medida que no encuentre tenacidad alguna que se le oponga. Y esto puede ocurrir cuando solamente aquel o aquellos sobre los cuales se pretende ejercer la violencia se consideraren si mismos ineptos para hacerle cara. No hay otra posibilidad, ya que si estuvieran de acuerdo con los violentos no sería necesario hacer uso de la fuerza por parte de estos ni resistirla por parte de los violentados. Nótese que las reticencias de los partidos socialistas europeos no tuvieron analogía con la del partido bolchevique ruso, que se impuso por la fuerza en lo que luego fue la I.R.S.S. Sigamos con Hayek:

"Por lo demás, muchos reformadores sociales del pasado sabían por experiencia que el socialismo sólo puede llevarse a la práctica por métodos que desaprueban la mayor parte de los socialistas. Los viejos partidos socialistas se vieron detenidos por sus ideales democráticos; no poseían la falta de escrúpulos necesaria para llevar a cabo la tarea elegida."[3]

Sin duda, esos "reformadores sociales" estarían pensando en la experiencia soviética. La tarea elegida era la de forzar un régimen planificado de gobierno. Esos métodos -según parece derivarse del texto- son los antidemocráticos, que fueron los empleados -v.g.- por los rusos. Evidentemente, Hayek no se está refiriendo a los socialistas marxistas, sino a otro tipo de socialistas, ya que es sabido que los marxistas son partidarios expresos del uso de la fuerza, y se hallan en contra de la democracia a la que consideran una superestructura burguesa de dominación, es decir, una ideología en el sentido marxista del término. El párrafo ha de aludir, entonces, a lo que se conoce como el socialismo democrático, o bien, socialdemocracia.

"Es característico que, tanto en Alemania como en Italia, al éxito del fascismo precedió la negativa de los partidos socialistas a asumir las responsabilidades del gobierno. Les fue imposible poner entusiasmo en el empleo de los métodos para los que habían abierto el camino. Confiaban todavía en el milagro de una mayoría concorde sobre un plan particular para la organización de la sociedad entera."[4]

Es decir, no reconocían que sus planificaciones no podían lograr el consenso de la gente, sino que debían exigirse por la fuerza, por lo imposible de un acuerdo mayoritario sobre una planificación determinada. Y no deseaban hacer uso de la fuerza para obligarlo, por sus convicciones democráticas (siempre entendiéndose que no se habla de partidos marxistas, sino socialistas no marxistas). Tampoco quisieron convencerse de que sus ansias planificadoras sólo podían instituirse por medio de la fuerza. Aunque no queda del todo claro a que "entusiasmo" se refiere el autor, excepto que la palabra se utilice desde el punto de vista de los fascistas, que si demostraron entusamo en establecer sus planes por medio de la violencia física.

"Pero otros habían aprendido ya la lección, y sabían que en una sociedad planificada la cuestión no podía seguir consistiendo en determinar qué aprobaría una mayoría, sino en hallar el mayor grupo cuyos miembros concordasen suficientemente para permitir una dirección unificada de todos los asuntos; o, de no existir un grupo lo bastante amplio para imponer sus criterios, en cómo crearlo y quién lo lograría."[5]

Esos "otros" eran los nazis fascistas. Lógicamente, si se confiaba en el voto de la mayoría se corría el riesgo que esa mayoría no aprobase la planificación elegida por el panificador. Y el aspirante a dictador no podía transitar con un peligro semejante. Pero era necesario que el dictador tuviera algún apoyo que -a su vez- fuera suficiente como para permitirle llevar a cabo sus siniestros planes antisociales.

 [1] Friedrich A. von Hayek, Camino de servidumbre. Alianza Editorial. España. pág. 176-177

[2] Friedrich A. von Hayek, Camino…ibidem.

[3] Friedrich A. von Hayek, Camino…ibidem.

[4] Friedrich A. von Hayek, Camino…ibidem.

[5] Friedrich A. von Hayek, Camino…ibidem.

Gabriel S. Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina

EUGENIO MONTORO, EL PEZ MORDIÓ LA CARNADA


Una extraordinaria y paciente siembra en casi todos los países occidentales denunciando al régimen venezolano como una tiranía de corte comunista, dio sus frutos convertidos en el compromiso de muchos de ellos en ayudar a eliminar este problema que ha llevado a la población a niveles impensables de miseria.

