martes, 7 de septiembre de 2021

CARLOS E. AGUILERA A.: Y LÍBRANOS DEL MAL, AMÉN…

Líbranos del mal, amén, es la séptima petición del Padre Nuestro: El Evangelio San Mateo 6,7,15, refiere que con esta expresión el que ora no pide solamente que no se le abandone en el momento de la tentación, sino también que se le libre del mal.

Y es que como católicos, apostólicos y romanos que somos, pedimos al Señor en nuestras oraciones, que nos libre de todo cuanto mal nos pueda afectar así como a nuestros seres queridos. El apóstol Pedro dice que el maligno, el diablo, nos rodea como león enfurecido para devorarnos, y por ello nuestra súplica con la característica esencial de la oración cristiana, anteponiendo la invocación del Padre ante todo, especialmente cuando el maligno hace sentir su presencia amenazadora.

Y el mal lo tenemos presente en nuestro país, cuando observamos y escuchamos imprecaciones en contra de la iglesia católica y sus representantes de la alta jerarquía eclesiástica, no precisamente en estos tiempos, sino desde la época en la que el hijo de……Sabaneta soltaba denuestos contra Obispos y Ministros de Dios en Venezuela. Su hijo putativo y heredero de la corona Nicolás Maduro, en su pretensión de imitarlo, en días pasados expresó groseramente: “Ya basta de agresiones viles, miserables, ni lavan ni prestan la batea, y lo que hacen es un show aquí y allá. Ustedes han visto a un viejo de estos con sotana, con una pala aunque sea, ayudando a un merideño”, en clara alusión a la denuncia formulada por el Obispo auxiliar de esa entidad, en torno al decomiso de la ayuda humanitaria enviada a Tovar a raíz de la tragedia ocurrida en días pasados. Por eso le pedimos al Señor: “líbranos del mal, amén”.

Y también tenemos presente el mal en el Hospital Pediátrico J. M. de los Ríos, en el que han fallecido hasta el momento 8 niños que presentaban distintas patologías, como cáncer y trasplante de riñones y médula. Sus infraestructuras están deterioradas y no cuentan con los recursos para que los pequeños y los adultos puedan recibir un trasplante y salvar sus vidas, por lo que médicos y enfermeras, han renunciado a sus cargos, vista la caótica situación que allí viven y padecen estas inocentes criaturas. Por eso le pedimos al Señor: “Líbranos del mal, amén”.

Y el mal convertido en una metástasis en el cuerpo social del país, hace mella en la familia venezolana, por el crimen organizado y la corrupción que se ha convertido en un problema de Estado, que no solo mantiene en constante peligro a la población, sino que sus efectos han traspasado fronteras, especialmente hacia países de América Latina. ¿La solución? Dolorosamente no hay asomo ni visos de que este flagelo tienda a desaparecer, ante la complicidad interna reinante en las altas esferas del poder. Por eso le pedimos al Señor: “Líbranos del mal, amén”

Seguimos elevando nuestra plegaria pidiéndole al Señor por la salud y vida de hombres, mujeres, niños y personas de la tercera edad que han abandonado la patria, en busca de una estabilidad económica y los medios de subsistencia para sus familias, ante la espantosa y crítica situación que se vive en el país como consecuencia de la inseguridad, desempleo e hiperinflación que a juicio de 
calificados economistas nacionales e internacionales pudiese derivar en una estanflación. Por eso le pedimos al Señor: “Líbranos del mal, amén.”

Otra de las plegarias que elevamos, es por la vida y seguridad de las 15.600 personas detenidas arbitrariamente por razones políticas desde el año 2014, pues entre los 370 presos políticos, hay 346 hombres y 24 mujeres, de ellos, 243 civiles y 127 militares, según datos suministrados por el Foro Penal, dirigido por el abogado Alfredo Romero. Por eso le pedimos al Señor: “Líbranos del mal, amén”

Faltarían cuentas en un rosario, para suplicar plegarias por todos los males que afectan a nuestro sufrido pueblo venezolano, por lo que nos limitamos a nombrar los aquí denunciados, sin dejar de lado la presencia en territorio venezolano de miembros de la guerrilla colombiana, que han hecho de nuestro territorio su parcela de operaciones, con anuencia y complicidad del régimen de Maduro. Historia que se inició con la llegada de Hugo Chávez al poder en febrero de 1999. Y es que no solamente se trata de las Farc, sino también del ELN, comprometidos a compatibilizar un proyecto político revolucionario a nivel hemisférico, con ayuda de la bonanza económica de Venezuela, para aquel entonces. Y ni hablar de la presencia de rusos, chinos, iraníes, biolorusos y cubanos, estos últimos presentes en el país desde que se instauró el régimen socialista, marxista y mal llamado bolivariano, instalados cómodamente en las altas esferas del poder: Ministerios, empresas del Estado, Notarias, Registros, Saime, y pare usted de contar. Por eso le pedimos al señor: “Líbranos del mal, amén”.

“Señor, te pedimos que tu mano vaya con nosotros, y nos concedas lo que tanto anhelamos. Bendícenos”

Carlos Aguilera
careduagui@gmail.com
@_toquedediana
Miembro fundador del Colegio Nacional de Periodistas (CNP-122)
Venezuela

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