sábado, 24 de noviembre de 2018

ALBERTO JOSÉ HURTADO B., ¿POR LA EFICIENCIA ECONÓMICA?


En el actual contexto de la economía venezolana y a pesar de la ausencia de resultados concretos del programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad, el Gobierno Nacional insiste en identificar, utilizar y presentar al país criterios de acción pública que se sustentan en las funciones que toda autoridad debe desarrollar en una economía: a) asignar determinados bienes y servicios mediante la política presupuestaria, pero nunca todas las mercancías disponibles; b) distribuir la renta petrolera obtenida por la venta en el extranjero del petróleo venezolano, y redistribuir el ingreso a partir del cobro de impuestos a los sectores con mayor capacidad para contribuir, y c) estabilizar la economía utilizando los instrumentos monetarios, fiscales, políticos y sociales disponibles, pero dejando de usar aquellos cuyo impacto empeore la realidad macroeconómica. De allí se deriva el principio de eficiencia que desde hace un buen tiempo el Ejecutivo Nacional utiliza para respaldar las medidas de intervención con las que intenta corregir la inestabilidad de precios e incentivar la actividad productiva.

En este sentido, una economía eficiente es aquella capaz de permitir la producción óptima de bienes y servicios, y de facilitar la asignación de recursos teniendo en cuenta los factores de producción existentes. El mercado garantiza dicha eficiencia cuando logra una situación en la que no es posible mejorar las condiciones de un miembro de la sociedad sin perjudicar las condiciones de los otros (óptimo de Pareto). Así, la suma del excedente del consumidor (bienestar del comprador) y del excedente del productor (beneficio del vendedor) se maximiza, garantizando de esta manera que los compradores accedan a los productos al precio más bajo posible y que los vendedores reciban los precios más altos por sus bienes.

Pérdida irrecuperable:

Los obstáculos más comunes que tiene una economía para lograr la asignación eficiente de los recursos son: a) el excesivo uso de controles de precio: tanto precio máximo como precio mínimo; b) la presencia de mercados no competitivos: monopolios, oligopolios, competencia monopolística; c) la existencia de bienes públicos, para los cuales no existe precio de mercado y tienen una menor producción debido al problema del free rider, y d) la presencia de externalidades, los costos y beneficios que recaen sobre agentes económicos distintos a quien lleva a cabo una actividad económica. Todos estos factores ocasionan subproducción o sobreproducción de bienes y servicios, es decir, generan una pérdida irrecuperable para la sociedad (que se mide por la disminución del excedente del consumidor y el excedente del productor) como consecuencia de un nivel de producción no eficiente.

Si el gobierno venezolano pretende de nuevo alcanzar la eficiencia económica debe entender que ésta no se decreta; en su lugar, requiere de acciones reales para mejorar el funcionamiento de las instituciones públicas, recuperar los mercados, restablecer la seguridad jurídica, y permitir la participación y surgimiento del sector privado en el país. De igual forma debe tener presente que: 1) las economías de mercado producen resultados eficientes que la acción pública no puede mejorar, y 2) ante la existencia de fallas de mercado en la economía, la intervención regulatoria del sector público para orientar dichas fallas puede beneficiar a todos, siempre y cuando se disponga de un esquema institucional donde sea posible el seguimiento, medición y rendición de cuentas de la gestión y los resultados de las instituciones públicas (democracia), para evitar que las fallas del Estado causen ineficiencia económica.

Alberto Jose Hurtado B
@ajhurtadob

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