Mucha agua corrió bajo el puente. Con trampas y ventajas el supuesto presidente simuló unas elecciones y se hizo reelegir cosa que fue desconocida por la mayoría de las naciones libres. Finalmente se concretó una acción conjunta para introducir a Venezuela ayuda humanitaria para desnutridos y enfermos graves. El 23 de febrero de 2019 fue el día elegido para eso. Desde Colombia y Brasil se movieron camiones con alimentos y medicinas y un barco también descargaría la ayuda humanitaria en Puerto Cabello.

El intento fue reprimido salvajemente a tiros por el régimen, con la quema de camiones y represión con muertos y heridos. El barco debió regresar a aguas internacionales bajo la amenaza de hundirlo.

El pez había mordido la carnada.

A la vista del planeta entero el régimen mostró sus peores garras y lo despiadado de sus acciones. Nadie entendía como negarse a recibir ayuda para sus ciudadanos. Hizo todo lo que tenía que hacer para justificar una intervención militar que terminase con la dictadura.

Algunos analistas dirán que el régimen no tenía opción. Haber dejado entrar la ayuda hacía que perdiese el control del país. Era como un pequeño hilo que al tirar de él descosía todo el vestido de la hegemonía. Lo cierto es que ya la suerte está echada y Venezuela entra ahora en una etapa de conflicto armado real.

Una coalición de países plantará conflicto contra el régimen tiránico. Pero no se trata de una guerra entre naciones ya que el 90% de los venezolanos también desea que la dictadura termine y ayudará desde adentro en todo lo que pueda.

El cómo sucederán las cosas corresponde al secreto militar, pero pareciera que, al menos, fuerzas de Brasil, Colombia y Estados Unidos participarán fuertemente. El grupo de militares que por ahora apoya al tirano también muestra indicios de debilitamiento en los mandos. Realmente la mayoría de los oficiales no tienen experiencia en estas cosas y solo han olido pólvora en fiestas patronales. Es de esperar que Cuba, el principal protector de la dictadura, se haga presente con algún apoyo de aviones y tropa y eso les daría a los gringos la excusa perfecta para atacar también a la isla, cosa con la que han soñado desde hace mucho. Al fin del cabo esta refriega la están conduciendo los cubanos. Los soldados venezolanos solo hacen de carne de cañon.

Como se ven las cosas, y de no ocurrir antes algún pronunciamiento importante, pareciera que será una guerra corta. Nuestro pronóstico es que los generales manifestarán, luego de algunos fogonazos, su desconocimiento a la dictadura y su subordinación a Guaidó.

Pero allí no terminará la cosa. Si bien se tomará el mando del país representado con la entrada a Miraflores del nuevo presidente interino, aún quedarán focos de fanáticos haciendo ataques dispersos. Los dirigentes de colectivos, algunos narcotraficantes, grupos del ELN y el terrorismo internacional verán su nido arder y tratarán de salvarse. Quedarán cada vez más aislados hasta que desaparezcan.

Los muchos que predecían que los rojos no saldrían sino por la fuerza dieron en el clavo. Pero también es cierto que nunca habríamos llegado hasta aquí sin haber transitado todas las etapas civilizadas para la solución del conflicto. Solo hasta que el mundo entero vibró con nuestra tragedia se puso sobre la mesa una solución de fuerza pues las otras, ahora muy claro, demostraron ser inútiles.

El Foro de Sao Paulo llega a su peor tragedia. Perder Venezuela es casi perderlo todo. Es el fin de un sueño que por fanático se ahogó en sus propias redes. Una utopía que fabricó su suicidio.

Los venezolanos podemos estar ya seguros de que la pesadilla está por terminar.
Viva Venezuela.

Eugenio Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67

TRINO MÁRQUEZ, LOS COLECTIVOS, ENEMIGOS DE LA FUERZA ARMADA


A lo largo del ciclo iniciado en 1999, pocas veces se ha hecho tanpatente el grado de descomposición alcanzado por la Fuerza Armada Nacional, como el 23-F, durante el ataque a la ayuda humanitaria que ciudadanos de distinta procedencia intentaron introducir a Venezuela por Colombia y Brasil.

La FAN, a través de la GNB, reprimió a los voluntarios que participaron en la jornada, en combinación con grupos paramilitares integrados por delincuentes de distinto pelaje, exintegrantes de las Farc y miembros del ELN. La FAN, al no impedir que los colectivos y las Faes actuaran, aceptó que esos grupos irregulares armados por el régimen, se ensañaran contra la población civil inerme. 

