lunes, 6 de junio de 2022

JAVIER NIEVES BRIZUELA: LA TERCERA MUERTE DE GUSTAVO PETRO. DESDE VENEZUELA

Las encuestas, los politólogos, los opinadores de oficio y los políticos profesionales “No contaron con la astucia” del pueblo colombiano. Desplazándose por la baranda, con un hambre voraz de “batacazo”, el candidato independiente Rodolfo Hernández acaba de comprarse un boleto sin regreso a Casa de Nariño; y en el viaje, acaba de propinarle la tercera y definitiva muerte al candidato de las FARC y de Nicolás Maduro, Gustavo Petro.

El balotaje del 19 de junio quedó apenas como un trámite legal ineludible; pero la suerte ya fue echada: Rodolfo Hernández será el próximo presidente de Colombia. Me explico.

Los constructores de opinión venían diciendo que Petro encabezaba todas las encuestas y ganaba en Primera y Segunda vuelta, y daban para ambas vueltas un segundo lugar ocupado por Francisco Fico Gutiérrez. El ansia y la voluntad de cambio de millones de colombianos, así como su apego a la defensa de la democracia, hizo el milagro de desbaratar ese pronóstico y puso en el segundo lugar al único candidato que ahora puede alcanzar una victoria: a Hernández, por quien hasta hace poco, nadie apostaba.

La votación de Petro ya está en su techo (8 millones y medio de votos), mientras que el techo de Hernández aún está muy alto (6 millones y lo que le viene); esto si tomamos en cuenta que habiendo esta vez 2 millones más de votos emitidos, respecto a 2018, el Petro de 2022 no alcanzó la votación de su segunda vuelta de 2018.

Por la parte de Hernández, capitalizó el voto anticontinuismo y anticorrupción, a pesar de que competía con Petro en el mismo discurso. Al hacerse creíble, no solo desplaza a los tres grandes partidos tradicionales de los últimos 60 años (Liberal, Conservador y Centro Democrático), sino que deja sin discurso al propio Petro. No existe ahora ninguna razón para que se mantenga con Petro, el voto emocional radicalizado de aquellos colombianos de buena voluntad que quieren un cambio, pero no creían que Fico representara ese cambio, al ser identificado como el candidato de los partidos tradicionales. Ahora, con la insurgencia de Hernández, que no hace parte de la cuestionada tradición, abandonarán a Petro en la segunda vuelta y correrán a fortalecer la opción de cambio en democracia que este representa, respirando de alivio al no tener ya que apoyar la opción de cambio fuera de la democracia que encarna en Petro.

Hernández tendrá, entonces, los votos que acaba de sacar y que respiran tiunfo (6 millones), los votos de Petro que regresarán al centro, los votos de Fico, que jamás votarán por Petro (5 millones), y los votos de Fajardo que apostarán a ganador y a quienes Petro difícilmente pueda cautivar (1 millón). Total, 12 millones más los votos que le aporte el desinfle de Petro. Esto sellará definitivamente la tercera muerte del candidato de las FARC.

Pero esta muerte electoral de Petro no significa que los problemas políticos de Colombia cesen. Ahora Hernández tendrá que incorporar a su discurso exitoso, el discurso por la Unidad y Reconciliación de Colombia. Pero también, habrá que ver si Hernández será capaz de cumplirle a los colombianos y se pone al frente de las reformas de cambio que ha prometido y que sus electores le reclaman a los líderes tradicionales, por no haberles cumplido.

No hay un Programa claro de Hernández que apunte en la dirección que creemos correcta; quiero decir, reformas realmente radicales que permitan relanzar la economía, superar la pobreza y devolverles a los colombianos la libertad para que diseñen y asuman sus proyectos vida sin la interferencia del Estado.

Un Programa así supone reducir el Estado (otra promesa incumplida), limitar al gobierno solo a la protección de los derechos individuales de los colombianos, y abrirse a la competencia y el libre mercado. En consecuencia, va a exigir de Hernández que saque las manos del Estado de los sistemas de Salud, de Educación y Prestacional. Hablamos de una absoluta revolución liberal que ninguno de los líderes tradicionales podría asumir, porque son socialistas, unos, o socialdemócratas, los otros; pero que Hernández sí podría liderar, si se convenciera, o si quisiera, precisamente porque no ha hecho parte de ese liderazgo que las urnas electorales están dejando de lado.

Por los momentos, mientras llega la hora del trámite del 19 de junio, celebremos la derrota del Foro de Sao Paulo, en Colombia, y preparémonos para acompañar a este nuevo gobierno, allí donde Hernández envíe una clara señal de compromiso con las reformas políticas y económicas que traigan una verdadera paz para Colombia, la impulsen hacia el primer mundo y la muestren como un ejemplo a seguir por toda la América Latina.

Javier Nieves Brizuela
@brizuela_nieves 
(@javiernievesbr)
Venezuela

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