domingo, 19 de febrero de 2017

RAMON PEÑA, EN MANOS DE EE.UU.

EN POCAS PALABRAS

Con la consabida fabricación de promesas, propia del Socialismo del SXXI, el régimen  ha anunciado que, luego del triunfo de la revolución sobre la derecha apátrida en la relamida guerra económica, este 2017 es el año de la recuperación. Las bolsas del Clap, el carnet de la patria, los convenios con China, la recuperación de los precios del petróleo, son algunos de los nuevos motores que nos devolverán la felicidad.

En justicia, más que promesa, se debería hablar de proeza, porque el reto de convertir este año a Venezuela en sociedad próspera es una hazaña casi cósmica: la última Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) que realizan tres universidades del país, UCV, UCAB y USB, revela que 82% de los hogares viven en condiciones de pobreza y 52% en pobreza extrema. Una estadística que nos sitúa como un país más pobre que Haití.

En cuanto a la quimera de precios altos de petróleo en el presente año, es oportuno considerar que actualmente el primer productor mundial y factor de peso en las condiciones del mercado petrolero internacional es Estados Unidos. Su crudo y gas natural de los crecientes yacimientos de esquistos son rentables aun a los niveles de precio más bajos de los últimos tiempos. Tampoco podemos esperar milagros de nuestro volumen de producción, el cual ha descendido a apenas dos millones de barriles diarios, no por ajustarnos disciplinadamente a la cuota Opep, sino por la desastrosa administración de Pdvsa.


Por cierto, nuestra dependencia de EE.UU. es hoy mayor que nunca. Solo los 700 mil barriles diarios que exportamos a ese país son cobrados a precios remunerativos y en menos de 30 días. El resto, a Cuba, el Caribe y a China para pagar deuda, casi no suena en la caja registradora. Confiemos en que a Mister Trump  no se le ocurra ningún despropósito…

Ramon Peña
ramonpen@gmail.com
@ramonadrian42
Caracas – Venezuela

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