Las imágenes de Freddy Bernal e Iris Varela en las cárceles de San Cristóbal y Ureña arengando y adoctrinando a los presos, armándolos y participando con ellos en el ataque a los civiles, y de paso tomándose selfing con los matones, como si fuera una acción heroica destruir los camiones que trasportaban medicinas y alimentos, muestran un acto obsceno frente. Significan un vejamen para la FAN. El cuerpo quedó subordinado a las directrices trazadas por los forajidos que participaron en el asalto. 

¿Dónde quedó esa institución de inspiración prusiana que se ganó el respeto de los venezolanos a partir de su profesionalismo, disciplina y lealtad a la democracia? 

Vladimir Padrino debería responder. Es el principal responsable de lo ocurrido.Durante el período democrático el poder militar acataba las órdenes del poder civil. Esta obediencia era uno de los signos fundamentales del carácter civilista y republicano del Estado y la sociedad. En el Senado de la República se estudiaba la hoja de servicio de los oficiales cuyos ascensos eran propuestos por la institución armada. Se evaluaban las credenciales. A partir de los méritos y antigüedad de cada uniformado, el Senado sugería el nombre de los oficiales que debían ascender a las más altas jerarquías. La lista era considerada por el Presidente de la República quien, en su condición de Comandante en Jefe, tomaba la decisión en última instancia. La organización militar constituía un cuerpo coherente, con líneas de mando verticales.

Hugo Chávez y Nicolás Maduro, con la asesoría de los cubanos, decidieron convertir en un pandemonio el orden jerárquico de la institución castrense. Cargos y líneas que se entrecruzan y chocan entre sí. 

Rocío San Miguel y Sebastiana Barráez, dos profesionales dedicadas al estudio exhaustivo de la institución, describen una organización minada, desmantelada y desvencijada, sin aprestamiento para cumplir con las tareas que le corresponden. Sus juicios fueron confirmados por Hugo ‘El Pollo’ Carvajal, antiguo militante del chavismo, quien sabe mucho del asunto porque durante diez años fue el hombre clave de la contrainteligencia militar. Conocedor de los secretos más ocultos de ese complejo mecanismo.

De esa institución respetada y admirada va quedando muy poco. Los testimonios de los jóvenes oficiales que en los últimos días han decido separarse del cuerpo e irse para Colombia y Brasil, hablan de unas condiciones de vida lamentables. Describen cuarteles a los cuales no llega el rancho, la comida. Ni reciben uniformes o botas nuevas. Hablan del contrate abismal entre la vida de la tropa y la de los oficiales superiores que participan en el festín promovido por el régimen para premiar la lealtad de sus incondicionales.

Ahora los militares no están subordinados al poder civil organizado en Estado republicano, sino a los dictámenes de un pequeño grupo de civiles facinerosos, monitoreados desde Cuba por el G2 y Raúl Castro.

Una de las tareas vitales de la FAN en el futuro inmediato será recuperar su prestigio a partir de la eliminación de los grupos delictivos que han ocupado su lugar. Que la han relegado a un lugar penoso. Que la convierten en cómplice de un terror criminal que en nada se relaciona con la violencia legítima que, para preservar la paz y la estabilidad, debe ejercer la Fuerza Armada de un Estado democrático.

Los colectivos armados se transformaron, junto al G2, en los peores enemigos de la FAN. Dependerá de los oficiales a quienes les importe realmente la institución y valoren su importancia para la preservación de la democracia, la extinción de esos grupos. Cuando se habla de democracia y de República, los colectivos y los militares profesionales no pueden coexistir en el mismo universo. Son incompatibles.

Trino Márquez C.
@trinomarquezc

ANDRÉS OPPENHEIMER, ¿SE FORTALECIÓ MADURO AL BLOQUEAR LA AYUDA HUMANITARIA?


Algunos piensan que el dictador venezolano Nicolás Maduro demostró en los últimos días que tiene un control firme sobre los militares, y que por lo tanto podrá atornillarse en el poder para siempre.

Pero esa podría ser una lectura equivocada de lo que está pasando en Venezuela.

Los problemas de Maduro empeorarán. Con o sin una intervención militar —vuelvo a este punto enseguida— su régimen ilegítimo está acorralado, aislado y es cada vez más inviable.

Maduro bailó en público el 23 de febrero, tratando de mostrar como una victoria su sangrienta represión contra los voluntarios de la oposición que intentaban llevar ayuda humanitaria a Venezuela. Pero esa imagen no lo va a ayudar.

