martes, 24 de marzo de 2020

REINALDO AGUILERA R., LA EPIDEMIA DEL FIN DEL MUNDO

La libertad es quizás una de las cosas más preciadas por el ser humano y con el avance del Coronavirus la estamos perdiendo, mientras llevamos ya semanas observando como el mundo se va aislando, países enteros van cerrando sus fronteras ante la cruda realidad, el Coronavirus o COVID-19 esta modificando al planeta entero ante nuestros ojos.

Hasta el momento y con seguridad en aumento, tenemos que los casos ACTIVOS de COVID-19 (incluyendo muertes reportadas) por país, tiene como más afectados luego de China, a Italia: 46.638 (5.476); EEUU: 32.681 (417); Alemania: 24.513 (94); España: 24.421 (1.772); Francia: 13.170 (674).
El Coronavirus en EEUU, tiene como casos CONFIRMADOS más muertes reportadas, sumamente afectados a los estados de New York: 15.793 (117); Washington: 1.996 (95); New Jersey: 1.914 (20); California: 1.642 (30) e Illinois: 1.049 (9).

Mientras escribimos ésta columna, se habla de una segunda ola de contagios de coronavirus en Asia, dónde inició todo y se redoblan esfuerzos,  se acaba de registrar una segunda etapa de contagios en regiones en las que se creía que la pandemia estaba bajo control, de allí que es muy preocupante lo que pueda suceder en las próximas semanas en el resto de la tierra.

El COVID-19 ha ifectado a más de 374.000 personas en 184 países del mundo, la mayoría (más de 81.000) en China, donde se han registrado 3.274 muertes, la cifra de decesos en todo el mundo supera los 16.400 y la de los recuperados 100.000.

Muy preocupante el cómo se ha extendido a países de latinoamerica el virus y más terrible la situación en nuestra Venezuela que carece desde hace ya mucho tiempo de una infraestructura hospitalartia acorde con lo que se viene y cuyas autoridades antes de aceptar el fracaso, luchan por ocultar lo que todos sabemos. 

Maduro en una disputa sin cuartel, trata a diario de imponer su relato de lo que sucede, según su versión o cuento, el COVID-19 no se originó por los graves problemas de insalubridad que existen en los mercados de animales vivos de la ciudad de Wuhan, sino que fue el malvado Imperio Norteamericano que lo desarrolló en un laboratorio y lo envió a los pobres Chinos, una ridiculez para cualquiera que se diga dirigente de un país, pero no podemos esperar menos de alguien como Nicolás. 

Según su historia fantástica, todos los casos en Venezuela son “importados”, porque en el país nadie se contagia, gracias a la cuarentena y a la eficiencia del régimen en materia de salud pública, sigan creyendo que lo que se avecina no es juego.

Por el momento más de 1.000 millones de personas en más de 50 países o territorios fueron instadas por sus autoridades a permanecer confinadas en sus casas para luchar contra la propagación del COVID-19, algunos países tomaron medidas coercitivas, como Francia, Italia y Argentina, al igual que el Estado de California, en Estados Unidos en dónde pareciera que muchos aún dudan de la gravedad de los hechos y los han obligado a a permanecer en sus hogares.

Todo lo que estamos viviendo parece sacado de una película de ficción, pero es de verdad, tenemos que aceptar que la vida tal y como la conocemos cambiará, miles perderán a alguien cercano, otros quizás quedarán afectados por alguna secuela del virus, en fin no sabemos el planeta que tendremos cuando se logre controlar y vencer el mal, que hasta este momento no tiene cura alguna.

La esperanza, dicen que es lo último que se pierde, aún la tenemos, pensamos en todas las pestes y males que la humanidad ha superado como por ejemplo: “La Peste Negra”, que fue la pandemia más mortal en la historia de la humanidad, hasta ahora al menos, este brote de peste bubónica mató a 200 millones de personas o lo que sería ⅓ de la población mundial de ese entonces,  fue el segundo brote generalizado de este tipo de peste y dejó marcas imborrables en la historia humana, especialmente en Europa donde sucedió la misma, de allí que la esperanza hay que tenerla siempre, es un principio de vida.

Lo cierto es que el COVID-19 se presenta como una amenaza sin precedentes, pero también una ocación que nos obliga a unirnos como un todo contra un enemigo común, un enemigo de la humanidad, así de simple y sencillo.

Reinaldo J. Aguilera R.
reinaldoaguilera1968@gmail.com
@raguilera68 / @AnalisisPE

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