jueves, 11 de febrero de 2016

JOSÉ LUIS ZAMBRANO PADAUY, DESAFORTUNADAS CLASES DE LITERATURA EN LA AN.

Ya había vaciado casi la integridad de su discurso, sin haber zanjado en conformidad su deuda como funcionaria pública, cuando trató de concluir su informe de gestión. Titubeó un poco e hizo una pausa leve, como para tomar ese aliento distintivo de quienes emiten frases históricas. Atenazó con sus dedos el legajo de papeles y leyó pausadamente cada palabra, insuflándose de letrada y experta en el área literaria.

Con la seguridad de escritora furtiva, lanzó las estrepitosas palabras que en cuestión de minutos le dieron la vuelta al mundo. Substrajo una frase de la reconocida obra “Los Miserables” del poeta, dramaturgo y novelista Víctor Hugo, quien para muchos representa al Cervantes y Shakespeare de habla francesa. Pero la fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, decidió en su ignorancia, cambiarle por capricho la nacionalidad y le estampó a Nicaragua como su nuevo país natal.
Todos los diputados que asistieron a la Asamblea Nacional ese día a discernir y escuchar atentamente el balance de una desdichada gestión al frente de tan importante organismo, quedaron estupefactos y boquiabiertos, cuando al insigne escritor francés lo confundieron con un nicaragüense, sin tener la certeza si la panfletaria oratoria de la fiscal fue edificada por ella o por alguno de sus iletrados asistentes.
Para Ortega Díaz su informe anual terminó siendo la comidilla de las redes sociales y un punto chinesco en los programas de noticias del planeta. Tal vez la reconocida representante de la fiscalía venezolana logró reblandecer las tensiones y desviar de forma sonora el interés por conocer su capacidad para minimizar la cifra de homicidios y hasta quizá, el de ser interpelada por su incongruente accionar, prefiriendo emitir semejante disparate de forma pública.
Ninguno los párrafos leídos maltrechamente pudo aclarar por qué Venezuela es el segundo país más violento del mundo o cómo llegó nuestro salario mínimo a ser inferior al de la propia Cuba. Probablemente después de tantos gastados discursos sobre imperialismo por parte de personeros del Gobierno y el ser Venezuela el país con mayores reservas petroleras, no pueda dilucidar el motivo por el cual hayamos comprado el primer embarque de crudo que EEUU vende en Latinoamérica.
Existe la urgida necesidad que ella y tanto representante gubernamental con anclas partidistas al frente de los poderes constituidos, se tomen en serio el lograr ser expertos en nacionalidades. Seguramente sea cuesta arriba el exigirle a Víctor Hugo, Rubén Darío o a Rómulo Gallegos el mostrar sus documentos de identidad, pero en el clamor de las justas aclaratorias, es menester que quienes nos gobiernan muestren sus papeles de origen.
A comienzos de mes le fue entregada al presidente de la AN la solicitud por escrito y firmada por más de 10 mil venezolanos, para investigar la nacionalidad del presidente de la República.
Tratan de lanzar por la bordas las pesquisas sobre la partida de nacimiento del mandatario nacional. A lo mejor su desentendido sobre el tema de nacionalidades llegue a confundir a Joan Manuel Serrat como cubano, pues recientemente hasta al músico inglés Eric Clapton lo señalaron de gringo.

José Luis Zambrano Padauy
jzambranopadauy@yahoo.com
zambranopadauy@hotmail.com
@Joseluis5571
Zulia - Venezuela

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