Primero, el aislamiento internacional de Maduro seguirá creciendo. Estados Unidos y más de otros 50 países, incluidos Canadá, Alemania, Francia, Gran Bretaña, España, Brasil, Colombia y Argentina, ya han reconocido al Presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como el presidente interino legítimo de Venezuela.

El lunes, Corea del Sur anunció que se unirá a la lista de países que reconocen a Guaidó. Y varios presidentes latinoamericanos, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y otros altos funcionarios del Grupo de Lima acordaron el lunes en una reunión en Bogotá, Colombia, intensificar y ampliar las sanciones diplomáticas y económicas contra Maduro.

“Vamos a estar mucho más activos a nivel internacional para ganar nuevos países en Europa, Asia y África” y lograr que reconozcan a Guaidó, me dijo el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Roberto Ampuero, después de la reunión. “No vamos a quedar solo el Grupo de Lima”.

En segundo lugar, los ingresos extranjeros del régimen de Maduro disminuirán en los próximos meses, a medida que se apliquen las sanciones estadounidenses e internacionales. Estados Unidos ya ha anunciado medidas que reducirán drásticamente las exportaciones de petróleo de Venezuela, la mayor fuente de ingresos del país.

Estas medidas congelarán unos $7,000 millones en activos venezolanos y resultarán en una disminución de $11,000 millones en las exportaciones venezolanas este año, según funcionarios estadounidenses.

Tercero, a diferencia de lo que ocurrió en Cuba con la ex Unión Soviética, Maduro no tiene una superpotencia dispuesta a defenderlo a cualquier costo.

Rusia dice que apoyará a Maduro, pero no va a mover un dedo si el presidente Trump rompe su vergonzoso silencio sobre la invasión rusa a Crimea, y le dice a Vladimir Putin: “Si tú te metes en mi vecindario, yo me meto en el tuyo”. Y China está principalmente preocupada por poder cobrar sus préstamos, algo que Guaidó ya ha prometido hacer.

Cuarto, no está claro por cuánto tiempo más las fuerzas armadas de Venezuela respaldarán ciegamente a Maduro.

La mayoría de los soldados uniformados venezolanos que bloquearon la ayuda humanitaria y dispararon contra voluntarios desarmados de la oposición en la frontera colombo-venezolana el 23 de febrero no eran miembros del Ejército o la Guardia Nacional, sino de las fuerzas paramilitares de Maduro, o colectivos. Puede que Maduro no se animó a pedirles al Ejército y a la Guardia Nacional que dispararan contra la gente.

En quinto lugar, si bien es probable que no haya una intervención militar estadounidense o internacional en un futuro próximo, podría haber presiones crecientes para una intervención de las Naciones Unidas en el futuro.

Prácticamente todos los países de América Latina y Europa que apoyan a Guaidó, incluidos Colombia y Brasil, declararon el lunes que no respaldarán una intervención militar estadounidense o internacional. Pero si la crisis humanitaria de Venezuela continúa empeorando, eso podría cambiar.

Más de tres millones de venezolanos ya han huido de Venezuela, y su número puede aumentar a 10 millones en los próximos cuatro años, según el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, Luis Almagro.

En resumen, salvo un milagro —como lo sería un gran aumento en los precios del petróleo, que pocos esperan— Maduro lleva las de perder. Sus problemas irán en aumento, y estará bajo una creciente presión interna y externa para acordar una solución política que conduzca a un restablecimiento de la democracia.

Andrés Oppenheimer
@oppenheimera

CARLOS VILCHEZ NAVAMUEL, ¿QUIÉN ES JUAN GUAIDÓ, EL PRESIDENTE ENCARGADO DE VENEZUELA?


Este breve comentario lo hacemos especialmente para aquellos que no saben y apenas han escuchado el nombre de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y actual “presidente encargado” de Venezuela. Su nombre completo es Juan Gerardo Guaidó Márquez, un joven político que nació el 28 de julio de 1983 en La Guaira, Estado Vargas, Venezuela, este año cumplirá 36 años y es diputado nacional por el estado Vargas por el  partido Voluntad Popular. Desde el 5 de enero de 2019 ejerce como presidente de la Asamblea Nacional, siendo la persona más joven en ocupar dicho cargo”. 

