jueves, 14 de julio de 2022

GERMÁN GIL RICO: UN MONIGOTE EN LOS DESFILES ¿TRAERÁ COLA?. DESDE VENEZUELA

El desfile militar realizado a continuación de la parada correspondiente, es un acto que se desarrolla en el marco de la conmemoración de fechas importantes para las naciones, así como para enaltecer la memoria de los héroes de la patria, civiles o militares, rendir homenaje a los Poderes Públicos y a visitantes ilustres; también para celebrar la fecha fundacional de los distintos componentes armados. Está revestido de la solemnidad exigida por el protocolo que rige la materia.

Hasta hace no mucho tiempo, cuando el golpista teniente-coronel Hugo Chávez Frías no había iniciado el programa de destrucción del país y sus instituciones, incluidas las Fuerzas Armadas Nacionales, los desfiles eran actividades propicias para el abrazo fraterno entre civiles y militares; del venezolano investido de dignidad ciudadanía con los guardianes de la integridad territorial, la Constitución de la República, la democracia y la seguridad de las personas y sus bienes.

Pero tan falso es el arrepentimiento del malviviente al ser atrapado por los por los representantes de la ley, como el de un militar golpista una vez derrotado por el poder civil. Y es así como quien había sido elevado por la voluntad ciudadana a la Presidencia de la República en libérrimas elecciones, reedita el fracasado golpe de Estado del 04 de febrero de 1992, echando por delante y a marcha forzada la demolición del Estado Democrático de libertades garantizadas, para sustituirlo por el modelo Socialcomunista de control político leninista y economía marxista, manipulada por la burocracia partidista-gubernamental. Protegido por las mismas Fuerzas Armadas que pervirtió, ordenándoles actividades diferentes a la de la profesión; haciendo caso omiso a denuncias de escandalosos negociados normados por la corrupción que, sin lugar a dudas, forman parte integral del programa que facilita controlar los altos mandos, atándolos con las bridas del chantaje.

Es así, por medio de la destrucción de los valores éticos y morales de institución armada, como las paradas y desfiles dejaron de ser la vistosa exhibición de disciplina y del armamento que demostraban la capacidad de fuego, en manos de los responsables de la custodia de la integridad de la Patria. Hoy es un espectáculo más que mediocre bochornoso, con abundancia de mojigangas entremezcladas con las tropas. Un indignante masacote lanzado al rostro del ejército que fue heredero del comandado por Simón Bolívar.

Ahora bien, al observar con detenimiento el desarrollo de los desfiles en tiempos del Socialcomunismo, precedidos por un monigote, a modo de caricatura del impresentable e impostor Nicolás Maduro, surgen dos inevitables interrogantes. ¿Dónde surgió la idea de colocar a la cabeza del desfile semejante esperpento, con la “S” de Simón en el pecho? ¿De la Presidencia o del Ministerio de la Defensa? En ambas hipotéticas posibilidades el asunto encierra muy elevados niveles de peligrosidad, puesto que es la exposición pública de una soterrada guerra sucia. Porque si la idea surgió de Miraflores, Nicolás Maduro torció una soga para su pescuezo, pues tamaña ofensa al Libertador tiene un alto costo, no puede quedar impune y los milicos cobran de mal modo los agravios, y si fue cocinada en Ministerio de la Defensa, podría ser la burda elaboración del oportuno motivo que abriría la puerta de Miraflores al autor de la trama. ¿A Padrino López, para sentarse en la silla de Bolívar y asumir el mando por to’el cañón, sin servir de mampara? Podría contar con el beneplácito de Cuba, pues se trata de un súbdito que, rodilla en tierra, juró fidelidad a Fidel Castro. Pero si en la gestación no participó Diosdado, a quien nadie parece tomar debidamente en cuenta pese a ser chavista de primera hora, deberíamos abastecernos de lo indispensable (agua, enlatados, etc.) porque podría cambiar el garrote de Trucutú por carros de combate y comenzar una sampablera.

Lo que bien podría asegurarse es que la línea Miraflores-Conejo Blanco, esta tensa y su recorrido pasa por el Capitolio donde una estufa no permite que se enfríe.

German Gil Rico
gergilrico@yahoo.com
@gergilrico
Venezuela

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