Me reclamaba un lector que mi artículo anterior era
“Una página de conceptos heroicos” al que le faltaba “algo practico” para
conseguir la solución en Venezuela. Por la sugerencia enviada parecería que
bastaría con que la diáspora denunciara la situación ante la ONU para resolver
el conflicto.
Entiendo su preocupación, por lo que me motivé a
escribir estas líneas. Antes quisiera llamar la atención sobre el contenido de
un artículo de opinión, en cuyas pocas cuartillas, es difícil diversificar su
contenido; el mismo debe enfocarse en una problemática y obedecer a un objetivo
específico, no hay espacio para mucho más.
Por eso habrá artículos donde solo se denuncian
hechos, en otros se analizarán principios. Existirán aquellos donde se apoyarán
decisiones, se sugerirán caminos… o se intentará renovar la esperanza.
El que los escribe es un ciudadano, sometido a las
mismas preocupaciones y dudas que todos los venezolanos; intenta materializar
con palabras las ideas que percibe del conglomerado social. Las analiza a la
luz de principios, valores, conocimientos y experiencias… y luego las expresa
intentado hacer un aporte a la reflexión común.
En estos días es más difícil escribir, motivado a que
celebramos las fiestas familiares más importantes para el pueblo venezolano.
Intentamos no confundir sentimientos, ausencias, perdidas, decepciones… con
nuestra Fe y con la Esperanza de conseguir el tan anhelado cambio político en
el país.
Consecuente con mi línea de escritura y a pocos días
de la llegada de un nuevo año, No puedo dejar de pasar por alto la fecha
trascendental del 10 de enero, por eso es preciso hablar muy claro para no
equivocarnos.
La primera constatación no es un secreto para nadie,
tenemos una oposición política dividida, sus líderes han perdido la sintonía
popular. Sea por errores de estrategia, por difamaciones, por la guerra sucia
de los laboratorios del régimen; pero también por traiciones, saltos de
talanquera, poca asertividad, por corrupción, por no hablar claro o por
obedecer principalmente a intereses partidistas o personales… ¿Cómo conseguir
la libertad, con quien no sabe ser justo?
La consecuencia principal de esta situación es la
perdida de la esperanza. Por eso se incrementa el éxodo… un sálvese quien pueda
es lo único que queda, al desaparecer el guía unitario que encarne la
posibilidad del cambio.
Esa es la mayor responsabilidad de la oposición… de
asumirla en toda su dimensión, depende la posibilidad de personificar de nuevo
la libertad. No es solo el pueblo el que tiene que aprender la lección del
experimento Chávez; de esta tragedia también es necesario reconocer los
errores, las mezquindades, las formas retrogradas de hacer política… obteniendo
siempre los mismos desastrosos resultados, porque se cometieron los mismos
errores.
La siguiente constatación es que muchos intereses
privados, económicos, empresariales, se han movido muy a gusto, para
enriquecerse con la miseria generada en el país. Actuando igual o peor que el
chavista de base, que se vende por unos mendrugos.
La tercera realidad, quizás la más dolorosa para un
país forjador de libertades, es que la República fue traicionada por las altas
esferas de las Fuerzas Armadas Nacionales. Quienes se inclinaron, por la
corrupción imperante en sus cuadros superiores.
Ahora bien, pienso que nuestro principal error, ha
sido creer que vivimos simplemente un conflicto. Que aquí conviven dos partes
inmersas en una situación difícil y que podremos arreglar esto con diplomacia y
tacto.
Si solo fuera esto, bastaría con sacar a la luz los
desacuerdos, abrir un debate, una discusión para llegar a soluciones que
satisfagan a los implicados. He aquí el discurso de los “Zapateros”, solo que
en Venezuela una de las partes, jamás piensa entregar y no le reconoce
derechos, ni siquiera los humanos, a la otra.
No existe intención democrática por parte del régimen,
no existen canales de negociación… son tan solo excusas para ganar tiempo… para
aplastarnos mejor. No hay esperanza para una solución equitativa del supuesto
conflicto, porque el régimen no es una parte… Maduro es solo un representante,
obedece a un proyecto de control de la Habana sobre Venezuela.
Por lo tanto, ante un régimen dictatorial, solo queda
la posibilidad de lograr un compromiso de renuncia con concesiones, producto de
una presión nacional e internacional… o la imposición de una de las dos partes
por la fuerza.
Dicho todo esto sin anestesia, respondo al lector que
mencioné al principio que, por encima de “conceptos heroicos”, son necesarios
“actos heroicos” y que los mismos nos corresponden a todos. Entender, que a
cada venezolano le toca decidir dónde empezar la resistencia, para salvaguardar
la libertad.
El que sepa escribir que escriba, el que sepa hacer
lobby que haga lobby, el que sepa despertar la chispa que lo haga… pero con visión
unitaria, geopolítica. Manejando relaciones y contactos internacionales,
consiguiendo apoyos…
Necesitaremos gente comprometida con la libertad. Lo
dijo Mahatma Gandhi, defensor de la no-violencia “Correrán ríos de sangre antes
de que conquistemos nuestra libertad, pero esa sangre deberá ser la nuestra”.
El sacrificio será necesario, Bolívar libertó
Venezuela, pero en el camino cayó Sucre y tantos otros. El que quiera liderar
el proceso que se ponga a la cabeza y asuma valientemente, que no de tregua… que
no se “raje”; el chavista corrupto preferirá salvar su cabeza, cuando sienta
que esto es definitivo.
El nuevo líder debe comunicar con sinceridad, tener
proyecto. Asumir frontalmente el compromiso, confiar en sí mismo, poseer
autocontrol y recuperar la empatía con el pueblo de Venezuela.
El 85% de oposición al régimen, no ha sido endosado a
los partidos políticos y esto es una realidad. Por el país llegó la hora de
preparar una alternativa unitaria, dar los pasos constitucionales previstos a
partir del 10 de enero y asumir el compromiso de una transición.
Sera el momento de demostrar la madurez política, sin
estridencias ridículas, ni “refraneos” cursis. Sin la crítica destructiva que
se hacen unos a otros, por egoísmos y pequeñeces que los convierten en enanos
políticos.
Sin descalificar sectores de la sociedad civil, sin
posturas arbitrarias… aquí ya nadie es mayoría, ni representa solo una
alternativa real… todos necesarios, pero en condiciones similares. Son muchas
las personas con méritos y es con lo que contamos, no hay espacio para golpes
bajos, rumores inventados, ni para hacerse eco de la guerra sucia del régimen.
Aquí enfrentamos algo serio, un narco estado,
intereses poderosos de Irán, Rusia y China. Un buen diplomático debería ya
estar negociando con ellos y con los factores aliados con la causa democrática…
que son muchos y de nuestro lado… siempre y cuando seamos coherentes.
La semilla de la libertad fue regada con la sangre de
mucho joven inocente, en el 2019 brotará vigorizado el árbol de la libertad. A
partir de enero comienzan los actos heroicos, donde mediremos a patriotas y
tiranos.
Jean Jacques Rousseau, filósofo francés, el primero a
conceder la soberanía al pueblo, estaba claro: “Renunciar a nuestra libertad es
renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la
humanidad”.
Ex Cónsul de Venezuela en París
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