lunes, 24 de junio de 2019

ENRIQUE CONTRERAS R. AMÍREZ: LA CONSTITUCIÓN DEL IMPERIO, DESALOJA EL ESTADO-NACIÓN (SEGUNDA PARTE DE TRES)

EL IMPERIO DEL GRAN CAPITAL Y SU CONSTITUCIÓN

En el campo de los análisis internacionales, en la moldura de la geopolítica planetaria, se ha reconocido y se reconoce que el paradigma de la globalización es un hecho real, nuestras naciones se encuentran sumergidas en ese proceso y los capitales norteamericanos, chinos, rusos, ingleses, alemanes, por sólo nombrar algunos, son los que tienen el monopolio de la conducción económica y política del planeta, son los que poseen el poder real, mientras que le dejan el poder formal a los gobiernos títeres de las diferentes naciones.

Muchos de esos capitales se han fusionado para constituir la cúspide que actúa bajo el techo de las Naciones Unidas. Esos capitales organizados en grandes conglomerados no tienen frontera alguna, controlan los organismos internacionales del comercio, industria y finanzas, hacen la guerra donde les
conviene hacer la guerra y convocan a la paz donde les conviene hacer la paz, siembran el chauvinismo entre naciones para mantenerlas divididas, colocan condiciones convertidas en leyes supranacionales para dirigir y dominar el mercado mundial, imponen reglas de juego en los escenarios políticos de cada nación y ordenan leyes cuya única intención es garantizar jurídicamente sus inversiones y obtener la mayor ganancia posible. 

Es un modelo espeluznante que se ha convertido en la espada de Damocles para nuestros pueblos en su afán de reproducir sus riquezas, no importándoles el futuro de la vida humana, vulnerando las libertades y los derechos de nuestras naciones.

Para tales fines, se han valido de gobiernos y partidos políticos celestinos –y esto hay que tenerlo bien claro- sean de derecha o de la llamada izquierda, los mismos han impulsado las citadas Constituyentes derivadas del poder constituido, han participado en ellas para cambiar las leyes, leyes que se han hecho para complacer la sed de poder de los dueños del gran capital y donde en la actualidad América Latina es el gran ejemplo de lo que estamos señalando. Todo parece indicar que no existe en estos tiempos fuerza humana que se pueda enfrentar al avasallante designio del poder global y su Constitución Imperial.

Desde luego, que para mantener y consolidar el Estado Mundo y su Constitución Imperial han creado ese cuerpo de leyes omnímodas, verticales y absolutas, que dan sobrado alegato; y por si fuera poco, legalidad jurídica para hacer sentir el poder del Estado Mundo y de sus fuerzas represivas a todo aquella nación que se atreva a criticar y discutir e incluso poder violentarle su soberanía. Soberanía que al ser violentada y pisoteada, intentan exaltar, para hacerla florecer como conquistas de la lucha por la libertad, la democracia y la civilización. Semejante "perfeccionamiento", se revela más recientemente en la política militarista de guerra de alta intensidad, llevada a cabo por los Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña en el Medio Oriente, cuya intensión es posesionarse y no hay otra, de las riquezas petroleras y gasíferas que allí se encuentran. Cualquier intento que se haga para objetar semejante aberración y miserableza humana, por parte de los pueblos o movimientos emancipatorios, para tomar un camino propio con autonomía, diversidad y pluralidad, es visto como una transgresión a esas "leyes", calificándose de inmediato de actos terroristas y de esta manera justificar la represión y el crimen, que a nombre del progreso se ejecuta sin consideración humana alguna.

Michel Chossudovsky (2002), al respecto escribe lo siguiente: Estados Unidos la  Ley Patriótica condena la protesta pacífica en contra de la globalización. Manifestarse contra el FMI o la OMC, por ejemplo, podría considerarse un delito de terrorismo interno. La ley comprende cualquier actividad, lo que podría llevar a influir en la política de un gobierno por la intimidación o la coerción; esto es una manifestación que bloquea una calle impidiendo el tránsito se considera terrorismo interno. En términos generales, la nueva legislación representa una de las más avasallantes afrentas en contra de la libertad que se haya visto en los últimos cincuenta años. Es poco probable que nos proporcione una mayor seguridad, pero sin duda nos hará menos libres. (CHOSSUDOVSKY, Michel. “Guerra y Globalización”. Editorial Siglo XXI. México. pp. 13.

Estas leyes, que tienen carácter "supraconstitucional" impuesto y dicho sea de paso, muchas de ellas fueron vaciadas en las reformas que le han hecho al Código Procesal Penal venezolano, también tienen el propósito de eliminar toda discusión política que pueda develar el marcado interés de recolonizar a los pueblos, donde ellos tengan como objetivo militar tomar y poseer espacio territorial estratégico, petróleo, gas, carbón, coltan, thorium, agua o biodiversidad, es el propósito fundamental de la llamada Ley Patriota, creada por la administración de Bush, como una de la leyes más reaccionarias y fascistas inventadas por el gobierno norteamericano impulsada por el capital privado en toda su historia.

El imperio del capital, como expresión del paradigma globalizador ha creado doctrina a todos los niveles para consolidar sus objetivos, propósitos y fines, donde los dueños de ese capital enfermos en su moral y valores desfiguran el concepto de justicia de la manera más malévola y destruyen las economías domesticas de los países para imponer sus malignos intereses. 

Hoy día podemos afirmar que los 7.550 millones de habitantes que aproximadamente poblamos el planeta, vivimos éste martirio del holocausto globalizador para materializar la sed de poder del gran capital, pareciera que se estuviera reeditando las experiencias vividas y narradas en los escenarios nazis –claro esta, en otros tiempos pero en el mismo espacio- donde el escritor Ingo Müller en su libro “Los Juristas del Horror”, traducido al castellano por el abogado venezolano y profesor universitario Carlos Armando Figueredo, nos describe y narra.

De esa doctrina, de la que hemos hecho referencia, la que más han utilizado para controlar el descontento de los pueblos es la doctrina del miedo, miedo que trae y afirma el orden social, es un mecanismo primario para evitar el desbordamiento conflictivo de la formación de una estructura socio-económica que pisotea constantemente la historia de nuestros pueblos junto a la dignidad humana, donde se utiliza la manipulación mediática para evitar cualquier tipo de resistencia para mostrarse como una especie de maquina implacable de poder demoledor de cualquier proceso insurreccional que intente desalojarlos de sus respectivas naciones.

PRIMERA PARTE: http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/2019/06/enrique-contreras-r-amirez-

Enrique Contreras Ramírez
@enriqcontrerasr

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