La información que aquí exponemos fue tomada de Wikipedia, la enciclopedia virtual más famosa de la red y nos dice entre otras cosas que “Guaidó es hijo de Norka Márquez y de Wilmer Guaidó, taxista quien reside en Tenerife, España. Se graduó en el Instituto Los Corales de bachiller en Ciencias en el año 2000, luego de haber vivido la tragedia de Vargas en 1999. El año 2007 terminó sus estudios de pregrado en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, obteniendo el título de ingeniero industrial. Al salir de esta casa de estudio se dedicó a continuar su formación y obtuvo dos títulos de posgrado, ambos en gerencia pública, uno por parte de la Universidad George Washington/Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) y otro en el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA). Está casado con Fabiana Rosales con quién tiene una hija llamada Miranda”.

La misma fuente se extiende y nos explica que Guaidó “Fue representante de la Facultad de Ingeniería ante el Consejo General de Representantes Estudiantiles (COGRES), miembro de la Cátedra de Honor y del programa de Liderazgo de la UCAB. Es miembro fundador y ejerció como secretario general del COGRES. También participó activamente como miembro directivo del Centro de Estudiantes de Ingeniería, fue dirigente del Movimiento estudiantil venezolano y uno de los líderes estudiantiles durante las protestas por el fin de la concesión de RCTV en 2007 y el referéndum constitucional de Venezuela de ese mismo año, junto a Yon Goicochea, Juan Requesens, Stalin González, Miguel Pizarro y Freddy Guevara.1 En 2009 se convirtió en miembro fundador del partido Voluntad Popular junto a Leopoldo López y un grupo de jóvenes. Dentro del partido es coordinador del estado”.

“Guaidó se presentó como precandidato a gobernador del estado Vargas. En las elecciones de 2010 fue electo diputado, como suplente de Bernardo Guerra dentro de la III Legislatura. Para las elecciones primarias de la Mesa de la Unidad Democrática de 2012, el 11 de junio de 2015, inicia una huelga de hambre, junto a varios líderes de Voluntad Popular como Leopoldo López, Daniel Ceballos y Armando Armas, para exigir al Consejo Nacional Electoral que coloque lo más pronto la fecha de las elecciones parlamentarias. El 24 de junio de 2015 es confirmado por Freddy Guevara, coordinador nacional encargado de Voluntad Popular, como candidato a diputado principal a la Asamblea Nacional por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) representando a la circunscripción N.° 1 del Estado Vargas junto a Milagros Eulate, de Acción Democrática. En las elecciones, llevadas a cabo el 6 de diciembre de ese año, resultó electo como diputado y asumió el cargo de diputado el 5 de enero de 2016. Como parlamentario fue designado diputado suplente al Parlamento Latinoamericano (PARLATINO) y vicepresidente de la Comisión Permanente de Política Interior en 2016. Posteriormente, en 2017, pasó a ser presidente de la Comisión Permanente de Contraloría”.

“El 28 de junio de 2017 durante una marcha en la avenida Francisco de Miranda en el marco de las protestas en contra del presidente Maduro, Guaidó fue agredido por efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana y recibió impactos de perdigones en la espalda y cuello, asimismo expresó su rechazo a la represión policial. En 2018 es elegido como jefe de la mayoría opositora parlamentaria”.

“El 23 de enero de 2019 se realizó un cabildo abierto en Caracas donde, y por las atribuciones del mencionado artículo de la Constitución, se juramentó como presidente encargado de Venezuela. Posteriormente fue reconocido por los EEUU y el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y hoy es reconocido en más de 50 países, todos ellos democráticos”  

Desde el 1 de febrero de 2019, Guaidó anunció una ley de amnistía aprobada por la Asamblea Nacional para la policía, el ejército y las autoridades que ayudan a restablecer el orden constitucional; anunció un plan sector por sector, llamado Plan País, para la revitalización del país, con atención a los más afectados por la pobreza; aseguró el envío a Venezuela de ayuda humanitaria proveniente de Estados Unidos y anunció planes para envíos internacionales y convoyes; obtuvo el control de las cuentas financieras de Venezuela en Estados Unidos y trabajó para asegurar otros activos extranjeros; nombró diplomáticos y embajadores”.

Hace solo unos días lo vimos en Colombia reunido con el presidente de ese país, Iván Duque Márquez y con el vicepresidente de EEUU, Mike Pence. El resto de su historia se escribe a diario en estos días aciagos para Venezuela.

Carlos Vilchez Navamuel
@carlosvilchezn