“La brevedad, es el
talento del alma” W. Shakespeare.
El problema de
nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino
importantes. De allí que sea necesario recordar que para lograr una buena
síntesis de lo que queremos decir debemos leer e investigar mucho, lo contrario
es hacerlo poco y tratar de abundar en un solo artículo. Máxime cuando pensamos
que podemos explicarlo todo desde nuestra particular visión de las cosas.
Existe una tendencia
al relato o reseña de hechos, a las reiteradas explicaciones, fechas, citas
históricas o literarias, que son importantes, pero que ocupan un espacio cuya
razón principal debe ser el análisis y la opinión que del tema se tiene por el
que escribe el artículo. Lo contrario sería más fácil remitirse a la fuente
original que contenga con exactitud los detalles de lo allí tratado.
El objeto inicial de
un artículo, no debe tener la intención
de mostrar erudición ni estructuras literarias complejas, tampoco separar los
temas, sino buscar su interrelación. Desde una visión de conjunto crear un
marco para tratar los problemas de actualidad. No es que no sepamos cosas, es
que nos llega una cantidad de información tan enorme por las distintas fuentes
digitales y tradicionales, que a veces no sabemos qué hacer con ella, lo que
dificulta la lectura de extensos e interminables artículos.
Esa enorme masa de
información a veces cierta, a veces falsa, a veces irrelevante, a veces
importante, a veces fundada o infundada, implica que el problema ya no es
recibir información, pues hoy todos
tenemos más información de la que podemos asimilar. El objetivo es
orientarla de tal manera que la información sea de utilidad y no simplemente
para agobiarnos o impresionarnos.
Es por ello, en mi
opinión, que la pretensión debe ser el crear un marco dentro del cual una
información sintetizada y concreta sirva de muralla contra lo irrelevante y lo
engañoso (El criterio). Criterio significa en griego «cedazo»; sobre él se
pasan de alguna manera las cosas para saber con qué nos quedamos y con qué no.
Esa debiera ser la sincera intención de un buen articulista.
“Un discurso de cinco
minutos se prepara en tres días, y uno de tres días en cinco minutos” W. Churchill.
Cesar Guillen
Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc
Stantes"
“Todavía en Pie”
Caracas- Venezuela
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