La obsolescencia es la caída por desuso ocasionada por mal mantenimiento y funcionamiento de los equipos y también por insuficiente desempeño de sus funciones en comparación con las nuevas tecnologías. Así está nuestro país por culpa de este oprobioso régimen totalitario, somos muy lamentablemente un país que se quedó atrás, somos obsoleto, la tecnología moderna nos rebasó y hoy, después de muchos años de cambio para mejor, volvemos al río para lavar la ropa, buscar la leña para cocinar y a la lámpara de carburo para alumbrarnos. Este régimen no ha sido capaz, por ineficacia y carencia de voluntad, de ir al ritmo de la modernidad y, al contrario, ha dañado y daña todo lo bueno existente y nos retrotrae a etapas que considerábamos superadas.
Periclitar es perder fuerza o intensidad, es decaer, declinar o peligrar. Estar periclitado es entonces correr un gran riesgo o peligro, es estar en decaimiento, después de haber llegado al apogeo caer en la decadencia. En este estado, obsoleto y periclitado, nos mantenemos después de ser el país más rico y próspero de Latinoamérica que llamaba la atención favorable de todo el mundo, ahora somos de los pobres del mundo con un salario mínimo mensual equivalente al 5% del monto de la cesta básica alimentaria, con el agravante que todo lo que funcionaba bien lo destrozaron.
Para llevar a PDVSA al estado deplorable en que hoy se encuentra, hay que disponerse y actuar con mucha fuerza criminal como efectivamente lo hicieron, para destruir tienen fuerza ,para construir ,no. PDVSA producía 3 millones 500 mil.barriles de petróleo todos los días, ahora solo 400 mil y sus equipos e instalaciones están en ruina sin mantenimiento ni repuestos. Acabaron también con el complejo siderúrgico de Guayana que lucia muy promisor para el país. Todo lo que tocaron lo destrozaron. Nuestra economía , más o menos estable, con sus altibajos, ahora es un verdadero y descomunal desastre; que con el horroroso manejo financiero, provocó la inflación más alta del mundo que aún sufrimos, con la concebida perdida del poder adquisitivo de nuestra moneda. Los servicio públicos que funcionaban de manera regular, ahora son intermitente cuando operan.
Periclitaron este hermoso país, que estaba con sus problemas, en vías de desarrollo y lo llevaron a lo que somos: con pobreza generalizada y todos pasamos por miles de calamidades y penurias para conseguir los alimentos diarios que nos permitan subsistir, el ingenio e inventiva del venezolano,se somete a prueba diariamente en la consecución de los alimentos.
Todas las tierras fértiles y fecundas fueron expropiadas o invadidas y saqueadas, las transformaron en maleza y piedras. Todo lo que expropiaron, que cuando lo hicieron estaba próspero, ahora son ruinas y cascajos.
Todo lo anterior en medio de una inseguridad pública, personal y de bienes no conocida ni en las peores épocas. La existencia de sicofantes del hamponato que se pavonean en las calles del país como macho de barrio, porque creen que el dinero mal habido les da poder, abundan en nuestras poblaciones, es una nueva casta que se mueve alrededor del régimen, especialmente donde hay real.
La delincuencia campea en cualquier lugar y hora, ella es de calle o uniformada con carnet. Ya está bien ya. UNÁMONOS para salir de este horror cuanto antes e iniciar el camino que nos conduce al país que tanto queremos.}
Nuestro deber insoslayable e impostergable es transformar la Venezuela periclitada y obsoleta, en próspera y con pleno desarrollo y ello supone salir de lo que tenemos lo antes posible. Sabemos cómo hacerlo, solo falta voluntad y decisión.
Los términos: Obsoleto, Periclitado y sicofantes del hamponato, fueron tomados del léxico betancouriano, que tanto aporte hizo a nuestra lengua.
Venezuela
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