lunes, 29 de julio de 2019

REINALDO J. AGUILERA R.: LA DESCONFIANZA ELECTORAL

Luego de todos los acontecimientos que han ocurrido en casi todos los procesos electorales llevados a cabo en épocas recientes, no podemos dudar ni por un minuto respecto a la altísima desconfianza que la colectividad toda, tiene para con el organismo comicial del país, es decir el mundialmente famoso Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano.

No hay que ir muy lejos en el tiempo para palpar de primera mano lo sucedido antes y durante el proceso para la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, el cual  estuvo marcado por el mayor cúmulo de irregularidades, conflictos y arbitrariedades de nuestra historia y el órgano llamado a velar por la transparencia y confiabilidad del mismo no se hizo eco de tales problemas, por el contrario prácticamente refrendó todo sin mayor análisis.

Para el momento en que se redacta éste artículo, los factores de oposición y los del régimen Madurista, se encuentran reunidos en la isla de Barbados y uno de los puntos es justamente el cambio de la directiva del CNE entre otras cosas; el que esto ocurra es de vital importancia para avanzar en la posibilidad de efectuar cualquier proceso electoral ya que, cada vez que se aproxima un evento electoral, planificado y coordinado por el actual CNE, muchos analistas alertamos sobre la falta de mecanismos necesarios que garanticen de alguna manera la transparencia de dichos procesos.

De igual manera advertimos acerca de la cantidad de transgresiones que el actual Consejo Nacional Electoral muchas veces efectúa en relación a sus propias normas y lo hace con la mayor desfachatez, se evidencia claramente que planifica para garantizar la conservación del poder al actual régimen.

Es realmente lamentable que éste CNE no tenga pena ni inconveniente alguno en quebrantar todas las normas legales de convivencia e institucionalidad que se encuentren vigentes con tal de lograr un fin para muchos insospechado; cosas como las que les refiero son las que generan una desconfianza casi total en la institución del Voto, eso sí, no es en el Voto per sé, es en el ejercicio de ese derecho bajo la administración de un CNE que se sabe penetrado por fuerzas que oscurecen cualquier elección, trátese de la que se trate. 

Por otra parte, la soledad manifiesta que se observa en muchísimos centros de votación durante los más recientes eventos, deja claro que los números presentados en cuanto a participación no son reales y carecen de veracidad, la alta abstención es inocultable lo que hace que esos resultados carezcan de la legitimidad necesaria.

Muchos procesos electorales ya se han llevado a cabo sin votantes suficientes, sin la utilización de tinta indeleble, sin testigos, prácticamente sin observadores imparciales como la OEA y para remate ya se hace costumbre que el primer boletín dado por el CNE que generalmente es a la medianoche del domingo – lunes de cada elección y en dicho instrumento ya no se especifica ni siquiera la cantidad de votos, ni válidos ni nulos, ahora se habla de porcentajes. 

Hay muchos detalles que nos llevan a pensar que la abstención sin precedentes en una Venezuela destruida y con un cuerpo electoral que busca sobrevivir en medio de la barbarie que el socialismo ha implantado, que podríamos afirmar simplemente que el régimen ordena fabricar las cifras a dar en cada boletín, para así poder tener a los mismos de siempre de vuelta al ruedo.

Finalmente y a manera de reflexión, quiero decir que el ambiente y la realidad que nos rodea, nos obliga a analizar la situación y a hacerlo bien, en tal sentido les indico que según varios estudios de opinión, aproximadamente un poco más del ochenta por ciento (80%) de los electores habilitados para cualquier proceso electoral en este momento “NO” está dispuesto a ir a votar, pues la urgencia de otros asuntos y necesidades básicas son más importantes y si le sumamos la desconfianza en el sistema tendremos la respuesta a todo.

Lo que actualmente ocurre a millones de venezolanos, a todos los que nos esforzamos por salir juntos de esta tragedia social, obliga a continuar luchando y a seguir defendiéndonos de lo que es un ataque a nuestra forma de vida como ciudadanos, totalmente cierto; sin embargo también es absolutamente necesario que no se efectúen acuerdos a espaldas de la mayoría, todo y repito todo aquello que se esté discutiendo en Barbados o dónde sea, tiene que transmitirse a los afectados, de esa manera quienes están en esa labor tendrán el apoyo requerido, de lo contrario será muy cuesta arriba sostener la lucha pues la desconfianza surgirá a todo nivel y continuaremos en un eterno círculo vicioso, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R.
@raguilera68 / @AnalisisPE
Coordinador Nacional Electoral Adjunto de Primero Justicia

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